Hilo Rojo (Nick&____)

Here I am, back again : D
Y sí, traigo capítulo. Yeeey! Este no es muy emocionante, pero tiene detalles importantes. El próximo, según espero, va a tener más detalles acerca del porque Nick está viviendo con su padre. Y luego... más sorpreeesas!! xD
Espero que este les guste de todos modos Smile

Gracias por seguir siendo tan pacientes y las mejores lectoras del mundooo!! Las quiero. Se cuidan ♥

Capítulo 8: Parte 4
Poco después llegamos a casa de la mamá de Nick. El poco tramo que recorrimos después de nuestra conversación lo invertimos hablando sobre trivialidades, así que se nos fue el tiempo muy rápido antes de llegar a la casa. Nick se estaciona justo frente al garaje en un limpio giro, apaga el auto y se baja de él para luego dar la vuelta a su alrededor y así abrirme la puerta como todo un caballero. Tomo la mano que me extiende y salgo del auto, con mi bolso tomado por la otra mano. Nick cierra la puerta detrás de mí y luego me presiona contra ella para besarme en los labios con ternura.

-No estés nerviosa –dice, elevando una de sus manos para acariciar mi mejilla-. Todo irá de maravilla, ¿de acuerdo? Solo sé tú misma, sin ser la perra que fuiste cuando me conociste.

Yo le golpeo en el brazo y él se ríe.

-No soy una perra.

-Lo fuiste –vuelve a besarme-. Ahora eres simplemente una chica testaruda y celosa con un fuerte temperamento.

Lo empujo, pero él me besa antes de alejarse, riendo. Me toma de la mano y me lleva hacia la puerta principal de la casa. Él abre la puerta con una de las llaves que cuelgan de su llavero.

-¡Estoy aquí, mamá! –grita él, haciéndome pasar primero para poder cerrar la puerta detrás de nosotros. Yo enfoco mi vista en la decoración del lugar. La casa es acogedora y familiar, no como la fría y calculada casa en la vivo.

La mamá de Nick se asoma por un umbral que está al fondo del pasillo, justo al lado de las escaleras. Ella se está limpiando las manos con una toalla blanca y sus rizos penden hacia su lado izquierdo. Nick pasa por delante de mí y su mamá suelta la toalla en el suelo para taparse la boca con las manos; la emoción ha hecho que comience a llorar. Nick la abraza con fuerza cuando ella corre hacia él, enterrando su cara en el pecho de su hijo. Yo me quedo en pie, varios metros lejos de ellos, viendo la tierna escena. Solo desvío los ojos cuando escucho los pasos de alguien bajando las escaleras. Cuando me giro, un niño de al menos 12 o 13 años está dando trompicones en los escalones.

-¡Nick! –Grita, ahora bajando los escalones a la carrera, y se une al abrazo de familia-. ¡Te he extrañado mucho!

-Yo también a ti, pequeñín –dice Nick, acariciando su cabello a través de los brazos de su madre. Escucho el cariño en su voz. Eso me hace sonreír.

Su madre lo suelta, al igual que su hermano, y ambos le miran la cara. Frankie borra su sonrisa y pone una expresión de sorpresa mientras que su madre parpadea varias veces para apartar las lágrimas de su cara y poder ver correctamente la cara de su hijo. Yo espero el escándalo y, de tan tensa que está la espalda de Nick, puedo ver que él también.

Frankie es el primero en decir algo.

-Dios mío, Nick, ¿Qué le pasó a tu ojo? ¿Un gato trató de arrancártelo o qué?

Nick sonríe por su ocurrencia y sacude la cabeza. Su madre habla antes de que él pueda siquiera abrir la boca para hacerlo.

-¡Nicholas! –ya no hay más sonrisas, ni expresiones de cariño y alegría. Ahora tenemos a la madre enojada-. ¿Qué le pasó a tu cara? No me digas que te metiste en otra pelea. Tampoco me digas que fue un accidente –ella sacude la cabeza-. ¡No puedo creerlo, Nicholas!

-Mamá…

-¡No! No me vengas a decir que no me preocupe por ello, Nicholas –ella está señalándolo y mirándole como si lo estuviera sentenciando a una vida de cárcel-. ¡Mira ese ojo, por amor a Dios! ¿Siquiera has conseguido atención en él?

Nick sacude la cabeza con cautela. Si es posible, su madre se enoja aun más.

-¡No lo puedo creer! ¿Tu padre no te ha llevado a un hospital?

Nick vuelve a sacudir la cabeza.

-¡Por amor a Dios! ¿Para qué te envié con tu padre entonces? Al parecer estás peor con él que conmigo –ella bufa-. ¿Qué rayos te pasó?

-Me metí en una pelea…

-¿En una carrera? –ella pregunta; Nick asiente-. ¿Por dinero?

-No, por una chica –él responde, bajando la cabeza.

-¿Por una chica? –ella se ríe secamente. Levanta sus brazos y los deja caer a sus costados con exasperación-. Hay billones de otras mujeres en el mundo, Nicholas. ¿Cómo siquiera te atreves a pelear por una chica en una carrera clandestina? Esas no valen la pena…

-No es como piensas, mamá –dice él, calmado. Nunca lo había visto tan paciente, ni escuchado sin una sola pizca de burla en su voz. Su madre es una gran influencia en él-. La chica me besó, su novio cayó sobre mí. No pude hacer absolutamente nada. Mis hermanastros me socorrieron…

-¿Tus hermanastros? –ella frunce el ceño, confundida-. ¿Ellos también van a esas cosas?

