SEDUCCIÓN SOBRE RUEDAS
Capitulo 26Nick no supo que le despertó. Quizás porque la banda finalmente dejó de tocar y la música se había extinguido. No se escuchaba la charla de la muchedumbre, ni los pasos.
La tranquilidad lo puso nervioso. Se sentó, permitiendo que sus ojos se adaptaran a la oscuridad. De todas formas dormía ligero, gracias a su línea de trabajo y sobre todo por el paquete que llevaba.
____dormía, sus movimientos no la perturbaron. La arropó con la manta, asegurándose que no cogiera frío. Se puso las botas, cerró la cremallera de su chaqueta y deslizó el arma en su bolsillo. Debatiéndose sobre si dejar el virus en la tienda o llevarlo con él, eligió lo último. Dejarlo en la tienda pondría a ____en peligro, cosa que no haría. Si alguien estaba observándolos, lo seguirían y no acecharían a ____.
Salió de la tienda y la aseguró, para luego alzar el cuello de la chaqueta contra el viento cortante. Algunos noctámbulos aún pululaban por los alrededores, pero casi todo el mundo se había acostado.
Las carpas de comida y bebida estaban cerradas y no se volverían a abrir hasta después del alba. La banda había empacado y se había marchado.
Esa sensación de inquietud lo embargó nuevamente. Sus entrañas le dijeron que algo estaba mal y él siempre seguía sus instintos. Metiendo una mano en el bolsillo, comprobó el seguro de su arma y comenzó a vagar detrás de las tiendas donde las motos estaban aparcadas, manteniendo su mirada alerta por algo o alguien que pareciera sospechoso.
No escuchó ni vio a nadie que pareciera estar al acecho, observando o que se sintiera fuera de lugar, pero los vellos de su nuca se erizaban y eso era mala señal. Alguien lo vigilaba. Lo sabía. Cuando llegó a su moto, supo el por qué.
Sus alforjas, normalmente cerradas con llave, estaban abiertas. No era un trabajo de aficionado. No las habían apuñalado, rasgado o roto, sino que las cerraduras habían sido forzadas. Su estómago se contrajo cuando rodeó la moto. No había sido destrozada, había sido registrada. Manteniendo un ojo en el área que lo rodeaba, palpó el interior de los bolsos. Nada faltaba, lo que significaba que este atraco no era un pequeño robo. Sabía exactamente tras lo iba el perpetrador.
El virus. Les habían seguido el rastro hasta aquí. ¿Cómo no lo había notado? Pero era claro que en la muchedumbre de moteros dirigiéndose a la concentración, todo el mundo se mezclaba. Podía ser alguien en moto, o uno en muchos de los coches que también habían venido para disfrutar de la concentración.
Exploró los árboles y las filas de tiendas de campaña, pero no vio a nadie, tampoco esperaba que alguien hiciera un movimiento en ese momento. No con todas esas personas deambulando por allí. Atacarlo llamaría la atención y atraería a una muchedumbre.
Los moteros se apoyaban entre sí y Nick conocía a mucha gente aquí. Quienquiera que fuera tras él debía ser consciente de eso. No harían movimiento en la concentración, pero tendría que estar en guardia cuando se marcharan, porque una vez que estuvieran fuera de la seguridad del grupo de moteros, ____y él serían presas fáciles.
Necesitaba un plan. Uno bueno. Un modo de marcharse de la concentración sin quien los acechaba les siguiera los pasos.
La primera cosa que haría era despertar a ____. Y luego se encontraría con Jessie.
Nick despertó a ____de un sueño profundo.
-Ha pasado algo.
_____se puso muy erguida y agarró sus botas.
-¿Qué?
-Anoche alguien registró la moto.
Los ojos de ____se abrieron de par en par.
-¿Vándalos?
Él negó con la cabeza.
-Fue un trabajo profesional en las cerraduras de las alforjas.
-Así que buscaban el virus.
-Estoy segurísimo de eso.
-¿Cómo nos encontraron? No me acuerdo haber visto muchos coches en nuestro camino hacia aquí.
