Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXVIII

“Preocupación”

Los sollozos salían de mi interior con tanta rapidez que casi me impedían respirar – ¿Señorita se encuentra bien?– preguntó Carlos con preocupación –solo conduce– le dije, las llamadas comenzaron a entrar a mi celular, pero no estaba preparada para hablar con nadie, Carlos se detuvo frente al edificio de mi padre, bajé del coche cuando me asegure de que las piernas no me fallarían, al entrar al apartamento deseé que mi padre no estuviera, aun debía enfrentarlo y no tenía ni ánimos ni fuerzas para hacerlo –¡eres mi salvador, dame un poco!– le dije a Ángel al verlo sentado frente al televisor con una jarra de helado –claro– mi primo me recibió con los brazos abiertos mientras me acurrucaba en su pecho, nunca había dejado de sentirme protegida a su lado –cambia esa película, es espantosa y mala– le dije –¿Qué quieres ver?–
–Algo que me haga reír o que me dé miedo, cualquier cosa siempre que no sea romántica–
–Ya veo– dijo mientras cambiaba de canales – ¿no atenderás tu celular? tiene rato sonando, puede que sea una emergencia–
–Ok– al alzar mi teléfono noté que se trataba de Alicia – ¡¿Dónde estás?! ¡Joe y yo tenemos rato llamándote!–
–Estoy en mi casa con Ángel ¿Por qué estabas preocupada?–
–Voy saliendo para allá– me dijo antes de colgar, ahora Alicia si se había vuelto loca – ¿Quién era?–
–Alicia, viene en camino– escuche como el pecho de Ángel soltaba una queja pero decidí ignorarla, lentamente me solté de su abrazo y me levante del sofá –voy a subir a cambiarme– le dije, al notar que quería quedarse a solas conmigo, lo que menos quería era tener una pelea más este día; el agua tibia caía por mi cuerpo ayudándome a tranquilizar mis nervios, aproveche la ayuda del agua para deshacerme de mis lagrimas, cuando comenzaba a elegir que me pondría un golpe desesperado en la puerta me asusto –¡Tn_____ soy yo Alicia, abre!– grito del otro lado con urgencia, aun en bata me dirigí a la puerta –¡oh! ¡Estás bien!– dijo mientras me abrazaba –estoy bien, la pregunta ahora es ¿Qué sucede?–
–Amiga, Nick llamó a Joe, está preocupado… –
–No digas nada, voy a cambiarme para ir a almorzar a algún sitio o por la hora será cenar–
–Si quieres podemos quedarnos aquí– para este momento me encontraba hundida en el mundo de mi armario, Alicia me esperaba afuera –no quiero quedarme aquí con Ángel– grité para que mi amiga pudiera oírme –Si te hizo algo puedo partirle la cara, ya ganas no me faltan– me quede petrificada al escuchar la voz que me hablaba, al girar mi rostro lo encontré, Nick estaba apoyado del marco de la entrada al armario con uno de sus brazos ligeramente apretados por su chaqueta de cuero negro, su rostro era tan apacible y sofisticado que no parecía ser el mismo de esta mañana – ¿Qué haces aquí?– le pregunté mientras apretaba el vestido que tenía en mi mano –vengo a llevarte a cenar– su hermosa figura vestida con un jean gris y una sudadera blanca cubierta con la chaqueta aun se sostenía de la única entrada y salida del armario lo que me impedía escapar –tengo planes–
–Los tienes conmigo preciosa– dijo mientras emprendía su marcha hacia donde yo estaba, por inercia mis pies comenzaron a llevar mi cuerpo hacia atrás, sentí como el muro de vestidos golpeaban mi espalda deteniéndome en el final del largo armario, Nick con una media sonrisa en el rostro se me acerco, su cuerpo se pego del mío –abrázame– me pidió mientras su mano derecha acariciaba mi mejilla y la izquierda tomaba mi cintura –abrázame– volvió a pedirme con su aterciopelada voz dejándome sentir su dulce aliento rozar mi rostro, dejándome inundar por el deseo rodeé su cuerpo con mi brazos, por el rostro de Nick pasó una sonrisa antes de besar mi mejilla –creo que a mí también me han roto el corazón– me dijo aun sonriendo, sus labios se pegaron de mi frente –que irónica es la vida, yo hoy conocí una cara de la persona que amo que no es muy agradable–
–No voy a decir nada aun, solo quiero besarte– sus labios encontraron los míos sin ningún tipo de dificultad, rápidamente sentí como nuestros cuerpos se llenaban de deseo –tengo que vestirme– le dije mientras alejaba mis labios del alcance de los suyos –yo puedo ayudarte con eso– dijo mientras sus dientes alaban mi labio inferior –Nick quiero vestirme sola, tengo mucha hambre, si no has cambiado de parecer aun puedes llevarme a comer– le dije al notar lo estúpida que era, siempre que estaba en los brazos de Nick mi juicio se perdía permitiéndole hacer lo que quisiera –ok, no quiero pelear, te espero abajo– Nick besó cortamente mis labios y desapareció, recogí el vestido que había soltado hace unos segundos lo coloque en su puesto y me lleve las manos a mi cabeza para disminuir la presión que sentía, tomé un jean del perchero y una camisa negra de botones, unas zapatillas del mismo tono de la camisa y una cartera Fendi con detalles en jean y cuero negro, al estar lista bajé, el cuadro era muy gracioso, Joe, Nick y Ángel estaban sentados en el recibo que parecía sepulcral, ni el viento hacia ruido –estoy lista– dije mientras cruzaba el recibidor con indiferencia –amiga no vuelvas a asustarme– dijo Alicia mientras tomaba su cartera –Joe ¿Cómo estás? Tenía tanto tiempo sin verte, pensé que ya no querías saber de mí– le dije mientras me lanzaba en sus brazos –nunca me olvidare de ti, te he tenido muy bien vigilada– sus labios se pegaron de mi frente haciéndome sentir el apoyo incondicional que recibiría de su parte cuando lo necesitara, las puertas del ascensor se abrieron dejándonos entrar a la recepción, Nick hizo en dos ocasiones el intento de tomar mi mano pero no se lo permití –nos vemos más tarde, cuídala mucho Nick– dijo Joe mientras me abrazaba –ya basta que me darán celos, nos vemos luego tn____ – todos reímos al escuchar a Alicia, Nick me ayudó a subir al coche para luego dar la vuelta rápidamente y ponerlo en marcha –¿A dónde quieres comer?– me preguntó –a cualquiera, es mejor que no sea reconocido porque podrían vernos entonces tendrías que tomarte la molestia de tener que desaparecer las fotos para que Miley no las vea–
–Iremos al Jackson Hole, tengo ganas de comer hamburguesas– dijo simulando ignorar lo que había dicho –no me molesta, espero no hayan fotógrafos, lo que menos quiero es causarte molestias– Nick apretó el volante con mucha fuerza mientras se forma una sonrisa en su rostro –no lo vas a lograr, no quiero pelear, hablaremos más tarde–
–No hace falta que justifiques nada, no tienes porque rendirme cuentas de nada, al fin y al cabo soy la otra– los neumáticos del coche rechinaron contra el asfalto mientras Nick pisaba a fondo el freno, Nick giró su cuerpo con la mirada llena de furia postrada sobre mí.