Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

me encanto el capitulo
super que increible!!!
fuera genial que joe
regresara pero eso seria
imposble :/ pleaseee!!!
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

NUEVAA LECTORAAA !!!!
ME ENCANTAA NO NOVEEE
NO PUEDO CREER QUE JOE HALLA MUERTOO
SIGUELAAAA

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Aun no me hago a la idea de que Joe se ha ido de verdad... Y es que estoy 100% convencida de que Troy lo mato.. Ahora rayita tiene que ser fuerte, por los gemelos

Siguelaaaaa!!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Dios! vuelvo a llorar :C
Aún no puedo creer que joe murió...
Me gustaría que reviviera y todo fuera como antes...pero es imposible :c
Síguela pronto please muero por saber quien fue el maldito que mato a joe

Hooooola bombones. ¿Como han estado?
Espero que muy, muy bien, eh Smile

Aquí les traigo otro capitulo porque por fin tengo tiempo de escribir con calma y fluidez. Espero que les guste.
Las quiero. Se cuidan. ♥

Capitulo 62:
El siguiente día y medio estuve debatiéndome entre ir al velatorio o quedarme en casa de mis padres, y afrontar la dura y cruel verdad o quedarme en la casa de mis padres, encerrada en mi pequeña y acogedora burbuja de fantasía. Hice muy poco aparte de cuidar de mis hijos y dormir, durante todo el tiempo que estuve entre las cuatro paredes confinantes de la casa. Y sin embargo todos los habitantes de la casa entraron y salieron a su gusto de la casa una y otra vez, yendo de compras, al trabajo, a hacer un recado, etc. Claro, jamás se iban sin turnarse para mantenerme acompañada (y también, aunque no quisieran admitirlo, para mantenerme vigilada). Por alguna razón, les daba miedo que pudiera cometer alguna locura por dolor y rabia, lo cual claramente no estaba en mis planes. Tenía dos hijos que mantener y no podía darme el lujo de dejarlos solos y desamparados. Necesitaban de su madre.

El día antes del entierro de Joe, la casa estuvo casi vacía. Me habían dejado en compañía de Matty ya que era el único que no tenía algo que hacer fuera de la casa. Él se había puesto cómodo en la sala para ver la tele con bolsas de frituras y botellas de Coca-Cola a su lado. Yo decidí evitarlo. Desde la pequeña discusión que habíamos tenido en la habitación de los gemelos, evitaba tener contacto con él. Y viceversa. Nuestra relación estaba tensa y frágil, casi rozando el desagrado, lo cual no eran buenas noticias para nuestra próxima relación de cuñados.

Camine hacia la cocina en silencio, con Alec gorjeando en mis brazos al tiempo en que sacaba el biberón del refrigerador y lo colocaba en el microondas para entibiarlo un poco. Durante esa semana deje de darles de lactar a los gemelos y comencé a darles leche preparada. No sé si era por la tensión o algo, pero mis glándulas mamarias no producían la leche que debían para ambos bebés, como lo hacían antes. Decidí darles el biberón mientras mi problema se resolvía, y así volverles a dar de mi leche la cual era mucho mejor (más saludable) que la preparada.

Sentí la mirada de Matty clavada en mi espalda cuando me dirigía a través del pasillo hacia la habitación, después de sacar el biberón y comenzar a dárselo a Alec. Yo no mire hacia él. Realmente no tenía ganas de discutir con él para nada.

Me senté en la cama, justo al lado de Stephen, quien estaba dormido en medio de la cama y le di el biberón a Alec en silencio, con la mente en otro lugar. Alec movió sus manos por mi pecho, jugando con el cuello de la camisa y el collar de oro que colgaba de mi cuello. A ellos les encantaba hacer esas cosas mientras comían, y también les gustaba fijar su mirada en mi rostro, lo cual me parecía una ternura. Sin embargo, ese día no preste atención de ninguno de sus movimientos, manteniendo mi mente en blanco y mis emociones al margen. Sin embargo, me sentía tensa. Aun estaba dubitativa en la cuestión del velatorio. No sabía si ir o quedarme. Era un dilema.