Nick se encoge de hombros.

-A veces.

-Nick, que sigas yendo a esos lugares no es una buena cosa para ti –dice ella-. Lo sabes. Mira ese ojo, cariño. Tu padre es doctor, ¿Cómo es que él no te ha recetado algo ya?

-No le he dejado –dice él, firmemente, con resolución-. No quiero que lo haga, mamá. No quiero que nadie se haga cargo de mí. Estoy cansado de ser una carga para todo el mundo –suspira-. Esto se curará solo.

-Nick…

-Se acabó el tema, mamá –su voz es suave, pero convincente. Ella asiente. Nick se gira hacia mí y me sonríe a medias. No es una sonrisa burlona, solo una pequeña sonrisa honesta. Eso me gusta-. Mamá, Frankie, quiero que conozcan a _____ Cavanaugh, mi hermanastra –extiende una mano hacia mí y yo camino hacia él, con una sonrisa en la cara.

Frankie también me sonríe, pero mi mirada está centrada en la madre de Nick.

-Oh, cariño, lamento tanto que hayas presenciado esa escena –dice ella, colocando una mano sobre su pecho en un gesto de disculpa-. Es que Nick me ha hecho pasar tantos malos ratos que ya no puedo controlarme cuando lo veo… -desvía su mirada hacia la cara de su hijo-, así.

Yo imito su movimiento y hago una mueca.

-No hay problema –luego, regreso mi mirada hacia ella-. Con el poco tiempo que llevo viviendo con él, tengo una idea de lo que usted debe sentir al respecto.

Ella sonríe, mirándome.

-Oh, no tienes ni idea –sacude la cabeza y suspira-. Este niño es un dolor de cabeza. Es el más problemático de los cuatro, sin duda alguna.

Nick abre la boca, sorprendido por la acusación de su madre. Ella solo se ríe y prosigue:

-Pero, al mismo tiempo, es el más tierno y sensible –le sonríe con ternura a Nick y él aparta la mirada, con una sonrisa en su boca-. Es un gran chico, como los otros, a pesar de todo.

Ella acaricia la cara de Nick y él gira su mirada para clavarla con la suya. Le dedica una hermosa sonrisa llena de afecto, que me deja con el corazón rebosante de alegría. Jamás había visto este lado de Nick. Y vaya que es un espectáculo de ver. Hasta yo misma sonrío.

-Empalagoso –dice Frankie, con una mueca-. Voy a jugar con mi Xbox. Nos vemos –concluye y se retira.

La madre de Nick se gira hacia mí, dejando de lado la escena, y me sonríe.

-Mis modales están siendo opacados por la alegría, lo siento –ríe y luego se acerca a mí para abrazarme y darme un beso en la mejilla, como si nos conociéramos desde hace años y yo no fuera la hija de la mujer por la cual su esposo se fue-. Mi nombre es Denise –dice-. Y tutéame, ¿vale? No me gusta eso de usted. Me hace sentir vieja –ambas reímos, Nick rueda los ojos-. Y es un placer tenerte en mi casa.

-Para mí es un placer estar aquí y conocerla, señora… Denise -me corrijo cuando ella me da una mirada recriminatoria.

-Denise, solo llámame Denise, recuérdalo –ella sonríe-. Tienes un lindo nombre, por cierto.

-Gracias –le devuelvo la sonrisa.

-Bueno, ella es hermosa, tenía que tener un lindo nombre, ¿no es así? –dice Nick, mirándome. Una sonrisa adorna su cara, una sonrisa auténtica y libre de burlas. Me gusta tanto que no puedo evitar sonreírle de vuelta. Tal vez debería venir a vivir con su madre. Sería menos tóxico para él, mucho más saludable para su temperamento.

-Así es –dice su madre, suavemente. Ambos giramos a verla-. Bueno, estoy preparando el almuerzo. Iré a la cocina. Ustedes dos pueden ir a la sala de estar y jugar en la consola con Frankie, si gustan –sus ojos se fijan en mí-. Estás en tu casa, _____.

-Gracias –repito, sonriéndole nuevamente.

Ella nos da la espalda para volver a entrar en la cocina. Es justo en ese momento cuando me doy cuenta de que Nick aun está sosteniendo mi mano, sosteniéndola fuerte. La suelto con rapidez. Eso está muy mal. Nick me mira, desconcertado; yo desvío la mirada hacia otro lugar. Hacia la pintura situada en la pared a nuestra izquierda, por ejemplo. Aunque no la miro; mi corazón está a mil por hora. Fue una estupidez dejar que Nick continuara sosteniendo mi mano. Su madre podría deducir algo y podrían atraparnos y regañarnos… o peor: separarnos. Tal vez me castiguen de por vida, tal vez alteremos todo el orden universal por estar juntos de la manera en que estamos. Tal vez se destruya el universo por nuestras mentiras deliberadas…

-¿Quieres dejar de preocuparte? –me dice Nick y yo me giro hacia él, sobresaltada-. Puedo escuchar tus pensamientos todo el camino hacia acá.

Abro los ojos como platos y él se ríe.

-Estás muy tensa, es fácil adivinar lo que puedes estar pensando –él se acerca a mí y acaricia mi cara con suavidad-. Relájate o podrían cacharnos en serio –se inclina y besa suavemente mis labios-. No digas nada –dice cuando nota que voy a regañarlo. Toma mi mano y me dirige hacia la sala de estar, que está justo a nuestro lado-. Vamos con Frankie.

