El mejor amante subastado Joe y Tu ....(sugerencia : solo para mayores..) CAPITULO FINAL =)

Narras tu

Sentí una gran presión en el pecho. No iba a poder estar lista a tiempo para la fiesta de entrega. Respire hondo. Intente concentrarme en todos los detalles que tenia que organizar. No
era fácil, pues no podía dejar de revivir en mi mente las sensuales imágenes del encuentro con Joe
El sexo había sido increíble. Si no hubiera sido así, habría echado a Joe de la cama después
de la primera vez… Pero después de una larga sesión de delicados orgasmos, había olvidado
todos los reparos.
Recé para que los nuevos propietarios no llegaran más temprano de la cuenta.
No había tenido tiempo de tomarme una taza de café y mi cuerpo me pedía cafeína. Me apreté la
cabeza, que me dolía. Entonces, alguien llamó a mi puerta y mi tensión se incrementó.
-Mozz. Buenos días- salude, sintiéndome culpable.
-Buenos días, hermosa- saludó , y entró, pero no me dio un beso. –Me voy hoy-
-Pero tienes otra semana mas de vacaciones- dije sorprendida.
-Voy a volver a mis cosas- repuso, encogiéndose de hombros. –Tengo que ayudar a mi
compañero de equipo.
-Siento que vayas- dije sintiéndome al mismo tiempo aliviada.
-Volveré. Seguro-
-Vienen a buscarme- dijo al oír el sonido de un helicóptero. –No le entregues a nadie tu
corazón mientras estoy fuera, princesa- añadió, se dio media vuelta y se fue, sin darme un beso de
despedida.
Me senté frente a mi escritorio. Mi futuro acababa de escapárseme mientras mi pasado esperaba
por mí. Había esperado ser capaz de aclararme. Pero, en lugar de eso, los últimos
días me habían hecho estar más deprimida y más confusa que nunca.
No amaba a Joe… no. Nunca volvería a amarlo. Y, al mismo tiempo, dudaba muy seriamente
ser capaz de amar a otra persona.
Entonces, Joe entró en mi despacho con una taza de café en la mano.
-¿Qué quieres ahora?- pregunte malhumorada.
-Ten cuidado- dijo él, y me tendió la taza. –Es café el mas fuerte-
¿Cómo sabia él que necesitaba mi dosis de cafeína? De inmediato, recordé que habíamos
compartido muchas mañanas y que era obvio que él supiera que no podía
empezar sin un café.
-Gracias- dije tras darle un sorbo al café, que me supo a gloria.
-De nada ¿Te importa si le enseño la empresa a Fran ?-
-Seguro le encantara-
-Puedo ocuparme de él hasta que sea hora de la fiesta, si te sirve de ayuda- se ofreció.
-Seria genial- repuse, pensando que preferiría que Joe no fuera tan amable.
Mire a mí alrededor para asegurarme de que nadie podía oírme y marque el número de mi amiga
en el móvil. Los nuevos propietarios estaban a punto de llegar y tenía los nervios de punta.
-Habla Rose respondió mi amiga al otro lado de la línea.
-He metido la pata- susurre
-Ay! ahora ¿Qué has hecho?-
-Me acosté con Joe- confesé y me quede un momento en silencio. –Vamos, dilo-
-Soy demasiado buena amiga como para decirte que ya te lo advertí. ¿Por qué lo has hecho?-
-Me pareció lógico en el momento. Esperaba que el sexo fuera decepcionante, como un jarro de
agua fría-
-Y no lo fue-
-No. Fue bueno. Mucho mejor que bueno. Mejor de lo que recordaba. –respondí y se me puso la
piel de gallina. –Maldición-
-¿Aun lo amas?-
-No, cielos no. ¿Estas loca? ¿Cómo iba a amar a un hombre que me lastimó de ese modo?
Tendría que ser idiota para volver a caer en la misma trampa-
-¿Y que paso con Mozz?-
-Se ha ido. Se fue hace una hora. Dijo que volvería, pero tengo la sensación de que no lo hará. Ni
siquiera me dio un beso de despedida. Rose, lo he hecho de nuevo. Me he cargado otra relación
prometedora-
-Se que no quieres escuchar esto, pero te aguantas.. Realmente Mozz no era el hombre para ti creo que lo mirabas como un
buen amigo, más que como tu pareja. ¿Cómo esperabas tener una relación con alguien que no
ves como a un hombre, si no como a un hermanito?-
-Te equivocas, rose. Mi relación con Mozz ha durado años-
-Quieres decir que han sido amigos por años

