You have all of me (Joe & tú)

Bueno, me presento soy Maryfer o María Fernanda o Rume o Fer o como quieran decirme no encuentro problema Very Happy

Hace tiempo que quise volver a escrbir pero no sabía en dónde y sobre qué. Y bueno pues no me llegaba ningún tipo de inspiración, ni siquiera podía cambiar mi estado en Facebook (eso no tiene importancia mínima). Así que decidí pues aventurarme más que nada en esta bueno.. pues digamos que novela, me gustaría mucho dejarles un adelanto, una sinopsis o algo por el estilo, pero es muy tarde. Prometo que mañana lo haré Very Happy

Gracias y mucho gusto de nuevo ( :

Ya pasaban de las 11 pm, _______ seguía trabajando. Se sentía cansada de pies a cabeza, tenía un fuerte dolor en sus piernas, su espalda no podía sostenerse más y su cabeza le rogaba una y otra vez que se marcharan. Pero no podía, tenía que quedarse sino no lepagarían las horas extras y entonces tendría que vivir en la calle por un buen tiempo.
Odiaba su trabajo, realmente lo hacía; sabía que existían muchas personas que no tenían la pisiblida de trabajar y ella hubiera querido tener una opción más, pero no la tuvo. Terminó de recoger unas mesas ignorando toda falta de respeto verbal que provenían de los clientes ya usuales.
Entró a la cocina en la que ni siquiera se cocinaba, respiró profundo y se dirigió al baño. Se topó con algunas compañeras de trabajo, algunas la saludaban y otras le dedicaban una mirada llena de envidia pues a _______ otros hombres la habrían volteado a ver muchomás rápido que a ellas, eso generaba molestia pues _______ era una simple mesera, nunca tenía que arreglarse de más y aunque necesitaba el dinero siempre rechazaba las propuestas.
Se metió aun cubículo y por fin tuvo un momento de paz, se sentó sobre la tapade taza y encogió sus rodillas. Por un momento imaginó su vida anterior, tal vez no llena de lujos, pero era feliz. Recordó por todo lo que tuvo que pasar y pensó que entonces ahora ya estaba mejor aún cuando vivía en un pequeño departamento en una de las menos prestigiadas zonas de la ciudad y lo compartía con una chica que frecuentemente llevaba compañeros de cama.
Hubiera deseado por un segundo, al menos por eso, regresar a alguno de sus momentos más felices, con su madre, su padre, cuando todo solía estar bien..

Las calles estaban tranquilas, las luces de los coches pasaban lejanas unas de otras y había un frío que quemaba hasta los huesos. Rápidamente Joe entró a su auto, suspiró profundamente como si el aire se fuera acabar. Necesitaba una ducha para calmar todas sus frustraciones; era raro saber que él pensaba que una ducha solucionaría sus dolores de cabeza cuando éstos regresaban a la mañana siguiente. Al llegar a su departamento dejó sus cosas en el sillón más cercano; estaba devastado, así que no hizo escalas y fue directo a la ducha. Después de una larga ducha quedó completamente dormido.
Tuvo algunos sueños inquietos en los que veía constamente el rostro de Elle.
Joe mataba sus pies, manos, cabeza y especialmente mataba su corazón para así no tener más, no tener más al final del día y no pensar más en ella. En todo lo que la formaba y los formaba antes: los días, las apasionadas noches, discusiones y más discusiones que los llevó a un final. Él estuvo de acuerdo, pero después de semanas de estar solo, veía desfilar miles de excusas para llamarla de nuevo. Llamadas que nunca eran respondidas o conversaciones que sólo llegaban a un mismo lugar.

Al despertar, Joe inició de nuevo la rutina. Quiso calmar su corazón varias veces pero no pudo. Sentía que debía hacer algo, algo diferente que lo renovara y lo llevara de nuevo en donde siempre quería estar. Ser feliz, Joe no había tenido ningún otro sufrimiento que no se tratara de amor. Y eso lo molestaba, porque se sentía débil e inútil.

Como si el amor fuera algo tan importante, pensó sentado en su oficina. Quiso terminar lo más rápido posible su carga de trabajo y lo logró, eso le dio seguridad y algo de fortaleza para levantarse. Invitó a algunos de sus colegas a tomar un trago. Dos de ellos accedieron y acompañaro a Joe a un "exclusivo" bar.

_______ se limpió las lágrimas y al salir del baño se insistía constamente así misma ya no llorar más. Salió rápidamente de nuevo a atender sus mesas, no quería obtener un regaño de parte de su jefe. Sus compañeras se insinuaban descaradamente a los clientes, inluyendo a los nuevos y bien vestidos. Ella se sentía demasiado débil como para soportar el comportamiento de ellas.

Joe la vio y sintió que algo lo encendía por dentro,una flama. Se sentía intrigado por aquella pobre muchacha que tenía los ojos inchados por el llanto y que, a diferencia de otras más atrevidas, parecía indiferente a todo humano que le pasara enfrente. Deseó levantarse de su silla de inmediato, pero no sabría qué decir para entonces.
Aguardó unos minutos más, la observaba de pies a cabeza y le parecía algo imperfecta pero incoherentemente eso la hacía cada vez más perfecta. Terminó su trago en dos segundos y éste le quemó la garganta, no podía aguardar más. Se levantó y se dirigió hacia ella, ¿qué se supone que le diría? y ¿qué se supone que Joe quería de ella? ¿Una noche como las que las demás chicas en ese lugar ofrecían?

________ sintió la mirada de Joe, casi pudo sentir su presencia cerca de ella, al ver de reojo que él se acercaba a su lugar, caminó hacia otro lado. No quería dar explicaciones después, le apenaba tanto hacerlo, no por ella sino por los hombres que solían ser tan ilusos. Rápidamente se dirigó a la barra, quiso jugar un papel de despistada pero eso a Joe no lo convenció, se decidió definitivamente y el trago comenzaba a hacer efecto. Pues hacían ya años que el no probaba el alcohol.

Ella se dirigió al otro lado de la barra y él se dispuso a entrar.
-Disculpe, no tiene permitido entrar aquí- le dijo sutilmente.
Joe sonrió y eso la llegó a irritar, a molestar. Lo observó detenidamente, sus facciones, cada parte de él. Tenía unos ojos intrigantes y unas cejas pobladas que le daban fuerza, lo complementaba una ligera sombra de barba de dos días que rodeaban a unos labios bien formados.
_______ apartó la mirada de inmediato y él dio un paso atrás.
-Si necesita algo puede ordenarlo.. a distancia.
-Bien, entiendo. ¿Qué tal una charla?
Ella le dedicó una mirada dura, cortante y fría. Realmente quería darle un golpe, no físico sino verbal en el que se diera cuenta que no podría conseguir loque quería. Pero suspiró y se dijo así misma que era otro más y que después ni siquiera lo recordaría, no valía lapena arriesgarse.
-Bueno, si necesita eso o algo más, puede adquirirlo con mucha libertad con alguna de mis compañeras.
Joe dio media vuelta, no dijo nada más. Pero para él, el asunto seguía inconcluso.