Entramos en el lugar, mas, sin embargo este no parece una simple sala de estar es más bien un cuarto de juegos, el cual tiene un largo sofá frente al televisor de al menos unas 50” de ancho que cuelga de la pared de enfrente. Debajo de él, en una mesa larga y baja, está la consola de Xbox con todos sus aditamentos bien dispuestos sobre ella. En la pared de la izquierda, al ancho de toda ella, está una estantería, la cual en lugar de estar llena de libros, está de llena de videojuegos de todos nombres y contenidos. La pared contraria a esta está completamente constituida por ventanas que dan vista a un patio muy bien cuidado, con pastos verdes y flores, a pesar de que ya estamos en otoño, casi en invierno.

-Es el invernadero de mamá –explica Nick, soltando mi mano-. Estoy seguro de que le daría un infarto si las plantas no están así los 365 días del año.

Me río y Frankie me acompaña, dándole pausa al juego de guerra que está jugando. Se gira para vernos entrar y me sonríe.

-Hola –dice él-. Soy Frankie Jonas, hermano de este retrasado mental –señala a Nick, haciendo un gesto con su barbilla-. Es una maravilla que por fin haya traído a casa a una hermosa y decente mujer. Es una delicia.

-Cállate, Franklin –dice, rodando los ojos-. No insinúes cosas como esas, frente a una dama como _____. Reprime tus opiniones.

-Oh, no son opiniones –dice, sacudiendo la cabeza-. Me parece que ella no sabe quién eres y es una pena –me mira-, porque este chico es una pesadilla. No coquetea consigo mismo porque no tiene falda, y estoy seguro de que si la tuviera, lo haría.

Suelto una carcajada y comienzo a reírme con ganas. Frankie tiene una sonrisa victoriosa en la casa y Nick me mira con enojo, esperando a que termine mi episodio. Cuando dejo de reírme, Nick levanta una ceja en mi dirección y yo me pego a él para agarrarle la nariz. Él se ríe.

-Idiota –le digo, soltándolo-. Pero tienes que admitir que Frankie tiene razón.

-No –dice-. Jamás.

Frankie rueda los ojos y yo sonrío.

-¿Quieres jugar Xbox conmigo? –sus ojitos se iluminan cuando lo dice. Yo me río; el niño acaba de decir eso como si estuviera proponiéndome matrimonio.

-¡Claro!

Me alejo de Nick y camino hasta sentarme a su lado. Él me sonríe y me pasa uno de los controles negros de la consola. Nick, en uno de sus episodios llenos de discordancia, se sienta justo en medio de nosotros. Yo me aparto a un lado y Frankie se queja.

-¡Hey!

-No voy a dejarte solo para que la toques y trates de quedarte con ella, chiquitín –dice-. Es mi hermanastra, ¿me oyes? Y tú eres solo un enano.

-¿Y tú quieres quedarte con ella? –Pregunta su hermanito-. Porque no creo que no tenga novio…

-¡Chicos! Estoy justo aquí, ¿de acuerdo? –les interrumpo-. Y no estoy interesada en ninguno de los dos.

Ambos me miran. La carita de Frankie es de decepción mientras que la de Nick me dice que elegí las palabras equivocadas. Una de sus cejas está levantada y sus labios están firmemente unidos en una línea. Definitivamente está planeando algo.

-Hablaremos más tarde, tú y yo –me advierte.

Entonces tiemblo de anticipación porque sé exactamente qué es lo que tiene en mente, y no es precisamente hablar.

jejeje me encanta nick
siguela
es genial

siguela!!! esta demasiado buena!

Dios mujer tienes que seguirla amo tu novela

Vol isteeee
Que feliz estoy
Me encantaron los capitulos
Ya quiero saber que le dira nick
Aunque tengo un presentimie to
Quiero leerlo mejor
Siguela pro to

afdhadgfa ya quiero q hablen

jajaja
ahh frankin es todo un pillo jeje
esta muy buena siguelaaaaaaa !!

siguelaaaaaaaaaaaaa Very Happy

Siguela por lo que más quieras

Siguela

Nuev@ Cantidad de envíos : 15 Fecha de inscripción : 11/01/2014

Uuuuh esta Buenisiiima SIGUELAAA!

Forista! Cantidad de envíos : 54 Fecha de inscripción : 10/05/2014

Sigo esperando capitulo .... estoy muy impaciente

Hello, darlings. Smile

Llegó la desaparecida, jaja. Tengo capítulo! Yeeey! Ya se viene lo bueno, muajaja!
Bueno, no lo retraso más y dejaré que lean. Que lo disfruten. Desde aquí comienza lo bueno Wink

Se cuidan. Las quiero! ♥

Capítulo 8: Parte 5
Pasamos la mañana jugando Xbox con Frankie y riéndonos por estupideces. En realidad, ha sido el día en el que he visto sonreír más a Nick. Y no falsamente o con burla, si no sinceramente. También he escuchado su risa como si fuera música de fondo en algún restaurante caro, pero es aun más hermosa que esa música aburrida. Además, he visto el afecto que se tienen los dos hermanos, como, a pesar, de uno ser más pequeño que el otro, se quieren y se molestan y muestran un lazo muy estrecho. Ha sido maravilloso ver como el lado más cariñoso y agradable de Nick salía a la luz.
Él también se comportó de una manera más feliz junto a su madre. Sonreía, hacía bromas, le daba besos en la mejilla y la ayudó con el almuerzo (yo no lo hice porque Denise me lo prohibió; soy una invitada en su casa, me dijo). Nick incluso me besó varias veces en la mejilla sin razón aparente. Verlo de esa manera: tan feliz, tan jovial, tan… libre, me hizo feliz. Tal vez sería una buena idea que se viniera a vivir con su madre. Sería menos tóxico para él, más saludable para su salud mental y emocional que vivir con su padre y una madrastra que lo detesta.

