SEDUCCIÓN SOBRE RUEDAS
Capitulo 37La arrastró presuroso por el pasillo. Ella les agitó la mano a los muchachos sobre el hombro mientras ellos se reían y se alejaban, dirigiéndose a sus propias habitaciones. El cuarto de Nick se encontraba al final del pasillo. Abrió la puerta y dejó entrar a ____, para luego cerrarla detrás de él.
Era una habitación agradable con una cama matrimonial. Nada extravagante, pero bien conservado. No había nada de diseño de interiores. Sólo la cama, una cómoda, un escritorio y un armario. Nada más.
-Hay cuartos de baño en cada habitación -dijo él, señalando la puerta parcialmente abierta en la esquina de su cuarto. Dormitorios de sobra-. Los chicos se alojan en este lado del pasillo, las chicas en el otro.
-¿Chicas? -Preguntó ella, arqueando una ceja.
-Jessie, sobre todo ya que viene aquí en ocasiones. Confía en mí, nadie trae novias, citas o cualquier mujer aquí. Grange se pondría furioso.
-Me has traído.
-Eres especial -dijo él, su mirada se oscureció con intención.
-Ah. -Ella se apartó para esconderle su sonrisa ante el comentario, estudiando con atención las ventanas dobles. El lindero indicaba que
Grange poseía una gran extensión de la propiedad. Los arbustos y tropecientos árboles altos y gruesos poblaban el terreno, proporcionando una buena cubierta a la casa. Vio a AJ salir y dirigirse al garaje. Al poco tiempo oyó el rugir de un motor y se fijó en la moto que avanzaba por el largo sendero. ____lo miró hasta que desapareció entre los árboles.
Se alejó de la ventana y fue hacia Nick.
-Un interesante grupo de hombres.
-Si tú lo dices.
____se sentó sobre el alféizar.
-Todos son increíblemente guapos. ¿Es una exigencia para pertenecer a tu organización? Porque una chica podría acostumbrarse a estar rodeada por toda esta sexy testosterona. -Se abanicó el rostro-. Oh, mi Dios, mi Dios.
Nick se le acercó, quitándose la chaqueta y tirándola sobre la silla.
-Ni siquiera pienses en ello.
-¿Pensar en qué? -Preguntó ella, batiendo las pestañas.
-Tú y cualquiera de esos típos. O en realidad, cualquier otro típo. -Nick se detuvo delante de ella.
Oh, esto era divertido. Ella ubicó las piernas entre las de él.
-¿Estás siendo posesivo conmigo?
Nick se inclinó y colocó las manos a ambos lados de ella, encerrándola contra el alféizar.
-No soy posesivo, nena. Sólo pienso en ti como mía, y yo no comparto.
-Ah.
-¿Tienes problemas con eso?
Nick estaba tan cerca que sus narices se tocaban. ____captó el débil olor a canela de su aliento por el chicle que él había masticado con anterioridad. Se lamió los labios, adorando esta faceta de él.
-No tengo problemas con eso.
-No me gusta que te comas con los ojos a otros hombres.
____resopló.
-Yo no me los comía con los ojos, pero tengo que admitir que son magníficos ejemplares de la especie masculina.
Él entornó los ojos.
-¿Tendré que enseñarte una lección?
Amaba ese lado juguetón en él, que pudiera controlarse, enfurecerse y representar ese papel con ella donde realmente importaba... en el dormitorio. Era un lado de Nick, que francamente nunca supo que existía. Adoraba sacar ambos lados.
-A duras penas creo que tengas que enseñarme una lección, Nick. Si quiero mirar, miraré.
-No opino lo mismo.
Nick la sorprendió al agarrarla por las muñecas y ponerla de pie, para luego arrastrarla con él a la cama.
Cuando la lanzó sobre su regazo, ella soltó un grito de sorpresa.
-¡Nick! ¿Qué haces?
-Has sido una niña muy mala, ____.
Un pequeño estremecimiento recorrió su columna por la forma en que le habló, por la promesa de una aventura emocionante.
-Nick, los demás...
-Pueden oírnos. ¿Te gusta saber que serán capaces de oírme tocándote? -Su mano zurró con fuerza las nalgas de ella, el golpe fuerte resonó en todas partes del cuarto.
-¡Auch! ¡Eso dolió, maldita sea!
-¿En verdad? Dios mio ____, lo siento tanto.