Después de una larga y cansada noche, _______ se cambió a escondidas en uno de los vestidores de las otras chicas, como siempre lo hacía. Pero suponía que sila atrapaban en el acto tenía todo el derecho, era la única que se quedaba hasta altas horas de la noche para limpiar todas las mesas. Al ponerse los tennis se sintió aliviada, lo único que deseaba era estar en su cama y dormir hasta tener que volver a comenzar su día.
Se colgó la mochila al hombro y caminó hacia la puerta de atrás. Allí estaba el velador, como siempre.
-Buenas noches.
-Buenas noches señorita,- por fin alguien la veía por lo que era, una señorita- alguien la espera afuera.
-¿A mí?- preguntó sorprendida
-Sí, un hombre, dijo que necesitaba hablar con usted.
Ella no tuvo idea de quién, se sentía confundida, no recordaba haber hablado con alguien. No tenía en mente a nadie, ningún nombre, mucho menos de un hombre. Siempre procuraba no hablar mucho, rechazar educamente cada propuesta, había sido un día como otro.
-¿Cómo es él?- quiso saber más antes de verlo.
-Bueno, está algo oscuro allá afuera, pero es alto y lleva un abrigo negro.
Trató de figurarlo, pero no pudo. Pensó por un segundo y el velador vio cómo dudaba.
-¿Quiere que la acompañe?
Salió de su pequeño trance y lo volteó a ver.
-No, gracias. Estaré bien no se preocupe.
-Bueno, hasta mañana, que pase buenas noches.
-Igualmente- sonrió.
Caminó sigilosamente, salió y vio la figura de un hombre, era alto como se lo habían descrito. No podía ver su rostro pero parecía reconocerlo. Suspiró profundamente, lo único que le faltaba era eso.Y no lo quería, no lo deseaba. Era un drama más en su vida y ella quería estar tranquila.
Pero en ese momento tenía que afrontarlo y así podría librarse.
-Papá.. ¿qué pasa?- preguntó para llegar al grano lo más rápido posible.
-Sólo quería saber cómo has estado.
-He estado bien, gracias.
La miró con ternura, como pidieron perdón, pero ella volteó la mirada, era demasiado tarde por eso. Aún tratando de hacerse la fuerte, sintió que las lágrimas le llegaban a los ojos.
-¿Puedo abrazarte?-preguntó él queriendo consolarla.
Ella decía que no en su mente, pero se dijo a sí misma que tal vez en algún momento ya no volvería a ver. Lo abrazó muy fuerte y se separó con rapidez. Se limpió las lágrimas y movió la cabeza, como si quisiera borrar algo de su mente.
-Me tengo que ir, estoy muy cansada.
-¿Quieres que te lleve?
-No, gracias. Estaré bien,- respondió cuanto antes- nos vemos después.
Caminó rápido, salió a la transitada calle y tomó el primer taxi, sin mirar atrás.

Al llegar a su departamento fue directo a su alcoba, ni siquiera se cambió. Sus sentimientos habían sido destrozados y su cuerpo ya no podía más. Había sido una larga noche así que quedó profundamente dormida, no quería despertar más.

Joe despertó, sintió que era otro día normal hasta que se dio cuenta que era su día libre. Vistó con unos jeans y una camisa negra. Necesitaba aire fresco, así que hizo una caminata, se topó con un café ubicado en una esquina. Entró e inmediatamente sintió el olor y el calor que lo rodeaba. Pidió un desayuno y un delicioso café. Disfrutó cada bocado, cada minuto que pasaba, no pensaba en nada o tal vez pensaba en todo.
De pronto, recordó a la chica del bar, ni siquiera sabía su nombre. Ni siquiera una sonrisa le había dedicado. Quería ir esa noche de nuevo y entonces hacer las cosas bien, pero se dio cuenta que el ambiente no era el indicado para pedirle una cita y aunque lo hiciera, ella nunca aceptaría.
Al terminar, siguió caminando por las calles, hubiera deseado tener alguna compañía pero al recordar la última persona que lo fue, pensó que no era necesario.

_______ salió apresurada hacia la calle, iba retrasada. Tenía que llegar a tiempo a su segundo trabajo en el restaurante de comida rápida. Se puso rápidamente el delantal, comenzó a atender a los clientes. Nadie notó su retraso, nadie notó que se sentía rota por dentro,que había tenido una noche dura y lentamente sentía que su vida comenzaba a no tener sentido.
Su día transcurrió igual, en la noche fue al bar y siguió conla rutina, hubiera deseado que algo cambiara, pero no fue así. No sabía qué hacer, se estaba volviendo loca con su situación. Iba a tener una crisis en el momento en el que se cambiaba de ropa, pero se contuvó, derramó algunas lágrimas y golpeó la pared tratando de descargar la ira que tenía contra sí misma.
Caminó hacia la puerta trasera, el pasillo parecía más largo que nunca.
-Disculpe, hay de nuevo un hombre allá afuera.
-¿De nuevo? ¿Es el mismode ayer o..?-preguntó como si le interesara, pero en realidad no.
-Pareciera que sí, hay mucho que hacer esta noche es por eso que no le dirigí la palabra.
-Está bien.
Por un momento ella quiso dar vuelta atrás para así evitar de nuevo ese encuentro, pero algo la movió, algo dentro de ella le dijo que siguiera adelante, que podría hacerlo. Porque entonces, se daría cuenta cuán fuerte era. Se dirigó hacia la sombra del hombre, de nuevo quería volverse loca, de nuevo quería patear cosas y gritar, pero no pudo.
-Otra vez..
Esta vez, él sonrió.

ohhh
SIGUELAA!!!!
ME ENCANTOO Y MAS PQ ES DE JOEE
XD
CUIDATEE Y SUBE MAS CAP
Y YO SUBO UNO
OK BYE!!!

NUEVA LECTORA
SÍGUELA!! ♥

Sí, otra vez. Realmente quería sentirse molesta pero no pudo, sintió que tal vez no sería tan malo seguirle la corriente, hasta donde ella quisiera, claro.
-No pareces muy contenta.
-Bueno, estoy cansada y no lo conozco.
Joe la miró, tenía razón, lucía cansada. Pero por otro lado no había sido completamente rechazado.
-Me puedes conocer, vamos a tomar un café o algo así.
-Si tomo café ahora, después no podré dormir.
Esto es realmente difícil, pensó él. ¿Entonces qué pretendía ella? ¿Que la invitara a tomar un trago? Se suponía que estaba cansada de eso.
-Bueno, ¿entonces a dónde quieres ir?
-No lo sé..- sí lo sabía.
-¿Tienes hambre?
¡Se moría de hambre! Pero sentía vergüenza admitirlo y de paso que él le invitara la cena.
-Bueno.. no mucha, comí hace unas horas- mentía, no había probado bocado en horas.
-No te creo, vamos a cenar, ¿qué te parece una hamburguesa?
-Argh, no gracias. Respiro hamburguesas todo el día.
Ella hizo un gesto que lo hizo sonreir de nuevo, ¿qué le pasaba a Joe?¿acasole gustaba la chica? ¡Ni siquiera sabía su nombre!
-Bueno, eso no lo sabía. ¿Qué tal si pasamos por algo ligero como una ensalada?
Realmente deseaba que esta vez dijera que sí.
-Está bien, aceptaré.
¿Qué estoy pensando?, pensó ella. Era verdad, tal vez era un secuestrador, un asesino, ¡qué sabía ella! Pero algo le decía por dentro que no era así, que podría estar tranquila.
-Mi auto está a unas calles..
-No, no, tomaré un taxi.
-¿Puedo preguntar por qué?
-No me siento con la confianza par subir a su auto.
-Tutéame por favor. En ese caso te acompaño a tomar el taxi y nos veremos en un rato.
-Claro..
-Joe, mi nombre es Joe- djo sonriendo.
-Bueno, soy _______.
-Bien, vamos.
Caminaron por la oscura calle hasta la más transitada. Él no supo cómo ella podía hacer eso todas las noches, esa chica realmente tenía mucho valor y eso le agradaba.