Inclusive yo me sentía libre en casa de Denise. No tenía que pensar en Camille o Paul ó en Duncan ó en que todavía estoy castigada, simplemente reía, sonreía y me la pasaba bien. Salir de nuestra casa fue una gran idea, porque en realidad esa casa no se siente como un hogar, parece una cárcel de máxima seguridad en el infierno. Y escapar de ella por al menos unas cuantas horas se siente bien.

Denise también nos preparó un postre después del almuerzo: un mousse de chocolate. Todos quedamos encantados con él hasta tal punto en que repetimos hasta que se acabó. Nick y yo compartimos el último porque casi nos enredamos a pelear a los puños por él. Justo cuando yo estaba argumentando en que Nick debía ser caballeroso y dejarme el último pedazo a mí, me besó en los labios. Gracias a Dios estábamos solos en la cocina ya que su mamá estaba recogiendo la mesa y Frankie estaba ayudándola. Sin embargo, casi le pego una bofetada por hacer eso sin tener remilgo en la casa de su madre cuando se supone que nosotros no tengamos una relación así ni de chiste. Pero no pude enojarme con él cuando una sonrisa llena de travesura se coló entre sus labios. Solo pude sonreírle de vuelta y sacudir la cabeza.

Luego, estuvimos otro rato en la sala de estar con Frankie jugando algún videojuego de guerra mientras Denise, Nick y yo hablábamos de diferentes cosas, trivialidades en realidad. No fue hasta mucho después que Denise comenzó a hablar de cosas más pertinentes, pero no fue conmigo presente. Denise y Nick nos dejaron a Frankie y a mí en la sala de estar para ellos poder hablar tranquilamente en la cocina. Yo, muerta de la curiosidad, quería saber de que hablaban, así que le pregunté a Frankie donde quedaba el baño. Casualmente, quedaba junto a la cocina. Me dirigí allí, me encerré en él y, gracias a alguna jugada del destino, pude escuchar cada una de las palabras que ellos hablaban.

-No puedo creerlo –exclamó Nick, exasperado-. ¿Cómo que no pudo hacer nada? Es realmente estúpido que el mejor abogado de la ciudad no pueda defenderme en un caso como este. Creo que le están robando el dinero al idiota de mi padre.

-¡Nicholas, no hables así de tu padre! –le regañó ella-. De todos modos, el abogado lo está intentando, pero tu caso tiene todas las pruebas en tu contra, Nick. No van a poder deshacerte la sentencia.

-¡Y no voy a hacer trabajo comunitario y tampoco a ir a un maldito reformatorio! –Escuché cuando él golpeó algo con fuerza-. No lo necesito, por amor a Dios. Lo que hice no fue tan grave. No más grave que lo que él le hizo a Nelly.

-¡Nicholas! –Volvió a exclamar su madre-. ¡Lo que hiciste fue grave! Y no tiene ninguna justificación. Por eso, tienes que pagar tu sentencia, te guste o no. Por favor, amor, no quiero verte en un traje naranja en una cárcel. O haces lo que te dicen, o terminarás matando a tu madre.

-No exageres, mamá –dijo él, suspirando. Continúa hablando, ahora más tranquilo-. Escucha; lo voy a intentar por ti. Porque tampoco quiero que me veas así, pero deberías decirle a papá que me mantenga más informado acerca de las malditas cosas que pasan con el caso. ¡Estaba en la oscuridad hasta ahora! No sabía que podían mandarme a un reformatorio.

-Si sigues comportándote como lo haces, pueden hacerlo y quitarme la custodia.

-Deberían quitársela a papá. Él no hace absolutamente nada por mí. Estoy totalmente aburrido de verle la cara todos los días, mamá –suspiró-. Quiero volver a casa.

-Lo sé, cariño, pero sabes perfectamente porque no quiero que estés aquí, así que hazme caso, ¿de acuerdo?

-De acuerdo –dijo, a regañadientes-. Lo haré.

Es en ese momento cuando pensé que ese era el momento adecuado para salir. Así que me escurrí hasta la sala de estar y pretendí estar pendiente al juego de Frankie cuando ellos regresaron mucho tiempo después. Posteriormente a eso, Nick y yo nos fuimos. No después de una larga y emotiva despedida, claro. Denise lloraba nuevamente y Frankie estaba amarrado a la pierna de Nick.

-¡No voy a tener con quien jugar! –Clamaba el niño-. ¡No te vayas!

Poco después, se giró hacia mí, pensando que yo podría ayudarlo, pero Denise lo agarró de la oreja.

-Ya, Frankie. Para –le dijo-. Ellos se tienen que ir, pero volverán pronto, ¿cierto? –sus ojos me miraron-. Me gustaría volver a verte por aquí, _____. Ha sido una bonita mañana –me sonrió.

-Oh, claro, seguro que volveremos –miro a Nick-. Sería un placer.

Nick pasó un brazo sobre mis hombros, sonriendo abiertamente.

