Me sobra el mundo si te tengo a Ti... (Nick y Tú)

Dale Maria, sube capitulo hoy, q ya no voy a poder ver muuucho la nove por el colegio, me conectare 1 vez por semana creo Pero estare pendiente... Me sigues en twitter: @ArleJonatica y en Facebook: Arle D' Jonas

Woooh O.O me mata que nick sea asiii siigueee porrfaa!
Mii twtt es @Carlaale23 y el Fb Carla'Alee Catamo siiguee porfaaa!

Dale Maria siguelaaaaaaaaaaaaaaaa..!

Bueno, no hay muchos coments
pero igual les subo, porque quiero subirles un cap por día!
Además, este está interesante...


Cap. 5

Te acercaste a ellos y:

Tú: ¿Kevin?
Kevin/Joe: ¡¡Aaahh!! (Gritaron)
Tú:
Kevin: Dios... ¿Cómo has aparecido aquí?(Con una mano en el corazón, respirando agitado)
Tú: Bajé por las escaleras... (Dijiste señalándolas totalmente inocente)

Joe empezó a reír y al rato Kevin le siguió. No sabías por qué se reían y los miraste extrañada.

Joe: Jajaja... Lo siento, es que... jeje... me ha hecho gracia la cara de Kevin.
Kevin: No haces ningún ruido al andar y no te esperaba... Jajaja... Ejem, lo siento. (Dijo tranquilizándose) ¿Qué necesitas?

Le contaste todo lo que planebas y le preguntaste si le parecía bien. A ellos les encantó la idea y te enseñaron dónde estaba todo en la cocina. No sabían mucho, porque siempre les cocinaba su madre, pero te ayudaron en lo que pudieron.
Se fueron y empezaste a cocinar. Preparaste uno de los platos italianos que más le gustaba a tu padre: Fricasée de pollo a la italiana. Por suerte, Denisse tenía todos los ingredientes que necesitabas para hacerlo. Se te daba bastante bien cocinar, así que estaba quedando realmente bueno.
Nick bajó.

Nick: ¿Qué es ese olor? ¿Ya ha vuelto mamá? ¿Qué está cocinando?
Kevin: Huele bien, ¿eh?
Joe: Es María. Como mamá volverá tarde, se ha ofrecido a hacer la cena. ¿No es genial? (Con una gran sonrisa)
Nick: Sí... Genial.

Los señores Jonas llegaron. Todos se quedaron impresionados cuando dijiste el nombre del plato, no se esperaban lo que era, ya que no entendieron nada. A todos les encantó. Nick dudó un poco con el tenedor en la mano, pero cuando se lo metió en la boca, siguió comiendo en silencio, sin admitir que le había encantado.

Los días pasaron. A penas salías de la habitación y Denisse solía llevarte la comida arriba en una bandeja. Más de una vez te puso mala cara cuando le devolviste la bandeja intacta.
Cuatro días llevabas con los Jonas, y cuatro días en los que la música no había cesado. Nick se pasaba horas tocando el piano o la guitarra. Te recordó a cuando tú solías encerrarte en tu cuarto a tocar y sin darte cuenta se te hacía de noche con tu piano o tu guitarra.

Denisse te había comprado un par de vestidos. Le dijiste que no era necesario, no te gustaba que se preocuparan por ti. Pero no tenías nada de ropa, así que ella ignoró tus comentarios y te ordenó que te los quedaras.
Te llevó a la comisaría para que dieras información de tus padres y así pudieran buscarlos. Pero tú tenías un secreto, un enorme secreto que no le habías dicho a nadie: tenías una hermana pequeña. En realidad, erais seis hermanos, pero la única que estaba allí era la pequeña. Los demás iban con tus padres cuando desaparecieron.
Tú siempre habías sido la más pequeña de todos, a la que todos cuidaban, hasta que llegó Lillyann. Ella tenía cinco añitos y habías tenido que dejarla en el rancho para poder buscar ayuda.

Bajaste una mañana para ver si podías ayudar a Denisse en algo, pero había salido. Los chicos estaban en la sala tomándose unos refrescos.
Llamaron a la puerta y tuviste un mal presentimiento. Quisite evitar que Nick abriera, pero ya era tarde. El hombre entró y cerró tras de sí: tu tío Vernon. Los chicos se miraron preocupados, estaban solos en la casa.

Vernon: ¡¿Dónde estás?! (Gritó con su voz ronca)
Kevin: Señor, aquí no hay nadie. Váyase.

Vernon agarró a Kevin por el cuello de la camisa y dijo en voz baja:

Vernon: No intentes engañarme, chico. Sé que está aquí.

No querías que le hiciera daño a los chicos, por suerte Franckie se había ido con sus padres. Te armaste de valor y saliste. Podías deshacerte de él perfectamente, nunca lo habías hecho por miedo a quedarte sola, sin nadie que te ayudara, pero no querías que los chicos te vieran actuar como realmente eras: peligrosa.

Tú: Aquí estoy. (Dijiste firmemente)
Vernon: Tú... Maldita demonio...
Kevin: ¿María qué estás haciendo?
Vernon: Mira lo que traje, querida... (Dijo sacando su rifle de caza de detrás)
Joe: ¡María, aléjate de él!
Vernon: (Ignorándolo completamente) Te diré lo que vamos a hacer... Tú vas a salir, te vas a subir a la camioneta y vas a regresar a la casa, ¿entendido? (Dijo suavemente)
Tú: Antes muerta. (Dijiste con odio)

Eras de hielo, pero tus ojos empezaban a llamear cuando sentías odio, como dos esmeraldas ardiendo. Los chicos se dieron cuenta y se sorprendieron. Tu voz, antes hermosa, destilaba veneno cuando te dirigías a Vernon y, aún así, seguía sonando de forma hipnotizante.

Vernon: No... Los que acabarán muertos serán otros, ¿comprendes? (Dijo con una horrorosa sonrisa)

Miraste a los chicos. Por nada del mundo dejarías que les hiciera daño. Asentiste lentamente con la cabeza y te dirigiste hacia él.

Tú: (A los chicos) No os preocupeis por mí. Quedaos aquí.

Ibas a salir por la puerta cuando:

Nick: ¡No!

Agarró a tu tío por el hombro y él se lo quitó de encima de un empujón.

Tú: ¡Nick, no!

Nick te miró. Era la primera vez que escuchaba su nombre desde tus labios y sintió unas ganas enormes de que lo repitieras.

Vernon: ¿Nick? Jajajaja (Estalló en carcajadas)

Habías cometido un error. Habías dado demasiada información.

Vernon: ¿Así que este es Nicholas Jonas? Jajaja ¿No me digas, María? Esperaba más de ti...

Tu tío sabía que siempre te había gustado Nick. Tus padres solían comentarlo en broma y, una vez lo hicieron delante de él.
Los chicos te miraban extrañados, sobretodo Nick, no querías que los chicos lo supieran así que:

Tú: Cállate. Si quieres que vaya contigo, cállate.
Vernon: Jajaja... Muy bien. Entonces, vámonos.

Miraste a los chicos de forma suplicante.

Tú: No os preocupeis, de verdad. Estará todo bien.
Kevin: Pero María...
Tú: Tranquilos.

Nick no sabía que hacer. No podía estar tranquilo sabiendo que ese hombre podía hacerte daño. "¡¡¡Ohhh!!! ¿Por qué te importa tanto, Nicholas? Al fin se ha ido, ¿no era eso lo que querías? ¿Pero por qué sabe ese tipo quién soy? Fue un impulso... No sé por qué, solo quería protegerla...", pensaba Nick. Fue un exraño impulso lo que lo llevó a defenderte.

Los chicos vieron alejarse la camioneta roja descascarillada de tu tío, contigo dentro. A los pocos minutos, llegaron Paul y Denisse.

Kevin: ¡Mamá, papá! ¡Al fin llegan!
Paul: ¿Qué ocurre, hijo?
Joe: Es María...
Denisse: ¿Qué le pasa? (Preocupada)
Kevin: ¡Se la han llevado! Un hombre entró en casa... ¡Iba armado!
Joe: ¡Y se la llevó!
Denisse: (Desesperada hacia Paul, casi llorando) ¡Debió ser él! ¡Seguro él se la llevó!
¡Tenemos que hacer algo!
Paul: Tranquila. Iremos a la policía ahora mismo.
Nick: (Llegando desde la sala, había oído todo) Mamá, ¿qué está pasando? ¡¿Quién se la llevó?!

Nick no quería reconocerlo, ni siquiera a sí mismo, pero estaba muy preocupado por ti. Los señores Jonas no tuvieron tiempo de explicarle a los chicos, los dejaron con Big Rob y se fueron a la comisaría.

Tú llegaste al rancho de tu tío. Él fue todo el camino diciéndote que te arrepentirías de haberte fugado y, temías lo peor.
Lo primero que hiciste fue preguntar por tu hermana, pero la vieja gorda de Margaret te alcanzó:

Margaret: ¡Ahí estás pequeño monstruo!

