Como les prometi aqui el cap que sigue. Gracias por los dos comentarios chicas! Solo por eso y porque las tuve abandonadas mucho tiempo aqui les dejo un cap largo. Espero que les guste
y comenten!!
CAPITULO 40
Ya que ______ se había ido, Gabriela caminó hacia la orilla del mar y comenzó a tomarse fotos como toda una modelo. Incluso se sentó en la arena para obtener una mejor fotografía, por lo que no se dio cuenta cuando Kevin se acercó con una sonrisa burlesca en el rostro.
-Estás poniendo mucho empeño en eso – dijo, burlándose.
Gabriela se levantó del suelo y se alejó de Kevin sin decir nada, pero él la empezó a seguir. Gaby no supo qué hacer más que correr hacia una lancha de pedales que se encontraba en el agua y que casualmente era para dos personas. Ella se sentó de un lado y comenzó a pedalear, pero Kevin la alcanzó y se sentó del otro lado.
-¿Por qué me estás siguiendo? – le preguntó ella.
-Pedalear tú sola no te llevará a ningún lado. Aunque por otro lado, tus piernas parecen lo suficientemente fuertes – pronunció entre risas.
Gabriela sólo ignoró el comentario atrevido de Kevin y siguió pedaleando sin voltearlo a ver.
-Deberíamos de continuar con la conversación de ayer, ¿no te parece? – se apresuró a decir él.
-¿Qué conversación?
-¿Es cierto que a _____ le gusta otro chico?
-¿Cuándo dije tal cosa? – respondió ella con una risa nerviosa.
-¿Quién es? – insistió Kevin.
-Sólo deja de decir tonterías y pedalea bien – ordenó Gaby, negándose a decir algo más.
-Probablemente sea alguien de mala vida – supuso él – Sabes, sé un poco de mujeres, y el tipo de ______ atrae a los chicos malos. Los chicos tienden a sentirse atraídos por mujeres de carácter fuerte como ella.
-¡Tonterías! Ese chico podría ser el alma gemela de _______ - aclaró Gabriela, pero de inmediato se arrepintió de abrir la boca.
-¿Alma gemela? – Exclamó Kevin de forma divertida – Es por eso que no funciona con ellos. ¿Realmente crees tal cosa?
-Por supuesto. Los playboys como tú no lo entienden, pero esa persona existe en el universo.
-¿Así que, has conocido a la tuya, Gabriela? Tu alma gemela
-Aún no. Pero si aparece, no lo dejaré ir. Porque si pierdes a esa persona, te arrepentirás eternamente.
Se quedaron callados por un momento. La mente de Kevin de repente comenzó a llenarse de dolorosos recuerdos que pensaba haber olvidado, pero que seguían ahí, quizá más fuertes que nunca.
-¡Date prisa! – Exclamó Gaby sacándolo de esos pensamientos - ¿Qué haces sentado sin hacer nada? Ayúdame a pedalear.
Kevin fingió una sonrisa, pero se le borró de inmediato. Gaby sólo había logrado que él recordara a esa chica que conoció hace tiempo. De pronto en él revivió la tristeza de haberla perdido para siempre.
Luego del paseo en barco con Nick, regresamos a la playa. Por suerte, Joe aún seguía profundamente dormido y no se dio cuenta de nada.
Por la tarde, después de la comida Joe me dijo que lo acompañara, porque iríamos a un lugar especial. Nos subimos a un auto que nos llevó a una pista de aterrizaje. Ahí había un helicóptero esperando por nosotros.
-Date prisa – me dijo Joe mientras me tomaba de la mano para ayudarme a subir.
-¿A dónde vamos? – le pregunté ya estando adentro.
-Tengo algo que enseñarte – fue su única respuesta.
El helicóptero se elevó y volamos por un buen rato, mientras admirábamos el paisaje de las islas y el mar. Era muy hermoso. Así volamos por unos 20 minutos totalmente en silencio, y de repente Joe se asomó por la ventana.
-Listo… mira abajo – me dijo.
Yo lo miré sin poder entender y él me hizo señales para que volteara a la ventana. Lo que vi me dejó impresionada y conmovida al mismo tiempo.