-Lo que pasa es que _____ está castigada y tenemos que regresar a la casa antes de que la atrapen saliendo sin permiso –explicó Nick, conmigo mirándolo con molestia. Él se rió cuando vio mi cara, luego miró a su madre-. Tranquila mamá, de todos modos, _____ es muy buena. Solo fue un mal entendido con su madre.

Denise rió y asintió.

-De acuerdo, váyanse –las lágrimas volvieron a bajar-. No quiero que tengan problemas.

Nick la abrazó un par de veces más y Frankie me abrazó a mí, recibiendo una mala cara de parte de Nick. Luego, nos subimos en Amber y Nick salió del lugar con un suspiro.

***

Nick no musita palabra en todo el camino, hasta que yo lo saco de su transe.

-¿Quieres dar vuelta y regresar? –pregunto-. No pareces estar muy contento de irte.

-No lo estoy –admite-. Regresar a donde están papá y Camille no es una cosa que me alegre mucho. Sin embargo, tampoco quiero dar vuelta y regresar.

Frunzo el ceño.

-¿Qué quieres decir?

-No vamos a casa todavía –una sonrisa traviesa se extiende por sus labios-. Camille y papá no regresan todavía, así que tenemos mucho rato para estar fuera nosotros también.

Es entonces cuando un bombillo se enciende sobre mi cabeza y me hace reír.

-¿Es por eso que le dijiste a tu madre lo del castigo? –Nick me mira y asiente, sonriendo-. ¡Eres muy malo, Nicholas!

Nick hace un giro mortal, cortándole el paso a algunos autos y se estaciona en el margen de la calle. Yo me sujeto al asiento, muerta del miedo. Nick se gira a verme y yo le muestro mi cara de desaprobación. Sin embargo, antes de que pueda decirle algo, él habla.

-Dilo de nuevo –su voz se escucha ronca.

Ahora estoy confundida. Frunzo el ceño y él responde a mi pregunta silenciosa.

-Repite mi nombre –insiste.

Me tomo mi tiempo.

-¿Nicholas? –sueno vacilante, como si se lo estuviese preguntando.

-Vamos, dilo con más fuerza, sin vacilar –continua insistiendo. Sus ojos están penetrando los míos y yo me siento intimidada. No es que no me guste sentirme así. Si digo verdad, me siento caliente por todas partes.

-Nicholas –repito, así como lo dije antes.

Nick no vacila.

Toma mi cara entre sus manos antes de besarme con fuerza y pasión. Me toma desprevenida, pero rápidamente le correspondo el demandante beso, sin una pizca de titubeo. Sus dientes rozan mis labios con urgencia, desesperado por obtener más del beso, de mí. Su lengua se abre paso por mi boca y comienza a rozar la mía, y una guerra se desata. Y ya no podemos parar. Nos fundimos el uno en el otro de tal manera que ya se olvidó como se respira y donde estamos. Actualmente, estoy en el paraíso.

Poco después, cuando las necesidades humanas (como respirar) intervienen en el beso para hacernos saber que somos mortales, Nick suelta mis labios, mas no mi cara. Se mantiene cerca de mí, jadeando contra mi aliento.

-Es impresionante saber el poder que tiene mi nombre cuando lo pronuncian tus labios –dice, con los ojos cerrados mientras yo me empapo de sus hermosas facciones-. Te necesito ahora, _____. Tanto que hasta duele.

-No hay problema –murmuro-. Estoy aquí.

-Si fuese de noche, te tomaría justo aquí, justo ahora –murmura, haciéndome vibrar de excitación-, pero no quiero que alguien más te vea.

-No es de eso de lo que hablo…

Rompo el agarre que tiene en mí y me inclino hacia él. El bulto de su pantalón es muy, muy notable, así que comienzo a desabotonarle el pantalón con cuidado. Nick gime cuando siente mis dedos sobre su erección y aun más cuando le bajo la cremallera. Es cuando meto mi mano dentro de los bóxers que Nick suelta un quejido y se aguanta firmemente a los costados del asiento. Saco su dura y firme erección de los bóxers y él comienza a jadear.

-Para, para –suplica, pero hace absolutamente nada para detenerme. Sin embargo, no sin un esfuerzo, se inclina sobre mí para apagar el motor del auto.

Luego comienza la diversión.

Cuando se corre en mi boca, un pequeño gruñido de satisfacción se escapa de su garganta. Eso inevitablemente me hace sentir poderosa. Nick aguanta mi cabello con firmeza, balanceando sus caderas hacia arriba mientras el orgasmo va desvaneciendo poco a poco. Cuando el agarre de su mano va soltando mi cabello, es entonces cuando lentamente voy sacando su miembro de mi boca. Lamo la punta antes de soltarlo por completo. Nick se mantiene en silencio, con los ojos cerrados, tratando de recuperarse por completo.

No obstante, su miembro vuelve a estar erecto en poco tiempo.

Nick abre los ojos y me mira.

-Vamos al apartamento de mi padre, ¿de acuerdo? –Asiento, mordiendo mi labio inferior-. Me estoy muriendo por estar dentro de ti.

***

A penas hemos pasado la puerta del apartamento, y Nick ya está quitando mi ropa y la suya sin miramientos. Prenda tras prenda cae al suelo mientras nos besamos con pasión, con necesidad. Esta vez no nos detenemos y encontramos nuestro camino hacia la habitación de Nick y caemos sobre su cama, con Nick todavía vistiendo su jean mientras que yo solo visto mis bragas. Mis piernas están enrolladas alrededor de sus caderas mientras que él está sobre mí, devorándome como un loco. Entre su sedoso cabello, se entierran mis manos para mantenerlo muy cerquita mío.