No había una pizca de remordimiento en sus palabras. Ella echaba humo, esforzándose por escapar de su regazo. De repente la sorprendió extendiendo la mano por debajo de ella para bajarle la cremallera de los vaqueros. Cuando sintió que se los bajaba, ____comenzó a luchar en serio.
-No te atrevas.
A pesar de los puntapiés y forcejeos no era adversaria para él y pronto sus vaqueros estaban caídos en sus rodillas y lo único que protegía su culo de la mano de Nick eran unas delgadas braguitas.
-Me gusta este color -dijo él, pasando la mano sobre la seda de color lavanda antes de golpearle el trasero, otra vez. También lo suficientemente fuerte para que cualquiera pudiera oírlo.
-¡Detente! -Eso ardía, pero encontró con sorpresa que la ponía muy cachonda. Estaba húmeda. ¿Pero se debía al toque de Nick, a la emoción mental de ser zurrada, o porque los otros tipos podían escucharlos?
-Creo que te gusta esto -dijo él-. Creo que saber que los muchachos puedan oírte te excita.
-Es ridículo. --____no le daría la satisfacción de admitir que lo había pensando, aunque cada palabra que Nick pronunciaba hacía que su crema le mojara las bragas.
Él inhaló bruscamente.
-Puedo olerte, _____, cuando estás excitada, puedo oler tu coño. Dios, es un olor dulce y caliente. Y eso hace que mi polla se ponga dura. -Le frotó el culo, arrastrando los dedos hasta su coño-. Has mojado tus bragas. -Pasó un dedo debajo de sus bragas e introdujo dos dentro de ella-. Maldición, estás tan mojada.
____no pudo menos que gemir cuando la penetró con los dedos. Esto sólo hizo que se pusiera más húmeda y sintiera que su vagina se convulsionaba en torno a él. Deseaba su polla allí, llenándola, jodiéndola, haciendo que se corriera.
El suave rasgar de la tela causó en ella un grito ahogado cuando él hizo jirones sus bragas, alejando la tela de su cuerpo de tal forma que pudiera acunar su coño con la palma de la mano.
Nick le acarició su sexo, de un lado a otro, frotando su clítoris hasta que se encontró retorciéndose contra él, buscando ese punto dulce que ansiaba con tanta desesperación. Él retiró los dedos y le cubrió el ano con su crema y luego deslizó un dedo dentro de su culo mientras usaba la otra mano para estimular su clítoris.
La polla de Nick se sentía tan dura como una roca contra su cadera. Deseaba que se quitara los vaqueros y la penetrara. Deseaba todo eso ya y encontró que era difícil concentrarse mientras esos dedos se sepultaban en su coño y su culo, haciéndole cosas deliciosas.
-Nick. Oh, Nick -gritó ella, sin importarle ya en absoluto quién la oía, o cuán alto gritaba-. Haz que me corra.
Él hizo que sus dedos giraran dentro de ella, salieran, para luego embestir profundamente, retirándolos otra vez de su coño para cubrir el clítoris con sus jugos. El tormento en la dura protuberancia mientras le jodía el culo con golpes implacables la estaba destrozando. ____soltó un grito cuando el orgasmo se precipitó sobre ella, rápidas e intensas pulsaciones hicieron que se convulsionara contra el regazo de Nick, temblando cuando los remanentes de su clímax la desgarraron.
Nick se retiró y ella se levantó. Él se fue por unos segundos para usar el cuarto de baño y lavarse las manos, luego estuvo de vuelta, desnudándose mientras se acercaba. ____ya se había quitado la camiseta y el sujetador, necesitando que su polla estuviera dentro de ella.
-Sobre tus rodillas -le ordenó él.
____lo hizo, impaciente por saborearlo, no necesitaba que Nick le explicara lo que deseaba. Ella lo sabía.
Su boca en su pene. El olor almizcleño de Nick la compelía, el glande estaba hinchado, con una gota de líquido perlado en la punta. Ella agarró la base de su pene y se lo llevó a la boca, echando la cabeza hacia atrás para observarlo mientras su lengua se deslizaba para lamer el fluido salado de la punta ancha.
-Cristo -susurró él, agarrándola por la nuca y guiando su pene hacia su expectante lengua.
