Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

What's Up, girls?
Adivineeeen que? No tengo capitulo -.-
Si, ya deben tener la cara larga y la expresión decepcionada.
Lo se.
Y también se que algunas que leen mi otra novela deben de estarse preguntando porque haya si ahí capitulo y aquí no.
Simple, ese capitulo lo había hecho jueves viernes antes de que el fin de semana me arrastrara a una jornada sin tiempo. Por eso no pude escribir y lo siento.
Peeeero, mañana subo, chicas. De acuerdo?
Intentare llegar temprano, hacer todo lo que tenga que hacer a tiempo y luego ponerme a escribir. Porque les corte el capitulo en la mejor parte hehe.
So que mañana vengo directamente a escribir y subir aquí, nada de mirar para el lado en la otra novela. Aquí. Es un compromiso.
Espero que me perdonen esta.
Las quieroooooo. Se me cuidaaaan muuuucho. ♥

uhmmm...entiendo...
este fin tb ha isdo muy ajitado para mi u.u
asiq esperare capi Wink

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Capitulo 24:
Mi padre la atrapo antes de que cayera al suelo y la puso suavemente sobre el suelo. Joe hizo ademan de atraparla, pero obviamente papá se le adelanto. Yo grite sorprendida y se arrodille junto a ella. ¿Todo el mundo tendría una reacción similar a mi relación con Joe? ¿Qué hacía que todos se desmayaran? Joe no era mago o algo así. ¿Qué tenia de malo?

-Busque alcohol, señor Hill –le dijo Joe a mi padre-. Tenemos que despertarla.

Papá obedeció.

-Fue la impresión –susurre, mirando a mi madre. Golpee sus mejillas intentando despertarla, pero era inútil-. ¡Mamá, mamá, despierta!

-Espera el alcohol, ¿si? –Dijo Joe-. Lo haremos con más calma esta vez.

-Joe –suspire-. Ayuda, ¿si? –Lo mire-, no desayudes.

Hizo una mueca y respiro hondo. Desvió la mirada hacia mi madre, y colocando sus manos a ambos lados de su cintura la separo un poco del suelo y la agito no con mucha suavidad tratando de despertarla. Yo aparte mis manos del rostro de ella y, con un poco de consternación, vi como Joe la sacudía. Poco después, mama despertó.

-Mamá –dije rápidamente, después que Joe la soltó de nuevo en el suelo y se puso de pie-. ¿Estás bien?

Ella parpadeo mirando mi rostro y cuando desvió la mirada hacia mi lado, donde Joe estaba arrodillado, cerró los ojos. Se llevo una mano al rostro y respiro hondo. Volvió a mirarme y soltó el aire.

-Dime que estaba soñando, ____ -dijo-. Dime que solo fue una pesadilla.

Mire a Joe durante un segundo y note como su mandíbula se tensaba. No me miro, pero estaba segura de que su mirada destilaba furia. Me arme de valor y volví a mirar a mamá.

-No, no era un sueño –dije-. Me voy a casar con Joe.

Joe se incorporo, poniéndose de pie a mi lado y escuche su suspiro. Esta situación era completamente incomoda y rara. Mis padres jamás habían estado tan en desacuerdo con todo esto. Y sabía que lo estaban porque de otra manera ya nos hubieran estado felicitando a Joe a mí desde que anuncie el compromiso. Era obvio que no estaban contentos. Desde lo que paso con Joe hace ocho años, a ellos no les simpatizaba el hombre. Y era razonable, había hecho sufrir a su hija más de lo que ella hubiera sufrido jamás. Celos de amor de padres, supongo.

-Bien –susurro ella, incorporándose lentamente con mi ayuda. Joe no extendió su mano ni un solo centímetro hacia nosotras y eso me pareció grosero, pero lo deje pasar. No era el momento para discutir con él.

-Kate –dijo mi padre con alivio, detrás de nosotras. Me ayudo a levantar a mi madre completamente-. ¿Estás bien?

