Chicas!! gracias por todos sus comentarios
y perdon por la tardanza, pro tenia examenes finales y pues buee ustedes entienden, es la escuela. Pero bueno al fin les tengo el cap qe sigue... ojala les guste
y si no, de todos modos comenten y diganme XD
CAPITULO 15
Estuvimos ahí toda la mañana y durante la tarde, sin darnos cuenta, nos quedamos dormidas recargadas una sobre la otra y con las cañas de pescar en la mano. Entonces empecé a escuchar entre sueños una voz conocida.
-Oye chica de tintorería – parecía ser la voz de Joe – Oye… ¿puedes oírme? ¡Plebeya!
Yo abrí mis ojos y me moví, provocando que Gabriela también se despertara.
-¿Qué fue eso? – Le pregunté adormilada – Gabriela, ¿aún estoy soñando?
-No lo creo – me contestó.
-Pero sigo oyendo la irritante voz de ese chico.
Aún adormilada, voltee hacia la derecha y vi algo que me quitó el sueño; era un crucero enorme de la compañía Jonas. A bordo del barco estaban los alumnos de la escuela y los F4, menos Nick. Joe llevaba un altavoz en la mano.
-Oí que la plebeya fue al mar. Nomás mírate - Me dijo Joe burlándose.
-¡¿Por qué están ustedes aquí?! – Pregunté enojada - ¿No se supone que irían al norte de Europa?
-Hemos ido allí una o dos veces, ya estoy harto de eso. Quisimos buscar un nuevo lugar y alguien nos recomendó éste. ¡Qué total coincidencia!, ¿no crees? No tenía idea de que estarías aquí, chica de tintorería – Dijo Joe riendo sarcásticamente.
-¡Entonces continúen su propio camino! Pretendan no conocerme y estaré realmente agradecida.
-El barco está hecho sólo de madera. ¿Estarás bien?
-¡Aunque sea pequeño, sigue siendo un barco! ¡Y además no es asunto tuyo!
-¿En serio? Ah, es cierto, no te ahogarías incluso si se vuelca. ¿Sabes cómo nadar, verdad?... ¡Entonces nos marchamos!
El enorme barco empezó a avanzar a través del agua haciendo que el bote en el que íbamos Gabriela y yo, se balanceara bruscamente; estuve a punto de caerme al agua pero por suerte pude mantener el equilibrio. El barco pasó al lado del nuestro y levantó el agua hacia nosotras haciendo que Gabriela y yo termináramos empapadas. El coraje que me hizo pasar Joe me duró hasta la noche, pero di gracias de que al menos él ya se había ido. O eso creí.
Cuando Gabriela y yo llegamos al muelle luego de un largo día de pesca y subimos hacia la calle, vimos que ahí estaban los alumnos del Instituto Jonas, incluyendo a Kevin, Garbo y Joe. Ellos estaban parados en con la vista hacia la carretera, como esperando a alguien.
Entonces apareció una camioneta blanca y se estacionó, adentro venía Nick; a mí se me aceleró el corazón sólo de verlo bajar del auto. Pero luego me llevé una gran desilusión al ver que Miley también bajaba de la camioneta y tomaba a Nick del brazo. Ella era aún más bonita en persona, y Nick sonreía, se veía realmente feliz, eran como la pareja perfecta. Yo no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas.
Miley se acercó a los F4 y saludó a cada uno con un gran abrazo. Nick seguía sonriendo, pero luego notó mi presencia y se me quedó viendo con seriedad y sorpresa. A mí su mirada me puso sumamente nerviosa.
Hice un gesto indicándole a Gabriela que mejor nos fuéramos, pues las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos y no quería que Nick me viera llorar. Empezamos a caminar, pero Joe se puso en frente de nosotros y nos impidió el paso.
-Oye chica de tintorería…
-¿¡Y ahora qué!? – le grité.