Ella rodeó la carne acalorada con la lengua, lamiendo en torno a cada vena, cada saliente, moviéndose rápidamente hacia la punta amplia antes de envolverla entre los labios y cerrar la boca para mamarlo. Lo tomó centímetro a centímetro, observando su cara, su expresión torturada mientras ella cubría su pene por completo.
La respiración ruidosa de Nick era música para sus oídos, diciéndole que disfrutaba de lo que le estaba haciendo. Lo tomó profundamente, hasta el fondo de su garganta, lo tragó.
-Dios, ____-exclamo él, apretando el agarre sobre su nuca, marcando el ritmo al retirarle la cabeza y luego empujándola hacia adelante.
La excitó que él controlara sus movimientos, saber que Nick deseaba que lo tomara profundamente. Deseaba complacerlo porque esto aumentaba sus sensaciones, hacía que sus pezones hormiguearan y su coño temblara. Ella bajó una mano y comenzó a frotarse la entrepierna y Nick gimió.
-¿Quieres correrte otra vez, nena?
____no pudo contestar, por supuesto, porque su boca estaba llena con su polla dura. Pero gimió, su garganta vibró contra el tejido suave de la punta de su pene.
-Jesús, me vuelves loco.
Nick se retiró, cayendo de rodillas delante de ella y tomando su boca en un beso feroz. Llevó la lengua al interior de la boca femenina, sus labios cubrieron los de ____con ardiente pasión y sus dedos le recorrieron el cabello.
____amaba ese lado salvaje, la parte de Nick que estaba desesperada por poseerla y completamente fuera de control.
Él interrumpió el beso y la cargó, para luego depositarla en la cama, siguiéndola presuroso. ____apenas tuvo tiempo de tomar aliento antes que él le abriera las piernas y se sumergiera dentro de ella. ____respondió con un chillido de placer que sabía cada típo solitario en el piso oiría, lo cual sólo hizo que su coño se tensara en torno a la polla.
Nick le levantó los brazos sobre la cabeza y le lamió los pezones, deteniéndose cada pocos segundos para besarla, hablarle y provocarla por los ruidos que hacía.
-Sabes que pueden oírte -dijo él, su voz era entrecortada por la tensión.
-No me importa que escuchen. Sólo sigue, sigue, sigue.
Ella se impulsó hacia arriba y desplegó las piernas, permitiéndole a Nick hundirse más profundamente dentro de ella, mecer su pelvis contra el clítoris y llevarla más cerca de otro orgasmo. Deseaba eso... correrse otra vez, explotar en mil pedazos en torno a su polla y hacer que él se corriera.
-Vamos, Nick, hazlo -dijo ella, animándolo.
Él respondió cayendo de golpe, agarrándole de las nalgas y levantándole las piernas de tal forma que no hubiera un espacio de aire separándolos. Ella traspiraba, sollozaba, estaba tan cerca que podía sentir el temblor formándose en su interior.
Entonces se dejó ir, estremeciéndose cuando las sensaciones más dulces fluyeron por ella. ____gimió su satisfacción, gritando el nombre de Nick cuando llegó a su orgasmo. Y no le importó quién la oyera. Nick se quedó quieto contra ella, sepultando el rostro contra su cuello cuando llegó a su propio clímax, luego jadeó y descansó la cabeza en su hombro.
____le pasó las manos por la espalda, notando cuánto había cambiado desde que estaba con Nick. Era tan osada ahora, impertérrita en mostrarle lo que deseaba y necesitaba. Y él siempre le daba lo que ella ansiaba, como si pudiera percibir sus deseos.
No es que antes no hubiera disfrutado del sexo... lo hizo. Le encantaba experimentar, pero nunca le había dado todo de sí a ningún hombre antes. Quizás había reservado ese lado para Nick... ese salvajismo y desinhibición que siempre supo que existía, pero nunca había liberado.
Estaba segurísima de que ahora se había liberado. No podía imaginar ser así de libre y abierta con cualquier otro hombre. ¿Pero qué pasaría cuando todo esto terminara? ¿Se quedaría ella con él, o tomarían caminos separados y volverían a sus respectivas vidas?
Se dio cuenta de que no quería abandonarlo, pero esa decisión no era completamente suya. Nick tenía una vida... una vida muy secreta. Y apenas acababa de dejarla entrar en ella.
Muchas cosas estaban pendientes entre ellos.
Y aún tenían un largo camino que recorrer antes de poder tomar alguna decisión sobre su futuro.