Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

Es el último día del año...... La seguirás?? *-*
Porfavor Porfavor Porfavor!!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Feliz Año nuevo!!
SIGUELAAAAAAAAAAAAAaa

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Niinoo

siguela!!!

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Niinoo

Hola, hermosuras. Dios, ha pasado tanto tiempo desde que entre por ultima vez al foro que hasta me da vergüenza pasarme por aquí. Pero bueno, eso no importa, ya estoy aquí y traigo tres capítulos. Yeeeey. Celebremos!! Very Happy

Por cierto, Feliz Navidad atrasada (pero hay un dicho que dice: mejor tarde que nunca Wink

y Feliz Año Nuevooooooo!! Woooooo!! Recuerdo el 2012 como si hubiese sido ayer. xD
Bueno, bueno. jaklsasas Saben? Ademas de tres maravillosos capítulos, acabo de recordar que la nove se esta acabando. "Nooooooooooo!". dirán muchas de ustedes, pero todo tiene su finaaaaal, nada dura para sieeeempreeee (
jaskas Canción culia. xD
Anyway, a mi también me duele que se acabe la nove, porque de verdad me ha gustado mucho, mucho, pero bueh...
Oh, y para que se dispersen las dudas: si, si las complaceré. kalshkasals Ya verán la locura que he hecho para complacerlas con el final que quieren.
Ya lo se, ya lo se: soy la mejor xD
okno. .-.
Oh, oh, no, ustedes son las mejores. Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias por continuar comentando aunque haya parecido que me hubieron secuestrado unos aliens con cara de monos sin pelo en pantalones cortos con un recorte al estilo Joe (kjslask tan sensual Very Happy

) con Nick de cómplice un día antes del apocalipsis maya (que jamas sucedió el muy desgraciado -.-) (?) de verdad gracias. Son las mejores lectoras. Las adoro un mundo.
Pero ya, ya subo capis.
Las quiero. Se cuidan. ♥

PD: Para las que quieren seguir leyendo noves mías, estoy trabajando en algunos temas. Aun no se si subir una inmediatamente después de terminar esta o esperar hasta desarrollar una de las historias bien para subirla. Lo pensare.

PD2: Quiero volver a leer fan-fics (hace mucho que no leo algunas) así que si alguna tiene una nove, publiquela aquí para pasarme y leer.

Capitulo 70:

A las 7:20, salté de la cama. Estaba muy, muy tarde para prepararme e ir a trabajar, así que lo hice todo lo más rápido que pude. Me duche y me vestí en quince minutos. Mi móvil sonó cuando me estaba poniendo los tacones negros, así que avance hacia el móvil sobre la cómoda saltando sobre un pie mientras me ponía el tacón en el otro.

-Hola –conteste rápidamente-. Habla rápido, Troy, estoy tarde.

-Lo sé –se rió levemente. Casi pude ver como ponía los ojos en blanco con diversión-. Solo quería saber donde dejarás a los niños hoy. Dudo que te dé el tiempo para dejarlos en casa de tus padres y llegar a tiempo al trabajo.

-Maldición. Es cierto –solté mi cabello de un jalón-. Si puedes estar aquí en menos de diez minutos te lo agradecería.

-Seguro que si, linda –casi escuche su sonrisa al otro lado de la línea.

Colgué.

Peiné mi cabello en tiempo record y lo recogí en una coleta alta. Me maquille lo más sencilla y rápido que pude, y luego agarre mi móvil y mi bolso para salir de la habitación. Dejé mi bolso sobre el sofá de la sala luego de poner el móvil dentro, y corrí al cuarto de los gemelos. Aun dormían tranquila y plenamente, así que no quise molestarlos y salí de la habitación lo más silenciosa que pude para no despertarlos.

Estaba preparando café cuando Troy tocó a la puerta principal. Corrí a abrirle y lo salude rápidamente.

-Buenos días –le dije.

Volví a correr hacia la cocina para terminar de preparar mi café. Troy cerró la puerta y me siguió mientras yo continuaba hablando:

-Los bebés aun están durmiendo. Todo lo que necesitan está en un bolso grande en el sillón que está en su cuarto. Si ocurre algo, solo llama a mamá. Ella estará aquí antes de que parpadees, ¿de acuerdo?

-De acuerdo –escuche la sonrisa en su voz.

-Bien.

-Tienes diez minutos para llegar temprano al trabajo –anuncio Troy.

-No me apures, maldita sea –gruñí, terminando de preparar mi café.

Agarre mi bolso, la taza de café y me despedí de Troy con un beso en la mejilla.

-Las llaves de la casa las deje sobre la mesa del comedor –le dije-. Estaré aquí tan pronto deje a Adam en casa de Denise.

Troy sacudió la cabeza y sonrió.

-No te preocupes. Todo estará bien.

-Gracias –le dije, dándome la vuelta para ir hacia la puerta principal, a sabiendas de que a él le disgustaba que le diera las gracias.

-No hay problema. Ten un buen día.

-Igual.

Sonreí y salí de la casa a la carrera, intentando no derramar el café sobre mi ropa o en el coche.

Al final, el día no fue tan malo. En realidad, fue otro maravilloso día de escuela en el cual podía olvidarme de mis pesares. Me centraba en mi clase y todo lo que estaba pasando desde la muerte de Joe se esfumaba repentinamente. Era mucho mejor que quedarse encerrada en casa pensando todo el día sobre mis problemas y pesares. El trabajo me ayudaba muchísimo.

Y sin embargo, Adam no entendía mi filosofía. Él iba de malas en peor clase tras clase. Se pasaba la mayoría del tiempo solo y no hablaba si no era estrictamente necesario. Sabía que él y Joe eran cercanos, pero jamás pensé que su ausencia le afectaría tanto. Y verlo así me dolía, y no solo a mí, también a su familia. Era simplemente doloroso ver como toda su jocosidad había desaparecido tan repentinamente. Era como si también lo hubiéramos perdido a él.

Todos los días al terminar la jornada escolar, Adam me esperaba frente a mi auto en silencio. Y ese día no fue la excepción. Vestía su habitual abrigo negro con la capucha sobre la cabeza, los brazos cruzados sobre el pecho y su mirada distante. Posó su mirada en mí cuando me acerque a él y le sonreí, pero él desvió la mirada y frunció el ceño. Suspire, pensando que era un día como cualquier otro. Él solía hacia eso la mayoría de las veces.

Al entrar al coche, nada fue diferente. Él se mantuvo en silencio, con los audífonos bien colocados en sus oídos y su mirada en la ventana, distante y pensativo. A veces intentaba sacarlo de su ensoñación y entablar una conversación, pero él simplemente sacudía la cabeza y me ignoraba. Y desde entonces solo se colocaba los audífonos e íbamos en silencio todo el camino hacia la casa de sus abuelos. Casi era como si fuera yo sola en el auto.

Denise nos recibió frente a la casa Jonas, sonriente. Adam bajó del coche y pasó de largo a su abuela para seguir su camino directo a la casa. Denise suspiró y sacudió la cabeza con pesar. A pesar de que me moría por llegar a casa, decidí bajarme del auto y saludarla.

