CAPITULO I PARTE I
1886
NO!- exclamo el duque de Uxbridge con firmeza. Anciano y arrugado, tenia el aspecto de un nomo a la debil luz invernal que penetraba por las ventanas de su casa londinense.
-Por favor, escucheme un momento antes de tomar una decisión- suplicó el hombre que tenia sentado enfrente.
El contraste entre ambos era sorprendente.
El mayor Nicholas Ward estaba considerado como el hombre mas elegante del ejercito ingles y bastaba verlo vestido con ropa de civil y observar sus bien definidas facciones y sus amplios hombros, para advertir cuanto le favorecia el uniforme.
-Si te complace en algo, te dire que estoy dispuesto a escuchar lo que tengas que decir -respondio el duque-, pero mi respuesta sera la misma.
-Deseo que entienda mi postura, señor. Sabe bien que la larga enfermedad de mi madre y las intervenciones quirúrgicas costaron mas de cinco mil libras, y tuve que acudir a los prestamistas para conseguir dinero.
-No esperas que tome eso como responsabilidad mia- replico el duque con acritud
-Mi madre era su cuñada; estaba casada con su unico hermano
-Si mi hermano hubiera tenido un poco de sentido comun no hubiera echado encima la carga de una esposa y varios hijos, sabiendo que no tenia como mantenerlos.
Nicholas Ward apreto los labios y se esforzo para no discutir con su tio y continuar con lo que estaba diciendo:
-Como usted sabe, un año después ocurrio un desafortunado accidente en el que se vio envuelto mi hermano
-Un tramposo y falsificador! -exclamo el duque con sarcasmo
-Geoffrey no era ninguna de esas cosas-le corrigio Nicholas - era solo debil y cayo en las manos de hombres sin escrupulos que lo indujeron a jugar.
-Un tonto y su dinero no viven mucho tiempo juntos- Cito el Duque con una carcajada
- En un momento de locura - continuo diciendo Nicholas Ward como si su tio no hubiera dicho ni una palabra-, Geoffrey falisfico un cheque de un oficial al que tenia por amigo. Si este hubiera sido un caballero, habria aceptado que yo se lo pagara y no hubiese vuelto a hablar del asunto.
- Pero prefirio el chantaje ¿no?- pregunto el viejo ahogado de la risa
-Todo el asunto me costo diez mil libras. Ya entonces le pedi ayuda y usted se nego.
-¡Claro que me negue! ¿Crees que no tengo otra cosa que hacer sino tirar el dinero con mis parientes, que ignoran lo que es la decencia y la honestidad?
-¿Me incluye en esa lista?- Pregunto Nicholas secamente
El duque dudo un momento y, comprendio que habia ido demasiado lejos, dijo conciliador:
-Conoci hace un mes a tu comandante y el parece tener muy buena opinión de ti.
- Le estoy agradecido- respondio Nicholas con una ligera inclinación de cabeza.
-Al parecer no estaba enterado de que pensabas abandonar el regimiento.
-No me quedo alternativa. Como le acabo de explicar, debo quince mil libras y hoy dia es imposible vivir con el sueldo de oficial, aun en la India.
- Eso ya lo sabias cuando despifalrraste diez mil libras para salvar a ese estupido hermano tuyo, que debia estar en la carcel.
- Geoffrey murio mientras llevaba a cabo una arriesgada mision en la frontera noroeste -Contesto Nicholas-; no veo el objeto de difamar su memoria.
El duque resoplo al escuchar esto.
- Lo unico que puedo decir- continuo su sobrino- es que me alegro que solo poca gente conociese la estupidez que cometio y que el apellido de la familia aun se honrado en todas partes.
-¡Que palabras tan emocionantes!- exclamo el duque burlon- Pero las palabras bonitas no llenan los bolsillos, como ya habras podido comprobar.
-La situación es esta…
Nicholas hablaba con el tono indiferente del hombre que no esta dispuesto a perder el control de si mismo. Sus ojos castaños parecian cristales al mirar al duque. No queria dejarle entrever que estaba luchando angustiosamente por su porvenir.
-… Abandone el regimiento, no solo porque me resultaba incosteable sino por que debo prever el futuro.
El duque hizo una mueca.
-Crei que contabas con mi muerte.
-Según un calculo no exagerado usted vivira probablemente otros quince años. Para entonces yo estare demasiado viejo como para empezar una nueva carrera - a los labios de Nicholas se asomo una ligera sonrisa-. Tal como estan las cosas pronto me moriria de hambre
-Ese es asunti tuyo!- gruño el duque.
-Permitame recordarle que es costumbre, entre los poseedores de titulo, asignar al heredero una pension suficiente, a fin de que este no se vea obligado a pedir sumas prestadas a cuenta de su futuro.
- Como supongo que tu ya has hecho.
-Con muy buenas razones, señor, pero he pedido sumas muy por debajo de lo que en realidad necesito. Usted ha proclamado tantas veces su pobreza, que los usureros no juzgan conveniente arriesgarse conmigo.
-¿Pero lo has intentado?
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