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| $**Un Marido Infiel**$ | |
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+17Kathy_hb The princess nicknactica denix_demijonas21 Keeicy s4lm4djonas Vane... joselyn&nick beela_jonas Ines-Jonas AnNiicK---> Anneliss! aacp *maferzita de jonas HerSmileJonas♥ anita_ de_ jonas Steffy OrgasmoJonaS♥ Dayi_JonasLove!* 21 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Ines-Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1099 Edad : 34 Fecha de inscripción : 30/09/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 9th 2009, 17:50 | |
| aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa dioss mioooooooooooo yo no kiero pedirle a Joe el divorciooooo nooooooooooooooooooooooooooo!! aaaaaaaa siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 9th 2009, 20:23 | |
| aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh no puede ser quiero otro capi!!!!!!!!! osea quiero saber que pasa yo no se si me divorciaria y miley no es tan mala yo me molestaria si no me lo hubiera dicho!!!! mas capitulos porfa!!! | |
| | | HerSmileJonas♥ Admin
Cantidad de envíos : 3048 Edad : 29 Localización : En la galaxia y la eternidad ♥ Fecha de inscripción : 18/09/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 10th 2009, 07:09 | |
| OMGG yo divorciarme de joe?? aunqe desps de lO qe hiizO mmm cualkiieraaa!! perO noooooooooooo!! jejeje xD YO LO AMOOO!! chama siguelaaaaaaaaaa | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 10th 2009, 09:55 | |
| es super confuso porq nosotras lo amamos pero se paso de PERRO!!!!!!!! jajajajaaj
xoxo | |
| | | Steffy Novia De..
Cantidad de envíos : 605 Edad : 29 Fecha de inscripción : 14/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 10th 2009, 11:40 | |
| nO me knzO d zta nOve.... la e leiidO muuxO... perO ez dmaz..!! ii en argntina aldii nO la ha zeguiidO... T_T | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 10th 2009, 18:02 | |
| es demasiado buena!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
xoxo | |
| | | beela_jonas Forista!
Cantidad de envíos : 129 Edad : 29 Localización : mi kasiitaa.. un lugar...XD! mi cuartO! bela landiiaaa! XD Fecha de inscripción : 01/02/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 11th 2009, 12:28 | |
| esperoo x ell proxiimoo cap! me encantaa tu novee!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!111 ç | |
| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 12th 2009, 16:55 | |
| Helloooooo!!! Bueno aki les dejo la conti del cap 2! Espero lo disfruteenn!!! -------------------------------------------------------------------------------- -Nogrites, vas a despertar a los niños. Aquello fue la gota que colmó el vaso. Joe se puso en pie y dejó el vaso sobre la repisa de la chimenea con un sonoro golpe y derramando el líquido sobre elmármol de la repisa. Joe te miró con furia, pero no pudo sostener por mucho tiempo su mirada. Agachó la cabeza apesadumbrado y se metió las manos en los bolsillos. -Mira... -dijo al cabo de unos instantes, tratando de recobrar la calma- No era lo que tú crees, lo que esa zorra te ha hecho creer. Sucedió sólo ... por casualidad ... y se acabó casi antes de empezar -dijo haciendo un seco ademán. «Pobre Demi», pensaste, «guillotinada de un plumazo». -Tenía mucha presión en el trabajo. La compra de Harvey's ha sido muy arriesgada y amenazaba todo lo que he conseguido -prosiguió Joe, y tomó el vaso de whisky y dio un largo trago-. He tenido que trabajar día y noche. Tú has tenido que ocuparte de Frankie y he pasado más tiempo con ella que contigo. Luego, los mellizos tuvieron sarampión y no quisiste que contratáramos a una enfermera. Estabas agotada, casi enferma, y yo estaba preocupado por ti, por los mellizos, por Frankie, que no dormía más de media hora seguida, y con más dificultades que nunca en la empresa. Creí que lo mejor para ti era que no te preocupara contándote mis problemas en la oficina ... Joe hablaba de los meses anteriores. Un periodo en que tu pensaste que todo lo que podía ir mal había ido mal. Pero no se tehabía ocurrido añadir a tu lista de problemas que tu marido te engañaba con otra mujer. -_____... -dijo Joe con voz grave- no era mi intención. Ni siquiera quería hacerlo. Pero ella estaba allí cuando yo necesitaba a alguien, y tú no estabas, y yo ... -¡Cállate! -exclamaste. Tedieron náuseas y tuviste que llevarte la mano a la boca para no vomitar sobre tu preciosa y carísima alfombra. Te levantaste, Joe hizo intención de ayudarte y tu le dirigiste una mirada hostil. Fuiste dando tumbos hasta el mueble bar y, con manos temblorosas, te sirviste whisky. Era una bebida que detestabas, pero, en aquellos momentos, sentías la angustiosa necesidad de beber algo fuerte. Joe seguía de pie. Te miró con desconsuelo al verte beber el whisky de un trago y cerrar los ojos echando la cabeza hacia atrás. Tu tratabas de mantener la calma, pero la tormenta se había desencadenado. Tu cuerpo fue sacudido por un mar de emociones violentas. Te palpitaba el corazón y trataste de respirar profundamente, pero tenías la sensación de tener los pulmones encharcados. Tenías paralizados los músculos del estómago, tu cerebro, al contrario, estaba sumido en un torbellino de angustia y dolor. -¡Se ha acabado, _____! -dijo Joe con una voz grave que tu nunca le habías oído-. ¡Por Dios, _____, se ha acabado! -¿Cuándo se acabó? -le preguntaste mirándolo a los ojos- ¿Cuando te permitiste el lujo de volver a hacer el amor conmigo? Pobre Demi. El whisky comenzaba a hacer el efecto deseado. -¿Me pregunto a quién de las dos tomas por imbécil? Joe sacudió la cabeza negándose a aceptar la lucha. -Simplemente, ocurrió -dijo tristemente, pasándose la mano por el pelo-. Ojala no lo hubiera hecho, pero no puedo echar marcha atrás, aunque sea lo que más deseo. Por si te sirve de algo, te diré que me avergüenzo de mi mismo. Pero, y te lo juro por Dios, te doy mi palabra de que no volverá a suceder de nuevo. -Hasta la próxima vez -dijiste y fuiste a salir de la habitación antes de que lossentimientos sombríos que se agolpaban en tu interior estallaran con amargura.-¡No!-exclamó Joe, agarrándote del brazo y atrayéndote hacia sí-.¡Tenemos que arreglarlo! Por favor, sé que te he hecho daño pero necesitamos ... -¿Cuántas veces? -le espetaste, perdiendo el control- ¿Cuántas veces has venido oliendo a su perfume? ¿Cuántas veces me has hecho el amor por obligación después de haberte acostado con ella? --------------------------------------------------------------------------- | |
| | | beela_jonas Forista!