-Hola, _____ –ella volvió a sonreír-. ¿Cómo estás? ¿Qué tal los gemelos?

-Todos estamos bien, gracias por preguntar –sonreí-. ¿Qué tal todo aquí?

-Hecho un caos –suspiró-. Ya ves como es Adam últimamente, y aunque sus padres intenten de todo, el chico no quiere hablar, ni salir de su caparazón. Y Nick esta mucho peor, distante y malhumorado. Casi nunca está en casa. Esto es realmente un infierno.

-Solo necesitan más tiempo para digerir esto –dije.

-Pero tú estas tan bien –argumentó ella-. Mírate, casi ni se nota todo lo que has sufrido en los últimos meses. Ni siquiera tus ojos lo demuestran.

-He tenido un poco de ayuda –replique, encogiéndome de hombros-. Eso es todo lo que necesita su familia: apoyo y tiempo. Y la unión también es importante.

-Lo he intentado todo, _____ –suspiró-. Pero nada realmente les importa. Todos están dentro de sus caparazones y no van a salir. No en un tiempo.

-Lo sé, lo sé –suspiré-. Pero todo mejorara, ya verá –sonreí, luego fruncí el ceño-. Oiga, dijo que Nick nunca está en casa. ¿Cree que se pase el tiempo con Alice?

-Sí, supongo que sí. ¿Por qué?

-Hace tiempo que no la veo. Lleva tiempo sin ir a la escuela y no me contesta el teléfono. Es… raro de ella. Bueno, dado que somos amigas y jamás, jamás había pasado algo así con ella. Siempre estamos en contacto y…

-Bueno, tal vez es por lo que piensa Nick, ya sabes –se encogió de hombros.

-Si, tal vez –suspire-. Ya me voy. Me muero por estar con mis bebés.

Sonreí y Denise también.

-De acuerdo. Nos vemos mañana. Cuídate.

-Adiós.

Sacudí la mano para despedirme de ella y prácticamente corrí a mi coche. Conduje devuelta a casa con el pensamiento revuelto por todo lo que había escuchado de Denise, principalmente Nick y Alice. Tal vez debería pasarme por casa de Alice y verificar que tal va todo… pero eso empeoraría las cosas con Nick. Él realmente cree que Joe fue asesinado por mi culpa o que yo tuve algo que ver con su muerte, y me odia a la muerte. Soy la última persona a la que él le gustaría ver. Así que sacudí la idea de una visita sorpresa a Alice. Tarde o temprano sabría de ella, y esperaba que más temprano que tarde.

Al llegar a casa, salí del coche sonriendo como una boba y entre en la casa con la misma sonrisa. Lo primero que vislumbre al pasar el umbral de entrada fue a Troy jugando con Alec mientras este reía. Troy lanzaba el regordete cuerpecito de Alec al aire durante unos instantes y lo atrapaba rápidamente haciendo que el bebé riera fuerte. Troy giró la cabeza para verme cuando sintió mi presencia y sonrió. Alec imitó los movimientos de Troy y al verme gritó.

-¡Ma! ¡Ma!

Solté mi bolso sobre el sofá y me quite los tacones, dejándolos en el suelo junto al sofá, y luego camine hacia el bebé con una sonrisa en mis labios.

-Hola, mi amor. ¡Si, ya llego mamá! –él rió cuando yo lo cargue-. Espero que te hayas portado bien con Troy, ¿eh?

-¡Ma!

Pegó sus manitas a mi pecho y agarró mi cadena de oro entre sus dedos y comenzó a jugar con ella. Besé su frente antes de mover mi mirada hacia Troy.

-¿Qué tal te fue? –le pregunté.

-Muy bien –sonrió-. Creo que estoy avanzando con Stephen, aunque aun me mira como si quisiera pegarme con alguno de sus juguetes, ya confía más en mí.

-Bien –reí-. Son buenas noticias. Y por cierto, ¿Dónde está?

-Dormido. Creo que prefiere mas dormir que verme la cara todo el día.

Me senté a su lado en el sofá y sonreí.

-¿Los bañaste a ambos? Alec huele de maravilla.

-Sí, y también les di de comer. En tres meses creo que aprendí lo suficiente –se inclinó para acariciar suavemente la cara de Alec con su mano.

-Genial. Menos trabajo para mí.

-Si. Por cierto, ¿Qué tal tu día? ¿Llegaste a tiempo?

-Por supuesto –sonreí, girando mi mirada hacia él. Abrí la boca para agradecerle, pero la volví a cerrar. Y la volví a abrir-: ¿Ya comiste? Puedo pedir o cocinar algo para ambos.

-Hay comida china en la cocina –anunció él, sonriendo a medias-. Sé que te gusta, así que pedí para ambos –se encogió de hombros.

Yo asentí con la cabeza, de repente incómoda. Le entregue a Alec en un movimiento un poco apresurado, haciendo que Alec jalara un poco de mi cadena que mantenía agarrada entre sus deditos y me mirara con sorpresa cuando me levante del sofá. Ambos me miraron y yo solo sonreí a medias.

-Quédate con Alec. Iré a cambiarme.

-Vale –respondió él un poco dudoso.

Caminé a zancadas hacia mi habitación y al llegar, cerré la puerta con seguro tras de mí y luego me deslice por ella hasta el suelo. Me lleve las rodillas al pecho y apoye mis codos sobre ellas. De mi boca se escapó un sollozo y las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas a pesar de que era lo menos que quería que pasara en esos momentos. Los recuerdos chocaron contra las paredes de mi cerebro una vez más y yo solo me hundí en ellos. Hasta las cosas más pequeñas me recordaban a Joe, y no podía soportarlo. Comenzaba a llorar de repente, con el recuerdo aún fresco en mi mente. Cada recuerdo, desde sus caricias, sus besos, su calidez, su risa, su personalidad… hasta el momento en que lo vi frio, muerto sobre la camilla de la morgue, estaban aun demasiado frescos en mi cabeza. Y sabía que no podría escapar de ellos nunca.

Estuve llorando en silencio durante al menos diez minutos antes de decidir levantarme del rincón y cambiarme de ropa. La vida continuaba. Debía intentar vivirla lo mejor que pudiera; por mí, por los gemelos… y porque seguramente sería lo que Joe hubiese querido.

Capitulo 71:

Salí de la habitación después de calmarme lo suficiente y de cambiarme mi habitual ropa de trabajo por unos shorts y una camiseta ancha. Troy estaba en la cocina y Alec gateando por los alrededores, intentado conseguir algo que llevarse a la boca. Me dirigí a la cocina, pero me mantuve en el umbral para echar un ojo sobre Alec.

-Hey –llamó Troy.

Me gire a verlo durante un segundo antes de devolver mi mirada a Alec, quien se topó con mis zapatos y comenzó a tocarlos y moverlos intentando descifrar que eran.

-Lo siento –continuó Troy-. No sabía que…

-No importa –sacudí la cabeza y suspire-. Es solo que me recordó a Joe… cuando él y yo comenzamos a unirnos de nuevo hace un año, trajo comida china una noche para charlar –sonreí con el recuerdo, ignorando el nudo que se formaba en mi garganta-. Solo fue una pequeña crisis por un pequeño recuerdo -dije a duras penas-. Tranquilo.

