¡El Niñero es un Pervertido! Hot. Nicholas y Tu

-díganme que no estoy muerta- hable abriendo mis ojos.

-(tn) ________- grito Nicholas haciendo que cubriera mis oídos rápidamente.

-no grites hermoso, tengo dolor de cabeza- acaricie su mejilla suavemente y él seguía sin reaccionar del asombro.

-llamare a un doctor- grito saliendo rápidamente de la habitación.

-hará que me de migraña si sigue gritando así- vi mi cuerpo por un instante y solo observe que tenía enyesada la pierna izquierda y unos pocos pero grandes morados en mis brazos que dolían pero no mucho.

-le digo que acaba de despertar, créame- le escuche decir a Nicholas antes de abrir la puerta y entrar con el que supongo yo era mi doctor, sin saber que decir solo alce mi mano y los salude.

-¿pero qué demonios?- se acerco rápidamente hacia mí y empezó a checar mi ritmo cardíaco.

-¿ocurre algo malo?- pregunte inocente con algo de preocupación.

-¿recuerdas sentir algo antes de despertar?- me pregunto el doctor.

-sí, un fuerte dolor en mi…. mi…. oh por dios ¿Cómo esta mi bebe?- grite desesperada pensando que el fuerte dolor de estomago que sentí hace unos minutos se debía a que había perdido a mi bebe.

-cálmate cielo- pidió Nick un poco ¿desilusionado?

-lamento decirle que usted perdió al bebe- informó el doctor haciendo que me derrumbara nuevamente en la camilla, había entrado en un shock emocional que ni siquiera me permitía llorar, gritar o desahogar el dolor que sentía en esos momentos.

-buscare los utensilios para revisar la herida de su pierna- dijo antes de salir de la habitación.

-Nick- pronuncie en un susurro sin aún salir del trance.

-dime hermosa- acaricio mis cabellos.

-lo lamento- dije viéndolo fijamente a los ojos.

-¿Por qué lo dices?- pregunto confundido.

-porque por mi culpa arruine tu sueño de ser padre- desvié mí vista a otro lado de la habitación sintiendo una inmensa culpabilidad por todo lo que estaba ocurriendo.

-no permitiré que te culpes de algo que no fue a propósito- sujeto mi mentón e hizo que lo mirara.

-quiero que te vayas- grite haciendo que las lagrimas aparecieran y se hicieran presente en mi rostro.

-no te dejaré en este estado- me abrazó haciendo que me quejara un poco a sentir un dolor en mi espalda.

-quiero estar sola- dije un poco más relajada correspondiendo su abrazo.

-no puedo dejarte sabiendo cómo te sientes- insistió alejándose un poco y juntando nuestras narices.

-no quiero que me veas llorar- baje la mirada y luego sentí sus labios sobre los míos dándome un beso lleno de ternura.

-se que no te sientes cómoda cuando las demás personas te ven débil pero sabes que estoy aquí para brindarte apoyo no para burlarme de ti- asentí volviendo a abrazarlo.

-te amo Nicholas- dije susurrando.

-yo también te amo preciosa- beso mi mejilla y volvió a su asiento.

-¿Quiénes han venido a visitarme?- pregunte cambiando de tema y tratando de olvidar lo anterior pero aún persistía en mi mente.

-mis padres, los tuyos, Victoria y David- respondió acariciando mi mano.

-¿Qué paso en el accidente?- pregunte interesada.

-según me dijeron te habías detenido cuando el semáforo cambio a rojo y luego cuando te dispusiste a pasar porque estaba en verde vino otro auto a gran velocidad por la izquierda y te llevo consigo- me impresione de tan solo imaginar la escena y sorprendentemente quedar vida luego de algo como eso.

-¿te llamaron los paramédicos?- pregunte extrañada ya que tenía miles de números en mi celular.

-sí, inmediato que te acomodaron en la ambulancia me llamaron- explicó.

-¿cómo supieron que eras pariente mío?

-porque el nombre que me colocaste como contacto en tu celular es algo evidente- me sonroje instantáneamente al recordarlo.

-¡qué vergüenza!- oculte mi rostro entre mis manos para que no viera lo roja que estaba.

-no te preocupes, no creo que le hayan dado tanta importancia al nombre en ese momento- deje que mis manos cayeran y se posicionaran como antes.

-¿solamente tu estas aquí?

-sí, todos dormimos aquí en la noche esperando a ver si ocurría algo contigo pero como no fue así esta mañana decidieron ir a asearse y comer mientras yo me negué y me quede contigo- sonreí agradecida.

-deberías ir a desayunar- aconseje acariciando su mejilla.

-lo haré y te traeré algo cuando vuelva- se levanto y salió de ahí no sin antes darme un rico beso en los labios.

Volví a recostarme en la almohada y comencé a llorar, era doloroso tener que fingir una sonrisa cuando todo el mundo se estaba derrumbando para mí, no soportaba el hecho de saber que por mi culpa le arruine la vida a otro ser humano que crecía cada día dentro de mí y que ahora ya no estaba ahí, entraron varias enfermeras a revisar el suero, la intravenosa y el monitor cardíaco, cuando vieron que todo estaba en orden volvieron a irse, me pregunte por un segundo que le había pasado al doctor que aún no regresaba de buscar los utensilios para revisar mi pierna pero no le di importancia y me encerré nuevamente en mi mundo solitario y triste.