El sonido de la sirena del carro sono tan duro que me hizo desprender del movil. Fran El niño sonreía como loco. Lo
saludé con la mano y Joe entro en mi campo de visión, poniéndose junto a Fran.
Entonces se me encogió el estomago. Fran se parecía a Joe y a mi. Aquel pensamiento me dejo sin
respiración. ¿Cómo podía ser? No era posible. Era una simple coincidencia.
-Rose, ¿Podemos quedar a comer un día de estos? Quiero que me cuentes como te va con el soltero que compraste.
-Cállate,_______ mejor vete.
Si me voy Hoy será un día muy ocupado-
-Sobre todo, si no has dormido no te metas en mas líos Joe no va a quedarse.
Recuérdalo-
¿Cómo iba a olvidarlo? me dejaría igual que la ultima vez.

Narra Joe

Me detuve un poco en mi carrera matutina para poder comprar el periódico del sábado. Después de
comprobar el resultado del partido de baseball, me dirigí a la columna de la periodista esa para ver lo nuevo
que había escrito sobre nosotros.
Joe parece ansioso por monopolizar a _______. Según mis fuentes, los
antiguos amantes han agotado cuatro de sus citas en solo dos semanas. ¿Será porque Joe teme al
sexy competidor Mozz? o ¿porque las viejas cenizas no están tan frías
como dicen?
_______ iba a querer matarme. Ese artículo iba a gustarle mucho menos que el anterior. Trate de no pensar
mucho en ello y mejor seguí corriendo.
Me había propuesto descubrir mas cosas sobre la paternidad de Fran. Como aun no me sentía preparado
para enfrentarme al padre de ella, solo me quedaba ir a mi madre. Pretendía arrinconarla lo antes posible y tenia
la excusa perfecta.
. Estaba un poco asustado por las respuestas
que encontraría. Trate de pensar en algo mas agradable y mi mente voló hacia el recuerdo de _____ y yo
haciendo el amor en su casa. Sentí mi miembro vibrar ante la memoria de nuestro encuentro. Su fina piel,
sus labios carnosos, sus largas piernas, su…
Pero ni así logre que mis pensamientos se enfriaran. Maldije frustrado por
el deseo y abri mis ojos.
Llame a la puerta de la que hace mucho tiempo había sido mi casa.
Mi madre abrió la puerta. Sus ojos brillaron con una mezcla de sorpresa y
miedo.
-Joe. Hijo Mio Me alegro de verte- dijo ella.
Si se alegraba de verme. Pero después de nuestra conversación no sabia si su alegría duraria.Pero no le tome importancia.
-¿Puedo pasar?- pregunte ocultando la tensión que sentía.
Claro esta también es tu casa hijo.
Y fran? Pregunte.
-Fran y tu padre se han ido a pescar..
-¿su padre?- pregunte con sarcasmo.
-Entra- dijo mi madre, con el rostro tenso y pálido.
Nos dirigimos hasta la sala.
-¿Quieres algo de beber?-
-¿Lo sabe mi padre?- pregunte a la vez. No estaba de humor.
-¿Saber que?- replico ella, fingiendo ignorancia, nerviosa.
-No juegues conmigo madre. Fran no es hijo de mi padre-
-Estas equivocado hijo - afirmo ella, levantando la barbilla. –Tu padre es el padre de Fran, en todos los sentidos.
Su nombre esta en el certificado de nacimiento-
-Eso le hace responsable de Fran ante la ley, pero el niño lleva los genes de los ________- dije ya molesto.
Mi madre abrió la boca para hablar, pero la corte.
-No pierdas tiempo con mentiras. Quiero saber quien lo sabe y por que el de _____ padre no hizo nada-
