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| No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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+26littlestar_adri iseliousjb Carpe Diem eschio GreciaGarcia Ivethzitha Tatu d'Jonas Zoé Zárate Karen11 darley ro$$ 100% fan$ griton@ nasgdangerJONAS aranzhitha HistoriaDeUnAmor BETTY DE JONAS Julieta♥ karenjoonas PidgeJonas jonatik4everrr kelilovejoe Ceecii Jonas mari_jonas_I love VaLeexD FlorJonasJB camilitalovato Trouble 30 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 14th 2013, 20:22 | |
| Capitulo 36 Parte 2
Angus se sentó al volante, nos pusimos en marcha y abrimos una botella de Armand de Brignac por el camino. Cuando llegamos a Tableau One, un nuevo restaurante de fusión con una serie de platos de comida saludable y del que salía hasta la calle una música muy potente, la combinación del champan y la ardiente mirada de Joe a la longitud casi indecente de la falta hacía que me sintiera mareada. Shawna se inclinó hacia delante en el asiento y miraba con los ojos muy abiertos a través de las ventanillas tintadas. —Doug intentó reservar aquí antes de marcharse, pero la lista de espera es de dos meses. Puedes presentarte sin más, pero a veces hay que esperar varias horas y no hay garantía de que llegues a sentarte. La puerta de la limusina se abrió y Angus la ayudó a salir primero a ella y luego a mí. Joe se unió a nosotras y me cogió del brazo como si fuéramos vestidos de gala y no para asistir a un concierto de rock .
En cuanto entramos tuvimos escolta; el gerente era tan cordial y tan efusivo, que yo miré a Joe y le pregunté sólo moviendo los labios: ¿Uno de los tuyos? —Sí, soy socio. Di un suspiro, resignada a lo inevitable. —¿Tu amigo va a reunirse con nosotros para cenar? Joe asintió con un gesto de la cabeza. —Ya está aquí. Le seguí la mirada hasta un hombre bien parecido con vaqueros azules y camiseta de los Six-Ninths. Estaban fotografiándole con dos mujeres muy guapas a cada lado, y él le brindaba una amplia sonrisa a la persona que sostenía una cámara de un smartphone. Saludó a Joe con la mano y se excusó. —¡Oh, Dios mío! —Shawna se puso a dar brincos—. ¡Es Arnoldo Ricci! Este restaurante es suyo ¡y tiene un programa en la Food Network ! Joe me soltó para darse un apretón de manos con Arnoldo y efectuar el ritual de las palmaditas en la espalda típico entre hombres que son buenos amigos. —Arnoldo, te presento a mi novia, __ Tramell. Le tendí la mano, Arnoldo la cogió, me acercó más a él y me besó directamente en la boca. —Atrás —le espetó Joe, poniéndome detrás de él. Arnoldo sonrió, y en sus ojos oscuros podía verse un destello de humor. —¿Y quién es esta fantástica criatura? —preguntó, volviéndose hacia Shawna y llevándose su mano a los labios. —Shawna, él será tu acompañante, Arnoldo Ricci, si consigue sobrevivir a la cena. —Joe le dirigió a su amigo una mirada de advertencia— Arnoldo, Shawna Ellison. Ella irradiaba entusiasmo. —Mi novio es un gran admirador tuyo; y yo también. Un día preparó lasaña con tu receta y estaba PA-RA-MO-RIR-SE. —Joe me ha dicho que ahora está en Sicilia —la voz de Arnoldo tenía un acento encantador— Espero que puedas ir a hacerle una visita. Miré fijamente a Joe, con la certeza de que yo no le había dado tanta información sobre el novio de Shawna. Él me devolvió la mirada con una expresión de fingida inocencia y una sonrisita burlona casi imperceptible. Meneé la cabeza, exasperada, pero no podía negar que aquélla iba a ser una noche que Shawna nunca olvidaría. La hora siguiente pasó volando en una nebulosa de excelente comida y vino selecto. Yo estaba zampándome un extraordinario zabaione con frambuesas cuando pillé a Arnoldo observándome con una sonrisa de oreja a oreja. —Bellísima —dijo, galante—. Siempre es un gozo ver a una mujer con buen apetito. Me sonrojé, con un poco de vergüenza. No podía evitarlo; me encantaba la comida. Joe extendió un brazo por el respaldo de mi silla y se puso a juguetear con el pelo de mi nuca. Con la otra mano se llevó un vaso de vino tinto a la boca y, cuando se pasó la lengua por los labios, supe que él en realidad quería saborearme a mí. El aire que había entre nosotros estaba impregnándose de su deseo. Yo había sentido su influjo durante toda la cena. Metí la mano debajo de la mesa, le sujeté la polla por encima de los pantalones y apreté. Pasó de semidura a dura en un instante, pero él no dio ninguna señal visible de su excitación.
No pude evitar tomarlo como un desafío. Comencé a acariciársela con los dedos en toda su extensión y rigidez, procurando que los movimientos fueran lentos y cuidadosos para que los demás no los notaran. Con gran regodeo por mi parte, Joe continuó la conversación sin ningún problema y sin cambiar de expresión. Su autocontrol me provocaba, me hacía más atrevida. Busqué los botones de la bragueta, estimulada por la idea de liberar aquel miembro y tocarlo piel con piel. Joe tomó otro sorbo pausadamente y luego dejó el vaso en la mesa. —Sólo tú, Arnoldo —respondió secamente a algo que su amigo había dicho. Me agarró por la muñeca justo cuando iba a desabrochar el primer botón y se llevó mi mano a los labios, haciendo que su gesto pareciese una espontánea demostración de afecto. El mordisco que me dio en un dedo me pilló por sorpresa y me hizo jadear. Arnoldo sonrió; era esa sonrisa de complicidad y un poco burlona que un soltero le dirige a otro al que le ha pescado una mujer. Dijo algo en italiano, y Joe le contestó, con una pronunciación fluida y sexy y un tono irónico. Arnoldo echó hacia atrás su morena cabeza y soltó una carcajada. Me removí en mi asiento. Me encantaba ver así a Joe, relajado y divirtiéndose. Él miró mi plato de postre vacío y después a mí. —¿Lista para marcharnos? —Sí, sí. —Estaba deseando ver cómo discurría el resto de la noche y cuántas facetas más de Joe descubriría. Porque yo amaba al hombre que era en aquel momento tanto como al poderoso empresario con traje, al amante dominante en la cama, al niño destrozado que no podía esconder las lágrimas y al tierno compañero que me abrazaba cuando lloraba yo. Joe era muy complejo, todavía un gran misterio para mí; apenas había escarbado en la superficie de su personalidad. Pero nada me detenía para seguir profundizando.