Se dirigía hacia ti con la correa. Debido a lo gorda que estaba, a penas podía moverse sin dificultad, y casi siempre estaba sentada. Intentaste alejarte de ella pero, tu tío te agarró, te puso de espaldas y ella comenzó a pegarte.
Escapaste de los brazos de tu tío después del segundo latigazo. Por suerte, esta vez no te había herido y, tú aguantabas muy bien el dolor.
Subiste arriba corriendo, buscando a tu hermana, que estaba en la que era vuestra habitación. Hacía tanto tiempo que no la veías, la abrazaste con todas tus fuerzas.

Lilly: ¡Hermana! (Ella siempre te llamaba así con su dulce vocecita y, hacía tanto que no la oías)
Tú: ¡Lilly!

Prácticamente te habías convertido en su madre después de aquello, darías tu vida por ella. Era lo único que te alegraba la vida. Si habías seguido luchando, había sido por ella nada más, para que no se quedara sola en el mundo.
La abrazabas fuerte, aspirando su olor, intentando grabártelo.

Ahí les dejo!!
¿Conseguirán rescatarte?
Se acerca un momento dulce... Volverá la felicidad a ti...
¿Pero durará?
Descúbrelo mañana en siguiente cap!!
Bsts ***

malditos viejos
sige escribiedno
que le hise a nick para que me odiara?

sigue por fa

Woo woo woo qee capiii siigueee xfaaa! qee belloo niiiiick *-* sabiia q no durariia muucho en darc cuuenta qe se preocupa x miii hahahahaa!

Cap. 6


Los señores Jonas consiguieron que la policía fuera a buscaros a tu hermana y a ti. Les dijeron que era mejor que ellos esperaran en la comisaría porque podrían entorpecer su trabajo.
La policía llegó al rancho y le comunicaron a tu tío la denuncia que había contra él y su madre. Aún no teníais pruebas, por lo que no pudieron llevárselo detenido, pero tú y tu hermana pasaríais a disposición del Estado en espera del juicio que se celebraría para quitar la custodia a tu tío.
Os llevaron a la comisaría y les presentaste a los señores Jonas a tu hermanita. Denisse te dijo que la llevaras a jugar al parque de enfrente mientras ellos solucionaban todo el papeleo.

Kevin, Joe y Nick no dejaban de molestar a Big Rob para que los llevara a la comisaría, ellos querían saber lo que estaba pasando y si estabas bien. Después de mucho insistir, Big los llevó. Se disculpó un millón de veces con Paul y Denisse por haberlo hecho, pero ellos les dijeron que ya todo estaba bien y que no importaba.

Joe: ¿Y dónde está ella?
Denisse: Está en el parque de enfrente. Id con ella mientras vuestro padre y yo terminamos aquí.
Kevin: De acuerdo.

Salieron y Nick cruzó la calle corriendo al verte. Fue el primero en llegar hasta ti.

Nick: ¡María! ¿Estás bien?

Te sorprendiste al verle. ¿Cómo podía sonar tan bien tu nombre con su voz? Te encantó escucharlo de sus labios pero, cuando ibas a contestar:

Lilly: ¡María, mira lo que hago!

Quería que vieras como se tiraba por la rampa de la casita que había en el parque.

Tú: ¡Muy bien, cielo!
Nick: (La miraba sorprendido) ¿Quién es?
Tú: (Suspiro) Mi hermana.
Nick: ¡No sabía que tuvieras una hermana! (Mirándote)
Tú: Sí... Tuve que dejarla un tiempo... Y es la decisión más difícil que tomé en mi vida.
Nick: Pero, ¿por...

Lilly: (Corriendo hacia ti) ¡Hermana, hermana! (Se quedó mirando a Nick muy curiosa. Ella era muy graciosa, porque era muy pequeña para todo lo que hacía y decía) ¿Quién eres? (Además tenía una voz muy graciosa)
Nick: (Bajó quedando a su altura) Hola. Soy Nick. (Tendiéndole la mano sonriente)
Lilly: (Te miró y luego, haciéndose la importante, levantó la barbilla y le dió la mano a Nick) Hola. Soy Lillyann.
Nick: Jajaja...
Lilly: (Ya Nick se había levantado, ella se agarró de tu mano) Hermana y... ¿Nick es tu novio?
Tú: (Mirándola fijamente O.O) No. No... no lo es...

Viste a Nick de reojo y se había sonrojado ligeramente.

Lilly: Vaya... Que pena.
Tú: ¿Por qué?
Lilly: ¡Porque es muy lindo!

De acuerdo, ahora sí Nick estaba oficialmente rojo. Te mordiste el labio inferior al ver lo lindo que se veía. Morderte el labio era una costumbre tuya, lo hacías mucho y a penas sin darte cuenta.

Joe: ¡Hey, chicos! María, ¿qué tal estás? ¿Te pasó algo?
Tú: Estoy bien, no te preocupes.

Kevin y Joe se quedaron viendo a tu hermana.

Kevin: ¿Y esto? (Dijo mirando cariñosamente a Lilly)
Nick: Es su hermana. (Dijo divertido)
Kevin/Joe: ¡¿Hermana?!
Tú: Sí. Tengo una hermana, ¿por qué tanta sorpresa? (Dijiste en un suspiro)
Kevin: Porque... No lo sabíamos, jeje...
Lilly: Hermana, ¿ellos son amigos tuyos?

No sabías que responder. La verdad es que no tenías ningún amigo desde hacía mucho tiempo.

Joe: (Se adelantó a ti) ¡Sí! Claro que somos sus amigos. (Mirándote)
Tú: (Miraste al suelo) Claro... Ellos... son mis... amigos.

Lilly les sonrió a los tres y te miró muy feliz. Le tocaste el pelo mordiendo tu labio de nuevo. Nick se dio cuenta de ese detalle, no podía dejar de mirar tus labios.

Denisse y Paul llegaron.

Denisse: María, ven un momento, por favor.
Tú: (Te retiraste con ellos, temiendo lo peor, mientras Lilly hablaba con los chicos) ¿Qué han dicho?
Paul: El único problema es que sois menores...
Denisse: Se supone que tendríais que ir a un orfanato en espera del juicio.
Tú: ¡No! (Gritaste desesperada)

Los chicos te miraron preocupados, pero no se acercaron.
No querías que os llevaran a un orfanato. Esos sitios eran horribles. Tú siempre habías ido por tu cuenta: te gustaba salir cuando querías y hacer lo que quisieras. No podrías estar encerrada en un lugar donde te obligarían a hacer cosas que no querías hacer. Ya lo habías pasado bastante mal en lo de tu tío. Y lo más importante, no podías permitir que tu hermana viviera en sitio así.

Tú: Si nos envían a un orfanato, puede que no vayamos al mismo. (Dijiste mirando a tu hermana que jugaba con Joe) Aún tengo esperanzas de que mis padres están vivos. ¿Y si la adoptan? Cuando llegas a un orfanato te ponen inmediatamente en adopción, y a las chicas de mi edad nunca las adopta nadie. ¿Qué voy a hacer si se la llevan? (Suplicaste mirándolos)
Paul: Creo que puedo arreglarlo con el juez que lleva tu caso para que os quedeis en casa hasta que se celebre el juicio.
Tú: ¿Y después? Si le quitan la custodia a mi tío, también pasaremos a disposición del Estado. Pasarán años hasta que tenga la edad suficiente para hacerme cargo de ella y, para entonces, alguien ya podría haberla adoptado.

Te tocabas la frente frustrada. Tenías ganas de agarrar a tu hermana y correr. Escapar y esconderla muy lejos, donde nadie os separara jamás.

Tú: Soy todo lo que tiene en el mundo... (Susurraste) Y ella todo lo que tengo yo...

Denisse: Pediré tu custodia.
Tú/Paul: ¡¿Qué?!
Denisse: Nosotros os adoptaremos. A las dos. Total... ¿Cuánto serán? ¿Seis años? ¿Siete? Podemos hacernos cargo de ti.
Paul: Denisse, esa es una decisión precipitada...
Tú: Y es una locura. No puedo permitir que hagas eso. Ya has hecho suficiente por mí.
Denisse: ¿Y qué prefieres entonces? ¿Qué tú te quedes en un orfanato de aquí y a tu hermana la lleven a otro Estado? Tú misma lo has dicho: solo os tenéis la una a la otra. Yo no puedo permitir que os separen.
Paul: En realidad, podríamos hacerlo. Hay sitio en casa y, si encuentran a tus padres, podrás quedarte con nosotros hasta que ellos vengan o, hasta que seas mayor de edad, lo que pase antes.
Tú: Pero... no sé...
Denisse: No tienes otra opción si no quieres que os separen.

Lo pensaste. En realidad, solo serían unos años, hasta que encontraran a tus padres o fueras adulta legalmente. Mirabas a tu hermana.

Tú: (Suspiro) De acuerdo.
Denisse: ¡Bien! Paul, vamos a hablar con el juez. Esperad aquí.

Ellos volvieron a entrar en la comisaría y tú te quedaste hablando con los chicos. Tu hermana no había contado nada de lo de tu tío a petición tuya, así que seguían sin saberlo.
El juez permitió que os quedárais con los Jonas hasta que se celebrara el juicio donde ellos y tu tío pelearían por vuestra custodia.