-¡Oh! ¡Es un corazón! –Exclamé emocionada – Es realmente la forma de un corazón.
-Si alguna vez encontraba a una chica que me gustara, me prometí que la traería aquí – me dijo. Yo me giré hacia él confundida y él me miró fijo a los ojos -¿Lo ves, ______? ¿Mi corazón?
De inmediato sentí como si todo el mundo se viniera encima. Pude ver sinceridad en los ojos de Joe, en esa hermosa mirada. No me estaba mintiendo, no era otro de sus juegos, era real. No supe cómo reaccionar, así que sólo me giré de nuevo hacia la ventana sin decir nada más. Me sentí la persona más egoísta del mundo cuando vi de reojo esa sonrisa de inmensa felicidad en el rostro de Joe, ya que yo… yo no sentía lo mismo por él.
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Al bajar del helicóptero notamos que ya estaba oscureciendo así que regresamos al hotel con los chicos, pero sólo estaban Garbo y Kevin sentados con las chicas francesas leyendo una revista. Parecían tristes.
-¿Qué pasa? – preguntó Joe.
-Una emergencia con Nick – respondió Kevin.
-Mira aquí – dijo Garbo pasándole la revista a Joe.
Yo me senté a un lado suyo para poder echarle un vistazo a la revista. Casi se me cae la mandíbula al ver en ella fotos de Miley tomada de la mano con un chico alto, rubio y bien parecido. Parecía que estaban saliendo, pero no, era peor… ¡la revista decía que estaban comprometidos!
-Su nombre es Liam, pertenece a una familia de élite y puede llegar a ser primer ministro – explicó Kevin – Parece que Nick sabía de esto antes de que regresara de Paris.
-No lo he visto esta tarde, pero al menos sus cosas aún se encuentran en su habitación ¿Qué deberíamos hacer? – dijo Garbo.
- Se pondrá bien, lo conozco – respondió Joe sin darle mayor importancia.
A mí se me acumularon lágrimas en los ojos. Gabriela lo notó y me apartó de ahí para que platicáramos a solas.
-Tu príncipe, ahora entiendo por qué ha cambiado – me dijo ella.
-Gaby… ¿qué podemos hacer?
-¿De qué hablas?
-Mis palabras se hicieron realidad. Nick en verdad me va a odiar.
Gaby me abrazó y me dijo que no me preocupara, que yo no tenía la culpa de nada. Luego me acompañó a mi habitación porque me empezó a doler la cabeza. A pesar que insistió en quedarse conmigo, yo le pedí que se fuera y me dejara sola. Me senté en una de las sillas y recargué mi cabeza sobre la mesa. No podía creer que estaba pasando lo que yo había predicho.
FLASHBACK
Nick volvió a sonreír, parecía que le gustaba que yo hablara tan bien de Miley. Estaba segura que él, como yo, era también un gran admirador suyo. Como Nick no decía nada yo continué hablando.
-Aunque sólo es mi imaginación espero que Miley se case con alguien de la realeza o con alguien que pueda llegar a ser presidente. Al igual que la princesa Diana que contribuya a la paz mundial. Algo así.
Nick me volteó a ver con una expresión diferente, como de desilusión.
-Ella es sólo una modelo – me dijo bastante serio.
-¿Eso qué? ¿El presidente francés no se divorció para estar con una modelo? Quién sabe, tal vez el próximo presidente francés o algún príncipe europeo podría enamorarse de Miley a primera vista y pida su mano en matrimonio – Contesté con una sonrisa en mi rostro – Creo que hay muchas posibilidades de que eso ocurra, ¿no te parece?
FIN DEL FLASHBACKEse recuerdo estaba atormentando mi mente, haciéndome sentir culpable de lo que estaba pasando. Todo ese cúmulo de pensamientos me estaba provocando un intenso dolor de cabeza. Llevé una de mis manos a la sien y me di un pequeño masaje para calmar el dolor, y de repente sentí a alguien observándome. Me sobresalté cuando vi que se trataba de Joe parado en el marco de la puerta.
-¿Cómo entraste? – le pregunté.
