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 Infiel (Austin Mahone y Tu)

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Jonas-Mahone
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MensajeTema: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 26th 2013, 15:24

Buenoo, creo que por aqui hace falta una nove con Mahone no? Esta nove
NO es mía pero tengo permiso de subirla Very Happy
Creditos: chicas JONAS
Admin: Flor

Sinopsis:
Ella lo ama.
Él le es infiel.
Ella quiere venganza.
Pero, ¿Que sucede cuando no sale como lo planeas?

Están casados y todo parece ser perfecto. Entonces él le es infiel.
Ella lo sabe, pero una vez que lo ve, el deseo de hacerlo sufrir tanto como ella sufre,
es tan intenso que no lo puede ignorar.
Pero entonces todo se sale de control y ya no hay vuelta atrás.
Ambos corren peligro pero ninguno lo sabe.
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Jonas-Mahone
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 26th 2013, 15:36

CAPÍTULO 1:

Era la última noche que lo esperaba despierta. Siempre decía lo mismo. Siempre decía que no lo iba a esperar más, que no iba a ignorar sus llegadas tarde, que le iba a reclamar, pero como siempre nunca cumplía. Era su marido y lo amaba. Escucho el sonido del carro, la puerta del garaje al cerrarse y sus pasos en las escaleras. Cerró sus ojos y se hizo la dormida.

Austin entro en la habitación, miro la cama donde su esposa dormía y siguió al baño. Se acostó a su lado dándole la espalda y se durmió. Ella giro y miro a través de la oscuridad a su esposo dormido. Otra noche más que no la tocaba, hacía meses que no la tocaba, aunque, ¿porque iba a tocarla si llegaba satisfecho de estar con su amante? Le dio la espalda y con lágrimas en los ojos se durmió.

Todas las mañanas eran lo mismo; se levantaba temprano, preparaba el desayuno para él, lo acompañaba a comer y luego él se iba sin ni siquiera un beso, un nos vemos en la noche era todo, no un gracias, ni un te amo, ninguna palabra cariñosa.

Estaba sentada en el sofá viendo por la ventana hacia el exterior, en la calle se veían niños corriendo y jugando, era verano y todos los niños estaban de vacaciones. Llevaba toda la mañana ahí, sentada, pensando que hacer para que su marido la mirara como antes, para que la tocara como antes, para que dejara a su amante y volviera con ella.


Pensó que tal vez unas vacaciones le harían bien, tal vez alejarse unos días renovaría el amor y la pasión. Luego llego a la conclusión de que el no dejaría su trabajo así. Luego se le ocurrió comprar de esa ropa interior picante y hacerle un striptease, pero ella no era muy buena bailarina y tal vez lo arruinaba, estaba pensando en esperarlo desnuda en la cama cuando el teléfono sonó a su lado, asustándole.

Esperanzada, creyendo que tal vez fuese su marido, contestó con entusiasmo al teléfono- Hola-

-____, hola.- sus esperanzas murieron, al escuchar la voz de Abby al otro lado de la línea. La sonrisa en su rostro murió.

-Hola Abby, ¿Cómo estás?- Aunque quiso imprimirle alegría al tono, temió fracasar, no sentía nada de alegría en ese instante. – Perdona por no llamarte antes pero…- Su disculpa murió con el habitual entusiasmo de Abby.

-No te preocupes. Oye, estaba pensando… ¿Qué tal si salimos por ahí a tomar algo esta tarde? Y no me digas que no, que tú marido puede llegar temprano porque hace meses que llega tarde.- Hizo una mueca de dolor al escuchar las palabras de su amiga. Eran amigas desde la secundaria y Abby siempre había sido tan directa con todo.

Estaba pensando inventarse que se sentía indispuesta cuando se le ocurrió que tal vez si Austin llegaba y no la veía podría preocuparse o siquiera interesarse un poco por ella. Acepto encantada y quedaron de reunirse a las cinco en un café del centro.

Eran las cinco con trece cuando Abby llego. Disculpándose por su tardanza, Abby la hizo cambiarse a la ventana, porque allí, podrían ver a la gente pasar y criticarlos por su ropa, como hacían cuando eran adolescentes. Estaban riéndose de una señora con un pelo naranja y un conjunto tan naranja como su pelo cuando el rostro de ____ se congelo. Al otro lado de la acera caminaba su marido con una muchacha rubia de vestido rojo, iban riéndose y el la llevaba por la cintura. Su estómago dio un brinco y creyó que se iba a desmayar.

-Vamos a seguirlo.- La sugerencia de su amiga la tomó por sorpresa. Todavía estupefacta, Abby la tomo de la mano, dejo unos cuantos billetes en la mesa y se dispusieron a seguir a Austin. Iban unos metros atrás, viéndolos sonreírse y hablar muy cerca, cuando él se giró. Asustada, creyendo que el la había visto, ____ se disponía a dar media vuelta y correr, cuando su amiga, la tomo de la mano e hizo que girara chocando contra su rostro y besando sus labios.

En estado de shock y con los ojos muy abiertos ____ se separó de ella y no dijo una palabra. Abby se veía tranquila y totalmente relajada. Dio un vistazo por encima de la cabeza de ____ y la tomo de la mano para que la siguiera.

-Siento mucho lo del beso, así fue como ayude a Bill, cuando seguíamos a uno de los criminales que el busca. No me di cuenta, ni siquiera pensé que era una chica solo lo hice. Discúlpame.- ____ miro a su amiga. Bill era investigador privado y Abby solía ayudarlo en sus casos, no le extrañaría que en una ocasión hubiese tenido que hacer eso para salvar el pellejo de su amigo. Además, ____ sabía que Bill llevaba enamorado de Abby muchos años, no sería extraño que fuese una excusa de el para besarla. Negando con la cabeza y diciéndole que no tenía ninguna importancia, siguieron por donde Austin se había ido.

Girando en la esquina, ella se detuvo abruptamente al ver el sitio a donde su marido había entrado con aquella mujer. Era un hotel. Literalmente arrastrándola, Abby entro con ____ al hotel y ambas se congelaron al instante: Austin caminaba con la rubia, sonrientes y tomados de la mano, al ascensor. Las puertas se abrieron y ambos entraron. La última imagen que ella obtuvo de su marido, fue que este apretaba a la rubia contra su pecho y la besaba apasionadamente.

Conteniendo las lágrimas, salió del lugar corriendo. Ella sabía que él le era infiel. Pero una cosa era saberlo y otra muy distinta, verlo con sus propios ojos. Un par de cuadras más adelante Abby la alcanzo y la tomo en sus brazos. Consolándola la guió hacia un pub cercano. Llevaban más de media botella de vodka, ella no bebía pero sentía que no había otra forma de ahogar sus penas. Su marido, el hombre al que amaba, le era infiel. En ese momento estaría en ese hotel revolcándose con la otra. Su pena era tan amarga que se toma un vaso de vodka entero. Le escoció la garganta pero eso era mejor que le dolor de su corazón rompiéndose y sollozando.

-Debes vengarte. - la voz de su amiga sonaba extraña, pensó que quizá era por la cantidad de alcohol que habían consumido. Ninguna acostumbraba beber. – Debes vengarte, ____.- Le pareció absurda la sugerencia. ¿Cómo iba a vengarse, si a él, ella no le importaba? Tenía una amante. – Debes vengarte y yo sé lo que vamos a hacer.- La sonrisa en el rostro de Abby era espeluznante y la asustaba, pero ella estaba tan dolida que no le importo. Quería vengarse, verlo sufrir, como él la estaba haciendo sufrir a ella, que llorara y le doliera tanto o más de lo que le dolía a ella. Y lo haría, lo haría llorar, y sufrir, y retorcerse de dolor. Y ella lo disfrutaría.

¿Que tal el cap? Díganme si les gustó.
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 26th 2013, 15:46

Ahhhhh!! La ame! siguela, soy mahomie y mi hermana me comentó de esta novela ya que ella visita este foro por ser jonatica! Yo solo me creé esta cuenta para leer tu nove! Esta genial! Espero que la sigas y que cuando termine pongas mas de Austin!
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Jonas-Mahone
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 26th 2013, 17:19

Bueno, supongo que también te gustan los Jonas ¿No? Sino, bueno, es raro que estes en una página de Jonaticas, cada quien sus gustos.
Dejo el capítulo 2 Very Happy

El dolor de cabeza la estaba matando. Beber hasta casi ahogarse con vodka no era una buena manera de matar los problemas. Le dolía todo el cuerpo, su estómago se encontraba revuelto, y por alguna extraña razón, sus pies la estaban torturando. Intento abrir los ojos para ver a su alrededor, la luz era tan intensa que los tuvo que cerrar de nuevo. Con un gemido se dio la vuelta en la cama e intento abrirlos otra vez. Estaba en su habitación, las cortinas estaban cerradas y estaba sola. Miro en la mesilla para ver la hora y casi soltó un grito cuando vio el reloj. Eran más de las 2 de la tarde.

Se sentó en la cama y descubrió que estaba desnuda bajo las sabanas. Giro la cabeza y vio que en la mesita de noche había una bandeja con un vaso de agua y analgésicos. Agradecida tomo dos de las pastillas y se bebió todo el contenido del vaso. Recostó de nuevo la cabeza en la almohada, preguntándose como había terminado la noche, como había llegado a casa, y sobretodo, quien la había desnudado.

Lo último que recordaba del día anterior, era a Abby hablándole de los planes de venganza contra su marido. Tan pronto pensó en ello, el recuerdo de su esposo siéndole infiel y entrando en ese hotel con la rubia, la golpeo. Cerró los ojos mientras el dolor en su pecho comenzaba. Giro la cabeza y vio la bandeja donde estaba el caso vacío. Bueno por lo menos se había molestado en dejarle una pastilla para el dolor, antes de irse a trabajar y luego con su amante, pensó amargamente.

Decidió que la auto-compasión ya no le servía. Ella había tomado la decisión el día anterior. Se iba a vengar. Él iba a sufrir como ella. Se dispuso a darse un baño. Tenía que estar lista para cuando su plan comenzara.

Luego de media hora de una relajante ducha con agua caliente, entro al armario para ver que se iba a poner, el teléfono de la mesilla sonó, imaginando que sería Abby para ver como había amanecido dejo que la contestadora tomara el mensaje. La voz de su marido resonó por todo la habitación. – Bueno, te llamaba para ver como habías despertado. Supongo que aun debes estar durmiendo. Ayer llegaste bastante tarde y tomada. Te deje unos analgésicos en la mesita. Llegare tarde esta noche, así que si quieres descansar y pedir comida para cenar tu sola, no hay problema. Supongo que con la resaca que tendrás al despertar, no querrás hacer nada. Bueno, te dejo. Adiós.-

Su corazón había brincado al escucharlo, hacia tanto que el no llamaba en el día para hablar con ella que el que llamara para ver como amaneció le había derretido el alma, pero claro el no llamaba porque se preocupara por ella o porque le interesara, lo hacía para decir que llegaba tarde por estar con su amante. Fue una ilusa al pensar otra cosa. Cerró los ojos y le marco a Abby, tenía que comenzar con su plan ahora.

Después de horas de compras, masajes y peluquería, estaba lista. Había comprado vestidos sexys, faldas cortas, que escasamente tapaban su ropa interior, blusas con escotes pronunciados y lencería ajustada, sexy y diminuta. Lo primero era hacer ver a Austin de lo que se perdía, ella no era fea, solo que creyó que no era necesario vestir sexy porque su marido la amaba, tal y como era. Que mentira más grande. Lo seduciría, haría que su cuerpo explotara provocándole erecciones tan grandes y duras que dolerían, pero no permitiría que la tocara, solo ver.

El sonido de la puerta la sobresalto, eran las 7:30 de la noche, ¿Qué hacía Austin tan temprano en casa? Dijo que llegaría tarde. Inmediatamente salto al armario quitándose la ropa en el camino, le mostraría su sexy ropa nueva.

Estaba terminando de acomodarse el tanga cuando él entro, se quedó parado en la puerta sin mover ni un solo musculo. Comenzó a moverse por el armario, haciendo que buscaba una blusa se agacho, dándole una buena vista de sus nalgas desnudas. Tomo una blusa de seda roja, con un escote en V, que mostraba parte de su sostén, también rojo y una falda en jean negra, que se ajustaba a las curvas de su trasero y le llegaba más arriba de la mitad del muslo. Se sentó en la silla del tocador y lo vio aflojarse la corbata antes de entrar a la habitación. Coloco un poco de crema en la palma de su mano y comenzó a aplicarla en sus piernas de forma lenta. Por la esquina de su ojo, vio a su marido siguiendo cada uno de los movimientos que hacía con las manos. Para darle más picante a la situación, se bajó las copas del sostén, dejando sus senos al aire y comenzó a esparcir la crema allí también. Frotaba de forma circular y suave. Dejo el sostén así, mientras la crema secaba y esparcía más en sus brazos. Lo escucho carraspear y lo miro, sus ojos clavados en sus senos descubiertos, comiéndosela con la mirada. Tomo las copas del sostén y se las arreglo, la mirada de él fue a sus ojos.

-Pensé que llegabas más tarde.- intencionadamente tomo más crema y la froto en sus piernas. Los ojos de él siguieron el movimiento mientras le hablaba.

-Sí, pero tenía que venir a cambiarme. Tengo una reunión. – carraspeo un poco y levanto la mirada, mientras ella tomaba un secador para peinarse.

-Oh, qué bueno que no te quedas, porque la verdad es que tengo planes y no hice nada de cenar. De hecho, estuve de compras toda la tarde y ni siquiera tuve tiempo.- Austin la miro de arriba abajo, luego a la ropa, que estaba sobre el banquillo del tocador y asintió con la cabeza.

-Si, ya veo. – la siguió con la mirada, mientras se colocaba la falda y la blusa, con movimientos lentos y deliberadamente sensuales. – Dijiste que tenías planes, ¿A dónde vas?- no tenía ningún plan, ni tampoco idea de adonde ir, esperaba comenzar con su plan mañana, pero él llego temprano, tomándola por sorpresa. Necesitaba improvisar.

-Oh. Voy a ir a tomar algo con una amiga. – la mirada de él se tornó extraña. Uno de los consejos de Abby era que si el preguntaba no le diese mucha información. Parte del plan era hacerlo pensar que ella tenía un amante. Y dejarlo con la duda, lo convencería de ello. El celular de Austin sonó y el salió fuera a contestar.

Cuando volvió, tenía el rostro algo serio y se veía estresado.- Cancelaron la reunión. Ya no tengo que salir.- oh, así que eso era. Su amante lo había dejado plantado. Pues bien eso no cambiaba nada ella aun saldría, que sufriera y, por lo que se veía de sus pantalones iba a sufrir mucho.