Pronto, su ropa desaparece junto con mis bragas, y comienzan a llover los besos, las caricias y la pasión. No nos detenemos, no podemos separarnos, no podemos parar la tormenta que nos abrasa. Y ligero nos fundimos en un uno solo, con ardor, con necesidad y tan románticamente como jamás había pasado entre nosotros. Las horas volaron como el viento, silenciosas e invisibles, lejanas a nuestras pasiones. La luz de la tarde le dejó paso a la hermosa luz del atardecer y tan pronto como las estrellas comenzaron a aparecer en el firmamento, yo me quedé dormida por el agotamiento con los brazos de Nick firmemente apretados a mi cintura.

que habra pasado con nick?
por que lo quieren llevar a un reformatorio
siguela
esta genial

Joderrr Licsa, finalmente has vuelto!!! Me creerias si te dijera que por alguna cuestion de la vida ayer pense “Licsa subirá cap, por lo general lo hace los jueves o fines de semana” y BAMMMM, entro al foro y hay cap!!! Y.. ME ENCANTOOOO!!!! No tienes idea los pensamientos que vinieron a mi cabeza mientras leia el cap.. Me senti sucia :$ JAJAJAJ pero... Ostia tía, esta perfectt el cap! No quiero analizar todavía el cap, sigo todavía pendiente de lo hot que estuvo fenomenal.. Tampoco me quiero preocupar por el castigo de la otra.. Solo lo hot JAJAJ te cuentoo? Quiero escribir una novela, así full hot... Pero no se que tan buena sea.. Imaginate que ya el proximo año iré a la universidad y quiero estudiar literatura.. Me encantaría escribir pero no me considero muy buena en la tarea .___. Anyway.. Como haces para que te salga tan perfect? Jajaj me encanta como escribes y mas que nada... Siguela!!! :B PD: este comentario esta raro.. Está todo pegado e intentaba poner punto aparte y no pude bajar :'( sorry si te enredas JAJAJAJA love youu <3

Forista! Cantidad de envíos : 54 Fecha de inscripción : 10/05/2014

No se si ya me habia presentado... o.O
Bno por si no soy ale... Smile

De la nove la verdad esqe esta bn padre... pero mi prefunta es.... qe hizo nick antes de conocer a ________?

Ok me voy... y esperare el proximo capitulo.. Smile

Que hotttt
Ya quiero mas
Y cual es el secreto que tiene nick
Siguela pronto

Siguela te lo suplico

Forista! Cantidad de envíos : 54 Fecha de inscripción : 10/05/2014

Siguela por favor.....

Hola, preciosuras! Smile

Me alegra saber que aún siguen pendientes a mi novela. Es un orgullo saber cuánto les gusta. Me hace sentir importante, jajaja. Anyway, resumiendo: gracias por su apoyo. Son las mejores lectoras del mundo!
Espero que les guste este nuevo capítulo. (Sé que sí les va a gustar). ; )
Ahora sí, no les tomo más tiempo. Disfruten.
Las quiero. Se cuidan ♥

Btw. Fer, vas a ser una maravillosa escritora, lo sé. Me gustaría leer algo tuyo. Sería interesante tener un vistazo a lo que esconde esa cabecita llena de imaginación. Cuidate muuucho! Y espero saber de ti pronto!

Capítulo 9: Parte 1
Me despierto más tarde al escuchar el rumor de la ropa al ser movida, doblada y luego dejada en algún lugar. Abro los ojos para encontrarme con Nick haciendo ese trabajo de espaldas a mí y con solo sus ajustados bóxers puestos. Los músculos de su espalda trabajan en conjunto, moviéndose, comprimiéndose y extendiéndose con cada movimiento de sus brazos, cosa que me vuelve loca. Hago el famoso silbido para indicarle lo sexy que se ve y él se gira hacia mí, con su hermosa sonrisa burlona adornando sus labios.

-Buenas noches, solecito –me dice, cosa que me hace sonreír. Él deja lo que está haciendo y camina hacia la cama-. Pensé que tendría que vestirte y cargarte hacia el auto. Te fuiste completamente del mundo.

-Bueno, me dejaste exhausta, pícaro –digo, estirándome un poco en la cama al tiempo en que él sienta junto a mí. Le sonrío-. Supongo que ya tenemos que irnos, ¿no?

Él sacude la cabeza.

-Todavía no. No me arruines la diversión. He pasado un buen día hoy –dice, inclinándose para besar mi frente. Cierro los ojos para disfrutar de la sensación. Cuando los abro, él está sonriéndome-. Llamé a Jared y me dijo que nuestros padres todavía no han llegado a casa. Eso significa que tenemos un poco más de tiempo. Es domingo y mañana es un día feriado –se encoge de hombros-. Seguramente están celebrando algo.

-Debe ser –suspiro, encogiéndome de hombros también-. No me importa, de todos modos.

-Tampoco a mí –se inclina para besarme suavemente en los labios-. ¿Tienes hambre? Puedo pedir algo, si quieres.

Sacudo la cabeza.

-No. Estoy bien –digo-. Pero si tú quieres algo…

-Solo te necesito a ti para estar bien –sonríe y aparta un mechón de cabello de mi cara.

Eso me hace sentir un retortijón en el estómago, pero lo ignoro. Le sonrío.

-De acuerdo –aparto la mirada. Me muerdo el labio inferior al tiempo en que devuelvo la mirada hacia él y cambio el tema-. Dijiste que hablarías más tarde conmigo, ¿de qué era…?

