•Pasiones Prohibidas•

Aqui una nueva nove adaptada, no se si esta en la seccion correcta si no la cambiare de seccion


Pasiones prohibidas
Leanne Banks

 
Pasiones prohibidas 
Argumento:
__________(Tn) ______(Ap) mantuvo una apasionada aventura amorosa con Nicholas Jonas un enemigo de su familia. Y cuando se quedó embarazada, decidió que tendría al niño sola.
Pero, al descubrir que ella iba a ser la madre de su hijo, Nick, el soltero más empedernido, le pidió que se casara con él. Estaba decidido a convertir a __________(Tn) en su esposa aunque tuviera que enfrentarse a todo el mundo...

Prólogo
Cruzó como un trueno el suelo polvoriento de Texas. Iba a lomos de un semental negro como si fuera uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. __________(Tn) , aterrorizada, dio un paso atrás y se escondió detrás de un árbol. Entre los invitados de la boda de su hermano se oyeron exclamaciones de asombro y murmullos. Casi nadie podría identificarlo a esa distancia, pero  __________(Tn) sí podía y el corazón comenzó a palpitarle a toda velocidad.
Era Nicholas Jonas.
Nicholas obligó a ir más despacio al caballo y se dirigió a la zona de baile. Miró hacia la multitud y __________(Tn)  trató de esconderse.
—¿Qué has venido a hacer aquí, Nicholas? —preguntó Tyler, el hermano de __________(Tn) .
—He venido a ver a __________(Tn) .
Las rodillas de __________(Tn)  se convirtieron en gelatina y rezó para que no la viera. No estaba preparada para enfrentarse a él. Al menos, no todavía.
—Ella no quiere verte —respondió Tyler—. Sal de aquí. ¿No ves que estamos celebrando una boda?
—Entonces ella tiene que estar aquí —replicó Nicholas, mirando de nuevo entre la multitud.
—Vete de aquí. No quiere verte.
Martina cerró los ojos.
—Hablaré con ella —dijo Nicholas tras un silencio—. Dale el mensaje.
Temblando, ________(Tn)  se tapó la cara con las manos. Una docena de imágenes le llegaron a la mente. Y le llegó el recuerdo de la voz cansina de Nicholas, el día en que lo conoció en Chicago. Recordó el momento en que se giró y vio al hombre más fascinante que jamás había visto.
Nick no era el típico vaquero. No solo sabía montar y utilizar el lazo, sino que también hacía esgrima y dedicaba parte del dinero del rancho a invertir en la Bolsa de Chicago. Cuando se conocieron, __________(Tn)  estaba trabajando temporalmente para una compañía de ordenadores y Nicholas estaba haciendo un curso de empresariales.
Él la había hechizado antes de decir siquiera su nombre.
__________(Tn)  todavía recordaba la tristeza que había sentido, tristeza que también se reflejó en la cara de él, cuando habían descubierto que sus respectivas familias se odiaban entre sí. Había tanto odio entre ambas familias de ganaderos, que se podía llenar el Mar Rojo con él. Pero no era solo que se hubieran peleado durante generaciones por la tierra compartida. Lo peor había sido que el abuelo de Nick había tratado de seducir a la esposa del abuelo de ______(Tn)  y, poco después, la mujer había muerto.
Pero aun así Nicholas había sugerido con una sonrisa extraña que, ya que no estaban en Texas, podían fingir que sus apellidos eran otros.
Había sido el pecado más grande al que ella no había podido resistirse. Aunque, en realidad, había sido demasiado fácil enamorarse de él y el recuerdo de la pasión y las risas que habían compartido todavía la hacían temblar. Pero finalmente la realidad y la lealtad a su familia habían hecho su aparición. Y así, su relación había muerto tan repentinamente como había nacido.  ______(Tn) , sin embargo, sufría todavía las consecuencias de su locura temporal llamada Noah Coltrane.
En ese momento, se mordió los labios, abriendo mucho los ojos, y se tocó el vientre abultado por el hijo de Nicholas. La horrorizaba pensar en el día en que tuviera que enfrentarse a él de nuevo. Sabía que ese día llegaría más tarde o más temprano. Nicholas Jonas había sido hasta el momento su mayor pecado y su error favorito.

¡Mujer tienes que subir!
¿Si?¡Subeeeeee!