Cantidad de envíos : 129 Edad : 29 Localización : mi kasiitaa.. un lugar...XD! mi cuartO! bela landiiaaa! XD Fecha de inscripción : 01/02/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 12th 2009, 17:51 | |
| AMo THUU NOVEEE!!
ahh e encantO enseriiO!!! WAPP CREOO QUE SOE LA PRIIMERA EN COMENTAR ESTE CAP!! ME FACINo!!! xd"! jejeje!!!
biieee!!!!!!!!! | |
| | | Steffy Novia De..
Cantidad de envíos : 605 Edad : 29 Fecha de inscripción : 14/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 12th 2009, 20:23 | |
| Aii Dayii, al fin pude leer el fin.. hac diaz lo poztearon... pero me qde... triple wow..!! a la fiinal no era lo q uno pensaba... verdad...?? pero sii uno presta atencion a los primeros caps... se da cuenta... ademaz... a lo mejor aii nueva temporada... amariia ezo... xq la verdad... AMO ESTA NOVE.... | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 13th 2009, 14:43 | |
| osea mejor imposible!!!!! pero esta tipa se esta haciendo de rogar!!!!!! jajajaj lo que quiero ver es que le respone joe!!!!! EL PROBE COMO QUE ESTA ARREPENTIDO DE VERDAD!!!!!!! estoy anciosa de ver los otros capitulos!!!!!
xoxo | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 19th 2009, 11:05 | |
| porfa mas capitulos!!!! please!!!!!
xoxo | |
| | | HerSmileJonas♥ Admin
Cantidad de envíos : 3048 Edad : 29 Localización : En la galaxia y la eternidad ♥ Fecha de inscripción : 18/09/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 19th 2009, 15:27 | |
| nO zabiia qe habiiaz puestO capi la vdd me dejo Osea Joe erz tan descaradO cOnmigooo!! waa waaaa!! iiOp OdiO el Whisky jejejeje ez tan asqerOzoo juju tienes qe seguirla siguela siguela siguela siguela siguela | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 21st 2009, 19:57 | |
| hey me muero por ver que sigueee!!!! xfa mas capitulos!!!!!
xoxo | |
| | | joselyn&nick Novia De..
Cantidad de envíos : 603 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 23/11/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 25th 2009, 10:16 | |
| dioooooooooooooooooooooooooooooooooooosssss amo esta noveeeeeeeeee es demacido buenaaaaaa la forma en ke es contadaaaaa en ke ella cuenta todooo me recuerda mucho a crepusculo (aunke no la he leido todavia XD) diiiiiiiiiiiiiiiioooooooooooooooooosss plis siguelaaaa | |
| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 25th 2009, 17:02 | |
| Hi!! Sorry por la tardanza, como se q tarde les voy a poner lo equivalente a tres contis para q vean q buena q soy!! jajajaja las kierooo! -¡No, no, no! -dijo agarrándote por ambos brazos mientras tratabas de liberarte- ¡No, _____! ¡Nunca! ¡No he dejado que llegara tan lejos! Se puso pálido ante tu mueca de incredulidad. -¡Te quiero, _____! -dijo con voz grave- ¡Te quiero!
Por alguna razón, aquella declaración desesperada te enervó y, llevada por la violencia, le diste una bofetada.
Joe se quedó de piedra. Tu te apartaste de él.
Nadie que te conociera te habría creído capaz de sentir tanto odio como revelaban tus ojos. Joe estaba atónito, tratando de digerir el horror que contenía tu mirada.
Sin decir nada más, diste media vuelta y saliste de la habitación. Te detuviste en la puerta de la habitación que compartías con Joe y luego, te dirigiste a la habitación de Frankie.
El niño ni se movió cuando entraste.Tu te acercaste te inclinaste sobre la cuna y te quedaste mirando a tu hijo preguntándote si el intolerable dolor que sentías en tu interior te haría enfermar.