-¿Y que quieres que hiciera él? ¿Forzarme a abortar? ¿Divorciarse de la madre, de la mujer a la que amabas con
toda tu alma, y destruir dos familias por la posibilidad de que Fran fuera hijo de el ?- espetó mi madre.
¿Que derecho tenia ella de enojarse? Era mi madre, mi propia madre quien me había arruinado la vida a mí y no al revés.
-No somos perfectos, Hijo. Ninguno de nosotros. Y eso te incluye a ti- afirmo ella, y se dejo caer en su
silla. –Todos cometemos errores. No culpes a el padre de ella por esto. Fue culpa mía-
-Para hacer lo que hicieron, hacen falta dos- le dije
-No lo entiendes- dijo ella-
-Entonces, explícamelo madre. ¿Cómo pudiste traicionar a tu esposo y a tu mejor amiga? ¿Cuánto tiempo duro la
aventura?-
-Solo paso una vez- respondió ella tras unos segundos. –el padre de ____ y yo nos arrepentimos de inmediato. El
sabía lo mucho que podía costarle nuestro egoísmo y juró que nunca volvería a pasar. Lo que viste ese día
nunca debía haber sucedido-
-Si amabas tanto a mi padre ¿ por qué te arriesgaste a tener una aventura?-
-Porque hace mucho tiempo, estuve enamorada del padre de _____ - confesó mi madre con tristeza. –Luego, él conoció a
mi mejor amiga y, desde aquel momento, no tuvo ojos para nadie más-
Sorprendido, me deje caer en el sofá. Mis padres jamás me habían contado esa historia.
amo a tu padre, pero no era el mismo amor que sentía por el padre de _____. Uno Nunca se olvida al primer amor.
Por eso, tu nunca olvidaras a ______ ni ella a ti.
Nunca pensé que pudiera quedar embarazada. Cuando el medico me dio la noticia, me alegre mucho.
Tarde un tiempo en caer en la cuenta de que no sabia quien era su padre. Podría haber sido cualquiera de los
dos. Tuve un embarazo difícil desde el comienzo, así que deje el trabajo. Estaba más preocupada por la salud de mi hijo que por su
ADN. Cuando Fran nació, fue como una bendición. No fue hasta su tercer cumpleaños en que me di
cuenta de que sus ojos y su cabello se parecían a los de el padre de _____ -
Muy a mi pesar, sentí un poco de compasión por mi madre.
-¿Lo sabe mi padre? ¿Y el padre de _____?-
-Nunca me lo han preguntado y yo nunca se los he dicho-
-¿Cómo puede la gente mirar a Fran y no darse cuenta del parecido?-
-Fran se parece mucho a ti también. Y, además, el amor es muy poderoso. Puede hacerte ignorar lo
obvio.
-¿Sabe mi padre que le fuiste infiel? ¿y _______?-
-No. No era posible dar marcha atrás. Y tampoco iba a volver a repetirse. Al contárselo, solo hubiera logrado
Entristecerlos. Así que no lo hice. Tu padre adora a Fran. Nunca haría nada para separarlos-
A mi también me pasaba lo mismo. No podía contarle a _____ porque me había ido.
-Amo a ______-
-¿Si?- pregunto Mi madre con escepticismo.
-No me iré de San Diego sin ella esta vez-
-Si la amaras lo suficiente, no la abrías dejado atrás la ultima vez-
Trague saliva ante el ataque inesperado.
-Y si amaras a el padre de ella , lo perdonarías por no ser perfecto y dejarías de castigarme a mi.
. Me levante y me dirigí a la puerta.
-Tú eras lo más importante de mi vida . Puedes odiarme a mí si quieres, pero _____ no merece lo que le hiciste.
La mire, abrí la puerta y salí. La verdad era dolorosa. Y si que me dolía.