Ya en el pequeño restaurante comenzaron a hablar, hacía tiempo que ninguno de los dos hablaba con alguien. Ella, por su parte, se sentía extraña pero bien a la vez, por un momento no quería saber nada de nadie y quería enforcarse en su vida, pero al parecer ese plan no estaba funcionando. Por un lado, enfocarse en su vida sólo la hacía más miserable y por otro lado, aunque muy poco conocía a su compañero de cena esa noche, Joe era muy encantador.

Era muy tarde como para rechazar la invitación para llevarla a su departamento, Joe había insistido y aunque ella sentía un poco de vergüenza al llegar al edificio en donde vivía, no podía negarse.
No fijaron otra fecha para verse pero si _______ corría con suerte, él tal vez iría al bar la siguiente noche.
Apenas se daba cuenta de la hora que era, pasaban delas 12 am y ella tenía que descansar sino la mañana siguiente sería un completo castigo.

Al día siguiente, por primera vez, había sido notada en el restaurante, tal vez era su sonrisa. Pensó todo el día en Joe, se sentía tonta y precipitada. A pesar de la llamada de atención que había recibido horas antes, _______ seguía alegre, tal vez fallaría al ilusionarse con Joe, pero al menos habia pasado un buen rato, bueno, unas buenas horas.

Estuvo toda la noche en el bar esperando la llegada de Joe, pero no llegó. Incluso preguntó al velador si lo había visto en algún momento, pero no hubo respuesta positiva. No se desilucionó, pero tampoco le agradó. Supuso que entonces sería otro hombre que no volvería a ver después.

"Joe, mi nombre es Joe" eran las cinco palabras que sonaban en la mente de _______, junto con una sonrisa que podría valer más de un millón de dólares. Qué tonta se sentía, y se sentía más tonta al seguir pensando en él al momento en que pasaba la oscura callepara llegar al bar. En la puerta estaba su jefe. Era un hombre alto, robusto. A ella leparecía grotesco. Casi nunca lo veía fuera de su despacho, por una extraña razó esa noche no solo había salido de éste sino que también del bar. Parecía esperar a alguien, parecía que a ella.
-Buenas noches Sr..Charles - nunca supo su nombre real, algo peligrosopara ella pensó la primera vez que solicitó el trabajo.
-Estás retrasada.- Le dijo fríamente.
-Bueno... sí- se puso nerviosa al esuchar su tono de voz- es que he tenido un problema con mi casera, debo unos cuantos..
-_____, -la vio fijamente- no puedo mantenerte aquí más.
Ella se pasmó por un momento, no sabía qué hacer, tal vez rogarle. No podía, a pesar de las pocas veces que había hablado con él, sabía que era un hombre decidido. Pero saber eso no detuvo que unas lágrimas rodaran por su mejilla.
-¿Por qué? -apenas pudo pronunciar.
-Has estado aquí más de dos años, los clientes usuales quieren ver algo nuevo, de eso se trata esto.
Le parecía una excusa tonta, sabía que había algo detrás de eso, tal vez malo y no podría ser otra cosa que malo.
Su dolo se convirtió en enojo, quería golpear a ese hombre, quería tal vez matarlo, estaba hecha un desastre por dentro.
-¿Acaso no me escuchó? Mi casera está a punto de botarme.. con lo que gano en el restaurante no me alcanzará...
-Oh, ¿ya ves? Hay otro trabajo y deben de haber otros más. Es más... puede que exista otro trabajo para ti, aquí.
Sabía de lo que hablaba, pero por más necesitada que ella estuviera nunca aceptaría un trabajo así. Era degradante.
-No,- respondió de inmediato- estoy bien así, prefiero dormir en la calle.
-Vamos, oye, no es lo que hacen las chicas de aquí. Es algo más.. refinado, llamémoslo así.
-¿Refinado? ¿Cómo puede en su sano juicio llamar a algo así "refinado"? No lo haré.
-Dale una oportunidad. Mira, no tendrás que ver los rostros de aquí. No tendrán que escogerte, tú escogerás. Eres hermosa, serás escogida por los mejores postores..
-Por favor, ya. Realmente quisiera agradecerle esto, pero no estoy dispuesta a nada que tenga que ver con sus negocios.
Quiso parecer educada, él hizo un gesto de conformismo y entró al bar antes de que ella pudiera dar la media vuelta.
Trató de olvidar el tema pero en todo el camino a su casa no paró de llorar, se sentía realmente perdida. Pensaba que ya había tocado fondo y no sabía qué hacer para salir de ese profundo hoyo. Pronto estaria en la calle, sin nada. No quería recurrir a sus padres, no quería saber que todavía podía contar con ellos. Su orgullo era demasiado grande y su deuda también.