-No lo sabía –murmuró-. Lo siento.

-Lo sé –me giré a verle-. Tranquilo. ¿No has comprado fideos, cierto?

-No –rió.

-Bien.

Sonreí, devolviendo mi mirada a Alec para descubrir que se había llevado mi tacón a la boca. Abrí los ojos como platos y corrí para quitárselo de la boca con suavidad para no lastimarle.

-¡Alec, no! Esos son los zapatos de mamá y no puedes llevártelos a la boca, ¿vale? –le dije, señalando los zapatos a su lado. Él hizo puchero-. No llores, mi amor. Solo te estoy corrigiendo. No.

Y rompió en llanto.

Suspiré y lo levanté del suelo entre mis brazos para calmarle. Coloque su cabecita sobre mi hombro y comencé a mecerle para calmarle. Troy salió de la cocina y se acercó a mí. Colocó su mano sobre la espalda de Alec y le acarició gentilmente.

-Tranquilo, bebé, tranquilo –le susurró al oído-. ¿Me lo das? –me preguntó-. Puedo calmarlo.

Asentí con la cabeza y le entregué a Alec.

-Sería maravilloso si lo durmieras al menos un ratito –dije-. El suficiente para que nos dejara comer tranquilos.

-Lo intentare.

-Iré a servir la comida.

-Vale.

Más tarde, él y yo nos sentábamos frente a la tele con nuestros platos en mano. En la tele estaban pasando una película vieja de comedia. Era bastante buena, así que la mayoría del tiempo estábamos riendo, mas no comiendo. Troy había dormido eficazmente a Alec y, en ese momento, él y su hermano estaban en la habitación durmiendo tranquilamente. Yo tenía el monitor de sonido a mi lado por si alguno de los dos despertaba abruptamente. Pero ninguno de los dos lo hizo durante toda la noche, eso me hizo estar más tranquila.

Al terminar de comer, Troy llevo nuestros platos a la cocina y los lavó mientras yo veía las noticias, bostezando. Troy volvió a mi lado tiempo después, colocando un brazo sobre mis hombros de manera que yo posé mi cabeza sobre su hombro. Cerré los ojos durante unos momentos y suspire.

-Gracias –susurré.

-¿Por qué? –murmuró él en respuesta.

-Por estar aquí siempre para mí. A pesar de que todo el mundo vela por mí, tú eres el único que en realidad se ha mantenido a mi lado siempre. Desde el inicio y ahora. ¿Sabes? Joe solía repetir que eras malo, que no valía la pena estar contigo porque harías algo terrible de un momento a otro. También solía decir que –me interrumpió un bostezo; Troy se removió a mi lado-, tenias una atracción por mi y que harías cualquier cosa por conseguirme.

-Joe era muy celoso –respondió el, acariciando mi brazo-. Y paranoico.

-Sí, mucho –reí un poco-. Siempre he creído que eres un buen amigo. Que él solo exageraba –suspire con pesar y luego reí de nuevo, con las lágrimas picando en mis ojos-. Le extraño tanto –dije de repente, abrumada por todos los recuerdos que venían a mi cabeza en ese momento-. Extraño todo de él. Hasta las peleas que tenía contigo. A veces era divertido verlos derrochar tanta testosterona.

Troy rió levemente.

-Él te amaba mucho.

Besó mi cabeza y me estrechó contra él. Las lágrimas no tardaron en derramarse, por más que las haya evitado. Intente detener todo el llanto, pero para ese momento era demasiado tarde para detenerlo. Lloré como había llorado al verlo muerto, como había llorado en el funeral y como aun lloraba en las noches al recordarlo. Y es que, a pesar de mostrar una gran sonrisa y un jovial espíritu todos los días, mi corazón estaba hecho pedazos. Añoraba a Joe tanto que se me iba el alma en ello. Solo me mantenía fuerte por mis hijos, que aun necesitaban de su madre, de otro modo…

-Eh, tranquila, linda. Se cuanto le querías, y sé que él te quería tanto o más, eso era obvio cada vez que se veían –colocó su mano en mi mentón y me obligo a levantar mi cabeza para mirarle. Enjuagó con sus dedos las lágrimas que corrían por mis mejillas y yo le sonreí levemente-. Y ya verás que el bastardo que le asesinó tendrá un muy bien merecido castigo. Esto no se quedara así. No después de lo que te ha hecho sufrir.

-Si, pero eso no me traerá devuelta a Joe –repliqué-. Además, la policía no va muy bien con eso de atrapar al asesino. Ya sabes lo que pasó con los anteriores sospechosos. A ninguno se les encontró pruebas en su contra y tampoco alguno de ellos habló. No creo que encuentren al asesino nunca.

Agaché la mirada a mis manos y Troy suspiró. Su brazo se mantuvo sobre mis hombros provocando que me sintiera protegida y no tan solitaria como me sentía por dentro.

-Su pérdida te tiene sumida en el dolor a pesar de que no lo muestres siempre –murmuró él después de unos minutos de cavilaciones-. Lo sé, te conozco. Y no creo que encontrar al asesino de Joe haga algún cambio en tus sentimientos, porque como dijiste, no te devolverá a Joe, pero tal vez te sorprenda lo que hace la gente por amor.

Fruncí el ceño, confundida. Me giré para verle a los ojos nuevamente haciendo una interrogativa con los míos para intentar que él me explicara lo que quería decir y poder comprenderle. Sin embargo, él se inclinó hacia delante y unió nuestros labios suavemente. Al principio, me quede petrificada por la sorpresa, sintiendo sus labios sobre los míos al besarme con gentileza. Por un segundo me deje llevar por la dulzura en sus labios, en su caricia, al hacerme sentir que estaba completa después de tanto tiempo… hasta que volví a la realidad y me aparte de él de golpe. Me levante del sofá con la boca abierta por la sorpresa y el ceño fruncido por la confusión. Troy se relamió los labios y apretó la mandíbula, mirando sus manos unidas en su regazo.

-¿Qué…? ¿Qué coño te pasa? –Salté, un tanto sorprendida de que encontrara mi voz para replicar-. ¿Por qué me besaste? Estábamos hablando de… -me lleve las manos a la cabeza y me jale del pelo con extrema confusión-. ¿Qué fue todo esto?

-Lo siento –murmuró-. De verdad lo siento.

Se levantó del sofá y se pasó las manos por el pelo con ansiedad. No me miró, pero yo no podía apartar mi mirada de él. Aun estaba en shock por lo sucedido.

-Tengo que irme –dijo él.

-Me parece que es lo más indicado –respondí yo, abrumada por el beso.

Él no se movió. Volvió a mirarme y nuestras miradas se enlazaron por unos largos minutos.

-Te quiero, _____, lo sabes –asentí-. Lamento haberte besado. Fue estúpido dado que somos amigos, pero… -suspiro-. No pude evitarlo. Algo en mi saltó y me dijo: “hazlo”. Y le hice caso a pesar de que no era buen momento para seguirle la corriente.

