Wouldn't Change A Thing

Demi: ¿Sobre qué?
Joe: Quería pedirte disculpas.
Demi: ¿Disculpas? –cuestionó sorprendida-
Joe: Exacto.
Demi: ¿Disculpas de qué?
Joe: Perdón por ser tan idiota. Es que Camilla estaba ahí y…
Demi: Joe… -dijo interrumpiéndome- no hay problema.
Joe: Si, si hay un problema. –dije dando un paso quedándome a centímetros de ella- Fui realmente estúpido. Jamás debí dejarte ahí sola, ni que Camilla te haga sentir mal. Eso no es ser buen amigo. Yo solo…

Narra Demi:
Lo abrasé, no aguanté más; ¿qué era eso? Joe pidiéndome disculpas, no lo podía permitir. No lo dejé seguir, lo abrasé con todas mis fuerzas rodeando su cuello. El devolvió el abrasó rodeando mi cintura con sus brazos, mientras apretó su cuerpo con el mío. Ese abrazo fue interminable, lo disfruté como más que nada en esta vida. Cuando terminé de abrasarlo lo miré directo a los ojos, con una leve sonrisa y me acerqué a su cara, besando su mejilla…

Demi: No hay nada que perdonar… -dije serena, pasando mis dedos, acomodando, su suave cabello-

-Joe agarró mis dos manos, las juntó y las besó. Luego colocó su mano en mi espalda, y rápidamente me llevó hacia el, abrazándome nuevamente, de la misma manera. Me dio un fuerte beso en la mejilla, donde sentí como me “hincó” la barba que le estaba creciendo de apoco. Puso sus labios rozando mi oreja y me susurró “Te adoro, Demi”. Me dejó temblando, literalmente. Sentí como mis piernas bailaron y mi piel se erizó. ¡¿Qué se supone que me estaba pasando?!

Joe: Hey! ¿Qué pasó? –Me preguntó riendo, alejando su cabeza para ver mi cara, aunque manteniendo el resto de su cuerpo en la misma posición-
Demi: No, nada. –Contesté riendo tímidamente- ¿querés ver una película? –Pregunté cambiando de tema-
Joe: ¡Claro! –Respondió, alejando su cuerpo del mío, y entrando junto conmigo, a mi habitación.

-Entramos a mi habitación del hotel, donde los dos nos sentamos en el gran sofá que había a buscar alguna película para mirar. Encontramos una comedia, que nos quedamos mirando durante unas horas… Nos reímos toda la noche, como lo solíamos hacer desde antes.
Finalmente, terminó la película. Apagué el televisor y el revisó su iPhone para ver la hora…

Joe: ¡Woow! Son las 4:30 a.m.! –Exclamó sorprendido-
Demi: ¡¿En serio?! Woow, pasó muy rápido el tiempo. –dije bostezando y desperezándome-
Joe: Jaja es verdad…
Joe: Será mejor que me vaya a dormir, se molestarán si no me encuentran en mi habitación. –Bromeó bostezando y caminando lentamente hacia la puerta-
Demi: Jajaja es verdad, entonces… ¿Nos vemos después, Joe?
Joe: Claro. –Dijo dándose vuelta y abrazándome otra vez-

-Me abrazó nuevamente un ratito, y antes de que pudiera separarme de él, Joe levanto unos centímetros mi remera y empezó a hacerme cosquillas. Obviamente, empecé a reír a carcajadas, pidiéndole que pare, aunque sin ningún caso. Joe seguía haciéndome cosquillas mientras me descontrolaba de la risa y trataba de quitar sus manos de mi abdomen. Pero sin respuesta alguna. Después de más de 5 minutos de reír sin parar; cuando ya me descomponía de la risa, me fui hacia atrás, para tratar de quitármelo; pero después de retroceder un poco menos de 3 metros, mis piernas se encontraron con el sofá y, lamentablemente caí en el. Joe quedó arriba mío, los dos nos quedamos en silencio mirándonos, mientras sentíamos la respiración del otro…
Los dos teníamos una pequeña sonrisa, algo pícara, pero no decíamos nada. Joe aún tenía sus manos en mi abdomen y, aprovechando el momento, empezó a mover muy, muy poco sus dedos, acariciándome. Realmente sentía que estaba en el cielo, sus manos estaban muy tibias, y eran DEMACIADO suaves, quizá, ¡demasiado hasta para ser hombre! Ese probablemente, fue el momento más “HOT” que viví con Joe desde que lo conocí… ¡Si! ¡Sin duda lo fue! Después de un rato de mirarnos fijamente, de que nuestras respiraciones agitadas choquen, y de que el me acaricie, rompí el silencio…