Denisse en la cocina preparando la cena:

Nick: Mamá, ¿podemos hablar?
Denisse: Claro, hijo.
Nick: ¿Quién era el hombre que se llevó a María?
Denisse: (Se le cayó la cuchara que tenía en la mano) No lo sabemos, cariño. Algún secuestrador que vio que estaba aquí.
Nick: ¡Vamos, mamá! ¡Sé que la conocía! Incluso sabía quién era yo.
Denisse: Eso es normal, hijo. Todo el mundo os conoce.
Nick: Sí. Pero ¿y ella? ¿Por qué...
Denisse: (Interrumpiéndolo) ¡Nick, no hagas más preguntas! Ya te contaré, ¿de acuerdo?
Nick: (Se quedó callado unos segundos) Bien. (Dijo fríamente)

Después de cenar, estábais todos en la sala. Tú solo te habías quedado porque Lilly quería seguir jugando con Franckie, que nunca te hablaba.
Nick seguía con su actitud fría de siempre.

Kevin: Pues me alegro de que no te pasara nada.
Joe: Sí, María, nos asustamos mucho. ¿Verdad, Nick? (Nick en la nada) ¿Nick?
Nick: ¿Ah? Sí, sí... Lo que digas.
Tú: (Suspiraste) Lilly, es hora de dormir.
Lilly: Pero hermana...
Tú: Pero hermana, ¿qué? A la cama. Vamos, vamos... (Decías dándole pellizquitos en la panza mientras ella reía)

Nick se levantó rápidamente para irse a dormir y casi choca contigo.

Nick: Perdón.
Tú: No importa...
Nick: Oye... Aaamm... Me... alegro de que... no te pasara nada. (Dijo incómodo, tocándose la nuca)
Tú: ... Gracias.

De repente, todos te miraban asombrados. Te llevaste una mano a tu mejilla y notaste la piel tirante. Estabas sonriendo. Era una sonrisa pequeña, pero preciosa. Al darte cuenta, tu sonrisa se desvaneció, dejando paso a un ceño fruncido.
Los Jonas se dieron cuenta de que nunca sonreías. Denisse ya lo había notado pero, los demás, al ver que ni siquiera cuando hablabas con tu hermana o jugabas con ella sonreías, lo notaron. Todo se te había juntado: la preocupación de aquella familia por ti, que era algo que no sentías desde hacía mucho tiempo, y Nick... Él se alegraba por ti.
Nick quedó totalmente embobado por tu sonrisa. Si antes le parecías bonita, ahora había quedado maravillado. No podías creer que tu primera sonrisa en años la hubiera provocado él. Nick. Él te hizo sonreír de nuevo.

Bueno, ahí les dejo!!
¿Los Jonas van a adoptarte? O.O
Volviste a sonreír... Y gracias a Nick...
Mmm... ¿Te durará la felicidad?

Vamos a verlo!!
Os pondré un cap más!
Esto está bien laaargooo!!

Dejen muchos comentarios en agradecimiento! XD


Los días pasaron. Los Jonas adoraban a Lilly y tú, te la pasabas en el jardín jugando con Elvis a pesar de los días nublados que hacía.
Cada vez que veías a Nick jugando con Lilly te quedabas embobada. Él era muy seco contigo, pero no podías negar que con los demás era un ángel. Trataba tan bien a su madre, a tu hermana... Creíste empezar a sentir algo por él. Creías que tu corazón estaba congelado, pero sentías como se derretía un poco con cada cosa que él hacía o cada vez que lo sorprendías mirándote. Pero intentabas negártelo. No podías permitirte algo así. Además, ¿qué posibilidades tenías? Él era un ángel y tú... Bueno, tú eras la hija secreta de Lucifer. Era todo lo contrario a ti y, aparentemente te odiaba. ¿Qué podías hacer ante eso?

Uno de esos días, Nick salío al jardín trasero para buscar a Elvis y te vio. Acariciabas a Elvis de rodillas en el suelo y estabas preciosa con uno de los vestido que te había comprado Denisse, de color granate.
Le hacías cosas al perro y éste intentaba lamerte la mano. Sentiste que no estabas sola, así que volteaste a ver y viste a Nick.

Nick: Aaamm... Venía a ver... a Elvis pero...
Tú: ¡Oh! Está bien... Yo ya me iba.

Aquella misma tarde, en la sala, mientras Franckie enseñaba a Lilly a jugar a un video juego, tú y los Jonas estabais sentados en los sofás. Habían estado hablando de música y tú no habías abierto la boca.

Kevin: Oye, María...
Tú: ¿Sí? (Dejando de mirar a Lilly)
Kevin: ¿A ti qué tipo de música te gusta?

Lilly te miró rápidamente. Ella sabía todo de ti, así que la miraste bien para que se tranquilizara.

Tú: En realidad... No escucho música.
Joe: ¿Qué no escuchas música? (Dijo extrañado)
Tú: No... No me gusta escucharla.

Todos te miraron extrañados. ¿A quién no le gustaba la música? Nick, que hasta entonces había estado pensando que estabas allí para conseguir fama a costa de ellos, al oír que no te gustaba la música, pensó que, entonces, ¿por qué te habías metido en una casa llena de músicos?

Nick: ¿Qué haces aquí, entonces? (Todos lo miraron sorprendidos)
Tú: ¿A qué te refieres?
Nick: ¿Por qué no elegiste a una familia de actores u otros famosos? (Siempre usaba hacia ti el mismo tono frío)
Tú: ¿Por qué no elegí? ¿Crees que yo elegí vivir aquí? (Dijiste con el ceño fruncido)
Nick: Sé que sí. (Levantándose)
Tú: Si supieras tan sólo la mitad, no dirías esas cosas. (Te levantaste también)
Nick: Sí. Pero no sé ni la mitad ni nada. ¡No sabemos nada de ti! Hasta donde yo sé, podrías ser una asesina psicópata que planea matarnos.
Tú: ¿Pero tú qué es lo que piensas, eh? (Te estabas enfadando, los dos discutíais de pie)
Nick: ¿Quieres saber qué pienso? Que eres una aprovechada que se ha colado en nuestra casa para conseguir fama a nuestra costa. Te has ganado a mis padres con tus buenas palabras y tu educación, pero a mí no me engañas. Podrías estar haciendo fotos y recopilando información para después dar la exclusiva en alguna revista: "La chica que vivió con los Jonas Brothers". (Haciendo con las manos como que lo leía en el aire) No deberías estar aquí.
Tú: Yo no elegí estar aquí. Solo me quedo aquí por mi hermana.
Nick: ¿Por tu hermana? ¡Já! Si quieres podemos quedarnos con ella, pero, por favor,
¡¡¡desaparece!!!
Denisse: ¡Nicholas!

No podías entenderlo. Te miraba con tanto odio y tú nunca le habías hecho nada malo. Él te odiaba. Pero te odiaba por hacerlo sentir así. No podía dejar de pensar en ti, cada noche soñaba con la primera vez que te vio, dormida en su cama. Te odiaba por no poder definir que era lo que le hacías sentir, te odiaba porque le hacías quedarse embobado mirándote, admirando lo insoportablemente hermosa que eras. Él creía que alejándote lo solucionaría. Habías aterrizado en su vida de improvisto y él ni siquiera sabía por qué, y eso le frustraba. Creía que si no te veía más, si salías de su vida tal y como habías llegado, todo acabaría.

Al ver su odio, al saber las ganas que tenía de que desaparecieras, una antigua herida comenzó a abrirse de nuevo. Nunca te había querido nadie aparte de tus padres y tus hermanos, nunca habías sentido el amor de otra persona hacia ti. Al contrario, todos te habían odiado sin motivo, tal y como estaba haciendo Nick ahora.
No dijiste una palabra más y subiste a la habitación. Cuando te ponías mal no llorabas, lo guardabas todo dentro, pero eso no te impedía sentir el dolor.
Habías estado alejada de la gente todo este tiempo, sin sentir nada, protegida en tu pequeña caja de cristal. Pero ahora, habías vuelto a contactar con el resto del mundo, te habías metido de lleno en una familia que no era la tuya, que había roto esa caja. Habías empezado a sentir alegría cuando Denisse te trataba bien, o cuando Joe intentaba hacerte reír. Sentías que les importabas. Pero si sientes, sientes todo. Y lo mismo que habías abierto la puerta a la alegría, también venía el dolor.
Hacía mucho tiempo que no sentías dolor y, te pilló totalmente desprevenida. ¿Cómo podía Nick tener ese efecto sobere ti? Bueno, si el había conseguido que volvieras a sonreír, ¿no sería capaz también de hacerte sufrir?
Era como un agujero en el pecho. Cuando algo te dolía, como lo guardabas dentro, todo se quedaba en tu pecho, en tu corazón. Tu madre lo sabía, ella solía ayudarte cuando te pasaba pero, ella no estaba ahora.
Te costaba respirar, te agarrabas con fuerza el pecho, rodeándote con tus brazos porque sentías como si te fueras a partir por la mitad. No te dio tiempo a llegar a la cama y te sentaste en el suelo apoyada en la puerta de la habitación, totalmente acurrucada, intentando calmar los espamos que recorrían tu cuerpo. Intentabas callar los gemidos de dolor que salían desde el fondo de tu garganta, pero dolía. Dolía mucho.
Tuviste que tumbarte de costado en el suelo para que parara el dolor. Estuviste un rato así, rogando para que nadie subiera a verte y te encontrara en ese estado.
Cuando por fin conseguiste calmar tu respiración, te levantaste lentamente y te sentaste al borde de la cama, aún con apretando tu pecho con los puños cerrados. Cerraste los ojos fuertemente al darte cuenta de lo que había pasado: se había abierto. Tu corazón, aún medio congelado, había abierto paso a la felicidad y al dolor y, con tu suerte, lo más probable es que solo tuvieras de lo último. ¿Qué ibas a hacer ahora? Ahora las cosas podrían afectarte. Delante de los demás podrías hacer como que nada te importaba pero, de noche, cuando todo estuviera en silencio y estuvieras sola en la oscuridad, todo se te caería encima. Como te pasaba antes.
Cuando dejas de lado los remordimientos, eres capaz de hacer cualquier cosa y a hacer delante de los demás como que nada te afecta, pero, si no sabes controlarlo, después todo cae sobre ti. Cuando aprendes a sobrellevarlo, eres inmune. Nada te afecta. Serías capaz de matar a una persona sin el más mínimo remordimiento. Puedes apagar la conciencia.
Pero ahora ellos, con su bondad y su preocupación la habían vuelto a encender. Ahora tendrías que soportar tu sola el dolor que te causaran las cosas, los ataques que te daban, hasta que lo controlaras de nuevo. Y era algo difícil. Muy difícil.