Al terminar de darle el biberón a Alec, le saque los gases con sutileza. Luego, lo coloque al lado de su hermano en la cama. Los mire a ambos y sonreí levemente. Alec movió sus extremidades con energía mientras su hermano dormía plácidamente a su lado. Un pensamiento cruzo mi cabeza: Joe no disfrutaría de esos momentos con sus hijos, gracias al maldito bastardo que le arrebato la vida. Rápidamente me reprendí por ese pensamiento y sacudí la cabeza. Suspire para tranquilizarme y volví a quedarme en blanco mientras observaba las acciones de Alec y como Stephen dormía tranquilamente.

La puerta se abrió lentamente después de varios minutos.

-¿Se puede pasar? –escuche la voz grave de Matty.

Le di mi consentimiento y el entro. Camino hasta posicionarse frente a la cama; de reojo, vi como coloco sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón (como hacia Joe) y se quedo mirando a los gemelos.

-Lamente lo que paso el domingo, _____ –comenzó-. Yo solo quería…

-Tenias buenas intenciones –dije, sin mirarle-. Pero yo realmente no estoy de humor para consejos, evaluaciones psicológicas o cosas así. Solo quiero estar sola o con mis hijos. Es todo lo que necesito para ser feliz y estar en calma.

-Lo sé –suspiro-. Lamento lo que paso. Te vi tan mal que sentí la necesidad de ayudarte.

Moví la cabeza para mirarle y el sonrió.

-Es como una habilidad, no puedo estar cerca de alguien sin ayudarlo de alguna forma –explico-. Y tú eres mi cuñada, así que eres el doble de importante que cualquier otra persona.

Sonreí levemente, desviando mi mirada hacia los bebés nuevamente.

-Gracias por intentarlo –murmure.

El soltó una seca carcajada, que me hizo voltear a mirarlo nuevamente.

-Solo necesitas tiempo, seguro –dijo-. Es como una cicatriz, se cura, pero no se borra.

-No creo que esta herida cure nunca –dije, sintiendo como mi corazón se hundía en mi pecho-. Joe era lo más preciado para mí. Lo amaba del corazón y del alma, y sé que el también a mí. Cuando se fue hace ocho años de aquí, casi nueve, estuve deprimida por meses y a pesar de que los años pasaban, la herida jamás curó –reprimí las lagrimas y el temblor de mi labio inferior-. Así que no espero que ésta cure algún día. Es más profunda.

Hubo un largo silencio después de eso, en el cual solo se escuchaba a Alec gorjear levemente. Matty se inclino hacia él y jugó con él, haciéndolo soltar alguno de otro gritillo. Matty reía, con la cara ruborizada por la emoción y los ojos brillándole de felicidad e inocente maldad al hacerle pequeñas bromas a Alec. Yo me quede viendo la escena mientras sonreía. Pensé nuevamente en Joe, y mi sonrisa se desvaneció. Me mordí el labio inferior al suspirar, y desvié la mirada.

-¿Estás bien? –Matty pregunto.

Gire la mirada hacia él y nuestras miradas se conectaron. Asentí y volví a voltear la mirada.

-Te dejare sola si quieres, solo tienes que decirlo –me dijo suavemente.

Sacudí la cabeza.

-Agradecería que te quedaras –volví a mirarle-. No quiero estar sola.

-Bien –el asintió, y volvió a mirar a Alec para luego sonreírle.

Luego, recorrió con la mirada la habitación hasta fijarla en un pequeño sillón junto a la ventana que quedaba a mi izquierda. Matty lo arrastro hasta posicionarlo a mi lado y se sentó en el después de coger a Alec en sus brazos. El bebé soltó un pequeño gritillo emocionado.

-Le agradas –comenté.

-Sí, eso parece –dijo él con una sonrisa-. Pero, al parecer le gusta todo el mundo porque hace lo mismo con todo el que le carga.

Sonreí.

-No lo sabía –confesé.

-Stephen es todo lo contrario de Alec –continuó-. Él se te queda mirando con si quisiera decirte lo mucho que le desagradas. Pero es muy diferente cuando estas alrededor. Te quiere mucho, _____.

Volví a sonreír al tiempo en que giraba la mirada para verlo dormir. Eso al menos, si lo sabía. Recordé la mañana del viernes, y sentí como si hubiera pasado hace años. Nada se sentía real.

-Alec será un pequeño manipulador y galante cuando crezca –comente, entonces girándome para ver al bebé en los brazos de Matty-. Tendremos que tener cuidado.

Matty se echó a reír.