-Solo vete. Quiero irme a dormir –me crucé de brazos y desvié la mirada a la televisión.

-Bien.

Luego, salió de mi casa. Y me alegre de que lo hiciera, porque realmente necesitaba tiempo para estar a solas.

Cerré la puerta con seguro tras su partida y apagué la tele, antes de emprender mi camino hacia la habitación. Dentro de la calidez de la habitación, con monitor de sonido en mano, me eché a llorar sentada en el suelo, junto a la cama. Todo estaba pasando demasiado deprisa, demasiado fuerte para poder soportarlo. ¿Qué estaba pasando con mi vida? Todo se estaba cayendo en pedazos día tras día. ¿Por qué no podía rebobinar el tiempo y volver al momento cuando todo estaba perfecto en los días de la preparatoria? ¿Por qué mi vida no podía parar de arruinarse? No lo entendía.

Ya pasada la medianoche, mi llanto amainó. Así que pude levantarme para acostarme en la cama y continuar llorando hasta quedarme dormida.

A la mañana siguiente, me desperté más temprano, pero con ojeras y dolor de cabeza. Casi no pude dormir durante la noche y aun tenía un revoltijo de pensamientos en mi cabeza. Hice todo lo pertinente como si fuera un robot. Los bebés aun no se habían despertado, lo que era bueno, por lo que me prepare un café, lo bebí y luego fui a su habitación para recoger sus cosas y ponerlas todas en una mochila grande solo de sus pertenencias. Lo hice todo lo mas silenciosa posible y luego lleve la mochila a la camioneta junto con mi bolso y mis libros de la escuela. Mi madre cuidaba de los gemelos mientras yo iba a trabajar, y se repartía la tarea con Denise, quien también se había ofrecido a cuidar de ellos de vez en cuando. Y no me quejaba nada de la ayuda que ambas me brindaban.

Ambos bebés se despertaron tan pronto como los cargué en brazos. Alec gritó y Stephen hizo una mueca divertida al verme. Les di a ambos un beso en sus mejillas, haciéndoles gritar y luego los lleve a la sala, dejándolos gatear un rato por el suelo. Alec me movió por todo el lugar tratando de conseguir un nuevo objeto lleno de bacterias que llevarse a la boca mientras que Stephen se sentó tranquila en el suelo detrás del sofá de la sala con sus manitas unidas y retorciéndolas sobre su regazo, esperando que yo saliera de la cocina con el biberón. Volvió a hacer una mueca divertida al verme y yo corrí hacia él para babearle la mejilla haciéndole reír. Amaba su risa; reía como Joe. Alec gateó hacia nosotros y se sentó al lado de Stephen mirándome con diversión mientras yo miraba a Stephen con nostalgia.

Al final, pasado el pequeño tramo de depresión, lo coloqué en mi regazo y le di el biberón tranquilamente mientras Alec se metía sus manitas a la boca y yo sonreía. Pronto fue el turno de Alec se alimentarse y más tarde, los subí a la camioneta. Puse una canción infantil para ellos en la radio así que fueron riendo y gritando todo el camino a la casa de Denise. Ese día tenia que recoger a Adam para llevarle a la escuela, ya que sus padres estaban fuera de la ciudad por motivos que desconocía, así que me pareció buena idea dejarle los gemelos a Denise. Ella no dejó de sonreír y agradecer que le dejara a sus nietos ese día, durante los cinco minutos que permanecí allí. Hacia lo mismo cada vez que le llevaba los gemelos.

Adam, noté que, sonreía al ver a sus primos. Los gemelos era una de las pocas cosas que hacia sonreír sinceramente a Adam desde que Joe murió. Y era realmente agradable verle sonreír otra vez.

De camino a la escuela, note que ese día él no tenía los audífonos en sus oídos. Era una nueva oportunidad de hablarle.

-Podías quedarte hoy, si querías –dije-. Sé que te lo digo muy tarde, pero…

-Tío Joe me hizo tener los mejores primos y la mejor tía política del mundo –dijo él, girándose a verme con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Gracias, pero…

-No digas nada, _____ –dijo con un pequeño suspiro-. He estado sumido en mi propio mundo desde hace meses sin darme cuenta de todo lo que tengo. Hoy, al ver a los gemelos, me di cuenta de que no debería alejarme de ustedes. Solo quieren lo mejor para mí y yo lo he rechazado todo como un inmaduro.

-Solo eres demasiado joven. Está bien.

-Si bueno, eso me hace inmaduro. Tengo mucho que aprender –se encogió de hombros-. Tío Joe decía que jamás debería alejarme de las personas que más quiero porque alejarse es como perder una parte de uno mismo. Porque esas personas a las que quieres, tienen un trocito de tu corazón que jamás podrás recuperar.

Sonreí.

-Has madurado bastante.

-Se aprende de las peores experiencias, y también se dice que lo que no te mata te hace más fuerte –se encogió de hombros-. Así que aprenderé a vivir también aprendiendo de las malas experiencias. Joe se fue, pero dejó un gran legado. Me alegro de haberle conocido.

Volví a sonreír, de acuerdo con sus palabras y su nueva forma de ver la vida.

Al final, no todo iba tan mal según yo creía.

Y sin embargo, el destino siempre me probaba que estaba equivocada.

Capitulo 72:

Al mediodía, recibí una llamada una llamada de Denise. Iba de camino a la cafetería de la escuela y me detuve abruptamente al ver el número, pensando en que algo malo podría haberles pasado a los gemelos. Empujé mis miedos lejos, deseando que mis bebés estuvieran bien y que esos pensamientos fueran solo paranoia mía.

-Hola, Denise. ¿Qué pasó? –pregunté delicadamente, con mi mano libre cruzando los dedos índice y del medio.

-Tranquila, nada le pasó a los gemelos.

Cuando yo suspiré con alivio, ella rió levemente.

-Pasó algo más… impresionante –se aclaró la garganta y continuó-. Ahora mismo, Nick, Alice, Paul y yo estamos en la estación de policía porque acaban de informarnos que el asesino de Joe está encerrado en el lugar. Según uno de los policías, él se entregó a las autoridades pacíficamente.

Me quede boquiabierta y sin palabras mientras veía el flujo de estudiantes por el pasillo y a mi alrededor. La cabeza comenzó a darme vueltas. Se sentía como si todo fuera irreal. Realmente era un suceso impresionante.

-Y, ¿Quién es? –pregunté después de un minuto de silencio.

-Aun no lo sabemos. Estamos esperando por ti, aunque Nick este impaciente por entrar y partirle la cara al hombre… -se calló y luego suspiró con exasperación-. ¿Podrías traer a Adam contigo cuando vengas? No creo que le agrade mucho la idea de quedarse al margen en estos momentos.

-Descuida, yo lo llevo conmigo. Nos vemos allá, Denise.

-De acuerdo.

Colgué.

Miré a mí alrededor en el pasillo y respire profundamente. Este día se estaba poniendo cada vez más interesante y mejor. A pesar de que mi creencia de que aunque capturasen al asesino eso no me traería devuelta a Joe, se mantenía, no podía estar más feliz de que el desgraciado se pudriera en la cárcel por lo que hizo. O desgraciada.