-Había algunos. Los suficientes. Incluso podría ser un motero. Se mezclan mejor. Confía en mí, obviamente alguien estaba tras nuestro rastro, porque registraron la moto. Eso no implica que fuera el tipo que nos disparó en el museo, pero no puedo descartar ninguna posibilidad.
-¿Crees que todavía anda por aquí? ¿Nos está vigilando?
Nick asintió.
-Sucedió hace varias horasm he estado aquí esperando a que amaneciera, ideando un plan.
-¿Por qué no me despertaste?
Él sonrió.
-Necesitabas dormir.
-Estoy lista. ¿Qué quieres que haga?
-Nos encontraremos con algunos amigos, charlaremos un rato y saldremos sin que nos noten. Cuando salgamos de la tienda, sostén mi mano, sonríe mucho, actúa casual y quédate cerca.
____tenía un millón de preguntas, pero en ese instante se sentía encantada de que Joe confiara en ella y que la incluyera en lo que pasaría.
-Lo tengo.
Caminaron con normalidad a la tienda comedor, tomaron una taza de café, desayunaron y luego se acercaron a Jessie y a un grupo de hombres y mujeres. Para cualquier observador, esto se vería como un puñado de moteros soñolientos teniendo una conversación tranquila e inofensiva. Apiñados en torno a una mesa, cuchicheando con las cabezas gachas y juntas.
Nick no les dijo nada sobre el virus, sólo que alguien los seguía, que ____y él necesitaban salir de allí sin que los siguieran. Le sorprendió que esta gente no pidiera más detalles, pero debían ser muy cercanos a Nick porque inmediatamente consintieron en ayudar.
Sería el código de honor de los moteros o algo así.
Pero tenían un plan. Y cuando ____lo escuchó, no pudo evitar sonreír. Era una gran idea.
-¿Estamos de acuerdo? -Preguntó Nick, su voz bajó hasta ser un susurro.
El típo grandote sentado junto a Jessie asintió.
-No te preocupes por esto. Te cubriremos.
-Haz tu parte, nosotros haremos la nuestra, nos encontraremos donde quedamos ¿okey? -Dijo Jessie.
-Aprecio esto, muchachos -dijo Nick.
-No hay problema -dijo uno de los otros tipos-. Hagámoslo.
Después de que los demás se fueran, Nick se sentó a horcajadas sobre el banco y la besó.
-¿Tienes idea de quién fue? -Preguntó ella.
-Alguien que desea el virus, esa es mi conjetura.
-¿No crees que deberíamos intentar saber quién registro la moto? Es nuestra oportunidad de agarrar al sujeto. Quizás es la misma persona que nos disparó en el museo.
-Podría ser y quizás no. No lo sé. -Él arrastró los dedos por su cabello, sus labios se asentaron en una línea severa-. Mis tripas me dicen que este tipejo encontró nuestro rastro y nos siguió y eso no me gusta. Y no, este no es el lugar o el momento adecuado para enfrentarnos con él, si es el mismo cabrón. No pondré a todas estas personas en peligro. -- Nick se giró hacia ella-. Ya tendremos la oportunidad de saldar cuentas. No ahora.
-Sabes que te toparas con él otra vez.
Nick asintió.
-Estoy malditamente seguro de ello. Lo perderemos, pero nos encontrará otra vez.
Eso no era consolador.
-Espero que este plan funcione. Tienes grandes amigos.
Nick sonrió abiertamente.
-Lo sé. -Se pusieron de pie y él la atrajo a sus brazos-. Simplemente sigue mi ejemplo y haz lo que diga sin dudar. Esto será rápido, lo que es exactamente la forma en que lo queremos.
-Lo lograremos.
____empacó mientras Nick desmantelaba la tienda de campaña, su pulso corría por el entusiasmo. Cuando se dirigieron a la Harley, Jessie ya estaba allí, junto con el grupo que había compartido su mesa.