Ella no respondió a su pregunta, pero miro hacia Joe. El, a pesar de que no miraba hacia nosotros, su expresión era una de enojo. La tensión era más palpable que nunca, y yo me sentía a punto de perder el control y hacer un escándalo por los nervios. Mis manos ya estaban temblando. Ya era suficiente.

-¿Por qué eres tan descarado? –le pregunto mi madre a Joe, mirándolo fijamente, con odio. Joe la miro-. Después de ocho años vienes como si nada hubiera pasado y la vuelves a llenar con promesas falsas. ¡Por tu culpa casi no sale de la depresión! ¡Por tu culpa casi no va a la universidad! ¡Por tu culpa ella estuvo años llorando sola en su habitación! ¡Maldito bastardo!

-Mamá basta –la interrumpí, mirándola-. Basta.

-Esa carita de niño bueno no te queda –continuo, ignorándome-. La abandonaste. Le destrozaste el corazón sin piedad. ¡¿Y ahora le pides matrimonio?! ¿Con que intenciones? Buenas no pueden ser porque no eres de esos. Y lo demostraste hace años, Joseph. Descarado.

-Mamá –intente de nuevo-. Basta.

-¡No! –exclamo, histérica-. Sabes todo lo que paso, ____ -me miro-. No te ilusiones con el de nuevo. No es una buena idea, mi amor. Lo sabes.

Mire a Joe. No decía nada, pero estaba totalmente segura de que pronto explotaría como una bomba atómica arrastrando todo a su paso. Su mandíbula estaba tensa, sus ojos no miraban nada en concreto y sus puños estaban fuertemente cerrados a sus costados. Tenía miedo a lo que pudiera tener en mente.

Pero sin embargo, me sorprendió al hablar.

-Amo a ____, señora –dijo con calma-. Es lo más preciado que pudiera tener. Y si, sé que no merezco su amor después de todo lo que paso, pero ella me acepto en su vida una vez más. Y esta vez no desaprovechare la oportunidad. Ella es mi prioridad, todo lo que necesito para vivir. Lamento no ser el hombre indicado para ella como ustedes piensan, mas no pueden romper lo que nos une –extendió su mano hacia mí, pidiendo mi mano. La apretó al tiempo que me jalaba hacia el-. Nos amamos, y nos vamos a casar les guste o no.

Me mordí el labio inferior esperando alguna respuesta de mis padres, pero ellos se mantuvieron en silencio mirándose. Me moría por saber lo que les pasaba por la cabeza ahora que Joe había dicho todo lo que sentía. Pero era difícil saberlo si ellos no lo compartían. Mantuve la paciencia aunque los nervios ya me estuvieran desordenando el sistema.

Joe suspiro y pego sus labios en mi sien depositando un beso en ella. Soltó mi mano y el pasó alrededor de mi cintura para pegarme más a él. Sonreí a penas. No era momento para sus tiernas caricias, sin embargo, me encantaba que me tocara, que me besara, que me amara. No había hombre más perfecto que él, era seguro.

-Joseph –comenzó mi padre, captando nuestra atención-. ¿Estás seguro de lo que sientes? Si me entero que solo estás jugando con ella…

-Tranquilo –sonrió, relajándose por primera vez en la noche-. No se preocupe, no estoy jugando con _____. Bueno, no con su corazón.

Golpee su pecho con diversión, riendo a mi vez. Comentario fuera de lugar, le comunique. El solo sonrió mientras mis padres mantenían una expresión seria. Ninguna alteración. ¡Parecían mas agentes del FBI que mis padres!

-De acuerdo, lo siento –dijo, antes de continuar-. ____ es muy preciada para mí como para herirla una vez más. Sería una estupidez dejarla ir cuando es perfecta. No sé cómo me atreví la primera vez –me miro con el arrepentimiento nublándole la mirada. Sonreí con ternura.