Demi: Estás loco, Joe… -Dije casi susurrándolo-
Joe: ¿Eso es bueno? –Preguntó con una mínima risita-
Demi: Si. –Respondí con una pequeña carcajada- Es genial…
Joe: ¿Tan genial para invitarte a ir a la playa?-Me invitó, casi seduciéndome-
Demi: Mmm… ¿A qué hora? –Contesté, sin quedarme atrás-
Joe: 6:00 p.m.? -Sonriendo, aún mas pícaramente-
Demi: Okay…-Sonriendo también- ¡Oh espera! Cierto que Cody me invitó hoy a…
Joe: Claro, Cody. –Me interrumpió, fríamente y borrando su sonrisa del rostro-

-Joe se levanto rápidamente, se acomodó su camisa y se dirigió hacia la salida, enojado al parecer. Antes de que salga lo paré, llamándolo y acercándome rápidamente hacia él…

Demi: ¡Joe, espera! –lo llamé rápido, logrando que se detenga- Puedo decirle a Cody que no puedo ir, e ir a pasar un rato contigo…-Propuse-
Joe: Está bien… -Aceptó, después de pensarlo un por unos minutos.- Nos vemos mañana, Demi. Que descanses –Continuó, calmado pero serio; saliendo de la habitación-
Demi: Hasta mañana… -Dije… hablando sola.-

-Cerré la puerta de la habitación y me fui lentamente hacia mi cama, donde me tiré, ya sin energías. Pensé en lo que había pasado hace unos minutos, y me quedé con una sensación de ‘WTF?’ aunque, no lo puedo negar, me quedé con una sonrisa imborrable, aún con la hermosa sensación que acariciaba mi abdomen y caderas. Me dormí de inmediato, el sueño me venció.

Al día siguiente desperté, por un ruido que había escuchado desde afuera. Miré dormida mi teléfono y eran las 10:30 a.m. Me levanté y me fui al baño a cepillarme los dientes y arreglarme un poco. Salí afuera, fui a la recepción a pedir un desayuno y de paso, a buscar a Cody para cancelar su invitación; aunque no lo encontré, por lo cual solo le mande un mensaje y al minuto me contestó que no había problema. Bien, con un problema menos de encima, pedí para merendar en el jardín del hotel y de paso contemplar la hermosa vista que te tenían de la playa. Me senté en una mesa a desayunar, comiendo sola mientras miraba el mar y me asombraba por el hermoso clima que había en ese lugar de Inglaterra. ¡Un hermoso día en verdad! Con la mirada perdida miré de casualidad a mi derecha, y estaban a aproximadamente 50 metros Kevin, Nick y Joe desayunando juntos. En un principio pensé en ir con ellos, pero al parecer hablaban de un tema serio, y preferí no meterme. En una de esas casualidades de la vida, Joe voltea y me ve. Sonríe mordiéndose el labio inferior y me guiña un ojo. Me derretí, y obviamente respondí a su “saludo” levantando la mano. En un momento Joe se levanta de la mesa y se dirige hacia la mía, donde se para atrás de mi silla.

Joe: ¿Y como dormiste, Demm? –Dijo apoyando sus manos sobre mis hombros-
Demi: Jaja, creo que bien. Vos? –Pregunté levantando y girando mi cabeza para verlo-
Joe: Excelente.