Luego, el dique que contenía tus emociones se rompió y con un sollozo caiste sobre la cama que sería de Frankie cuando creciera. Te arropaste con la manta y ahogaste tu llanto en la almohada, para que nadie te oyera.
La mañana comenzó con el gorjeo de Frankie, que, completamente despierto, pataleaba alegremente en su cuna. Tu tardaste unos instantes en darte cuenta de por qué estabas durmiendo en aquella habitación.
Sentiste que algo se rompía en tu interior al recordar la noche anterior, pero, a los pocos instantes, experimentaste una gran calma, te sentías vacía, hueca.
Te levantaste y frunciste el ceño al darte cuenta de que llevabas la misma ropa del día anterior. Te llevaste la mano a la cabeza. Tenías aún el pelo recogido con una goma. Te la quitaste y sacudiste la melena. Tenías un aspecto desastroso y te sentías muy mal. Ni siquiera te habías molestado en quitarte las zapatillas de deporte para dormir. Te sentaste en la cama y te las quitaste. En aquel momento, el niño se dio cuenta de tu presencia y dio un gritito de alegría.
Tu te inclinaste sobre la cuna. La sonrisa de tu hijo fue como un bálsamo para tu triste corazón. Por unos instantes, te sumergiste en la alegría que suponía disfrutar de tu hijo. Le diste unos golpecitos en el vientre y murmuraste las cosas que las madres suelen decirles a sus hijos, y que sólo ellas y sus hijos entienden.
Aquello te pertenecía, te dijiste. No importaba qué cosas querría arrebatarte o concederte la vida, jamás podría quitarte el amor de tus hijos. «Esto», te dijiste, «es sólo mío».
Frankie estaba empapado. Tu le quitaste el pañal antes de sacarlo de la cuna. Frankie siempre estaba alegre por las mañanas. No dejó de gorjear y moverse cuando lo llevaste al baño, para limpiarlo y refrescarlo.
Lo sacaste, lo envolviste en una toalla y volviste a su habitación para vestirlo. Normalmente, lo habrías llevado a la cocina para darle el desayuno sin siquiera vestirlo y sin vestirte tu. Normalmente, lo hacías cuando los niños se habían ido al colegio y tu marido a trabajar, pero no podías despertar a los mellizos con aquel aspecto. Te preguntarían por qué tenías una pinta tan desastrosa sin el menor rubor .
Hiziste acopio de valor y abriste la puerta de tu habitación. Sabías que Joe sólo estaría medio dormido. Entraste sin hacer ruido y miraste hacia la cama, sumida en la penumbra del amanecer.
No estaba allí. Oiste ruido en el baño y Joe apareció al cabo de un instante. Llevaba una camisa blanca y pantalones grises. En cuanto te vio, se detuvo bruscamente.
Desde que lo conocías, nunca te habías sentido tan vulnerable en su presencia. Era consciente de tu desamparado aspecto: de tus ojos enrojecidos por el llanto, de la palidez de tu semblante y de tus cabellos enredados.
También estabas alerta ante él. Observabas lo alto que era, la fortaleza de su cuerpo. y sus músculos esbeltos . El ancho pecho, las caderas estrechas y las piernas largas y poderosas ...
Tragaste saliva y levantaste la vista. Cruzaron una mirada. Tampoco él tenía buen aspecto. Parecía cansado, como si no hubiera dormido mucho. Debía haber estado pensando, tratando de encontrar una solución, la salida a una situación imposible. Era una de sus virtudes convertir los fracasos en éxitos. Era la causa principal de su prosperidad.
Acababa de afeitarse, su barbilla parecía limpia y suave .. Tu absorbiste el familiar aroma de su loción de afeitar y te diste cuenta de que tus sentidos respondían. La atracción sexual no conocía límites, reconociste amargamente. Incluso en aquellos instantes, sin dejar de odiarlo y despreciarlo, sabías que era el hombre al que habías amado ciegamente durante muchos años.
Te acercaste a la cama, apoyaste la rodilla en el colchón y dejaste a Frankie sobre la colcha. Entonces, te diste cuenta de que Joe no había dormido en aquella cama, la única evidencia de que la había utilizado era la huella de su cuerpo sobre el edredón de color melocotón.
Frankie se puso a patalear, tratando de captar la atención de su padre, que, sin embargo, no apartaba los ojos de ti. El niño gritó con frustración y se puso colorado del esfuerzo de tratar de sentarse sobre la cama. Tu sonreiste al ver sus dificultades y le tendiste una mano, que el niño usó para equilibrarse.
Joe se acercó al otro lado de la cama e, inconscientemente, estiró el brazo para ayudar a Frankie. -¡Pa! -dijo el bebé triunfalmente, librándose de ambas manos para prestar toda su atención a la colcha.
Tu mantuviste la vista fija en tu hijo, dándote cuenta de que Joe no apartaba los ojos de ti.
-_____, por favor, mírame -dijo Joe con una súplica que te conmovió las entrañas.
-No -dijiste con un susurro, tratando de mantener la calma.
Joe profirió un suspiro. Levantó a su hijo, le dio un beso en la mejilla y lo volvió a dejar sobre la cama.
Tu fuiste a levantarte, pero Joe fue más rápido que tu. Te agarró por la cintura y tiró de ti hasta que pudo estrecharte entre sus brazos.
A ti te dieron ganas de sumergirte en el calor que Joe te ofrecía. Te pusiste tensa y tuviste que hacer esfuerzos por no llorar.