-¿Has olvidado quién es el dueño de este lugar? – me dijo mostrándome una copia de la llave de la habitación.
Yo sólo me voltee hacia otro lado, no tenía ánimos de discutir con él. Joe se acercó a mí y puso sus dos manos sobre la mesa.
-_______... – pronunció él muy apenas.
-¿Sí?
-Mi corazón… ¿Lo entendiste?
-Amm yo… ¿Eh? – pronuncié haciéndome tonta para no responderle.
Joe se quedó mirándome fijamente y se acercó a mi rostro para besarme, pero yo me alejé de él. Joe se detuvo en seco y suspiró, decepcionado. Luego regresó a su posición normal y me tomó del hombro con una mano.
-No me hagas esperar demasiado – me dijo antes de retirarse por la puerta, dejándome sola.
Yo me quedé aún sentada, ni siquiera podía pensar en lo que me había dicho Joe, todos mis pensamientos estaban dirigidos hacia Nick. No podía seguir así, sentía demasiada culpa y tenía que hablar con él. Entonces recordé la noche pasada y de pronto supe donde encontrarlo.
Caminé a lo largo del muelle y vi a Nick sentado sobre la lancha en la arena. Tenía razón, sabía que estaría ahí como la noche anterior, la diferencia es que esta vez él ni siquiera me miró. Eso no me importó y yo caminé apresuradamente hasta llegar a su lado. Él permaneció con la vista sobre la playa, ignorándome por completo.
-¿Es verdad? – le pregunté, pero no recibí respuesta de su parte – Es sólo un rumor, ¿verdad? Es sólo una noticia falsa, ¿no es cierto? – Nick no contestó, pero vi la tristeza reflejada en su rostro y mis ojos se llenaron de lágrimas – Lo siento, Nick. En serio…
-Supongo que la conocías mejor que yo – alcanzó a pronunciar él.
-Nick…
-En la medida en que sabías… qué tipo de chico encajaría con Miley.
-¡Eso no es verdad! ¡No hay forma de que sea cierto!
El sentimiento se apoderó de mí y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Nick iba a decir algo más, pero al escuchar mis sollozos me miró con esos ojos llenos de tristeza, se levantó y me dio un fuerte abrazo para consolarme. Yo no lo entendía, ¿por qué me abrazaba de ese modo cuando el que necesitaba consuelo era él? No merecía estar sufriendo así, no una persona tan buena como él que siempre se preocupa por los demás antes que por él mismo. Yo lo abracé también para que supiera que contaba conmigo, aunque eso no fuera suficiente.
-Por favor, sé feliz. Dime que lo serás… – le dije entre lágrimas.
Nick se alejó un poco de mí, dejando sus manos sobre mi cintura y me miró a los ojos. Ahora su rostro también estaba cubierto de lágrimas.
-Nick, porque si tú eres infeliz, yo lo seré también – le confesé.
Nick puso su mano en mi mejilla y con una caricia de su pulgar retiró una lágrima de mi rostro.
-¿Por qué no me enamoré de una chica como tú? – susurró con suavidad.
Yo lo miré detenidamente sin poder decir nada más. Nick clavó su mirada en mi boca y se inclinó poco a poco. Yo cerré los ojos y entonces pude sentir sus cálidos labios sobre los míos. Al principio me quedé inmóvil, pero después me armé de valor y respondí su beso, robándome su aliento.
De repente, Nick me sujetó con fuerza de la cintura y me pegó más a su cuerpo, como si no me quisiera dejar ir. Yo pasé una de mis manos alrededor de su cuello y él se apoderó de mi labio inferior. Nos besamos con tanta pasión y necesidad, que nadie jamás hubiera imaginado que se trataba de mi primer beso. Yo lo amaba a él, no me importaba nada más. En ese beso le acababa de entregar todo mi corazón.
Finalmente Nick se alejó poco a poco de mis labios sin despegar nuestras frentes. Ambos abrimos los ojos y nuestras miradas se encontraron. Sólo hasta entonces sentimos la mirada llena de rabia de alguien más que nos observaba justo enfrente de nosotros...