EPILOGO
Nicholas se despertó lentamente con una falta absoluta de dolor y apenas podía creerlo. Se había acostumbrado tanto al dolor y la agonía cada vez que abría los ojos, que decidió que ese era un sentimiento para ser disfrutado.
Un susurro a su lado en la cama lo hizo mirar a la izquierda. Halló a su esposa trabajando con los vendajes.
“¿Qué estás haciendo?” él murmuró curiosamente.
Ella lo miró brevemente, luego se volvió a lo que estaba haciendo.
“Me estoy preparando para cambiar tus vendajes. Debemos curarte antes que partas para hacerte matar en alguna batalla del rey, ¿no te parece?”
Nicholas suspiró ante su tono sarcástico. Entonces ella se había estado guardando eso para empezar a usarlo contra él. Bien, Nicholas supuso que se lo merecía. Si se hubiese quedado en Tiernay, las cosas podría haber resultado de una forma muy diferente. Pero, después de todo, muchas cosas buenas habían resultado de ese escape al bosque.
Extendiendo el brazo, Nicholas tomó su mano y la hizo sentarse en el borde de la cama.
“No debes temer que eso vaya a ocurrir nuevamente. De hecho, no iba a suceder ese día. Yo estaba planeando volver. Desistí de escaparme; desistí de luchar excepto en defensa de mi propio hogar.”
Su mirada se estrechó con desconfianza.
“¿Es verdad?”
“Si. De hecho, eso probablemente me haya salvado la vida. Yo me estaba dando vuelta para volver a Tiernay cuando Kevin disparó la flecha. De otro, estoy seguro que me habría acertado en el corazón. El hombre era un tirador excelente,” él le dijo, luego suspiró.
“Es lo que te quise decir cuando te dije que te amo. Me di cuenta de eso ese día. Y también entendí que me estaba escapando, como vos dijiste. Pero me escapaba de mi propia rabia, y uno no puede huir de uno mismo. Entonces en el futuro, yo puedo llegar a necesitar dar un paseo para calmar mi rabia, pero nunca más me escaparé para participar de una batalla. De hecho, el rey va a tener muchas dificultades para lograr que yo vuelva a luchar nuevamente. Porque te amo.”
“Oh!”
______ soltó la respiración en un suspiro, y se inclinó para besarlo.
“Yo también te amo, mi lord. Sos un hombre muy especial.”
Sonriendo, Nicholas la besó, poniendo una pasión considerable en eso. Su esposa se relajó contra su pecho con un suspiro, sólo para separarse y mirar fijamente al hombre que había estado dormido al lado de su marido cuando ella había entrado, pero que ahora estaba intentando salir inadvertidamente de la cama.
“¿Qué estás haciendo, Joe?”
“Oh. Yo... eh... pensé que se habían olvidado que yo estaba aquí,” él admitió con pudor.
“Bien, yo no ,” ella le aseguró.
“Acuéstate ya mismo. O te volverás a abrir la herida nuevamente y entonces tu madre tendrá. Un ataque de furia Además...” ______ agregó con una carcajada, “Nicholas está demasiado débil como para hacer algo impropio.”
“Yo nunca estaré demasiado débil para eso, esposa,” él dijo, apretando su mano. “Nunca ni un millón de años.”
“Jo... John, ci... cinco fardos… heno. Ge... George cuatro...”
Nicholas bajó el pergamino con disgusto y le frunció el ceño a su esposa. Pero ella no lo notó. ______ yacía en la piel cerca de él, acostada de espaldas, sólo vestía una camisa y tenía los ojos cerrados mientras una sonrisa dulce se curvaba en sus labios.
Su expresión se suavizó. La vida había cambiado increíblemente desde el casamiento. Y no sólo para él. La gente Jonas vivían muy bien ahora. Sin más miedos, ellos se comportaban relajadamente con su lord.
______ y Nicholas repartían su tiempo entre Jonas y Tiernay, disfrutando de la estadía en ambas propiedades. Extrañamente, si alguien le preguntase, Nicholas habría dicho que de los dos castillos, prefería el hogar de su infancia a Tiernay. Jonas ya no se parecía al frío castillo de su juventud. ______ había hecho muchas modificaciones. Ella había hecho que ese lugar fuese un hogar confortable.
Además, Nicholas disfrutaba el tiempo que pasaba allí conociendo mejor a su hermano Joe. Mientras que la tía de ______, Lady Shambleau, se desempeñaba como la administradora durante su ausencia de Tiernay, Nicholas había vuelto a nombrar a Joe como el administrador de Jonas. Él era perfecto para esa posición.
Un ladrido llamó la atención de Nicholas, quien miró la orilla del río. Goliath le estaba ladrando excitadamente a unos patos. El animal, así como su amo, se había curado completamente de la herida causada por Kevin
.
“Dejaste de leer.”
Nicholas frunció el ceño y protestó
“Es aburrido.”