-Mas te vale que sea cierto, Joseph –dijo mamá, esta vez-. No volveremos a verla pasar por lo mismo. Una sola lagrima y no vuelves a saber de ella.

-Solo llorara de alegría, señora Hill –desvió la mirada hacia ella-. No volveré a hacerla sufrir.

-Solo espero que sea cierto –suspiro mamá, mirando al suelo-. Y se casaran –bufó-. No puedo creerlo. Siempre pensé que te habías marchado para nunca volver, y bam, aquí estas, comprometido con ____. Es un demasiado para mí.

Ella se llevo una mano hacia el área del corazón y respiro hondo, sin mirarnos aun.

-Espero que la hagas feliz –miro a Joe-. Ella se merece eso y mucho más, Joseph. Cuida de su corazón.

-Lo hare –sonrió, mirándome-. Con gusto.

_*_

Al salir de casa de mis padres, después de una hora más de platica, Joe suspiro aliviado, y yo hice lo mismo. Había sido un rato de mucha tensión e incomodidad. Había sido demasiado para ambos. Pero Joe intento mostrar su mejor cara después de que las cosas se calmaran un poco. Y me alegre por eso. De otro modo, aun estaríamos discutiendo con mi madre.

Cerré los ojos durante todo el camino hacia mi casa, tratando de calmar el temblor en mis manos, además sudorosas, y retener las nauseas. Los nervios estaban causando demasiados problemas en mi sistema. Y no entendía porque aun no se calmaban. Ya había pasado la peor parte y todo estaba calmado, ¿Por qué seguía sintiéndome con los nervios de punta? Era estúpido pensar que aun tenía miedo acerca de lo que podían estar pensando mis padres. Ya ellos habían hablado con nosotros y todo. Hasta se habían puesto de acuerdo para aceptar mi relación con Joe, a pesar de que no aceptaran el matrimonio. Pero al menos, era un avance.

Y como si Joe hubiera leído mis pensamientos durante todo el camino, antes de bajarnos en mi casa, me retuvo dentro del auto.

-¿Te sientes bien? –pregunto-. Es raro que no hayas comentado nada sobre los sucesos pasados.

-Solo quiero ir a la cama –suspire-. A dormir.

El sonrió.

-Está bien. Fue una noche ajetreada, pero no te ves como si solo tuvieras sueño, mi amor –frunció el entrecejo-. Pareces enferma.

-Estoy bien –sonreí-. Una ducha y a la cama. Estaré perfecta.

El no discutió. Se limito a caminar detrás de mí hacia dentro de la casa. De todos modos, sentía su preocupación flotar en el aire alrededor de mi, y me molestaba. Solo quería pasar la noche tranquila… calmar un poco mis nervios estaría bien. No pedía nada más. Y Joe los ponía aun peor.

Entre en la habitación para quitarme la ropa que traía puesta y luego darme una ducha. Lance los tacones al armario junto al vestido que descarte. Pasee en ropa interior hacia la cómoda para sacar una braga y un camisón de dormir. Joe, mientras tanto, estaba sentado en la cama mirando mis movimientos. Varias veces note como se relamía los labios mirando cómo me deslizaba frente a él.

-Me provocas –comento, después de un rato-. Vete a bañar antes de que te retenga en la cama.

Reí y camine hacia él. Me subí a la cama, trepándome a su regazo con una sonrisa picara en mis labios. Me olvide del malestar que sentía y desabotone su camisa azul de seda. Pase mis dedos sobre su fuerte torso después de lanzar lejos la camisa. Lo roce con la yema de mis dedos, y note como su respiración se aceleraba y sus latidos se desbocaban. Y solo estaba rozando su torso.