-Deja de actuar así, la verdad estás muy contenta de verme en un lugar como éste, ¿no es cierto? Dime, ¿te aburriste mucho en ese barco apestoso?
-Yo estaba muy feliz antes de que te encontrara.
-Bueno, no importa. Estamos a punto de ir a una fiesta. Ya que eres una estudiante de nuestra escuela, ven si quieres.
Joe se dio media vuelta y se alejó de nosotros, pero se detuvo cuando me escuchó hablar.
-Aunque no sé dónde es, ¡no tengo ninguna intención de ir! – le grité.
Joe se quedó ahí parado porque vio a Nick acercarse. Yo pensé que él iba con Joe, pero cuando se siguió y caminó hacia mí, mis piernas empezaron a temblar tanto que tuve que agarrarme de Gabriela para no caerme. Nick caminó más y se detuvo al quedar a pocos metros de mí.
-Hay una fiesta de bienvenida para Miley. Será divertido. Deberías venir también. ¿Vendrás, cierto? – me dijo Nick con una sonrisa a la que no pude decirle que no.
-Sí, iré, definitivamente iré – le contesté sin pensarlo. Nick se dio vuelta y volvió con sus amigos
Yo golpee mi cabeza con la caña de pescar arrepintiéndome de mi respuesta; ni siquiera sé por qué le había dicho que sí. En realidad no quería ir, menos si Nick y Miley iban a estar juntos.
-Oye tú… – dijo Ginger acercándose con el resto de sus amigas.
-Sé lo que vas a decir – les dije antes de que hablaran - Realmente no quiero ir, de todos modos.
-Oh, vamos. Tanto Nick como Joe han extendido su invitación. Debes venir. ¿Tengo razón, cierto?
-Ah… sí, tienes razón – admití finalmente.
-Pero… ellos olvidaron decirte algo – agregó Sunny.
-¿Qué cosa?
Ellas se acercaron tanto a mí que me asustaron, pero sólo lo hicieron para decirme al oído que la fiesta iba a ser de disfraces, así que tenía que apurarme para encontrar un disfraz lo antes posible. Además me dieron la dirección del evento.
Yo fui junto con Gabriela a conseguir un disfraz. Encontramos uno de la Mujer Maravilla y ella insistió en que era el disfraz perfecto para mí. Gabriela me acompañó a cambiarme y luego su mamá me hizo favor de llevarme a donde Ginger me había indicado. Yo me bajé de la camioneta con un abrigo largo por encima del disfraz para cubrirlo de mientras.
-¿Estará realmente bien esto? – le pregunté a Gabriela antes de irme.
-Claro que está bien. Una vez que entres, habrá algunos disfraces más exagerados que el tuyo. Esto ni siquiera cuenta.
-¡Pero es tan vergonzoso!
-¿Qué dices? ¡Ese concepto se ajusta perfectamente a ti! No te preocupes.
-No, Gabriela, creo que debería volver – Estuve a punto de meterme a la camioneta pero Gabriela me detuvo.
-¡_______! El amor sólo se puede obtener por aquellos que tienen el coraje. Tienes que ir para estar con Nick, no lo olvides.
Yo sonreí. Gabriela tenía razón. Antes había dicho que había perdido la esperanza de estar con Nick, pero si él me había invitado a la fiesta, aún cuando iba a estar Miley, significaba que se interesaba aunque sea un poco en mí. Si tenía esa pequeña esperanza, no me iba a rendir así de fácil.
Yo me despedí de Gabriela y entré nerviosa a ese lugar. Estaba buscando el salón donde se llevaría a cabo la fiesta hasta que al fin encontré una puerta vigilada por dos guardias. Ellos me permitieron la entrada y abrieron la puerta por mí, pero en cuanto entré me quería morir. El salón estaba adornado de forma lujosa, había platillos costosos y copas de vino en cada mesa, además los invitados bailaban vals y, obviamente, ¡ninguno de ellos llevaba disfraz!, al contrario, todos iban vestidos de traje y vestido... ¡Qué vergüenza! Sabía que no había sido buena idea el haber ido, así que me di vuelta para irme, pero no pude hacerlo porque justo en ese momento Joe venía caminando hacia el salón.