-Definitivamente –dijo.

Nos quedamos un rato mas hablando de los bebés y de diferentes cosas que Matty contaba. Agradecí la distracción que tuve con su fluida y constante charla, y lentamente me fui sintiendo mejor. Matty tenía una personalidad y un carisma increíbles. Y era una buena persona. Marie tenía mucha, mucha suerte de haber encontrado a un hombre así, y me alegraba por ella.

Más tarde, la puerta de la habitación se abrió dejándole paso a Marie y a mi madre. Ambas sonrieron al vernos; Matty les devolvió la sonrisa a ambas la sonrisa por ambos, ya que yo no pude devolverles la sonrisa. Volvía a sentirme sin ánimos de ello.

-¿Qué han estado haciendo, chicos? –pregunto Marie, con su voz llena de curiosidad y entusiasmo, mientras se acercaba a nosotros con su gran sonrisa en el rostro.

-Charlar –respondió Matty, justo después de que Marie le hubiera besado en los labios como saludo. ÉL amplio su sonrisa.

-Genial –dijo mi madre, sentándose a mi lado en la cama. Coloco su mano sobre mi pierna y conecto su mirada con la mía-. ¿Qué tal todo, princesa?

-Bien –intente sonreír. Falle-. Matty es un buen compañero y hasta es un buen hablador –le mire y él me sonrió-. Me despeje un rato.

Mi madre asintió y me sonrió.

-¿Necesitas algo en particular? –pregunto.

Sacudí la cabeza.

-No, gracias, mamá.

-Está bien –dijo ella-. Iré a preparar el almuerzo.

Todos asentimos y ella salió de la habitación. Desde lo ocurrido, mi madre se había distanciado de mí. Pocas veces se mantenía un largo rato conmigo. Lo catalogue como que miedo a lastimarme de alguna manera mientras estaba a mi lado. Tal vez le incomodaba estar conmigo, ya que se le hacía difícil sacarme conversación. No lo sabía.

-¿Stephen sigue dormido? –pregunto Matty minutos más tarde.

Yo asentí, girándome a verlo para comprobarlo. Seguía tan dormido como antes.

-Dormilón –murmure, y luego mire hacia Matty y Marie. Ambos me miraban sin rastro de sonrisa en su rostro. Suspire-. ¿Vas a hablar de algo cierto, Marie?

-Ya sé que soy la mala, _____ –dijo en forma de broma-. Pero soy la única que se atreve a hablarte directamente sobre Joe.

Como siempre, pensé recordando como ella había hecho lo mismo años atrás antes de irse a la universidad, y después de que Joe se había ido. Entonces recordé a Alice, quien también había colaborado con ella. Ambas eran crudas, directas y sin rodeos de ninguna clase. Mas, sin embargo, eran las mejores personas que podrías conocer en toda tu vida.

-De acuerdo, habla –dije.

-Alice me llamó y me recordó sobre el velatorio –dijo e hizo una pausa para recibir mi reacción. No hubo ninguna. Continuó-. Así que te quería preguntar si iras o no.

Me quede mirándole mientras lo pensaba. Era obvio que por más que no hubiera querido mencionarlo, alguien iba a hacer algo por recordármelo. Y tenía que ser el dúo dinámico: Alice y Marie. Suspire y lo pensé durante un largo rato mas, pensando en los pos y contras de ir o no ir. Y lo alargue hasta que Marie comenzó a golpear su zapatilla contra el suelo con impaciencia. Entonces decidí.

-Iré –dije, con un suspiro. Más tarde me arrepentiría seguro.

:C aún no creo lo de Joe...
Pobre rayis esta sufriendo mucho :c
Gracias por subir Capi c:
Síguela pronto...cuando puedas ;D

Siguela pronto! En el capitulo del velatorio llorare. Sigo sin creer que Joe ya no este con la rayis. Ella lo necesita a su lado