Bueno, ahora sí, ya está!
No duró la felicidad, peroo...
Si siguen leyendo verán como solo es el principio!!

Les pido un favor: Hablen de mi nove por ahí!!
Es que hay muy pocas lectoras
A ver si pueden conseguir algunas más, que yo ya no se que hacer!
Mañana tendrás a alguien muuuuyyy cerca... ¿Quién será?
Descúbrelo en el siguiente cap!!
Bsts ***

me encanto
con que por eso me odia
me odia por que me ama que lindo y malo a la vez
sige escribiendo

ahii noo me encaantaaaa*-*
aunqe lo tiierno de niick no duro muucho pero fuue muy buuena la peleeaa xD
mee guustaaa siigueeeee xfaaaa ^^
esperoo el capiii de mañana! ojala seaa lindoo*-*

aaaaaaaaw amo tu nove siguela

wow, pero Nick q se cree¿? como me trata asi por q le hago sentir cosas q ni yo puedo explicar¿? eh¿? esta tan interesante.. espero q Denisse lo regañe para q aprenda!! jaja sigue

Ok! Ya sí! Llegó el cap de hoy!
Me ocupó cinco páginas del Word!!

Cap. 7

Al día siguiente, ayudabas a Denisse con el desayuno, todos estaban a la mesa, cuando llegó Lilly.

Lilly: Hermana... (Con voz llorosa. Inmediatamente la miraste) He tenido...(Snif)... un sueño malo... (Empezó a llorar)

Te partía el alma cada vez que ella lloraba, era como si su dolor fuera el tuyo propio y, después del episodio de ayer, sentiste una puñalada en el pecho al ver sus lágrimas.

Tú: Tranquila... Ven, mi amor. (Levantándola, la pusiste sobre la encimera de la cocina) Tranquila... Shhh... Oye, mírame. (Tenías tus manos a ambos lados de su carita mojada y estabas entre sus piernas) No pasa nada, me oyes. Tú sabes que los sueños malos nunca se cumplen.

Te abrazó, mientras tu cerrabas tus ojos fuertemente rodeándola con tus brazos, respirabas agitada. Denisse se dio cuenta de tu expresión torturada y supo cuánto querías a Lilly.
Acariciabas su rostro.

Tú: Nena, ahora te vas a comer unas tortitas riquísimas que preparó Denisse. No pasa nada,
¿ves? (Le sonreíste)

Te diste cuenta de que sonreír te costaba menos que antes, casi te salía solo.

Lilly: Vale. (Dijo con su voz graciosa, aún con un puchero)
Tú: Muy bien. Dale un beso a tu hermana.

Le pusiste la mejilla y ella te dio un pequeño besito. No eras muy cariñosa, no te salía eso de estar dando abrazos y besos a todas horas, pero para calmar a tu hermana hacías cualquier cosa.
Todos se sorprendieron al ver ese lado dulce que tenías. A Nick le latía el corazón apresuradamente al ver lo hermosa que te veías. Frunció el ceño cuando se encontró deseando ser él el que te diera un beso. Sacudió la cabeza tratando de descifrar el significado de aquel deseo.

Lilly: (Sentada a la mesa, le dabas el desayuno) Pero, hermana... (La miraste) Es que estaba él. (Susurró) Y te hacía daño.

Otra lágrima resbaló por su mejilla. Sabías de quién estaba hablando.
Todos miraban confundidos menos Denisse, a la que se le aguaron los ojos. Ella se imaginaba lo mal que tuvisteis que pasarlo en la casa de tu tío.

Tú: Nena... (Suspiraste) Él solo está en tus sueños. Ya solo está dentro de tu cabeza. Y ahí no puede hacerte daño.
Lilly: Pero era a ti a la que...
Tú: Cariño, (Interrumpiste) ponte a desayunar, ¿sí?

La miraste fijamente. Ella era muy inteligente. Sabía que los chicos no sabían lo de tu tío, así que no iba a decir nada.

Kevin: ¿De quién está hablando, María?
Tú: (Lo miraste) De nadie. Es que en sus pesadillas siempre hay un monstruo que la asusta. Pero es solo una pesadilla, ¿verdad? (Dijiste tiernamente mirando a Lilly)
Lilly: Sí...

Los chicos se quedaron extrañados, pero lo dejaron pasar.

Pasaron unos días. Habías tenido que soportar algún que otro encontronazo con Nick y, te daba la impresión de que cada vez dolía más. Intentabas olvidarte de él, de lo que sentías, pero era imposible. Y cada vez que te hacía saber lo mucho que te odiaba, te partía el alma.
Nunca dejabas a Lilly verte en ese estado. Procurabas esconderte cuando te daba algún ataque porque sabías que se asustaría mucho si te viera así, retorciéndote de dolor.

Un día, Joe llegó de mal humor a la casa. Estaba muy enojado y no quería hablar con nadie. Te dio la impresión de que lo necesitaba, así que subiste a su habitación y tocaste la puerta.

Joe: ¿Qué no entienden que no quiero ver a nadie?
Tú: (Abriendo la puerta) Disculpa... No quería molestarte.
Joe: (Sorprendido) ¡Oh! María, ¿qué haces aquí?
Tú: Venía a hablar contigo... ¿Puedo pasar?
Joe: Claro... Siéntate.

Te sentaste al borde de su cama, donde él había estado tumbado, ahora se había incorporado para sentarse a tu lado y te miró como esperando una respuesta por tu parte.

Tú: (Respiraste hondo) ¿Qué te ha pasado?
Joe: ¿Cómo dices?
Tú: Me da la impresión de que necesitas hablar con alguien. Pero, a veces, se necesita a alguien que vea el problema desde fuera, alguien objetivo que no vaya a ponerse de parte tuya a toda costa.
Joe: ¿Quieres decir alguien que no sea de mi familia, no?
Tú: Exacto. Puede que te desahogues si hablas con alguien... Y quizá yo pueda ayudarte. Sé que no nos conocemos mucho, pero...Te puedo escuchar.
Joe: (Se quedó pensando unos segundos) Gracias. Pero, en este momento no tengo ganas de hablar. (Te dedicó una pequeña sonrisa)
Tú: De acuerdo. (Dijiste levantándote, no eras una pesada) Pero ten en cuenta que estoy aquí para cuando lo necesites.
Joe: (Ya ibas a salir) Oye, espera...
Tú: ¿Sí?
Joe: (Suspiró) Se trata de mi exnovia...

Volviste a sentarte a su lado.

Tú: ¿Cuál es el problema?
Joe: Verás... Es complicado.
Tú: Las cosas no son complicadas. Son las personas las que hacen que lo sean.
Joe: Bueno... Ella es... es... No la entiendo.
Tú: No me parece tan complicado. (Dijiste encogiendo los hombros) ¿Quién entiende a las mujeres? ¿Cómo se llama ella?
Joe: Camille.
Tú: ¡Oh! Entonces, lo siento pero no puedo ayudarte.
Joe: ¿Por qué?
Tú: Tsss... No me cae para nada bien esa chica.
Joe: Jaja, ¿por qué?
Tú: No sé... Me parece muy... Engreída. ¿Qué es lo que te ha hecho?
Joe: Pues... Primero, me dejó. Porque decía que yo era un inmaduro y niño. Y ahora, derrepente, quiere que volvamos.
Tú: Mmmm... ¿Sabes qué creo? Si te soy sincera, ella solo quiere sacar provecho de ti. Te dejó porque se cansó de ti, porque no te quería realmente, y ahora que habeis alcanzado fama mundial con vuestra música, quiere volver contigo. ¿Está bastante claro, no crees?
Joe: Claro... Ella solo quiere ganar fama a mi costa... (Dijo asintiendo con la cabeza)
Tú: Creo que no deberías dejar que nadie se aprovechara de ti.
Joe: ¡Tienes razón! ¡Voy a llamarla ahora mismo! (Dijo levantándose) ¡Le diré que se olvide de mí!