Tuve suerte de que él estuviera volteando a todos lados, como buscando a alguien, pues no me alcanzó a ver. No me podía quedar ahí, pero tampoco me podía ir porque me lo encontraría, así que no tuve más remedio que entrar a la fiesta. Yo me escondí tras una mesa y me asomé por encima de ésta. Alcancé a ver a Joe; él seguía buscando a alguien con la mirada entre toda la gente de la fiesta. Luego vi a Kevin y a Greg rodeado de mujeres y, por último, sentados hasta el fondo, estaban Miley y Nick platicando. Se veían tan perfectos, él vestido con un traje blanco, y ella con un vestido hermoso. Yo suspiré con tristeza, luego recordé con rabia a las chicas que me habían dicho que la fiesta sería de disfraces.
-¿Qué amabilidad y belleza? ¡Dejen que las atrape y están muertas!... Pero _______, ¿por qué crees lo que te dicen esas chicas? Eres tan estúpida, ¡qué estúpida! – me reclamé a mí misma.
Decidí quedarme escondida atrás de la mesa hasta que la fiesta acabara. Por suerte, en la mesa había algo de comida y tomé varias cosas.
-¡_________! – gritaron de repente Ginger, Sunny y Miranda al mismo tiempo, haciéndome escupir una de las uvas que me estaba comiendo.
Yo me levanté enojada al verlas usando sus vestidos elegantes, mientras yo seguía usando un disfraz ridículo cubierto por un abrigo.
-Llegas tarde – me dijo Ginger – No sabíamos que estabas aquí. Te hemos estado buscando.
-¿No te quitas el abrigo? – me dijo Sunny mientras trataba de quitármelo, pero yo se lo impedí.
-¿No sientes calor? - agregó Miranda.
-No tengo calor, aún siento el frío de la brisa del mar – les contesté enfadada.
-¿Es porque tu vestido es demasiado largo? – me preguntó Miranda.
-Los últimos diseños de vestido son realmente bonitos, pero exponen demasiado. ¿El tuyo también es así? – dijo Ginger, y entre las tres empezaron a quitarme el abrigo, pero yo puse resistencia.
-Rápido, ¡quítenselo! – se dijeron entre ellas.
Yo no dejaba que me lo quitaran, pero ellas seguían tratando de hacerlo para ponerme en ridículo. Entonces yo señalé con mi dedo hacia una lámpara para distraerlas y cuando me soltaron, me fui corriendo, pero alcanzaron a sujetarme del abrigo y me lo quitaron. Yo perdí el equilibrio y caí sobre la mesa, me agarré de un plato con fruta para evitar caerme al piso, pero salió peor porque me lancé la fruta encima y terminé tirada en el suelo con el disfraz de Mujer Maravilla a la vista; debido al ruido que hice al caer, llamé la atención de todos los de la fiesta, incluyendo la de los F4.
-Oh, ¿qué es esto? – Dijo Miranda - ¿No es la Mujer Maravilla? Fuiste aclamada como la Mujer Maravilla en internet, ¿ahora ni siquiera puedes diferenciar entre la realidad y tu propia imaginación?
-_______, si no tenías un vestido, deberías haberlo dicho. Yo entiendo que estás tratando de destacar, pero esto es un poco excesivo, ¿no crees, plebeya? – terminó diciendo Ginger.
Todos los invitados se burlaron de mí, haciéndome sentir aún más humillada y avergonzada de lo que ya estaba. De verdad me quería morir.
-Ella realmente se vistió como la Mujer Maravilla – se decían riendo entre ellos mientras yo seguía tirada en el piso sin saber cómo terminar tanta humillación.