Siguelaaa!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

AHHHH SIGUELAAAA, ojala el final sea que todo era un sueño y joe si volvio temprano a casa :'(
Anque pensandolo bien el titulo es "una memoria" pienso que su vida con joe solo algo que ella esta recordando ya de viejita jaja Wink

pero ojala no sea asi
>.<

TIENES QUE SEGUIRLA Razz

y recuerda a amantes prohibidos se que soy estresante con eso pero si, recuerda ajja Wink

primero, estoy muy muy muuuy feliz de q ayas regresado
pero tambien estoy SUPER triste porq Joe murio y no me lo esperaba te juro
he llorado como no tienes idea, incluso siento q un pedacito de mi se muerio con "la muerte" de Joe
ok soy muy suceptible Sad

en serio me da muchisima pena
no puedo creerlo... ahora quiero saber quien mato a Joe
aunq yo creo q fue Troy y si el fue, es un hipocrita
pobre rayita Sad

siguela pronto si??? PORFIS Smile

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

pobre rayita se como se
debe de estar sintiendo
joe no debio de morir Sad

me encanto el capitulo!
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

siguela porfa!!!!

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Estoy feliz de que hayas vuelto Very Happy

Pero estoiy MUY triste con la muerte de Joe :'( aun ni me la creo
No me lo imginaba asi...
Aun sigo esperando que sea solo un mal sueño, un muy mal sueño Sad

Y yo creo que fue Troy el causante de toda esta tragedia u.u
espero poder leer pronto Very Happy

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Capitulo 63:
Luego de cenar, todos nos preparamos para ir al velatorio el cual estaba ocurriendo en la casa Jonas. En las noticias ya pasaban la trágica y triste muerte de uno de los cantantes del momento, quien dejaba a dos bebés sin padre junto a una desamparada prometida. Marie, al ver mi cara, apago el televisor de golpe, pero ya yo había escuchado lo que pasaba en el mundo. Moría el amor de mi vida (una celebridad), y me tachaban de desamparada prometida. ¡No quería ni imaginarme como me llamaban fuera de cámaras!

Salimos un poco tarde la casa dado que yo me tome mi tiempo para arreglarme y arreglar a los gemelos de igual manera. Mis padres y Matty ya estaban dentro de la camioneta cuando Marie y yo subimos con los gemelos en brazos. Dentro de la camioneta se podía sentir la tensión como si fuera algo sólido. Nadie se esforzó por comentar algo, ni siquiera por encender la radio para aliviar un poco la tensión en el ambiente. Pero eso era lo de menos; mientras echaba un vistazo a los rostros de mis padres, note que ninguno de los dos quería mirarme a la cara. Mi padre (mas que mi madre) evitaba a toda costa cualquier enlace conmigo, por más pequeño que fuera. Y lo peor era que no tenía idea de porque lo hacía. Hice una nota mental para preguntarlo después.

Mi corazón se acelero al vislumbrar la mansión Jonas. Mi pecho se comprimió y el dolor me dejó sin aire. Retuve las lágrimas nuevamente en un esfuerzo por parecer fuerte. Pero la realidad era que yo solo quería volver a casa, meterme bajo las sabanas de la cama y quedarme dormida durante una semana para olvidarme de que todo eso era real.

Pero ya era muy tarde para volver, y no me dejarían volver.

Matty se estacionó a cuatro casas lejos de la Jonas porque todos los alrededores de esta estaban llenos de autos. Nos bajamos de la camioneta y emprendimos la marcha hacia la casa bajo el negro manto de la noche sobre nuestras cabezas. Yo iba encabezando la marcha junto a Matty, llevando a Stephen en mis brazos. Mis padres iban detrás de nosotros y Marie también, ella cargando a Alec.

-Todo estará bien, tranquila –dijo Matty, dándome una mirada rápida.

Yo no me voltee a verle y me mantuve con la mirada al frente, temblando de pies a cabeza. Cuando baje la mirada hacia Stephen note que él mantenía la suya sobre mí. Le sonreí y bese su frente con dulzura, tratando de soltar la tensión al concentrarme en el.

-Yo no quería venir –dije volviendo mi mirada al frente.

-Podías quedarte.

-Marie me hubiera obligado a venir de todos modos –dije, girándome para ver por encima de mi hombro hacia ella y comprobar que no me había escuchado. No lo hizo; iba bastante atrás de nosotros como para escuchar nuestra conversación.

-Fue tu decisión quien te trajo aquí, no Marie–dijo.

Le di la razón mentalmente.

-Tengo miedo –susurre casi imperceptiblemente.

Para mi sorpresa, él me escuchó.

-¿De qué?

-De todo –respondí-. De lo que podría decir Denise, de cómo podría reaccionar si viera a Joe nuevamente, de los comentarios… de todo –gemí, arrugando la frente.