Llegando a su departamento comenzó a pensar en una manera de solucionar sus problemas, no pudo dormir en toda la noche. Por unos momentos lloraba y por otros perdía el juicio, tanto que consideraba la oferta de su ya antiguo jefe. Pero volvía a recuperarse, se decía a sí misma que tenía que tener la mente fría, sino fracasaría una vez más.
En un punto de la madrugada se quedó profundamente dormida, la despertó la alarma y se apresuró para así no llegar tarde al restaurante, lo último que quería era perder su único trabajo.
Quiso lograr hacer horas extras, pero se lo negaron. Pareciera que la suerte no estaba de su lado. Pasó el resto del día haciendo cuentas, pero éstas no ayudaban a su temperamento. Pronto su compañera de cuarto llegó.
-¿Qué haces aquí tan temprano?- vaya forma de saludarla.
-No te preocupes, pronto no me verás aquí.
______ se levantó, tomó sus cosas y se dirgió a su habitación. Nathalie la siguió y se recargó en el marco de su puerta. Vestía una minifalda y unas botas negras, el frío era terrible pero sólo llevaba sobre ella una blusa de encaje y un abrigo de piel sintética. Era algo vulgar.
-¿A qué te refieres con eso?
-A que me iré pronto, no creo saldar la cuenta que tengo- suspiró.
-Mmm.. puedo prestarte algo de dinero.
Ella la vio y su compañera hizo un gesto de compasión. Parecía que su oficio le daba buenas recompensas, suficientes como para también darle dinero prestado a su compañera que ahora estaba realmente muy necesitada y que nunca pudo estar tranquila con sus cuentas incluso teniendo dos trabajos.
-¿Y cómo te pagaré después?
-Podrías venir conmigo.
Nathalie entró a la habitación de _______, se sentó en su cama y la vio por el espejo. ______ sonrió un poco, se negó con la cabeza y fingió hacer otras notas.
-Eso es imposible.
-Claro que no. El Sr. Charles..
-¿Sr. Charles?- le interrumpió- me despidió anoche, no regresaré a trabajar con ese hombre.
-Apuesto que te hizo la misma oferta que yo.- Nathalie rió.
-Sí y es desagradable.
-Él es grotesco. Pero de un modo amable. Oye, yo conozco a todas las chicas y a todos los clientes. Puedes estar con alguno que sea nuevo, alguno rico o apuesto. Lo que quieras para que te sientas cómoda.
-No quiero.
-¿No quieres? ¿Y cómo supones que saldrás de tus deudas?
-Conseguiré otro trabajo.
-En menos de un día.. claro, hoy vi cómo la casera echaba a la chica de dos pisos abajo. Y apuesto que sólo debía la mitad de lo que tú. ¿En dónde vivirás? ¿En la calle? Bueno, supongo que quieres hacerlo en contra de tu voluntad porque allí habrán muchos hombres que se aprovechen de ti.
-Hazme el préstamo y conseguiré trabajo.
-Sé cuál es la cifra que debes y lo que te dé no alcanzará ni para que pagues la cuarta parte de la renta de un mes. ¿Por qué no recurres a tus padres?
_______ ya se sentía frustrada de sólo pensar en el infierno que tendría que vivir si se quedaba en la calle y el recordar a sus padres la hizo perder el control. Comenzó a llorar. Nathalie se sintió mal, pero se levantó y se detuvo en la puerta.
-No quiero pero.. no quiero ir por la salida fácil.
-Créeme que no es una salida fácil.. dime para mañana tu respuesta. Piensa bien las cosas.
Nathalie salió dela habitación y fue a la suya. Mientras, _______ se quedó llorando, nunca se sintió tan derrotada. Pareciera que no le quedaba otra salida.

A la mañana siguiente no encontró a Nathalie en su departamento así que salió a las calles a buscar trabajo, deseaba con todas sus fuerzas encontrar algo, lo mínimo, pero no tuvo éxito. En todos los lugares no necesitaban otra mesera, otra cocinera ni otra niñera. Muy aparte de eso, el pago era muy poco y tendría que esperar a fin de mes y para ese tiempo ya estaría en la calle.

Regresó ya más noche del restaurante, muy cansada y agobiada. Vio a Nathalie sentada en uno de los viejos sillones, ésta le hizo un ademán para que se sentara junto a ella. _______ estaba nerviosa, todavía no tenía una respuesta.
-¿Qué has pensado?
-No lo sé, hoy salí a buscar tabajo y no hubo oportunidad.
-Hoy es la última vez que te lo pregunto, después no habrá otra oportunidad.
-Nathalie, yo no quiero hacer esto..
-No tienes que convencerme de eso, ya lo sé.
-No quiero entrar en ese mundo, no quiero convertirme en una drogadicta..
Calló por un momento, había ofendido a su compañera. Pero Nathalie estaba acostumbrada a eso.
-Yo no soy eso que tú piensas. He tenido momentos difíciles como los tuyos. _______, entiendo cómo te sientes. Y creo que es hora que veas esto.
Nathalie sacó una nota de su chaqueta, se lo dio a la temerosa chica y ésta lo leyó rápidamente. Tenía tres días para saldar al menos el 50% de su deuda, sino tendría que salir de allí cuando antes.
-¿Cuándo ha sido esto?- preguntó asustada.
-Hoy en la tarde. Te daré lo que pueda y..
_______ se le hizo un nudo en la gargante, su estómago estaba tan pequeño como el puño de un recién nacido, apretaba los dientes para así no gritar, se sentía furiosa, no con Nathalie, no con la casera ni con sus padres, sino consigo misma. Era una perdedora, estaba perdiendo todo.
-Lo haré Nathalie, iré contigo.
