Y este cap de nuevo va dedicado a mis dos lectoras que son las unicas en comentar ahorita. Ustedes saben quienes son
CAPITULO 47
La carrera estaba por iniciar. El automóvil blanco de Nick y el negro de Joe estaban ya puestos en la línea de salida. Un hombre mostró una bandera verde anunciando el comienzo de la carrera y Joe arrancó a toda velocidad. Nick se tardó un poco en arrancar pero al final venció su miedo y arrancó también.
Increíblemente Nick no tardó en alcanzar a Joe y ponerse por delante de él. Estaba dispuesto a ganarle, sino todo acabaría.
Mientras tanto en las gradas, el público espectador observaba cómo increíblemente Nick llevaba la delantera. Todos excepto ______. Ella decidió cubrirse los ojos con sus dos manos, pues no se atrevía a ver cómo terminaba todo, mucho menos si Nick salía herido.
La carrera continuó unos minutos más. Y de repente sin que Nick se lo esperara, Joe lo rebasó poniéndose muy por delante de él, dejándolo varios metros atrás. Estaban ya muy cerca de la meta y no había manera de que Nick ganara la carrera. Aún así optó por un último intento y aceleró lo más que pudo hasta llegar a la par con Joe. Nick lo volteó a ver, nuevamente retándolo. En ese momento la imagen de Nick abrazando y besando a ______ invadió la mente de Joe de forma tan clara que fue como si lo estuviera viendo otra vez sobre la pista.
Ante tal recuerdo Joe se distrajo y no notó una curva que se le presentó en frente. Quiso frenar, pero perdió el control del automóvil y comenzó a dar vueltas por toda la pista.
-¡______, mira eso! – dijo Gabriela impresionada al ver lo que había pasado. ______ al fin descubrió sus ojos y vio cómo Joe daba un par de vueltas más y se salía de la pista de carreras mientras Nick lo rebasaba dirigiéndose hacia la meta.
Joe intentó volver a la pista, pero no fue posible. Y aunque regresara, sabía que ya no había forma de ganar la carrera y golpeó furioso el volante de su auto. Fue así como Nick cruzó él solo la línea de meta y ganó la segunda competencia.
______ y Gaby se abrazaron emocionadas, gritando de alegría, pues había otra oportunidad para que _______ se quedara en la escuela. Y Destiny, quien estaba más feliz que nadie por el resultado, se levantó de su asiento, aplaudiendo.
-Estos niños han crecido muy rápido – le dijo ella al mayordomo Lars con una sonrisa enorme.
-Así es, señorita – respondió él.
-¡Ah! estoy tan contenta de haber regresado a América. Esto es mucho más divertido que estar en Londres – añadió ella estirándose un poco.
-Esto también me divierte – confesó el mayordomo escondiendo una sonrisa.
Por la tarde, Joe se fue todo el camino hacia su salón de juegos quejándose con Kevin y Garbo de no haber ganado la carrera. Y en cuanto llegaron Joe se puso a jugar un videojuego tratando de olvidar lo ocurrido.
-Muere, muere. – decía él poniendo demasiada presión sobre el control del videojuego mientras Kevin y Garbo lo observaban cerca de la mesa de billar.
-Parece que los monos a veces también caen de los árboles – le dijo Garbo a Kevin, pensando que Joe no los escuchaba.
-Joe tenía tanta confianza en sí mismo… es una pena que haya perdido – respondió Kevin.
-Como sea, Nick finalmente se animó a conducir.
-Pienso que si no fuera por ______, él no lo hubiera hecho.
-¿Los viste? – Preguntó Garbo tratando de bajar la voz – ______ y Nick están más unidos ahora.
-¡Muérete! – dijo Joe levantando la voz para interrumpir la plática. Los había escuchado.
Garbo y Kevin no pudieron evitar reír, pero procuraron hacerlo en silencio. Joe siguió jugando, pero presionó tanto los botones que el control dejó de funcionar.
-¿Qué?... ¿Qué pasó? – dijo Joe apretando aún más fuerte los botones, pero ni así logró hacer que funcionara.