Levante la mirada hacia sus ojos y vi como brillaba el deseo en ellos. Me mordí el labio y reí. Baje mis manos hacia su pantalón, y el no me lo impidió. Lo desabotone al tiempo en que me inclinaba para besar su pecho. Metí mi mano dentro del pantalón después de desabrocharlo y al instante me di cuenta de que no tenía ropa interior. Mi cuerpo se encendió tan rápido como se enciende la gasolina. Su miembro estaba duro en mi mano haciéndome sentir aun mas excitada. Joe gimió tan pronto como comencé a frotarlo. Y yo disfrute de cada gemido que le arranque mientras mimaba su duro pecho.

-____ -murmuro entre gemidos-. Basta, basta. Me correré.

Lo ignore, y continúe con lo mío. Sin embargo, Joe saco mi mano de su pantalón y me volteo sobre la cama. Se posiciono sobre mí y atrapo mis labios entre los suyos con una pasión que me volvió loca. Sus grandes y fuertes manos destrozaron mi braga antes de que yo pudiera protestar. No vi lo que hizo con ella después de romperla ya que mi prioridad era no soltar sus labios hambrientos.

Sentí como se posiciono en mi entrada sin siquiera quitarse el pantalón. Su mano acaricio mi hendidura, haciéndome gemir contra sus labios y me retorcí debajo de él, y entro. Solté sus labios para soltar un grito de placer mientras que el soltó un gruñido. Extendí y aferre mis manos al poco cabello que tenía en la parte superior de su nuca. Era demasiado. Sentí su pantalón rozar su piel sensible y volví a gemir. El se incorporo hasta ponerse de rodillas sobre la cama conmigo sobre su regazo y sus brazos sosteniéndome a él. Tenía una mano por mi espalda y la otra sobre mi cadera. Gemí, tirando mi cabeza hacia atrás. El gruño de nuevo comenzando a moverse dentro de mí. Al notar que estaba tomándose demasiado tiempo entre embestida y embestida, comencé a cabalgarlo. Necesitaba más. Solté su nuca y, sin querer, clave mis uñas sobre sus hombros mientras sentía todas las sensaciones que me envolvían. La tela de su pantalón rozándome, sus labios comenzando a saborear mis pechos después de quitar mi sostén, y toda la atmosfera que rodea lo maravilloso del sexo. No podía pedir nada mejor.

Y definitivamente no pegue un ojo en toda la noche.

wooow no puedo creer q los papas de rayita sean taaan dificiles u.u
pero bueno en parte tienen razon no?
han sido 8 años 8 laaaargos años de sufrimiento u.u
ojala no pase mas
y wooow Joee es imparable hahahaha xD
SIGUELA!!!

Super sowiii por no comentar antes pero esta super demaciao'
Me encanta cm escribes Smile

siguela

awwwno! Me encanto el cap!
Awww Joe es un cuuerisimo, lo amo!
Juju amoo muucho tuu novee
deebes seguuirla proonto pleease!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

sigue please!

nueva lectora <3

siguela!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Licsa, SIGUELA porfa!!!

siguela!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

sigue PORFA!!

siguuela!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

siguuela!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Capitulo 25:
Joe beso mi mejilla rozando sus dedos por mi hombro, despertándome un poco. Gemí al sentir su aliento rozar mi oreja cuando hablo.

-Voy a preparar el desayuno, dormilona.

Hice un ruido de aprobación, y fruncí levemente el ceño. El estaba interrumpiendo mi sueño, el cual había logrado capturar solo unas varias horas atrás. Su cuerpo se alejo de mí y yo continúe durmiendo sin ninguna interrupción más.

Cuando me desperté completamente, me moví en la cama vacía estirando mis extremidades. Hice una mueca al notar que Joe no estaba conmigo, y de repente recordé sus palabras. Sonreí, a pesar de que no sabía cuánto tiempo había pasado desde que el me había hablado hasta cuando me había despertado por mi cuenta. Supuse que habían pasado unas varias horas más.

