Never Mind
Y al fin había llegado el gran día. Bueno, para él. Para mí no era más que el peor día de toda mi vida. Él, Joseph, el amor de mi vida, y también mi mejor amigo, iba a casarse. Dios, tenía ganas de vomitar. Me sentía terriblemente mal, pero bueno, por lo menos estaba Jenn, su prima que sabía todo lo que yo sentía y me consolaba cada vez que estaba mal.
No podía dejar de mirarlo, se veía hermoso con ese traje, y se lo notaba nervioso. Eso me recordaba a todas las veces que intenté decirle lo que sentía, pero siempre el miedo me ganó y solo huía. Y ahora me sentía horrible.
-¡Jenn, no puedo hacer esto, no me puedo quedar, no puedo ver como lo pierdo, no puedo! –y si, ya estaba llorando. No podía hacer otra cosa más que llorar.
-Está bien, nunca tendrías que haber venido, sabía que te ibas a sentir mal. Vete, yo le diré, no sé… que te sentías mareada y te fuiste. –sonrió y me abrazó.
-Gracias, nos vemos. –dicho esto me levanté del banco de la iglesia y caminé con rumbo a la salida de la iglesia. Podía sentir las frías miradas de la familia de la novia. Y si, me odiaban por ser la mejor amiga de Joseph.
-¡______! –Maldita sea, me había visto.
-Joe, perdón, pero no puedo quedarme. Me dio un fuerte dolor de cabeza, siento que en cualquier momento me voy a desmayar. –Nunca mentía, y no me saldría bien justo ahora.
-______ te conozco, dime qué te pasa.
-No te preocupes,
no importa. –dicho esto, me largué de esa bendita iglesia, si me quedaba un solo segundo más, no lo soportaría y haría algo de lo que podría arrepentirme después.
…
Joe en este momento debe estar dando sus votos para casarse, y yo… yo estoy aquí, llorando como la idiota que toda mi vida fui. Comiendo galletitas Oreo mojadas en leche blanca; eso siempre me tranquilizaba, pero hoy desgraciadamente nada podía hacerlo.
Seguí lamentándome hasta que sonó el maldito timbre. Solo espero que no sea el estúpido cartero, porque se irá con la cara rota y unos cuantos dientes menos…
-¿JOE?! ¿Qué estás haciendo aquí? –abrí mis ojos a más no poder. ¿No se supone que él en este momento tendría que estar en la iglesia?
-No podía casarme. No cuando la persona que verdaderamente amo está llorando porque yo soy un imbécil que nunca se dio cuenta de lo que sentía.
-¿Qué quieres decir con eso? –estoy loca ¿o Joe Jonas está diciendo que me ama?
-Que te amo _____ Taylor. Por fin pude abrir los ojos y darme cuenta que todo lo que necesito eres tú. No importa todo lo que haya dicho o hecho, te amo. ¡¿Crees que puedas darme una oportunidad?
-Bueeeeno, tendría que pensarlo… -traté de hacerme la imposible, pero ¡Vamos! ¡Era imposible, esto fue lo que esperé toda mi vida! Reí y me abalancé sobre él- Claro que sí, gran idiota. –dicho esto, nos besamos. El beso con el cual venía soñando desde que lo había conocido.