Incluso su dignidad.

Hola amigas pues hoy es fin de semana y me gustaría publicar varios capítulos espero y les guste... amm porcierto mi nove será después algo digamos "hot" será conveniente que la cambie al otro apartado? bueno lo estaba tratando de hacer pero no lo logré , sialguien me explica por favor:D jaja bueno gracias bye ( :

Había una brisa fresca, _______ estaba sentada en una mesa de una cafetería, esperaba a su excéntrica amiga. Era un momento de descanso del restaurante, se negó a renunciar porque su siguiente trabajo sería sólo temporal, lo único que necesitaba era saldar sus deudas. Había pedido a la casera una semana más, pues Nathalie no había conseguido algo favorable para ella. Su único aval era el dinero que su compañerale había prestado, sino conseguía el resto no podría quedarse y tendría que pagarle a Nathalie de todas maneras.
Con diez minutosde retraso Nathalie llegó, siempre con las mismas botas y el mismo abrigo. Mientras ella trataba de combinar lo más posible los pocos jeans y blusas que tenía.
-Perdón por el retraso, me detuvo la casera de nuevo- ______ agachó la mirada- pero supongo que no quieres saber de eso. Cambiando de tema..
-Dime- dijo temerosa ya sabiendo lo que venía.
-Hay alguien, es un cliente nuevo..
-No lo llames así por favor- le interrumpió.
-Bueno, un hombre que apenas ha llegado, el Sr. Charles quería que estuviera con alguien ya de confianza pero he hecho que lo manden contigo.
Nathalie sonrió, como si fuera una buena noticia, como si eso le subiera el ánimo, cuando en realidad lo único que hacía era matarlos poco a poco. Sacó un pequeño sobre rectangular, se lo entregó y ella lo observó.
-¿Qué es esto?-preguntó confundida
-Ábrelo.
Obedeció y sacó un delgado papel con curiosidad. Era un cheque firmado, tenía una cifra considerable, suficiente como para pagarle a Nathalie y también para pagar un poco más de su deuda.
-¿Es en serio?¿De dónde viene este dinero?- dijo sonriendo por fin.
-Es un adelanto, necesitas ir al apartamento de este hombre.
-¿Cuál es su nombre? ¿Quién es?¿Es feo, mal educado, grotesco?- su sonrisa se borró en un instante.
-No lo sé ______, el Sr. Charles ya tomó la parte que corresponde, lo que tienes en tus manos y lo que resta es completamente tuyo.
-Ya veo por qué la firma de él. Pero dime Nathalie, no quiero estar con completo desconocido.
-No lo estarás, bueno sí, pero...- no tenía muchos argumentos y tampoco tiempo- haz tu mejor esfuerzo. Allí dentro también está la dirección.
-¿Y su nombre?¿Su descripción?
-No lo conozco, pero es completamente seguro, es por eso que es para ti.
A ______ se le aguaron los ojos, sentía miedo y.. más miedo. Pero respiró profundo y se tranquilizó. Se levantó y dejó unos dólares.
-Te veo después Nathalie, gracias.
-De nada, estarás bien, no te preocupes.
______ comenzó a caminar hacia el restaurante de nuevo, se perdió en sus pensamientos. Sólo podía tener en mente esa noche, tenía que estar preparada para así hacer lo que tenía que hacer y después olvidarlo todo. Tenía que saber cómo era él, por un momento pensó en Joe, en que tal vez podría ser como él. Así de apuesto, educado y encantador. Tal vez también tendría su voz, una parte de ella deseaba eso, al menos, sino le gustaba podría imaginar que estaba con él.
Siguió su camino y escuchó su nombre a lo lejos, creyó que era de nuevo Nathalie, pero esta vez era un hombre, lo vio a lo lejos. Era Joe. Parecía de ensueño. Llevaba unos formales pantalones con una camisa lisa que le combinaba, parecía elegante.Ella no pudo evitar sonreir.
-_______- Joe se detuvo en seco, no supo qué hacer.
-Joe, pensé que no te volvería a ver.
-Lo mismo pensé yo, he ido la última semana al bar pero no te he visto. ¿Qué ha pasado? ¿Has estado enferma?
-No, yo ya no trabajo ahí.
-¿No? ¿En dónde trabajas ahora?- preguntó con algo de emoción
-Pues.. sólo en el restaurante. Ya pronto tendré un trabajo.- Fingió sonreir
-Oh ya veo, dime, ¿qué harás esta noche?
Hacer el amor con otro hombre, con un desconocido. Sentía ganas de derretirse en los brazos de Joe, aunque poco lo conocía, y decirle lo que estaba a punto de hacer, el error que iba a cometer para que así la salvara de quién sabe quién. Pero no podía, se limitó a fingir otra sonrisa y mover la cabeza.
-Saldré con mi compañera de cuarto, Nathalie, la mencioné la otra noche.
Joe frunció el seño, parecía no creerle, pero tampoco podía contradecirla.
-Está bien, quería saber, creo que también saldré con algunos compañeros por unos tragos-quería recuperar su postura.
_______ rió un poco, la excusa era tonta, pero le pareció tierno así que decidió darle una segunda oportunidad.
-Claro, puedes pasar por mí alguna noche si quieres.
Agachó la cabeza y asintió.
-Lo haré, definitivamente. No te quito más el tiempo.
-Ni yo el tuyo, te veré después.
-Claro.
Cada quien siguió por su camino, si ella lo veía de nuevo no podría verlo a la cara porque ya se habría acostado con otro, no querría que él lo sospechara y que después no quisiera saber nada de ella.