El agarro mi brazo con suavidad y me detuvo. Me miro a los ojos durante unos segundos y con cuidado de no aplastar a Stephen, me abrazo. Esa acción fue el detonante para que las lágrimas comenzaran a salir. Poco después, sentí la mano de Marie posarse sobre mi espalda, acariciándola lentamente y con dulzura.

-¿Qué le paso? –le pregunto Marie a su esposo.

-Tiene miedo –respondió el.

-¿De qué?

-De todo lo que podría pasar en el velatorio. Ya sabes.

Marie suspiro y luego se inclino hasta que sentí su respiración sobre mi oído.

-Tranquila hermanita –murmuro ella en mi oído-. Estaremos aquí, lo prometo. Pase lo que pase, Matty y yo estaremos para cuidarte, ¿de acuerdo?

Asentí sobre el hombro de Matty, aun llorando. Estuve llorando al menos unos minutos más antes de ordenarme a mi misma parar y recomponerme. Matty me soltó cuando deje de sollozar. Y luego nos mantuvimos otros minutos más parados en la acera esperando a que yo me calmara lo suficiente para continuar hacia la casa. Matty y yo volvimos a encabezar la marcha, y esta vez fuimos completamente en silencio. Nos detuvimos justo frente al camino de baldosas que se dirigía al porche de la casa. La amplia puerta principal estaba abierta y se veía a la gente vestida de negro pulular dentro de la casa.

Agache la mirada hacia Stephen un solo segundo y suspire. Me dirigí hacia la casa en silencio, con Matty pisándome los talones. Me encontré a Nick cuando cruzaba el umbral de la sala de estar dirigiéndose hacia la parte trasera con un vaso rojo entre sus dedos. Él se detuvo y nos saludó a mí y a Stephen (a este mas cariñosamente). Luego saludó a mi familia y se disculpo para seguir su trayecto.

Y nosotros continuamos el nuestro.

Pasamos a la sala de estar, donde lo primero que vi fue el ataúd con Joe dentro y nada más. Mis piernas rápidamente comenzaron a avisarme que no me sostendrían más al mismo tiempo en que mi respiración se volvía irregular y mi cuerpo comenzaba a temblar lentamente. Desvié la mirada del cuerpo, tratando de controlarme a mí misma, y me fije en las personas que estaban allí. Llegue a ver a Ally hablando en voz baja con un par de hombres en esmoquin, y por sus caras, suponía que ella había estado en las mismas por un largo rato; un poco más allá de ellos llegue a ver a Kevin y Danielle charlando con Paul. Cuando me gire para continuar moviendo mi mirada a lo largo de la sala de estar, vi a Alice justo frente a mí. Denise estaba con ella, pero mirando en otra dirección. En sus ojos note, que había estado llorando. Mucho.

-Hola ____ –dijo ella, poniéndole un poco de emoción al saludo-. Pensé que no vendrían.

-Marie insistió, ya sabes –hice una mueca y ella asintió-. Buenas noches, Denise –la salude por cortesía. Ella sonrió a regañadientes al mirarme.

-Te agradezco que hayas tenido la valentía de venir –dijo, dando un paso hacia mí-. A pesar de que esta es mi casa, casi prefiero estar fuera de ella. No soporto ver el cuerpo de Joe así. Es algo demasiado duro para mí –suspiro y desvió la mirada-. Iré a tomar algo en la cocina, si me disculpan –anuncio y paso a nuestro lado hacia allá.

Alice se quedo mirando en esa dirección durante unos minutos mientras yo miraba como mi familia iniciaba conversación con algunos vecinos y conocidos que estaban allí. Evite mirar todo lo que pude en dirección de Joe.

-Ha estado llorando toda la noche –dijo Alice después de un rato-. Y así noche tras noche. Es duro.

-Lo sé –dije, soltando un suspiro al verla a la cara nuevamente-. ¿Te la pasas mucho aquí?

-Sí, Nick esta sacado de si –dijo y agacho la mirada un momento-. Casi no habla y se pasa con un trago en la mano. De cualquier cosa: agua, Coca-Cola, una cerveza, whisky… -suspiro-. No lo lleva demasiado bien.

-Eran demasiado cercanos –comente, mirándola a la cara-. Nick le tenía mucho, mucho aprecio a Joe. Eran inseparables. Y que haya ocurrido esto… -me detuve un segundo-. Pues, le afectó demasiado.

Alice asintió con la cabeza, cruzando los brazos. Agachó la mirada y nos quedamos un rato en silencio mientras ella estaba dubitativa. Yo me fije en Stephen, lo mecí, le sonreí a duras penas y le hable un poco.

-¿Qué tal lo llevas tu? –pregunto Alice después de un rato.

-Estoy bien –repetí. Casi parecía grabadora diciéndole eso a todo el mundo-. La vida sigue.

-Suenas fría –dijo ella, mirándome fijamente a los ojos-. Pero no es lo que sientes, y lo sabes.

-Odio que me hagan eso –gruñí, y Stephen se inquietó en mis brazos. Comencé a mecerle para calmarlo-. Si digo que estoy bien, déjenlo así. No quiero hablar de ello.

-Como digas, gruñona –dijo ella a modo de broma-. No volveré a preguntarte nada.

-Gracias –suspire.

-Cambiando de tema, ¿has visto a Nick? Salió de aquí hace un par de minutos pero no se hacia donde.

-La parte trasera de la casa –le dije-. Lo vi salir cuando nosotros entrabamos. Si quieres puedo acompañarte a…

-No, está bien –sacudió la cabeza y sonrió-. Solo necesitaba saber donde estaba. Pensé que había salido de la casa en su coche. Últimamente lo está haciendo furtivamente. Y no regresa hasta muy tarde. Nos estamos preocupando mucho por él.

-¿Han hablado con él?

-Si, varias veces. Sus padres, Kevin, Ally y yo lo hemos intentado muchas veces, pero él nos evade. Dice exactamente lo que tu: “estoy bien”. No creo que esté bien ninguno de los dos –dijo, alzando su ceja castaña-. Se ven como si necesitaran llorar a mares y luego dormir un mes. O tal vez hibernar.

Yo lo necesito, pensé. Pero me rehusé a decirlo en voz alta. Si lo admitía, rápidamente comenzaría el psicoanálisis, y eso era lo menos que quería en esos momentos. Así que me mantuve en silencio y para no sentir la presión de su mirada en mis pupilas, decidí mirar a Stephen quien ya bostezaba. Sonreí con dulzura y eleve la mirada para decirle a Alice que necesitaba llevarle a alguna habitación de la casa y dejarle dormir un rato. Pero al elevar la mirada no mire a Alice, si no a Joe. Mi mirada se fijo en su cuerpo tendido sobre el ataúd y mi corazón se hundió en mi pecho. Las lágrimas volvieron a acumularse rápidamente en mis ojos, pero las apartarte. Me negaba a llorar.

Suspire, y aparte la mirada para mirar a Alice. Le dije lo que iba a hacer y ella se ofreció a acompañarme. Negué; necesitaba estar sola. Me alivie al salir de la habitación y del murmullo de esta. Subí las escaleras en dirección a las habitaciones principales. Recordé las veces que había pasado por aquellos pasillos cuando era una adolescente y esboce una pequeña sonrisa. Eran hermosos, pero dolorosos, recuerdos. Pase por enfrente de cada habitación recordando a quien le pertenecían, y me detuve justo frente a la que había pertenecido a Joe. Stephen se movió entre mis brazos y balbuceo algo ininteligible antes de volver a bostezar. Le sonreí, y comencé a mecerlo en mis brazos para dormirle. Sin pensar muy bien en lo que hacía, abrí la puerta de la habitación y tan pronto como me colé dentro me azoto el fuerte olor de su colonia y su esencia varonil. Su aroma estaba en toda la habitación.

Me senté en la cama con sabanas de seda grises sobre ella y me gire a ver la habitación. La pintura seguía siendo blanca con unos detalles azules; la alfombra seguía siendo azul; los muebles estaban colocados como lo recordaba. No había cambiado nada desde hace mucho tiempo. Recordé todas las veces que nos habíamos encerrado en esa habitación a charlar, cantar y hacernos bromas. Sus padres habían entrado de tanto en tanto a echarnos un ojo, pero nosotros realmente no pensábamos en el sexo. Lo pasábamos bien juntos solo charlando. Todo era fácil, todo era diferente.

Ahora Joe estaba muerto, y yo era madre soltera. No, todo era demasiado diferente; más difícil.

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