Tal y como él se estaba olvidando de ti en ese momento, porque se disponía a salir por la puerta dejándote allí.

Joe: ¡Oh! (Parando en seco) Gracias por ayudarme (Dijo mirándote). Tenías razón, necesitaba a alguien que lo viera desde fuera.
Tú: No te preocupes.
Joe: (Se quedó mirándote fijamente) Gracias... Gracias, de verdad. Me gusta hablar contigo. (Dijo doblando la cabeza) Sabes escuchar.
Tú: (Le diste una pequeña sonrisa) No hace falta que me des las gracias. Recuerda que estoy aquí siempre que necesites hablar. Yo te escucharé.
Joe: Bien... (Sonriendo) Gracias, de todas formas.

Te fuiste y lo dejaste para que hablara con Camille. Bajaste a hablar con Denisse.
Tú siempre habías necesitado estar sola a veces. Podías aguantar una semana metida en la casa pero, necesitabas salir sola a tomar aire. Un día entero para ti. Tus padres siempre te dejaban ir por donde quisieras, siempre que los avisaras antes. Te dejaban estar todo el día fuera.
Pero ahora, tenías que pedirle permiso a Denisse. Le explicaste lo que te pasaba.

Denisse: No creo que sea buena idea. :-/
Tú: Pero, ¿por qué? :-(
Denisse: María, con lo que está pasando con tu tío, no deberías salir sola. Él ya sabe que estás aquí, ¿y si te encuentra por la calle y estás sola?
Tú: Nunca me ve nadie cuando salgo.

Eso era cierto. No solías ir por las calles más concurridas. Podría parecer peligroso que solo fueras por callejones solitarios, pero era lo mejor porque, si te escondías bien, ningún atracador podía encontrarte. Era el intercambio de papeles que habías hecho: no podías ser cazada si tú eras la cazadora. Es más, en unas pocas ocasiones, te habías visto acorralada por algunos atracadores. Te veían sola, una chica joven, y pensaban: "Blanco perfecto". Pero era muy grande su sorpresa cuando se daban cuenta de que no podían contigo. Tú eras muy buena peleando. No te gustaba pegar, pero si era en defensa propia... Incluso te divertía. Eras muy rápida y, aunque no lo pareciera con tu delgado cuerpo, eras bastante fuerte. Te gustaba correr de un lado a otro y despistarlos, para luego caerles de sorpresa desde arriba. Sus caras de susto eran de lo más divertidas. Controlarlos así te hacía sentir poderosa, como si nada pudiera afectarte.
Cuando te enfadabas porque te asaltaban, salía a flote tu vena malvada y te divertías "defendiéndote" de ellos. Era algo que no podías evitar. Habías dejado inconsciente a más de uno. Pero era solo para poder huir, así que era en el buen sentido... ¿O no?

Conseguiste convencer a Denisse para que te dejara salir, así que el día siguiente sería todo tuyo.

Denisse: ¿Y comerás fuera?
Tú: Creo... que sí...
Denisse: Entonces te daré dinero para que puedas comer en algún sitio.
Tú: ¡Oh, no! Cogeré dinero de mi cuenta.

Tus padres habían dejado una cuenta a tu nombre para los gastos tuyos y de tu hermana. Te habían puesto como titular de la cuenta, por lo que, aunque eras menor, podías sacar dinero. Pero como ese dinero se había quedado en el banco mucho tiempo y nadie lo había tocado, había generado muchos intereses y la suma guardada había crecido considerablemente. Es decir, que en ese momento no sabías con cuánto dinero contabas, pero sabías que era mucho.

Denisse: Ya te he dicho que guardes ese dinero para tu universidad. Yo te lo daré. Será solo una comida, ¿qué más da?
Tú: No, Denisse. Tú ya has gastado bastante. Me has comprado ropa a mí, le has comprado un montón de ropa a Lilly,... Por favor, déjalo ya.
Denisse: Oye, nunca tuve hijas, ¿de acuerdo? Me divierte comprar ropa de chica y, cuando veo un vestido en un escaparate no puedo evitar pensar si te quedaría bien a ti o Lilly. (Dijo con una sonrisa) Sois como las hijas que nunca tuve, jaja...
Tú: (Suspiro)
Denisse: Sí... Os quiero como a mis propias hijas.

Te quedaste impactada con lo que dijo.
Nunca nadie te había tratado bien, solo lo habían hecho si querían algo a cambio y, derrepente, llega esta mujer y, sin conocerte de nada, te ayuda sin esperar nada a cambio y encima, estaba dispuesta a adoptaros a ti y a tu hermana para que no os separaran.
Seguías con los ojos muy abiertos.

Denisse: ¿Te ha molestado lo que he dicho? (Dijo preocupada)
Tú: ¿Molestarme? (La miraste directo a los ojos) Es lo mejor que me han dicho en mucho tiempo... Gracias.
Denisse: Je, ¿por qué, cariño?
Tú: Por todo lo que has hecho... Por todo lo que haces... Gracias. De verdad.
Denisse: (Sonrió) No te preocupes.

La abrazaste. Fue un impulso. Un impulso extraño viniendo de ti porque no eras muy dada a esas cosas, pero lo hiciste. Ella te correspondió completamente.
Después de aquello, te sonrió y no comentó nada al respecto porque sabía que te sentirías incómoda.
La convenciste de que no te diera dinero y al día siguiente saldrías tú sola. Te había prometido cuidar de Lilly en tu ausencia.

Saliste después de desayunar bastante temprano, querías irte antes de que Lilly despertara o querría ir contigo.
Paul había salido a ver unos papeles de la discográfica de los chicos y Denisse había ido a comprar leche, pues se había dado cuenta de que no quedaba.
Solo Nick estaba despierto cuando saliste.
Ibas tan tranquila caminado por la calle, notando que nunca habías salido por el pueblo a pesar de llevar meses en E.E.U.U. No quisiste pensar en por qué no habías podido salir.
Estabas pensando dónde podrías ir cuando llegaste al final de la calle. Al doblar la esquina, te quedaste paralizada al ver una camioneta roja desvaída. Pero más petrificada aún te quedaste cuando de ella se bajó tu tío Vernon.
No podía pararse enfrente de la casa Jonas a esperar a que salieras y, había sido listo esperando en la calle de al lado. Sabía que tarde o temprano saldrías.

Miraste hacia atrás, estabas a unas siete casas de la de los Jonas. Corriste. Corriste lo más rápido que te daban las piernas y él te siguió. Suerte que eras rápida. Llegaste a la casa y a él aún le quedaban cuatro casas más para llegar.

Tú: (Aporreando la puerta) ¡Abrid! ¡Abrid!
Nick: (Abriendo) ¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas? Vas a despertar a todo el mundo... (No estabas para sus malos modos)
Tú: (Jadeando) ¡Me persigue! ¡Por favor, ayúdame!
Nick: ¿Qué?
Vernon: ¡¡¡María!!!

Miraste hacia atrás. Nick miró por encima de ti y, en cuanto lo vio, te agarró del brazo rápidamente y tiró de ti. Cerró la puerta de golpe y quedaste apoyada contra ella, con cada brazo de Nick a ambos lados de tu cintura, apoyado en la puerta.
Te paraste un segundo a analizar la situación: él estaba tan cerca de ti. Sentías su calor, su respiración, su olor,... "¿Cómo es posible que huela tan bien?", pensaste. Podías observar con claridad cada detalle de sus ojos, sus largas pestañas,... "No puede ser más lindo...", pensabas medio derretida.
Él te miraba a los ojos fijamente.

Nick: ¿Estás bien? (Su dulce aliento rozo tu cara)

Asentiste con la cabeza sin apartar tus ojos de los suyos. Aún respirabas agitada, pero no por la carrera, sino por la cercanía de él.
Una de sus manos dejó la puerta para posarse en tu cintura y casi te desmayas.
Abrió la boca para hablar pero, empezaron a golpear la puerta violentamente.

Vernon: ¡María! ¡Sal de ahí!

Nick volvió a tirar de tu brazo para alejarte de la puerta, fue entonces cuando te diste cuenta y agradeciste inmensamente llevar una rebeca puesta, sino no querías imaginar la reacción de Nick si te hubiera tocado... No. Seguramente, no te habría tocado.
Notaste que interponía su cuerpo entre la puerta y tú. ¿Acaso te estaba protegiendo?
Tu tío seguía aporreando la puerta, no podías pensar con claridad debido a que la actitud de Nick te confundía.

"Dios mío... Se veía tan linda... Y tan cerca... ¡NO! ¿Nick en qué estás pensando?", decía para sus adentros Nick. "¿Quién es ese tipo? Es el de la otra vez... No puedo permitir que le haga daño..."

Joe/Kevin: (Bajando las escaleras) ¡¿Qué ocurre?!
Nick: (Te miró) ¡¿Qué hacías en la calle sola?!
Kevin: Chicos, ¿qué...
Nick: Es el tipo de la otra vez. (Interrumpió)
Joe: ¿El del rifle?
Nick: Sí.
Kevin: ¡Oh, dios! ¿Qué hacemos? (Dijo alarmado)

Veías como discutían mientras aún sonaban los golpes en la puerta y tu tío gritaba desde fuera que salieras. Había demasiado ruido. Mirabas una y otra vez a los chicos, después a la puerta y después hacia la escalera pensando en Lilly. No podías permitir que se la llevara. No te separarías de ella otra vez.
Joe paró la discusión al ver tu cara de preocupación mirando hacia la escalera.