“Si eso es aburrido, podemos leer cosas mas divertidas como Beowulf,”
Ella dijo con una sonrisa, ella le recordó alegremente
“Además, solamente debes leer cinco entradas más del registro y me quitaré la camisa.”
Nicholas la observó imaginándosela desnuda bajo el sol, entonces volvió al registro con entusiasmo renovado. Su esposa había decidido enseñarle a leer. Pues así nadie mas podría aprovecharse de él nuevamente como Kevin había hecho. Nicholas había aceptado el desafío. No quería que algo así le sucediese nuevamente, ni a él ni a nadie más. La gente de Jonas ahora estaban mas gorditos y mas felices, igual sus vecinos de Tiernay.
Realmente, aprender a leer esa edad no le era una tarea tan difícil como había sido cuando era chico. Y ______ hacía que la tarea fuese un placer. Nunca lo criticaba o insultaba. Ella lo alentaba y lo ayudaba. Nicholas leyó la quinta entrada. Bajando el registro, esperanzadamente volvió a observar a su esposa.
Su sonrisa se agrandó; ella sabía que la estaba mirando. Se estiró lánguidamente, luego se incorporó.
Poniéndose de pie, ______ giró para enfrentarlo, luego muy lentamente y dolorosamente — para Nicholas— se curvó para tomar el borde inferior de la camisa.
Nicholas estudió sus pantorrillas, sus rodillas y sus muslos. Su mirada hizo una pausa, y él casi gimió cuando su delicado vello púbico surgió a la vista. Nicholas se lamió los labios mientras ella subía la tela sobre sus pechos. Se quitó la prenda por la su cabeza, la extendió y muy deliberadamente la dejó caer al suelo.
Nicholas tragó en seco como ella se recostó sobre la piel nuevamente, como un verdadero banquete servido delante de él. ______ cerró los ojos, se estiró con un suspiró y dijo
“Sólo cinco entradas más y puedes quitártelos.”
Nicholas parpadeó, a él sólo le restaban los pantalones. Cinco líneas y podría quitárselos. Entonces la lección verdaderamente se pondría muy interesante. Volvió su vista al registro contable de Tiernay y examinó las próximas cuatro entradas.
Estaba leyendo la quinta cuando una mano en su cintura lo hizo hacer una pausa.
“Continua leyendo, querido” ella lo instruyó, acariciando su estomago.
Nicholas repitió la entrada que había leído antes que ella lo tocase, su voz se puso ronca como ella comenzó a pasar sus manos por su pecho. Él comenzó con la quinta línea.
“J-ohn... hijos. Seis… oh, Dios.”
Nicholas gimió cuando sus dedos se deslizaron hacia abajo y hallaron la protuberancia de su miembro.
“¿Seis oh ... Dios?” ______ preguntó divertida, desatando los cordones de los pantalones.
Suspirando, él abrió os ojos y rápidamente escudriñó la página delante de su nariz, sabiendo que si parase por mucho tiempo, ella también pararía. No quería eso. Ella era una profesora maravillosa, Nicholas pensó con una sonrisa, levantando sus caderas para ayudarla cuando ella quitó sus pantalones, dejándolo tan desnudo como ella.
“¿Seis qué?” ella instigó, y Nicholas se forzó a enfocarse.
Seis… seis… seis. ¿Seis qué? Haz algo, él pensó frenéticamente, ansioso para que sus manos volviesen a su carne.
“Seis fardos de heno,” Nicholas dijo rápidamente y se relajó cuando ella volvió a recorrer la piel. Entonces se forzó él a examinar el registro seriamente.
Pero le era imposible concentrarse.
“¿Cuántas?” él preguntó, su voz ronca y cansada.
“¿Cuántas qué?” su esposa preguntó ingenuamente, su mano acariciando su cadera.
“¿Cuántas entradas debo leer antes que pueda tocarte?”
Una sonrisa lenta se dibujó en su rostro, luego arqueó una ceja.
“¿Por qué no intentamos un nuevo método?”
“¿Nuevo?” él la miró con interés.
“Si. Puedes tocarme siempre y cuando continúes leyendo.”
“Lee.”
Sosteniendo el pergamino en la mano izquierda, él comenzó a leer nuevamente, mientras su otra mano buscaba el cuerpo de ella. Él halló su hombro al final de la primera entrada, bajó hasta el pecho con la segunda entrada, y estaba amasando un seno mientras leía la tercera entrada. Entonces su voz se quebró. ______ comenzó a tocarlo nuevamente. Su mano estaba en su p*@e.
Aclarando la garganta, Nicholas continuó leyendo, sólo para hacer una pausa abruptamente cuando ella se inclinó hacia adelante, Sus labios cerrándose sobre su erección. Dios querido, ella era una profesora maravillosa, él pensó. Y era una alumna maravillosa también. Su técnica había mejorado increíblemente en el último año.
______ se detuvo de repente y levantó la cabeza para observarlo.
“Dejaste de leer nuevamente.”
“No,” él mintió.
