Soportando un Matrimonio [Joseph & Tu] (CANCELADA)

Capitulo 3:

La vista desde aquí es hermosa, me encontraba en la terraza de la suite mirando la ciudad de L.A, necesitaba pensar y analizar cada uno de sus palabras y movimientos, cuando salimos del elevador, el no dijo nada, y tampoco deseaba que me hablara, el solo se coloco en el pequeño bar de la habitación, yo entre al baño para poder cambiarme y estar mas cómoda, colocándome unos jeans ajustados, junto con una blusa color damasco, era muy sencilla al vestir, pero cuando necesitaba estar elegante lo estaba. Salí a la terraza para tomar aire y poder pensar con claridad, miraba cada luz de distinto color, al pensar en lo que me había metido, y que mi padre me había mentido, mis lagrimas no tardaron en salir, no podía creer que haya hecho eso, agacho la mirada con los ojos cerrados para no ver la altura, en eso siento unas manos en mi cintura y un susurro en mi oído provocando que temblara.

Narra Joseph:
Cuando __________ me rechazo en el elevador, no pude evitar enfadarme, había tratado de ser lo mas suave posible con ella, pero cuando la estaba besando la notaba pensativa y eso me irritaba, además verla con ese vestido blanco, a la medida de su cuerpo, era imposible no poder pensar en ella sin el, cuando entramos a la suite ella se metió en el baño, y yo me coloque a beber un poco en el pequeño bar, cuando salió del baño, mi mirada se enfoco en ella, estaba con unos jeans celestes, y una blusa color damasco, debo confesar que a pesar de todo es una chica muy hermosa, y de muy buen corazón, la seguí con la mirada para ver a donde iba, abrió la puerta corrediza de vidrio y salió a la terraza, desde donde estaba la podía ver perfectamente, su cabello se movía ligeramente por el viento, la mire con ternura, ¿Debía ir hacia ella?, la verdad es que me case con ella para complacer a mi padre, él quería que me casara con una chica de dinero, y como _________ necesitaba casarse para poder obtener la herencia de su padre, acepte casarme con ella pero jamás pensé que seria una chica tan fina, cariñosa, y confiable, pero no debía actuar con cariño en frente de ella, no debía enamorarme y por eso actuaba tan frio, vi que agacho la mirada y una gota callo de sus mejillas, estaba llorando y lo que mas odio es ver a una chica llorar, me levante del asiento y camine con pasos inseguros hacia donde se encontraba _________, abrí lentamente la ventana para que ella no me escuchara, al llegar a ella, la abrace de la cintura, y le susurre en el oído.

-No llores bebe –sentí como se estremeció en mis brazos eso me hizo sonreír.

-¿Qué haces aquí? –Levanto la cabeza mirando la hermosa vista

-Vine a verte

-Estoy bien, puedes seguir bebiendo –Se soltó de mi agarre y camino dentro de la suite

-Trato de ser cariñoso contigo y ¿Así es como me tratas? –Dije tratando de parecer ofendido ante su actitud

-No creo nada de lo que hagas o digas, de eso me di cuenta cuando solo estábamos a días del casamiento –Su mirada reflejaba tristeza y rabia, yo la mire indiferente.

-No me importa lo que pienses de mí, tu solo tienes que complacerme, ese fue el trato

-Mentira, el trato fue que estemos casados hasta que mi padre muera –Odiaba cuando se colocaba en plan de defensa, me comencé a acercar peligrosamente a ella.

-¿Me tienes miedo? –Dije al ver que cada paso que daba ella retrocedía, me miraba a los ojos con miedo.

-N- No –Dijo con voz temblorosa, al dar el ultimo paso topa con la pared, yo me acercó a ella acorralándola

-Eres hermosa –Sonreí acariciando su mejilla, mirando sus ojos

-No me toques –Dijo, reí un poco

-Eres tan simpática cuando tienes miedo

-No tengo miedo

-Eso no es lo que refleja tus ojos –Ella me miro sin decir nada, me acerque a su rostro mirando sus labios, me encantaban la forma que tenían, eran gruesos y sensuales, siempre he pensado que las mujeres con labios así, besaban mejor, y eso es verdad.

-Joseph… -Dijo, su voz sonó suplicante, la mire a los ojos para luego juntar nuestros labios, ella al principio no correspondió, pero al profundizar el beso, ella abrió lentamente sus labios para dejar pasa mi lengua, recorriendo cada parte de su boca, tan dulce que ya se estaba haciendo mi delirio, su lengua comenzó a jugar con la mía, provocando que un escalofrió corriera por mi espalda y parara en la parte mas sensible de mi cuerpo. Al terminar el beso, ella me miro a los ojos, le sonreí de medio lado –De- Deberíamos ir a dormir –Dijo, tratando de zafarse de mi agarre pero no lo logro, provocando que mas la apretara contra mi cuerpo y la pared.

-Mi amor –Sonaba raro, pero quería jugar un rato con ella –¿Por qué no jugamos un poco? –Le sonreí de con picardía ella me miro, agachando la mirada, sentía como el miedo crecía provocando que temblara.

-Joseph, por favor, no me hagas esto –Levanto la cabeza, sus ojos estaban cristalizados, y eso me preocupo, pero no quise complacerla, necesitaba un buen revolcón.

-Nada de por favor hermosa –La bese en el cuello y ella trataba de empujarme, cosa que no lograba ni moverme un centímetro.

-Joseph no –Su respiración se aceleró, se notaba su desesperación

-Solo jugaremos un poco –Mis manos recorrían su cintura hasta las caderas

-Joseph, basta, por favor –Estaba segado, no podía parar su belleza me tenia hipnotizado -¡NO! –Cuando grito volví en si, la mire a la cara y estaba llorando, mierda, ahora me sentía el hombre mas miserable de la tierra. Estaba llorando como una niña pequeña, como cuando le quitan su muñeca favorita, y todo por mi culpa.