Se terminó de maquillar y tomo su bolso, metiendo las llaves, la cartera y el celular en él. Se dio la vuelta con una sonrisa de disculpa en la cara.- Bueno, podrías dormir temprano, cariño. Has trabajado tanto estos meses, llegando tarde y esforzándote. No me esperes despierto. Bye.- le lanzo un beso con la mano y salió. No tenía ni idea de a dónde iba, no podía llamar a Abby porque ella tenía una reunión familiar. Entro en el coche y miro a la ventana. Austin estaba parado allí, mirándola mientras se iba. Sonrió. No tenía ni idea de adónde iba, pero eso sí, se aseguraría de llegar muy tarde.
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 27th 2013, 15:25

Bueno si me gustan los jonas, pero no me consedero taaaaan jonatica como otras pero si me gustan mucho! Bueno sigue tu nove!!! Esta genial!! No puedo esperar para el otro capi!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 29th 2013, 15:27

Era la quinta noche seguida que su esposa llegaba tarde. Se había vuelto una costumbre que luego de que el llegara del trabajo ella se vistiera de esa forma provocadora y sexy, se vestía delante de él, como si quisiera mostrarle lo bien formada que estaba o lo increíblemente caliente que lo podía poner, solo viéndola ponerse unas medias de seda. Desde que había cancelado su encuentro con Monique hace cinco días, no la había visto más, y es que no se le antojaba estar con otra que no fuera su esposa. Cada vez que cerraba los ojos podía imaginarla desnuda, debajo de su cuerpo, jadeando por aire y rogándole que le diera más, más fuerte, más profundo, la imagen hacia que su entrepierna doliera, poniéndose tan dura como nunca antes. No podía sacársela de la cabeza.

Había procurado llegar temprano a la casa con laguna vaga excusa, pero siempre era lo mismo, ahora ella ni siquiera le prepara la cena, solo le repetía las mismas palabras antes de irse “pide algo para cenar” no tenía ni idea de cuantas veces le había dicho el mismo esas palabras a ella, pero se dio cuenta de que después de tres veces comenzaban a sonar diferentes y se sentían diferentes.

Se quitó el saco y la corbata de camino a la alcoba, pensaba invitarla a cenar y que así pudieran pasar tiempo juntos. Todas las palabras que iba a decirle murieron en su boca. Ella estaba de espaldas a él, ya estaba completamente arreglada pero eso no le evito la erección que se formaba en sus pantalones cuando la veía vestirse delante de él, al contrario. Ella estaba increíble mente caliente con esa ropa, no pudo evitar que sus ojos la recorrieran completa. Desde los pies hasta las rodillas envueltas en unas botas de cuero blanco con tacón aguja, hasta las hermosas piernas solo medio cubiertas por una diminuta falda blanca, hasta la espalda totalmente descubierta por esa seductora blusa rosa y terminando en su pelo totalmente liso y libre bailando aquí y halla entre sus pechos.

Ella giro dejándole ver que el escote de su espalda no era el único, había un espacio en blanco que dejaba ver la piel de ____ entre sus pechos y además, por lo que pudo ver, no llevaba sostén. Estaba hablándole, tal vez le decía la misma excusa de cada noche, que pidiera comida y no la esperará temprano.

Frustrado e irritado porque su mujer había salido de nuevo y él se había quedado como pelele, mirándola sin decir nada, tomo su teléfono celular y marco a Monique. Si su esposa podía salir y llegar a la hora que le diera la gana, él también podía.

Una hora después tocaba la puerta del apartamento de su rubia colega. Nunca había ido allí, ya que le parecía demasiado íntimo y lo que compartía con ella era solo sexo, nada importante y sin compromisos. Pero ella lo invito a cenar y no pudo negarse. Monique abrió la puerta con un conjunto de chaqueta y falda formales rojo, era profesional pero de alguna forma se encargaba de mostrarse sexy y cautivadora.

-Pasa, la comida estará lista dentro de poco. – Austin dio un paso dentro del departamento y en cuanto fijo su atención en el vestíbulo, supo que era un error haber ido. Había fotos familiares y de Monique por toda la pared, llegaron a la sala y lo recibió un ambiente cálido y acogedor. Eso no era lo que quería, él no buscaba eso en Monique, quería pasión y sexo, de modo que apenas se dio la vuelta y la vio tan cerca, la tomo en sus brazos y la beso. El beso era brusco y demandante, pero ella jamás se le resistió, por el contrario, le devolvió todo lo que él le daba.

La empujo al sofá y se acostó apoyando todo su cuerpo sobre ella. Monique no perdió el tiempo y comenzó a deslizarle el saco beige, que se había colocado a cambio del de traje, de los brazos. Cuando el saco termino en el piso, Austin la hizo sentarse, para quitarle el de ella, que cayó con la blusa y el sujetador al piso, se detuvo un instante a admirarla y toda la excitación que recorría su cuerpo murió inmediatamente. Sus pechos eran grandes y generosos, había pasado horas, jugando divertido con ellos, lamiendo y chupando, hasta que ella le rogaba por mas placer, pero ahora que los veía, le parecían simples, solo un par de pechos, en una mujer cualquiera, que no era su esposa.

Y cuando la imagen de ____ paso por su mente se dio cuenta de que ya no quería estar con Monique, que ya no le interesaba.

-¿Te pasa algo malo, Austin?- el levanto su cabeza y la vio a los ojos, eran verde esmeralda preciosos, no los marrones con que observo por los últimos ocho años. La extraña punzada que sintió en el pecho, lo hizo saltar del sofá.

-No, lo siento. Me olvide que tenía que hacer algo. Tengo que irme. – mientras recogía su saco del suelo se dio cuenta de que todo lo que había dicho, había sonado a excusa y mentira barata, pero la verdad, no quería estar más allí. Salió por la puerta dejando a la rubia en toples mirándolo desconcertada, seguro que pensaba que se había vuelto loco, lo que era probable, ya que había dejado a una mujer hermosa, medio desnuda y totalmente dispuesta, sola.

Comenzó a conducir sin rumbo. La extraña forma, en que su cuerpo se había apagado con Monique y el hecho de que su esposa, no estuviera en casa, lo llevaron a un bar a las afueras de la cuidad. El no bebía y ciertamente no le gustaba, pero muchas veces escucho a sus compañeros de trabajo decir que ayudaba a olvidar las penas y en eso momento, lo que más quería, era olvidar, porque no entendía nada, y el sentimiento no era nada agradable.


Última edición por Jonatika4Ever-Love-Nick- el Junio 3rd 2013, 18:45, editado 2 veces
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeMayo 31st 2013, 15:50

SIguela!!!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 3rd 2013, 18:35

Te dejo 2 caps.


Copa uno: ¿Cómo termine así? Esa pregunta atormentaba la mente de Austin. Y es que no lo sabía, no sabía en qué momento su vida había girado de tal manera que se encontraba sentado, bebiendo en un bar de dudosa reputación, solo y con una pena en el alma.

Copa tres: Y ¿en qué momento su matrimonio se tornó en algo casi acabado? El principio fue increíble, salía con ____ a todas partes. Comían juntos en diferentes restaurantes, salían a hacer ejercicio en la mañana y también había ejercicio en las noches. Eran la pareja perfecta. ¿Cuándo se había terminado la magia?

Copa cinco: ¿Era su culpa que todo acabara? Claro, él tenía una amante, y era probable que fuese su culpa. Él le había sido infiel. Pero ¿Por qué había decidido serle infiel?

Copa ocho: Porque Monique, tenía unas curvas impresionantes. Desde que fue contratada en el despacho, se había insinuado descaradamente en cada momento juntos, no le importo ni siquiera, saber que Austin era un hombre casado. Oh, no. No le había importado. Ella había meneado ese sensual cuerpo delante de sus ojos, todo el día. Mostrándole su escote o agachándose sin excusa, para que él se fijara en la forma como subía su falda, mostrando piernas tersas y largas.

Copa diez: Y él había caído, sobre todo cuando ella lo beso en aquella reunión de junta que tuvieron que hacer de emergencia. Era el contrato más importante de la compañía y les estaba costando hacer que firmaran, los días pasaron a ser extensos y agotadores, y esta reunión decidiría todo, y cuando ellos fueron encargados de traer la comida del primer piso, jamás se imaginó que ella lo atacaría en el ascensor. Porque lo había atacado. Ella lo empujo contra una de las paredes y luego tomando su corbata con firmeza, jalo sus labios y lo beso. Y Austin había sentido fuego. La sangre en sus venas se había calentado y estuvieron a punto de hacerlo allí.

Copa once: Y llevaba tanto tiempo sin tener intimidad con su esposa, siempre llegaba demasiado cansado para querer hacer más que dormir. Y que una mujer hubiera logrado hacerlo hervir de esa forma, había sido un delicioso shock. Tocarla fue algo nuevo. Algo excitante, porque alguien hubiese podido verlos. Y todo, simplemente se sumó en su contra. Además su vida sexual con ____ era aburrida, ella nunca estaba dispuesta y siempre tenía que ser en la cama y en la misma posición.

Copa trece: Claro que, si era honesto consigo mismo y con la verdad, su esposa siempre estaba dispuesta. Cuando llegaba del trabajo, intentaba seducirlo, inclusive se había colado en su ducha una mañana. Y él siempre la había rechazado. ____ no era aburrida, ella fue la que propuso el juego de roles y las esposas, ¡se había colado en su ducha!. Lo de que él hubiese tenido una amante, cosa que aparentemente, su cuerpo ahora rechazaba totalmente, y al parecer su mente también, no había sido causa, ni culpa de su esposa. Todo fue por su propia culpa.

Copa dieciséis: Y, que su matrimonio estuviese en la cuerda floja ahora, que su esposa ni lo mirara o intentara seducirlo, que saliera cada noche y llegara en la madrugada, y que, probablemente, ella tuviese un amante, era tambien su culpa. Porque la descuido. La abandono. Y le dio su tiempo, energía, y cuerpo, a otra. Había roto todas las promesas que le hizo en el altar, y si ella lo dejaba, se iba con otro, Nick sabia, que se lo merecía.

Copa diecisiete: Pero ella no podía dejarlo. Él la amaba. La había amado desde el primer instante en que la había visto. Ellos tenían planes. Querían tener una familia. Hijos, mascotas, vacaciones familiares. Eso no podía quedar atrás. No, no podía.

Copa diecinueve: Pero, ¿Cómo recuperar a tu esposa, a la que fuiste infiel y amas con todo tu corazón, que al parecer, tiene ella también un amante? Flores. No, eso es muy vacío. Joyas. No, ____ no es tan superficial. Ropa. No, tampoco, con su nuevo armario, tiene suficiente. ¡La verdad!. Eso era. Para recuperarla, le iba a contar la verdad. Todo. Desde el principio. Sin omitir detalles.

Copa veinte: Pero, ¿si ella, en vez de perdonarlo, lo dejaba? ¿Cómo viviría, sin ella a su lado?

Copa veintiuno: Tenía que decírselo, la verdad purificaría su alma y salvaría su relación.

Copa veintidós: ¿Y si era la excusa, que ella estaba esperando para dejarlo? ¿ si su amante, era mejor que él?

Copa treinta y cinco: Se arriesgaría, le diría absolutamente toda la verdad, y dejaría en sus manos el perdón. Solo rezaba para que su lengua no se trabara al hablar, como parecían estar enredados sus pensamientos.

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La casa estaba oscura, ni una luz que la esperara. Sabía que la idea de darle celos a Austin, saliendo vestida de semejante forma, no era buena. Porque, si él sintiera celos de ella, ¿Para qué tenía una amante? No tenía sentido. Pero, aunque el hecho de darle celos, no había funcionado, si había conseguido excitarlo. Oh, sí. El bulto grande y bastante visible en sus pantalones, era una muestra de lo mucho, que lo había excitado.

Pero ciertamente, ella no quería excitarlo. Era tan fácil ir a quitarse la calentura con la otra. Ella quería que sufriera, que sufriera por ella. Y no lo estaba consiguiendo. Pero eso sí, ____ no pensaba rendirse. No, señor. Tenía meses y años, para conseguir vengarse de él.

Tomo sus cosas y bajo del auto. Tal vez lo que debería hacer era conseguirse un amante de verdad, no solo pretender tenerlo. Pero no podía. Aun era muy temprano. Ese era el último punto de la lista. No, el último punto de la lista, era hacer que Austin, viera el video con su amante, oh, sí. Le pediría el divorcio luego de verlo sufrir por ella y le dejaría el video en la cama. Lo único malo de esa idea, era que no iba a poder ver la cara de su marido, cuando la viese. Pero bueno, solo saber que lo destruiría, sería suficiente.

La casa dentro se veía demasiado silenciosa. Aunque claro, él no la había esperado despierto las otras noches, porque iba a hacerlo ahora. Se quitó los zapatos y los tomo con sus manos. Los tacones eran un martirio. Subió las escaleras y entro en su habitación. Estaba vacía. Encendió la luz y vio en la silla, el traje que Austin llevaba cuando ella se había ido. Así que el muy infeliz había vuelto a las andadas. ¿De qué se sorprendía? Lo dejo excitado y era de esperarse que buscara alivio.

Sentándose en la cama se llevó las manos al pelo. El seguía con la otra, nada de lo que ella hiciera iba a tener efecto en él. Estaba quitándose las joyas, cuando el sonido de un auto, la alerto. Su marido se bajaba tambaleando de un taxi. Pero, ¿desde cuándo Austin bebía? A pesar de que su cabeza le decía que lo dejara, que no era problema suyo, no pudo evitar bajar las escaleras. Por el estado en el que lo había visto caminar, era muy probable que tuviera problemas para subir.

Del otro lado de la puerta se escuchaba el sonido de llaves y la voz de Austin maldiciendo. Soltó una ligera risita. Si tenia problemas para encontrar la llave de la casa, en un llavero que solo contenía tres llaves, realmente tendría que estar muy borracho. Abrió la puerta y Austin casi se va de espaldas. Ella tuvo que acercarse y agarrarlo de la cintura para que no cayera.

-¡Oh!, el cielo me mando un ángel, para que me ayude. Menos mal. Estas tontas llaves no encajan, creo que alguien me robo las mías y me las cambio por estas.- Era difícil entender lo que decía, él arrastraba las palabras, haciéndolas casi incomprensibles. Aun así, no pudo evitar soltar una carcajada con la cara de confusión que él tenía mientras miraba las llaves. De verdad parecía creer que no eran las suyas. ¿Pero qué otra persona tendría un llavero de E.T, al que se le salen los ojos?

-Me gusta tu risa. Es taaaaan melodiosa. Y tus dientes son chiquitos y ferpectos. – Hacia tanto que no le decía palabras bonitas que se quedó sin habla, ni siquiera pudo corregirlo cuando pronuncio mal, perfectos.

-Siempre fuiste la mayor hermosa. Alegre, risueña, inteligente, bonita y alegre. Todos mis amigos me envidiaban, porque yo tenía la chica per… fer… - Debería ayudarlo a encontrar la palabra, pero estaba embobada escuchando lo que decía de ella, que su cerebro no colaboraba. Sabía que no debía dejarse engatusar por él, pero Austin nunca se emborrachaba y... ¿no dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad?

-Perfecta. Eso es. - Comenzó a reír como demente y luego se cayó abruptamente. – Yo tenía que decirte algo. Pero no me acuerdo que era. Creo que estoy perdiendo la memoria.- Su tono era bajo, como si le estuviese contando un secreto. Se rio con él cuándo tropezó con el sofá y lo hizo sentarse.

-Enserio, yo tenía que contarte algo. ¿Sabes que era? - La miro mientras ladeaba la cabeza y la cara de pequeño niño perdido, le derritió un poquito del hielo, que rodeaba su corazón. Austin se levantó de un salto del sofá cogiéndola por sorpresa, tuvo que agarrarlo para que no cayera. - ¡Ya recordé lo que quería decirte! - Se alejó un poco y mirándola a los ojos, soltó las palabras que no había esperado oír de nuevo. - Te amo. - ____ tuvo que tomar aliento profundamente y cerrar los ojos, para no echarse a llorar.