Con un suspiro, me levante de la cama buscando mi ropa sobre el suelo. Me sorprendí al no ver ni una pieza de ropa sobre este. La camisa de Joe estaba apoyada en el pomo de la puerta. Sonreí notando que había sido obra suya. Camine en esa dirección frotándome un ojo y bostezando al mismo tiempo. Abotone la camisa de Joe en mi cuerpo y salí de la habitación poco después. Me encontré con Joe sobre el sofá de la sala viendo tele.

Al notar mi presencia, tiro su cabeza hacia atrás, mirándome con una sonrisa. Le sonreí de vuelta.

-Buenas tardes, bella durmiente –se burlo.

Hice una mueca, casi riéndome. Me senté a su lado en el sofá, y el paso su brazo a mí alrededor antes de besar mi cabeza con ternura.

-¿Cuánto llevo dormida? –le pregunte, viendo la programación. Noticias.

-Unas cuatro horas más que yo. Las tres horas que dormí fueron forzadas por mi cuerpo. Me hubiera encantado quedarme contigo, pero desperté.

Ahora si me reí, mirándolo.

-Eres incansable, Joe.

-No contigo –sonrió antes de llevar sus labios hacia los míos-. Eres demasiado para desperdiciarlo.

Volví a reírme.

-Entonces, ¿si hiciste el desayuno?

-Para mí –dijo, cambiando el canal de la tele desde el control remoto-. Sabía que no te despertarías pronto, y no dejaría un desayuno desperdiciarse.

-¿Harás el almuerzo, cierto? –sonreí con inocencia.

-Claro que… no –se rió por lo bajo-. He estado cocinándote toda esta semana, ____. No abuses.

Golpee su pecho juguetonamente en protesta. El soltó un gemido de sorpresa y luego se rió. Sostuvo mi mano con la suya y me sonrió.

-Hablo en serio –dijo.

-No habrá comida entonces, porque no cocinare –dije con arrogancia. De verdad no pondría un pie frente a la estufa. Uf, no hoy.

El me estrecho entre sus brazos y volvió a reírse.

-Si cocinare, preciosa –dijo, dándome un beso en la cabeza-. Sabes que lo hago.

Persuadido. Fabuloso. Sonreí, girando mi rostro para besarlo.

-Gracias.

-Pero siempre hay un costo –una media sonrisa picara se formo en sus labios.

-¿Qué tipo de costo? –le seguí el juego.

-Carnal –dijo, antes de posicionarse sobre mí en el sofá y besarme.

Comenzamos de nuevo.

_*_

Más tarde, después de que Joe hubiera dormido las horas que necesitaba para estar como nuevo, nos arreglamos para salir. Y no era una simple salida. No, íbamos a hablar con sus padres y a anunciarle el compromiso. Ya había pasado la parte suave de la tormenta (mis padres), ahora venia el huracán completo. Denise no estaría contenta.

-¿Estás seguro? –le pregunte por milésima vez a Joe.

-Si, estaré allí. Mamá no te hará nada –estaba de espaldas a mí, pero juraba que pude verlo poniendo los ojos en blanco.

-Tengo miedo –susurre.

El se giro hacia mí y me abrazo. Le correspondí al abrazo, colocando mi cabeza sobre su pecho.

-¿De qué tienes miedo? ¿De mamá? –Asentí contra su camisa-. No te hará nada. Solo te gritara, como máximo. No permitiré que se pase de ahí.

-A ella jamás le ha gustado nuestra relación, Joe, lo sabes. Estará mucho más molesta que mis padres. Y molesta es una palabra que se queda corta.

-Pero no te hará nada, ¿sí? Nick, Kevin y Adam estarán allí. Papá también. Si frente a nosotros se atreve a hacerte algo, habrá pasado una línea de respeto muy importante entre nosotros. Ella la trazo.

Suspire. Denise no me daba miedo, intente meterme en la cabeza. Ella no hará nada. Todo estará bien. Joe estará allí. Aun no entendía porque sentía mis manos temblar cada vez que pensaba en la reacción de Denise sobre el compromiso. Pero por alguna razón, tenía miedo a que me hiciera daño, a que volviera a pegarme, pero esta vez con una fuerza bruta. Sabía que podía ganarle en una pelea, pero no soportaría que me hiciera daño. Y no sabía porque.