Pero eso era la última de sus preocupaciones; después del trabajo llegó a su departamento para cambiarse, no quiso esforzarse mucho. Quería lucir natural y llevar ropa cómoda. No tenía idea de cómo funcionaba eso, pero al menos quería sentirse bien con ella misma por un momento.
Tomó un taxi, estaba temblando de pies a cabeza, su corazón latió más fuerte cuando el auto se dirigió a una de las mejores zonas de ciudad, el edificio era realmente alto y elegante. Al subir porel elevador sentía que su desayuno, comida y parte de su cena regresaban por estómago. No tenía idea de cómo su necesidad la había llevado a ese punto, pareciera que vivia ese momento fuera de su cuerpo. Las frías puertas de metal del elevador de abrieron, tragó saliva y buscó el departamento.Dios, ¿qué estaba haciendo? Por un momento quiso salir corriendo pero entonces se metería en serios problemas.
Tocó la puerta llena de miedo, no sabía qué esperar. Esperó unos momentos y llegó su respuesta, se llenó de sentimientos y sus pensamientos se estancaron, se quedó estática,como una estatua..

SÍGUELA!!!
ESTÁ SUPER BUENA
ME ENCANTA COMO ESCRIBES

Joe llegó cansado a su departamento, se sentía raro como si estuviera obligado a hacer algo. Pasaban de las nueve y se dio cuenta que su habitación era un desastre. No pudo limpiar a fondo como otros días pero al menos pudo recoger algunas cosas. Tomó una larga ducha para relajarse y se puso ropa más cómoda. Tenía un armario lleno de trajes y corbatas, camisas elegantes y zapatos impecables. Por otro lado tenía ropa casual con la que se sentía cómodo y libre.
Esa noche se limitó a unos jeans y una camisa en cuello v gris en conjunto con unos tennis. Incluso con esa gran sencillez parecía que tenía planes para salir. La noche era demasiado fría y oscura. A lo lejos se escuchaba la ruidosa ciudad, los autos, las luces y las personas. Se recargó en una amplia ventana de cristal que abarcaba una pared completa de su sala, estaba fría pero aun así recargó sus antebrazos en ella. Respiró profundo y al cerrar los ojos vio el rostro de Elle, comenzó a pensar en ella pero no pudo más, algo lo detuvo, era un ruido en su puerta. Mientras caminaba hacia la entrada recordó que se había prometido a sí mismo esperar por Elle, ya no sabía si seguir con su tonta promesa o olvidarla de una vez. Incluso cuando ya poco a poco lo había estado haciendo, tal vez lo que necesitaba era un empujón más y lo haría por completo..
Al abrir la puerta se encontró con una chica de mediana estatura pero que apenas le llegaba a los hombros. Parecía asustada y su piel era más blanca que de costumbre. Joe era un hombre imponente y seguro de sí mismo, realmente inteligente y aunque primero se sintió confundido, al momento puso sus pensamientos en orden y supo qué hacer. Sonrió ligeramente y la invitó a pasar. Ella accedió después de unos segundos de salir de un pequeño shock. No dijeron palabra pero él le ofreció sentarse, ella lo hizo y se encorvó un poco mientras agachaba la cabeza. Joe se recargó en su puerta al cerrarla y la observó.
-No sabía este pequeño secreto tuyo- le dijo seriamente.
_______ se sintió ofendida, no era la única en esa habitación que ocultaba algo o que estaba haciendo algo mal. Sintió cómo los colores aparecían en su rostro y un horrible calor dentro de ella. Estaba furiosa, no podía creer que le hablara en el tono en el que sólo le hablaron sus padres cuando estaba en plena adolescencia.
-Yo tampoco sabía el tuyo.
Joe rió, la vio fijamente a los ojos tratando de retarla. Pero ella no cedió.
-Entonces..- se sentó en un sillón cercano- _______, ¿realmente tengo que preguntar por qué o me lo dirás tú?
Su tono la hizo enfurecer más, tenía un mar de emociones dentro de ella y éstos comenzaron a aflorar al momento que comenzó a llorar. Joe se sintió mal, tal vez dijo algo fuera de lo normal. Quiso consolarla pero sólo se limitó a quedarse callado.
-Prefiero dormir en la calle.. me voy..
Se dispusó a levantarse pero Joe la tomó del brazo y se levantó también. No quiso verse tan desesperado pero quería también llegar al fondo del asunto.
-Tienes que quedarte.
-¿Por qué? ¿Porque has dado ya un adelanto? No te preocupes, no sé cómo lo haré, pero te devolveré cada centavo- le dijo en tono molesto y safándose de su brazo.
Joe tenía que decir algo realmente inteligente para así lograr que se quedara.
-No quiero mi dinero de vuelta, quiero que te quedes.
Lo había logrado, ella dio media vuelta y examinó su rostro. Seguía serio pero sus músculos estaban relajados, se quedó quieto por un segundo y la vio con compasión.
-No tiene caso que me quede. Si no quieres tu dinero de vuelta entonces me puedo ir, no te daré lo que deseas.
-Tú no sabes lo que deseo- le dijo muy seguro.
Ella lo vio fijamente a los ojos, tratando de descifrar si lo que decía era real.
-Y tú no sabes nada de mí.
-Dímelo, cuéntamelo por favor.
Su tono la convenció, se sentó al instante y él la siguió.
-Me despidieron del bar y tengo una deuda con mi casera.
-Si te quedas te pagaré lo que resta.
¿Qué tipo de mujer creía que era? No iba a quedarse, mucho menos si él le pagaba.
-No Joe, yo no soy así. Tal vez tú estés acostumbrado a esto, pero yo no. Lo hago.. lo iba a hacer por pura necesidad.
-Lo sé, pero.. ya estás aquí.
De nuevo estaba indignada por sus palabras, pero ya no se precipitó y decidió explicarlo más detenidamente y después marcharse.
-No entiendes, esta era la primera y última vez que haría esto. Pero veo que esto es una señal de que no debí arriesgarme. Llama a otra chica que ya conozcas para que te acompañe esta noche. Pero no seré yo.
Joe soltó una carcajada, eso la irritó, ¿por qué reía? ¿por el hecho de que sino continuaba con sus deseos tendría que vivir en la calle?
-¿En serio crees que hago esto cada vez que se me antoje?
Parecía una pregunta retórica, pero eso no la detuvo y respondió lo que realmente pensaba.
-Sí. No pensé que fueras ese tipo de hombre, pero supongo que lo debí saber desde la primera vez que te vi- apretó los dientes para así no mostrar lo incómoda que estaba al decir eso.
Él la vio detenidamente, supo que no se había equivocado en pensar que ella era una mujer fuerte y decidida.
-Creo que eso fue algo precipitado. Para que lo sepas, no hago esto cada que se me antoje. Así como tú es la primera vez que lo hago.
-No sé por qué lo tienes que hacer, supongo que hay muchas mujeres que desearían hacer esto sin recibir ni un solo centavo.
Joe le dedicó una media sonrisa, tenía toda la razón, pero él tenía otros motivos.
-No quería que alguien tuviera una razón para atarme.
Hubo un silencio incómodo, ella pensó un poco. Tenía que olvidarse de todo. Mantener la mente fría, se dijo desde un principio. Y no podía doblegarse en ese momento por el solo hecho de que haber visto sólo tres veces al hombre que le pagaría por su compañía una noche la avergonzaba aún más.
-Te he visto sólo tres veces en mi vida Joe.
-Lo sé. Pero quiero.. necesito- se corrigió a sí mismo para no quedar tan expuesto- que te quedes.
-No te podré ver más después de esto- agachó la cabeza.
-¿No podré pasar alguna noche por ti?- le preguntó en un tono tentador.
-No.
-¿Cómo cambiamos eso? Yo quiero que te quedes y tú quieres no volverme a ver.
-No hay nada que hacer, esto tenía que ser así. Al final los dos obtendremos lo que necesitamos.
-Vamos, quédate..
-Sí Joe.
-Pero ______, cambia tu condición.
-Eso no pasará.
Joe se sintió atrapado, la deseaba en ese momento. Pero sabía que si la lograba tener después la querría de nuevo y eso ya no pasaría. Se preguntaba si lo peor para ella era que le pagaran por ser la compañía de alguien o el simple hecho de estar en su cama excluyendo ya el dinero.
-Quédate..- le pidió de nuevo.
-Joe..
-Quédate, no haremos nada que tú no quieras hacer.
¡Qué propuesta! Entonces le pagarían por nada, eso era realmente tentador. Su mirada se volvió tibia, por un lado no quería las miserias de nadie, pero por otro lado Joe sonaba convencido y pensó que no le haría daño a nadie al quedarse. Tal vez él sólo quería una sana compañía y si no era así, tal vez sólo tal vez Joe realmente quería volver a verla después de esa noche.

Espero que les esten gustando los caps bueno a mis unicas doslectoras:D jaja la seguire me importa sólo escribir sobre todas lascosas Very Happy