Llevaba tanto tiempo sin escucharlo decirle que la amaba, tanto sin sentirlo cerca, sus caricias y besos, que no espero que jamás volviera a suceder. Se alejó de Austin y apoyo una mano en el sofá. Él no podía hacerle eso, no podía decirle que la amaba cuando le era infiel, no podía, no era justo. Aunque tal vez él no sabía que se lo decía a ella, tal vez estaba tan borracho, que había perdido el norte y creía que se lo decía a la otra, pensó cínicamente.

-No llores, por favor, no llores. - Se acercó y tomo su rostro entre las manos. El aliento le apestaba a Whisky, pero la ternura en su voz, impedía que lo alejara de ella. - Yo he sido un mal marido, y me he equivocado, pero no llores. Te juro que me rompes el corazón. Yo te amo ____, te prometo que te hare feliz, si me das la oportunidad. - Entre lágrimas ella levanto su rostro hacia él. Estaba tomado, no podía creer sus palabras. Aunque sus ojos se vieran tan sinceros.- Mira… yo… si ya no me amas, lo entiendo. Yo no te merezco. Pero si me das la oportunidad, te prometo que cambiare, y te hare infinitamente feliz. Pero si no quieres, entonces me voy. Te lo juro. Por favor, no llores. Hago lo que tú quieras. Lo que sea, porque dejes de llorar.- Secó delicadamente las lágrimas que salían de sus ojos, luego beso sus parpados y su nariz.

Ella sabía que no debía creerle, que no debía confiar en él. El la engañaba, probablemente desde hace meses. Había roto todas las promesas que le había hecho de hacerla feliz, no debería darle otra oportunidad, no debería. Pero una vez que los labios de Austin tocaron los suyos, estuvo perdida. Él era su esposo y ella lo amaba con toda su alma. Tal vez, debería dejar que la besara. Tal vez, debería dejar que la pasión los reuniera de nuevo. Tal vez, debería cambiar la venganza, por el perdón y crear un plan, donde recuperaba a su marido. Tal vez, debería luchar por él.

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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 3rd 2013, 18:36

Soy una amiga de la escritora Very Happy me dijo que los subiera! PD: Soy Paulina Smile me hice amiga de la escritora y me dijo que no podía subir cap pero ahi esta
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 3rd 2013, 18:48

Gracias Pau! Solo tengo unos minutitos aquí! Pero bueno. ¿Ustedes se conocían? Oh. Ah y me alegro mucho de que hayas compartido mi nove Very Happy
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 4th 2013, 18:24

Oh claro que nos conociamos! Bueno sube el cap!! La ame!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 8th 2013, 10:24

Siguela!!!
Siguela!!!
Siguela!!!
Siguela!!!
Siguela!!!
Siguela!!!
Siguela!!!
Maratón!!
Maratón!!
Maratón!!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 11th 2013, 19:21

Bueno, MARATÓN!

Parte 1:
Austin sabía que había algo que tenía que decir esa noche, pero con esos labios, suaves y dulces, contra los suyos, no se podía concentrar. Pareciera como si llevara meses, sin tener contacto con un cuerpo femenino. Cuando la imagen de Monique apareció en su mente, desmintiendo lo anterior, se apartó bruscamente de su esposa.

Los enormes y grandes ojos de ____, lo miraban entre confusos y apasionados. A través de la oscuridad, Austin pudo ver en el fondo de aquellos enormes ojos marrones. Ella dio un paso, como si dudara de lo que debería hacer a continuación y eso le desgarro un poquito más por dentro. Era su esposa, no tenía por qué dudar, ¿en qué clase de marido de **** se había convertido, para que ella dudase de acercarse a él?

Olvidándose de que todavía no había hablado con ella, ni le había contado la verdad, el tomo su rostro entre las manos y la beso, suave y dulce, en los labios. Esa noche no iba a haber palabras, más que las que él le dijera para hacerla sentir amada. Esa noche, él le iba a hacer el amor, lenta y dulcemente, para hacerle olvidar, todos los meses de porquería que habían pasado lejos.

Sintiendo todo el cuerpo de su esposa apretado contra el suyo, Austin tomo camino a las escaleras. No iba a amar a su mujer en el sofá, lo haría en la cama, su cama. Teniendo cuidado de no caer mientras subían besándose las escaleras, ella le quito la chaqueta, que cayó al piso. Cuando tropezaron, llegando al final y terminaron sentados en el último escalón, ____ aprovecho para sacarle la camisa de los pantalones y desabotonarla. Ella aprovechaba para acariciar su pecho con los nudillos luego de quitar cada botón, y cuando su esposa le arranco los dos últimos y paso sus manos lentamente por todo su abdomen, él decidió que era hora de seguir subiendo.

Pareciera que la borrachera se le había pasado, porque cuando se puso en pie y la tomo en sus brazos, todo fue rápido y eficiente. ____ acerco la boca a su cuello y lamio con la punta de su lengua, el punto donde se podía sentir el pulso de Austin. El alcohol en sus venas fue reemplazado por lava, cruda y ardiente en su interior. Se quemaba y planeaba que ella lo hiciera con él.

Sin darle tiempo a nada, la lanzo sobre la cama y posiciono su cuerpo sobre el de ella, iba a darle todo el placer que pudiera, antes de obtener el suyo. Comenzó besando su cuello, su piel era suave, y olía a vainilla y galletas, era una extraña combinación de olores, teniendo en cuenta que con esa ropa, lo más seguro es que estuviese en un bar o con un hombre. Alejo la idea antes de que se desarrollara, esa noche eran solo los dos, los demás quedaban fuera. Fue bajando con sus labios, siguiendo el profundo escote que llegaba hasta su ombligo, con la punta de su lengua realizo el camino de vuelta, ella arqueo todo su cuerpo, saber que podía ponerla así, fue toda la estimulación que necesito.

Subió a sus labios y la beso ardientemente, mientras sus manos sacaban la blusa y la falda, fuera de su cuerpo. Vio la forma en la que sus pechos subían y bajaban, oscilantes por su respiración rápida, y el cómo su cuerpo yacía allí, esperando por él. Se sacó la camisa y el cinturón, el pantalón debía esperar, todavía no podía sacárselo, si lo hacía no iba a perder tiempo y se hundiría en ella tan rápido, como tuviese la oportunidad, y eso no debía suceder. Tomo los pezones con sus manos y los retorció y pellizco, torturándolos y torturándola a ella.

- Austin… - Era una súplica y un regaño. Bajo su boca hasta sus pechos y calmo sus ansias, con sus labios. Ella arqueo la espalda, empujando su pecho más hondo dentro de su boca, luego el decidió prestarle la misma atención al otro. Su mano bajo por su estómago y comenzó a tomar rumbo al centro de su placer. Cuando lo sintió allí, ____ lanzo una exclamación ahogada. Austin la conocía y en cuestión de segundos, la tuvo retorciéndose debajo de su cuerpo. La acaricio, moviendo su pulgar en círculos en su punto sensible. Abandono sus pechos y subió sus labios para susurrarle al oído.

-Vamos, cariño. – Su voz ronca, se oía de otro mundo. Siguió animándola, hasta que lo sintió. Estaba a punto de correrse.- Te amo. – Ella grito y levanto la pelvis. Todo su cuerpo estaba arqueado contra él. Luego se dejó caer en la cama y después de unos segundos abrió los ojos. Austin sonrió y le dio un ligero beso en los labios. Enormes y preciosos ojos marrones le devolvieron la mirada. – ¿Lista para la siguiente? - Y sin darle tiempo a responder, se alejó cuando las manos de ella lo tocaron, aun no, todavía tenía mucho por besar y acariciar.

Tomo un tobillo entre sus manos, paso sus labios por allí, hasta llegar a la entrepierna, se detuvo sin tocarla y luego repitió el proceso con la otra pierna. Ella se retorcía y rogaba, pero no importaba cuanto lo hiciera, lo iba a hacer despacio. Cuando llego a su feminidad, apretó sus labios contra ella y la oyó gritar. Lamio, beso y chupo, hasta que supo que ____ apenas podía respirar, y luego la llevo tan alto, que el grito de placer que desgarro la garganta de ella, debió haberse escuchado en toda la ciudad.

Mientras ella se recuperaba de los temblores que sacudían su cuerpo, por el orgasmo, Austin se quitó los pantalones y la ropa interior. Si no estaba dentro de ella ahora explotaría. Se acercó a su cuerpo y con los ojos de ella conectados con los suyos, comenzó a deslizarse en su interior. ____ retorció las caderas y Austin la sujeto. – Despacio. Cuanto más lento, mejor. – La réplica de ella fue un gruñido, que termino en un jadeo de placer, cuando él se enterró hasta el fondo. Austin tomo las manos de ella con las suyas y entrelazo sus dedos, levanto los brazos poniéndolos junto a su cabeza.

Se detuvo un momento para respirar y la miro a la cara. Sus ojos estaban cerrados y su boca entreabierta. Cuando ella sintió que él se detenía, abrió los ojos y lo encontró observándola. Austin bajo su cara y beso sus mejillas, su frente y su nariz, luego miro sus ojos, fijos en los suyos. – Te amo. – La beso en la boca, lenta y concienzudamente, mientras comenzaba a moverse en su interior.

Sintió la forma en como ella se apretaba a su alrededor, con brazos y piernas, como su interior lo ceñía y abrazaba, el calor y la suavidad de su cuerpo, lo acompañaba a cada segundo. Ella comenzó a jadear y su respiración se hizo rápida y agitada. Estaba llegando de nuevo. Ella jadeo y lo estrujo en su interior, su cuerpo entero tembló y lanzo un gritito ahogado. Él se dejó llevar y se abandonó al placer junto con ella.

Una vez que los espasmos lo abandonaron, ladeo un poco su cuerpo, sin separarse mucho de ella y enterró la cara en su cuello. Esa noche permanecería así. Estiro una mano, alcanzo una de las cobijas, que estaban medio caídas de la cama y los arropo a ambos. Respiro hondo y cerró los ojos. Por fin había vuelto a casa.






Parte 2:
____ abrió los ojos y miro a su alrededor. Era de día y por la forma en como el sol brillaba detrás de la cortina, debía ser algo cerca del mediodía. Cerró los ojos y suspiro. Se sentía extrañamente, satisfecha y feliz. Movió un poco su cuerpo y al intentar mover las piernas, abrió los ojos rápidamente. Giro la cabeza y vio a su marido, durmiendo al lado suyo. Su cara estaba muy cerca y

-¡¿Te acostaste con él?! - ____ miro a su alrededor, para ver si alguien había escuchado el grito de Abby. Despues de hacerlo con Austin, de nuevo en la mañana, él había sido increíblemente tierno, dulce y encantador, luego de tomar una ducha juntos, según Austin argumento: para ahorrar agua, habían preparado juntos el almuerzo y pasado parte de la tarde sentados, juntos y viendo la tele. Parecía que su marido no podía apartar sus manos, porque siempre estaba tocándola, la mano, el pelo, el muslo, incluso había masajeado sus pies. Y cuando toda aquella atención, la hizo sentir algo, extraña y confundida, le dijo que tenía que irse, disculpándose que había olvidado una reunión con Abby, huyo. No antes, de que él la besara larga y lentamente, luego le había dicho que tuviera cuidado, mandado saludos a Abby y que la esperaría para cenar, juntos.

Estaba tan confundida, que no sabía qué hacer. Y pensaba que tal vez Abby, pudiese ayudarla, después de todo, en cuanto a sexo y hombres, tenia infinita experiencia. -¿Por qué no lo dices un poquito más alto? Creo que los de atrás, no te oyeron. – Ciertamente que ella lo gritara, no ayudaba.

-¿Cómo quieres que no grite? Él te fue infiel, por meses. Te dejo sola. Te ignoro. Y tú te acuesta con él. ¿Enserio? – Abby estaba tan enojada, pero ese era el último de sus problemas. - ¿Cómo puedes de estar tan segura que no va a buscarse a otra? Tal vez volvió a tener sexo contigo, solo porque se aburrió de la otra, y tú estuviste allí para calmarle la leve calentura por su borrachera, y ahora él va a buscarse otra y cuando se aburra de la otra, vendrá de nuevo contigo y así una y otra y otra y otra vez. ¿Eso es lo que quieres? ¿Ser el plato de segunda, de calentura? – Ella solo le había dicho a Abby lo de la noche, no de cuando despertaron y el resto del día, entendía que tuviera tantas reservas con Austin. No lo sabía todo.

Y tal vez su amiga tenía razón, aunque tal vez no la tenía. Y si era cierto que fue solo calentura, no quería ser la ****a, engañada, de segunda. Pero, si no era cierto y Asutin la amaba, no quería perderlo, por pensar erróneamente. ¡Dios! Estaba tan confundida.

-Mira, ____. Creo, que deberías continuar con lo que planeamos. Vengarte de Austin. Él te fue infiel. Tú lo viste. No puedes perdonarlo. Más bien, ahora lo que deberías hacer, es utilizar el sexo de anoche, como parte de tu plan. Mantenerlo interesado, dispuesto, caliente y luego al final mandarlo al diablo, como planeamos. – Eso ya no le sonaba tan atractivo como antes. – Seguir saliendo en las noches, hacerle creer que tienes realmente un amante, a la final cuando te grabes con él, destruirás completamente a Austin y su orgullo de hombre.-

Eso sonaba tan… horrible. Porque ¿cómo ella podría hacerle algo así, al hombre que amaba? Pensó que Abby tenía razón, debía seguir con el plan, excepto la última parte, y que ya no sería para vengarse de Austin.

Recuperaría a su marido. Lo haría pagar y sufrir un poco, luchar por recuperarla si aún la amaba, y demostrarle que jamás iba a volver a serle infiel. Lucharía. Y esperaba no morir en el intento.





Parte 3:
Su esposa tenía un amante. Esa era la única explicación por la que a pesar de que las cosas volverían a ser como antes o incluso mejores, ella siguiera saliendo todas las noches.

Aunque, claro, ya no llegaba tan tarde y su ropa no resultaba tan provocativa como antes. Y su relación ciertamente había mejorado. Ahora Austin llegaba temprano a casa, almorzaban juntos todos los días, paseaban y charlaban, casi como antes. Todo había mejorado, pero ____ seguía saliendo todas las noches. Estaban juntos en la cama viendo la tele, cuando ella le dijo que tenía que salir.

- ¿Salir? Pero ¿Por qué? Está haciendo frio y la película esta buena. Todos los días sales, ¿porque simplemente no llamas a tus amigos hoy y les dices que no vas? – Austin quería darle su espacio, no quería presionarla, si ella realmente tenía un amante, probablemente lo botaría, si él se pusiera a acosarla ahora.

- Lo siento, no puedo *******. – Por su cara podía decir que realmente lo sentía. Pero le resultaba increíblemente molesto vivir con aquella duda.

- Entonces, ¿porque no me llevas? – La siguió, mientras ella se terminaba de maquillar. – Puedo acompañarte, estaríamos juntos, no faltarías a tu compromiso y podríamos venirnos temprano. – Su esposa le hizo un gesto al espejo y luego tomando su bolso se acercó a él.