-No llores -te dijo Joe.
Era lo peor que podía haber dicho, porque, al ver el gesto de ternura de Joe, tu comenzaste a sollozar sobre su hombro. Joe te estrechó con fuerza y enterró la cabeza entre tus cabellos.
-Lo siento -dijo una y otra vez- Lo siento, lo siento, lo siento ... Pero no era bastante. No podía ser bastante.Joe había acabado con todo. El amor, la fe, la confianza, el respeto, todo se había desvanecido, y las disculpas no iban a devolvérselo. -Estoy bien -murmuraste, haciendo un esfuerzo monumental por recobrar la calma y apartarte de él.
Pero Joe te estrechó con fuerza.
-Sé que te he hecho mucho daño -dijo, tratando de contener sus propias lágrimas. Tu podías sentir la tensión de su pecho, el ritmo errático de su corazón- Pero no tomes ninguna decisión precipitada mientras ... Lo tenemos todo para ser felices si nos das otra oportunidad. No lo tires todo por la borda sólo porque he cometido un error estúpido. ¡No puedes tirarlo todo por la borda! -No he sido yo quien lo he hecho -replicaste. Aquella vez, Joe dejó que te separaras de él. Tenía una mirada triste y desolada. Tu, buscando algo que ponerte, fuiste del armario a la cómoda y vuelta al armario, sin saber realmente lo que estabas eligiendo.
Habías pasado muchos años comprendiendo sus ambiciones, teniendo una fe ciega en él. Muchos años aguardándole en casa, esperando sus caricias como un perro o un gato, como una mascota, mientras él alimentaba en casa sus necesidades básicas: comida, bebida y un paseo de vez en cuando, y tu lo habías aceptado con alegría.
«¡Qué criatura más patética eres!». te dijiste.
Frankie dejó escapar un chillido. Los dos dieron un respingo. El niño, aburrido de jugar solo, reclamaba su desayuno.
Tu te quedaste inmóvil en el centro de la habitación, con la ropa en las manos, preguntándote qué hacer a continuación. Vestirte o atender a Frankie. Era una elección muy sencilla, pero no parecías en condiciones de tomarla.
Fue Joe quien finalmente levantó al niño. -Yo me ocupo de él. Vístete tranquilamente, todavía es temprano -dijo y se marchó por la puerta. Tu suspiraste, sintiendo que la tensión de la habitación se relajaba.
El desayuno fue horrible. Tu veías una provocación en cada gesto. En Vanessa porque comía demasiado, en Nick porque se comió los cereales con muy poca :leche, tu llenaste demasiado la cafetera y tu café estaba demasiado amargo. Al final, te enfadaste contigo misma por reaccionar contra todo, frustrada por no saber lidiar :con tu propia desgracia. La emprendiste con Nick porque Se había dejado el ordenador encendido la noche anterior, con todos los juegos esparcidos sobre la alfombra. Cuando terminaste de reñirlo, el pobre niño estaba pálido : rígido, Vanessa sorprendida, Frankie callado y Joe... Joe simplemente estaba sombrío. El resto del desayuno transcurrió en silencio. Los niños se mostraron visiblemente aliviados cuando su padre los mandó a recoger sus cosas para irse al colegio.
-¡No tenías por qué tratar así a Nick! -te espetó Joe en cuanto Nick y Vanessa no podían oírlo- ¡Sabes muy bien que normalmente es muy ordenado! Vas a convertirlos en un manojo de nervios si no pones más cuidado. Son unos chicos estupendos y se comportan muy bien la mayor parte del tiempo. ¡No voy a dejar que la tomes con ellos porque estés enfadada conmigo!
Tu te diste la vuelta hecha una furia.
-¿Y desde cuándo estás aquí el tiempo suficiente para saber cómo se comportan? -le dijiste, viendo con gran satisfacción que se ponía tieso como un clavo- :Los ves durante el desayuno, ¡pero sólo cuando dejas de leer tu precioso Financial Times! ¡La mayoría del tiempo ni siquiera te acuerdas de que tienes tres hijos! Los ... los quieres como quieres ... a esa pintura de Lowry que compraste, eso cuando piensas en ellos. ¡Así que no me digas cómo tengo que educar a mis hijos cuando como padre eres un completo inútil!
¿Qué te ocurría? Te preguntaste dando un paso atrás mientras Joe se ponía en pie y se acercaba a ti. Me puedes acusar de muchas cosas, _____ -dijo Joe entre dientes- Y, probablemente, la mayoría de ellas me las merezco, pero no me puedes acusar de no querer a nuestros hijos!
-¿De verdad? -le preguntaste con sarcasmo- ¡En primer lugar, te diré que sólo te casaste conmigo porque estaba embarazada de los mellizos! ¡Incluso Frankie fue un error al que te costó acostumbrarte!
Joe dio un puñetazo sobre la mesa. Tu parpadeaste al verlo levantar la mesa, apartarla para levantarse y acercarse a ti. La violencia casi se podía palpar. A ti se te secó la garganta al ver cómo Joe se aproximaba a ti con la intención, creías tu, de estrangularte.
En el último momento, cambió de opinión y te agarró por los hombros. Tu te diste cuenta de que estaba temblando.