-¡Oye! Esa cosa se descompuso – le informó Kevin.
-Sí, mira nada más cómo lo tratas – agregó Garbo.
Joe no dijo nada, sólo se molestó y aventó el control sobre la mesa. Se levantó y se retiró del salón de juegos dejando ahí a sus amigos muertos de risa debido a su comportamiento.La carrera de autos había concluido. Yo estaba feliz de que Nick hubiera ganado, pero la verdad me bastaba con que no se hubiera hecho daño, y aún más que al fin se haya animado a conducir. Al día siguiente nos reunimos nuevamente en la casa de Joe para finalmente concluir con la competencia.
-Ahora ésta será la competencia final – dijo Destiny – Es turno de abrir la esfera de _____.
Destiny abrió la caja que contenía la esfera que yo elegí y sacó el papelito que venía adentro de ésta. Al verlo ella hizo un gesto extraño y nos mostró a todos el nombre del último deporte:
Natación. Todos volteamos a ver a Joe, esperando su reacción, pues lo único que él no podía hacer era nadar.
-Esto es ridículo ¡¿Qué es esto?! – Joe le arrebató el papel a su hermana y lo tiró al piso enfurecido – Oye, _____, ¿lo hiciste a propósito, verdad? Dímelo. ¿Lo planeaste todo? – Me gritó furioso - No lo voy a hacer. ¡No lo haré!
-Haz lo que quieras. Entonces la competencia termina aquí y Nick ganará automáticamente – le advirtió Destiny
-¿Qué estás diciendo?
-Te lo dije, Joe. En momentos como este es cuando la competencia se termina.
-Pero… si esto termina aquí Nick y Joe no se arreglarán – opinó Kevin.
-¿Entonces? – preguntó Destiny interesada.
-Si tú me aceptas en esto, yo puedo competir en lugar de Joe.
-¿Qué? – exclamó ella.
-Esta vez yo tampoco puedo perdonar esto tan fácilmente – confesó Kevin viendo a Nick fijamente.
-Bueno… suena lógico – dijo Destiny luego de pensarlo un poco – Por mí está bien si todos están de acuerdo. ¿Qué piensan ustedes?
-Estoy de acuerdo… ¡al 100%! - dijo Joe sin pensarlo.
-Yo también estoy de acuerdo – dijo Garbo.
-Yo estoy en contra – me animé a decir yo.
-¿Qué? – Exclamó Joe, molesto– ¡Oye _____, tú...!
-Voy a participar también – interrumpí antes de que Joe se enojara más – Ya que Kevin va a competir por Joe, yo competiré por Nick.
-______ tu oponente es Kevin. Él es un chico, y es muy bueno también – me advirtió Destiny.
-Es sólo que esto también me implica a mí. No puedo sólo sentarme a mirar.
-¿Cómo puedes competir tú? ¡Esto no es para una chica! – exclamó Joe tratando de iniciar una pelea.
-Esto también es para expulsarme de la escuela. También tengo que dar lo mejor de mí. De esta manera no lo lamentaré después.
Ante mis palabras, Joe se volteó sin decir nada. Al fin había entendido mis razones.
-¿Están de acuerdo todos? ¿Entonces qué tal 2 contra 2? – propuso Destiny de nuevo tratando de ayudarme.
-Entonces… ¿yo? – preguntó Garbo.
-Estoy de acuerdo – se apresuró a decir Nick, pues también él quería ayudarme en la competencia - ______ si así lo quieres, ¡hazlo! – me animó él y yo le sonreí.
-¡¿Entonces todo lo que importa es que ustedes dos estén satisfechos?! – nos preguntó Joe, evidenciando sus celos.
-Joe… te lo prometo, no voy a dejar que ______ me gane solamente porque es una chica – le aseguró Kevin para calmarlo.
-Yo también daré lo mejor para vencer a Nick – prometió Garbo.
Ambos se levantaron y le dieron la mano a Joe, quien estuvo finalmente de acuerdo con las reglas de la última competencia. Nick y yo nos volteamos a ver, ahora preocupados. Sabíamos que sería difícil ganar, pero intentaríamos hacer lo mejor.