-Joe estiró su brazo, agarrando una tostada de mi desayuno, y apoyo suavemente su mentón en mi hombre derecho. Dando el primer mordisco, en la misma posición, tocando su mejilla con la mía, me habla…

Joe: ¿Y…nos vemos esta tarde? –Preguntó masticando el bocado-
Demi: Por supuesto. –Respondí sonriendo, aunque algo nerviosa-
Joe: Perfecto. –Aún con el pedazo de tostada en la boca-

-Joe me dio un húmedo beso en la mejilla. Se despidió diciéndome “Nos vemos esta tarde. Te quiero mucho, Demi” para terminar de volverme loca. ¡¿Qué me pasa?! Joe es solamente mi mejor amigo, NADA MAS! Me repetí por la cabeza un montón de veces para convencerme.
Me fui a mi habitación, no quise almorzar. Me acosté en mi cama y miré un poco de TV. Miré de todo un poco: Noticias, dibujos animados, canales deportivos, canales musicales y hasta novelas inglesas. En medio de una novela, suena mi iPhone y era una amiga. Contesté el mensaje y miré la hora… ¡ya eran las 5 p.m.! Prácticamente salté de la cama, y me fui a tomar una ducha rápida. Cuando salí, empecé a revisar mi maleta, buscando el “atuendo perfecto” aunque no lo encontraba. Después de revolver y revolver, vi una prenda enterrada entre las demás prendas. Revolví un poco más y la saqué. No lo podía creer, era el vestido que me había regalado Joe en un cumpleaños anterior. Era tan hermoso… color azul marino con un efecto de “despintado”. Con modelo fresco, y que hacía resaltar mis curvas. Creo que había encontrado el atuendo perfecto. Me lo probé y me miré al espejo… Era la primera vez que me sentía realmente hermosa conmigo misma, y lo más importante, me sentía cómoda. No lo dude, y me lo dejé. Me puse unas sandalias que, si bien no eran muy “altas y finas” eran simples y cómodas, y eso me encantaba. Me miré al espejo una vez más, mientras me peinaba un poco. No me puse maquillaje, quería sentirme YO MISMA, no la chica que aparece en la tele. Me mira otra vez, respiré profundo y decidí irme a esperarlo, ya que era la hora.

Me fui caminando, segura de mi misma, sin importarme lo que piensen o digan los demás… Me fui con la frente en alto, sonriendo, sin poder evitarlo, mientras mi corazón se aceleraba cada vez más…
Llegué a la playa, no había nadie. Ese paisaje me asustaba un poco, pero en el fondo era mejor estar solamente solos él y yo. Me senté en una banca que había, miré mi reloj y eran exactamente las 6:00 p.m. Me agarró una especie de escalofríos, pero seguía muy tranquila, solamente esperando que aparezca él…
Miré las agujas de mi reloj y marcaron que había pasado exactamente un minuto de las 6. Eso me dio una mala sensación pero, ¿Qué daño hace esperar un rato más? Estaba mirando el paisaje hermoso que me ofrecía la naturaleza. Era un día único, muy cálido y radiante. Después que habían pasado unos minutos más, miré el reloj y eran las 6:11 p.m. estaba algo inquieta, y pensé “Debe estar llegando”. Me levanté de la banca y empecé a caminar lentamente, a paso de tortuga por la arena. Ese odioso “Tic Tac” no me dejaba tranquila, y me hacía llenarme la cabeza de millones de cosas a la vez…
Miré mi reloj nuevamente y marcaban las 6:20 p.m. a lo que pensé “Habrá tenido un problema” pero… ¿Qué tal sino? Seguí esperando, mientras miraba como llegaba agua desde más lejos con caracoles y cangrejos. Llegué a la orilla del mar, donde el agua chocaba apenas mis pies. Sentí un suave viento recorrer mi cuerpo, y me llenó de angustia y miedo… Seguía escuchando el molesto “Tic Tac” y no quería levantar mi brazo para verlo, tenía una sensación de… miedo. Después de luchar con mi mente levanté mi muñeca del brazo y miré el reloj… eran las 6:31 p.m. … Me agarraron ganas de llorar y finalmente lo acepté… “No va a venir…” Suspiré, desecha, miré hacia arriba y vi como volaban unos pajaritos.
Me resigné a lo que pasaba y, apenas giré 5 centímetros para marcharme; sentí unas manos rodeando mis caderas, que luego me abrazaron rodeando mi vientre. Sentí como un cuerpo se acercó lentamente, apoyando su cuerpo con el mío, casi rozándolo… Cerré mis ojos, inconcientemente, y respiré profundo… Sentía que me caía y que esas manos que me rodeaban era mi único sostén… Sentí ese olor que me hacía suspirar, ese olor a perfume de hombre, pero que solo lo tenía uno… Sentí como rozó su mentón con mi hombro y mi mejilla, hincándome con la poca y corta barba que tenía… Sentí como pasó sus cálidos labios por mi cuello, dejándome el cuello algo húmedo…Y finalmente… Sentí el sonido de su voz…


- ¿Dónde vas, Demm…?