Nueva lectora!!! Siguelaa

¿Qué pasaba con Joe? Había pagado por una noche de puro sexo, sin compromisos y vaya que había pagaría bien. Y ahora derrocharía su dinero en una chica que ni siquiera cumpliría con sus fantasías. Sus deseos se apagaron de la nada, esos deseos de conectarse íntimamente con alguien mientras pensaba en su antigua pareja. Eso ni siquiera fue una opción cuando _______ apareció en su puerta. Le parecía extraño pero no se dio tiempo para pensar en eso, la única respuesta a su extraño comportamiento era que realmente le comenzaba a interesar esta chica. O sentía una profunda pena por ella.
-¿Y qué ganas con eso Joe?
Su pregunta era simple pero lo dejó pensando por un momento. ¿Qué gano con esto?, se preguntó a sí mismo. ¿Qué más podría hacer mas que ofrecele una velada común y corriente y después volverla a ver? ¿O pasar una noche magnífica en su cama y después olvidarse de ella?
Su respuesta era obvia.
-Volverte a ver _______.
Esa respuesta la estremeció de una forma positiva, pero no se quedó tranquila y quería saber un poco más de sus intenciones.
-¿Y no planeabas volverme a ver incluso después de pasar esta noche con alguien más?
En el momento Joe se sintió atrapado, esa pregunta no lo hacía ver bien. Pero sabía que de algún modo podría cambiar su forma de pensar.
-De algún modo quería seguir viéndote sin afectarnos.
_______ sonrió burlonamente, Joe sí que era un hombre que sabía qué decir. Y ella podía continuar con sus preguntas hasta que él se hiciera ver como una horrible persona.
-¿Entonces planeabas satisfacerte sexualmente con otras chicas mientras me veías a mí?
Joe rió y movió la cabeza, esa chica sí que lo metía en problemas.
-Soy un hombre, ¿qué puedo decir de eso?
Incluso cuando ese hombre parecía ser un hombre de verdad, también parecía que había mucho dentro de él. Comenzando por un indudable encanto y ese encanto comenzaba a hacer efecto en ella. Aún cuando él estaba en una de las peores posiciones en ese momento, parecía estar en la cima por un momento, como si no le importara en lo absoluto.
-Eres terrible, realmente lo eres- le dijo con una sonrisa en el rostro.
-Lo soy. Y ahora dime de una vez- ya que la duda lo estaba matando un poco- ¿te quedarás sí o no?
Su tono la asustó, sonaba tan seguro, tan imponente y eso le parecía tan sensual. Tal vez la asustó el hecho que eso le pareciera sensual.
Pensó por un momento, deseaba quedarse y Joe le había despertado en unos segundos un lado de ella que no sólo quería quedarse sino que también quería pasar la noche en su cama. Controló ese instinto y asintió con la cabeza.
-Sí me quedaré.
Joe se levantó y fue a la cocina. Comenzó a calentar una cena que había hecho días antes pero que tuvo que guardar para así terminar un trabajo de suma importancia.
-Puedes ir a la sala y encender la televisión si lo deseas- le dijo desde la cocina.
Ella obedeció, recorrió las paredes con sus dedos. Y vio algunos cuadros familiares en los que Joe se encontraba vestido más informal que nunca junto con cuatro hombres y una mujer. Parecía que el hombre mayor era su padre y la mujer era su madre. Los demás eran sus hermanos. No se parecía mucho a ellos pero todos eran realmente apuestos. Joe se encontró con ella, llevaba dos platos llenos de spaghetti, parecía encantador pero todavía parecer tener mañas primitivas.
-Eso parece mucho para mí.
-Oh, disculpa, siempre pienso que otros llegan a comer la misma cantidad que yo.
-¿Son ellos tus padres y hermanos?- le preguntó señalando la foto.
-Sí, desafortunadamente mis padres están en Texas con mi hermano menor y los demás estamos repartidos por todo el país.
-Ya veo.
Se dirigieron a un sillón, Joe acercó una mesa y colocó allí los platos. Se levantó por unos vasos de cristal.
Salió de la cocina y se recargó en el borde de la entrada, cruzó los pies y la vio fijamente a los ojos. A ______ se le aceleró el corazón un poco, no sentía más vergüenza y Joe le generaba una inmensa confianza incluso sabiendo que esa noche él esperaba tener sexo con alguien.
-¿Prefieres vino, soda o agua simple?
-Soda está bien- respondió con una sonrisa.
Después de unos segundos salió de nuevo de la cocina con los dos vasos llenos y se sentó a un lado de ella.
-Tengo una buena selección de películas y series, puedes elegir lo que quieras.
-Una película que tú escojas estará bien.
Joe colocó una de ciencia ficción. Ella quiso oponerse pero no pudo, su mirada la podía convencer de cualquier cosa y eso le daba un poco miedo, apenas y conocía a ese hombre. Después de unos minutos de silencio, Joe la observó por un segundo.
-¿Y tú que me dices de tu familia?
Buen momento para tocar ese tema. _______ se quedó pasmada, pensando en una respuesta corta, en la que diera entender que no quería hablar de eso, que ni siquiera quería tocar el tema.
-Mi familia está repartida en varios lugares.
Se metió un bocado a la boca para así no dar más explicaciones. Joe entendió perfectamente y quiso imaginar por todo lo que ella había pasado antes. Tal vez una separación o nunca conoció a su padre o a su madre, incluo hasta violencia. Algo malio debió pasar y eso le seguía doliendo, tanto como para no querer hablar de ello.
-Bien. ¿Te gustó?
-Sí, está muy delicioso. Eres un buen cocinero.
-Gracias.
Hubo momentos de silencio, ella quería ducharse y dormirse profundamente. Todo el día estuvo lleno de emociones, esa película le daban ganas de matarse, nunca tuvo antojo de verla y ese momento no era la excepción. Rompió el hielo del momento con un tono burlón.
-Y dime Joe, ¿por qué, bueno aparte de que no quieres estar atado a alguien, por qué decidiste llamar a una agencia que te mandara una chica y divertirte un rato con ella?
Joe la vio fijamente, parecía que no estaba satisfecha. Supuso que en ese momento ella quería que él se humillara para así sentirse mejor consigo misma. Rió y encogió los hombros.
-¿Eso es de suma importancia?
Ella no hizo caso a su pregunta y continuó hablando.
-¿Es que acaso necesitabas un cuerpo para tener en mente a alguien más?
Sí que se había pasado de la raya entonces, pero no le importó, de todos modos, él le había pedido que se quedara en un principio.
La miró fijamente a los ojos, no parecía molesto pero tampoco contento. Estaba serio y hasta era un poco intimidante, seductor.
-Dime, ¿parezco el tipo de hombre que necesita pensar en alguien para así satisfacer a alguien por completo y pasar una magnífica noche?
No apartó la mirada, la pregunta tal vez la sonrojó. Su respuesta era obvia, ese hombre parecía que no necesitaba siquiera esforzarse para que las mujeres enloquecieran por él. Su estómago se contrajo al momento en que Joe le recorrió el cuerpo con la mirada, quería saber si ella era ese tipo de mujer.
-Eso no lo sé Joe, al parecer todos tenemos pequeños secretos.
-Tienes razón, entonces en ese caso, si no te contrabas conmigo, ¿en quién hubieras pensado esta noche?- preguntó sonriente.
Horas antes se aconsejó a sí misma que pensara en él. Pero en ese instante se respondía con toda seguridad que en otras circunstancias, hubiera imaginado estar en la cama con el hombre que estaba a su lado.

OMJ!!!
SÍGUELA Very Happy

Sigueeeeeeeeeee

Síguelaaa!! Very Happy

Amo tu novela!!

siguelaaaaa

Nueva Lectora!
Siguela!