Viendo a Joe vestirse, me puse a pensar en el día en que volví a enfrentarme a ella. La bofetada, las palabras de advertencia, su rostro ardiendo en cólera. Estaba furiosa por la relación en aquellos momentos, peor se pondría con la noticia del compromiso. Y no es que temiera de sus palabras, si no de sus acciones. ¿Qué, si hacia hasta lo imposible para separarnos? Ella tenía influencias aquí y allá. Podría hacer cualquier cosa. Y eso era lo que mas temía.

Joe y yo salimos de la casa después de una media hora más. Joe espero a que me calmara lo suficiente para entrar con un poco de confianza en la gran mansión Jonas. Durante todo el trayecto, sostuvo mi mano entre la suya y me sonrió cada vez que podía despegar la mirada del camino. Su presencia era reconfortante, pero mis pensamientos hacían el trabajo contrario a relajarme.

-Bien, aquí estamos –dijo, cuando estaciono el auto frente a la gran casa-. Ya llame a mamá, están esperándome.

-¿Esperándote? –Repetí, un poco confundida-. ¿Escuche bien?

-Si –me miro a los ojos con un suspiro-. Porque si le decía que venía contigo, se enojaría mucho antes. Solo le dije que estuvieran todos en casa y que esperaran una sorpresa –sonrió.

-Y vaya sorpresa –resople.

-Todo irá bien, preciosa –se inclinó hacia mi asiento para besarme-. Lo prometo.

Asentí. Él bajó, y rodeo el auto para abrirme la puerta. Armándome de valor salí del auto con su ayuda Me sonrió y yo le sonreí de vuelta. Cerró la puerta detrás de mí mientras yo miraba hacia la casa Jonas. Hoy sería una noche dura. Joe entrelazo nuestras manos y caminamos hacia la entrada. No seas ridícula, ten valor, me dije a mi misma, Denise no te comerá. Es estúpido todo este miedo, mas no podía evitarlo. Apreté un poco la mano de Joe y él me miro. Sonrió antes de darme un beso rápido en la mejilla.

-Todo va a salir bien –repitió.

-Eso espero, cariño –suspire.

Nos detuvimos frente a la puerta, y Joe soltó mi mano para rebuscar en sus bolsillos. Saco una llave y la introdujo en la cerradura de la puerta. Cuando la abrió, echó un vistazo adentro y luego abrió completamente la puerta ensenando un largo pasillo. Extendió su mano hacia atrás, pidiendo la mía, y se lo concedí. Cerré la puerta principal antes de que él me arrastrara más lejos.

Nos detuvimos cerca de la sala, donde se escuchaban murmullos y risas de su familia. Me puse nerviosa. Estaban todos allí, seguramente.

-Quédate aquí durante unos minutitos, ¿si? –me dijo Joe.

-¿Por qué? –mi voz temblaba.

Él paso su mano libre por mi mejilla, acariciándola con el pulgar.

-Voy a darles la sorpresa –sonrió. Se inclino para besarme en los labios, regalándome un poco de su tranquilidad-. Espera aquí.

Soltó mi mano y se alejo un poco de mi, caminando de espaldas y, aun con la sonrisa en los labios. Me lanzo un beso en el aire, que me hizo sonreír. Luego, se giro y entro en la sala.

-¡Hola, mi gente! –grito, y yo reí por lo bajo.

Me recosté en la pared, mirando los cuadros en el pasillo. Eran arte contemporáneo, demasiado complicado para entenderlos. Sin embargo, tenían bonitos colores. Parecían más bien unos arcoíris. Cuando me aburrí de ellos, me incorpore y mire los cuadros que estaban sobre la pared donde había estado recostada. Habían dos en cada esquina y en el medio había una foto de tres bebés riendo. Sonreí. Uno de ellos era Joe. Aunque no podía distinguirlo bien, sabía que uno de ellos era él.

