Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo II

“Secuestro”

–No creo que sea conveniente– le dije mientras aplicaba un tono de voz que disimulaba los nervios que me inundaban, su voz era tan envolvente que me hacia delirar, tal vez por eso no le había permitido acercarse a mí, sabia el efecto que podía aplicar sobre mí una sola de sus palabras tan elegantemente estructuradas –ya te dije, de esta noche no pasa que tengamos esta conversación– sus brazos me envolvían mientras la música aceleraba su ritmo –no sabía que bailabas tan bien– le dije para intentar desviar el tema pero no fue la mejor decisión –es una de las cosas de mí que no sabes pero que quiero que sepas preciosa– subí mi mirada para ver su rostro pero me arrepentí de hacerlo cuando me encontré con su hermosa sonrisa esperándome, sin poderlo evitar también le dedique una sonrisa “!Estúpida!” me dije a mi misma al sentir como las mariposas paseaban aun mas alborotadas por mi estomago, sin darme cuenta del momento en que cambio el estilo de música me encontré pegada del pecho de Nick mientras me guiaba en una danza lenta, sentía su mejilla pegar de mi cabello, por mi cuerpo aparecían centellas eléctricas cuanto sus dedos tocaban las zonas de mi cuerpo que no estaban cubiertas por el sedoso vestido negro –estas muy hermosa– me susurro mientras uno de sus dedos dibujo pequeños círculos en mi hombro derecho, sentí como el aire que salía con cada palabra desde su garganta rosaba mi cabello –gracias– le respondí, nuevamente mi cuerpo reaccionó de manera independiente a mis pensamientos aferrándose más a su cuerpo, apreté aun mas mi agarre eliminando cualquier separación que existiera entre nosotros –tranquila esta pieza es larga, aun nos queda tiempo preciosa– podía notar un humor negro en cada una de las palabras que entablaba con una aire de diversión, las luces se apagaron para presentar enfocar solo a mi madre quien daría un anuncio, Nick aprovecho el momento a oscuras y me halo por el brazo –¿A dónde vamos?– le pregunte agitada mientras corría con dificultad detrás de él atravesando a las personas presentes –Necesitamos hablar– dijo un poco irritado pues ya le había preguntado eso muchas veces –Nick no puedo correr más, intenta hacerlo tú con zapatos altos– Nick se detuvo al escucharme, ya nos encontrábamos en un pasillo solitario, giró su cuerpo en dirección al mío mientras entrecerraba los ojos, note como una sonrisa picara se dibujaba en su rostro –entonces no correrás– Nick afirmo mientras se acercaba a mí pegando pecho con pecho nuestros cuerpos, de repente se agacho y sentí como sus manos recorrían mis piernas, subió delicadamente sus manos hasta mis muslos y sin permitirme reaccionar me tomó entre sus brazos –Nick todos nos verán, bájame– le dije mientras él aceleraba su paso hacia nuestro desconocido destino, cuando pretendía repetirle mi idea me silenció con un beso, sentí como su lengua encontró directamente la mía, al principio pensé en resistirme pero mi cuerpo nuevamente me desobedecía, sus labios se sentían tan carnosos y jugosos que no pude resistirme, incluso comencé a desear que no se detuviera –Aun no, aun no– se ordeno a él mismo en voz alta al separase de mí, no pronuncie palabra intentando recuperar el aliento que Nick me había arrebatado con ese beso, escuche la alarma de un coche activarse a mis espaldas, gire mi rostro y note que nos encontrábamos en el aparcadero de coches –no puedo irme Nick, mi madre se molestará mucho–
–El fin justifica los medios preciosa– me dijo mientras me introducía en el deportivo que hoy lucía, en menos de treinta segundos el motor del coche rugía en la salida de la edificación –esto es secuestro–
–Me obligaste a hacerlo– dijo entre risas mientras pegaba suavemente sus labios de mi mano envuelta por la suya, luego recordó la frase que pronuncio luego de darme el beso minutos atrás ¿a qué se refería con eso? Nick pretendía que esta noche pasara algo más que una simple conversación y esa no era mi idea principal, aunque lo deseara tanto como él no podía hacerlo, si hoy caía en su trampa no habría vuelta atrás, necesitaba detener esto –Nick no quiero ir a un lugar en el que estemos solos, puede ser un restaurante o un café, o un club, no sé, lo que sea pero no quiero estar a solas contigo– Nick detuvo el coche y giro su rostro hacia el mío –¿A qué le temes?–
–A que no respetes mi decisión, ya sabes que entre nosotros no puede haber nada hasta que organices tus ideas y prioridades– Nick coloco sus grandes manos sobre mi delicado rostro para centrar nuestras miradas, nuestros rostros se encontraban tan cerca que nuestras narices casi chocaban –tu eres mi prioridad– agregó luego –entonces es el momento de que me comuniques las decisiones que has tomado– Nick me dio un pequeño beso en los labios que se asemejaba mas a un contacto de labios que propiamente a un beso –así lo hare preciosa pero no este lugar– Nick inmediatamente puso el coche en marcha, los nervios volvieron a inundarme, no sabía a dónde me llevaría y tampoco sabía que me diría, el camino era largo, el velocímetro marcaba los 200 Km/H hace veinte minutos y aun no llegábamos, cada vez se hacía más oscura la carretera, una hora después bajo la velocidad del coche para introducirse en un camino a mano derecha que se abría paso entre árboles inmensos que formaban un arco que no permitía colar la luz de la luna por lo que este trecho era aun más oscuro, unos veinte minutos más tarde a una velocidad más moderada se despejaron los árboles dejando ver el final del camino, una hermosa casa al estilo colonial nos recibió, una redoma en cuyo centro yacía una fuente se encontraba en la entrada de la casa de dos plantas, los muros blancos y las columnas del mismo color alumbradas por faroles muy al estilo de las calles parisinas se dejaban admirar de una manera muy hermosa haciéndome recordar las vacaciones junto a mi madre en la villa italiana de mis abuelos maternos –llegamos– dijo Nick con una sonrisa en el rostro mientras abría la puerta del coche –Me imagino que ahora me dirás en donde estamos– le dije mientras tomaba mi mano para ayudarme a salir del coche –estamos en la Ascienda de mis padres, aquí es donde me crie–
–Es muy hermosa–
–Si al hubieras visto unos diez años atrás no lo creerías– me dijo mientras la admiraba a mi lado con su brazo rodeando mi cintura – ¿La restauraron?–
–Preciosa no todos nacimos en cunas de oro, mis padres no siempre tuvieron tanto dinero, esto era lo único que teníamos, mi madre la heredó de sus padres–
–Discúlpame, no me lo imagine– me dejo helada su confesión, nunca imagine a Nick viviendo de una manera diferente, él y su familia parecían haber nacido con el dinero que tenían tal y como lo había hecho la mayoría de mi familia, mi madre, mi abuela, su madre, su abuela y así sucesivamente –sabes que esa es una de las historias que me gustaría compartir contigo, no me gusta que haya secretos entre nosotros– me dijo mientras nos dirigíamos hacia la puerta de la hermosa casa.