V cap=D

—Creo que no me has oído. He conseguido apartar de mi vida a tres hombres dominantes y no voy a atarme toda la vida a otro.
—El bebé merece tener a sus dos progenitores a su lado. Y supongo que los dos querremos cooperar en su educación. Desde luego, yo quiero enfrentarme a mi responsabilidad al respecto.
______(tn) notó la decisión en su voz y recordó la disyuntiva a la que se enfrentaba. ______(tn)  quería lo mejor para su hijo, pero nunca se casaría con Nick.
—Haremos turnos de visitas —contestó, tratando de parecer convincente.
—Esa es otra estupidez. Es una tontería que vivas aquí sola en Dallas cuando puedes vivir en mi rancho.
—Eso acaba de confirmarme que estás loco. ¿Has olvidado que el rancho de mis hermanos limita con el tuyo? ¿Crees que mis hermanos y los tuyos se alegrarán de esto? Yo, desde luego, no lo creo. Además, está la maldición de los Logan. Las mujeres de la familia Logan han demostrado una tendencia a la fatalidad cada vez que se han enamorado y casado. Admito que nunca pensé que la maldición me afectaría, pero por si acaso, ahora tengo una poderosa razón para querer vivir con buena salud, y esa razón es mi hijo.
Nick se quedó en silencio durante unos minutos. Parecía que estaba procesando cada una de sus palabras. Y parecía también que estaba planeando algo.
______(tn)  tuvo una repentina sensación de peligro, pero trató de recuperarse. Ella podría enfrentarse a Nicholas Jonas.
—Estaremos en contacto —replicó finalmente él, sacando una tarjeta y anotando un número de teléfono en el reverso—. Si necesitas algo, cualquier cosa, llámame. El que te apunto es el número del móvil —la miró a los ojos—. Dices que la maldición familiar consiste en que las mujeres de apellido Logan morirán cuando se casen… Pues olvídalo. Cuando te cases conmigo, no tendrás el apellido Logan. Llevarás el de Jonas.
—Ni hablar de eso —replicó, observando cómo él se daba la vuelta y se dirigía hacia la puerta—. Seré una Jonas cuando los tejanos dejen de discutir por el derecho a las aguas o cuando tus hermanos y mis hermanos se den enormes abrazos. Y ninguna de esas dos cosas ocurrirá nunca —continuó, incluso sabiendo que estaba hablándole a la habitación, ya que Nick había desaparecido, aunque todavía se notara su presencia—. Seré una Jonas cuando las estrellas caigan sobre el oeste de Texas.
Nick llevaba tanta adrenalina dentro de sí, que podría haber roto fácilmente el volante de su Tahoe por la mitad. Había fecundado a la mujer más cabezota y menos sensata de Texas y tenía la intuición de que iba a tener que luchar con todas sus fuerzas para llevarla a ella y a su hijo al rancho de los Jonas, que era donde deberían estar.
Una parte de sí, el indio místico que tenía dentro, lo había avisado de que a ______(tn)  le había sucedido algo importante. Se preguntó si por eso él se habría desvelado tantas noches. Aunque Nick sabía que era el más moderno de su familia, también sospechaba que la sangre india que corría por sus venas le hacía tener un sexto sentido difícil de explicar.
Dio un suspiro disgustado. Sería agradable que esos poderes de indio le sirvieran para algo más práctico que para pasar esas noches de insomnio. Que le sirvieran para encontrar algo que lo ayudara a vencer a ______(tn) .
Para convencerla iba a tener que ponerse en su punto de vista. Nick sabía que era más abierto que sus hermanos, pero no estaba seguro de poder pensar como una mujer. ¡Dios santo! Sobre todo cuando el instinto de protección y posesión lo invadían al recordar que ______(tn)  llevaba un hijo suyo.
Dio un profundo suspiro y tomó el sendero polvoriento que conducía a su casa. Si fuera un día normal, él habría sentido el recibimiento que le daba su hogar. Zachary Tremon, el que tiempo atrás fue el primer capataz del rancho, siempre había dicho a Nick que, si llegaba en silencio, sería capaz de oír la voz de bienvenida cuando llegaba al lugar adecuado. Zachary había sido probablemente la causa de que ninguno de los hermanos Jonas terminara en prisión. Su padre, Joe, había sido un hombre cruel y dado a la bebida. Su madre, una estricta anglicana, había muerto de cáncer cuando ellos eran aún unos niños. Así que su infancia no había transcurrido en un ambiente precisamente agradable.
Sin embargo, una cosa que Joe había hecho bien justo antes de morir había sido contratar a Zachary. Durante el tiempo en que había estado en el rancho Jonas, el hombre les había enseñado a Nick y a sus hermanos la disciplina de la esgrima. Y mucho más importante, los había enseñado a valorar el honor y lo que valía una vida honesta.
Nick echaba de menos a Zachary y habría cambiado su espada más valiosa por la posibilidad de hablar con él en esos momentos. Pero Zachary había dejado el rancho cuando Adam, el hermano mayor de Nick, había crecido lo suficiente como para hacerse cargo del rancho, insistiendo en que ya era hora de marcharse.