Joe: María, (Lo miraste inmediatamente) no va a pasar nada. (Se acercó a ti)
Tú: Mi hermana... (Susurraste)
Joe: Tranquila. Estará bien. No permitiremos que os pase nada malo.

Volviste a mirar a la escalera y después, miraste a la puerta al notar que los golpes habían cesado.

X: ¡Oiga, aléjese de la puerta! (Se oía desde fuera)
Kevin: ¡Es papá!

Se apresuró a abrir la puerta y entraron Paul y Denisse.

Denisse: Paul, ¿quién era ese hombre? (Entrando)
Paul: No sé... No lo vi bien. Seguro era algún periodista detrás de los chicos.

Denisse se detuvo en seco al verte allí.

Denisse: ¿Qué haces aquí? ¿No ibas a salir? (Te dijo cariñosamente)

Tú miraste al suelo.

Joe: Era el hombre de la otra vez.
Denisse: (Mirando a Joe alarmada) ¡¿Qué?! (Corrió hacia ti) ¿Estás bien?

Asentiste lentamente...

Nick: ¡No, no está bien! ¡Nada está bien! ¿Quién demonios era ese tipo? (Dijo alterado)
Denisse: Nick, te dije que no hicieras preguntas...
Nick: ¿Qué no haga preguntas? (Seguía gritando) ¡Ese tipo nos apuntó con un arma! ¡Ya van dos veces que intenta atacarnos y ¿me dices que no haga preguntas?!
Paul: Hijo...
Nick: ¡No! ¡Quiero respuestas! (Dijo mirándote) ¿Quién es él? ¿Qué quiere de ti?
Denisse: Nick...

Todos empezaron a hablar a la vez. Los chicos hacían preguntas, Denisse las evadía... El ruido no te dejaba pensar.

Tú: ¡Es mi tío! (Soltaste derrepente)

Todos callaron derrepente y te miraron.

Wooo!! Nick te estaba protegiendo...
Mmmm... ¿Será que al fin se da cuenta?
Pasarán muchas cosas antes de que podáis estar juntos...
Hoy fue el comienzo de una gran amistad con Joe...
¿Cómo seguira eso?
Lo veremos en el siguiente cap!!
Bsts ***

ahhhhhh me encanto
pon otro cap
me encanta esta nove

Ahahaha me encaantooooooo! ya es hora de qe los chiicos sepan la verdad, niiick estaa confundiido ahhaa siigueee ^^

Nueva Lectoraaaaaaaaaaaaa siguelaaaaaaaa

o.O Siguela amo tu nove...

Hola!!
Bienvenida Amy d' Jonas!!
Aquí está el cap de hoy

Cap. 8

Nick: ¿Tu tío?
Tú: Sí...
Kevin: Pero no puede ser...
Denisse: María...
Tú: No. Tienen razón. Querían saber quién es, pues ya lo saben.
Nick: ¿Y por qué sigues aquí? (Lo miraste realmente dolida) Si él es de tu familia, deberías estar con él. Vete y que ese tipo no nos moleste más.
Joe: ¿Por qué aprovechas cada mínima ocasión para echarla? ¿Qué te pasa? (Dijo enojado)
Denisse: Nick, ese señor intentó atacaros... ¿Cómo puedes siquiera considerar la idea de que María se vaya con él? (Preguntó incrédula)
Nick: Solo intento proteger a mi familia. Es a ella a quien quiere, ¿no? Pues que se vaya y así no volverá a apuntar a mis hermanos con un arma. (Dijo con frialdad)
Tú: ¿Cómo puedes decir eso? (Susurraste llena de dolor)

Al notar el cambio en tu voz, Nick te miró inmediatamente. Habías ocultado hasta ahora el dolor que te causaban sus palabras, pero no pudiste con eso. Él estaba dispuesto a entregarte a tu tío, aún a riesgo de que te hiciera daño.
Te miraba confuso. "¿Qué le pasa? ¿Qué se ve en sus ojos? ¿Dolor?", pensaba.

Lilly: Hermana...

Todos se quedaron en silencio. Franckie y Lilly se habían despertado por el ruido y estaban a mitad de la escalera.
No querías que Lilly se asustara de nuevo. Todos estaban paralizados, mirándola en silencio. Nadie sabía que decir.

Tú: ¡Hola, mi amor! (Dijiste con tu tono más alegre) ¡Qué bien que despertaste! ¿Quieres desayunar?

Nick te miró incrédulo. "¿Cómo puede ser tan buena actriz?", pensó. Todos notaron el cambio en tu voz y te miraban igual de impresionados. Se dieron cuenta de que cada acción en tu vida, iba dedicada a conseguir la felicidad de Lilly, aún si eso significaba que tú no fueras feliz.
Le preparaste el desayuno a Lilly y nadie comentó nada más acerca de aquella mañana.

Los chicos no entendían por qué no podías estar con tu tío y Nick, él se la pasaba en el estudio para no verte.
No entendía por qué nadie le explicaba nada. Eras un misterio para él pero, cuanto más indescifrable te hacías, más le gustabas. No quería admitirlo, pero le volvía loco ese aire de oscuridad y elegancia que tenías. Eras tan misteriosa... Él sólo quería descubrir quién eras en realidad.
Pero tú sabías que eso era imposible. Estabas en su misma situación, cayéndo cada vez más en la ternura de sus ojos, la dulzura de su voz... Era tan lindo. Pero si él conocía quién eras en realidad, cómo eras de verdad, se espantaría. Érais de mundos distintos. Y no solo porque él fuera del mundo del espectáculo y tú no, sino porque, él era todo luz, calor, bondad... Y tú eras oscuridad, frío, maldad... No querías ni imaginar su rechazo, cuando lo tocaras, cuando quisieras estar a su lado. ¿Cómo podrías estar con él en invierno, si poniéndote a su lado solo conseguirías congelarlo?
Nunca te había importado el problema de estar siempre fría pero, pensar que ni él, ni nadie, querría abrazarte nunca era lo más doloroso que podías imaginar.

Estabas en la cocina ayudando a Denisse y Nick entró a por un vaso de agua, ignorándote como siempre.

Joe: (Entrando) Oye, María...
Tú: ¿Sí?
Joe: En la televisión van a dar una película muy buena, ¿quieres verla conmigo?

Le sonreíste. Después de Denisse, era la persona que mejor te trataba en aquella casa.
Nick los miraba incrédulo. "¿Desde cuándo son tan amiguitos?", pensaba con furia. Se acordó de la única sonrisa que le habías dedicado a él. Quería con todas sus fuerzas que volvieras a sonreírle a él, solo a él. Odió a su hermano en ese momento.

Tú: Claro... Ya he acabado aquí.
Joe: Bien. (Dijo sonriente)

Os sentasteis en el sofá a ver la película, mientras Nick, que tenía cara de asesino en ese momento, subió de nuevo al estudio malhumorado.

Después de aquello, Joe y tú os hicísteis muy amigos. Pasábais mucho tiempo hablando y, aunque tú no le contaras mucho, te encantaba escucharle. Te contaba sus problemas y, analizábais hasta el más pequeño de ellos desde todos los ángulos posibles para buscarles solución. Te gustaba pensar que servías de ayuda a alguien.

Pero un día:

Tú: No... Cógelo de ese lado...
Joe: Levántalo.

Intentábais apartar un mueble para coger una carta que había caído detrás. Estábais en el cuarto de Joe jugando a las cartas pero, Joe empezó con sus bromas y no sabes cómo, todas salieron volando. Después de reíros un rato empezasteis a recogerlas y esa, había caído tras el mueble.
Cuando conseguisteis apartarlo, los dos fuisteis a coger la carta al mismo tiempo y tú, te habías quitado los guantes porque se te resbalaban las manos al levantar el mueble.
Al rozar tu piel, apartó la mano inmediatamente.

Joe: ¡Tienes la mano helada!

Miraste al suelo lentamente y fuiste a sentarte en la cama.

Tú: Lo sé... (Susurraste)
Joe: ¿Por qué?

Sabías que solo se interesaba por ti, por saber que te pasaba. Él te había contado prácticamente toda su vida, así que podías devolverle esa confianza.
Le contaste lo de tu problema de tensión, le explicaste que no podías estar mucho tiempo pasando calor y que no debías alterarte mucho, ya que si te ponías muy nerviosa, te mareabas.

Joe: ¿Por eso siempre llevas guantes?
Tú: Sí... (Dijiste aún con la mirada baja) A nadie le gustaría que lo tocara con mis manos.

Joe se dio cuenta de lo mal que te ponía eso. Se imaginó cuántas personas debieron decirte que te alejaras al tocarlas.
Pero hizo algo que no esperabas: puso su mano bajo tu mentón y te levantó la cara.