Él se ríe. Luego, se acomoda sobre mí, agarra mi cara entre sus manos y me besa en los labios con dulzura.

-Esto para mí fue hablar, _____ –dice-. Solo quería que te dieras cuenta que estás muy interesada en mí.

Ahora es mi turno para reír.

-De acuerdo, le mentí a Frankie. Estoy muy interesada en ti –sonrío y él se inclina para besarme nuevamente.

-Eso es algo que ya sabía –se ríe, besando mi mejilla. Yo levanto mis manos para colocarlas sobre sus hombros y él se apoya en sus codos para pegarse más a mí, pero sin aplastarme con su peso, y continua besándome dejando trazos desde mi mejilla hasta mi cuello y seguido por mis hombros.

Justo en esos momentos de silencio en el apartamento, se escucha la puerta al ser abierta. Nick detiene sus caricias y me mira, con sus ojos bien abiertos. Yo le devuelvo la misma mirada asustada. No hablamos, mas sin embargo nuestras miradas dicen lo mismo: ¿ahora qué hacemos? Porque es obvio que son nuestros padres. Es obvio que van a atraparnos in fraganti. Es obvio que estamos totalmente castigados de por vida. Peor, estamos muertos.

Nick me saca del trance de paranoia.

-Vamos a bajar de la cama lentamente, ¿de acuerdo? –susurra. Asiento.

Él rueda lentamente hacia mi lado derecho, escondiendo su cuerpo con la cama. Porque por desgracia para nosotros, la cama está acomodada en un ángulo en el cual quien mira por la puerta puede ver claramente hacia ella. Sin embargo, el lado para el que Nick cayó, está oculto para cualquier entrometido.

Repito los movimientos de Nick, llevándome el cobertor conmigo. Caigo sobre Nick, provocando que él suelte un gemido y que yo me ría un poco por ello. Nick me besa rápidamente para evitar que nuestros padres nos escuchen y luego pone el dedo índice sobre sus labios para que yo me mantenga callada. Asiento.

-Extrañaba venir a este lugar, ¿sabes? –escucho la voz de Camille a lo lejos-. Tiene tantos recuerdos.

-Lo sé, cariño –la voz de Paul está llena de dulzura-. Vendremos de vez en cuando, tratando de no concordar con las visitas de Nick. Le he dejado una llave… por si quiere traer a alguien aquí.

-Genial –la voz de Camille es amarga-. Va a dejar a una niña embarazada si lo sigues complaciendo de esa manera.

-Nick es de todo menos irresponsable y descuidado. Él conoce lo que debe hacer, Camille –dice Paul.

El aludido, aún debajo de mí, rueda los ojos. Sonrío.

-Defiéndelo, pero luego no vengas a mí cuando venga con la sorpresa –replica ella.

-Bebé, no vinimos aquí para discutir acerca de mi hijo –contesta Paul-. Vamos a la recamara…

Camille suelta un pequeño gritillo.

-¡Es un sostén, Paul! –exclama-. Ese niño está fuera de control… -hay una pausa-. Aunque espero que no sea de alguna mujerzuela tuya.

Yo le abro los ojos grandes a Nick. Él se encoge de hombros lo más que puede y me muestra su sonrisa burlona.

-No lo es, cariño –dice Paul-. Tiene que ser que Nick trajo a alguien aquí antes. Él estaba visitando a su madre hoy.

-Espero que se hayan reservado el solo quedarse dentro de su cuarto –escucho el asco en la voz de Camille. Ruedo los ojos.

-Yo también –ahora la voz de Paul se escucha un poco más lejana.

Pronto escuchamos la puerta de la habitación de Paul ser cerrada hasta con llave. Me doy el lujo de suspirar.

-Pensé que habías recogido toda nuestra ropa –le murmuro a Nick.

-Olvidé tu sostén. Lo siento –sonríe nuevamente-. Tenemos que irnos.

-¿Ahora?

-Por supuesto que ahora –dice-. No podemos esperar más –suspira-. Esperaba tener una noche tranquila contigo, pero por desgracia ellos llegaron a arruinar nuestra velada.

-Como llegan a arruinar todo –ruedo los ojos y suspiro-. Hora de irnos.

Intento levantarme, pero Nick cierra sus brazos alrededor de mi cintura para entonces darme otro beso en los labios.

-Ahora puedes levantarte –me da una nalgada y yo le doy una mirada híbrida de amonestación y diversión antes de levantarme.

Suelto el cobertor sobre la cama antes de recoger mis bragas del suelo y ponérmelas. Nick coloca una mano sobre mis caderas, cosa que hace que me sobresalte un poco. Él se ríe por lo bajo y comienza a ponerse su propia ropa. Estoy a punto de ponerme el vestido antes de darme cuenta de que me falta el sostén. Nick me detiene.

-No te lo pongas o levantarás sospechas –dice-. De todos modos, vamos para tu casa.

-¡No puedo salir sin sostén! –Replico, frunciendo el ceño-. Eso se deja para las mujeres vulgares.

Nick rueda los ojos.

-Ahora esto es de vida o muerte –dice-. No vas a ponértelo y punto.