Continuará…

Sentí ese olor que me hacía suspirar, ese olor a perfume de hombre, pero que solo lo tenía uno… Sentí como rozó su mentón con mi hombro y mi mejilla, hincándome con la poca y corta barba que tenía… Sentí como pasó sus cálidos labios por mi cuello, dejándome el cuello algo húmedo…Y finalmente… Sentí el sonido de su voz…

- ¿Dónde vas, Demm…?

-Giré muy, muy lentamente, dando media vuelta y estaba él…Estaba con esa sonrisa que me mataba. Tenía una camisa muy linda y fresca, de color azul claro… Coloqué mis manos en sus hombros y sonreí, me sentía apenada; no podía mirarlo, me hacía temblar… entonces clavé mi mirada en su cuello, y recosté mi cabeza en uno de sus hombros. El me abrazó fuertísimo, entrelazando sus manos por mi cintura. Fue ahí, en ese momento, cuando le hablé…

Demi: Pensé que no ibas a venir… -Dije cerrando mis ojos, mientras disfrutaba olfateando su exquisito perfume-
Joe: Tuve que hacer unos trámites con Nick y Kevin; se me hizo tarde. –Me explicó- Disculpame, Demi.
Demi: No hay problema, Joe… Lo importante es que estás acá. –Respondí, aún apoyada en sus hombros-

-Joe me abrazó nuevamente, y me dio un beso, o mejor dicho un “chupón” en mi cuello…

Demi: ¡Hey! –Dije riendo mientras me separaba de él-
Joe: Jaja, tenía ganas de hacerlo. –Me respondió sonriendo y largando una leve carcajada- Te quiero, Demi. –Me dijo mientras me volvió a abrazar-
Demi: Yo también, te quiero demasiado, Joe. –Contesté abrazándolo también-

-Después de abrazarme, no se…¿3 minutos? Se separó de mi y agarró su billetera…

Joe: ¿Vamos a tomar, o comer algo? –Me invitó sonriendo-
Demi: Dale. –Acepté sonriendo de la misma forma-

-Nos fuimos caminando lentamente, mientras hablábamos de cualquier cosa, hacia un negocio. Compramos dos grandes helados. Ambos pedimos de chocolate y vainilla…Nos sentamos en un banco que había en la playa mientras hablábamos. Hablamos bastante tiempo, Joe me “piropeaba” por el vestido…Yo solamente reía y me sonrojaba…

Demi: Tu perfume… es exquisito.
Joe: Perfume? ¿Qué perfume? –Preguntó sorprendido-
Demi: No tenés puesto perfume? –Dije extrañada-
Joe: No, no. Te dije, estaba haciendo unos trámites con Nick y Kevin, vine casi corriendo para acá, no tuve tiempo ni de cambiarme.
Demi: Ah! –Respondí, siguiendo extrañada- Tenés un olor riquísimo, en serio.
Joe: ¡Ah! Debe ser porque, después de la reunión me encontré con una chica y bueno…-Me dijo bromeando-
Demi: ¡Já, Já, Já! ¡Que gracioso! -Dije sarcásticamente, “golpeando” su hombro, mientras me reía-
Joe: ¡Lo digo en serio! –Continuó bromeando, mientras se reía-
Demi: Que estúpido, Joe. –Dije moviendo mi cabeza en forma de negación, mientras me seguía riendo-
Joe: Jajaja –Siguió riendo- ¿Estás celosa, Demm? –Preguntó levantando sus cejas, mientras paraba de reírse-
Demi: ¿Celosa? ¿De vos? Si, por supuesto, Joe. –Dije riendo, y si, lo dije mintiendo-
Joe: Estás celosa, no lo niegues más! –Afirmó guiñándome un ojo y riéndose-
Demi: No, nada que ver, Joe. –Negué riéndome- Vamos para otro lado –Continué riéndome y levantándome del asiento-
Joe: OK… Pero estás celosa…-Siguió mientras se levantaba-
Demi: ¡Joe! –Lo empujé riéndome-
Joe: “¡Joe!” –Me empujó imitándome-
Demi: Basta! Jajaja –Lo empujé mientras seguía riendo-