“Estaba leyendo para mí mismo. Vos no dijiste que tenía que ser en voz alta cuando hicimos el acuerdo,” él señaló.
Riéndose Nicholas lanzó el registro a un lado y la subió sobre su regazo.
______ suspiró cuando la boca de su marido cubrió la suya. Por un momento breve, ella consideró separarse y forzarlo a volver a la lectura, pero él lo había hecho muy bien ese día. Además, realmente no quería que él parase.
Hicieron el amor al aire libre con una pasión que no había menguado durante todo el año de casados.
Cuando terminaron, yacían entrelazados mientras se recuperaban. Observando las nubes empujadas por el viento ______ vio una que se parecía a un pájaro, y otra, aun perro. Luego otra que le acordó al delgado Lord Templetun y sonrió.
“¿De qué te ríes?”
“Sólo estaba pensando en la visita de Templetun.”
Nicholas gruñó ante la mención del nombre.
El puesto temporario del hombre como capellán del rey había terminado unas semanas atrás. Y Templetun se había detenido en su viaje de vuelta a su casa para verlos y lamentarse sobre lo injusto de la situación que habían vivido. Aunque rey había estado satisfecho al principio, había perdido esa satisfacción cuando se había dado cuenta de lo que ese matrimonio forzado le había costado. Oh, si, ya no era importunado con los reclamos mutuos de los vecinos, pero ya no tenía a Nicholas a su servicio, ansioso por ayudar en las batallas. Cuando se había dado cuenta de eso, Henry se había puesto furioso, y donde colocar la culpa. Le había hecho la vida imposible a Templetun en esos últimos meses de servicio, lo que Templetun consideraba terriblemente injusto.
“Ese raquítico pesado y molesto,”
Nicholas murmuró, y ______ lo miró con sorpresa.
“No seas tan malo, Nicholas. Si no fuese por Templetun, nosotros no estaríamos casados.”
“¡Ha! Yo solito habría hallado el modo de cruzarme con vos eventualmente,” él dijo firmemente.
Su marido estaba poco dispuesto a darle a Templetun algo de crédito.
“Además, cuando estuvo aquí, el hombre tuvo el descaro de pedirme que volviese a las batallas para serenar al rey.”
“¡¿Qué?! ” ella preguntó asustada. “¿No aceptaste, verdad? ”
“Claro que no.” él frunció el ceño.
“______,” él dijo.
“Te lo dije , no tengo ningún interés en vivir como antes. Ya serví mi tiempo al rey mientras y eso es todo.”
Él pasó un dedo por la arruga de su frente, alisándola.
“Te lo dije. Estoy contento aquí con vos. Y no me iré mas. Tengo una hogar ahora.”
“Tienes dos,” ella lo corrigió.
“No. Tengo una. Donde quiera que vos estés. Y sería inútil intentar escapar de esa casa, porque te llevo en mi corazón.”
Con esas palabras, borró las últimas dudas. ______ se relajó, con una sonrisa en el rostro, y lo abrazó firmemente.
“Me alegra, marido.”
“¿Si?” él murmuró.
“Si. Porque si intentases escaparte nuevamente, tendría que salir a cazarte, arrastrarte de vuelta a casa, y encadenarte a nuestra cama.”
Nicholas sonrió ante la amenaza, luego la provocó,
“¿Y torturarme con ajo? ¿O con la poción sedante de Joan?”
______ hizo una mueca.
“Ninguna de las dos cosas, mi lord. El ajo era tortura para mí también, y dormido serías inútil para mí. ”
Ella enfatizó esa declaración pasando una mano sobre su miembro. Muy para su sorpresa, mientras el “Pequeño Nicholas” mostraba señales devolver a despertarse, la respuesta de “Nicholas Mayor” fue reírse. Ella ladeó la cara para mirarlo interrogativamente y él la abrazó firmemente.
“Sabes, creo que el día que el rey decidió que deberíamos casarnos fue el más afortunado día de mi vida”
“El mío también.” ______ suavemente dijo, con una sonrisa alargándose en sus labios.
“No lo creíste así al principio,” él replicó.
“A menos que hacer que Goliath me empalase sea una exhibición de afecto.”
______ se rió cuando recordó ese día, luego rápidamente se incorporó para colocarse sobre su marido,
“¿Y de qué otro modo la Tirana de Tiernay mostraría su afecto?”
Nicholas la miró estupefacto.
“¿Sabías que te llamábamos así?”
“Claro que si.”
______ se rió de su sorpresa y se movió para deslizarse sobre su endureciendo miembro.
“Lo que no sabía era que estar casada con el Hammer de Jonas sería tan…”
Ella dejó perder las palabras. Y Nicholas la urgió
“¿Tan qué?”
“Bueno.” ______ replicó.
“Sabes, esposa, he descubierto que hay muchos beneficios de tener a una tirana por esposa,” él anunció. Rodando sobre ella, Nicholas procedió a demostrarle cuales eran esos beneficios.
FIN