- Realmente quisiera que fuera posible, pero hoy no se puede. Se me está haciendo tarde. – Se acercó y beso sus labios. Tenía una expresión, casi de dolor en su cara. – Te prometo que apenas me desocupe, vuelvo. – Salió de la habitación dejándolo allí, pensando que podría hacer.

Después de dudar unos segundos, tomo su chaqueta, la cartera y sus llaves y salió por la puerta, dispuesto a seguirla. Tenía que saber, de una vez por todas, que era lo que hacía su esposa todas las noches y lo más importante, con quien.

Acababa de entrar en el taxi, cuando su teléfono sonó. Al ver el número en la pantalla, dudo si debía contestar. Hacía semanas que no hablaba con Monique, pero ella tampoco había vuelto a llamarlo, quizá fuese una emergencia.

-¿Hola?... claro, ya voy para allá. – Quizá fuese una mala idea, pero no perdía nada con intentar. Le dio al taxista la dirección del apartamento de ella y respiro profundamente.

○--------------------------○

Los tacones la estaban matando, ni siquiera cuando estaba en la universidad le gustaba usarlos demasiado. Estaba totalmente agotada y ahora lo único que quería era ir a casa, con su esposo. Las últimas semanas habían sido total y completamente, perfectas. Austin era de nuevo, aquel esposo dulce y encantador, que siempre estaba preocupado por ella y con el cual podía compartir todo, sin importar que fuera.

No había habido llegadas tarde, excusas para evitar almuerzos o cenas. Nada de llamadas, ni actitud sospechosa. Parecía que el episodio de la rubia, había quedado totalmente en el pasado. En algunos momentos, sobre todo cuando estaba sola, ____ recordaba aquellos días y sentía la rabia fluir en su interior, pero con el pasar del tiempo, la rabia y el rencor fueron desvaneciéndose, hasta desparecer totalmente.

Lo único en lo que podía pensara ahora era en Austin, su amado Austin. El que la abrazaba y besaba dulcemente en las noches, él mismo que también la despertaba de forma apasionada y ardiente en las mañanas, el mismo, que sin importar que ella no hubiese vuelto a pronunciar frases de amor hacia él, le decía una y otra vez que la amaba, no solo con palabras, también con su cuerpo, con pequeños detalles, como dejarle notitas en el tocador o la cocina, o con las rosas, que iba a robar cada mañana, al jardín de las vecinas.

El mismo, que la había hecho la mujer más feliz de la tierra durante cinco años y ahora volvió a hacerlo de nuevo. Contaba los minutos para verlo de nuevo. Había pensado organizar una cena romántica y darle la noticia, pero estaba tan emocionada, que no podía esperar. Se lo diría esta noche. Le diría que sabía de Monique y su aventura, le diría que eso ya no le importaba, que lo perdonaba y volvería a decirle, te amo. Luego le daría la noticia del bebe. Cuando el doctor se lo había dicho en la mañana, casi que no lo podía creer. Un bebe.

Estaba montándose en el coche, cuando le llego la llamada de Abby. No le había dicho nada de la reconciliación con Austin, ni de lo que había pasado. Le hizo creer que ella seguía con el plan de venganza, porque creía que su amiga no la apoyaría, pero con el bebe en camino, las cosas eran diferentes. Además, Abby era su mejor amiga desde el colegio, por su felicidad haría lo que fuera.

Llego al edificio de su amiga y se detuvo en el estacionamiento, habían quedado de encontrarse en la cafetería de la esquina. ____ tomo sus cosas, pero antes de salir del carro, se fijó en una rubia que salía en pijama, de espaldas a la puerta del edificio, se quedó mirándola porque le parecía familiar. Sus ojos se ampliaron y luego se llenaron de lágrimas al reconocer al hombre que salía detrás de la rubia. Era su marido. Se quedó observando mientras él se despedía de ella con un beso en la mejilla y luego paraba un taxi para irse.

Un golpe en la ventana de su carro, hizo que diera un salto. Giro la cabeza y vio a su amiga mirándola con cara de lastima.

○------------------------------------○

- Es que… no puedo creerlo. – Estaban sentadas en un bar. Luego de que Abby llegara, habían conducido por una hora, hasta frenar allí. ____ sentía su corazón destrozado. No podía creer que después de cómo habían sido las últimas semanas, Austin siguiera con su amante.

- Realmente lo siento, ____. Si hubiese sabido que esa Zorra vivía en el mismo edificio que yo, jamás te hubiera dicho que fueras. Después de todo, el mundo es un pañuelo, mira que la amante de tu marido vivir en el mismo edificio que yo. - Abby la abrazo, pero eso no era suficiente consuelo para su corazón roto. – Igual era de esperarse que siguieran juntos, parece que después de todo, tu venganza no funciono. Creo que lo mejor ahora, es que le pidas el divorcio y lo dejes. Si quieres, ahora mismo vamos a tu casa y te ayudo a empacar. Puedes quedarte en un hotel. O nos vamos de vacaciones, a alguna parte, donde tú quieras. –

¿Irse lejos? ¿Dejar a su marido? ¿Justo ahora, que estaba embarazada? No. No, no podía hacerlo. No sabía porque estaba Austin con aquella mujer, pero lo averiguaría. Haría lo que debió haber hecho desde un principio. Enfrentarse a él, con la verdad.

-No, Abby. No me voy a ir a ninguna parte. Voy a hablar con Austin. – La cara de su amiga, le decía que creía que se había vuelto loca de remate. Eso no tenía importancia. – Le diré que sé que él tiene una… aventura. Y luego, le pediré que me lo explique. Debí habértelo contado antes, pero Austin y yo hemos estado mejor que nunca luego de que el llegara borracho a casa hace un mes. Las cosas han sido mejor, que cuando éramos recién casados. Yo… sigo amando a mi marido. Y no puedo creer que él me siga siendo infiel. Así que, voy a ir hablar con Austin y pedirle una explicación. Tal vez todo sea un malentendido y haya ido a terminar con ella. – Le rezaba a Dios porque así fuera. – Voy a hacer lo que debí haber hecho desde un principio. Darle la oportunidad de defenderse a mi marido. – Se agacho a besar la mejilla de su amiga y salió.

El aire frio de la noche la ayudo a despejar su mente. Mientras conducía camino a casa, pensó en todas las formas que podía encontrar de hablar con Nick, en todo lo que le diría. Aparco el coche en el camino de entrada y se bajó, no tenía tiempo de parquear dentro del garaje, tenía que hablar con su marido, ahora. Las luces de la casa estaban apagadas y todo en la calle estaba bastante silencioso. No importaba, despertaría a Austin y hablarían. Estaba buscando las llaves en su bolso cuando sintió un golpe en la parte trasera de la cabeza. Trato de agarrarse del pomo de la puerta, pero el mundo comenzó a dar vueltas y se desvaneció. Antes de perder el conocimiento pudo ver la figura borrosa, de una mujer que se agacho junto a ella.

-Lo siento, pero no puedo permitir que vuelvas con él. – La oscuridad la absorbió por completo y lo último en lo que pudo pensar, fue en Austin.

Se pone HOT la nove :s
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 11th 2013, 21:28

Siiiguelaaa
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 12th 2013, 21:01

SIGUELAAAA!!! SIGUELAAAAAA!!!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 13th 2013, 08:12

Siiiigueeelaaaa pooorfaaaaaa
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJunio 19th 2013, 17:58

Niñas! hey hey hey vine bien feliz a subirles cap Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy Les dejo varios! 




---------------------
Su cabeza latía con fuerza en la parte posterior. Trato de moverse, pero siempre que lo intentaba, la oscuridad volvía a absorberla. Tenía la extraña urgencia de despertar pero no podía, lucho contra la oscuridad, pero al final se rindió. La capa oscura era demasiado pesada y ella estaba muy cansada.


***

Debía haberle ocurrido algo. Ella siempre llegaba antes de las tres de la mañana y eran las tres y media y no llegaba. Debía de haberle ocurrido algo. Tal vez se había decidido a abandonarlo. Tal vez su amante por fin la había convencido de que lo dejara. No sabía que era más horrible, sí que ella lo dejara o que algo malo le ocurriese.

***

Oía voces, muchas voces alrededor. Trato de mover la cabeza hacia donde provenía el ruido pero no podía. Su cuerpo no le respondía. Intento con los dedos. Fue inútil. Su cuerpo no atendía a su cerebro. Se preguntó qué era lo que le había pasado para estar así. Más voces, más ruido, parecía que era una discusión. Trato de prestar atención a las palabras pero la oscuridad llego a reclamarla y no tuvo la fuerza para detenerla.

***

El teléfono sonaba fuera de línea. Ni siquiera le daba señal. Estaba seriamente preocupado. Si ella hubiese decidido abandonarlo, seguramente volvería en algún momento por su ropa. Definitivamente, ella vendría a darle la cara. Tomo el teléfono y marco a todos los números de sus amigos, vecinos y familiares. Alguien tendría que saber de ella.

***

Los brazos y las piernas le hormigueaban. Trato de mover un pie y lo logro. Quiso abrir los ojos, pero la cabeza le dolía y pensarlo hacia que doliese más. No sabía de donde provenía el dolor de cabeza, pero era mortal. Se fijó en su alrededor y noto que estaba muy silencioso. Intento mover su cuerpo pero había algo que le impedía mover los brazos y las piernas a voluntad. Algo se movió a su lado.

- ¿____? – Trato de reconocer la voz, pero el dolor de cabeza no la dejaba pensar. Espero para recuperar un poco de energía y abrir los ojos.

- Creo que te golpee muy fuerte. ¿Puedes oírme? – Movió la cabeza. La voz le era familiar. No estaba segura. El lugar quedo en silencio y trato de abrir de nuevo los ojos pero la luz era demasiado y los tuvo que cerrar. ¿Por qué dolía tanto y que le había pasado?

***

Nadie. Nadie la había visto. Solo le queda un numero al que llamar pero estaba seguro de que apenas ella se diera cuenta de que era el, cortaría la llamada. Nunca entendió porque Abby parecía odiarlo tanto como lo hacía. Decidió que no iba a llamar. Iba a ir directamente a su casa. Busco por todas partes entre las cosas de su esposa para ver si tenía la dirección anotada. No la encontró. Miro el teléfono con recelo. Ella lo odiaba, pero era la mejor amiga de ____, si alguien sabia de lo que ella planeaba hacer era Abby. Respiro profundamente. Uno, dos tres pitos.

- ¿Hola, Abby? Soy Austin Mahone… -

***

- Ah… sí, claro… no, pues la verdad, es que no lo sé… si… no, no tengo idea… aja… si, bueno… por supuesto, hasta luego. - Voces, de nuevo. Ruido. No entendía de donde provenía tanto ruido. Trato de respirar profundamente y cuando creyó ser capaz de hacerlo, abrió los ojos. La luz la cegó por un momento y cerró los ojos de nuevo. Apretó los ojos con fuerza y volvió a abrirlos. Tuvo que parpadear varias veces, hasta que por fin se acostumbró, las cosas se hicieron menos borrosas.

Movió al cabeza un poco, para tratar de ver en donde se encontraba. pero el movimiento le produjo dolor en la parte posterior y siseo. Un ruido hizo que abriera bien los ojos y girara la cabeza.

- Oh, así que por fin despertaste. - Había algo además del alivio en su voz. Parpadeo de nuevo, su mente estaba enrollada y toda confusa. Quiso preguntar dónde estaba, cuando se dio cuenta de la razón de porque no podía mover sus extremidades. Estaba esposada a una cama. Abrió los ojos y de su garganta escapo un grito ahogado.

- Shh… tranquila. Todo está bien. – Una mano, delicada y femenina, le acaricio la cabeza. Se alejo de ella bruscamente y eso hizo que el dolor explotara dentro de su cráneo.

- ¿Por qué…? - Su voz sonó ronca, como si llevase años sin usarla. Carraspeo un poco y trago saliva, tratando de aliviar la sequedad de su garganta. - ¿Qué…? - La mano le acaricio los labios y la hizo callar.

- Voy a ir por algo para que comas y tomes. Has estado inconsciente por más de 12 horas. Enserio me asustaste. – Había una puerta lateral y ella desapareció por allí.

____ miro a su alrededor, todavía le dolía la cabeza, pero las palabras de que estuvo inconsciente por más de doce horas, la alarmo. Recordó a Austin y los planes que había hecho para contarle lo del bebe. ¡Él bebe! Sus ojos se llenaron de lágrimas y le rezo a dios para que su bebe estuviese bien. para que todo estuviese bien.

***

Se estaba volviendo loco. Hacía casi 24 horas que no veía, ni sabía nada de su esposa. Abby no le había contestado al teléfono. Estuvo toda la tarde llamándola y nada. No había señales de ella. Llego al dormitorio y miro la cama. Pensó en ____ y las lágrimas, que estuvo todo el día tratando de contenerse desbordaron de sus ojos. La extrañaba y tenía una opresión en el pecho, que lo asfixiaba. Se acercó a la cama y acaricio la almohada de su esposa, todavía olía a ella. La abrazo contra su pecho y respiro profundo. Ella tenía que estar en algún lugar. No pudo solo desparecer sin más. Estaba seguro de que algo malo le debió de haber pasado.

Austin miro a su alrededor y se dio cuenta de que había algo que aún no había hecho. Ir a donde su esposa iba todas las noches. No estaba seguro de adonde era eso, pero quedándose sentado, no lo iba a averiguar. Lamentándose y llorando, no iba a encontrar a su esposa. Se secó las lágrimas de sus mejillas y camino fuera de la habitación. Iba a encontrar a su esposa, y regresaría a casa con ella.

-------------------------------------------




Su esposa no lo engañaba. Jamás lo hizo. Después de salir de su casa, condujo un poco y fue a algunos clubes que sabía, podrían haber llamado la atención de ____. En ninguno la habían visto, pero justo cuando salía del ultimo bar con el alma por el suelo, se fijó que en la otra calle, había una escuela para adultos. Lo que le llamo la atención del lugar, era las clases que ofrecían: cocina y repostería. Austin recordó todas aquellas noches en las que al hacer el amor o abrazarla, había notado un olor a vainilla y galletas.

Así que ahí, había descubierto que su esposa, no le era infiel. Daba clases de cocina en ese lugar. Y habiendo tantos horarios para que cualquiera pudiese estudiar, ella tenía el último y su tarea terminaba a las diez. Fue tan sorprendente descubrir eso, no solo porque ella no lo engañara, sino porque Austin siempre supo que ____ era buena para enseñar. También, descubrió que los primeras semanas ella y sus amigas profesoras, iban a beber algo en una cafetería hasta el cierre, a la medianoche. Por eso sus llegadas tarde.

Descubrió tantas cosas de su esposa allí, que decidió que cuando volvieran, la iba a persuadir para que trabajase a tiempo completo ahi. O medio tiempo. Lo que fuera, que quisiera que la hiciese feliz.

Y como su última esperanza de saber algo nuevo, estaba en ese lugar, no le quedó más remedio que regresar a casa. Iba pensando mientras conducía, que otra cosa podía hacer, para saber de ____. El único lugar que quedaba, era con Abby. Pero no tenía su dirección. Freno el coche y tomo rumbo a la oficina de policía. Era ingeniero y tenía sus contactos. Cuando tuviese su dirección, hablaría con Abby y ella le diría todo lo que supiese de su esposa.