Saliendo de casa de Joe, de inmediato Nick y yo fuimos a la piscina de la escuela para practicar. Nick no necesitaba hacerlo, él era muy bueno nadando. Sin embargo, al ser una chica, yo era más lenta que Kevin, así que tenía que poner mi mayor empeño.
Luego de varias horas en la piscina, di una última vuelta y me detuve. Nick estaba esperándome en la orilla para mostrarme el tiempo que había hecho. Había mejorado mi tiempo, pero por tan solo un par de segundos. Nick sonrió satisfecho, pero yo sabía que eso no era suficiente y decidí dar unas cuantas vueltas más, antes de que Nick me acompañara a mi casa.
Al otro día por la mañana, debido a rumores en la escuela, me enteré que Kevin y Garbo habían estado también toda la noche practicando en la piscina olímpica que pertenecía al Jonas Group. Seguramente habían estado nadando tanto o más que yo y por primera vez estuve insegura de mí misma y de ganar la competencia.
Esa misma tarde fui a trabajar al restaurante, aunque no me sentía con ánimos. Luego de un pesado día, se hizo de noche. Mi jefe quedó tan cansado que se recostó sobre una mesa y se quedó dormido mientras Gabriela y yo nos encargábamos de limpiar.
-¿Por qué tenías que decir tales cosas, _______? – me recriminó Gaby luego de aguantarse todo el día sin decirme nada.
-Tienes razón… ¿por qué lo habré dicho? – exclamé, arrepentida.
-Sabes la razón. Tienes una enfermedad incurable. Es tu deseo de ayudar a otros.
-Yo sólo no quería que Nick compitiera él solo por mí.
-¿Y no has pensado que él puede perder por tu culpa?
-Por eso tengo que ganar.
-¿Estás segura que ganarás?
-No.
-¡Ash, _____!– Exclamó Gaby, preocupada - ¿Qué va a pasar? Desearía tener una máquina del tiempo para ver qué pasará.
-______, nada un poco más rápido – comenzó a hablar mi jefe entre sueños - Vamos, _______. 3…2…1 ¡ah! – gritó despertándose de repente. Gaby y yo nos acercamos corriendo hacia él.
-¿Qué pasó? ¿Qué soñaste? – le pregunté.
-¿Soñaste con la competencia de ______? Dinos, ¿quién ganó?– insistió ahora Gabriela.
-Hasta los últimos momentos la competencia estaba empatada… - dijo él.
-¿Empatada? – pregunté curiosa.
-Entonces, ellos tocaron con las manos pero en ese momento…
-¿Qué? ¿Qué pasó? – preguntó Gaby llena de intriga.
-Se puso oscuro…
-¿Qué? – preguntamos Gaby y yo al mismo tiempo.
-Oscuro. Se desvaneció.
-¿Entonces qué significa? – insistió Gabriela.
-Un sueño sin sentido.
-¡Dios! Realmente no eres de ninguna ayuda – reclamó ella, molesta – No. Esto no puede pasar. Ese Kevon… Kevin… o cualquiera que sea su nombre. Debemos hacer algo con él.
-¿De qué hablas? – pregunté al ver su mirada maquiavélica.
-Digo que podemos… ¡poner laxantes en la comida y se la damos!
-¡No, Gabriela! – Gritó mi jefe - ¿Cómo puedes pensar siquiera en algo así?
-¡Pero jefe usted es el que no ayuda! ¡Usted es quien dice tener habilidades para ver el futuro pero todavía no puede ver a quién nos enfrentamos!
-No es eso. Es que no puedes usar este tipo de habilidades para algo tan malvado – se excusó él - ¡No! ¡Nunca! ¿¡Entendido!?
- Está bien, ya entendí. Entonces… ¿¡Qué tal si lo atropellamos con una motocicleta!?
-¡Gabriela! – gritó de nuevo mi jefe.
-¡Bien! Prometo no hacer nada como eso – dijo finalmente ella, pero yo sabía que mi amiga en situaciones como esta, no era de las que se quedaban de brazos cruzados.