Joe: Hey... A mí no me importa que estés fría. ¡Serás un alivio en verano! ¡Te aseguro que no me separaré de ti! Hahaha

Sonreíste. Joe era increíble. Había convertido un momento triste en una broma sin a penas esfuerzo. Y tenía la mano en tu cara sin importarle el frío. Eso te pareció maravilloso. A parte del abrazo que le diste a Denisse, ese había sido el único contacto que habías tenido en mucho tiempo con alguien que no fuera tu hermana.

Después de aquello, os hicisteis muy amigos. Te encantaba estar con Joe. Era tu mejor amigo y él, decía que tú eras su mejor amiga. Os la pasábais hablando siempre y, cada vez que te veía, ponía su brazo alrededor de tus hombros, decía que era su manera secreta de darte calor, sin que nadie se diera cuenta.
Nick moría de celos cada vez que él te tocaba. "¿Por qué no puedo yo ser así?", pensaba. Pero después se acordaba de que él mismo había decidido no ser tu amigo, porque no quería sentir nada por ti. Estaba resentido con el amor, ya que no le había ido muy bien, y no quería caer de nuevo. Aún no se admitía ni a sí mismo que se estaba enamorando de ti. De tu risa, "Aunque fuera con Joe... ¬¬", de tu ternura al hablar con tu hermana... Incluso pensaba que eras una seria competencia para su madre en la cocina, porque se te daba muy bien cocinar.

Un día en el estudio, en una de esas charlas de hermanos:

Kevin: Entonces, ¿ensayamos mañana a las 5?
Joe: Mmm... ¡No puedo! Mejor a las 6.
Kevin: ¿Por qué?
Joe: ¡Es que quedé con María en que me enseñaría a cocinar pastelitos de chocolate! (Dijo sonriente)
Kevin: ¿Pastelitos de chocolate? (Dijo en tono burlón)
Joe: ¡Sí! ¿Qué no sabes que lo que más les gusta a las chicas es que cocinen para ellas? Cuando le prepare a alguna unos pastelitos, ¡caerán rendidas a mis pies!
Kevin: Sí, ya...
Nick: ¿Y esos trucos de seducción te los enseña tu amiguita? (Dijo con sarcasmo)
Joe: Pues no, yo me informo. (Contestó en el mismo tono) Además, no digas "Mi amiguita" en ese tono. Tiene su nombre, ¿sabes?
Nick: (Bufó) Bueno, María, como sea...

Nick odiaba decir tu nombre. Ya era bastante con no poder dejar de pensar en ti, para encima añadirle el cosquilleo que sentía en todo el cuerpo cuando te nombraba.

Nick: Quizá podrías usar esos truquitos con ella. Puede que sea lo que está buscando: liarse con algún Jonas. (Todo era salir tú en conversación y ponerse de mal humor)
Joe: Pues, ¿sabes qué? Que quizá sí que lo haga...

Nick lo miró inmediatamente. ¿Lo haría en serio?

Kevin: Joe... ¿te gusta María?
Joe: Pues... Sí.
Kevin: ¿En serio?
Joe: ¡Sí! Ella es muy especial... Es... diferente.
Nick: Es rara. (Dijo secamente)
Joe: (Lo miró mal) No. Solo hay que darse la oportunidad de conocerla.
Nick: ¿Cómo la vamos a conocer? ¡Es tan críptica siempre! ¡Nunca cuenta nada, no sabemos nada de ella! Odio no saber quién es. (Dijo cabreado)
Kevin: Entonces, ¿a ti también te gustaría conocerla? (Dijo afirmando más que preguntando)
Nick: No. (Contestó rápidamente) Mi odio por ella es mayor que mi curiosidad.
Kevin: Pero, ¿por qué la odias tanto?
Joe: Pues a mí me encanta. (Sus hermanos lo miraron en silencio) ¿Qué? Es muy bonita... Y sabe escuchar.
Kevin: Joe, ella es tu amiga. No confundas las cosas. A ti no te gusta de verdad.
Joe: No... Pero por probar. ¿Y si me dice que sí?
Nick: ¿Y qué otra cosa esperas que te diga? Sólo está buscando eso, por eso se acerca tanto a ti, porque Kevin tiene novia y yo la odio. Eres el único que queda.
Joe: ¡Pues aunque sea por descarte! Yo lo voy a intentar.

"Genial", pensó Nick. ¿Para qué daría ideas? Ahora, si tú decías que sí, tendría que soportar a su hermano, no solo abrazándote como amigos, sino cogidos de la mano y haciendo cariñitos y... (No quería ni imginar esto último) besándote. Si se moría de celos cuando Joe te abrazaba, ¿cómo iba a soportar verlo besarte?
Se sintió extraño cuando una pequeña punzada de dolor se sintió en su corazón. Se dio cuenta de que no quería perderte, no quería que estuvieras con otro que no fuera él. Pero su estúpido orgullo no le permitía aceptar lo mucho que le gustabas después de haberte tratado tan mal desde el principio.

Tres personas no durmieron aquella noche en la casa: tú, que a penas dormías y te dedicaste a mirar por la ventana; Joe, que planeaba cómo te pediría al día siguiente que salieras con él; y Nick, que había empezado a sentir un miedo enorme a que dijeras que sí.


Y ahí les dejo!!
OMG!!! ¿Será que le gustas a Joe?
¿Qué le dirás?
¿Se dará cuenta Nick de lo que sientes?
Descúbrelo mañana en el siguiente cap!!
Bsts ***

wow wow wow...
Siguela ame el cap...
Joe Nick OMJ Morire...

pues nick se lo buco por estupido
sige escribiendo

Hoy les subo el cap más temprano porque me voy con unas amigas!!
Micky que mal de tus anginas... :S Lo siento...
Pero ahí les dejo el cap!

Cap. 9

Al día siguiente en la cocina:

Joe: Mmmm... ¿Qué pasaría... si te lleno de harina? (Dijo con las manos dentro del recipiente de la mezcla)
Tú: Mmmm... Te faltará planeta para correr. (Dijiste con una sonrisa)
Joe: Mmmm... Agresiva. ¬¬

Empezasteis a reír. Un amigo como Joe era lo que necesitabas, alguien que le diera un poco de alegría a tu vida.
Pusisteis los pastelitos dentro del horno y os fuisteis a jugar a las cartas al cuarto de Joe mientras esperabais.
Allí:

Joe: "Llegó el momento" Oye, María... ¿sabes qué?
Tú: ¿Cómo voy a saber si no me dices?
Joe: Hahaha... Graciosa.
Tú: Venga... No sé, dime.

Lo miraste para prestarle atención. Con Joe no te preocupaba mirarlo siempre a los ojos, pero hoy parecía un poco intimidado. Te preparaste para lo peor.

Joe: Me gustas mucho. (Dijo sin anestesia)

Bingo.¬¬ Lo que no querías que pasara. Mordiste tu labio inferior.

Joe: Me... Me preguntaba si... Si querías... ¿salir conmigo?
Tú: (Diste un largo suspiro) Ay, Joe...
Joe: Oye, es solo una idea... Por probar.
Tú: Ya, pero es que... No es un buen momento... Ahora no... (Solo podías pensar en Nick,
¿por qué no era él el que tenías delante? Suspiraste) Joe, eres mi mejor amigo, yo no...
Joe: Ya, ya sé... Pero es que... Parece como si no dejaras de pensar en lo mismo todo el tiempo...

"Sí. Tu hermano.", pensaste mientras mirabas al suelo.

Joe: ¡Eso es!
Tú: (Diste un respingo) ¿El qué?
Joe: ¡Ya te gusta alguien!
Tú: Joe, no...
Joe: ¡Sí, sí! ¡No me mientas!
Tú:Bueno... Sí.

Era la mejor forma de sacártelo de encima.

Joe: ¡Eso es genial! ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Lo conozco? (Dijo acelerado)
Tú: (Estupefacta) ¡Joe! ¡¿Acabas de pedirme salir y ahora, treinta segundos después, me preguntas detalles sobre eso?!
Joe: ¡Oh, vamos! ¡Te dije que solo era por probar!
Tú: Ah, vale, gracias, ¿eh?
Joe: Pero esto es más interesante. Dime, ¿quién es? (Dijo impaciente)
Tú: No lo conoces.
Joe: ¿Es de tu país?
Tú: Sí...
Joe: ¿Y qué pasó con él? Vamos, cuéntame.

En realidad, necesitabas contarle a alguien lo que te pasaba, así que lo hiciste, de todas formas, no darías nombres.

Tú: Bueno... Él es algo así como... Un amor imposible.
Joe: ¿Cómo un amor imposible? ¿Qué te impedía estar con él?
Tú: Bueno... Él me odia, básicamente.
Joe: ¿Qué? ¿Cómo va a odiarte?
Tú: Pues sí. No me puede ni ver.
Joe: Pero ¿a ti te gusta de verdad?
Tú: (Suspiro) Es complicado.
Joe: Las cosas no son complicadas. Son las personas las que hacen que lo sean. ¿No es lo que me dijiste?
Tú: Todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra. ¬¬
Joe: Vamos... Cuéntame.
Tú: En realidad, hay un montón de chicas atrás de él...
Joe: ¿Es popular?
Tú: MUY popular.
Joe: Entiendo.
Tú: Pero, a todas les gusta porque la gente lo conoce, es lindo... y cosas así. A mí antes también me gustaba por eso. Solo me gustaba en el sentido de: "Amor platónico".
Joe: Ajam...
Tú: Pero, últimamente, he tenido la oportunidad de conocerlo mejor y... él es tan... tan tierno, tan dulce... tan...
Joe: Para, para. Te brillan los ojos cuando hablas de él.
Tú: (Le diste una pequeña sonrisa. Eso te ponía triste) Ahora siento que es diferente...
Joe: Ahora te has enamorado de él.

