Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXIX

“Confesión”

– ¡Ya basta ¿quieres que peleemos?!– Gritó de manera ofuscada –no quiero pelear, quiero que todo quiere claro, si tú no puedes aceptar que o te cuente mis problemas no estamos en una relación del todo sana, además no he dicho ninguna mentira–
–Tus problemas son míos y tú lo sabes– dijo con un tono de voz más calmado –No es lo que parece, la reacción que tomaste hoy frente a lo que te dije fue espantosa y luego vienes con la cara muy lavada a quererme llevar a comer–
–No has entendido nada aun tn____ –
–Entiendo más de lo que crees Nicholas–
–No se trata de lo que dijiste porque no le temo a tu abuela, se trata de las comparaciones que haces ¿Qué te hace pensar que yo no sería capaz de dar todo por estar a tu lado?–
–Nick se trata de tu familia–
–No debes suponer decisiones mías y menos sí se trata de nuestra relación, en comparación a lo que siento por ti mi familia es nada, si tu eres capaz de sacrificar todo por mi yo soy capaz de hacer lo mismo por ti, incluso mucho más– para este momento el coche ya se encontraba en movimiento –lo más gracioso es que dudaras de algo que te he repetido tantas veces…tu eres mi vida y sin ti no tengo motivos para seguir este mundo– continuó luego sin dejarme hablar, al escuchar su último comentario no pude evitar salir un gemido de mi garganta al sentir como un dolor inmenso aparecía en mi pecho –no vuelvas a decir eso– le dije con un hilo de voz –no entiendo ¡A ver ¿Qué dije ahora? ¿Por qué estas llorando?– preguntó con tono de frustración –No vuelvas a menospreciar tu vida Nick–
–No dije una mentira, sin ti mi vida no tiene sentido– no pude responder más, había mal interpretado la reacción de Nick –También me pareció muy estúpido que pensaras que te había dejado ¿crees que sería así de fácil para mí hacerlo?– estaba sorprendida por la manera en que Nick se expresaba, en la mayoría de las ocasiones era un hombre de pocas palabras y mas gestos, pero hoy estaba hecho todo un monopolista de la conversación, al llegar al restaurante Nick abrió mi puerta mientras me ofrecía su mano para ayudarme a salir del coche, las rayos tenues del sol que ya estaba ocultándose golpeaban su rostro dejándome ver a la perfección cada una de sus pecas y lunares, los puntos de su recién rasurada barba, al sentir el contacto de su mano con la mía recordé que debía volver a respirar, no pude evitar sonreír al sentir como las mariposas de mi estomago aparecían nuevamente para hacerme cosquillas mas allá de los dominios de mi estomago –para demostrarte que no le temo a nada ve lo que haré– dijo mientras su brazo rodeaba mi cuello –no tienes que demostrarme nada, solo….– Nick no me dejo terminar cuando sentí sus labios encontrar los míos en la entrada del restaurante, era un beso atrevido pero no vulgar, lo suficientemente decente para ser exhibido pero lo suficientemente expresivo para demostrar lo que sentíamos, me quede perpleja en sus brazos –no tenias que hacerlo– le dije aun cerca de su rostro –no tenia pero si quería– dijo mientras guiaba nuestros cuerpos hacia el interior del local –señorita sígame– dijo un mesonero –claro– respondí, inmediatamente sentí como la mano de Nick me apretaba –esta mesa no me gusta, está muy oscura– dijo Nick con tono indiferente –señor esta es una de las mejores mesas–
–Pero no me gusta, búscame otra– el mesonero nos guió hacia otra mesa –no tenias por qué ser grosero– le dije al estar solos en la mesa –el grosero es el que te veía de arriba abajo, he debido darle un buen golpe para ubicarlo–
–Entonces yo debería golpear a todas las chicas de aquí porque ellas no te quitan la mirada de encima–
–Son casos diferentes, preciosa–
–No le veo la diferencia– su mano tomó la mía mientras sus dedos jugaban con los míos –yo solo tengo ojos para ti–
–Yo también tengo ojos solo para ti–
–Ok, ya no hablemos del tema, además la belleza en la relación la pones tú, yo soy un chico normal– dijo mientras se estiraba sobre la mesa para besar mi mejilla –No voy a discutir al respecto– le dije incrédula ante lo que me decía, era imposible considerar a Nicholas Jonas un chico normal, Nick no paro de hablar durante toda la comida, desde chistes hasta historias de su niñez, nunca mantuvimos silencio – ¿A dónde quieres ir preciosa?– me dijo mientras colocaba el coche en marcha –Quiero llevarte a un lugar muy especial– le dije mientras le indicaba la dirección – ¿Estás segura de qué es aquí?– preguntó dudoso mientras se estacionaba frente a un local forrado por rejas negras –si es aquí, sigue igual a mis recuerdos–