-Seguí riendo mientras caminaba hacia delante y miraba el piso. Me di cuenta que Joe no estaba al lado mío, entonces miré hacia atrás; y Joe me levantó de golpe… Me levantó en forma nupcial mientras corría hacia el agua. Yo le gritaba que me suelte, mientras reía un poco, pero el no me hacía caso y me llevaba riendo también. Llegó a la orilla de la playa y me tiró al agua, obviamente en la parte un poco más onda; Joe se empezó a reír a carcajadas mientras me pasaba las manos por la cara para retirar el agua en esa parte. Me reí, si un poco, y me fui “arrastrando” hasta casi la horilla.

Demi: ¡Idiota! –dije riendo mientras me “sacudía”-
Joe: Creí que tenías ganas de nadar. –Dijo burlándose mientras se acercaba a la orilla- Haber, te ayudo. –dijo agachándose un poco-
Demi: Pasame tu mano. –Pedí mientras estiraba la mía-
Joe: Jajaja, oye Demi, conozco ese truco. –Dijo poniendo mis manos en la espalda mientras reía-
Demi: Jajaja –Reí- Quien dijo que es un truco…?

-Agarré el escote de su camisa rápidamente y lo tiré al agua.

Joe: ¡Hey! –dijo riéndose-

-Ambos nos empezamos a reír a carcajadas. Nos empezamos a tirar agua, haciendo “guerra de agua”. También agarramos la arena que estaba en el fondo del agua y nos la tirábamos. Nos reíamos, nos dolían las costillas de tanto reír. Estuvimos tirándonos agua y arena un largo rato, hasta que decidimos salir del agua. Nos “secamos” la rompa moviéndonos un ratito, y también escurriéndola.
Después de eso, nos sentamos en la arena, casi en la orilla a mirar el mar mientras hablábamos y reíamos. Mirábamos las pequeñas olas que llegaban hasta la orilla; También los caracoles, cangrejos y almejas que estaban ahí. Incluso, en un momento jugamos a que teníamos que encontrar cosas. En todo el tiempo que estuvimos sentados, no paré de reírme. Joe me contaba sus chistes… ¡Los chistes de Joe tan estúpidos que te hacen reír! En fin, estuvimos todo ese tiempo riéndonos mientras hablábamos…
Notamos que estaba empezando a atardecer, y decidimos ir a caminar por la orilla; ya casi, como el final de nuestra “cita”.
Íbamos caminando muy lento, mientras hablábamos de cualquier cosa. Nuestras manos se rozaban todo el tiempo con el movimiento de nuestros brazos al caminar. De vez en cuando, estirábamos nuestros dedos, inconcientemente, para agarrar la mano del otro, aunque no pudimos lograrlo. En fin, íbamos caminando de esta manera por la orilla, mientras el seguía haciéndome reír con las cosas que me decía…

Joe: ¿Sabías que puedo levantar 67 kilos con una mano?
Demi: Si, ¡Claro Joe! –Respondí riendo-
Joe: Es en serio, Demi! –Continuó- Jajaja.
Demi: Por su puesto… Jajaja.

-Íbamos caminando, mirando hacia abajo los dos para ver si encontrábamos algo, mientras hablábamos. Nos callamos por un ratito, pero Joe no tardó en hacer que eso cambie…

Joe: Y Demi…-Pensó...- ¿Para cuándo un novio? –Dijo bromeando-
Demi: Estoy feliz soltera, no ando con apuros de estar acompañada. –Respondí riendo-
Joe: Jajaja. ¿Pero no sientes que “necesitas a alguien”? –Siguió preguntando, esta vez más serio-
Demi: No, realmente no, Joe. –Respondí firme- Últimamente, ya casi en nadie se puede confiar. Un día dicen que te quieren, al rato ya andan con otra. –Continué, ya seria- No quiero a alguien que esté conmigo simplemente porque quiera estar con alguien…-Le expliqué- Quiero a alguien que me valore y quiera realmente. No solo alguien que “esté disponible”. Quiero a alguien bueno. –Continué- Alguien dulce, alguien sincero, alguien que me haga reír, que sea amable, que me diga “te quiero” mirándome a los ojos… Alguien… -dije pensando- Alguien especial. –Terminé la frase mientras finalmente tomé su mano-