-Es demasiado pequeño para comprender lo que estás diciendo -dijo con una voz ronca y señalando a Frankie con la cabeza-, pero si los mellizos te oyen, si les das alguna razón para que piensen que no los quiero, te ... No terminó la frase. No hacía falta, tu sabías exactamente cómo continuaba.Joe siguió mirándote por unos instantes, luego te soltó y salió de la cocina.
Tragaste saliva y diste un profundo suspiro, y sólo entonces, te diste cuenta de que habías estado conteniendo la respiración. Sólo por pura necesidad de consuelo, levantaste a Frankie y lo meciste en tus brazos.
Te avergonzabas de ti misma. Y también estabas furiosa, porque, al haberle gritado de aquella manera, le habías dado el derecho a meterse contigo, cuando, hasta ese momento, eras tu la que tenía todo el derecho a meterte con él.
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| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 25th 2009, 17:10 | |
| CAPITULO 3Al llegar el fin de semana, los mellizos se dieron cuenta de que algo extraño sucedía. Y, como siempre, fue la observadora y callada Vanessa quien quiso saber qué era. -¿Por qué estás durmiendo en la habitación de Frankie, mamá? -preguntó el domingo por la mañana mientras toda la familia estaba reunida en la cocina, desayunando. La niña lo había descubierto porque aquella mañana Frankie había dormido hasta más tarde de lo acostumbrado, con lo cual, tu también se habías despertado tarde. Después de pasar varias noches durmiendo mal en una cama demasiado pequeña y atormentada por tus pensamientos, estabas exhausta; la noche anterior, para tu alivio, habías conciliado el sueño nada más meterte en la cama, y no te habías despertado hasta que Nick entró en la habitación. Pero no te sentías mucho mejor que los días anteriores, Porque, si dormir había servido para dardescanso a tu cuerpo, tu mente no había reposado en absoluto. Sabías qué habías soñado, pero, desde luego, tus sueños no habían aliviado el peso de tu corazón, ni tu rabia, ni tu amargura. Incluso te aborrecías a tí misma por no hacer nada para remediar la situación. Joe te había aconsejado que no tomaras ninguna decisión hasta que no estuvieras un poco más tranquila -hasta que dejaras de ser la criatura patética en que te habías convertido-, pero aquel consejo sólo te servía como excusa para no enfrentarte a la realidad. Joe no tenía mejor aspecto que tu, su rostro reflejaba la misma tensión. Desde la noche fatídica de la llamada de Miley, había estado llegando a las seis y media todos los días. Tu sospechabas que se debía más a que lo habías criticado como padre que al deseo de demostrarta que su aventura había terminado. Llegaba a tiempo de bañar a los niños y meterlos en la cama mientras tu preparabas la cena. En apariencia, tu vida transcurría normalmente, y los dos hacían un gran esfuerzo por que los niños no se enteraran de sus problemas. Cada noche, durante la cena, Joe hacía algún intento por mantener una conversación, pero tu permanecías en silencio, de modo que él desaparecía en su estudio en cuanto terminaban de cenar. Tu recogías la mesa y subías a acostarte a la habitación de Frankie, sintiéndote cada día un poco más sola, un poco más deprimida. Saber que tu marido te engañaba había supuesto para ti un golpe brutal que había conseguido anular tu voluntad, de modo que tu vida transcurría en una lenta monotonía y no te dabas cuenta de lo que hacías. Joe te observaba, serio y en silencio, esperando que tu salieras de tu letargo y estallaras. En aquellos momentos, la pregunta de tu hija te devolvía a tu cruda situación.Te sonrojaste ligeramente, y te las ingeniaste para dar una respuesta coherente. -A Frankie le están saliendo los dientes otra vez. Joe arrugó ligeramente el periódico que estaba leyendo, y tu te diste cuenta de que estaba escuchando. Y puede que también te estuviera mirando de reojo. Tu no lo miraste. En realidad, te importaba muy poco lo que pudiera hacer. Morena y con ojos marrones, Vanessa tenía, además, la misma mirada inteligente que tu. Asintió, como si comprendiera perfectamente lo que decías. Los dientes de Frankie habían sido un tormento para todos en las noches anteriores. Aunque a ti no se te había ocurrido irte a dormir a su habitación. Pero aquello no se le había ocurrido a Vanessa, que prestaba atención a su querido padre. -Seguro que echas de menos no poder abrazar a mamá, ¿verdad, papá? -dijo bajándose de la silla y acercándose a Joe-. Si me lo hubieras dicho, habría ido a darte un abrazo -dijo y fue a sentarse sobre las rodillas de su padre, sabiendo que sería bien recibida.La tensión se apoderó de la habitación.
-Muchas gracias, mi reina -dijo Joe, doblando el periódico para prestar atención a su hija- Pero creo que puedo estar solo unos días más antesde que me sienta completamente triste.
Si aquel comentario iba dirigido a ti, lo ignoraste, y seguiste sentada bebiendo café, sin revelar el esfuerzo que te costaba.
Observaste a Joe, allí sentado, con su albornoz azul, que dejaba al descubierto la mata de vello que le cubría el pecho. Besó a Vanessa en la mejilla y esbozó una sonrisa tan encantadora que a ti se te hizo un nudo en el estómago, como si tuvieras celos de tu hija.
¿Celos de tu propia hija! ¿Cómo era posible tanta amargura?