–No creo que sea muy seguro preciosa–
–Es seguro, tranquilo– Nick detuvo el lujoso coche en una esquina de la larga y vieja calle de la ciudad, un hombre se acerco a nosotros y Nick inmediatamente tomó posición defensiva protegiéndome directamente –tranquilo, no pasa nada– le dije a Nick –Cerrajero– le dije al hombre de aspecto poco agradable el cual se transformo inmediatamente dejando aflorar su sonrisa –dale las llaves del coche Nick– inmediatamente Nick me dedico una mirada de desconcierto sus ojos parecían querer salirse de su órbita pero luego los entrecerró demostrando que había entendido la situación, sin poner nada en contra entregó las llaves –es una clave– le dije cuando ya el hombre no podía escucharnos –si lo sé, lo noté luego– dijo, alcé mi mano entrecruzada con la de él para darle un pequeño beso en la suya –yo creo que no estamos vestidos adecuadamente para un club que necesita contraseña– dijo Nick mientras bajábamos las escaleras hacia la entrada, el club se encontraba en el sótano de una vieja cafetería –estamos perfectos, además de algo sirve ser una de las fundadoras– la puerta se abrió e inmediatamente una chica de nuestra edad aproximada nos interceptó –señorita tenía tiempo que no venia, es un placer tenerla por aquí sígame– la chica nos guio por una entrada aparte del club normal, nos dirigíamos hacia el área VIP –Les traeré algo de tomar–
–Que sea Champagne por favor– la chica obedeció y salió del privado salón, acomodado con varias butacas presidenciales color crema – ¿Qué es este lugar?– me preguntó Nick mientras veía por el vitral hacia la pista llena de gente, me acerqué a su cuerpo y enredé mis brazos en su cintura para abrazar su espalda –es un club para gente selecta, este es un lugar en que los jóvenes de la clase alta de la ciudad y el exterior pueden hacer lo que quieran sin ningún compromiso, aquí no hay reglas ni presiones familiares solo hacen lo que quieren, todos esos chicos que están en la pista viene a huir de la influencia de sus familias –señorita si necesitan otra cosa sabe dónde encontrarme– la chica desapareció inmediatamente de la sala luego de dejar la bebida –¿ellos pueden vernos?– me preguntó Nick sin quitar la vista del vitral –no, nosotros a ellos si los vemos pero ellos a nosotros no, precisamente esa pregunta la hizo en una oportunidad Harry–
– ¿Qué Harry?–
–El príncipe, el ha venido para acá y como él hay muchos…pero no quiero hablar de eso, sácame a bailar– le dije mientras lo alaba hacia la salida del espacio privado –No creo que quieras que eso pase–
–Si quiero, recuerdo que me sacaste en el baile de primerizas el día que me raptaste ¿lo recuerdas?– en su rostro afloro una sonrisa –pero nunca llegamos a bailar, solo di dos pasos, la verdad es que no soy muy bueno en eso–
–Yo te enseñare– le dije mientras lo halaba –odio cuando logras convencerme, te vas a avergonzar cuando me veas bailar–
–Nunca pasara eso– nos abrimos paso entre la multitud para colocarnos casi en el centro de la pista, entonces la música cambio colocándose en un ritmo lento –para este sí que no me prestó– Dijo mientras hacia el intento de alejarse pero lo halé hacia mi dejando pegar nuestros cuerpos –yo te voy a enseñar– entrecruce mi pierna con la suya –coloca tu mano en mi espalda– Nick deslizo su mano por mi espalada hasta llegar a mi cintura –si quieres puedes ponerla más abajo– le dije, Nick volvió a obedecerme y la colocó en mi parte trasera, tomé su mano libre con mi mano derecha, la pista estaba completamente oscura dejando ver ligeramente con pequeños rayos de luz ultravioleta –ahora solo debes dejarte guiar por los movimientos de mi cuerpo– comencé a moverme lentamente mientras Nick me seguía –ahora dime, que te hace querer este baile– Nick guardó silencio y sentí como sus labios mordían el lóbulo de mi oreja izquierda, Nick ya había comenzado a familiarizarse con el baile, su mano unió mas nuestros cuerpos –no necesito decir nada– dijo dejándome sentir corporalmente lo que tenía en mente –creo que debemos irnos– dijo luego halándome hacia la salida del local.