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 15th 2013, 20:21 | |
| awww me encanta Joe!!!!! Es tan dulce !! Lo amo Siguela!!! | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 17th 2013, 17:32 | |
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| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 17th 2013, 18:09 | |
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| | | GreciaGarcia Forista!
Cantidad de envíos : 61 Fecha de inscripción : 07/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 17th 2013, 19:27 | |
| siguelaaaaaaaaa me encanta tu noveeeee <3 <3
Att: Greciia<3 | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 17th 2013, 22:37 | |
| OH POR DIOS!!!! Lamento tanto haber descuidado tu nove...pero mi internet se descompuso y no tuve de otra que esperar a que lo arreglaran:( Pero está increíble tu nove... Me parece muy interesant ahora que a ___________ se le acabó la regla ahora... Qué pasará??? Por fis siguelaaaaa!!!! | |
| | | GreciaGarcia Forista!
Cantidad de envíos : 61 Fecha de inscripción : 07/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 20th 2013, 21:24 | |
| siguelaaaaaaaaaa siguelaaaaaaaaaa
Att: Greciia<3 | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 21st 2013, 17:21 | |
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| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 21st 2013, 17:30 | |
| ¡¡NO PODÉS DEJARLA AHÍ!! SEGUILAAAAAAAAAA | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 22nd 2013, 15:04 | |
| Capitulo 36 Parte 3
—¡Son buenos estos chicos! —gritó Shawna cuando el grupo telonero se lanzaba a la quinta canción. Nosotros nos habíamos levantado de los asientos después de la tercera, abriéndonos paso entre la agitada masa de espectadores hasta la barrera que separaba la zona de butacas de la zona más cercana al escenario. Joe me rodeó con sus brazos, resguardándome así por ambos lados, y puso las manos en la barrera. El público hacía presión a nuestro alrededor, empujando todo el mundo hacia delante, pero yo estaba protegida por su cuerpo, igual que Shawna, junto a nosotros, estaba protegida por el cuerpo de Arnoldo. Tenía la seguridad de que Joe podría haber conseguido unos asientos muchísimo mejores, pero yo no tuve que decirle nada de cómo había conseguido las entradas sólo para las fans, y el hecho de que nos hubiera invitado ella significaba que no teníamos alternativa. Me encantó que lo comprendiera y que se dejase llevar por la corriente. Giré la cabeza para mirarle. —¿Este grupo tiene también contrato con Vidal? —No, pero me gustan. Que Joe estuviera disfrutando del concierto me animaba mucho. Levanté los brazos y di gritos, impulsada por la energía de la multitud y el ritmo de la música, y bailé dentro del contorno de sus brazos, empapada de sudor y con la sangre circulando impetuosamente. Cuando el grupo telonero terminó, los tramoyistas se pusieron manos a la obra inmediatamente desmontando el equipo de los primeros y montando el de los Six-Ninths. Agradecida por aquella noche, por la alegría, por el gustazo de desmadrarme con el hombre que amaba, me volví y eché los brazos al cuello de Joe, apretando mis labios contra los suyos. Él me levantó en vilo y me hizo poner las piernas alrededor de su cintura, besándome violentamente. Estaba empalmado y me estrechaba incitándome a frotarme contra él. La gente que nos rodeaba silbaba y abucheaba, diciéndonos cosas como «buscaos una habitación» o «fóllatela, tío», pero a mí me traía sin cuidado y lo mismo a Joe, que parecía dejarse llevar tanto como yo por aquel arrebato sensual. Con una mano en mi trasero me restregaba contra su erección mientras que con la otra me agarraba del pelo, sujetándome dónde le convenía, a la vez que me besaba como si no pudiese parar, como si se muriera por mi sabor. Nuestras bocas abiertas se recorrían con urgencia la una a la otra. Introducía la lengua en movimientos rápidos y profundos, follándome la boca, haciéndole el amor. Yo le bebía, le lamía y le paladeaba, gimiendo ante su insaciable avidez. Él me succionaba la lengua, deslizando el círculo de sus labios a lo largo de ella. Aquello era demasiado. Yo estaba toda húmeda y ansiosa por su polla, casi desesperada por la necesidad de sentirla llenándome. —Vas a hacer que me corra —murmuró, y estiró mi labio inferior con sus dientes. Yo estaba tan fundida con él y su fogosidad que apenas me di cuenta de que los Six-Ninths habían empezado. Fue en el momento en que entró el vocalista cuando volví a la realidad. Me puse rígida, y mi mente trató de abrirse camino entre la nebulosa de la pasión para procesar lo que estaba oyendo. Yo conocía aquella canción. Abrí los ojos cuando Joe se echó hacia atrás. Por encima de sus hombros vi carteles escritos a mano que la gente sostenía en el aire. ¡BRETT KLINE ES MÍO!, ¡FÓLLAME, BRETT!, y mi favorito: ¡¡¡BRETT, ME LO MONTARÍA CONTIGO COMO UNA LOCA !!! Joder. No podía ser. Seguro que Cary lo sabía. Lo sabía y no me había advertido. Probablemente pensó que me parecería gracioso si me enteraba por casualidad en vez de a través de él. Aflojé las piernas en las caderas de Joe y él me dejó en el suelo, protegiéndome de los frenéticos fans con el escudo de su cuerpo. Volví la cara hacia el escenario y sentí un tremendo hormigueo en el estómago. No me cabía duda, Brett Kline estaba al micrófono, derramando aquella voz profunda, poderosa, endemoniadamente sexy, sobre los miles de personas que habían ido a verle en acción. Llevaba el pelo corto y de punta. Había vestido su esbelto cuerpo con pantalones color aceituna y una camiseta negra sin