No pudiste evitar dar un respingo mientras recogías los platos. Joe te miró y tu le devolviste la mirada. Joe debió ver algo en sus ojos marrones, porque frunció el ceño. Tu te diste la vuelta de inmediato. Estabas incómoda y desconsolada.
Pero tu marido y tus hijos parecieron ignorar tu reacción. Nick intervino en la conversación que Joe estaba teniendo con Vanessa, e incluso Frankie insistió en que le sacaran de su silla. Joe lo sacó y lo sentó sobre sus rodillas, mientras el niño alegraba la conversación con sus particulares gorgojeos. Tu no pudiste soportarlo. Había algo en aquella atmósfera de cariño que te ponía los nervios de punta. Te sentías incapaz de unirte a ellos, como habrías hecho normalmente. Demi te lo impedía. Su imagen era como un muro infranqueable que te separaba de tu familia, del afecto y el amor de los tuyos.
Dejaste de fregar los platos, porque corrías el riesgo de romper alguno y saliste de la cocina diciendo entre dientes:
-Voy a hacer las camas.
Nadie te oyó y te sintió aún peor, más apartada de tu familia.
Estabas en tu dormitorio, el dormitorio de Joe y tuyo, mirando al vacío, cuando entró Joe. Con un gesto nervioso te dirigió al baño, tratando de aparentar que eso estabas haciendo cuando Joe abrió la puerta. Cuando saliste, Joe seguía allí, al lado de la ventana y con las manos metidas en los bolsillos. Era alto y gallardo y, en aquel momento, estaba tan atractivo que a ti te daban ganas de tirarle algo, de hacer cualquier cosa para mitigar tu profundo dolor.
Haciendo un esfuerzo por ignorar su presencia, comenzaste a arreglar la habitación. Te acercaste a la cama, que, desde la llamada de Miley, se había convertido en el mueble más odioso de la casa. Cada día era más difícil estirar las sábanas, ahuecar las almohadas, cubrirla con la colcha. Olía a Joe, a su olor limpio y masculino. Despertaba tus sentidos, que creías dormidos. Al contrario de lo que habías esperado, tu deseo por Joe no había disminuido, sino todo lo contrario. La traición de Joe no había provocado más que la odiosa actitud de estar siempre pendiente de él. El odio alimentaba el deseo, y el deseo hacía tu tormento todavía mayor.
Joe se dio la vuelta lentamente y te observo.
Al cabo de un rato, cuando el silencio comenzaba a hacerse insoportable, se acercó a ti y se interpuso en tu camino.
-_____... -dijo con suavidad.
Tu permaneciste con la cabeza agachada, sin querer mirarlo a los ojos.
-¿Te acuerdas de que tengo que pasar la semana que viene en Birmingham?
No, no te habías acordado hasta aquel momento. Serviste una ira repentina al comprobar que Joe anteponía sus negocios a su vida privada, cuando ésta estaba en crisis.
-¿Qué te meto en la maleta?Te palpitaba el corazón, y tuviste que hacer un gran esfuerzo para no retroceder para apartarte de él. Retroceder habría sido como otorgarle una especie de victoria, así que te quedaste donde estabas, sin mirarlo, con el semblante pálido. Físicamente, no habían estado más cerca desde la noche en que todo estallara por los aires. Tu sentiste escalofríos. -Cualquier cosa -replicó Joe con impaciencia. Tu solías hacerle la maleta siempre que él se marchaba de viaje. Y te encantaba hacerlo, guardar sus camisas, contar los pares de calcetines, la ropa interior, meter algunos pañuelos, las corbatas y los trajes. Incluso en aquellos momentos, mientras rogabas que se apartara de tu camino para poder alejarte de él y con ganas de decirle que se hiciera él la maleta, no podías evitar hacer, mentalmente, una lista con todo lo que necesitaba. Joe permaneció inmóvil, y la tensión entre vosotros se hizo intolerable. No se atrevía a decir nada por miedo a que lo utilizaras en su contra. -¿Vas a estar bien? -preguntó por fin- Puedo llamar a mi madre para que se quede contigo, si no quieres quedarte sola, si te hace falta compañía, o… -¿Y por qué me iba a hacer falta compañía? -le espetaste, dirigiéndole una mirada penetrante- Nunca me ha hecho falta una niñera cuando te vas de viaje y no me va a hacer falta ahora. Joe apretó la mandíbula, pero mantuvo la tranquilidad. -Yo no estaba poniendo en duda tu capacidad -dijo-, pero estás muy cansada y me preguntaba si, con todo lo que está pasando, no te vendría bien alguna ayuda. «Muy cansada», te repetiste, no estabas sólo cansada, estabas agotada. -¿Tu secretaria va contigo? Tu te arrepentiste de aquella pregunta nada más hacerla. -Sí, pero, ... -Entonces no tengo por qué preocuparme por ti, ¿verdad? -_____ -dijo Joe, dando un suspiro-, Demi no ... -¡No quiero saberlo! -dijiste empujándolo, prefiriendo rozar su cuerpo a permanecer allí quieta por más tiempo soportando aquella conversación. -Entonces, ¿para qué me lo preguntas? -exclamó Joe en voz alta e, inmediatamente, hizo un gran esfuerzo por controlarse- ¡_____, tenemos que hablar! Tu estabas haciendo la cama. Apretabas los dientes y seguías con tu trabajo porque era lo único que te quedaba por hacer. -No podemos seguir así -dijo Joe-. ¡Tienes que darte cuenta! A Vanessa le parece muy raro que duermas con Frankie, lo que significa que, a partir de ahora, va a estar pendiente de nosotros, que va a vigilarte, a calcular los días que te quedas en la habitación de Frankie... -Y no debemos molestar a tu querida Vanessa, ¿verdad? -exclamaste, y te avergonzaste al instante. ¿Cómo podías sentir celos de tu propia hija? Pero era cierto, estabas horriblemente celosa de tu hija, porque tenía el amor de su padre. _______________________________________________________________ Les dej como 5 contis... para q no digan La kierooooo!!! | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Febrero 26th 2009, 16:47 | |
| aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh no lo puedo creer!!!!!!!! me muero por saber que pasa!!!!!!!!! porfa no nos dejes tanto tiempo esperando!!!!!!!