○--------------------------○

Después de comer y beber algo, ____ se sentía mejor. Había pensado resistirse y hacerle el trabajo más difícil, pero al pensar en él bebe, decidió que no arriesgaría su vida por ella. Además tenía un millón de preguntas y no podía permitirse estar débil o que la dejaran inconsciente de nuevo.

Tomo aire profundamente y miro a la rubia. Era hermosa, y a pesar de las circunstancias, también era amable. Su cuerpo era voluptuoso pero balanceado. Entendía que pudo verle su marido. Pero el momento, no era para pensar en ello. La razón por la que la secuestro, es obvia: Austin. La pregunta es: ¿Cómo convencerla de que la dejara ir?

- Sé que tendrás muchas preguntas. Como quien soy, donde estas y todo eso. – Bien, además de hermosa, era inteligente. Eso no ayudaba mucho a su autoestima. – Adelante. Pregunta lo que quieras. –

- ¿Hace cuánto tiempo, eres amante de mi marido? – La rubia ni siquiera se mostró sorprendida. Lo que le dijo a ____, que ambas eran conscientes de la infidelidad de Austin. Entonces, ¿Austin también lo sabía? ¿Se había mostrado tan dulce y encantador, como su amado marido, por ello?

- ¿Quieres la historia completa o un resumen? - ____ levanto una ceja, mientras la observaba. La rubia levanto ambas manos, mientras meneaba la cabeza. – De acuerdo. Quieres la historia completa. Omitiré los detalles obscenos. – Sonrió y ____ quiso golpearla. No solo por lo cínica, sino también por su sonrisa de dientes perfectos. – Llevo trabajando como consultora legal en la compañía, por más de tres años. Hace seis meses me contrataron como abogada oficial. Estaba bastante emocionada por esto, que me dije que iba a hacer mi trabajo lo mejor posible, sin distracciones. Imagínate mi sorpresa, cuando me encontré cara a cara, con Carter. – Ella suspiro, como si le estuviesen hablando de una estrella de rock y ella fuese una adolescente. Que otra mujer suspirara por su marido de aquella manera, la lleno de celos.

- Es un hombre tan apuesto e inteligente, que simplemente me derretí sobre mis pies, cuando me saludo de aquella forma tan cordial con una sonrisa. Era atento, amable y caballeroso y después de un novio que me era infiel con cualquier cosa con piernas, eso fue un sueño hecho realidad. Caí de mi nube, cuando me entere que era casado. Además, Austin jamás me coqueteo. Pero no pude evitarlo, él es candente. Así que, comencé a enviarle yo las señales. Pero él, no me puso atención. Cuando comenzó toda la negociación de Market, hace tres meses, me di cuenta que el trabajo, nos tenía absorbidos. Incluso a Austin. Así que, viendo que llegaba temprano, Salía súper tarde y además agotado, pensé que no tenía tiempo para ti. Por lo tanto, un día, cuando nos mandaron por la comida, lo bese en el ascensor. – Cerro los ojos, como si lo estuviese rememorando. – Fue el beso, más ardiente, que jamás me han dado. Pero, cuando salimos del ascensor y volvimos a la oficina, me ignoro. Siempre que podía, me evitaba, y fue igual por casi una semana. Así que decidí darme por vencida con él. - ____ la miro. ¿Acaso estaba tratando de atormentarla? ¿Por qué no continuaba la historia?

- Una mañana, fue Nick quien me beso. De hecho, me ataco en mi pequeña oficina. Fue el sexo más caliente del mundo. Cuando la pasión acabo y cada uno se cambió, el no pudo siquiera mirarme a la cara. Así que pidiéndome disculpas, salió. Y me evito por otra semana. Pero yo, ya tenía la experiencia con él, sabía que me deseaba. Así que comencé a seducirlo. Luego, todo se fue dando. Hasta que… - Cerró los ojos, como si lo que viniera fuese doloroso para ella. – Austin jamás quiso ir a mi apartamento. Nuestros encuentros, luego de aquel en mi oficina, fueron en hoteles. Eran lindos y él era siempre amable y especial, pero se mantenía distante. De mí. De mi vida privada. Y me alejaba a mí, de la de él. Aun así, no pude evitar enamorarme de él. – Las palabras eran cuchillos en el corazón de ____. Las lágrimas, salían sin permiso de sus ojos. Y, al parecer, no era la única que quería llorar. La rubia, tenía los ojos acuosos, inundados de lágrimas sin derramar. A pesar de sí misma, sintió pena por ella.

- Tuve la esperanza, de que él te dejaría. De que se daría cuenta, que su matrimonio había muerto y viniera conmigo. Pero no lo fue. Al contrario. Hace un mes, de la nada, me llamo, llego a mi apartamento y estuvimos a punto de hacerlo. Luego, como si el diablo lo persiguiera, salió corriendo de mi casa sin haberme tocado. De ahí, no volvió, su trato conmigo, era educado y netamente profesional. Pensé que estaba pasando por una crisis, como al inicio. Que la culpa no lo dejaba avanzar. Así que me decidí a darle tiempo. Ayer en la noche, lo llame, le pedi si podíamos hablar, que fuese a mi casa. Allí llego, trate de besarlo pero me rechazo. Luego me pidió disculpas. Por su comportamiento conmigo, por haberme utilizado. Me dijo que estaba enamorado de su esposa. Que había cometido un error acostándose conmigo, que amaba a su esposa y le iba a contar de nosotros, esperando que ella lo perdonase y no lo dejara. Me pidió disculpas de nuevo y me dijo que si yo no me sentía cómoda con él, lo odiaba y no quería estar cerca suyo, el pediría un traslado y se alejaría. – Las lágrimas de la rubia, eran sinceras y llenas de dolor. Su voz se cortaba en ocasiones y se podía notar la pena. – Yo creo que él está confundido, creo que se siente culpable y quiere tratar de hacer las cosas bien. - ____ la miro sin comprender cuando ella se levantó de la silla cerca de la cama donde ella estaba.

- Yo amo a Nick. Y lo que pasamos fue importante. Para los dos. Por eso estas aquí. Cuando el descubra que tu desapareciste y piense que lo abandonaste, entonces las cosas serán fáciles para nosotros. Ya no habrá culpa, porque fuiste tú la que lo dejo. Y podremos estar juntos, ser felices, así que… - El ruido de una puerta que se abrió con gran estruendo, las distrajo a ambas. - ¿Abby? - ____ giro la cabeza. - ¿Pero qué…? – La rubia abrió los ojos como plato,s al darse cuenta que era lo que traía Abby arrastrando.

____ las miraba tratando de levantar la cabeza, para ver que era. Su boca se abrió y sus ojos derramaron más lágrimas. ¡Era Austin! Estaba inconsciente y había un hilillo de sangre que corría por su cara y salía de su cabeza. Miro a su amiga sin comprender.

- Casi arruina nuestro plan. – ¿Su plan? ¿Abby estaba ayudando a la amante de su marido? Luego de que terminaron de amarrar a Austin a la silla, su amiga se giró y se acercó a ella. Levanto una mano y le acaricio el rostro.

- Ahora, te voy a limpiar. Vas a quedar libre, después de que termine esto. - ____ la miro, luego giro la cabeza y observo a su esposo, que estaba inconsciente y la rubia arrodillada a su lado. ¿Qué era lo que pasaba?

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- ¿Libre? ¿A qué te refieres? Y ¿Qué le hiciste a Austin? – El pánico en su voz, era tangible. Giro la cabeza, para ver como la rubia acariciaba suave y amorosamente el rostro de su marido.

-Monique, ¿porque no vas por algo de alcohol y algodones, para limpiarlo? – La rubia, Monique, levanto la mirada, y con algo de recelo, salió de la habitación. – Hermosa ¿verdad? - ____ levanto la mirada y observo, a la que creía su amiga. Nada de lo que estaba pasando, tenía sentido.

- ¿Qué está pasando, Abby? Y ¿Cómo es que la conoces? – Su amiga le devolvió la mirada y se levantó de la cama. Se acercó a Austin y lo miro con repulsión. Luego se arrodillo frente a él y lo sacudió. La cabeza de Austin reboto un poco en el asiento. Pero a pesar del brusco movimiento seguía inconsciente.

- Vaya. No es momento de explicaciones, aun. Quiero que él este despierto, para que no tenga que repetir todo, dos veces. – La puerta se abrió y por ella entro Monique con los brazos llenos de bolsas de algodón, alcohol, yodo y gazas. - ¡Dios! Que exagerada eres. Con un poquito de alcohol y algodón era suficiente. Tampoco le golpee para matar. – Monique miro a su compañera y sin hacer caso de sus reproches, se dispuso a curar la herida de Austin. Afortunadamente, no era muy profunda y no parecía necesitar puntos.

____ miraba como la rubia trataba el rostro de Austin con devoción, parecía estar genuinamente enamorada de él. La punzada de celos, llego acompañada de una de pánico. Si ella lo amaba realmente, entonces ____ era un problema, en su plan de estar juntos. Pensó en su bebe, y como haría para mantenerlo a salvo. Un suave gemido escapo de la boca de su marido, pero siguió sin despertar.

- Bueno, ya es suficiente. – La rubia le lanzo una mirada venenosa. ____ tenía la extraña sensación, de que esto no terminaría bien.

- Abby, ¿podrías venir conmigo, un momento? Necesito hablarte, a solas. - Luego de un par de segundos, en los que parecía que su amiga estaba por negarse, ambas salieron de la habitación.

Lo que parecía ser una discusión y bastante fuerte, comenzó a oírse minutos después. No alcanzaba a entender que era lo que decían, pero no parecía ser nada bueno. Se preguntó si acaso, Monique había encontrado la forma de obligar a Abby, a que la ayudara, en contra de su mejor amiga.

Por más que trato de creer en ello, y en que su amiga la podría ayudar de salir bien de allí, no pudo convencerse. Abby tenía toda la pinta de estar involucrada por voluntad propia. Además, ____ siempre había sabido que su amiga odiaba a Austin, lo que nunca logro entender era el porqué.

¡Austin! Giro la cabeza para verlo y su corazón se estrujo dolorosamente con la imagen. Estaba allí sentado, inconsciente y pálido, en esa silla. Movió las manos, tratando de ver si se podía zafar de las esposas, pero lo único que consiguió fue que estas, le lastimaran las muñecas. Lanzo un gemido y movida por la desesperación comenzó a moverse frenéticamente sobre la cama, sacudiendo toda la estructura de esta y haciendo sonar las esposas, al rozarlas con el metal de los barrotes. Se detuvo jadeando y adolorida, era inútil.

En un intento por mantener la calma, cerró los ojos y respiro profundamente. Un gemido agudo de dolor, la hizo abrirlos rápidamente. Austin estaba removiéndose en la silla y gemía con cada movimiento que hacía.

- ¿Austin? ¿Estas despierto? ¿Carter? – La voz. Sonaba aterrada y lo llamaba. Movió de nuevo la cabeza y el dolor casi lo hizo llorar. ¿Había tenido un accidente? O ¿estaba enfermo? Porque, bien por el dolor de cabeza que estaba sintiendo, podría decir que fue un accidente muy grave. - ¿Austin? Cariño ¿me oyes, estas bien? – De nuevo, aquella voz. - ¿Austin? Por favor. – La voz se cortó con un sollozo.

Respiro y movió la cabeza, tratando de aclararse. ¡Su esposa! ____, él la buscaba y… ¡dios mío! Abrió los ojos con rapidez, al recordar. La luz de una lámpara fluorescente, lo hizo cerrar los ojos de nuevo. - ¡Oh, gracias a dios ya despertaste! – La voz de su esposa, sonaba llena de alivio. Abrió los ojos y cuando pudo enfocar la mirada, los abrió desmesuradamente, horrorizado. Su esposa estaba esposada a una cama. Trato de ponerse de pie, pero ni siquiera pudo levantarse. Miro hacia abajo y se encontró amarrado a una silla. A pesar del palpito que sentía en la cabeza, trato de moverse, para ver si se podía zafar de las cuerdas. Era inútil. Miro de nuevo a ____, sus ojos le demostraban alivio y pánico a la vez.

- ¿Estás bien? Dime que estas bien, por favor. – Ella sollozo un poco y afirmo, con un movimiento de la cabeza. – Todo va a estar bien. Te lo prometo. – Comenzó a luchar de nuevo en la silla, mientras trataba de infundirle algo de seguridad a su esposa. – Me tenías muy asustado, cariño... – Ella sollozo de nuevo. – pero no te preocupes. Todo va a estar bien. Te lo prometo. Solo déjame… -

- Vaya, vaya. Así que ya has despertado. Perfecto. Creo que llego la hora de las explicaciones. –

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Próximos cap son los FINALES!
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJulio 1st 2013, 15:33

Les dejo toda la parte final! Very Happy Ojalá les haya gustado la nove


Su cabeza latía con fuerza en la parte posterior. Trato de moverse, pero siempre que lo intentaba, la oscuridad volvía a absorberla. Tenía la extraña urgencia de despertar pero no podía, lucho contra la oscuridad, pero al final se rindió. La capa oscura era demasiado pesada y ella estaba muy cansada.

***

Debía haberle ocurrido algo. Ella siempre llegaba antes de las tres de la mañana y eran las tres y media y no llegaba. Debía de haberle ocurrido algo. Tal vez se había decidido a abandonarlo. Tal vez su amante por fin la había convencido de que lo dejara. No sabía que era más horrible, sí que ella lo dejara o que algo malo le ocurriese.

***

Oía voces, muchas voces alrededor. Trato de mover la cabeza hacia donde provenía el ruido pero no podía. Su cuerpo no le respondía. Intento con los dedos. Fue inútil. Su cuerpo no atendía a su cerebro. Se preguntó qué era lo que le había pasado para estar así. Más voces, más ruido, parecía que era una discusión. Trato de prestar atención a las palabras pero la oscuridad llego a reclamarla y no tuvo la fuerza para detenerla.

***

El teléfono sonaba fuera de línea. Ni siquiera le daba señal. Estaba seriamente preocupado. Si ella hubiese decidido abandonarlo, seguramente volvería en algún momento por su ropa. Definitivamente, ella vendría a darle la cara. Tomo el teléfono y marco a todos los números de sus amigos, vecinos y familiares. Alguien tendría que saber de ella.

***

Los brazos y las piernas le hormigueaban. Trato de mover un pie y lo logro. Quiso abrir los ojos, pero la cabeza le dolía y pensarlo hacia que doliese más. No sabía de donde provenía el dolor de cabeza, pero era mortal. Se fijó en su alrededor y noto que estaba muy silencioso. Intento mover su cuerpo pero había algo que le impedía mover los brazos y las piernas a voluntad. Algo se movió a su lado.

- ¿____? – Trato de reconocer la voz, pero el dolor de cabeza no la dejaba pensar. Espero para recuperar un poco de energía y abrir los ojos.

- Creo que te golpee muy fuerte. ¿Puedes oírme? – Movió la cabeza. La voz le era familiar. No estaba segura. El lugar quedo en silencio y trato de abrir de nuevo los ojos pero la luz era demasiado y los tuvo que cerrar. ¿Por qué dolía tanto y que le había pasado?