Le doy una mirada de molestia, pero le hago caso. Continúo poniéndome todo lo demás, menos el sostén. Cuando estamos listos para irnos, Nick recoge su cama y la acomoda como la encontramos cuando llegamos. Agarra mi mano al salir de la habitación y cierra la puerta detrás de nosotros con mucho cuidado. En nuestro camino a la salida pasamos por el lado de mi sostén, el cual está sobre el espaldar del sofá. Nick abre la puerta con cuidado y me deja salir a mi primero. Después de que él sale, cierra la puerta con mucho cuidado.

-¿Tienes todo, cierto? –me pregunta Nick.

-Todo menos el sostén –asiento-. ¿Y tú?

Él se palpa los bolsillos, haciendo caso omiso de mi comentario.

-Todo. Vamos.

Vuelve a agarrar mi mano entre las suyas y salimos del edificio con la suerte sobrándonos.

***

Cuando llegamos a casa, encontramos todo el lugar a oscuras. Constance debió irse a dormir temprano, supongo. Nos quitamos nuestros zapatos para pasar en silencio a través de la estancia llena de baldosas. Con la suerte todavía de nuestro lado llegamos a mi habitación y logramos encerrarnos en ella pasando desapercibidos. Soltamos nuestros zapatos en el suelo al mismo tiempo en que yo alcanzo el interruptor de la luz y la figura de mi hermano se ilumina sobre la cama.

Nick suelta una obscenidad mientras que yo salto de la impresión.

-¡Jared! –Exclama Nick-. ¿Qué demonios pasa contigo?

-Éstas no son horas de llegada –replica-. ¿Dónde estaban?

-En Fitztown, idiota –responde Nick, rodando los ojos. Procede a quitarse la camisa y a sacar todo lo que tiene dentro de sus bolsillos para dejarlos sobre la cómoda-. Nos atrasamos porque mi madre no nos quería dejar ir y luego el tráfico fue una tortura.

Jared lo ignora y me mira a mí. Es increíble lo que hace para saber si Nick dice la verdad. Parezco un detector de mentiras.

Tartamudeo un poco y miro entre ellos antes de hablar.

-Nos detuvimos en el apartamento del padre de Nick –digo con un largo suspiro-. Allí nos encontramos a Camille y Paul.

-No puedo contar contigo –dice Nick, bufando-. Tengo que enseñarte a mentir.

-¿Qué? –Jared abre los ojos bien grande, levantándose de la cama a su vez-. ¿A mamá y Paul? ¿Qué les dijeron? ¿Los encontraron en pleno acto o…?

-No seas morboso –Nick interrumpe con cara de asco-. ¡No, claro que no! Ellos llegaron cuando nosotros estábamos allí.

-¿Y qué pasó? No les voy a creer si me dicen que no los vieron –dice, dándonos una cara de pervertido.

Yo no reacciono, no puedo. Nick, sin embargo, está más despierto que yo.

-No, no nos vieron –dice-. Logramos escondernos antes de que nos vieran. Eso sí, mañana me van a echar una discusión, un sermón y me van a traer a un cura para que me convierta en bueno. ¿Podrías darte vuelta? –le dice a Jared-. No quiero que veas mis atributos. Son exclusivos para _____.

-No escuché eso –dice, dándose vuelta para mirarme-. ¿Por qué les van a echar una bronca?

Detrás de él, Nick se está quitando el jean para cambiárselo por un pantalón de pijama que había dejado con anterioridad dentro de una de mis gavetas.

-Porque se me olvidó recoger toda la ropa que habíamos dejado tirada en el suelo y encontraron el sostén de _____ –Nick lo dice casualmente, pero Jared hace una cara de querer matarlo por celos-. Jamás pensarán que era de ella, de modo que no hay de qué preocuparse.

-Están siendo demasiado descuidados –Jared sacude la cabeza-. Si llegan a meter la pata, van a tocar fondo. Mamá los matará a ambos.

-No me importa Camille –Nick se encoge de hombros-. Mientras _____ no me diga que no, no hay nada que me pueda hacer detenerme.

Jared se gira a verlo.

-_____ tiene muchos problemas con mamá. Si se entera de esto, va a mandarla muy lejos de aquí. Tal vez a un reformatorio.

Eso me hace reaccionar. Es hora de sacar al entrometido de aquí.

-Estoy aquí, chicos –digo, caminando hacia mi hermano-. Tranquilo, grandulón. Sabemos lo que hacemos y cómo hacerlo. Tomaremos tus consejos, pero mientras tanto: no te metas, por favor. Yo no me meto en tu vida. No lo hagas conmigo.

Jared rueda los ojos y asiente.

-Ya me voy. No tengo nada que hacer aquí, entonces –se inclina para besar mi frente-. Confío en ti, preciosa. No metas las patas.

-No lo haré –le sonrío.

-No seas un imbécil, Nick –dice mientras sale de la habitación y cierra la puerta detrás de él.

Nick se ríe y se tira sobre mi cama.

bueno, estaba preocupada por el sosten
pero veo que todo estara tranquilo
dios
siguela
odio a camille

jajaja se les olvido el sosten Razz

UHh nick es tan asdfghjk baba

Siguela!!!!

Hahaha espero hallan usado preservativo
Ya quiero el otro capitulo
Cuando lleguen y no encientren a nick
En au cuarto
Espero y el de rayis este cerrado con seguro
Bueno
No lo sabre hasta que monte
Espero sea probto

Dios siguela por favor

siguelaaaaaaaaaa cheers

Nuev@ Cantidad de envíos : 15 Fecha de inscripción : 11/01/2014

SIGUELAAAAA!!! Nick es taaan ajdgdjsks baba

ASHH ESTA BUENISIMAAAA!! <3

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