Estuve un ratito viendo la foto hasta que desvié la vista. Joe aparecería en el pasillo en cualquier momento y no podía distraerme mirando fotos. Cruce los brazos sobre mi pecho y mire hacia el fondo del pasillo. Había una escalera de cristal en forma de caracol que se extendía hacia la segunda planta, y de fondo había un ventanal/puerta corrediza para ir hacia el jardín. Recordaba cada centímetro de la casa, ya que pasaba la mayoría de mis tardes con Joe ahí. Pero nada era como antes. Había cambiado de una manera tan drástica que daba escalofríos.

-Mi amor, ven aquí –escuche la voz de Joe cuando volvió a entrar en el pasillo. Estaba sonriente-. Mamá se muere por verte.

-¿Qué le dijiste? –susurre.

-Dije todo acerca del compromiso, pero jamás mencione tu nombre.

Me mordí el labio inferior. Joe era imposible. Asentí y agarre la mano que me extendía. Entrelazo nuestros dedos, para luego entrar en la sala. Mire a cada uno de los presentes: Nick, Paul, Adam, Kevin y su esposa, Danielle, y por último, Denise. Todos tenían una cara de sorpresa (excepto Adam, claro) al verme allí. Denise cambio de colores en un solo segundo al verme allí. Mi corazón se acelero, pero mi sonrisa creció, a pesar del creciente nerviosismo.

-¿Podrías explicarte, Joseph? –dijo Denise, en una voz forzada, mientras su mirada iracunda estaba posada en mi.

-No hay nada que explicar, mamá. Me voy a casar con ____ y punto. Ya te explique todo lo demás.

Él soltó mi mano, y extendió su brazo para abarcar toda mi espalda baja. Me pego a su cuerpo y beso mi mejilla con ternura. Mi sonrisa tembló un poco ante la expresión de Denise. Danielle, la esposa de Kevin, miro hacia él y le sonrió. Le murmuro algo en el oído y el también sonrió. Nick y Paul también discutían algo en murmullos, mientras que Adam solo sonreía. Al menos, el veía esta situación desde otra perspectiva mejor.

-La cosa es que: ¡no mencionaste su nombre hasta ahora! –Exclamo, levantándose el espacioso sofá-. ¡Y ella no es para ti!

-¿Por qué no, a ver? –Pidió Joe, mirándola con desafío-. ¿Qué te molesta de ella? ¿Su empleo? ¿Su posición social? Porque yo no le cambiaria nada.

-Si, es obvio –dijo ella con una risa sarcástica-. Pero, ella no es para ti, Joseph. No es el tipo de mujer que te mereces –me miro de los pies a la cabeza con desagrado-. Es una baratija.

-¿Disculpa? –dije. Ya era suficiente de sus palabras-. ¿A quién le dijiste baratija? Pues fíjate que esta “baratija” –señale mi cuerpo con las manos, extendiéndolas sobre el-, tiene a su hijo en sus pies, ¿okey? Vieja bruja.

De acuerdo, no pensé mis palabras. La expresión de Denise cambio a una amenazante. Joe me miro con los ojos como platos, pero no me importo. Tenía que decir todo lo que dije aunque se me viniera encima un gran problema.

Oh Oh.
La Rayis se soltó.
¿Se enojará Joe? ¡Dios Mio, saltó de nerviosismo!
Por favor, Siguelaaaaaaaa.
¿Si?
¿La sigues?
¡POR FAVOR! Sabes que yo AMO tu novela, como dirían los Argentinos, eres una Grosa para escribir.
¡ENSERIO!
Sube más por favoooooooor.

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

oh my God...como pudo decirle asi???
osea no es para q Denisse la trate asi...
pero como q vieja bruja en ese momento no fue muy adecuado no?
diiigo....
haay Licsa SIGUELA porfiis

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