mangas. Era imposible verle desde donde yo me encontraba, pero yo sabía que tenía los ojos de un brillante verde esmeralda y un atractivo rostro de facciones marcadas, y que su impactante sonrisa dejaba ver un hoyuelo que volvía locas a las mujeres. Hice un esfuerzo por apartar los ojos de él y miré a los otros miembros del grupo. Los reconocí a todos. Tiempo atrás, en San Diego, no se llamaban Six-Ninths, sino Captive Soul y yo me peguntaba qué les habría llevado a cambiarse de nombre. —Son muy buenos, ¿verdad? —me dijo Joe con la boca en mi oreja para que pudiera oírle. Tenía una mano apoyada en la barrera y la otra alrededor de mi cintura, manteniéndome bien pegada a él mientras se movía al ritmo de la música. La combinación de su cuerpo con la voz de Brett producía un efecto perturbador en mi. Cerré los ojos, concentrándome en el hombre que tenía detrás y en la especial sensación que siempre había experimentado al oír cantar a Brett. La música vibraba en mis venas y me traía recuerdos, unos buenos y otros malos. Me agitaba entre los brazos de Joe, invadida por la excitación. Era plenamente consciente de su deseo, que emanaba de él como oleadas de calor que se infiltraban en mí y me hacían desearle hasta tal punto que la distancia física entre nosotros me resultaba dolorosa. Le cogí la mano que había dejado a la altura de mi estómago y la llevé más abajo. —__... —la pasión le ponía la voz ronca. Yo había estado provocándole toda la noche, desde que le dije que mi menstruación había terminado, pasando por el «trabajo manual» bajo la mesa del restaurante, hasta el ardiente beso del intermedio. Él me tocó un muslo y apretó. —Preparada. Apoyé el pie izquierdo en la parte de abajo de la barrera, dejé reposar la cabeza en su hombro y un instante después ya había metido él la mano debajo de la falda y, con la respiración agitada, me lamía el contorno de la oreja. Le oí, y le sentí, dar un gemido al descubrir lo húmeda que estaba. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 22nd 2013, 15:07 | |
| Capitulo 36 Parte 4
Una canción se mezclaba con la otra. Joe me frotaba en la entrepierna, encima de los culottes, primero con movimientos circulares y luego verticales. Mis caderas se movían al ritmo de sus caricias, mis entrañas se contraían, le presionaba con el **** la protuberancia de su erección. Iba a correrme allí mismo, al lado de un montón de personas, porque eso conseguía Joe. Así de locamente me excitaba. Nada importaba cuando ponía las manos en mi carne y toda su atención se concentraba en mí. —Eso es, cielo. —Separó las bragas con los dedos y me penetró con dos de ellos—. Voy a follarte este coño maravilloso durante días y días. Con todos aquellos cuerpos apretujándonos, la música retumbando, y la intimidad garantizada solamente por la distracción de la gente, Joe hundió más los dedos en mi más que húmedo sexo y los dejó allí. Aquella penetración constante y estática me puso desenfrenada. Empecé a mover las caderas en torno a su mano, esforzándome por conseguir el orgasmo que tanto necesitaba. La canción acabó y las luces se apagaron. Sumida en la oscuridad, la multitud gritaba. Los espectadores iban cargándose de densa expectación hasta que el rasgueo de las guitarras la contuvo. Estallaron los gritos, y las luces de los encendedores empezaron a parpadear, convirtiendo aquel mar de personas en miles de luciérnagas. Un foco iluminó el escenario, mostrando a Brett sentado en un taburete, sin camiseta y brillante de sudor. Tenía el torso firme y bien definido y los abdominales marcando cada músculo. Ajustó la altura del soporte del micrófono, bajándola un poco, y los piercings de sus pezones refulgieron con los movimientos. Las mujeres del público chillaron, incluida Shawna, que se puso a saltar y dio un silbido ensordecedor. Le veía del todo. Sentado, con los pies apoyados en los travesaños del taburete y sus musculosos brazos cubiertos de tatuajes negros y grises, Brett estaba tremendamente sexy y daban ganas de tirárselo. Durante seis meses, casi cuatro años atrás, yo me había humillado para tenerle desnudo siempre que podía, así de encaprichada y desesperada me encontraba yo por sentirme querida y aceptaba cualquier migaja que me arrojara. Joe comenzó a deslizar los dedos hacia dentro y hacia fuera. Entró el batería. Brett se puso a cantar una canción que yo no había oído nunca, con un tono bajo y conmovedor, y la letra clara como el cristal. Tenía la voz de un ángel caído. Fascinante. Seductora. Y una cara y un cuerpo apropiados para reforzar la tentación. Chica morocha. Ahí estás tú. Yo canto a la multitud, la música suena fuerte. Estoy viviendo mi sueño, en la cresta de la ola, pero te veo ahí, con la luz del sol en el pelo, estoy dispuesto a marchar, desesperado por volar. Chica morocha. Ahí estás tú. Bailando para la multitud, la música suena fuerte. Te quiero tanto que no puedo mirar a otro lado. Luego, te pondrás de rodillas. Me suplicarás. Por favor. Y luego te irás, sólo conozco tu cuerpo. Chica morocha, ¿adónde te has ido? Ya no estás ahí, con la luz del sol en el pelo. Yo podía tenerte en el bar o en mi coche, en el asiento de atrás, pero nunca tuve tu corazón. Estoy deshecho. Me pondré de rodillas y te suplicaré. Por favor. Por favor, no te vayas. Hay tantas cosas que quiero saber de ti. __, por favor. Estoy arrodillado. Chica morocha, ¿a dónde te has ido? Yo canto a la multitud, la música suena fuerte. Y tú no estás ahí, con la luz del sol en el pelo. __, por favor. Estoy arrodillado. El foco se apagó. Todavía pasó un buen rato hasta que la música se desvaneció. Volvieron a encenderse las luces y resonó batería. Las llamas dejaron de parpadear y la gente se volvió loca. Pero yo estaba perdida entre el estruendo que llegaba a mis oídos, la opresión en el pecho y la confusión que me hacía tambalearme. —Esa canción —murmuró Joe junto a mi oreja, mientras seguía follándome con los dedos enérgicamente— me hace pensar en ti. Puso la palma de la mano en el clítoris y masajeó: tuve un orgasmo clamoroso. Caían lágrimas de mis ojos. Lloré con vehemencia, temblando entre sus brazos. Me agarré a la barrera que tenía delante y dejé que me desbordara aquel placer imparable. | |