Por cierto, no había sabido nada de Ally en un buen tiempo, ya que lo recordaba.

Sacudí la cabeza, apartando los pensamientos y me dirigí dentro de la cafetería con el fin de encontrar a Adam y salir pitando a la estación de policía. No fue difícil encontrarle, dado que era el único ocupando una mesa completa para sí. Desde la muerte de Joe, se había alejado de todo el mundo y para ese momento, la mayoría de los estudiantes lo evitaban siempre. No querían conocer la furia ciega de Adam si se le acercaban de repente.

-Eh, Adam –le llame-. Nos vamos.

Él levantó su mirada de su comida y mientras aun la masticaba, me miró con confusión.

-Nos vamos -repetí.

-Eso ya lo sé –dijo después de tragarse la comida-. ¿Por qué?

-Capturaron al asesino de Joe –dije mirándole directamente a los ojos.

Adam no dudó ni un segundo en levantarse de su asiento, coger su mochila y marcharse conmigo. Varias miradas curiosas nos siguieron hasta que nos marchamos, pero las ignore. No tenía tiempo para devolverles el favor de poner atención en ellos.

Adam y yo nos subimos a la camioneta rápidamente y me dirigí hacia la estación de policía sin vacilar. Quince minutos más tarde, nos encontrábamos en la estación con un guardia escoltándonos hacia donde estaba la familia Jonas. Nos reunimos con ellos rápidamente y mi mirada se cruzó con la de Alice durante unos instantes antes de que yo la desviara hacia Denise. Hablar con mi mejor amiga no estaba encabezando mi lista de prioridades en esos momentos.

-Entra con Nick –dijo Denise al verme-. Definitivamente son los más impacientes por saber quien le hizo esto a Joe.

Mi mirada se conectó con la de Nick cuando levanté los ojos y mire en su dirección. Él asintió en mi dirección, soltando la mano de Alice, quien evitó mi mirada esta vez. Se dirigió hacia mí, mirándome con calidez y no como me había mirado la última vez que nos habíamos visto en casa de mis padres: con odio y frialdad. Me alegraba de saber que ya no creía que yo había tenido algo que ver con la muerte de Joe.

El mismo guardia que nos había guiado a mí y Adam hacia la familia Jonas, nos guió hacia las celdas. Mis manos comenzaron a sudar mientras más nos acercábamos al lugar. Nick me miró durante unos instantes y vi de reojo que esbozaba una sonrisa.

-Deja de retorcerte las manos –dijo-. Te vas a arrepentir cuando seas más vieja.

-Estoy nerviosa –murmuré-. Tengo miedo de conocer la identidad del asesino y que me lleve una terrible sorpresa –suspiré, y luego le miré-. ¿Tú aun piensas que pudo haber sido Troy?

Él asintió con la cabeza sin vacilación.

-¿Tu lo piensas?

-No lo sé –me encogí de hombros.

Dejamos de hablar cuando el policía se detuvo frente a nosotros y se giró para encararnos.

-Bien. Aquí esta –dijo él, moviendo su brazo hacia la derecha donde había una celda. Tanto Nick como yo giramos a verla-. Tienen una hora. Si quieren salir antes, pueden avisarnos. Habrá un policía al otro lado del pasillo. Se mantendrá cerca, pero no oirá nada, ¿vale?

-Vale –respondió bruscamente Nick, con su mirada posada en el asesino.

El policía se retiró poco después.

El hombre estaba sentado en la cama individual blanca mirando hacia sus manos, ignorándonos a nosotros. No podía ver su cara, dado que estaba evitando girar su rostro hacia nosotros y delatarse, sin embargo, reconocía su manera de sentarse. Las lágrimas picaron en mis ojos y un nudo tenso se formó en mi garganta impidiéndome el habla; las punzadas de la traición pincharon mi ya destrozado corazón.

-¡Maldito desgraciado! –le gritó Nick, golpeando los barrotes que nos separaban e impedían a Nick de matarle-. Muestra tu cara. ¿Tienes vergüenza ahora, bastardo? ¡Porque me parece que no la tenias cuando mataste a mi hermano!

Nick continuó gritándole y reclamándole una y otra vez mientras yo veía, en shock, la figura del hombre impasible. No podía creer lo falsas que podían llegar a ser algunas personas. Sacudí la cabeza y coloqué una mano sobre el hombro de Nick con el fin de capturar su atención durante unos instantes.

-Nick –dije-. Cálmate. Sé quién es.

-¿Ah? –Él se giró hacia mí-. ¿Quién es entonces? –gruñó.

-Es Troy –murmuré-. Troy asesinó a Joe.

Nick abrió los ojos como platos y parpadeó varias veces antes de reaccionar. Volvió a girarse hacia la celda y comenzó a golpearlas nuevamente con más fuerza.

-¡Anda, míranos, imbécil! –Le gritó de nuevo-. ¡Falso! Eres… eres… ni siquiera hay palabras para describirte, hijo de puta. ¡Ojala te pudras aquí dentro! No tenías ningún derecho de matar a mi hermano de esa manera. ¡Ninguno! ¿Me oyes? –golpeó fuertemente un barrote.

-Lo siento –respondió Troy con una voz rota, manteniendo su postura-. Lo siento.

-¿Lo siento? –Nick se rió sarcásticamente-. ¿Eso es todo lo que tienes? ¡No basta! –le gritó furiosamente-. Con un lo siento no me devolverás a mi hermano, gilipollas.

-Lo sé –dijo Troy con un suspiro-. Realmente lo sé, y lo lamento.

-Maldito desgraciado –dijo Nick con los dientes apretados-. Vamos, dinos tus razones. Quiero escuchar porque asesinaste a mi hermano. ¡Sabias que tenía familia! Dos niños, Troy. Dejaste a dos niños sin padre. ¿Por qué?

Troy sacudió la cabeza sin inmutarse y Nick soltó una carcajada llena de odio.

-Fue por _____, ¿a que si? –se atrevió a decir-. Tenias celos de Joe y sabias que jamás, jamás podrías tenerla si Joe estaba en medio –volvió a reír-. Vaya idiota. Ella jamás te iba a querer. Joe ha sido el único hombre que ella ha amado de verdad. Ocho años, Troy, ocho años espero por su regreso. ¿Crees que de repente, porque Joe hubiese muerto, ella se iba a enamorar de ti?

-Basta, Nick –dije con la voz ronca por el nudo en mi garganta-. Déjalo. No vale la pena.

Me ignoró. Volvió a golpear los barrotes de la celda y gritó:

-¡Vamos, dilo! Ya sabemos que tú lo mataste, ya no tendrás a _____ jamás, así que dime tus razones. Quiero escucharlas salir de tus labios.

-¿Para qué? –Replicó Troy, girando su rostro ligeramente hacia nosotros-. Ya sabes porque lo hice.

Abrí mi boca, sorprendida por su confesión tan fría y mis ojos se desbordaron haciendo que las lágrimas corrieran por mis mejillas. Cruce los brazos por debajo de mis pechos y miré a Troy con incredulidad.