***

Nadie. Nadie la había visto. Solo le queda un numero al que llamar pero estaba seguro de que apenas ella se diera cuenta de que era el, cortaría la llamada. Nunca entendió porque Abby parecía odiarlo tanto como lo hacía. Decidió que no iba a llamar. Iba a ir directamente a su casa. Busco por todas partes entre las cosas de su esposa para ver si tenía la dirección anotada. No la encontró. Miro el teléfono con recelo. Ella lo odiaba, pero era la mejor amiga de ____, si alguien sabia de lo que ella planeaba hacer era Abby. Respiro profundamente. Uno, dos tres pitos.

- ¿Hola, Abby? Soy Austin Mahone… -

***

- Ah… sí, claro… no, pues la verdad, es que no lo sé… si… no, no tengo idea… aja… si, bueno… por supuesto, hasta luego. - Voces, de nuevo. Ruido. No entendía de donde provenía tanto ruido. Trato de respirar profundamente y cuando creyó ser capaz de hacerlo, abrió los ojos. La luz la cegó por un momento y cerró los ojos de nuevo. Apretó los ojos con fuerza y volvió a abrirlos. Tuvo que parpadear varias veces, hasta que por fin se acostumbró, las cosas se hicieron menos borrosas.

Movió al cabeza un poco, para tratar de ver en donde se encontraba. pero el movimiento le produjo dolor en la parte posterior y siseo. Un ruido hizo que abriera bien los ojos y girara la cabeza.

- Oh, así que por fin despertaste. - Había algo además del alivio en su voz. Parpadeo de nuevo, su mente estaba enrollada y toda confusa. Quiso preguntar dónde estaba, cuando se dio cuenta de la razón de porque no podía mover sus extremidades. Estaba esposada a una cama. Abrió los ojos y de su garganta escapo un grito ahogado.

- Shh… tranquila. Todo está bien. – Una mano, delicada y femenina, le acaricio la cabeza. Se alejo de ella bruscamente y eso hizo que el dolor explotara dentro de su cráneo.

- ¿Por qué…? - Su voz sonó ronca, como si llevase años sin usarla. Carraspeo un poco y trago saliva, tratando de aliviar la sequedad de su garganta. - ¿Qué…? - La mano le acaricio los labios y la hizo callar.

- Voy a ir por algo para que comas y tomes. Has estado inconsciente por más de 12 horas. Enserio me asustaste. – Había una puerta lateral y ella desapareció por allí.

____ miro a su alrededor, todavía le dolía la cabeza, pero las palabras de que estuvo inconsciente por más de doce horas, la alarmo. Recordó a Austin y los planes que había hecho para contarle lo del bebe. ¡Él bebe! Sus ojos se llenaron de lágrimas y le rezo a dios para que su bebe estuviese bien. para que todo estuviese bien.

***

Se estaba volviendo loco. Hacía casi 24 horas que no veía, ni sabía nada de su esposa. Abby no le había contestado al teléfono. Estuvo toda la tarde llamándola y nada. No había señales de ella. Llego al dormitorio y miro la cama. Pensó en ____ y las lágrimas, que estuvo todo el día tratando de contener se desbordaron de sus ojos. La extrañaba y tenía una opresión en el pecho, que lo asfixiaba. Se acercó a la cama y acaricio la almohada de su esposa, todavía olía a ella. La abrazo contra su pecho y respiro profundo. Ella tenía que estar en algún lugar. No pudo solo desparecer sin más. Estaba seguro de que algo malo le debió de haber pasado.

Austin miro a su alrededor y se dio cuenta de que había algo que aún no había hecho. Ir a donde su esposa iba todas las noches. No estaba seguro de adonde era eso, pero quedándose sentado, no lo iba a averiguar. Lamentándose y llorando, no iba a encontrar a su esposa. Se secó las lágrimas de sus mejillas y camino fuera de la habitación. Iba a encontrar a su esposa, y regresaría a casa con ella.

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Su esposa no lo engañaba. Jamás lo hizo. Después de salir de su casa, condujo un poco y fue a algunos clubes que sabía, podrían haber llamado la atención de ____. En ninguno la habían visto, pero justo cuando salía del ultimo bar con el alma por el suelo, se fijó que en la otra calle, había una escuela para adultos. Lo que le llamo la atención del lugar, era las clases que ofrecían: cocina y repostería. Austin recordó todas aquellas noches en las que al hacer el amor o abrazarla, había notado un olor a vainilla y galletas.

Así que ahí, había descubierto que su esposa, no le era infiel. Daba clases de cocina en ese lugar. Y habiendo tantos horarios para que cualquiera pudiese estudiar, ella tenía el último y su tarea terminaba a las diez. Fue tan sorprendente descubrir eso, no solo porque ella no lo engañara, sino porque Austin siempre supo que ____ era buena para enseñar. También, descubrió que los primeras semanas ella y sus amigas profesoras, iban a beber algo en una cafetería hasta el cierre, a la medianoche. Por eso sus llegadas tarde.

Descubrió tantas cosas de su esposa allí, que decidió que cuando volvieran, la iba a persuadir para que trabajase a tiempo completo ahí. O medio tiempo. Lo que fuera, que quisiera que la hiciese feliz.

Y como su última esperanza de saber algo nuevo, estaba en ese lugar, no le quedó más remedio que regresar a casa. Iba pensando mientras conducía, que otra cosa podía hacer, para saber de ____. El único lugar que quedaba, era con Abby. Pero no tenía su dirección. Freno el coche y tomo rumbo a la oficina de policía. Era ingeniero y tenía sus contactos. Cuando tuviese su dirección, hablaría con Abby y ella le diría todo lo que supiese de su esposa.

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Después de comer y beber algo, ____ se sentía mejor. Había pensado resistirse y hacerle el trabajo más difícil, pero al pensar en él bebe, decidió que no arriesgaría su vida por ella. Además tenía un millón de preguntas y no podía permitirse estar débil o que la dejaran inconsciente de nuevo.

Tomo aire profundamente y miro a la rubia. Era hermosa, y a pesar de las circunstancias, también era amable. Su cuerpo era voluptuoso pero balanceado. Entendía que pudo verle su marido. Pero el momento, no era para pensar en ello. La razón por la que la secuestro, es obvia: Austin. La pregunta es: ¿Cómo convencerla de que la dejara ir?

- Sé que tendrás muchas preguntas. Como quien soy, donde estas y todo eso. – Bien, además de hermosa, era inteligente. Eso no ayudaba mucho a su autoestima. – Adelante. Pregunta lo que quieras. –

- ¿Hace cuánto tiempo, eres amante de mi marido? – La rubia ni siquiera se mostró sorprendida. Lo que le dijo a ____, que ambas eran conscientes de la infidelidad de Austin. Entonces, ¿Austin también lo sabía? ¿Se había mostrado tan dulce y encantador, como su amado marido, por ello?

- ¿Quieres la historia completa o un resumen? - ____ levanto una ceja, mientras la observaba. La rubia levanto ambas manos, mientras meneaba la cabeza. – De acuerdo. Quieres la historia completa. Omitiré los detalles obscenos. – Sonrió y ____ quiso golpearla. No solo por lo cínica, sino también por su sonrisa de dientes perfectos. – Llevo trabajando como consultora legal en la compañía, por más de tres años. Hace seis meses me contrataron como abogada oficial. Estaba bastante emocionada por esto, que me dije que iba a hacer mi trabajo lo mejor posible, sin distracciones. Imagínate mi sorpresa, cuando me encontré cara a cara, con Carter. – Ella suspiro, como si le estuviesen hablando de una estrella de rock y ella fuese una adolescente. Que otra mujer suspirara por su marido de aquella manera, la lleno de celos.

- Es un hombre tan apuesto e inteligente, que simplemente me derretí sobre mis pies, cuando me saludo de aquella forma tan cordial con una sonrisa. Era atento, amable y caballeroso y después de un novio que me era infiel con cualquier cosa con piernas, eso fue un sueño hecho realidad. Caí de mi nube, cuando me entere que era casado. Además, Austin jamás me coqueteo. Pero no pude evitarlo, él es candente. Así que, comencé a enviarle yo las señales. Pero él, no me puso atención. Cuando comenzó toda la negociación de Marquet, hace tres meses, me di cuenta que el trabajo, nos tenía absorbidos. Incluso a Austin. Así que, viendo que llegaba temprano, Salía súper tarde y además agotado, pensé que no tenía tiempo para ti. Por lo tanto, un día, cuando nos mandaron por la comida, lo bese en el ascensor. – Cerro los ojos, como si lo estuviese rememorando. – Fue el beso, más ardiente, que jamás me han dado. Pero, cuando salimos del ascensor y volvimos a la oficina, me ignoro. Siempre que podía, me evitaba, y fue igual por casi una semana. Así que decidí darme por vencida con él. - ____ la miro. ¿Acaso estaba tratando de atormentarla? ¿Por qué no continuaba la historia?

- Una mañana, fue Austin quien me beso. De hecho, me ataco en mi pequeña oficina. Fue el sexo más caliente del mundo. Cuando la pasión acabo y cada uno se cambió, el no pudo siquiera mirarme a la cara. Así que pidiéndome disculpas, salió. Y me evito por otra semana. Pero yo, ya tenía la experiencia con él, sabía que me deseaba. Así que comencé a seducirlo. Luego, todo se fue dando. Hasta que… - Cerró los ojos, como si lo que viniera fuese doloroso para ella. – Austin jamás quiso ir a mi apartamento. Nuestros encuentros, luego de aquel en mi oficina, fueron en hoteles. Eran lindos y él era siempre amable y especial, pero se mantenía distante. De mí. De mi vida privada. Y me alejaba a mí, de la de él. Aun así, no pude evitar enamorarme de él. – Las palabras eran cuchillos en el corazón de ____. Las lágrimas, salían sin permiso de sus ojos. Y, al parecer, no era la única que quería llorar. La rubia, tenía los ojos acuosos, inundados de lágrimas sin derramar. A pesar de sí misma, sintió pena por ella.

- Tuve la esperanza, de que él te dejaría. De que se daría cuenta, que su matrimonio había muerto y viniera conmigo. Pero no lo fue. Al contrario. Hace un mes, de la nada, me llamo, llego a mi apartamento y estuvimos a punto de hacerlo. Luego, como si el diablo lo persiguiera, salió corriendo de mi casa sin haberme tocado. De ahí, no volvió, su trato conmigo, era educado y netamente profesional. Pensé que estaba pasando por una crisis, como al inicio. Que la culpa no lo dejaba avanzar. Así que me decidí a darle tiempo. Ayer en la noche, lo llame, le pedí si podíamos hablar, que fuese a mi casa. Allí llego, trate de besarle pero me rechazo. Luego me pidió disculpas. Por su comportamiento conmigo, por haberme utilizado. Me dijo que estaba enamorado de su esposa. Que había cometido un error acostándose conmigo, que amaba a su esposa y le iba a contar de nosotros, esperando que ella lo perdonase y no lo dejara. Me pidió disculpas de nuevo y me dijo que si yo no me sentía cómoda con él, lo odiaba y no quería estar cerca suyo, el pediría un traslado y se alejaría. – Las lágrimas de la rubia, eran sinceras y llenas de dolor. Su voz se cortaba en ocasiones y se podía notar la pena. – Yo creo que él está confundido, creo que se siente culpable y quiere tratar de hacer las cosas bien. - ____ la miro sin comprender cuando ella se levantó de la silla cerca de la cama donde ella estaba.

- Yo amo a Austin. Y lo que pasamos fue importante. Para los dos. Por eso estas aquí. Cuando el descubra que tu desapareciste y piense que lo abandonaste, entonces las cosas serán fáciles para nosotros. Ya no habrá culpa, porque fuiste tú la que lo dejo. Y podremos estar juntos, ser felices, así que… - El ruido de una puerta que se abrió con gran estruendo, las distrajo a ambas. - ¿Abby? - ____ giro la cabeza. - ¿Pero qué…? – La rubia abrió los ojos como platos al darse cuenta que era lo que traía Abby arrastrando.

____ las miraba tratando de levantar la cabeza, para ver que era. Su boca se abrió y sus ojos derramaron más lágrimas. ¡Era Austin! Estaba inconsciente y había un hilillo de sangre que corría por su cara y salía de su cabeza. Miro a su amiga sin comprender.

- Casi arruina nuestro plan. – ¿Su plan? ¿Abby estaba ayudando a la amante de su marido? Luego de que terminaron de amarrar a Austin a la silla, su amiga se giró y se acercó a ella. Levanto una mano y le acaricio el rostro.

- Ahora, te voy a limpiar. Vas a quedar libre, después de que termine esto. - ____ la miro, luego giro la cabeza y observo a su esposo, que estaba inconsciente y la rubia arrodillada a su lado. ¿Qué era lo que pasaba?

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¿Libre? ¿A qué te refieres? Y ¿Qué le hiciste a Austin? – El pánico en su voz, era tangible. Giro la cabeza, para ver como la rubia acariciaba suave y amorosamente el rostro de su marido.

-Monique, ¿porque no vas por algo de alcohol y algodones, para limpiarlo? – La rubia, Monique, levanto la mirada, y con algo de recelo, salió de la habitación. – Hermosa ¿verdad? - ____ levanto la mirada y observo, a la que creía su amiga. Nada de lo que estaba pasando, tenía sentido.

- ¿Qué está pasando, Abby? Y ¿Cómo es que la conoces? – Su amiga le devolvió la mirada y se levantó de la cama. Se acercó a Austin y lo miro con repulsión. Luego se arrodillo frente a él y lo sacudió. La cabeza de Austin reboto un poco en el asiento. Pero a pesar del brusco movimiento seguía inconsciente.

- Vaya. No es momento de explicaciones, aun. Quiero que él este despierto, para que no tenga que repetir todo, dos veces. – La puerta se abrió y por ella entro Monique con los brazos llenos de bolsas de algodón, alcohol, yodo y gazas. - ¡Dios! Que exagerada eres. Con un poquito de alcohol y algodón era suficiente. Tampoco le golpee para matar. – Monique miro a su compañera y sin hacer caso de sus reproches, se dispuso a curar la herida de Austin. Afortunadamente, no era muy profunda y no parecía necesitar puntos.

____ miraba como la rubia trataba el rostro de Austin con devoción, parecía estar genuinamente enamorada de él. La punzada de celos, llego acompañada de una de pánico. Si ella lo amaba realmente, entonces ____ era un problema, en su plan de estar juntos. Pensó en su bebe, y como haría para mantenerlo a salvo. Un suave gemido escapo de la boca de su marido, pero siguió sin despertar.

- Bueno, ya es suficiente. – La rubia le lanzo una mirada venenosa. ____ tenía la extraña sensación, de que esto no terminaría bien.

- Abby, ¿podrías venir conmigo, un momento? Necesito hablarte, a solas. - Luego de un par de segundos, en los que parecía que su amiga estaba por negarse, ambas salieron de la habitación.

Lo que parecía ser una discusión y bastante fuerte, comenzó a oírse minutos después. No alcanzaba a entender que era lo que decían, pero no parecía ser nada bueno. Se preguntó si acaso, Monique había encontrado la forma de obligar a Abby, a que la ayudara, en contra de su mejor amiga.

Por más que trato de creer en ello, y en que su amiga la podría ayudar de salir bien de allí, no pudo convencerse. Abby tenía toda la pinta de estar involucrada por voluntad propia. Además, ____ siempre había sabido que su amiga odiaba a Austin, lo que nunca logro entender era el porqué.