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Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 22nd 2013, 15:11 | |
| Capitulo 37 Parte 1
Cuando terminó el espectáculo, lo único en que podía pensar era en conseguir un teléfono y llamar a Cary. Mientras esperábamos a que la gente fuera saliendo, me apoyé pesadamente en Joe, buscando ayuda en la fuerza de sus brazos, que seguían rodeándome. —¿Estás bien? —me preguntó, acariciándome la espalda de arriba abajo. —Sí, muy bien —mentí. La verdad era que no sabía cómo me sentía. No debería importarme que Brett hubiera escrito una canción en la que diera a entender una versión diferente del rollo que tuvimos. Yo estaba enamorada de otra persona. —Yo también quiero irme —murmuró—. Me muero por estar dentro de ti, cielo. Casi no puedo pensar con claridad. Metí las manos en los bolsillos traseros de sus pantalones. —Pues vámonos. —Yo tengo acceso a los bastidores. —Me besó la punta de la nariz cuando levanté la cabeza para mirarle—. No tenemos que decírselo a ellos, si prefieres salir de aquí. Me quedé pensándolo durante un rato. Al fin y al cabo, la noche había sido, y seguía siendo, estupenda gracias a Joe. Pero sabía que luego iba a arrepentirme si le negaba a Shawna y Arnoldo, que era fan también de Six-Ninths, algo que recordarían el resto de su vida. Y yo mentiría si dijera que no me apetecía echarle un ojo de cerca a Brett. No quería que él me viera a mí, pero yo quería verle a él. —No. Que vengan ellos también. Joe me cogió de la mano y habló con nuestros amigos, cuyo entusiasmo me proporcionó el pretexto de decirles que lo hacía sólo por ellos. Nos dirigimos hacia el escenario y nos desviamos hacia un lateral, donde Joe conversó con un tipo enorme encargado de la seguridad. Mientras el hombre hablaba por el micrófono de sus auriculares, Joe sacó el teléfono móvil y le dijo a Angus que llevara la limusina a la parte de atrás. Durante ese tiempo, se cruzaron nuestras miradas. La intensidad de la suya y la promesa de placer que sugería me dejaron sin aliento. —Tu chico es el nova más —dijo Shawna, dirigiendo a Joe una mirada cercana a la veneración. No era una mirada depredadora, simplemente admirativa—; esta noche es increíble. Estoy en deuda contigo—Y me dio un fuerte abrazo—Gracias. Yo también la abracé a ella. —Gracias por invitarme. Un hombre alto, larguirucho, con mechones azules en el pelo y unas gafas muy elegantes de montura negra, se acercó a nosotros. —Señor Jonas —saludó a Joe tendiéndole la mano—, no sabía que vendría usted esta noche. Joe le estrechó la mano. —No se lo dije —respondió con soltura, y alargó el otro brazo hasta mí para hacerme avanzar un poco y presentarme a Robert Phillips, el mánager de los Six-Ninths. Después, presentó a Shawna y Arnoldo, y nos llevaron a todos entre bastidores, donde había mucha actividad y merodeaban los seguidores. De pronto yo no quería ni ver a Brett. Resultaba fácil olvidar cómo habían sido las cosas entre nosotros mientras le oía cantar. Resultaba fácil querer olvidar después de oír la canción que él había escrito. Pero aquella etapa de mi pasado era algo de lo que no estaba orgullosa precisamente. —Los grupos están aquí dentro —decía Robert señalando una puerta abierta por donde salían sonidos musicales y risas estridentes—. Les encantará conocerle. Me paré de repente y Joe se detuvo y me miró con el ceño fruncido. Me puse de puntillas y le susurré:
—No tengo ningún interés en conocerlos. Si no te importa, voy al cuarto de baño más cercano y luego a la limusina. —¿Puedes esperar unos minutos y me voy contigo? —No te preocupes, que no va a pasarme nada. Me tocó la frente. —¿Te encuentras bien? Pareces sofocada. —Estoy estupendamente. Ya lo verás en cuanto lleguemos a casa. Aquello funcionó. Relajó la expresión y esbozó una sonrisa. —Me daré prisa con esto —Miró a Robert Phillips e hizo un gesto a Arnoldo y Shawna—¿Puede acompañarlos ahí dentro? Vuelvo en un minuto. —Joe, de verdad que no... —protesté. —Voy contigo. Yo conocía aquel tono, así que le dejé que anduviera a mi lado los pocos metros que nos separaban del baño. —Puedo ir sola, campeón. —Te esperaré. —Entonces nunca vamos a salir de aquí. Vete a tus cosas, que no va a pasarme nada. Me miró con expresión paciente. —__, no voy a dejarte sola. —Yo sé arreglármelas, en serio. Se sale por allí. —Señalé el corredor que llevaba hasta unas puertas abiertas, con un rótulo encendido encima donde ponía «salida». Los técnicos y a estaban sacando los equipos—.Angus está ahí fuera, ¿no?. Joe se apoyó contra la pared y cruzó los brazos. Levanté las manos. —Vale. Está bien. Lo que tú digas. —Estás aprendiendo, cielo —dijo con una sonrisa. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 22nd 2013, 15:14 | |
| Capitulo 37 Parte 2