-Falso –escupí, sin saber exactamente de donde había sacado mi voz, ya que el nudo persistía en mi garganta. Latente y ardiendo por las lágrimas retenidas-. Todo este tiempo pensé que eras un buen amigo y que Joe se había equivocado contigo. ¡Dios, que ciega estaba! Eres un desgraciado. Stephen y Alec se quedaron sin padre por tu culpa, y toda la familia de Joe está en crisis por tu egoísmo. Te odio. Te odio con todo mí ser. Eres un falso, un egoísta y un… -solté el aire con frustración, sin encontrar una palabra para describirle-. Espero que te pudras aquí dentro, imbécil.

Troy giró de lleno su rostro hacia nosotros y sus ojos llorosos se fijaron en mí. Estaba con la misma ropa de la noche anterior, cuando había estado en mi casa, y se veía demacrado, como si no hubiera dormido nada. Su boca se abrió con sorpresa, mostrando como su labio inferior temblaba ligeramente. Se levantó de la cama y se plantó frente a nosotros, a una distancia segura de los brazos vengativos de Nick.

-No… no digas eso, _____ –tragó, mirándome fijamente, su rostro deformado por una expresión de dolor-. Yo jamás, jamás quise hacerte daño. Eres lo más importante para mí, y los gemelos también. Sabes que te quiero, te quiero de verdad –lagrimas rodaron por sus mejillas-. Solo quería hacerte feliz… conmigo.

Solté la misma carcajada fría y sarcástica, llena de odio, que había soltado Nick anteriormente.

-Hipócrita –escupí con odio-. Eso es pura falsa. Me hiciste totalmente infeliz. Joe era todo para mi, y lo sabías –desvié la mirada de él durante unos instantes-.Y luego están todas las veces que me consolaste por su muerte. ¡Tú lo asesinaste! ¿Cómo podías estar tranquilo consolándome por su pérdida?

Troy dio unos pasos hacia delante, sin preocuparse más por Nick, quien le miraba con recelo, pero en silencio. Él solo nos veía discutir.

-Me arrepiento de lo que hice, _____. Realmente lo hago –dijo Troy-. He visto todo el daño que he causado por una decisión tomada por la desesperación y los celos. Hice lo peor que una persona podría hacer, lo sé, pero lo hice porque te quiero. Porque quería estar contigo y me pareció que la mejor manera de hacerlo era matando a Joe. Una decisión errónea hasta la medula.

-Me alegro de que te des cuenta –respondí con sarcasmo.

-Pero intente enmendarlo…

-Jamás podrás hacer eso –intervino Nick-. En la vida podrás devolvernos a Joe… o al menos, intentar ser lo que él fue. El daño ya lo hiciste y no podrá ser revocado. Escogiste este camino y ahora te jodes.

-Nick, basta –le dije-. Deja de decir palabrotas.

-Se lo merece.

-No. Cierra tu sucia boca –gruñí.

Él me miró asombrado, pero guardó silencio. Devolví mi mirada a Troy.

-Espero que algún día el karma te devuelva el golpe. Te odio con todo mí ser. Haz hecho el peor daño que una persona podría hacer y lo repito: espero que te pudras en la cárcel.

Troy se acercó a mí, con su rostro empapado en lágrimas y una expresión de dolor en el rostro. Me gire hacia Nick para marcharnos y él asintió con la cabeza. Le dimos la espalda a Troy y comenzamos a marcharnos, cuando el comenzó con el coro de disculpas gritadas:

-¡Lo siento, _____! ¡De verdad, lo lamento! ¡Lo hice porque te quiero, maldita sea! ¡No te vayas! ¡_____!

Él guardia nos esperaba en la entrada y se sorprendió al vernos salir sin avisarle, mas no dijo nada. Comenzó a dirigirnos devuelta a la recepción, donde estaba la familia Jonas esperándonos, cuando Nick pasó un brazo por mis hombros y me pegó a él.

-Ese bastardo quedo atrás, ¿vale? Todo mejorará –asentí con la cabeza, soltando un pesado suspiro-. Lamento haberte echado la culpa antes. Estaba como loco… lo siento. Creo que había olvidado lo mucho que amabas a Joe y tenía que echarle la culpa a alguien por su muerte.

-Te disculpo –dije, pasando mi brazo por su cintura-. Ya no importa. Además, ya aprendimos a no juzgar por las apariencias, ¿ah?

-Si bueno, nadie hubiera notado lo loco que esta Troy, ¿no? Al principio pensé que era bueno.

-Yo también –suspiré.

Sin embargo, Joe no. Y yo, estando ciega por el encanto de Troy, jamás le creí. Lo que fue un grave, grave error, sin duda alguna. Pero de los errores se aprende, ¿no?

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Noooo!! Sabia que era Troy!! Lo sabia! Uishh ese desgraciado hijo de.... Aaaarrrgg!! La novela esta súper buena, que triste que se este acabando u.u Bueno, Siguela prontoooo! Besos Smile

PD: Se pasan por mi nove? https://jbvenezuela.activoforo.com/t11333-regresar-atras-joe-tu

ushhhhh ese Troy hijo de perraaa!!!
yo sabia que habia sido el lo sabi LO SABIAAA y te lo dije!!!
uirhsbgvnfoavsdbga
tengo tanta rabia!!!! me has echo llorar, te juro me has echo llorar
no puedo creer... ja! troy era un falso... nunca, nunca me cayo bien siempre me dio mala espina
como no le hicieron caso a Joe el lo sabia dioos porqqq Sad

bueno por lo menos Nick reacciono Smile

algo bueno dentro de tanta tristeza
SIGUELA PORFAAA PRONTOOOO

Ese imbécil y desgraciado de Troy!! Siempre pensé que no era tan bueno como se hacía creer....
Que bueno que Nick cambio se disculpó con la rayis c:
No sabes cuanto me alegra que hayas vuelto!! :DDDD y no puedo esperar a ver que creo tu GRAN imaginación está vez C:
Ya te dije que amo como escribes? Porque creo que nunca es suficiente enserio AMO AMO como escribes *-*
Porcierto FELIZ AÑO NUEVO!! Espero que este año sea muy bueno para ti y que seas muy MUY feliz c:

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Licsaa... jklñasdfgh no tienes idea de como te extrañee mujerr... Feliz navidad y añ nuevo, un poco tarde pero igual tenia que decirlo jkajdja haha...

Estos 3 caps puede que no recompensen es tiempo que te fuiste el cual fue muuuucho, pero igual te amodoro y ame los caps, aunque... ¿Troy? ¿TROY? O sea, de verdad, me tome en serio lo de que Troy era una santa palomita... No puedo creer que ESE lo haya hecho, aunque mientras leia el cap pensaba que era mentira y que Troy solo habia hecho eso con el fikn de que encontraran a asesino, y luego pense que estoy viendo mucho CSI hahaah..