Qué ingenua se sentía, Joe la hacía perder en cuestión de segundos la cordura. No quería pensar que le comenzaba a interesar, mucho menos en esa noche. Necesitaba un poco de agua en elrostro para así refrescar sus ideas.
-Joe, yo no tengo en nadie que podría pensar. Y ahora, ¿me prestas tu baño?
-Claro, la puerta blanca que ves ahí.
______ se levantó, mientras caminaba hacia la puerta Joe la deseó un poco al ver sus perfectamente moldeadas caderas apretujadas en sus jeans. Supuso que si en algún momento requería quitárselos iba a ser una tarea difícil.
Al entrar al baño se sorprendió, todo era perfectamente blanco, limpio y elegante. No quería ni tocar la llave, se mojó la cara con un poco de agua fría. De nuevo habló consigo misma, diciéndose que se concentrara. Si antes podía pensar en Joe con otro hombre, en ese momento podría pensar en otro hombre mientras seguía con Joe, así sus encantos no influirían en ella. Tal vez eso era imposible. Joe era un hombre demasiado guapo, encantador. Su voz varonil le encantaba y su mirada la atrapaba. ¿Cómo iba a poder pasar otras horas con él sin caer en su juego? Y muy aparte, era mitad sincera, seguido de Joe, no existía alguien más que podría tener en mente.
Salió del baño, él tenía la cabeza hacia atrás viendo hacia el techo, parecía cansado, tal vez decepcionado. Pensó si decepcionado de ella, de haberla encontrado esa noche en su puerta.
-¿Qué pasa?- le preguntó ella sentándose a un lado.
Se incorporó después de unos momentos, la vio fijamente a los ojos. Ella se quedó quieta, no sabía qué hacer. Su mirada le decía algo pero no sabía qué. Tal vez le pediría que le ofreciera los servicios que él había requerido. Hubiera deseado que el corazón no lepalpitara más rápido, pero no fue así. No había dicho ni una sola palabra y ella deseaba que lo hiciera o al menos que se volviera a otro lado.
-Nada- susurró sin apartarle la mirada.
¿Nada? ¿Entonces por qué la veía así? Se sentía impotente, no podía siquiera respirar con normalidad y eso la alteraba, tal vez él ya lo había notado. Sintió calor en su espalda y se acomodó para quitarse la chaqueta.
-Tu departamento es un poco caluroso- comentó ingenuamente.
-Debe ser la calefacción.
-Claro.
Joe se echó hacia atrás, recargó toda su espalda y la observó. Pronto contenía sus deseos de tocarla al menos un poco. Deseaba ser la tela que pasaba por sus brazos y su espalda.Se preguntó cómo podía soportar el frío con una blusa de hombros descubiertos. Inconscientemente le pasó la punta de los dedos por los hombros y le recorrió los brazos. Su piel era tan suave que parecía seda, incluso él se estremeció. Ella alejó un poco el brazo y lo vio con temor. Él tenía la mirada perdida en ella, tal vez si hubiera sido alguien más ella saldría corriendo, pero Joe la cautivaba. Hizo un reacomodo en su posición y le ayudó a deshacerse por completo de su chaqueta. Le tomó con delicadeza la nuca, la acercó a él a tal punto que ella sentía que las rodillas le temblaban, se detuvo para ver así su reacción. Pudo ver su rostro de cerca, era incluso más perfecto, los ojos se le aclararon y tenía unos seductores labios bien formados, olía realmente bien y por un segundo deseó acomodarle las pobladas cejas como su madre hacía con ella.
Joe se dio cuenta que ella contuvo la respiración un poco y eso le agradó, le agradó saber que le detenía el aliento por un momento, el agradó que le agradara. Se humedeció los labios seductoramente, eso le causó a ella una agitación extraña. Lo vio como si preguntara qué estaba a punto de hacer, ya lo sabía y aún así no se movía en lo absoluto.
¿Había estado planeando hacerlo mientras ella estaba en el baño? Se acercó sin compasión, no le dio siquiera tiempo para pensar. Pronto estaban envueltos en un mar de emociones, tal vez no sentimientos, pero sí emociones que los llenaban en ese momento.
Si antes ella estaba tensa, ahora había aflojado cada uno de sus músculos faciales y se dejaba llevar por Joe. Era tan bueno besando que hizo que sin que se diera cuenta, ella misma llevara una mano temblorosa a su rostro, para acariciarle la áspera barba creciente de tres días.
Respiró profundo y quiso separarse pero _______ lo atrajo un poco más hacia su cuerpo, tal vez quería evitar el siguiente momento incómodo en el que no supieran qué decir. Prefirió continuar con una larga sesión de besos.
Le tomó la cintura y se encendió en un segundo. Antes de que lo supiera estaba recostado sobre ella, le deslizó una mano por debajo de la blusa con delicadeza y comenzó a besarle el cuello. Por un momento _______ se preguntó que qué hacía, eso no era lo que estaba predicto, pero los labios de Joe se sabían mover tan bien que borró sus pensamientos y siguió disfrutando.
De nuevo comenzaron a besarse, no se precipitaron ni estaban desesperados por devorarse, pero era tan lento que se convertía de un modo sensual. _______ le exploró los hombros y la ancha espalda, sus manos eran tan delicadas y él tomó una de ellas, entrelazó sus dedos y esta vez se decidió. Retiró la mano que estaba debajo de su blusa y la besó delicadamente. Ella sintió que moría, se quería quedar así por siempre, de un modo hizo que se olvidara de todos sus problemas.
La vio a los ojos y tenía una mirada llena de deseo pero a la vez tranquila y serena. Se preguntó qué había pasado, Joe se había detenido de la nada.
-No haré esto _______.
¿Qué le pasaba? _______ estaba cayendo lentamente y parecía dispuesta y en ese momento decidía retirarse después de seducirle sin pudor. Se quedó callada y no dijo nada, el cuerpo de Joe le comenzaba a pesar. No sabía si odiarlo y golpearlo o agradecerle por detenerla. No le quedó más opción que no culparlo cuando acomodó su rostro en la curva de su cuello y le dio unos pequeños besos, su respiración le daba unos ligeros cosquilleos.
Joe se acomodó sobre su brazo izquiero, la vio rogando que dijera algo. No sabía si estaba enfurecida o si estaba avergonzada.
-Será mejor que me vaya- le dijo sin siquiera dedicarle una mirada.
Le empujó ligeramente el pecho y él retiró un poco aún más confundido.

SIGUELAA ESTA PADRE!!!
HAYYY JOE.....!!!
JAJAJA
ESTA GENIAL TU NOVE LA AMO!!!

Había hablado pero no se había movido en ningún momento, Joe se había limitado a observar su reacción. Su miarada la enrojeció, él sonrió al ver eso y acarició un poco sus mejillas. Parecía un gesto lindo, pero eso no la hizo feliz.
Después de haberla rechazado, ¿ahora quería tenerle lástima?, pensó ella. Era lo último que deseaba en ese momento, esta vez si se enfureció, pero no lo demostró, se levantó con un solo movimiento, tomó su chaqueta y se dirigió a la puerta. No podía creer que ese chico le causara tantos sentimientos sin siquiera saber mucho de él.
Enseguida Joe se incorporó, supuso que desde antes había estado molesta. Tal vez tuvo que seguir con el juego que él mismo había creado.
-¿A dónde vas?- le preguntó al perderla de vista.
-Te dije que me tenía que ir.
Escuchó la manija de la puerta y una maldición. Rió un poco al escuchar eso.
Pero ______ era más inteligente de lo que parecía, cuando él ya la tenía visualizada, ella estaba a punto de abrir la puerta. Él corrió hacia ella, cerró la puerta con un brazo y se recargó en ella.
Lo vio irritada, él rió un poco y eso la molestó aun más. Después de todo, ¡se atrevía a burlarse de ella!
-Es un problema esta puerta, ¿no crees?
-Lo es. Me voy Joe- le dijo cortante.
Joe no quería sonar estúpido, pero tenía que preguntarlo de alguna manera.
-Pensé que te pagaría.
-¡Pues ya no! No te preocupes, no me importa.
Entonces sí estaba furiosa, él volvió a reir. Quería matarlo, últimamente cada hombre con que se topaba le daba un terrible dolor de cabeza.
-¿Por qué te quieres ir?- preguntó como si no supiera.
Hubo un momento de silencio, incluso cuando él ya lo sabía, no quería decirlo en voz alta. Eso la molestó mucho más, parecía que Joe quería hacerla sólo su burla.
-Porque sí.
-Ahh, ya veo. ¿O es que acaso estás molesta?
-No Joe, no lo estoy- sonrió.
-Estás molesta porque nos detuvimos.
-Eres un cínico. Y ahora déjame ir.
-¿Ni siquiera dejarás que te explique?
Quería pensar su respuesta, pero no le dio oportunidad a su cerebro.
-No.
Joe se encogió de hombros y abrió la puerta. ______ se dispuso a salir y repentinamente él la tomó del brazo. Sabía que se quería explicar y aunque había dicho que no, quería escucharlo.
-Quiero verte de nuevo pero no mereces esto. No ahora, no cuando tenga que darte un cheque.

ahhhhhhhhhhhhhhh
SIGUELAAAAAAA
ME ENCANTA!!!
ESE JOECITO ME CREE SU BUSLAA O Q??
Evil or Very Mad