Refunfuñando por lo bajo, entré en el baño e hice mis necesidades. Cuando estaba lavándome las manos, me miré al espejo y sentí vergüenza. Tenía los ojos como un mapache de tanto como había sudado, con las pupilas oscuras y dilatadas. ¿Qué verá ese hombre en ti? Me decía a mí misma con cierta sorna, pensando en el impresionante aspecto que conservaba Joe. Con todo lo excitado y sudoroso que había estado él también, no tenía en absoluto mal aspecto, mientras que a mí se me veía empapada y exhausta. Pero, más que en mi exterior, pensaba en mis defectos personales. No podía escapar de ellos, y menos mientras Brett se encontrara en el mismo edificio que nosotros. Me froté los ojos con un trozo de papel humedecido para quitarme las manchas negras y salí otra vez al pasillo. Joe esperaba muy cerca, hablando con Robert, o, más propiamente, escuchándole. Era evidente que el mánager estaba alterado por algo. Joe me vio e hizo un gesto con la mano indicándome que esperase un poquito, pero no quise arriesgarme. Yo le señalé a él la salida, me di la vuelta y fui en aquella dirección antes de que pudiera detenerme. Pasé de prisa por delante de la habitación verde, aunque pude echar un vistazo dentro y distinguí a Shawna riéndose y con una cerveza en la mano. La sala estaba de bote en bote y había mucho bullicio. Ella parecía estar pasándoselo en grande. Me escapé con un suspiro de alivio, sintiéndome diez veces más ligera que un momento antes. Divisé a Angus de pie, cerca de la limusina de Joe, al otro extremo de la línea de autobuses. Le hice señas con la mano y enfilé hacia él. Analizando cómo había ido la noche, me sentía fascinada por lo desinhibido que se había mostrado Joe. No se parecía en nada al hombre que había usado una jerga de fusiones y adquisiciones para conseguir llevarme a la cama. Estaba deseando tenerle desnudo. Una llama que se encendió en la oscuridad, a mi derecha, me pilló de sorpresa. Me detuve de repente y descubrí a Brett Kline acercando una cerilla al cigarrillo que sostenía entre los labios. Como estaba entre las sombras al lado de la salida, la luz temblorosa del fósforo le acariciaba la cara y me hizo retroceder en el tiempo durante un rato. Brett levantó los ojos, me miró largamente y se quedó helado. Nos observamos el uno al otro. Mi corazón palpitaba como loco, en una mezcla de temor y emoción. De pronto dijo una palabrota y sacudió la cerilla, porque se había quemado los dedos. Eché a andar, esforzándome por llevar un paso tranquilo mientras iba derechita hacia Angus y la limusina. —¡Eh!, espera —me gritó Brett. Oí sus pasos, que se acercaban al trote, y empecé a soltar adrenalina. Un técnico llevaba una carretilla muy cargada y yo corrí a ponerme detrás de él y esconderme entre dos autobuses. Apoyé la palma de la mano en el lateral de uno de ellos, con un compartimento de carga abierto a cada lado. Me oculté en la oscuridad, sintiéndome cobarde, pero sabiendo que no tenía nada que decirle a Brett. Ya no era la chica que él había conocido. Le vi pasar a toda prisa. Decidí esperar, darle tiempo para mirar y darse por vencido. Era consciente de que el tiempo corría y de que Joe saldría enseguida a buscarme. —__... Me estremecí al oír mi nombre. Volví la cabeza y encontré a Brett acercándose desde el otro lado. Mientras yo miraba a la derecha, él apareció por la izquierda. —Eres tú —dijo ásperamente. Tiró el cigarrillo al suelo y lo aplastó con la bota. Me oí a mí misma diciendo algo rutinario. —Deberías dejarlo. —¿Así que sigues diciéndome eso? —Se aproximó con prudencia—. ¿Has estado en el concierto? Asentí con la cabeza Me aparté del autobús y retrocedí. —Ha sido magnífico. Tocáis realmente bien. Me alegro por ti. Él daba un paso adelante por cada uno que yo daba hacia atrás. —He esperado siempre encontrarte así, en algún concierto. Se me ocurrían un montón de ideas sobre qué pasaría si por fin te veía en alguno. No supe qué contestar. La tensión entre nosotros era tan fuerte que podía masticarse. Y la atracción seguía allí. No era nada como lo que sentía por Joe. Nada más que una mera sombra de aquello, pero estaba allí de todas maneras. Me replegué hasta el espacio abierto, donde había más movimiento y abundaba un montón de gente. —¿Por qué corres? —me preguntó. A la luz de la farola de un aparcamiento, le vi con toda claridad. Estaba todavía más guapo que antes. —Es que no puedo... —tragué saliva—. No hay nada qué decir. —Tonterías.—La intensidad de su mirada me producía cierta turbación.—Dejaste de venir. Sin decir ni una palabra, sencillamente dejaste de aparecer. ¿Por qué? Me froté el estómago porque sentía un nudo en él. ¿Qué podía decirle? ¿Por fin maduré un poco y decidí que merecía algo mejor que ser una de las muchas tías que te follabas en el cubículo de algún baño entre una actuación y otra? —¿Por qué, __? Había algo entre nosotros y desapareciste sin más. Giré la cabeza en busca de Joe o Angus. Ninguno de los dos estaba a la vista. La limusina esperaba sola. Hacía ya mucho tiempo. Brett se abalanzó y me agarró por los brazos. Me sorprendió y me asustó un poco aquel movimiento súbito y agresivo. Si no hubiéramos estado tan cerca de otras personas, tal vez me hubiera dado pánico. —Me debes una explicación —soltó. —No es... Entonces me besó. Tenía los labios suavísimos y los estampó contra los míos. Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, ya me había sujetado los brazos con más fuerza y no podía moverme ni apartarle. Y, durante un breve lapso de tiempo, no quería. Incluso le devolví el beso, porque la atracción seguía todavía allí, y porque pensar que podía haber sido algo más que un ligue sexual pasajero aplacaba un malestar interior que yo tenía. Brett me sabía a tabaco, olía seductoramente a macho trabajador, y había tomado mi boca con toda la pasión de un espíritu creativo. Me resultaba familiar en muchos sentidos muy íntimos. Pero, al fin y al cabo, no importaba que él me impresionara todavía. No importaba que hubiéramos tenido una historia, por muy dolorosa que me hubiera resultado a mí. No importaba que me sintiera halagada y afectada por las letras que había escrito; que después de seis meses viéndole pasárselo bien con otras mujeres mientras follaba conmigo en cualquier parte donde hubiera una puerta que cerrara, fuera en mí en quien pensara cuando seducía desde el escenario a mujeres que se lo pedían a gritos. Nada de eso importaba porque yo estaba locamente enamorada de Joe Jonas, y él era lo que y o necesitaba. Me zafé de Brett de un tirón... ... y vi a Joe lanzándose a la desesperada embestir contra Brett, derribándolo. | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 22nd 2013, 20:02 | |
| ahhh Joseph se va a enfurecer!!!!! Que le pasa a la rayiz??!! Coo se dejo besar!!! Siguela!!! | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 23rd 2013, 02:58 | |
| que rayos le pasa a la rayis?? por que se dejo besar?? se va armar la WWIII con Joe, tan bien que estaba todo. please siguela. sabes por mas de que pongas 4 capitulos igual no me conformo, tu nove es muy adictiva. asi que siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | mari_jonas_I love Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 477 Fecha de inscripción : 16/07/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 25th 2013, 07:20 | |
| Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! Síguela!! | |
| | | HistoriaDeUnAmor Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 165 Edad : 25 Localización : Diria que con el amor de mi vida... Pero aun no me conoce. Fecha de inscripción : 01/02/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 25th 2013, 11:31 | |
| PORQUEEEEEEEEEEEEEEEEE ESTUPIDA RAYIIIISSSSSS AHORA JOE LO MATARA! :C ALKSAKSLÑAKSA SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAA | |
| | | ro$$ 100% fan$ griton@ Casada Con
Cantidad de envíos : 1282 Edad : 29 Localización : Venezuela Wants Jonas Brothers Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 07:47 | |
| que joe no vaya a creerr lo que nooooooooo essssssssssss siguelaaaaaaaaaaaaa | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 16:32 | |
| Capitulo 37 Parte 3
El impacto hizo que me tambaleara. Los dos cayeron sobre el asfalto con un terrible golpe . Se oyó el grito de una mujer. Yo no podía hacer nada. Me quedé inmóvil y en silencio mientras en mi interior se retorcían distintas emociones en una maraña frenética. Joe agarró a Brett por el cuello y le aporreó en las costillas con una incesante serie de puñetazos. Actuaba como una máquina, silenciosa e imparable. Brett lanzaba bufidos con cada uno de los brutales impactos y trataba de soltarse. —¡Jonas! Dios mío. Me puse a llorar cuando apareció Arnoldo. Dando un brinco agarró a Joe, pero cayó hacia atrás cuando Brett dio un tirón y los dos hombres se revolcaron por el suelo. Los compañeros del grupo de Brett se abrieron camino entre la multitud cada vez más numerosa que había delante de los autobuses, dispuestos a armar camorra... hasta que vieron con quién estaba peleándose Brett. El hombre adinerado que estaba detrás de su casa de discos. —¡Brett, eres gilipollas!—Darrin,el batería, le agarraba del pelo con las manos -¿Qué demonios estás haciendo? Brett se soltó, se puso de pie dando tumbos y atacó a Joe lanzándolo contra un lateral del autobús. Joe se agarró las manos y golpeó a Brett en la espalda como si fuera una porra, haciendo que éste se apartara tambaleándose. Aprovechándose de eso, Joe arremetió con un gancho seguido de un rápido puñetazo en la barriga. Brett se dio la vuelta y sus potentes bíceps se inflaron al apretar los puños para asestar un golpe, pero Joe se agachó con flexibilidad y contraatacó con otro gancho que hizo que Brett echara la cabeza hacia atrás. Dios mío. Joe no hacía ruido alguno, ni cuando daba puñetazos ni cuando Brett acertó con un golpe directo sobre su mandíbula. La silenciosa intensidad de su furia era escalofriante. Pude sentir la rabia que emanaba de él, la vi en sus ojos, pero él seguía sereno y actuaba de forma sorprendentemente metódica. En cierto modo, había desconectado, retrocediendo hasta un lugar donde podía observar de manera objetiva cómo su cuerpo provocaba un grave daño a otra persona. Yo había provocado aquello. Había convertido a aquel hombre cálido y perversamente juguetón que me había hechizado durante toda la velada en aquel frío y criminal que tenía delante de mí. —Señorita Tramell —Angus me agarró del codo. Lo miré con desesperación. —Tienes que detenerle. —Por favor, vuelva a la limusina. —¿Qué? —Miré por encima de él y vi que salía sangre de la nariz de Brett. Nadie lo estaba impidiendo— ¿Estás loco? —Tenemos que llevar a casa a la señorita Ellison. Es su invitada. Debe ocuparse de ella. Brett se tambaleó y cuando Joe hizo un amago de lanzarse hacia un lado, Brett embistió con su otro puño sobre el hombro de Joe, lanzándolo unos cuantos pasos hacia atrás. Yo agarré a Angus de los brazos. —¿Qué te pasa? ¡Páralos! Sus ojos azul claro se ablandaron. —Él sabe cuándo parar, __. —¡No digas gilipolleces! Miró por encima de mí. —Señor Ricci, si hace el favor. Lo siguiente que sé es que iba colgada sobre el hombro de Arnoldo y que éste me llevaba a la limusina. Levantando la cabeza, vi que el círculo de mirones se cerraba al salir impidiéndome ver. Grité de frustración y di puñetazos sobre la espalda de Arnoldo, pero ni se inmutó. Subió a la parte trasera de la