Todavia no me lo creo... Troy... Es que... WOOOOW... No volvere a confiar en nadie... Santa paloma no se en donde -.- salio re malvado el pibe -.- pero bue, hay personas asi.. Como en el libro que me lei... Tu no te das cuenta quien es el asesino si no hasta que cuentan la 2da muerte y eso ya es casi el final... y quedas re :O cuando ves quien es... No se espera de verdad, aunque ya lo que es el final del libro es un porqueria hahahaha... Crei que no se habia descargado completo y lo busque como por meda hora y ahi terminba... Pero bueee...

Por cierto, ¿Qué te regalaron por navidad? *---* ¿Como pasaste tu navidad? ¿Te divertiste? é_______________e hahahah

Te amodoro Lic... Me he vuelto fan de toooooooodo lo que escribes :B y ahora.. Me voy porque no se que mas decir xD

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

siguela PORFAAA

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Nuev@ Cantidad de envíos : 12 Fecha de inscripción : 17/09/2012

Me gusto el cap!
No sabes como lo espere!
Todos los dias me pasaba a ver si ya habias subido cap!
No puedo creer que troy alla matado a joe :l
Espero que subas pronto!
Besos

Hola chicas!! Very Happy

Aw, aw. Me alegro que les haya gustado el maratón. Les pido perdón a las que hice llorar. Pero ahora se alegraran. Se acabó el llanto.
jkasldhaskjdasd Ya verán cuando lean el capitulo.
Y muuuuuuuuuuuuuchas graaaaaaaacias por no dejar de comentar y continuar leyendo la nove. Las quiero un mundo. Se cuidan. Smile

F. Johnson.
Hooooooola! Feliz navidad y año nuevo para ti también :3
Extrañaba tus coments. xD Y me parece que fuiste la única que se tomo enserio lo de que Troy era bueno. Me esforcé lo suficiente para hacerlo parecer bueno. Y bueno, también hubo un cómplice que nadie, nadie se esperaba, pero ya nadie lo va a saber. Cambie el rumbo de la historia hjksjklsjdfas.
Anyway. Pase bien mis navidades. Aunque no me hubiese quejado si las vacaciones se hubiesen extendido hasta el próximo año xD Pero bueh.
Aw, gracias por leer todo lo que escribo. Me halagas. :3
Cuídate.

Fearless Soul
Aww, tu también me halagas. kldfsd Si creo que me has dicho millones de veces que amas como escribo xD Pero igual, es maravilloso volver a leerlo.
Espero que este año sea maravilloso para ti tambien. Mejor que el cutre 2012 ._.
Y me parece que te va a gustar lo que mi imaginacion creo esta vez. ñañañaña jkasldja

Niinooskaa
Eres re especial en mi heart. En serio. Es que... comentas en todas mis novelas y eso me pone aklshaklsas en buena manera porque de verdad me alegra ver cada comentario que pones. Porque se que lees y te gusta mi nove y eso me pone feliz. Puedes alegrarme un dia triste. Graaaaaaaaaacias por siempre comentar

Tatii Jonas
Uy, no te enojes con el pobre Troy que el si era bueno. No leíste lo que dijo? El quería hacer feliz a la rayis... Bah, era un embustero. xD
Graaaaaaaaaaaacias por comentar. Me alegra siempre verte por aquí

PinguinitaJonas
Ah, mi compatriota. Gracias por siempre comentar. Eres re sweet.
PD: Tu nove me encanta xD

lore jonas
Heeeeey, hola. Me alegro de que te haya gustado el capitulo. kalkladhj Aw, que linda. Y lo se, a veces puedo tardar mucho en subir. .-.
Cuídate.

Capítulo 73:
Desperté abruptamente en mi cama, respirando pesadamente con mi mirada fija en el techo de la habitación. Rápidamente, me senté en la cama con el corazón golpeteando en mi pecho como si quisiera saltar de allí pronto. Un breve temor se apodero de mí al notar que estaba desnuda y que lo único que cubría mi desnudez era una sábana blanca de algodón, la cual apreté contra mi pecho. Gire mis ojos por la habitación con terror. Nada parecía estar fuera de lo normal; no había ropa tirada por el suelo o algo parecido, y el monitor de sonido, que tenia para escuchar a los gemelos por si comenzaban a llorar, estaba en su lugar sobre la mesa de noche a mi derecha. Todo estaba igual que antes. Entonces, ¿Por qué sentía la sensación de que algo no iba bien?

Bueno, además del hecho de que estaba desnuda en mi cama.

Mi alarma creció cuando mis ojos volaron hacia la puerta de la habitación, la cual había comenzado a abrirse. Mi mandíbula cayó y mis ojos amenazaron con salirse de sus orbitas al ver quien estaba entrando en la habitación con una hermosa sonrisa, y sin camisa.

-Buenos días, hermosa –dijo Joe tranquilamente, caminando grácilmente hacia mí-. ¿Dormiste bien? Imagino que si –su hermosa risa, retumbó en mis oídos. Pensé que jamás volvería a escucharla-. Estabas en un sueño tan profundo que no te despertaste cuando llegue anoche, lo cual es muy raro.

Él se sentó en la cama a mi lado, esperando mi respuesta, mientras que yo lo único que pude hacer fue mirarle totalmente perpleja y confusa. Un revoltijo de pensamientos y emociones se instalaban dentro de mí, dejándome sin habla. No podía creer que él estuviera allí frente a mí, sonriéndome. Reprimí el impulso de pellizcarme y, en cambio, extendí la mano temblorosa para tocarle el rostro sin romper nuestro contacto visual. Mi piel hormigueo ante el cálido toque y, a pesar de lo que había temido, el sueño no se dispersó: era real.

Jadeé y mis ojos se llenaron de lágrimas repentinamente. Joe frunció el ceño. Me giré para estar frente a él, sin preocuparme de la sabana que me cubría. Era trivial comparado con el hecho de que Joe estaba frente a mí. Me limité a verle, fascinada con cada detalle suyo. Coloqué ambas manos sobre sus mejillas y las acaricié con mis pulgares, haciéndolo sonreír.

-Oh Dios –susurré-. Si estás aquí.

Él colocó sus manos sobre mis muñecas, aun sonriendo, pero no dijo nada. Las lágrimas picaron nuevamente en las comisuras de mis ojos y le sonreí, a pesar de que lo que quería hacer era llorar de emoción. De un momento a otro, coloqué mis brazos sobre sus hombros y lo abracé. Desmoronándome, comencé a llorar sobre su hombro. Él me apretó con fuerza a su cuerpo y besó mi cabello.

-Claro que estoy aquí, amor –dijo él-. ¿Dónde mas estaría si no?

No pude responderle. Los sollozos obstruían mi capacidad de hablar.

Apreté un poco más mis brazos a su alrededor y él apretó los suyos en mi cintura. Besé su cuello e inspiré su delicioso olor de acabado de salir de la ducha. Pasé mis dedos por su cabello, disfrutando de su textura entre mis dedos. Realmente pensé que jamás volvería a verle, a sentirle, a escucharlo… y sin embargo, ahí estaba, haciendo justamente eso. Ni siquiera sabía que había pasado la noche anterior.

Después de unos largos minutos en los que lo único que se escuchaba en la habitación eran mis sollozos, Joe habló.

-¿Por qué lloras, mi vida? –preguntó, un tanto preocupado.

