Mas sexo y menos amor ( Joe y tu ) super Hot

Capitulo VI

¿Quieres saber de qué hablamos en realidad cuando pensamos en el mejor sexo que habíamos tenido? Hablamos de las rodillas arañadas y de las marcas en la espalda mientras nos mordíamos, agonizando de pasión. Nadie mencionó siquiera aquella vez que llenaste la bañera de pétalos de rosa y bla, bla, bla. Fue aquella vez en el asiento trasero de un Corsa, con nuestras caras apretadas contra la ventana, la que nos puso a cien, esto es una de las mayores fantasías sexuales de las mujeres se vuelven un punto, se vuelven un sexo consentido, porque ninguna mujer de verdad podría querer ser dominada.
Eso sí, es un hombre, Como en la mayoría de las fantasías, todo pinta mejor en nuestras cabezas Lo que quiero decir es que las mujer queremos un poco de agresividad, ¡un puntito de fuerza! ¡Usa tu sentido común!

Y, ¿chicas? Dejaos de sentir mal de una vez por vuestros naturales deseos sexuales. . ¡No os pasa nada malo! En última instancia, el sexo es un instinto biológico y toda la propaganda feminista del mundo no hará que eso cambie. Muestra tu igualdad sexual donde quieras: en el trabajo, en política, etc

Pero en la cama, sé libre para ser lo que quieras ser.”
Con eso terminaba la columana.

Qué dramático eres- dijo Nick con una sonrisa desdeñosa -. Élla no es un depredador, Joe. Es sólo una mujer.
- No, pero entiendeme , sí !!!. Es la madre de la mujer que me gusta y si es una depredadora.
Ella tiene su propia manera de ver el mundo Joe, dijo Nick muy calmado-
<< La calma, algo tipico de nick penso Joe.>>
OHH siii, sin duda se eso, dijo Joe el cual se sentía demasiado inquieto.
-.Nick se apoyó en un codo y lo observó Entonces, ¿Le tienes miedo a tu futura suegre?
Joe no contestó, sólo hizo ademanes de pasar una mano por su cabeza- No siempre. Soy lo suficientemente valiente.
- Nick hizo una mueca, y luego sonrió. - Tienes razón, yo tambien le tendria miedo.
Pero por alguna razón, ella no quiere compromiso.
Pues entonces dios te a librado, de una suegra asi.
Te espero mañana- dijo Nick tomando la manilla de la puerta para salir del apartamento de Joe.

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Continuacion

- ¡Despierta, dormilón! - dijistes entrando en el dormitorio, con tu cabello reunido en una gruesa trenza acomodada sobre tu hombro.
- Ven aquí - dijo Joe con una voz oscura y somnolienta, retirando la sabana de la cama
Una risa se despertó en tu garganta. - Absolutamente no -. Hay demasiado por hacer. Todo el mundo está ocupado excepto tú .
Tengo la intención de estar ocupado. Tan pronto como vengas aquí a mi cama, no me hagas perseguirte tan temprano.
le dirigistes una mirada severa. - No es temprano. De hecho, si no te lavas y te vistes rápidamente, vamos a llegar tarde a la reunion de tus hermanos.
Ellos pueden esperar. - Joe te desabrochó el vestido, su mano se deslizo por el encaje, sus dedos exploraron las curvas de tus sensibles senos.
Tu risa se apagó. Él sabía mucho acerca de ti, demasiado, y nunca dudaba en tomar ventaja de ello. Cerro los ojos al llegar a la nuca de tu cuello. Mechones sedosos de tu cabello resbalavan entre sus dedos como un líquido.
besó tu sensible garganta, mientras que una de sus rodillas se abrían camino entre las tuyas.
- Es ahora - murmuró Joe- o sera en una de las cama de mi hermano- Es tu elección.
Te retorcistes un poco, no en señal de protesta, sí no de excitación cuando él atrapó tus brazos - Joe - alcanzastes a decir al tiempo en que su cabeza se inclinaba sobre tus pechos al descubierto
.Jo...Joe Vamos a llegar terriblemente tarde ...
Él murmuró su deseo sobre ti, lo hacía cuando su estado de ánimo se volvía incivilizado, y las sílabas exóticas cayeron con vehemencia contra tu piel sensible. Y para los próximos varios minutos, él te poseyó, te consumió, con una falta de inhibición que habría parecido brutal si no hubiera sido tan dulce

Capitulo VII

Bueno, indudablemente las cosas habían salido como
esperabas en la reunion familiar, Mirando de reojo a Joe,se pusieron en
marcha y salieron rumbo a la calle.
¿Qué diablos pasaba contigo ? te preguntabas una y otra vez.
Cada vez que creía tener la partida controlada, reaccionabas de una manera completamente
imprevista, dejandote dominar por el deseo.

El interior del vehículo era un horno lleno de deseos. La brisa cargada de
humedad y densas fragancias que entraba por la ventanilla
abierta agitaban algunas ebras de cabello que caian sobre tu
rostro y sofocaban tus pulmones, los
colores tropicales, deslucidos por el sol, dejaban atras la exótica casa familiar de Joe.
Un latido revelador palpitaba en el hueco de tu cuello,
tus altas mejillas patricias estaban enrojecidas, y tus labios estaban
entreabiertos por la desbordada pasion y anhelo de sentir a Joe recorrer tu cuerpo.

—Oh, diablos —dijo Joe mirandote.
—Dios mío,oh, Dios mío. Ni siquiera sabía
que podía existir una criatura tan perfecta como Tu. —Joe te regaló una sonrisa radiante—.
mientras seguia bajando la mirada involuntariamente y de inmediato
deseo no haberlo hecho. Tus pezones erectos despuntaban
bajo la pulcra seda de tu vestido.
Eso hizo aumentar su deseo .
Hundió rapidamente los dedos en
tu cabello, soltando una peineta .
Atrayéndote hacia él, y estampó su boca
contra la tuya .

Sus labios eran tan suaves y carnosos tu inmediata obediencia a la voracidad de los labios de él
hizo que saliera un sonido áspero de tu garganta. Aquella
boca tenía una dulzura que te encendía en un
arrebato febril y tu lo incitabas a descubrir todos tus sabores y
adueñarse de ellos. Se Aferro con más intensidad a la suave
espesura de tu cabello y apretó tu boca contra la de el.

—Oh —jadeastes, y entreabristes los labios para recibir el
beso.
Entonces él entró en ti, era pura pasion, oh Dios, mucha pasion.
Pero al ver que echabas la cabeza hacia atrás, más y
más, bajo la presión de su beso, tus dedos se
aferraban a la tela de tu camisa, como si en medio de su
fervor quisiera echar amarras, Joe supo que aquel beso no
bastaría para saciarlo. Ni por asomo.
Joe Solto el cinturones de seguridad.
Cuando tus hombros dejaron de estar atrapados
por el arnés, Joe te colocó de espaldas el vidrio acomodandote sobre sus muslos. Los cristales de las ventanillas, comenzaban a empañarse, daban cierta ilusión de privacidad.
Volvistes a bajar la cabeza y en ese momento El mundo desapareció ante el
renovado sabor de su lengua. Sus brazos rodeáron tu cuello, mientras sus dedos
jugueteaban con tu cabello, deslizó una mano por el costado de
tu cuerpo hasta llegar al pecho. El pequeño pezón, erecto,
rozó su palma... y ambos contuvieron el aliento.
Joe cerró los dedos sobre el pezón y comenzó a acariciarlos. exhalastes una y otras vez
en suspiros profundo y de forma automatica abristes las piernas, apretándote contra el
miembro erecto de el.