limusina conmigo y cuando Shawna entró un momento después, Angus cerró la puerta como si todo aquello fuese jodidamente normal. —¿Qué demonios estás haciendo? —le espeté a Arnoldo mientras me levantaba para agarrar la manilla de la puerta y la limusina se ponía suavemente en marcha. Por mucho que lo intenté, no se abrió y no pude quitarle el seguro—. ¡Se trata de tu amigo! ¿Vas a dejarlo así? —Es tu novio. —El tono neutro y calmado de la voz de Arnoldo me llegó a lo más profundo—. Y eres tú la que lo está dejando ahí. Me desplomé sobre el asiento con el estómago revuelto y las palmas de las manos húmedas. Joe... —Tú eres la __ de la canción «Morocha», ¿verdad? —preguntó Shawna en voz baja desde su asiento de enfrente. Arnoldo dio un respingo, sorprendido ante aquella conexión. —Me pregunto si Joe... —Suspiró—. Por supuesto que lo sabe. —¡Fue hace mucho tiempo! —dije defendiéndome. —Al parecer, no lo suficiente —puntualizó. Desesperada por poder ver a Joe, no podía quedarme quieta en el asiento. Movía nerviosamente los pies y mi cuerpo luchaba contra aquella inquietud con tanta intensidad que sentía como si quisiera salirme de él. Le había hecho daño al hombre al que amaba y, con él, a otro hombre que no había hecho nada más que ser él mismo. Y no tenía ninguna excusa para ello. Echando la vista hacia atrás, no tenía ni idea de qué era lo que me había pasado. ¿Por qué no me había apartado antes? ¿Por qué le había devuelto el beso a Brett? ¿Y qué iba a hacer Joe al respecto? La idea de que pudiera romper conmigo me hacía sentir un pánico insoportable. Estaba muy preocupada. ¿Le había hecho daño? Dios mío... pensar que Joe estuviera sufriendo me corroía como el ácido. ¿Se había metido en un lío? Había sido él quien había atacado a Brett. Las palmas de las manos se me humedecieron al recordar que Cary había dicho que su amigo también quería presentar cargos por agresión. La vida de Joe se había descontrolado... por mi culpa. En algún momento se daría cuenta de que no merecía la pena esforzarse tanto por mí. Miré a Shawna, que a su vez miraba por la ventanilla pensativa. Yo había echado a perder su estupenda noche. Y la de Arnoldo también. —Lo siento —susurré abatida—. Lo he fastidiado todo. Me miró, se encogió de hombros y, a continuación, me dedicó una amable sonrisa que hizo que la garganta me quemara por dentro. —No es para tanto. Lo he pasado en grande. Espero que las cosas salgan lo mejor posible. Lo mejor para mí era Joe. ¿Lo había echado a perder? ¿Había tirado a la basura lo más importante que había en mi vida por una extraña e inexplicable locura temporal? Seguía sintiendo la boca de Brett sobre la mía. Me restregué los labios, deseando poder borrar la última media hora de mi vida con la misma facilidad. Mi ansiedad hizo que me pareciera una eternidad hasta que llegamos a casa de Shawna. Me bajé y le di un abrazo en la acera, delante de su edificio de apartamentos. —Lo siento —dije de nuevo, tanto por lo que había pasado antes como por lo de ahora, porque estaba deseando ver a Joe, donde quiera que estuviera, y temía que se me notara la impaciencia. No estaba segura de poder perdonar nunca a Angus ni a Arnoldo por haberme sacado de allí en aquel momento y del modo en que lo hicieron. Arnoldo le dio un abrazo a Shawna y le dijo que ella y Doug tenían una reserva permanente en Tableau One para cuando quisieran. Mis sentimientos hacia él se suavizaron. Había cuidado bien de ella toda la noche. Volvimos a subir a la limusina y partimos hacia el restaurante. Yo me acurruqué en un rincón oscuro del asiento y lloré en silencio, incapaz de contener el torrente de desesperación que me inundaba. Cuando llegamos al restaurante hice uso de mi camiseta para secarme la cara. Arnoldo me detuvo cuando iba a salir. —Sé dulce con él —me reprendió mirándome fijamente a los ojos—Nunca lo he visto con nadie como lo veo contigo. No sé si eres digna de él, pero sí que puedes hacerle feliz. Lo he visto con mis propios ojos. Hazlo o vete. Pero no lo marees. El nudo que tenía en la garganta me impedía hablar, así que asentí, esperando que pudiera ver en mis ojos lo mucho que Joe significaba para mí. Todo. Arnoldo desapareció en el interior del restaurante. Antes de que Angus cerrara la puerta, yo me deslicé hacia delante en el asiento. —¿Dónde está? Necesito verle. Por favor. —Ha llamado. —La expresión de Angus era amable, lo cual hizo que empezara a llorar otra vez—. La llevaré con él ahora. —¿Está bien? —No lo sé. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 16:34 | |
| Capitulo 37 Parte 4
Me eché en el asiento encontrándome mal físicamente. Apenas presté atención a dónde nos dirigíamos, pues lo único en lo que podía pensar era en que necesitaba explicarme. Necesitaba decirle a Joe que lo amaba, que nunca le dejaría si todavía quería tenerme, que era el único hombre al que deseaba, el único que hacía que mi sangre ardiera. Finalmente, el coche aminoró la marcha, miré por la ventanilla y me di cuenta de que habíamos regresado al auditorio. Mientras yo miraba por la ventanilla buscándolo, la puerta que había detrás de mí se abrió, sobresaltándome. Me di la vuelta y vi que Joe entraba y se colocaba en el asiento en frente del mío. Me tambaleé hacia él. —Joe... —No. —Su voz me fustigó con rabia, haciendo que yo retrocediera y cayera hacia atrás. La limusina se puso en marcha, sacudiéndome. Llorando, vi cómo se servía un vaso de licor de ámbar y se lo bebía. Esperé en el suelo del coche y con el estómago revuelto por el miedo y la pena. Volvió a llenarse el vaso antes de cerrar el bar y recostarse en su asiento.