Muchos moteros andaban por allí, empacando y marchándose. Era un caos. ____captó la señal cuando todos se amontonaron. Estaba lista, se puso rápidamente el casco y Nick concisamente le advirtió que mantuviera la cabeza y el rostro a cubierto. Luego la empujaron a una moto que no era la de Nick.
Nick y ella arrancaron con prisa. Apenas tuvo tiempo de agarrarse, ni siquiera supo quien subía a la moto de Nick.
Se vieron rodeados por otros cuando se dirigieron a la carretera principal. (____mantuvo la cabeza gacha, su casco contenía su cabello así nadie podría identificarla.
Ya no se dirigían al sur, más bien al este o nordeste. Un grupo de moteros viajaban con ellos, nadie se había separado y ya habían viajado cerca de cuarenta kilómetros. _____deseaba girar para ver si alguien los estaba siguiendo, pero lo mejor que pudo hacer fue dar un vistazo ocasional sobre el hombro de Nick para ver por su retrovisor. Todo lo que vio fue más motos.
Finalmente, alcanzaron una intersección que desembocaba en otras tres carreteras. Fue entonces que notó que todos los moteros que conducían con ellos tenían prácticamente el mismo modelo de moto y todos los moteros tenían a mujeres montando con ellos. Y todo el mundo estaba vestido de manera similar a Nick y ella, con casacas de cueros y cascos, nadie que los siguiera podría afirmar quién era quién.
Qué grupo tan fuertemente cohesionado. Y hablando sobre la confusión de las masas. Todas las motos salieron en direcciones diferentes.
_____sintió una ráfaga de adrenalina al ser parte de esto y en verdad esperaba que funcionara.
Condujeron con otras cuatro motos durante cerca de una hora, luego se separaron otras dos motos, hasta que finalmente sólo estuvieron Nick y ella.
Alguien tras ellos no sabría a qué moto seguir. Incluso la Harley de Nick era similar a cientos de otras motos en la concentración. Giraron por una carretera secundaria y doblaron de regreso al camino por el que vinieron. Esta vez ____giró y miró detrás de ellos. No vio a nadie allí.
Además de una parada para usar los servicios higiénicos y comer algo en una tienda de comestibles, continuaron en movimiento. Condujeron todo el día. Oscurecía cuando encontraron un parking con otras diez motos. Jessie era una de ellos y la moto de Nick estaba allí.
-¿Alguien te siguió? -preguntó Nick cuando intercambiaron motos y él reclamó la suya. Justo en ese momento ____notó que incluso habían cambiado las matrículas. Un par de típos recolocaban la matrícula de Nick en su moto. Wuau. Estos tipos habían pensado en todo.
Jessie sacudió la cabeza y sonrió sinceramente.
-Nadie. Estamos limpios.
Nick saludó con la mano a todo el mundo.
-Les debo una a todos.
-Oye, era un lindo día para un paseo -dijo uno de los típos-. Fue un gustazo.
-Cuando quieras -dijo el otro-. Lo sabes, Nick.
____subió a la moto de Nick y agitó la mano para despedirse de Jessie mientras se alejaban. Tan pronto como el sol se ocultó se volvió más frío conducir. Envolvió los brazos en torno a Nick y se acurrucó contra él, agradecida por la chaqueta de cuero y los zahones que protegían a su cuerpo del viento cortante.
Siguió esperando que Nick saliera de la carretera y se detuviera en algún lugar, pero siguió conduciendo. Y conduciendo. Hasta que ____no pudo sentir más los dedos de los pies. O los dedos de las manos, a pesar de los guantes que usaba. En un momento dado empujó las manos en los bolsillos de la chaqueta de Nick.
Tembló contra él.
Bien, obviamente Nick seguía conduciendo porque sentía una amenaza, así que ella sólo tendría que darse ánimo. Pensó en cosas calientes. La zona tropical, la playa, el océano, yacer en un baño de sol hasta que estuviera empapada de sudor.
O rodando desnuda con Nick hasta que estuvieran tan calientes que no pudieran respirar. Oooh, eso funcionaba. Ya se sentía más caliente y se acurrucó más cerca de Nick, apoyando la cabeza contra él, lamentando que no estuvieran en una habitación en algún lado, despojados de sus ropas. Despojados de todo lo que los mantuviera alejados.
Le encantaría eso. Deseaba que la pared invisible de la desconfianza desapareciera. Le hubiera gustado toparse con él por casualidad en una cafetería, renovar lo que una vez tuvieron sin que el robo, el virus y los "si" se interpusieran entre ellos.
Pero eso no iba a pasar. Nick era quién era. Y ella también. ____no podía pretender ser alguien que no era.
Con un suspiro resignado se relajó contra él. Por el momento, al menos, estaban del mismo lado, protegiendo el virus de quién fuera que ansiara conseguirlo. Porque en este asunto no entraban a tallar las autoridades. Ellos habrían marchado en medio de la concentración y se habrían identificado con sus insignias. Esto significaba que era alguien que tenía una intención infame. Y Nick no sabía quién era, o lo sabía y no se lo decía. Lo bueno era que al menos Nick le había revelado su plan, había admitido tener el virus y ese era un paso en la dirección correcta, una señal de que confiaba en ella. Esto la hacía sentirse un poco mejor. Y ya que no trabajaban exactamente del mismo lado de la calle, esto le daba esperanza. Una chispa diminuta de esperanza que necesitaba con desesperación.
Quizás las cosas comenzaban a cambiar.
Ahora si pudieran salir de esta moto monstruosa y entrar en algún lugar. Su espalda estaba acalambrada por tantas horas de montar. Tanto que cuando Nick finalmente salió de la carretera principal y entró en un sendero, ella rezó para que se detuvieran pronto. Él se detuvo delante de unas grandes puertas de hierro y presionó un botón. Era una propiedad privada, obviamente, pero al menos estaban en un lugar donde apearse y descansar por un rato.
Estaba tan agradecida que casi lloró. No tenía idea de dónde estaban o cuán lejos habían llegado y no le importaba. Deseaba salir de esa maldita moto. Pero tuvo tiempo para explorar el área frontal en busca de una dirección, un nombre, algo que señalara dónde estaban. Nada.
Esperaron unos segundos mientras una cámara sobre la puerta los estudiaba, luego las puertas se abrieron y Nick entró. ____se volvió y observó cerrarse las puertas firmemente detrás de ellos. Quienquiera que viviera aquí se tomaba la seguridad en serio. La calzada era larga y estaba bien iluminada. No había posibilidad de que alguien trepara el muro alto de piedra y de alguna manera pasara sin ser visto en su trayecto hasta la puerta principal.
La casa era sencilla con sus dos pisos, construida en alto para evitar las inundaciones. Nick la dejó atrás y se dirigió por una calzada asfaltada hacia la parte posterior de la casa. Estaba demasiado oscuro allí para ver más allá del pórtico iluminado, pero después de que Nick apagara el motor de la moto, ____oyó el sonido del agua.
-¿Dónde estamos? -Preguntó ella.
-Lago de los Ozarks. Un amigo mío vive aquí. Ven.
Subieron las escaleras y Nick abrió la mampara que conducía al pórtico trasero.
-¿No deberíamos llamar? -Preguntó ella.
-Nah. Él sabe que estamos aquí. -Abrió la puerta y entró, manteniéndola abierta para ella.
Entraron a una cocina acogedora. Ordenada y pulcra, con todo colocado en su sitio. Nada moderno o extravagante.
Definitivamente una clase de casa de verano con aplicaciones y mobiliario antiguo, cortinas en las ventanas y suelo de vinilo con patrones de cuadros amarillos.
Se sentía abrigado en el interior. Era como estar en la casa de la abuela de alguien. ____al instante se sintió cómoda, pero se quedó cerca de Nick, sin saber qué o a quién esperar.
Cuando un hombre alto recorrió el salón y entró en la cocina alegremente iluminada, Nick caminó hasta él y le estrechó la mano.