¡Austin! Giro la cabeza para verlo y su corazón se estrujo dolorosamente con la imagen. Estaba allí sentado, inconsciente y pálido, en esa silla. Movió las manos, tratando de ver si se podía zafar de las esposas, pero lo único que consiguió fue que estas, le lastimaran las muñecas. Lanzo un gemido y movida por la desesperación comenzó a moverse frenéticamente sobre la cama, sacudiendo toda la estructura de esta y haciendo sonar las esposas, al rozarlas con el metal de los barrotes. Se detuvo jadeando y adolorida, era inútil.

En un intento por mantener la calma, cerró los ojos y respiro profundamente. Un gemido agudo de dolor, la hizo abrirlos rápidamente. Austin estaba removiéndose en la silla y gemía con cada movimiento que hacía.

- ¿Austin? ¿Estas despierto? ¿Austin? – La voz. Sonaba aterrada y lo llamaba. Movió de nuevo la cabeza y el dolor casi lo hizo llorar. ¿Había tenido un accidente? O ¿estaba enfermo? Porque, bien por el dolor de cabeza que estaba sintiendo, podría decir que fue un accidente muy grave. - ¿Austin? Cariño ¿me oyes, estas bien? – De nuevo, aquella voz. - ¿Austin? Por favor. – La voz se cortó con un sollozo.

Respiro y movió la cabeza, tratando de aclararse. ¡Su esposa! ____, él la buscaba y… ¡dios mío! Abrió los ojos con rapidez, al recordar. La luz de una lámpara fluorescente, lo hizo cerrar los ojos de nuevo. - ¡Oh, gracias a dios ya despertaste! – La voz de su esposa, sonaba llena de alivio. Abrió los ojos y cuando pudo enfocar la mirada, los abrió desmesuradamente, horrorizado. Su esposa estaba esposada a una cama. Trato de ponerse de pie, pero ni siquiera pudo levantarse. Miro hacia abajo y se encontró amarrado a una silla. A pesar del palpito que sentía en la cabeza, trato de moverse, para ver si se podía zafar de las cuerdas. Era inútil. Miro de nuevo a ____, sus ojos le demostraban alivio y pánico a la vez.

- ¿Estás bien? Dime que estas bien, por favor. – Ella sollozo un poco y afirmo, con un movimiento de la cabeza. – Todo va a estar bien. Te lo prometo. – Comenzó a luchar de nuevo en la silla, mientras trataba de infundirle algo de seguridad a su esposa. – Me tenías muy asustado, cariño... – Ella sollozo de nuevo. – pero no te preocupes. Todo va a estar bien. Te lo prometo. Solo déjame… -

- Vaya, vaya. Así que ya has despertado. Perfecto. Creo que llego la hora de las explicaciones. –

-----------------------------...

- ¿Por qué estás haciendo esto, Abby? ¿Por qué…? – Una bofetada, de parte de la que creía, era la mejor amiga de su esposa, lo hizo callar. Recordaba salir de la estación de policía, con la dirección de Abby, una vez allí, se había dado cuenta de que Monique vivía unas puertas más atrás. Había pensado la enorme coincidencia que aquello era y había tocado el timbre de la casa, de la que su esposa consideraba su mejor amiga. Abby había abierto casi inmediatamente y cuando Austin la comenzó a atacar con preguntas sobre ____ ,pudo observar lo pálida que se ponía, y luego, en un instante algo lo había golpeado, bastante fuerte en la cabeza.

Había ido a la casa de Abby, para que esta le dijera donde estaba su esposa y sí que había resultado, claro que, ambos estaban atados ahora y no tenía ni idea de cómo hacer para ayudarla y ayudarse, a salir de ello. Abby se le acerco de nuevo y le dio otra bofetada, estaba vez con el dorso de la mano. Escucho el jadeo de su esposa y la risita de su amiga. Sacudió un poco la cabeza y levanto la mirada.

Que Abby lo golpeara todo lo que quisiera, él tenía que encontrar la forma de sacar a ____ de allí. Sí que ella lo golpeara la distraía, bienvenidos fueran los golpes. Abby levanto la mano esta vez hecha un puño y justo cuando iba a impactar en su cara, su esposa grito. – ¡No lo golpees! ¿Por qué estás haciendo esto, Abby, porque? – Las lágrimas le recorrían las mejillas, Austin quiso poder hacer algo para evitar ese dolor, pero no sabía que.

- ¿Por qué estoy haciendo esto?... porque todo es su culpa – Su amiga señalo a su esposo, con el dedo. No entendía a que se refería. ¿De que culpaba Abby a Austin? – Si no fuera por él, tu serias feliz, yo sería feliz. – Se acercó de nuevo a Austin y le dio un golpe, esta vez en el estómago. ____ jadeo, mientras Austin gemía por un poco de aire. – Él se interpuso en mi camino. – Levanto la mano y lo abofeteo otra vez.

- ¿De que estas hablando? ¿Cuándo…? – Su rostro estaba rojo por las bofetadas y un hilillo de sangre le recorría la barbilla. - Yo no te he hecho nada. – Austin miro de nuevo a su esposa. Si lograra quitarse las cuerdas, podría someter a Abby y entonces liberar a ____.

- Sí. ¡Te metiste en nuestra relación! – Los dos esposos, sacudieron sus cabezas con confusión, al mismo tiempo. De que se supone que hablaba. Abby se giró hacia ____. – Tu y yo éramos inseparables, ¿recuerdas? Desde el primer día de inducción, fuimos las dos, para todo. A todas partes en todo momento en todas las clases. Y luego llego este… - Señalo a Austin con su dedo índice, y con una mueca de odio en su cara. – Con sus sonrisitas estúpidas, y sus regalitos baratos. Él me quito mi tiempo contigo. Dejamos de ser tu y yo, para que fueran, tú y el. - ____ miro a su amiga, confundida. Si, era cierto que cuando se había hecho novia de Austin, habían comenzado a pasar mucho tiempo juntos, reduciendo así el tiempo que pasaba con Abby, pero ¿solo por eso lo odiaba tanto? ¿Por qué, ya no pasan todo el tiempo juntas?

- ¿Estás haciendo todo esto, porque te quite tiempo con tu mejor amiga? Estas demente. – Una bofetada, que le volteo la cara y casi le fractura el cuello, lo hizo callar. Moviendo su mandíbula, de lado a lado para subsanar un poco el dolor, giro la cabeza para encontrarse con el rostro rojo y la expresión distorsionada de Abby.

- Tu… pequeña sabandija, miserable y poca cosa, no tienes ningún derecho a decirme que yo estoy loca. ¿Sabes, porque? Porque no soy yo, el que se casó completamente enamorado para serle infiel a su esposa, un tiempo después. – Austin abrió los ojos desmesuradamente y giro la cabeza para mirar a su esposa. - ¿Qué tienes que decir a eso, eh? -

- Yo… te lo iba a decir. Lo juro. Eso termino hace… - La calma en la voz de ____, interrumpió su discurso.

- Lo sé. Abby no hizo esto sola. Monique la ayudo. – La cabeza de él, comenzó a girar. ¿Monique? – Fue ella, la que me trajo aquí. Y también me contó todo lo que había pasado. Desde el principio, hasta el final. Y el que tu, me ibas a decir todo. – Él esperaba ver rabia, resentimiento, odio, en la expresión de su esposa, pero no había nada de ello. Se veía… en paz. – Yo ya lo sabía Austin. Hace un par de meses me entere. – Él abrió la boca, pero ningún sonido salió de esta. – Eso no importa, lo hablaremos luego. Y lo más importante. Yo ya te perdone. – Austin no podía creer su suerte. Sabía que aún tenían que hablar y todo, pero lo que él quería escuchar, antes que cualquier otra cosa, después del te amo, era que ella lo perdonaba. Respiro con algo de alivio, pero un ruido parecido a un rugido, lo hizo desviar la atención.

- No puedes perdonarlo, no puedes. – Abby se lanzó sobre Austin, haciendo que la silla cayera para atrás, mientras ella caída sentada sobre su abdomen. Con las manos cerradas en puños, comenzó a golpear su rostro. Una puerta se abrió, y Monique entro corriendo cuando vio a Abby atacar a Austin, como pudo la quito de encima de este, pero antes de que pudiera acercarse a él, para examinar sus golpes, tuvo que sostener a Abby, para que ella no le cayera a golpes de nuevo.

Abby comenzó a forcejear contra la rubia, gritando y gruñendo, como un animal rabioso. ____ observo la escena y luego dirigió la mirada a la silla en el piso, a la cual estaba amarrado su marido, no podía verle la cara, pero imagino los morados y la sangre por los golpes que había recibido. Temblando de rabia y de impotencia, le grito a Abby lo único que su mente pudo articular. - ¡¿Por qué haces esto?! – La respuesta fue un grito igual de agudo.

-¡Porque te amo! -

----------------------------...

- ¡¿Qué?! – La pregunta vino de tres bocas diferentes.

- ¿Tú… yo… que…? - ____ no encontró una forma de expresar lo que se cruzaba por su mente, sin tartamudear. No podía creer lo que su amiga había gritado. Tenía que ser un error. ¡Dios! su mejor amiga no podía estar diciendo que la amaba.

- Yo siempre te he amado. Tú fuiste tan dulce y amable, la primera vez que hablamos. Y eras como una princesita. Siempre sonriendo y feliz. Y me hacías sentir especial, todo el tiempo. Contigo a mi lado, yo era especial. - ____ la seguía mirando ,como si hubiese perdido la razón. Claro que era eso. Ella había perdido la razón.

- Claro que fui amable, era la primera vez que hablábamos y estaba nerviosa y quería hacer amigos. Y te hacía sentir especial, porque eras mi amiga. Y eso es lo que hacen los amigos. Siempre sonreía y me veía feliz porque mi madre e decía que a gente feliz tenía amigos no los tristes. Siempre tenía una sonrisa plasmada porque era lo que mi madre me había enseñado, a sonreír a todo aun cuando estuviera triste. Austin fue quien me hizo entender que no tenía que hacer eso, que si quería llorar, llorara, gritar, gritara si simplemente quería no hablar no lo hiciera, que el… siempre estaría conmigo. – Y lo había estado, siempre. Cuando ella se había enfrentado a su madre para cambiar de carrera porque no le gustaba la medicina, cuando su madre decidió quitarle el apoyo financiero por ello, cuando se quedó sola porque su madre había muerto de cáncer de pulmón. Él siempre estuvo allí.

No importaba que fuera, Austin había estado con ella. En todo momento, aun cuando quería estar sola. Él no la dejaba. Siempre se quedaba en la misma habitación con ella, sin hablar ni moverse, solo allí. Y siempre parecía saber cuándo era que ella quería que el la abrazara. Incluso en aquel momento, él estaba allí. Podía verlo en sus ojos, pasara lo que pasara, Austin no la dejaría sola, jamás.

- ¡No! No lo mires. – Abby se acercó y tomo su rostro entre sus manos, con fuerza. – Mírame a mí. ¿Por qué no puedes mirarme a mí? – La soltó de repente haciendo que su cabeza rebotara contra la almohada. – Yo siempre estuve allí. En todo momento. ¿Porque lo veías a él y a mí no? ¿Por qué a mí no? – Abby comenzó a pasear por la habitación. Parecía que estaba perdiendo la mente.

- Porque me ama. Siempre lo hizo. – Austin miro a su esposa a los ojos. – Ella siempre me amo, como yo la ame a ella. - Su vista se vio interrumpida por la imagen de Monique. Se había puesto delante suyo para evitar que Abby lo golpeara de nuevo.

- Austin tiene razón, Abby. Tú lo sabes. Desde el primer día que lo vi, te lo dije. Te dije mucho que me gustaba. Y cuando nos hicimos novios, cuando me propuso matrimonio. Yo te lo dije, lo mucho que lo amaba. – El bofetón que su amiga le propino, fue totalmente inesperado. Su rostro era rojo y sudaba. Parecía totalmente desencajada.

- ¡No la toques! – Austin comenzó a forcejear de nuevo contra las cuerdas de la silla. Desde el piso parecía ser más fácil de salir. No iba a permitir que esa loca, lastimara a su esposa.

- Perdón. Perdóname, bebe. Lo siento. Yo no quería. Perdón, perdón. – Comenzó a acariciar su rostro con delicadeza. Estaba loca. Y ____ ahora no solo temía por la vida de su bebe, si no la de Austin y ella.

- Abby. Tú sabes que siempre fuiste importante para mí. Eres importante para mí. – El rostro de su amiga se suavizo y la mirada era de devoción. Cielos, ¿Cómo es que nunca se dio cuenta? - Nadie va a ocupar nunca el lugar que tú tienes. – Su rostro se desencajo de nuevo y se levantó de un su lado en la cama de un salto.

- ¡No, no, no ,no! yo no quiero eso. Quiero el lugar de él. – Señalo a Austin. ____ se dio cuenta de que su marido estaba intentando liberarse. Monique estaba frente a él protegiéndolo en caso de que Abby enloqueciera contra él, pero no lo miraba. Entretendría a Abby el tiempo suficiente para que Austin pudiera liberarse.

- No puedes ocupar su lugar. Así no es como funciona. Además, tu eres más importante que el, tal vez, la más importante. – Abby giro su cabeza y la miro. Perfecto que se enfocara en ella y olvidara a Austin.

- No, no lo creo. Yo lo hice todo por ti. Te ayude, y te di consejos sobre relaciones y hombres, para que salieras con él porque pensé que luego te darías cuenta de que no debían estar juntos. Soporte que me hablaras de su primer beso, su primera cita, su primera vez juntos, hasta te di consejos de cómo seducirlo, porque pensé que te daría repulsión cuando te tocara. Soporte cuando me dijiste que se casarían, la luna de miel, vivir juntos. Todo, lo soporte todo. – Suspiro profundamente, como si le doliera hacerlo. ____ no pudo evitar pensar en todas aquellas veces que Abby decía. Nunca había visto el menor indicio de que ella sintiera repulsión por lo que oía. De hecho en más de una ocasión su amiga se ofreció a darle consejos.

- Incluso te ayude a que vieras que él te engañaba. Te lleve a ese café y nos sentamos justo al lado de la ventana para que lo vieras. No fue una casualidad. - ¿No fue una casualidad? ¿Ella lo hizo a propósito? ¿Cómo lo supo? Abby respondió a su pregunta no formulada. – Monique y yo, no solo vivimos en el mismo edificio, somos vecinas, ella vive un par de puertas más halla que yo. Nos hicimos amigas desde que me mude allí hace tres años. Imagina mi sorpresa cuando ella me conto que estaba teniendo una aventura con un hombre casado. Mayor fue cuando me dijo donde trabajaba. Esa misma tarde, por casualidad me encontré con ella cuando salía y me dijo que se verían en un hotel. La curiosidad me pudo, así que llegue halla para ver con quien se reunía, y resulto ser nada más y nada menos que tu amado Austin. Me tomo un tiempo decidir qué haría con aquella información. – Vaya, después de todo, Abby no la quería tanto como decía. De lo contrario le hubiera evitado aquel dolor. Aunque claro era parte de su plan.