Quería saber si Brett estaba bien o malherido. Quería saber cómo estaba Joe, si se había herido o si se encontraba bien. Pero no podía. No sabía si él malinterpretaría esas preguntas y supondría que cualquier muestra de preocupación por Brett significaba más de lo que era en realidad. Su rostro permanecía impasible y su mirada era dura como el zafiro. —¿Qué significa él para ti? Me quité las lágrimas que caían en torrente por mi cara. —Un error. —¿Antes o ahora? —Las dos cosas. Retorció los labios con expresión desdeñosa. —¿Siempre besas así a tus errores? El pecho me subía y bajaba mientras yo trataba de contener las ganas de llorar. Negué con la cabeza con fuerza. —¿Le deseas? —me preguntó con tono severo, antes de volver a beber. —No —susurré—. Yo sólo te deseo a ti. Te quiero a ti, Joe. Tanto que duele. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Aproveché la oportunidad para arrastrarme hacia él. Necesitaba, al menos, salvar la distancia física que había entre los dos. —¿Te corriste por mí cuando tenía mis dedos dentro de ti, __? ¿O por su maldita canción? Oh, Dios mío... ¿Cómo podía dudarlo? Yo le había hecho dudar. Había sido yo. —Por ti. Tú eres el único que puede hacerme eso. Hacerme olvidar dónde estoy, de tal forma que no me importa quién está alrededor ni qué está pasando con tal de que me estés tocando. —¿No es eso lo que ha pasado cuando te ha besado? —Joe abrió los ojos y me miró fijamente—. Ha tenido la polla dentro de ti. Te ha follado... se ha corrido dentro de ti. Me encogí ante el terrible resentimiento que había en su tono, su despiadado rencor. Sabía bien cómo se sentía. Sabía muy bien que las imaginaciones podían herir y arañar hasta sentir que te estás volviendo loca. En mi imaginación, él y Corinne habían follado docenas de veces mientras yo miraba con furia y celos enfermizos. De repente, él se incorporó y se echó hacia delante para acariciarme los labios con su dedo pulgar. —Ha tenido tu boca. Cogí su vaso y me bebí lo que quedaba en él, sintiendo asco por su sabor fuerte y la aguda quemazón. Me armé de valor y me lo tragué. El estómago se me agitó a modo de protesta. El calor del alcohol se extendió hacia fuera desde mis tripas. Joe se dejó caer en su asiento, con el brazo extendido hacia mi cara. Yo sabía que seguía viéndome besando a Brett. Sabía que eso le empezaba a corroer la mente. Dejé caer el vaso en el suelo, me levanté entre sus piernas y hurgué en su cremallera. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 16:37 | |
| Capitulo 38 Parte 1
Me agarró los dedos con fuerza pero mantuvo los ojos escondidos bajo su antebrazo. —¿Qué coño estás haciendo? —Córrete en mi boca —le supliqué—. Límpiala. Hubo una larga pausa. Se quedó allí sentado, completamente inmóvil a excepción del fuerte movimiento de su pecho. —Por favor, Joe. Murmurando una maldición, me soltó dejando caer la mano a un lado. —Hazlo. Me abalancé sobre él y el pulso se me aceleró al pensar que podría cambiar de idea y rechazarme... que pudiera decidir que había terminado conmigo. La única ayuda que me ofreció fue una momentánea elevación de su cadera para que yo pudiera bajarle los vaqueros y los calzoncillos. Entonces, su gran y hermosa polla apareció entre mis manos. Mi boca. Gemía al saborearlo, al sentir el calor y la suavidad satinada de su piel, al olerle. Acaricié con mi mejilla su ingle y sus pelotas, deseando tener su aroma por todo mi cuerpo, marcándome como suya. Mi lengua recorrió las gruesas venas que recorrían toda su longitud, lamiéndole de arriba abajo. Oí que hacía rechinar sus dientes cuando empecé a chuparle succionándole con fuerza, con gemidos de disculpa y absoluta felicidad vibrando en mi garganta. Me rompía el corazón que permaneciera tan callado, mi ruidoso amante que siempre me decía cochinadas, que siempre me decía lo que quería y lo que necesitaba... lo bien que se sentía cuando hacíamos el amor. Se estaba conteniendo, negándome la satisfacción de saber que le estaba dando placer. Bombeando aquella gruesa raíz con mi puño, le ordeñaba mientras chupaba su lujosa corona, atrayendo su líquido preseminal hasta la punta, donde yo podría lamerlo con rápidos revoloteos de mi lengua. Juntó los muslos y su respiración se convirtió en fuertes jadeos. Sentí cómo se retorcía con el cuerpo en tensión y yo me volví loca, cogiéndole la polla con las dos manos y forzando tanto mi boca que me dolía la mandíbula. Estiró la espalda y levantó la cabeza del asiento dejándola caer cuando el primer chorro denso explotó en mi boca. Gimoteé mientras su sabor ponía en marcha mis sentidos haciendo que ansiara más. Tragué de manera convulsiva y mis manos tiraban de su pene acariciándolo para sacarle más de su rico y cremoso semen y hacer que cayera en mi lengua. Su cuerpo tembló durante un largo rato al correrse, llenando mi boca hasta que se derramó por las comisuras de mis labios. No emitió sonido alguno, permaneciendo tan silencioso como había estado durante la pelea. Habría estado chupándosela durante horas. Quise hacerlo, pero colocó las manos sobre mis hombros y me apartó. Levanté los ojos hacia su rostro desgarradoramente hermoso y vi que los ojos le brillaban en aquella semi oscuridad. Me rozó los labios con el pulgar, embadurnándolos con su semen. —Rodéame con tu coño apretado —me ordenó con voz quebrada—Tengo más para ti. Temblorosa y asustada por su severa lejanía, me zafé de los culottes que llevaba puestos. —Quítatelo todo, menos las botas. Hice lo que dijo, acelerando mi cuerpo al oír su orden. Haría lo que él quisiera. Le demostraría que era suya y sólo suya. Pero para compensar, él me necesitaba para saber que yo le amaba. Me desabroché la falda y me la quité, después me saqué la camiseta por la cabeza y la lancé sobre el asiento de enfrente. Luego me quité el sujetador. Cuando me senté a horcajadas sobre él, Joe me agarró de la cadera y levantó la vista hacia mí. —¿Estás húmeda? —Sí. —Te pone caliente chuparme la polla. Los pezones se me endurecieron. El modo directo con el que hablaba de sexo también me ponía cachonda. —Siempre. —¿Por qué le has besado? Aquel repentino cambio de conversación me pilló de sorpresa. El labio inferior me empezó a temblar. —No lo sé. Me soltó y levantó los brazos por encima de sus hombros para agarrarse con las dos manos al reposacabezas. Sus bíceps se hincharon con aquella pose. Ver aquello me excitó, como todo lo que tenía que ver con él. Quería ver su cuerpo desnudo brillando de sudor, sus abdominales endureciéndose y flexionándose mientras movía su polla dentro de mí. Me lamí los labios saboreándole. —Quítate la camisa. Entrecerró los ojos. —Esto no es para ti. | |
| | | HistoriaDeUnAmor Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 165 Edad : 25 Localización : Diria que con el amor de mi vida... Pero aun no me conoce. Fecha de inscripción : 01/02/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 18:14 | |
| ÑLAÑSLÑAKSA QUEEEEEEEEEEEEEE? ALKSLAK T___________T TIENES QUE SEGUIRLA RAI NAUUU!!! ALÑKSLAS ME ENCANTAAAAAAAAAAA SIGUELAAAAAAAAAAAAA | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 18:16 | |
| ahhh Joseph esta enojadito!!! Pero bien que la rayiz lo perdono por aquel enruedo con Corinne Ahhh quiero que hable con ella!!! Siguela!! | |
| | | mari_jonas_I love Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 477 Fecha de inscripción : 16/07/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 19:02 | |
| Siguela!! Como La Puedes Dejar Asii..Siiiguelaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Febrero 26th 2013, 21:16 | |
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