-Creo que tuve una pesadilla –murmuré-. Y lo único que recuerdo de anoche es eso.

Me separé un poco de él, para poder verle a los ojos. Joe alzó las cejas, pero no me cuestionó. Sin embargo, me besó en los labios. Me estremecí ante su contacto tan tierno.

-Bueno, después de hacer el amor durante horas ayer –me sonrió con picardía y sus ojos se iluminaron el mismo brillo travieso-, salí con la banda a John’s Bar. Era viernes, teníamos que tocar.

Le miré fijamente unos segundos antes de entender. Era la noche de su muerte. Esa noche él había salido de casa hacia John’s Bar con la promesa de regresar temprano y jamás regresó.

Y sin embargo, esa mañana del sábado estaba frente a mí, mirándome y sonriendo. Vivo. ¿Cómo podía ser eso posible? Yo le había visto… yo le había llorado… hasta… Troy le había asesinado. Todo lo que había visto era real… y sin embargo, todo parecía una pesadilla para esos momentos en los que le tenia de vuelta frente a mí. Sonreí.

-Sí, claro –asentí-. Ya me acuerdo.

-Me dijiste que habías tenido una pesadilla, ¿de qué fue? Pareces traumada –elevó una mano hacia mi mejilla y la acarició suavemente-. Cuéntame.

Le conté todo lo que había vivido. O soñado. Ya no sabía diferenciarlo. Pero de algo estaba segura: no quería volver a vivirlo.

Joe escuchó atentamente toda la historia, interrumpiéndome solo para tapar mi pecho con la sabana con la excusa de que si lo veía demasiado no me dejaría terminar de contarle la pesadilla. Al final, el tenia el ceño fruncido y una pequeña sonrisa en los labios.

-¿Así que morí? –él preguntó; asentí-. ¿Troy me asesinó? –asentí nuevamente-. ¿Y todo porque quería estar contigo? –Asentí una vez más-. Oh, hombre, esa pesadilla es escalofriante. ¿Dijiste que habías sentido que era muy vivida?

-Demasiado para mi agrado –suspiré-. No sabes lo mal que me sentí cuando te vi muerto en el sueño y luego vivir con el hecho de que ya no estarías conmigo… -parpadeé para apartar las lágrimas y miré hacia mis manos juntas sobre mi regazo-. Fue realmente horrible. Mi mayor temor hecho realidad.

Joe pasó sus brazos sobre mis hombros, me pegó a su pecho y me abrazó. Suspiré con la cara hundida en su pecho, de repente, sintiéndome aliviada de sentir su calidez rodeándome. No quería alejarme de él nunca más.

-Tranquila, ya pasó –susurró, acariciando mi espalda desnuda-. Estamos juntos y todo está bien, ¿vale? Una vez te dije que jamás te iba a abandonar de nuevo, y voy a cumplir mi promesa. Te amo, mi amor.

Besó mi cabello con ternura y yo no pude evitar sonreír.

-Te amo, Joe –le respondí.

-¿Quieres que te recuerde además que hicimos antes de irme a John’s Bar?

-¡Ahg, Joe! –me quejé, con una sonrisa. Me separé de él para mirarlo a la cara. Tenía una sonrisa picara en los labios-. Estábamos teniendo un momento tierno.

-Esto también es tierno.

Se inclinó para besar mis labios al tiempo en que me hacia soltar la sabana que yo aferraba para cubrir mi pecho. Volví a quedar semidesnuda frente a él. Gemí a mitad del beso y él solo sonrió. Atrapó mi labio inferior con sus dientes y lo jaló un poco, haciéndome gemir otra vez. Coloqué mis brazos sobre sus hombros nuevamente y lo pegué a mí para volver a besarlo. Él nos empujó sobre la cama, y cayó sobre mí, colocando ambas piernas a cada lado de mis caderas. Sus manos se detuvieron sobre mis pechos y comenzó a masajearlos como si volviera a ser un adolescente curioso, provocando que mi respiración y mi ritmo cardiaco se aceleraran.

Reí cuando él comenzó a besar mi cuello con desesperación.

-Esto no es tierno, Joe –me quejé entre risas.

Joe sonrió contra mi piel, haciéndome estremecer.

-Muy en el fondo, lo es –murmuró entre besos.

Él bajó sus manos hacia mi cadera y de ahí, trazó mis piernas con sus dedos, al mismo tiempo que descendía por mi cuerpo con sus labios. Arquee la espalda con anticipación cuando el llego a mi ombligo. Me dio un casto beso allí justo cuando se escuchó el lloriqueo desde el monitor de sonido. Gemí, frustrada, y Joe sonrió. Volvió a subir y me besó en los labios con ternura.

-Yo los atiendo –me dijo.

Suspiré y asentí. Él se levantó de la cama y salió de nuestra habitación para entrar directamente en la de nuestros hijos. Yo me quede en la cama, mirando el techo, intentando regular mi respiración y ritmo cardiaco. Suspiré nuevamente mientras pensaba en el sueño. Era raro lo real que me había parecido, y sin embargo, Joe no había muerto. Él estaba vivo. Estaba conmigo. Tal vez el sueño era una lección de mi subconsciente para que me diera cuenta de que clase de persona era Troy y que siempre debía creerle a Joe. Aunque realmente no había pruebas en contra de Troy, creía firmemente en que las apariencias engañan.

Me levanté de la cama después de varios minutos de darle vueltas a los mismos pensamientos. Me puse una camiseta de Joe y salí de la habitación. Eché un vistazo dentro del cuarto de los gemelos para encontrar que uno de ellos aun estaba dormido. Alec tenía el sueño profundo. Cerré la puerta con cuidado y caminé hacia la sala. Joe tenía a Stephen en brazos, dándole el biberón, sentado en el sofá con el televisor encendido.

-Lo siento, no quería molestarte –dijo, mirándome por encima de su hombro mientras me acercaba a él.

-No es ninguna molestia, tonto –dije-. Me gusta darles de lactar. Tiene un efecto positivo en su crecimiento.

Reposé mis antebrazos cruzados sobre el espaldar del sofá y me incliné para besar la sien izquierda de Joe. Él sonrió y yo posé mis ojos en Stephen, quien instantáneamente abrió un poco más los suyos a modo de reconocimiento. Sonreí, extendiendo mi mano para acariciar una de sus regordetas piernitas.

-Bueno, pensé que aun estarías cansada –se encogió de hombros levemente-. ¿Llevas algo debajo de mi camiseta?

-¿Cómo sabes que llevo una de tus camisetas? –sonreí.

-Intuición –sonrió-. Dime –pidió de nuevo.

-No.

-Genial –dijo con voz ronca y una sonrisa picara se formó en sus labios.

Rodé los ojos. Besé su mejilla antes de incorporarme.

-Iré a preparar el desayuno para nosotros.

-Vale.

Caminé hacia la cocina tranquilamente. Y mientras preparaba el desayuno, me olvide de todo lo relacionado con el sueño.

OMFJ!! Si!!! Sabia que Joe no podía morir! :')
Me súper encanto el capitulo AMO como escribes
Siguela pronto plis!!

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