-Joe correspondió cuando agarré su mano. La entrelazamos juntos… Joe no me respondió, solamente me miró mientras seguíamos caminando y sonrió, apretando muy fuerte mi mano. ¿Qué podía decir o hacer? Sentir su mano unida a la mía, era como ir al cielo. Realmente no sabía que era lo que me estaba pasando con Joe. Sentía que solamente quería estar con el, con nadie más en este mundo. Quería pasar las 24 horas, 25 si fuera posible, junto a él. Recordaba cuando lo había visto por primera vez, cuando el se acercó a mí y me hablo, cuando nos conocimos, nos hicimos amigos y ahora estamos acá… siendo Mejores Amigos. Exactamente eso, Joe es mi mejor amigo, nada, absolutamente nada más… El tiene novia, y está bien, lo “nuestro” más allá de la amistad creo que sería la cosa más imposible, así que mejor ni pensarlo. El está feliz con su novia, y yo estoy bien soltera… Entonces… ¿Por qué siento esta atracción hacia mi mejor amigo?
En fin, seguimos caminando, los dos con una pequeña sonrisa en la cara y mirando hacia abajo. Hasta que Joe, como siempre, empezó a hablar…

Joe: ¡Hey! Pasado mañana, el viernes, ya es tu cumpleaños! –Dijo emocionado-
Demi: Lo sé! –Respondí de igual manera- ¿Qué me vas a regalar Joe? –Pregunté bromeando-
Joe: Te voy a regalar un tomate… ¡El MEJOR tomate de Inglaterra! –Me contó bromeando-
Demi: Estaría buenísimo! –Dije riendo mientras lo miraba-

-Joe se quedó mirándome, no se reía solamente sonreía.

Joe: ¿Sabías que tu sonrisa me vuelve loco? –Me dijo sonriendo y deteniéndose al caminar-
Demi: Ah si? –Dije deteniéndome, tratando de no sonreír, sin poder evitarlo-
Joe: Si…-dijo acercándose, mientras me ponía cada vez más roja y nerviosa-

-Bajé mi mirada; no podía resistir la mirada profunda de Joe, Joe rió y puso sus dedos en mi mentón

Joe: ¿Por qué bajás tu cabeza? –Dijo sosteniendo su mano en mi barbilla mientras reía-

-Yo solamente reí, no me salía formular una sola palabra.

Joe: En serio Demi... me estás volviendo loco.

-Eso último Joe lo había dicho más serio, con una mínima sonrisa. ÉL me estaba volviendo loca a mí, todo era tan perfecto en él…
Joe suelta mi mano, y la dirige muy lentamente hacia mi cuello; mientras levanta la otra mano y la coloca en mi una de mis mejillas. Joe estaba serio y muy, muy sonrojado. Sus mejillas estaban casi rojas… El CLAVÓ su mirada en mis ojos, yo trataba de luchar con ella, de ser fuerte, pero era demasiado difícil… Yo no sabía que hacer, solamente hice lo que mis impulsos mandaron, y coloqué mi mano en uno de sus antebrazos.
Joe acercó lentamente, muy, muy, muy lentamente su cara hacia la mía. El me miraba directo a los ojos… Ambos cerramos nuestros ojos, y sentí como Joe se acercaba, lentamente, cada vez más. Llegó al punto en nuestras respiraciones chocaban, podía sentir la energía del cuerpo de él…
Joe se acercó un poco más, siguió haciéndolo MUY lento. Llegó el punto que, nuestras bocas estaban aproximadamente a 3 milímetros. Sí, el iba a besarme…
Sentía ya, apenas, la fina capa de sus labios. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas. La mano de Joe, en solo unos segundos se puso húmeda, el estaba transpirando. Podía sentir el sonido de su agitada respiración por dentro, podía escuchar hasta el sonido cuando tragaba saliva…
Lo tenía AHÍ, a solo un MILIMETRO de mis labios a Joe… Todo era perfecto, con un atardecer, solos, absolutamente solos en la playa. El estaba a punto de besarme. El presionó, mínimamente uno de sus dedos que tenía apoyado en una de mis mejillas y si, estaba segura que me iba a besar, entonces…