- El que lo vieras era parte de mi plan. Tú tenías que odiarlo. Siempre dijiste que la infidelidad era algo que no se podía perdonar. Así que pensé ¿porque no? Si ____ se entera lo odiara y así querrá dejarlo, pero me después me decidí que además de ello, quería venganza contra el por el tiempo que me quito contigo… y eso hicimos. Bueno yo pensé que tú lo harías. Pero habían pasado los días y yo me di cuenta de que tú no hacías mucho por dejarlo. Además Monique me contó que ella y su amante se habían alejado que el ya no la buscaba ni nada y me preocupe, porque no sabía si se había conseguido a otra o tú lo ibas a dejar. – Abby hizo una pausa, parecía contar la historia de un libro. Algo interesante, considerando que era su vida.

- Cuando te llame la otra noche para que te reunieras conmigo fue para averiguar cómo ibas y que tan pronto lo dejarías. Que vieras a Austin en el portal con Monique fue una coincidencia. Y ella estaba en pijama, pensé que entenderías el mensaje, que te seguía engañando, que estuvo con ella en la cama, de nuevo. ¡Pero no! No lo hiciste, ¿Por qué? ¿Por qué no lo dejaste? – Su amiga comenzó a pasearse de una lado a otro de la habitación, giro la cabeza y vio que Austin estaba casi libre, tenía que atraer la atención de Abby pero no sabía cómo.

- Yo… no podía. – Dios, el aire le faltaba, no podía decirle a Abby las razones de porque no podía dejar a Austin, si le decía que porque lo amaba ella podía enloquecer, pero si le decía del embarazo no sabía cómo lo podía tomar.

- ¿Por qué? ¿Por qué no podías? – Santo cielo, no podía respirar. El rostro de Abby estaba muy cerca de su cara y la mirada en sus ojos la tenía paralizada. - ¡¿Por qué?! –

- ¡Porque estoy embarazada! -
----------------------------------...

- Tu… ¿estamos esperando un bebe? – Austin estaba de pie, observando a su esposa. - ¿Vamos a tener un bebe? – El shock por la noticia era tal, que ninguno se había percatado de que Austin estaba libre de la silla y las cuerdas.

Ninguno se dio cuenta cuando Monique abandono la habitación. ____ que estaba tratando de no contener el aliento, sintió una pequeña alegría, al ver la reacción de su esposo. No era la mejor forma de darle la noticia, ni tampoco el lugar indicado, pero sus ojos brillaban y tenía una sonrisa en la cara que le dijo, que si ella se lo hubiese dicho en su casa con una linda cena como había planeado cuando se enteró, Austin se hubiera puesto pletórico de alegría.

Austin se acercó a su esposa, al darse cuenta de que aún seguía esposada a la cama, reacciono. Aún estaban retenidos. Giro hacia Abby para tratar de convencerla de que los dejara ir o por lo menos liberara a su esposa. Las palabras murieron en su garganta al ver la expresión en el rostro de ella. Tenía una mueca diabólica, con el ceño y los labios fruncidos. Los ojos brillaban de odio y furia, su cara estaba totalmente roja, y el blanco de aquella furia, era ____.

En el momento en el que Abby se abalanzó contra su esposa, Austin salto delante, protegiéndola con su cuerpo. Era increíble la fuerza que una mujer menuda como Abby, tenía. Ella chillaba y gritaba insultos, mientras forcejeaba contra él. A pesar de que jamás le había levantado la mano a una mujer, el instinto de defender a su esposa e hijo, hizo que le diera un derechazo a la mandíbula. Abby cayó al suelo con un chillido, haciéndose una bola en la alfombra.

Austin giro y miro alrededor de la habitación, buscando la forma de romper las esposas o una llave que liberara a ____. A penas se había dado la vuelta, cuando un golpe lo tumbo al suelo. Abby estaba frente a él, con la silla en las manos. Austin giro su cuerpo al mismo tiempo que Abby, destrozaba la silla en el suelo, tratando de golpearlo. Un dolor en el hombro, le dijo que no había sido del todo rápido, para evitar el golpe.

Un estruendo en la puerta hizo que todos desviaran su atención hacia allí. Monique estaba parada detrás de unos oficiales de policía. Un ruido de sirenas comenzó a llenar el aire.

Antes de que los uniformados se llevaran a ambas mujeres esposadas, Monique se giró hacia Austin con expresión acongojada. – Yo nunca quise hacerte daño. Realmente te amaba. Lo siento. – Con su esposa en sus brazos, el no pudo evitar pensar que si ella realmente lo amara, como él amaba a ____, jamás lo habría obligado a nada, ni puesto en peligro.

○--------------------------------------------○

Un día después, luego de que ambos hubiesen sido revisados en el hospital y hubiesen dado sus declaraciones a la policía, Austin y ____ estaban sentados juntos, en la sala de su casa. Había sido un día agotador y tenían tantas cosas de que hablar, pero ninguno sabía cuál era el principio.

- Lo siento. – Aquella disculpa, hizo que Austin girara la cabeza. Si había alguien que no tenía que pedir perdón, esa era su esposa. – Si yo me hubiese dado cuenta de los problemas de Abby, nada de eso habría pasado. – Luego de que llevaran a Abby presa, ella había tenido un ataque y la tuvieron que llevar sedada a la comisaria.

- No tienes que disculparte de nada. Soy yo el que te tiene que pedir perdón. Fue mi culpa que nos distanciáramos, fue mi culpa que Monique te involucrara en esto. No solo te puse en peligro a ti, sino también a nuestro hijo. - ____ iba a replicar, pero Austin le cubrió la boca con sus dedos. – No tengo excusa para haberte sido infiel. Nada de lo que yo te diga, puede excusar el que yo, haya roto todas y cada una de las promesas que te hice en el altar y en los años que estuvimos juntos. Ninguna de las cosas que yo pueda hacer o decir, merece que tú me perdones… - Ella beso sus dedos y luego le tomo las manos.

- Pero, yo ya te perdone, Austin. – Él le sonrió tristemente mientras le acariciaba las palmas con sus pulgares.

- Lo sé. Sé que tú ya me perdonaste. Pero yo no. – Austin tomo aire. Lo que iba a decirle no era nada fácil. – He pensado mucho en todo lo que paso, y la verdad es que… lo siento, ____. Te pido que me perdones por todo el daño, dolor y lágrimas que te cause. Fui egoísta, lujurioso y estúpido. Trate de culparte a ti y a Monique, por mis errores. Tal vez no quieras escuchar su nombre nunca más y tienes toda la razón, pero la verdad es que no todo lo que sucedió fue culpa de ella. Es cierto que tratar de seducirme sabiendo que era casado estuvo mal, pero yo hice el resto. Deje que me sedujera, me olvide de mis promesas contigo y te fui infiel, la utilice a ella para satisfacer una necesidad egoísta y… me falle a mí mismo. – Austin observo como su esposa ladeaba la cabeza. Habían sido pocas palabras y tal vez sin sentido ni valor, pero por la expresión de su rostro, pudo darse cuenta de que ella lo había entendido. Todo lo que tenía que decir, ahora era innecesario.

- Entiendo. Yo también he estado pensando. Y también cometí errores. No soy la persona que creía, tampoco. Cuando me entere de tu aventura, decidí que me iba a vengar de ti. En ningún momento se me ocurrió enfrentarte para que me dieras una explicación, ni nada. Solo quería verte sufrir y destrozado, como yo me sentía. – Él hizo una mueca de dolor. ____ acaricio su rostro suavemente, mientras hablaba. – ¿Qué clase de amor es ese? A pesar de que me dolió, jamás debí pensar o desear verte sufrir. Nunca debí hacer los planes, ni menos llevarlos a cabo, claro no fue la gran cosa ni nada de eso, pero la intención es lo que cuenta. Además, en nuestro matrimonio también cometí errores. Di por sentado que no importaba mi imagen, como me viera o me arreglara. Y estaba mal. Porque para ti, no debía ser importante, pero para mí, sí. Para sentirme cómoda conmigo misma, para sentirme bien. Además deje todo en tus manos. Los primeros pasos para todo, cenas, citas, salidas, sexo, todo lo tenías que hacer tu y hasta que ya no fue demasiado tarde, no me di cuenta. Debimos crecer juntos, como pareja, en nuestro amor. Pero estaba tan ocupada en hacer que tú crecieras en tu trabajo, que la casa fuera como tú querías, que me olvide de mí. Ya ves, ni siquiera estoy ejerciendo en la carrera, por la cual luche y sufrí tanto para conseguir el título. Claro, tú cometiste errores, pero yo también lo hice. La culpa es de ambos. – Austin suspiro mientras que ____ pensaba en lo último que tenía que decirle. Tal vez no fuera lo mejor, pero sabía que era lo necesario. – Si de algo me sirvió esta experiencia, es para ver que aquella promesa que me hiciste cuando me pediste matrimonio, ¿recuerdas? Amarme siempre, si es verdad. Sé que no importa que, tú me amas y lo vas a hacer toda tu vida. Justo como yo te he amado y te amare por siempre. Pero a veces, des afortunadamente, el amor no es suficiente. – Austin cerró los ojos. La expresión de dolor de su cara, hizo que el corazón de ____ se estrujara de pena. A ella también le dolía. Pero estaba segura de que aquello, era lo que necesitaban.

- Creo que lo mejor, es que nos separemos.-
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJulio 1st 2013, 15:39

Epilogo:

Querida Abby:

Han pasado casi siete años desde la última vez que te vi. Me tomo mucho tiempo escribir esta carta, pero sobretodo, me tomo tiempo perdonar y entender, todo lo que hiciste. Como alguien me dijo una vez, yo también te falle. Te falle al no darme cuenta de tus sentimientos.

Yo te consideraba mi mejor amiga, mi hermana, pero debí darme cuenta que eso no era lo que tu querías, lo que tu sentías. Estaba tan inmersa en conseguir todas esas cosas que nunca tuve: una familia, hermanos y padres que te aman; alguien incondicional. Fui egoísta y tal vez es por eso que tu estas en este momento allí.

Yo te perdono, Abby. Por utilizar las cosas que me herían, a tu favor. Por manipularme, para tu conveniencia. Por tratar de dañarme y dañar a los que amaba. Pero sobretodo, me perdono a mí misma. Me perdono por no verte como realmente eras. Me perdono por no haber sido realmente una buena amiga. Por no haber sido incondicional para ti.

Tal vez pienses que después de tanto tiempo, no vale. Que es demasiado tarde. Pero no es así, nunca es tarde para perdonar, olvidar y seguir adelante. Me demore, es cierto. Pero es que si lo hubiese hecho antes, no hubiese tenido sentido. No quería ser hipócrita contigo, ni conmigo misma. Esa no es la persona que soy ahora.

Tal vez no quieras saber cómo han sido mis días hasta ahora, pero igual te lo contare.

Después de aquel día, decidí separarme de Austin. Fue increíblemente difícil. Sobre todo por el embarazo. El me dejo la casa y se fue a un hotel. Como teníamos que ir a los juicios por lo que sucedió, pasamos mucho tiempo juntos. Todos los días iba a verme después del trabajo, llamaba constantemente, para saber cómo iba él bebe. La primera vez que lo vimos lloró y abrazo a la doctora, luego de ello, salió al pasillo a mostrarle a todo el mundo la primera imagen de su bebe.

Era maravilloso y yo sabía que iba a ser un gran padre. El día que los papeles del divorcio llegaron, me di cuenta de que era una cobarde. Amaba a Austin y no iba a hacer nada por nosotros. Le había dicho que el amor no era suficiente y es cierto, pero si era una base, una muy fuerte. Así que rompí los papeles y lo encare, no fue fácil con una panza de siete meses que hacía que me cansara fácilmente por todo.

Austin se negó y firmo el divorcio. Luego de que lo firme y pasamos los papeles, el me propuso matrimonio de nuevo. Quise matarlo cuando lo hizo. Pero sus razones eran válidas. Él quería un nuevo comienzo. Claro, nunca podríamos borrar lo que paso y, a pesar de todo, tampoco queríamos hacerlo. Eso nos enseñó muchas cosas, a los dos.

Nos casamos justo, un día antes de que él bebe naciera. Fue una suerte que no llegara en medio del juzgado. El parto fue largo y doloroso. Pero Austin estuvo allí conmigo, como siempre lo había estado. Luego de horas de dolor y agonía, Carter Mahone llego al mundo. Era la cosita más hermosa que nunca hubiéramos visto y no lo digo solo por ser su madre. Es totalmente idéntico a Austin. Y morí de envidia cuando vi los hermosos semi-rulos chocolate que crecían en su cabecita.

Compramos una nueva casa, porque como dije, queríamos un nuevo comienzo. Y todos los días después, fueron increíbles. A Austin le tomo algún tiempo perdonarse y olvidar, pero decía que si me tenía a su lado, cualquier cosa era posible.

Tres años después, en el cumpleaños de Austin, nació Josh Mahone. Para Austin fue el mejor regalo de cumpleaños del mundo, luego de un embarazo algo difícil, pero sobretodo agotador. Aunque no sé de qué se cansaba el, si era yo la de la panzota. Josh es, como Carter, idéntico a su padre. Cualquiera creería que Austin los tuvo solo. Mi aporte genético fue casi nulo.

Luego del nacimiento de Josh, vinieron tiempos algo más difíciles. Tuvieron que medicarme por depresión post parto, Austin fue el que peor la llevo. No quería verlo ni sentirlo cerca. El medico nos informó que era normal y que una vez mis hormonas se normalizaran y el medicamente surtieran efecto, todo iría mejor. Era cuestión de tiempo.

Pero mi marido no estaba tan convencido y pensaba que yo aún no olvidaba lo que había pasado con Monique. Una vez que me recupere y que el medico nos autorizó, a Austin y a mí, para viajar, nos fuimos de segunda luna de miel y pase todo el tiempo convenciéndolo de que lo amaba y nunca dejaría de hacerlo.
Tuvimos tiempos difíciles, otros peores. Pero siempre supimos sobrellevarla y salir adelante, juntos. El amor nos dio la fe de que todo era posible.

Te cuento todo esto, para mostrarte que seguí adelante, que Austin también lo hizo, que tú también puedes. Austin pasó todos estos años diciéndome que viniera a verte. Que debía perdonarte, pero no fue fácil. De los dos, él fue el que primero te perdono. Es un hombre maravilloso.

Te mando esta carta porque no quería ir a verte en prisión, no quiero que la última imagen de mi mejor amiga fuese esa. Yo conservo los buenos recuerdos y son esos los que atesoro y rememoro.

Quiero que te perdones, me perdones y olvides. Quiero que sigas adelante. Que cuando salgas de allí, salgas tranquila y en paz contigo misma. Quiero que perdones, olvides y sigas adelante, para tener una vida feliz, plena y sin remordimientos. Porque eso es la vida.

PD: Porque fuiste mi mejor amiga y alguien importante para mi, hay algo que quiero compartir contigo y quiero que seas la primera en saberlo, es probable que no lo vayas a ser por la demora en que recibas esta carta, pero la intención es lo que cuenta. Estoy embarazada de nuevo. Y esta vez estoy segura, de que si se parecerá a mí.

Con cariño
____ Mahone.


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Sinceramente yo morí con el epilogo Very Happy ojalá les haya gustado
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Jonas Girl
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitimeJulio 15th 2013, 21:59

OMG! Tienes que seguir con una segunda temporada!! Morí *.*
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MensajeTema: Re: Infiel (Austin Mahone y Tu)   Infiel (Austin Mahone y Tu) Icon_minitime

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