mas capitulos!!!!!! ella lo tiene que perdonar!!!!!!!!
xoxo | |
| | | Vane... Nuev@
Cantidad de envíos : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Marzo 3rd 2009, 14:57 | |
| Mas fino...por fin pore terminarla XD jaja yo la estaba leyendo en el foro de argentina pero yan se fue de vacaciones y no vi cuando volvio y ya la termino y me perdi toda...Lo mas cumber de todo...es que ya iba por el final | |
| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Marzo 13th 2009, 17:54 | |
| Aki les dejo cap!! demora...Disfrutenlo! Las kieroo! ____________________________________________________________________ No pienso responder a eso, _____ -dijo Joe sobriamente.
Tu terminaste de hacer la cama, podías marcharte.
-Deja que te explique que Demi no ... -dijo Joe. -¿Qué vas a hacer hoy? ¿Vas a quedarte en casa? -Sí -dijo Joe, desconcertado-. ¿Por qué? -Porque yo tengo que salir y, si tú te vas a quedar, no tengo que llamar a tu madre para que se quede con los niños.
Por qué habías dicho aquello, no podías saberlo.
Tu decisión de salir no había sido una decisión consciente. Pero nada más decirlo pensaste que pasar unas horas sola, completamente sola, era vital para tu integridad mental.
Abriste el armario, impaciente por salir y alejarte de tu familia, y sacaste lo primero que encontraste, tu anorak impermeable. Joe parecía un poco aturdido, y se limitó a quedarse allí de pie, observándote.
-_____ -dijo por fin-, si quieres salir, sólo tienes que decirlo.
Tu no atinabas a cerrar la cremallera y te estabas poniendo cada vez más nerviosa. «¿Es posible sofocar sus propias emociones?», te preguntabas. Porque creías que eso era precisamente lo que estaba haciendo.
-Dame diez minutos y me voy contigo ...
¡Los zapatos! ¡No te habías puesto los zapatos! Te inclinaste y revolviste en la parte baja del armario. Joe seguía quieto en el mismo sitio, cada vez más perplejo.
Tu encontraste tus botas de cuero negras y te sentaste sobre la alfombra para ponértelas. Luego metiste los pantalones en las botas con dedos temblorosos.
-¡_____... no hagas esto! -dijo Joe.
Te diste cuenta de que estaba realmente afectado porque quisieras irte sola, su voz era grave y denotaba impaciencia.
-Nunca has salido sin nosotros, espera a que todos ...
Tu apenas lo oías. Pero Joe tenía razón, nunca habías salido sola. Si no con él, con los niños, o con su madre. Durante toda tu vida adulta, habías vivido bajo el amparo protector de otros. Primero tus padres, luego tus amigas y finalmente, Joe. Sobre todo, Joe.
¡Pero por Dios, estabas a punto de cumplir veinticuatro años! Y allí estabas, convertida en ama de casa, cada día menos atractiva, con tres hijos y un marido que...
-¡Me voy sola! ¡No te va a pasar nada porque, por una vez, te quedes con los niños! -¡No me estoy quejando de eso! -dijo Joe, suspirando y acercándose a ti- Pero, _____, nunca habías ... -¡Exactamente! -exclamaste, apartándote de él-. Mientras tú te ocupabas de hacerte rico y de buscar a una amante, yo estaba sentadita en esta maldita casa, muriéndome de asco. -¡No digas tonterías! -dijo Joe, agarrándota por la muñeca- Esto es ridículo, te estás portando como una niña. -Precisamente, Joe, de eso se trata, ¿no te das cuenta? -dijiste, apelando a la comprensión a pesar de que lo que más deseabas era irte de allí cuanto antes- Eso es exactamente lo que soy ... una niña. Una niña a la que han explotado, a la que han herido profundamente. No he crecido porque no me han dado la oportunidad de crecer. ¡Tenía diecisiete años cuando me casé contigo! -le gritaste- ¡No había terminado el colegio! Y antes de que aparecieras tú, mis padres me tenían entre algodones. Dios mío, qué decepción debió ser para ellos descubrir que su dulce y pequeña hija se había estado acostando con el lobo feroz. Joe se rió. A ti no te sorprendió, sabías que tu calificación era tan acertada que no tenías más remedio que reírte si no querías llorar.
-Y me quedé embarazada -prosiguió-, y cambié a unos padres por otros, tú y tu madre. -Eso no es cierto, _____ -protestó Joe-. Yo nunca te he visto como una niña. Yo ... -¡Mentira! ¡Eres un maldito hipócrita mentiroso! ¿Y sabes porqué sé que eres un mentiroso? Por el miedo que te da que yo quiera pasar algún tiempo sola. -¡Esto es una locura! -dijo Joe, negando con la cabeza, como si no creyera que aquella conversación pudiera tener lugar. -¿Una locura? -repetiste-. ¿Cómo crees que me siento sabiendo que he dejado que me hicieras todo eso? Lo único que hice fue sentarme y dejar que me trataras como te daba la gana ... y mira qué he conseguido. Veinticuatro años, tres hijos y un marido que se ha cansado de mí. Así que, por favor, deja que me vaya.
Con un sollozo, te apartaste de él y saliste de la habitación. | |
| | | aacp Casada Con
Cantidad de envíos : 1256 Edad : 34 Localización : caracas Fecha de inscripción : 01/01/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Marzo 14th 2009, 20:30 | |
| bueno sabes que es demasiado buena ya te lo he dicho varias veces please mas capissss!!!!!!!!!
xoxo | |
| | | s4lm4djonas Nuev@
Cantidad de envíos : 10 Fecha de inscripción : 28/07/2009
| Tema: omgg genialisima la nove Julio 28th 2009, 20:35 | |
| HoOOlaaaaaaaaaaaaa!! omgg por fin cree esto xD jeje para firmarte esq sii omg no manchez me hizo llorar:'( jOoE Me engaño:( y luego se va con esa demi uzh y se supone q es mi esposo ¬¬ pobre de mis hijos:'( pero auu sigueelaaaaaaaaaaa! siguela siguela siguela estaa genniaaal genialoossaa!! siguelaa me dejas con las ganas de leer mas MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON SIGUEELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!! xD | |
| | | Keeicy Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 244 Edad : 26 Localización : Venezuela Fecha de inscripción : 16/09/2009
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Septiembre 22nd 2009, 18:45 | |
| Siiguela andaaa siiiiii!! | |
| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Septiembre 22nd 2009, 19:50 | |
| Bueno la vdd había abandonado la nove porq nadie comentaba pro ya q algunas me han pedido mas caps mañana les pongo maratón! | |
| | | Dayi_JonasLove!* Casada Con
Cantidad de envíos : 1772 Edad : 30 Localización : Caracas Fecha de inscripción : 23/07/2008
| Tema: Re: $**Un Marido Infiel**$ Septiembre 23rd 2009, 17:36 | |
| Corriste escaleras abajo, recogiste el bolso de la mesita del recibidor y saliste precipitadamente a la calle.
El BMW de Joe cerraba el paso a tu Ford Escort blanco, así que tuviste que irte a pie, alejándote de la moderna casa en la que vivían desde hacía cinco años. En una casa situada en una de las zonas más acomodadas de Londres. Aquella casa te encantaba porque les ofrecía mucho más espacio que el pequeño piso alquilado del centro de Londres en el que vivían anteriormente.
Sin embargo, en aquellos momentos, lo único que querías era alejarte de allí lo más deprisa posible. Te apresuraste por la acera, bajo la sombra de los árboles, sabiendo que Joe no te seguiría. Todavía tenía que vestirse y vestir a los niños, así que no podría detenerte antes de que tomaras el autobús. El primero que llegó se dirigía al centro de Londres.
Te sentaste junto a la ventanilla y miraste a través del cristal manchado de polvo y de gotas de barro. Te fijaste en el parque al que solías llevar a los niños. ¿O eran ellos los que te llevaban a ti? No lo sabías, ya no estabas segura de nada.
Te subiste el cuello del anorak para protegerte del frío aire de septiembre, te metiste las manos en los bolsillos y comenzaste a pasear por Londres, cuyas calles siempre estaban solitarias los domingos por la tarde. Estabas perdida en un mar de tristeza. Un mar más profundo a medida que un ojo interior se abría cada vez más para mostrarte cómo era la verdadera _____ _____.
Una mujer de veinticuatro años que se había estancado emocionalmente a la edad de diecisiete. Pensaste que Joe te amaba porque había hecho el amor contigo, y nunca te preguntaste si te quería realmente.
Pero había llegado la hora de hacerlo. Y, aunque la idea te mortificaba, te dabas cuenta de que sólo se había casado contigo para aceptar su responsabilidad por haberte dejado embarazada.
Puede que Joe considerara que estaba en su derecho de llevar otra vida, aparte de la que ya llevaba contigo. No cabía duda, se trataba de eso. Joe quería llevar otra vida, una vida aparte de la que llevaba contigo.
Tu te diste cuenta, en aquellos momentos en que tu vida estaba al borde del precipicio, de que Joe nunca había compartido contigo aquella otra vida excitante y apresurada. Sólo había construido vuestro matrimonio para ti, para que jugaras a ser esposa y madre de vuestros hijos, porque era lo que tu querías ser.
Pero, ¿acaso se trataba sólo de un juego, de una fantasía? No lo sabías, no podías saberlo.
Caminaste durante horas. Horas y horas, sin darte cuenta del tiempo que pasaba. Tristes horas de reflexión, contemplando la intensidad de tu propio dolor. Hasta que el más completo agotamiento te obligó a regresar a casa. Estabas agotada y hacía frío, así que tomaste un taxi.
De repente, tu casa se convirtió en el único lugar del mundo en el que querías estar.
Pero, al darte cuenta, experimentaste una sensación de derrota, porque aquello significaba que tus horas de libertad no te habían hecho ningún bien. ______________________________________________________________
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