Nick miró al rancho, recién remodelado y ampliado, y esperó recibir la habitual sensación de bienvenida. En un día normal, sentía cómo el calor le entraba por el vientre y se expandía por sus venas.
Pero ese día no era normal. Sus hermanos no iban a celebrar precisamente una fiesta cuando les contara todo. Era más probable que se pusieran a discutir.
Nick esperó hasta que todos hubieron terminado la cena. Adam estaba tomándose su tercera cerveza, Jonathan estaba tumbado con los ojos cerrados y Gideon estaba encendiendo un cigarrillo.
—Tenemos que hacer planes para un cambio —declaró Nick.
—¿Otro? —preguntó Adam—. Ya hemos construido cabañas para los cursos de esgrima y para los rodeos que quieres organizar los fines de semana.
—Podemos esperar —añadió Gideon—. Quiero descansar un poco de constructores. Necesito fumar en paz.
—Entonces, hazlo fuera —murmuró Jonathan sin abrir los ojos. No le gustaba el hábito de su hermano.
—No es una construcción. Es un bebé.
Hubo un silencio total. Los ojos de Jonathan se abrieron de par en par. Adam y Gideon miraron a Noah.
—¿El bebé de quién?
—Mío. Patch, ¿puedes traer la botella de whisky y tres vasos? —añadió, mirando a la cocinera.
Jonathan, el hermano del que Nick se sentía más cerca, era el que tenía más personalidad y el más intuitivo de todos.
—¿Tú no vas a beber?
—Todavía no.
—Enhorabuena —replicó Gideon, levantando su vaso de whisky—. ¿Vendrá el niño con su madre?
—Sí, con ______(tn)  Logan.
Jonathan dejó caer su vaso. Adam y Gideon miraron a Nick con incredulidad.
—Será mejor que estés de broma —dijo Adam.
—No es una broma. Lleva en su vientre a mi hijo. Nos conocimos en Chicago. Ella no es como sus hermanos —aseguró, recordando la negativa de ella de unas horas antes—. De algún modo, es peor —dijo con una carcajada seca—, pero voy a casarme con ella y la traeré aquí a vivir. Y vamos a educar aquí al bebé.
Adam y Gideon se pusieron en pie.
—Has ido demasiado lejos esta vez —murmuró Adam—. La familia Jonas no tiene nada que ver con la familia Logan. No nos vemos nunca y mucho menos nos casamos con ellos ni dejamos embarazadas a sus mujeres. ¡Diablos! Ni siquiera hablamos con ellas.
—Demasiado tarde —insistió Nick.
Gideon agarró a Nick por las solapas de la camisa.
—No es demasiado tarde. Dile que se desha…
—No quiero oír eso nunca más —protestó Nick empujando a su hermano.
Adam hizo un gesto con la cabeza.
—Has ido demasiado lejos. Vete de aquí y no vuelvas nunca más.
Nick miró a Jonathan y vio en su cara la tristeza y la rabia que lo invadían.
—De acuerdo, me imagino que eso significa que no necesitáis el dinero que gané para el rancho en la bolsa.
Adam maldijo algo entre dientes.
—Sabes muy bien que ese dinero nos ha sacado del apuro durante este mal año —contestó su hermano, moviendo de nuevo la cabeza—. ¿Cómo has podido hacer algo así?
—Odio a la familia Logan tanto como tú, pero ahora me han repartido una nueva baraja de cartas y tengo que hacer lo correcto. Hemos pasado la mayor parte de nuestras vidas viviendo bajo las decisiones equivocadas de nuestro padre o de sus padres. Y yo no voy a seguir tomando decisiones equivocadas. Este bebé no es un error.
Adam y Gideon lo miraron con hostilidad.
Jonathan dio un suspiro y rompió el silencio.
—Me pregunto qué diría en estos momentos Zachary —musitó con calma.
Nick vio el cambio inmediato producido en sus hermanos. Adam respiró profundamente y lo miró con disgusto y aceptación a la vez.
Gideon miró hacia otro lado, claramente avergonzado. Era una persona que se enfadaba rápidamente, pero que era capaz de disculparse con la misma facilidad.
—Siento haber dicho que se deshicie… Lo siento —repitió—. Voy a dar un paseo.
—Yo me voy a la cama —dijo Adam.
Nick se quedó en medio del comedor con Jonathan. Este se acercó por la botella de whisky, se sirvió un vaso y luego se la pasó a Nick por si quería él también.
—Ya sabes que me suelen gustar muchas de tus ideas —comenzó a decir Jonathan—. Además, basta con ver que Adam se opone, para estar seguros de que lo que estás haciendo está bien. Pero en esta ocasión, creo que has ido demasiado lejos. ¿Es que te has vuelto loco o qué? ¿Cómo se te ocurre hacer algo así?
Nick dio un trago de whisky y sintió cómo le quemaba en la garganta.
—Quizá lleves razón —le contestó a su hermano—, pero no pude evitarlo.
—¿Qué quieres decir?
—Solo que no pude evitarlo. Pero, ¿qué es todo este interrogatorio? ¿Es que vas a aplicarme el tercer grado?
Jonathan trató de ocultar la sonrisa que las palabras de su hermano habían hecho aparecer.
—Por lo poco que sé de los Logan, la tortura que yo pueda aplicarte no será nada en comparación con la de ______(tn) .
—Quizá —Nick se rió entre dientes con ironía.
—¿Está de acuerdo ella en casarse contigo?
—Está tratando de hacerse a la idea —contestó Nick, pensando que eso estaba lejos de ser verdad.
—Supongo que eso quiere decir que ha rehusado tu petición.
—La verdad es que sí, pero ya sabes que soy especialista en convencer a la gente para que cambie de opinión.

Capítulo Dos
—Gracias por ayudarme con las bolsas, Rodney —dijo ______(tn) mientras abría la puerta de su apartamento.
—No hay de qué —dijo su vecino—. Yo… perdón, ¿quién es usted?
—El padre del niño —dijo una voz familiar desde detrás de ella, haciendo que le diera un vuelco el corazón.
Lo cierto era que no se esperaba que él volviera tan pronto. Al darse la vuelta, descubrió que Noah había agarrado las bolsas.
—¡Qué sorpresa! —consiguió decir finalmente ella.
Rodney miró a Nick con suspicacia.
—Rodney, te presento a Nick —dijo, respirando hondo. No quería repetir la expresión que había utilizado él para presentarse.
«El padre del niño». Esas palabras eran posesivas y querían remarcar la relación que había entre ellos. Una relación que Martina quería olvidar.
—Y es cierto que el niño tendrá también sus genes —añadió—. Gracias de nuevo por echarme una mano.
—No hay de qué —dijo Rodney, mirando con curiosidad a Nicholas.
—¿A qué has venido? —preguntó  ______(tn) a Nick, una vez que Rodney hubo desaparecido.
—A hacerte compañía —dijo, siguiéndola hasta la cocina—. Sé que me echas de menos —añadió con una voz de lo más seductora.
 ______(tn) chasqueó los labios mientras dejaba la bolsa que llevaba sobre la encimera.
—Sí, igual que echo de menos las nauseas del embarazo.
—¿Has tenido muchas?
—Antes sí.
—¿Y ahora?
—No, ahora solo estoy un poco gorda.
Él observó los pechos de ella, así como su barriga hinchada y sus piernas.
—Bueno, solo te han engordado ciertas partes del cuerpo. Por lo demás, estás muy guapa.
El modo de mirarla de él le recordó la pasión que ambos habían compartido, le recordó cómo habían hecho el amor.
Luego, trató de pensar en otra cosa mientras se daba la vuelta para sacar el resto de la compra de las bolsas.
—Todavía no me has dicho para qué has venido.
—Sí que te lo he dicho. He venido a hacerte compañía.
Ella estuvo a punto de tirar una caja de huevos.
—Supongo que quieres hablar conmigo de algo…
—¿Has vuelto a pensar en mi proposición?
—No me acuerdo de que me hayas hecho ninguna proposición —mintió ella.
—Sí, te pedí que te casaras conmigo —dijo él con calma.
—No es cierto que me lo pidieras —replicó ella—. Trataste de imponérmelo.
—Entonces, ¿vas a casarte conmigo?
—No.
Él soltó un suspiro.
—Estás segura de que tratar de dejarme a un lado va a ser lo mejor para el niño?
Ella iba a decir simplemente que sí, pero finalmente se arrepintió.
—¿No crees que lo mejor para él será vivir con sus dos padres y que estos estén casados?
—En general, sí, pero nuestro caso es especial. Nuestras familias llevan cientos de años enfrentadas.
—¿Y qué importa eso? ¿No es mucho más importante el bienestar de nuestro hijo?
Martina sacudió la cabeza.
—El asunto no es tan sencillo y tú lo sabes. Lo nuestro fue algo puramente temporal. Los dos sabíamos que no sería para siempre. Es muy distinto disfrutar de algo que se sabe que va a ser temporal de algo que va a ser para siempre.
Nick se acercó a ella con los ojos centelleantes.
—¿Estás diciendo que yo no sería un buen marido?
A cada paso que daba Nick,  ______(tn) se iba poniendo cmás y más nerviosa. Apenas podía hacer frente a la poderosa presencia de él. Era un hombre que desprendía una energía increíble.
—Sí, eso es lo que estoy diciendo —consiguió contestar ella, alzando la barbilla—. Existe una gran diferencia entre un amante y un marido. Y sé perfectamente que, si nos casamos, me tratarás igual que mis hermanos, te dedicarás todo el tiempo a darme órdenes y a decirme lo que tengo que hacer.
Martina hizo una pausa.
—Lo único que te importará será que yo sea una esposa sumisa. Y yo soy demasiado independiente para eso. Puede que seas un amante increíble, pero no creo que seas un marido adecuado para mí.
Eso era algo que tenía que dejarle claro.
Él apoyó los brazos sobre la encimera, uno a cada lado de ella.
—Estás presuponiendo que yo voy a actuar de ese modo, pero no puedes estar segura de que vaya a ser así. Y no sé por qué piensas eso de mí. ¿Es que he hecho algo mal?
 ______(tn) lo miró a los ojos fijamente y se mordió el labio para no expresar en voz alta lo que estaba pensando.
«Tú eras un hombre increíblemente sexy. Me atraías mucho y me hiciste sentirme mujer por primera vez en mi vida. Me hiciste sentirme como la mujer más atractiva de la Tierra. Me enamoraste de un modo que me dio miedo».
Ella apartó la vista, fijándose en las botas de él.
—No puedo casarme contigo, siendo tú un Coltrane. Y además, has dado indicios de que si me casara contigo, tratarías de ordenar mi vida. Por eso fue por lo que me ordenaste que me casara contigo.
—¿Cómo reaccionaste al descubrir que estabas embarazada?
 ______(tn) recordó el grito de terror que había dado una vez hubo abandonado la consulta del médico y se encontró sola en su coche.
—De acuerdo, tengo que admitir que me exalté.
—¿Y qué pasó?
Ella frunció el ceño.
—No me acuerdo. Solo sé que grité tanto que por un momento temí que me hubiera roto la laringe —dijo ella con una sonrisa—. Pero afortunadamente no fue así.
—El asunto es que no pudiste controlar tu reacción. Y así, de la misma manera, mi reacción fue la de protegerte —paseó su mirada por el cuerpo de ella de un modo que la excitó—. ¿Qué tiene eso de malo?
—Nada, siempre que no se convierta en una obsesión.
—¿Y crees que no te obsesionará a ti el tratar de proteger a nuestro hijo?
 ______(tn) se puso tensa. Sabía que ya estaba empezando a obsesionarse, y eso que no había nacido aún.
—Pero proteger al niño es mi obligación.
—Y la mía también —dijo Nick, agarrando la barbilla de ella—. Y no lo olvidaré —añadió él con gran determinación.
 ______(tn) se dio cuenta de que él hablaba en serio. Y reconocía que por eso había sido por lo que no había querido contárselo. Sabía que no abandonaría a su hijo y que sus vidas quedarían unidas para siempre.
Apartó la barbilla de las manos de él.
—Eso estaría bien, pero…
—Y es por eso en parte por lo que estoy aquí —dijo él sin apartarse de ella—. Hay muchas cosas que yo no sé de ti y también hay muchas cosas que tú desconoces de mí. Quizá no quieras casarte conmigo, pero en cualquier caso vamos a tener un niño. Así que será mejor que nos conozcamos un poco mejor el uno al otro.
—¿Qué quieres decir?
—Pues eso, que necesitamos conocernos mejor, así que tendremos que vernos a menudo.
«No, no, no y no».
Escabullirse de él le habría sido más sencillo si no hubiera estado embarazada de siete meses, pero finalmente lo apartó.
—No sé por qué te tomas tantas molestias. Y además, ¿no crees que bastaría con un resumen de nuestras vidas?
—No.
—O podríamos contárnoslas por Internet —propuso ella—. Mucha gente habla a través del correo electrónico actualmente.
Él sacudió la cabeza.
—Si estuviéramos en el viejo oeste podría raptarte y llevarte a casa, pero por desgracia, esos tiempos pasaron —murmuró él—. En cualquier caso, te conozco como amante. Sé lo que te… —sus ojos se oscurecieron ante el recuerdo—… excita, Pero necesito saber más de ti. Necesito saber qué tipo de madre serás.
La mirada de Nick la atravesó y  ______(tn) tuvo la terrible premonición de que dejarlo que conociera su interior, sería mucho más peligroso que haber hecho el amor con él.
«¡Oh, diablos!», maldijo ella para sí. ¿Cómo iba a conseguir negarse a lo que él le proponía?

Ahi esta perdon pero esque las clases y esoo!!! Comentennn

«¡Oh, diablos!», maldijo ella para sí. ¿Cómo iba a conseguir negarse a lo que él le proponía?
Se acercó a ella y apoyó el brazo en la pared de detrás de ella.
—Quizá pudiéramos empezar por las cosas más íntimas.
—¿Por ejemplo?
—¿Cuál es tu helado favorito? —preguntó él.
Ella sintió un gran alivio, a pesar de que sabía que debía permanecer en guardia.
 
 
—¡En garde! —gritó Gideon, echándose sobre Nick.
Gideon, que tenía un temperamento intempestivo, había olvidado ya su enfado y estaba tratando de vencer a su hermano mayor en un duelo.
Desde que Zachary les había enseñado esgrima, practicaban a menudo en el cobertizo.
—¿Ha sido dura la tarde con la princesa Logan? —bromeó su hermano.
Nick consiguió atravesar la defensa de su hermano pequeño y tocarle con la espada en el pecho.
«El niño tendrá también sus genes». Cada vez que recordaba las palabras de _______(tn), se sentía invadido por la rabia.
Gideon admitió que le había tocado y retrocedió.
—Supongo que eso quiere decir que sí.
—Podría haber sido peor —dijo Nick—. ¿Listo? —preguntó antes de empezar de nuevo.
—Supongo que quieres decir que no te echó encima a sus hermanos —dijo Gideon.
— _______(tn) es mucho peor que sus hermanos. Al menos, con Brock Logan pudimos hablar acerca del pozo que compartimos y del ganado extraviado. Sin embargo, con esa mujer no se puede razonar. Está demasiado segura de lo que es mejor…
—¿Y qué piensas tú que es lo mejor?
—Que nos casemos y que el niño se críe aquí.
Gideon le tocó en el costado.
—Touché —dijo Nick.
—No puedo culparla, nuestra familia no tiene muy buena fama en el condado —dijo Gideon.
—Pero eso pertenece al pasado —insistió Nick, que siempre insistía en que la mala reputación de los Coltrane era cosa del pasado—. Nosotros cuatro nos hemos esforzado por cambiar la imagen de la familia.
—Sí, pero, ¿por qué diablos tenías que escoger a esa mujer? ¿Por qué no elegiste a una mujer más fácil de llevar?
—¿Te refieres a una mujer que no sea capaz de hacerte trizas con su lengua? —preguntó Nick, arrinconando a Gideon contra una pared.
—Eso es —dijo Gideon, parando los ataques de su hermano.
—Es decir, ¿una mujer más sumisa? —preguntó Nick, consciente de que ella los apuñalaría si se enterase de esa conversación.
—Sí. Pero lo estás poniendo como si hubieras intentado seducir a una puerco espín —dijo Gideon—. A una puerco espín preñada.
Nick tocó con la punta de su espada el material que protegía el corazón de Gideon.
Podía ser que  _______(tn) estuviera comportándose como si fuera un puerco espín, pero Nick había conocido a la mujer delicada que se ocultaba detrás de las púas y estaba decidido a encontrarla de nuevo.
—Touché —dijo su hermano, sacudiendo la cabeza—. ¿Y qué es lo que piensas hacer con ella?
—Lo mismo que si se tratara de un combate de esgrima, buscar su punto débil y tratar de explotarlo —sabía que eso sonaba algo brusco, pero lo suyo con  _______(tn) no era un juego de niños. Estaba de por medio el honor de su familia y el de su hijo.
La encontró a la tarde, echada en una tumbona en el traspatio. Llevaba pantalones cortos y un top de ropa prenatal que dejaba su vientre al descubierto mientras descansaba. Sus piernas eran largas y ágiles y el hecho de que fuera a tener un hijo suyo, le hizo desearla de un modo posesivo.
 _______(tn) tenía una expresión dulce y parecía algo nostálgica, con la mirada perdida en el infinito. Noah recordó el tiempo en que lo había mirado con ojos llenos de deseo y no pudo evitar querer saber lo que estaba pensando en esos momentos.
Él se acercó un poco más.
—Parezco una ballena atrapada en la playa —dijo ella en voz alta—. No puedo ni pintarme las uñas de los pies.
Nick se fijó en el bote de pintauñas que tenía a su lado y luego apartó la vista hacia el patio de al lado, donde una mujer estaba tomando el sol en bikini. Tuvo que contener una carcajada.
—Piensa que al menos todavía tienes las mejores piernas de Texas.
Ella apartó la vista rápidamente y sus mejillas se tiñeron de color rosa.
—Yo, uh, estaba solo…
—¿Apiadándote de ti? —terminó la frase él por ella—. He traído comida china de cena. ¿Te apetece?
 _______(tn) soltó un suspiro.
—Con el apetito que tengo, me apetece cualquier tipo de comida. Y no estoy apiadándome de mí.
—Ya veo —dijo él sin ninguna convicción.
 _______(tn) se puso en pie.
—No, en serio, yo…
— _______(tn), eres una mujer muy hermosa, estés embarazada o no. Lo único que ha pasado es que no tenías a ningún hombre cerca que pudiera recordártelo.
Ella se quedó mirándolo fijamente durante largo rato, dejando entrever a la mujer que él había conocido en Chicago.
—No te burles de mí.
—No me estoy burlando —se defendió él—. Es la pura verdad. Y te diría algo más —añadió él, fijando la mirada en los pechos de ella—, pero no sé si te iba a gustar. Y en tu estado, no quiero disgustarte. ¿Te apetece entonces la comida china o no?
—Sí, pero vamos dentro a comer. La verdad es que no te esperaba —dijo, conduciéndole a la cocina.
—¿No te enseñó tu madre que los Coltrane eran capaces de hacer siempre lo que menos te esperas?
La sonrisa de ella desapareció.
—Mi madre no tuvo oportunidad de hablarme de los Coltrane. Murió al nacer yo.
Nick se arrepintió inmediatamente de su broma.
—Lo siento. No quería ser irrespetuoso.
—Está bien. Además, mi padre y mis hermanos sí que me han hablado de los Coltrane —dijo, sacando la comida de las bolsas.
—Estoy seguro de ello —murmuró él.
Luego, decidió cambiar de tema.
—Sé que eres una mujer decidida y que puedes valerte por ti misma. Incluso no dudo que puedas cosechar un campo de maíz por la mañana y luego dar a luz al niño a la hora de comer, para finalmente cosechar otro campo de maíz por la tarde. Pero, ¿no crees que sería mejor que tuvieras a alguien a tu lado para el parto?
Ella tamborileó con los dedos sobre la mesa.
—Tengo que reconocer que a pesar de que no me preocupa demasiado y de que el doctor dice que estoy perfectamente, sí que pienso de vez en cuando en ello.
Nicj se fijó en la tristeza que había invadido la mirada de ella y recordó cómo se había sentido él cuando su madre había muerto.
—Supongo que te gustaría haber conocido a tu madre, ¿no es así?
—Hubiera dado cualquier cosa por conocerla. La he echado mucho de menos toda mi vida, aunque tengo que dar gracias a Dios por tener dos hermanos que han hecho todo lo posible por compensar su pérdida —se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja—. ¿Y qué hay de tus padres?
—Creo que echo de menos el haber formado parte de una verdadera familia. Mis padres no eran felices juntos.
 _______(tn) arqueó las cejas.
—Mis padres se querían con locura. Mis hermanos me contaron que mi padre, después de que mi madre muriera, nunca volvió a recuperar la felicidad. El simple hecho de mirarme era muy doloroso para él. Le recordaba lo que había perdido.
Nick se dio cuenta en ese momento de que sí sabía que la madre de  _______(tn) había muerto, pero que nunca había escuchado toda la historia. Durante el tiempo que estuvieron juntos en Chicago, acordaron no hablar de sus respectivas familias.
La conversación que tenían le hizo pensar en  _______(tn) desde otro punto de vista.
—Tuvimos un capataz llamado Zachary que nos enseñó a mis hermanos y a mí a ser hombres. Zachary siempre decía que el amor sobrevive a la distancia y a la muerte, que siempre te hace ser una persona mejor.
Martina entornó los ojos.
—¿Estás queriendo decir que mis padres no se querían?
—Estoy diciendo que tu padre desperdició la oportunidad de amar y ser amado por una niña que habría mitigado su dolor.
 _______(tn) se quedó mirando en silencio a Nick, que intuyó perfectamente que ella estaba recapacitando sobre sus palabras, que las estaba ponderando, aunque, finalmente, resultó evidente que las apartaba a un lado. Luego, fijó la vista en las cajas de comida que había sobre la mesa de la cocina.
Prepararon pollo y ensalada para comer. Nick se fijó en que  _______(tn) no comía tanto como había esperado.
—Pensé que comías por dos. ¿No me dijiste que tenías hambre constantemente?
—No como por dos. Como por uno y un poco. Además, quiero dejar sitio para el helado. Necesito calcio.
—¿Te han hecho ya una ecografía?
 _______(tn) asintió y sirvió el helado de caramelo en dos recipientes.
—Hace dos meses. Por la posición del bebé, no pudieron ver el sexo, pero tengo la sensación de que será…
—Una niña —interrumpió Nick.
—Un niño —aseguró ella con un gesto de sorpresa—. Habría jurado que te gustaría que fuera un niño.
—Y yo, por tu carácter feminista, creía que preferirías una niña. Así que nos hemos equivocado los dos. Parece que nos falta bastante para conocernos.
—Sigo pensando que mandarnos algún e-mail es la mejor solución.
—No nos ha ido tan mal —contestó él, levantándose de la silla para acercarse a ella.
Siguiendo un impulso que podría hacerle recibir una patada, un arañazo o un mordisco, Nick agarró un dedo de ella y se lo llevó a los labios para chuparlo. Ella abrió mucho los ojos y apartó la mano.
—¿Qué te ha hecho ser más razonable esta vez? Quizá te gusto más de lo que pensabas.
Ella tomó aire y un montón de sentimientos se reflejaron en sus ojos azules. Nick habría jurado que el deseo estaba entre ellos. Quizá estuviera empezando a ganar la partida.
—Comida. Definitivamente ha sido la comida.
Definitivamente no era la comida lo que la mantuvo despierta aquella noche, pensó  _______(tn) mucho más tarde mientras apartaba la colcha. Cada vez que cerraba los ojos, le llegaba a la mente la escena de la primera vez que ella y Nick habían hecho el amor.
Se sentó en la cama y dio un suspiro mientras se rendía al recuerdo. Habían ido a una pizzería para cenar y luego Nick la había llevado de nuevo a su apartamento para hablarle sobre el negocio que le ocupaba en esos momentos. El entusiasmo de él era contagioso y, después de un rato, ella estaba más concentrada en su entusiasmo que en sus palabras.
—No me estás escuchando —protestó, sentado al lado de ella.
 _______(tn) notó que se ruborizaba violentamente.
—Sí que estoy escuchando —insistió ella.
—De acuerdo, ¿qué pasa cuando un precio sube un diez por ciento?
—No sabía que ibas a hacerme un examen después.
Noah soltó una carcajada y el sonido de su risa se metió dentro de ella, calentándole todo el cuerpo. Nick la levantó y la colocó sobre su regazo.
—Si no estabas escuchándome, ¿me puedes decir en qué pensabas?
 _______(tn) colocó las manos sobre sus hombros y consideró si esquivar la pregunta, pero luego cambió de opinión y contestó con franqueza.
—Pensaba en ti —dijo, acariciando la mandíbula masculina con los dedos—. Eres muy apasionado con todo lo que haces.
Los ojos de él se oscurecieron.
—Más de una persona me ha llamado loco por mis ideas —replicó él, llevando la mano de ella a su boca.
—Estar un poco loco no es malo —contestó  _______(tn), notando una intensa inquietud en el vientre y en la sangre.
Nick se metió uno de los dedos en la boca y ella contuvo el aliento.
—Ahora me estoy apasionando con  _______(tn).
—Esa sería una locura demasiado grande —susurró ella, acercando su cara a la de él.
—Demasiado tarde —replicó él, tomando su boca. Martina notó que todo empezaba a girar a su alrededor. Nick la había besado anteriormente, pero aquella noche fue diferente. Lo notaba en el aire, en sus caricias, dentro de sí. La besó en la boca, la sedujo despacio hasta que el corazón de ella pidió más.  _______(tn) hundió las manos en sus cabellos y disfrutó de su textura suave y blanda.
Nick se separó un momento y ella creyó estar dentro de un sueño. Luego, despacio, dándole la oportunidad de detenerlo, le quitó el jersey y le desabrochó el sujetador.
—¿Estás segura de que quieres? —preguntó, acariciando suavemente sus pezones.
 _______(tn) notó la boca seca y cerró los ojos. El corazón le palpitaba a toda velocidad. Había motivos, suficientes e importantes motivos, por los que debería parar, pero su mente no encontraba ninguno en ese momento. Nunca había deseado tanto a un hombre. No solo era por su cuerpo increíble, sino también por su modo de ser, de pensar y de comportarse.
—Sí —contestó con franqueza—. Te deseo.
Nick bajó la boca a uno de sus pezones y lo mordisqueó con dulzura.
 _______(tn) sintió que se encendía un fuego en su interior y reprimió un gemido. Nick iba a consumirla, pensó, con cierta aprensión mezclada con el deseo. Aquella noche aprendería de ella mucho más de lo que cualquier hombre había conocido. Tendría que tener cuidado y reservarse una parte para ella. Nick no debía saber jamás, decidió, que él era el primero.
 _______(tn) notó un nudo en la garganta y dejó escapar un gemido suave. Sin saber por qué, estaba convencida de que él no se había dado cuenta. Nick se había visto arrastrado por la pasión de tal modo, que seguía sin saber que había sido el primer hombre que le había hecho el amor. Incapaz de seguir en la cama un segundo más,  _______(tn) se levantó. Necesitaba olvidarse de todo aquello, tenía que borrarlo y liberarse, aunque solo fuera temporalmente.
Instintivamente, se dirigió hacia la habitación del bebé.
No había comprado todavía la cuna ni tampoco la había pintado. El único mobiliario que había en la habitación era un cajón de juguetes que había ido llenando de todo tipo de cosas. Se arrodilló a su lado y tocó las zapatillas infantiles, las pequeñas sábanas y un osito de peluche. Luego, sacó del cajón de roble la pequeña caja que siempre hacía que el corazón le latiese más deprisa.
Las botitas del bebé.
Era una tontería, pero las pequeñas botas blancas le hacían ver todo de manera más real y la calmaban. Ver a Nick aquella noche la había dejado confundida y eso era lo que menos necesitaba en aquellos momentos. Tenía que mantener la cabeza despejada y querer y educar a ese niño. Tenía que resistir la necesidad de hacer el amor con nadie y especialmente con Nick.
Nick la hacía pensar.
Cada vez que la visitaba, encontraba más cosas que le gustaban de él, cosas que admirar y desear, y por lo tanto, que temer.
La idea de seguir viéndose con él hizo que todos los músculos de su cuerpo se tensaran. No era solo porque fuera un Coltrane, aunque Dios sabía que eso era ya suficiente. En su sangre, en su corazón,  _______(tn) sabía que si se enamoraba de Nick, este la tragaría y ella desaparecería sin dejar huella.

«¡Oh, diablos!», maldijo ella para sí. ¿Cómo iba a conseguir negarse a lo que él le proponía?
Se acercó a ella y apoyó el brazo en la pared de detrás de ella.
—Quizá pudiéramos empezar por las cosas más íntimas.
—¿Por ejemplo?
—¿Cuál es tu helado favorito? —preguntó él.
Ella sintió un gran alivio, a pesar de que sabía que debía permanecer en guardia.
 
 
—¡En garde! —gritó Gideon, echándose sobre Nick.
Gideon, que tenía un temperamento intempestivo, había olvidado ya su enfado y estaba tratando de vencer a su hermano mayor en un duelo.
Desde que Zachary les había enseñado esgrima, practicaban a menudo en el cobertizo.
—¿Ha sido dura la tarde con la princesa Logan? —bromeó su hermano.
Nick consiguió atravesar la defensa de su hermano pequeño y tocarle con la espada en el pecho.
«El niño tendrá también sus genes». Cada vez que recordaba las palabras de _______(tn), se sentía invadido por la rabia.
Gideon admitió que le había tocado y retrocedió.
—Supongo que eso quiere decir que sí.
—Podría haber sido peor —dijo Nick—. ¿Listo? —preguntó antes de empezar de nuevo.
—Supongo que quieres decir que no te echó encima a sus hermanos —dijo Gideon.
— _______(tn) es mucho peor que sus hermanos. Al menos, con Brock Logan pudimos hablar acerca del pozo que compartimos y del ganado extraviado. Sin embargo, con esa mujer no se puede razonar. Está demasiado segura de lo que es mejor…
—¿Y qué piensas tú que es lo mejor?
—Que nos casemos y que el niño se críe aquí.
Gideon le tocó en el costado.
—Touché —dijo Nick.
—No puedo culparla, nuestra familia no tiene muy buena fama en el condado —dijo Gideon.
—Pero eso pertenece al pasado —insistió Nick, que siempre insistía en que la mala reputación de los Coltrane era cosa del pasado—. Nosotros cuatro nos hemos esforzado por cambiar la imagen de la familia.
—Sí, pero, ¿por qué diablos tenías que escoger a esa mujer? ¿Por qué no elegiste a una mujer más fácil de llevar?
—¿Te refieres a una mujer que no sea capaz de hacerte trizas con su lengua? —preguntó Nick, arrinconando a Gideon contra una pared.
—Eso es —dijo Gideon, parando los ataques de su hermano.
—Es decir, ¿una mujer más sumisa? —preguntó Nick, consciente de que ella los apuñalaría si se enterase de esa conversación.
—Sí. Pero lo estás poniendo como si hubieras intentado seducir a una puerco espín —dijo Gideon—. A una puerco espín preñada.
Nick tocó con la punta de su espada el material que protegía el corazón de Gideon.
Podía ser que  _______(tn) estuviera comportándose como si fuera un puerco espín, pero Nick había conocido a la mujer delicada que se ocultaba detrás de las púas y estaba decidido a encontrarla de nuevo.
—Touché —dijo su hermano, sacudiendo la cabeza—. ¿Y qué es lo que piensas hacer con ella?
—Lo mismo que si se tratara de un combate de esgrima, buscar su punto débil y tratar de explotarlo —sabía que eso sonaba algo brusco, pero lo suyo con  _______(tn) no era un juego de niños. Estaba de por medio el honor de su familia y el de su hijo.
La encontró a la tarde, echada en una tumbona en el traspatio. Llevaba pantalones cortos y un top de ropa prenatal que dejaba su vientre al descubierto mientras descansaba. Sus piernas eran largas y ágiles y el hecho de que fuera a tener un hijo suyo, le hizo desearla de un modo posesivo.
 _______(tn) tenía una expresión dulce y parecía algo nostálgica, con la mirada perdida en el infinito. Noah recordó el tiempo en que lo había mirado con ojos llenos de deseo y no pudo evitar querer saber lo que estaba pensando en esos momentos.
Él se acercó un poco más.
—Parezco una ballena atrapada en la playa —dijo ella en voz alta—. No puedo ni pintarme las uñas de los pies.
Nick se fijó en el bote de pintauñas que tenía a su lado y luego apartó la vista hacia el patio de al lado, donde una mujer estaba tomando el sol en bikini. Tuvo que contener una carcajada.
—Piensa que al menos todavía tienes las mejores piernas de Texas.
Ella apartó la vista rápidamente y sus mejillas se tiñeron de color rosa.
—Yo, uh, estaba solo…
—¿Apiadándote de ti? —terminó la frase él por ella—. He traído comida china de cena. ¿Te apetece?
 _______(tn) soltó un suspiro.
—Con el apetito que tengo, me apetece cualquier tipo de comida. Y no estoy apiadándome de mí.
—Ya veo —dijo él sin ninguna convicción.
 _______(tn) se puso en pie.
—No, en serio, yo…
— _______(tn), eres una mujer muy hermosa, estés embarazada o no. Lo único que ha pasado es que no tenías a ningún hombre cerca que pudiera recordártelo.
Ella se quedó mirándolo fijamente durante largo rato, dejando entrever a la mujer que él había conocido en Chicago.
—No te burles de mí.
—No me estoy burlando —se defendió él—. Es la pura verdad. Y te diría algo más —añadió él, fijando la mirada en los pechos de ella—, pero no sé si te iba a gustar. Y en tu estado, no quiero disgustarte. ¿Te apetece entonces la comida china o no?
—Sí, pero vamos dentro a comer. La verdad es que no te esperaba —dijo, conduciéndole a la cocina.
—¿No te enseñó tu madre que los Coltrane eran capaces de hacer siempre lo que menos te esperas?
La sonrisa de ella desapareció.
—Mi madre no tuvo oportunidad de hablarme de los Coltrane. Murió al nacer yo.
Nick se arrepintió inmediatamente de su broma.
—Lo siento. No quería ser irrespetuoso.
—Está bien. Además, mi padre y mis hermanos sí que me han hablado de los Coltrane —dijo, sacando la comida de las bolsas.
—Estoy seguro de ello —murmuró él.
Luego, decidió cambiar de tema.
—Sé que eres una mujer decidida y que puedes valerte por ti misma. Incluso no dudo que puedas cosechar un campo de maíz por la mañana y luego dar a luz al niño a la hora de comer, para finalmente cosechar otro campo de maíz por la tarde. Pero, ¿no crees que sería mejor que tuvieras a alguien a tu lado para el parto?
Ella tamborileó con los dedos sobre la mesa.
—Tengo que reconocer que a pesar de que no me preocupa demasiado y de que el doctor dice que estoy perfectamente, sí que pienso de vez en cuando en ello.
Nicj se fijó en la tristeza que había invadido la mirada de ella y recordó cómo se había sentido él cuando su madre había muerto.
—Supongo que te gustaría haber conocido a tu madre, ¿no es así?
—Hubiera dado cualquier cosa por conocerla. La he echado mucho de menos toda mi vida, aunque tengo que dar gracias a Dios por tener dos hermanos que han hecho todo lo posible por compensar su pérdida —se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja—. ¿Y qué hay de tus padres?
—Creo que echo de menos el haber formado parte de una verdadera familia. Mis padres no eran felices juntos.
 _______(tn) arqueó las cejas.
—Mis padres se querían con locura. Mis hermanos me contaron que mi padre, después de que mi madre muriera, nunca volvió a recuperar la felicidad. El simple hecho de mirarme era muy doloroso para él. Le recordaba lo que había perdido.
Nick se dio cuenta en ese momento de que sí sabía que la madre de  _______(tn) había muerto, pero que nunca había escuchado toda la historia. Durante el tiempo que estuvieron juntos en Chicago, acordaron no hablar de sus respectivas familias.
La conversación que tenían le hizo pensar en  _______(tn) desde otro punto de vista.
—Tuvimos un capataz llamado Zachary que nos enseñó a mis hermanos y a mí a ser hombres. Zachary siempre decía que el amor sobrevive a la distancia y a la muerte, que siempre te hace ser una persona mejor.
Martina entornó los ojos.
—¿Estás queriendo decir que mis padres no se querían?
—Estoy diciendo que tu padre desperdició la oportunidad de amar y ser amado por una niña que habría mitigado su dolor.
 _______(tn) se quedó mirando en silencio a Nick, que intuyó perfectamente que ella estaba recapacitando sobre sus palabras, que las estaba ponderando, aunque, finalmente, resultó evidente que las apartaba a un lado. Luego, fijó la vista en las cajas de comida que había sobre la mesa de la cocina.
Prepararon pollo y ensalada para comer. Nick se fijó en que  _______(tn) no comía tanto como había esperado.
—Pensé que comías por dos. ¿No me dijiste que tenías hambre constantemente?
—No como por dos. Como por uno y un poco. Además, quiero dejar sitio para el helado. Necesito calcio.
—¿Te han hecho ya una ecografía?
 _______(tn) asintió y sirvió el helado de caramelo en dos recipientes.
—Hace dos meses. Por la posición del bebé, no pudieron ver el sexo, pero tengo la sensación de que será…
—Una niña —interrumpió Nick.
—Un niño —aseguró ella con un gesto de sorpresa—. Habría jurado que te gustaría que fuera un niño.
—Y yo, por tu carácter feminista, creía que preferirías una niña. Así que nos hemos equivocado los dos. Parece que nos falta bastante para conocernos.
—Sigo pensando que mandarnos algún e-mail es la mejor solución.
—No nos ha ido tan mal —contestó él, levantándose de la silla para acercarse a ella.
Siguiendo un impulso que podría hacerle recibir una patada, un arañazo o un mordisco, Nick agarró un dedo de ella y se lo llevó a los labios para chuparlo. Ella abrió mucho los ojos y apartó la mano.
—¿Qué te ha hecho ser más razonable esta vez? Quizá te gusto más de lo que pensabas.
Ella tomó aire y un montón de sentimientos se reflejaron en sus ojos azules. Nick habría jurado que el deseo estaba entre ellos. Quizá estuviera empezando a ganar la partida.
—Comida. Definitivamente ha sido la comida.
Definitivamente no era la comida lo que la mantuvo despierta aquella noche, pensó  _______(tn) mucho más tarde mientras apartaba la colcha. Cada vez que cerraba los ojos, le llegaba a la mente la escena de la primera vez que ella y Nick habían hecho el amor.
Se sentó en la cama y dio un suspiro mientras se rendía al recuerdo. Habían ido a una pizzería para cenar y luego Nick la había llevado de nuevo a su apartamento para hablarle sobre el negocio que le ocupaba en esos momentos. El entusiasmo de él era contagioso y, después de un rato, ella estaba más concentrada en su entusiasmo que en sus palabras.
—No me estás escuchando —protestó, sentado al lado de ella.
 _______(tn) notó que se ruborizaba violentamente.
—Sí que estoy escuchando —insistió ella.
—De acuerdo, ¿qué pasa cuando un precio sube un diez por ciento?
—No sabía que ibas a hacerme un examen después.
Noah soltó una carcajada y el sonido de su risa se metió dentro de ella, calentándole todo el cuerpo. Nick la levantó y la colocó sobre su regazo.
—Si no estabas escuchándome, ¿me puedes decir en qué pensabas?
 _______(tn) colocó las manos sobre sus hombros y consideró si esquivar la pregunta, pero luego cambió de opinión y contestó con franqueza.
—Pensaba en ti —dijo, acariciando la mandíbula masculina con los dedos—. Eres muy apasionado con todo lo que haces.
Los ojos de él se oscurecieron.
—Más de una persona me ha llamado loco por mis ideas —replicó él, llevando la mano de ella a su boca.
—Estar un poco loco no es malo —contestó  _______(tn), notando una intensa inquietud en el vientre y en la sangre.
Nick se metió uno de los dedos en la boca y ella contuvo el aliento.
—Ahora me estoy apasionando con  _______(tn).
—Esa sería una locura demasiado grande —susurró ella, acercando su cara a la de él.
—Demasiado tarde —replicó él, tomando su boca. Martina notó que todo empezaba a girar a su alrededor. Nick la había besado anteriormente, pero aquella noche fue diferente. Lo notaba en el aire, en sus caricias, dentro de sí. La besó en la boca, la sedujo despacio hasta que el corazón de ella pidió más.  _______(tn) hundió las manos en sus cabellos y disfrutó de su textura suave y blanda.
Nick se separó un momento y ella creyó estar dentro de un sueño. Luego, despacio, dándole la oportunidad de detenerlo, le quitó el jersey y le desabrochó el sujetador.
—¿Estás segura de que quieres? —preguntó, acariciando suavemente sus pezones.
 _______(tn) notó la boca seca y cerró los ojos. El corazón le palpitaba a toda velocidad. Había motivos, suficientes e importantes motivos, por los que debería parar, pero su mente no encontraba ninguno en ese momento. Nunca había deseado tanto a un hombre. No solo era por su cuerpo increíble, sino también por su modo de ser, de pensar y de comportarse.
—Sí —contestó con franqueza—. Te deseo.
Nick bajó la boca a uno de sus pezones y lo mordisqueó con dulzura.
 _______(tn) sintió que se encendía un fuego en su interior y reprimió un gemido. Nick iba a consumirla, pensó, con cierta aprensión mezclada con el deseo. Aquella noche aprendería de ella mucho más de lo que cualquier hombre había conocido. Tendría que tener cuidado y reservarse una parte para ella. Nick no debía saber jamás, decidió, que él era el primero.
 _______(tn) notó un nudo en la garganta y dejó escapar un gemido suave. Sin saber por qué, estaba convencida de que él no se había dado cuenta. Nick se había visto arrastrado por la pasión de tal modo, que seguía sin saber que había sido el primer hombre que le había hecho el amor. Incapaz de seguir en la cama un segundo más,  _______(tn) se levantó. Necesitaba olvidarse de todo aquello, tenía que borrarlo y liberarse, aunque solo fuera temporalmente.
Instintivamente, se dirigió hacia la habitación del bebé.
No había comprado todavía la cuna ni tampoco la había pintado. El único mobiliario que había en la habitación era un cajón de juguetes que había ido llenando de todo tipo de cosas. Se arrodilló a su lado y tocó las zapatillas infantiles, las pequeñas sábanas y un osito de peluche. Luego, sacó del cajón de roble la pequeña caja que siempre hacía que el corazón le latiese más deprisa.
Las botitas del bebé.
Era una tontería, pero las pequeñas botas blancas le hacían ver todo de manera más real y la calmaban. Ver a Nick aquella noche la había dejado confundida y eso era lo que menos necesitaba en aquellos momentos. Tenía que mantener la cabeza despejada y querer y educar a ese niño. Tenía que resistir la necesidad de hacer el amor con nadie y especialmente con Nick.
Nick la hacía pensar.
Cada vez que la visitaba, encontraba más cosas que le gustaban de él, cosas que admirar y desear, y por lo tanto, que temer.
La idea de seguir viéndose con él hizo que todos los músculos de su cuerpo se tensaran. No era solo porque fuera un Coltrane, aunque Dios sabía que eso era ya suficiente. En su sangre, en su corazón,  _______(tn) sabía que si se enamoraba de Nick, este la tragaría y ella desaparecería sin dejar huella.

Hola, pasa por mi novela también https://jbvenezuela.activoforo.com/t9964p30-cruzando-las-fronteras-capitulo-nuevo?highlight=cruzando+las+fronteras

¡Sigueeeeeeeeeeeeeeeeee!

¡Siguelaaa PLEASEEEE!
Yo quiero leer más.