Lo miraste rápidamente. "¿Enamorada?", pensaste. "No es posible".

Tú: Puede... Pero él no es para mí.
Joe: ¿Por qué no?
Tú: Él es... cálido.

Aún recordabas el calor que emanaba de su cuerpo cuando te tuvo rodeada en la puerta.

Joe: Ya... (Entendió perfectamente, ya que sabía lo fría que tú eras) Espera... Has dicho que lo has conocido mejor últimamente. (Asentiste)
¿Pero él no estaba en tu país?
Tú: O.O Y está. (Dijiste asintiendo)
Joe: Pero has dicho...
Tú: ¡Joe! Él no está aquí, ¿de acuerdo?
Joe: (Te miró fijamente por unos segundos) De acuerdo. ¿Cómo se llama?
Tú: Diego. (Contestaste rápidamente con el primer nombre que se te vino a la cabeza. Suerte que eras muy rápida pensando)
Joe: Mmmm... Vaya. Pero si ese Diego no está aquí, ¿por qué no quieres salir conmigo? (Dijo dramáticamente)
Tú: ... Porque no me parecería justo estar contigo si en realidad me gusta otro chico.
Joe: Cualquier chica habría mentido solo por estar conmigo.
Tú: (Lo miraste sorprendida) Pero yo no soy así.
Joe: Ya lo sé. Por eso eres mi mejor amiga.
Tú: (Sonreiste) Espero seguir siéndolo.
Joe: (Te abrazó) Te quiero, ¿sabes?

Casi te echas a llorar. Hacía tanto que no escuchabas esa frase. Solo dos palabras que te hicieran sentir bien. Tú y tu hermana os lo decías siempre, pero nunca nadie más lo había hecho desde que tus padres se fueron.

Tú: Yo también, Joe. (Susurraste)

Joe se sorprendió mucho de que dijeras eso. Él sabía que tú no eras muy "demostrativa", pero le encantó que lo hicieras. En ese momento supo que seríais grandes amigos por mucho tiempo.

Esa misma noche, en el cuarto de Joe y Kevin, con Nick:

Kevin: Y Joe, ¿cómo te fue con María?

Nick prestó atención de inmediato.

Joe: Nada... Dijo que no.
Nick: O.O ¿Qué dijo que no? (Dijo incrédulo y extrañamente aliviado)
Joe: Sí... Resulta que ya está enamorada... (Dijo con un bufido)

"¿Qué ya está enamorada?", pensó Nick. "Genial. Ya no me tengo que preocupar por mi propio hermano, que al menos lo conozco, sino por un completo desconocido que ni siquiera sé cómo será."

Kevin: ¿Y por qué la decepción? ¿No era que no te gustaba en serio?
Joe: Y no me gusta. Es solo que no he podido sacarle nada sobre él, salvo que se llama Diego o algo así.
Nick: "Pff, vaya nombre..." ¿Qué esperabas? ¿Que ella te contara algo sobre su SECRETA vida? No, claro que no... (Dijo sarcástico)

Joe lo miró mal.

Kevin: ¿Pero él es de su país, no?
Joe: Sí. ¿Os dais cuenta? Podría haberme mentido solo por ser "la novia de Joe Jonas", pero no lo hizo. (Dijo alucinado) Ella no es ninguna aprovechada...
Nick: ¡Já! Solo está esperando el momento oportuno, nada más.
Joe: ¿Qué momento más oportuno que yo mismo pidiéndole salir?

Al día siguiente, en la sala con los chicos:

Kevin: Sí, claro... Hahaha
Nick: No tiene sentido, haha...
Tú: (Llegando a la sala) ¿Joe?
Kevin/Nick/Joe: ¡¡¡Aahhh!!!

Diste un respingo cuando gritaron.

Kevin: ¡Deja de hacer eso!
Tú: ¿Hacer qué?
Joe: María, avisa la próxima vez que llegues, ¿ok?

Asentiste rápidamente, como una niña pequeña a la que le advierten que no haga algo malo.

Nick: Lo que no tienes es que venir a donde estemos nosotros. (Te dijo directamente)
Joe: ¡Nick! (Gritó enojado)
Nick: ¿Qué? ¿Es que no puede quedarse en su habitación, como hace siempre? (Dijo fríamente)

Miraste al suelo, empezabas a sentirte mal. Intentaste controlarte. Los chicos discutían de pie y Kevin intentaba detenerlos.

Joe: Ella puede ir donde quiera, ¿de acuerdo? (Se estaba enojando aún más)
Nick: ¿Sí? ¿La dejarás andar por toda nuestra casa? ¡No la conoces! ¡Nos sabemos nada de ella!
Joe: ¡Sé todo lo que necesito saber!
Nick: ¡Sí! ¡Su nombre! ¿Acaso te ha dicho su edad? (Se volvió súbitamente hacia ti) Apuesto a que estás ocultando tu edad para poder liarte con cualquiera de nosotros. (Se acercaba más a ti conforme hablaba) Puedes ser más pequeña que Joe o más grande que yo, pero no lo dices para poder estar con cualquiera de nosotros. (Te gritaba a un palmo de distancia) Incluso debemos agradecerte que no lo intentaras con Kevin por que él tiene novia, así que, sólo te quedaba Joe porque yo no te soporto, ¿cierto?

No pudiste sostener más su mirada. Desviaste tus ojos hacia un lado y Kevin se acercó a ti.

Kevin: María... ¿Eso no es cierto, verdad? (Lo miraste a los ojos, intentando concentrarte en ellos) ¿Cuántos años tienes? (Te preguntó suavemente)

No querías decirlo. En realidad, eras más pequeña que ellos tres, pero querías seguir con tu imagen de madurez. Querías que confiaran en ti y en tu responsabilidad ante la imagen maternal que eras para Lilly. No querías que te vieran como una niña, pero no querías mentirles más de lo que ya lo estabas haciendo.

Kevin: ¿María? ¿Cuántos años tienes? (Volvió a preguntar)
Tú: Quince... (Susurraste)

Nick te miró rápidamente. "¿Quince?... ¡Dios mío!", pensó. Él estaba por cumplir diecisiete y tú eras más pequeña que él. En ese momento le dolió en su propio corazón todo lo que te había dicho. Te vio más indefensa que nunca y se enterneció por completo.

Kevin: Pero... Si no eres más que una niña... (Susurró)
Joe: ¿Tienes quince años? (Preguntó alucinado)

Estaba muy sorprendido porque te sacaba casi cinco años y te había pedido salir. No le importaba la edad, pero pensaba que eras mayor.

"Pobrecita... ¿Por qué la he tratado tan mal?", pensó Nick. "Ella es solo una niña... Es tan pequeña... Tan linda... Tan dulce... ¡NO! ¡Basta, Nick, déjalo estar!".
No necesitaste nada más, saliste de allí inmediatamente intentando controlar el dolor en tu pecho.

Esa tarde:

Joe: (Tocando tu puerta) ¿Puedo pasar?
Tú: Sí, claro...

Entró y se sentó al borde de tu cama mientras tu seguías ordenando un poco.

Joe: ¿Por qué no me lo dijiste?
Tú: ¿Decirte qué?
Joe: ¡Que eras una enana! (Dijo sonriente)
Tú: ¡Joe! ¡No soy ninguna enana!
Joe: Ya, pero... Entiéndeme, te pedí salir... No debería juntarme tanto contigo, pensarán que soy un niño, ¡destruiré mi reputación! (Dijo altanero)
Tú: ¿Pero qué reputación? (Contestaste burlona) Eres tú el que se disfraza de elefante...
Joe: ¬¬ Golpe bajo.
Tú:
Joe: Pero no sé... No deberías estar con chicos tan mayores... Deberías juntarte más con niños, con Franckie... o que sé yo. (Dijo de broma)
Tú: (Dándole un golpe en el hombro, te giraste a guardar ropa en el cajón) Soy más madura que tú en todos los sentidos... Y además, tu hermano no me habla.
Joe: ¿Franckie no te habla?
Tú: Nop. Siempre huye de mí. (Dijiste encojiendo los hombros)

Ya estabas otra vez. Fingiendo que no te importaba nada cuando en realidad, deseabas poder hablar y jugar con Franckie.

Joe: Qué raro... Le preguntaré.
Tú: Haz lo que quieras.

Bueno, ya vieron...
Esto se caldeaa...
Nick se está enamorandooo... ¿Será que por fin lo admite?
Léanlo en el siguiente cap!!
Bsts ***

holaaaaaaaaaaaaaaa soy nueva lectora, me llamo Ivana

tu novela ES INCREIBLEEEEEEEEEEEEEEEE
enserio escribes EXEPCIONAL

me encanta toda la trama de la novela

es algo muy diferente a todas las que he leido

debe ser por eso que me gusta tanto

espero subas capiiiiiiii prontoooooooooo

sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee