Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXIX
“Diligencias”
El día estaba particularmente hermoso por lo que decidí vestirme lo más ligera posible ( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=122&pos=23 ) aunque era un poco extravagante para el ambiente citadino acostumbrado a la ropa incomoda poco me importaba, con lo que costaba este vestido podía pagar el salario de una familia normal por dos años –luces hermosa, un estilo particular, pero sin duda me gusta– me dijo Nick antes de que saliéramos de la casa –gracias tu también estas muy bien– le dije al verlo igual de relajado que yo, respondió con su media sonrisa y se paso suavemente la mano entre su semi desordenado cabello, llevaba una bermuda azul rey con un corte un poco mas debajo de sus rodillas y una polo blanca que se ajustaba en sus brazos, acompañado de unos zapatos cómodos del mismo color que la camisa, sin duda un estilo que lo hacía ver más hermoso, ayudándolo a mostrase de su verdadera edad, tomo mi mano y nos dirigimos al ascensor, las puertas se abrieron en la recepción y de manera sincronizada nos colocamos nuestros lentes de sol, hacíamos una hermosa pareja, me di cuenta al notar como los presentes no quitaban sus mirada de nosotros incluso llegue a escuchar como un par de mujeres indiscretas se preguntaban por la belleza que heredarían nuestros hijos, Nick se despidió con un beso corto en mis labios mientras abría la puerta trasera del coche que había venido a recogerme, por la elegancia era de mi madre o mi padre, pero me sorprendió ver que se trataba del mismo chofer que me había recogido en el aeropuerto –el señor Nicholas me pidió que le dijera que se tranquilizara, que iría en su coche y que por favor atienda sus llamadas– me dijo el chofer antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, Nick me conocía más de lo que creía, ya había previsto mi preocupación, mi primer compromiso era desayunar con mi padre, el lujosos café se dejaba colar por las amplias y pocas transitadas cayes del este de la ciudad, donde los jardines ornamentales aun estaban de moda, en donde los aristócratas se habían encargado de aislar el pequeño pulmón de la creciente jungla de cemento, ese lugar en que solo los verdaderamente afortunados podrían pagar un metro de terreno, ahí estaba mi padre esperándome con uno de sus exquisitos trajes italianos hechos a la medida, su estampa particular hacia retornar la memoria a esos tiempos en los que aun existía la estampa masculina de alcurnia, su perfecta afeitada y su impecable presencia escoltada por sus guardaespaldas –hija mía, dios te bendiga– me dijo al verme, levantándose de su silla para recibirme con un cariñoso abrazo y un paternal beso en la mejilla –hola papá ¿Cómo estás?–
–Eso no importa hija, ¿Cómo está tu suegro?– el calificativo era un poco gracioso en mi mente morbosa y mártir, ya que ese calificativo se empleaba al mismo hombre indiferentemente de con cuál de los dos hombre de mi vida sea el elegido –ya está mejor, hay que esperar los resultados de los exámenes para llegar a una conclusión–
–Me gustaría que me mantuvieras informado–
–Seguro lo hare– las conversaciones siguientes fueron superfluas, ninguna mas allá de un comentario económico o político, mi padre era un hombre poco complejo pero de carácter, el cual no se me aplicaba por ser su única hija, al terminar el desayuno decidí ir en dirección a la oficina, el chofer estaría a mis servicios todo el día así que no tendría ningún problema por el traslado, el teléfono sonó cuando se abrían las puertas del elevador en el piso de la compañía –hola amor– dije al atender
–Hola preciosa ¿Cómo estás?– al solo dejarme escuchar su voz me alegraba el día –bien precioso ¿Cómo está tu padre?–
–Aun no se sabe que tiene, los exámenes no arrojaron nada– note como su voz sonaba mas apagada que de costumbre –bueno amor, sabes que esa era un posibilidad lo que debemos hacer ahora es esperar– me llenaba de tristeza escucharlo de esa forma – ¿Cómo me llamaste?– me pregunto con un tono más alegre –No entiendo–
–Preciosa nunca me habías dicho amor y ahorita me lo acabas de decir, me gusta mucho que me digas así–
–Pues no sabía que te gustaba, de ahora en adelante podre llamarte así, de todas formas no es una mentira–
–Yo también te amo preciosa– escuchas su voz tan angelical decirme eso me emocionaba de tal manera que no podía describir, era como sentir cien mil mariposas alborotarse en mi estomago –espero que tangas un buen día amor–
–Yo también te lo deseo preciosa, te llamo en un par horas–
–Creo que es mucho tiempo, pero está bien, hablamos más tarde– le dije entre risas, él soltó una carcajada y colgó, luego sentí como mi cuerpo se lleno de vergüenza al notar que todos en la oficina me estaban viendo, acelere el paso y me adentre en la mi oficina privada, luego hice memoria para recordar si en algún momento había nombre a Nick pero gracias al cielo no lo hice, en un par de horas ya había dado todas las ordenes necesarias y lo demás lo haría por teléfono, ahora iba en camino a la casa de mi madre para almorzar, había hablado con Nick para que almorzara con nosotras, sabia lo mucho que le gustaba sentirse unido a mi familia aunque no pudiera decir que me amaba como él quería, sentí un poco de remordimiento por Kevin pero también había hablado con él, como se quedaba de noche en la clínica debía dormir en el día así que no estaba disponible, el coche de Nick estaba parqueado en el frente de la lujosa propiedad sí que ya estaba ahí, adentro me esperaban mi madre, Nick y mi futuro padrastro al que conocería hoy, se trataba de un magnate de los bienes raíces, era un hombre sumamente elegante, un caballero sin duda alguna, pero solo le daba un año con mi madre, antes que ella se obstine y lo deje –es hora de comer– dijo mi madre al ver la seña que hacia la mucama desde la entrada del living, mi madre y su novio se levantaron y fueron en dirección al comedor, yo pretendía hacer lo mismo pero algo me detuvo, Nick me halo por el brazo y me pego clandestinamente de una de las paredes, nuestros cuerpos quedaron sin un centímetro de separación –aun no te he saludado– y sin importarle que pudieran vernos me dio un beso de esos que te hacen desear más aun, tuvimos que luchar para cortarlo-me alegra que hayas invitado–
– ¿A quién mas invitaría amor?– se mordió el labio al escucharme y me dio otro beso, al separarse sostuvo mi labio inferior con sus dientes provocando que saliera un gemido desde mi interior –me encanta que me digas mi amor– me dijo luego –debemos irnos– le dije mientras me desprendía de su agarre, metí mi mano en el bolsillo trasero de su pantalón para hacer la mímica de estarlo empujando, como si me fuera posible emplear fuerza suficiente para hacerlo –no me provoques preciosa que no me molestaría estrenar tu cama– me dijo sensualmente –podríamos pensarlo amor– le susurre cerca del oído justo antes de entrar al comedor donde nos esperaba mi madre, voltee a verle la cara y la mandíbula casi le llegaba al suelo, estaba sorprendido de lo que acaba de decirle y no mentía, la simple idea me llenaba de mucho deseo, tal vez fuera capaz de cumplir, aprovechando que estábamos en mi casa.

Capítulo XL

“Juegos descubiertos”

Las conversaciones entre mi madre, su novio y Nick lograron aburrirme, en varias ocasiones Nick me lanzaba miradas que me hacían desearlo aun mas, en especial esa que me dice que esta ingeniándose un plan, de repente un excelente idea apareció en mi mente, tal vez no era muy buena y no estaba acostumbrada a esas actitudes pero si no lo hacía con él no lo haría con nadie , deslice mi pie fuera de la sandalia dejándolo desnudo y delicadamente lo coloque sobre la pierna de Nick, no quite mi mirada de su rostro para evaluar la reacción, pude ver como se sorprendió, pero supo cómo controlarse lo que me hizo querer llevar el juego más allá, me acomode mejor en la silla y comencé a rozar su entre pierna con mi pie, Nick casi se ahogaba por lo que tuvo que llevarse un vaso de agua a la boca rápidamente – ¿estás bien?– Le pregunto mi madre un tanto inquieta, pero no me intimido para nada, aun seguía acariciándolo –sí…estoy…bien– dijo Nick entrecortadamente, pude ver como Nick se mordió el labio lanzándome una mirada súper intensa lo que me dijo que le gustaba lo que hacía, note como su amigo comenzaba a llenarse de vida, Nick se ponía cada vez mas rojo, parecía sofocado –necesito ir al baño– dijo mientras se paraba dándole la espalda a los presentes y saliendo rápidamente de la habitación –iré a ver qué sucede– dije mientras me levantaba de la mesa, la mirada de mi madre era de desconcierto, no pude evitar sonreír con ganas al imaginármelo, iba en dirección al baño para buscarlo pero una habitación antes una mano me halo por el brazo, estábamos en la alacena de servicio encerrados cuerpo a cuerpo con las luces apagadas –¿Qué estabas haciendo?– me dijo con nuestros labios casi rosando –nada, solo tocaba algo que considero mío– no sabía que me sucedía, el deseo incontrolable que sentía por él se había adueñado de mí por completo –pues es todo tuyo, ahora puedes tocarlo libremente– le di gracias al destino por dejar las luces apagadas, de haber sido lo contrario Nick se hubiera dado cuenta por el color que tomaban mis mejillas de lo mucho que me intimidaba lo que acababa de decir –mi madre está afuera, podría escucharnos–
–Eso no te preocupo hace un par de minutos–
–Nick, ahora me da vergüenza, era muy diferente–
–O sea que tu si puedes hacerme sufrir, lo peor es que yo no quiero hacerte sufrir quiero llenarte de placer preciosa– en este momento Nick me hablaba en un tono tan apacible y seductor que su aterciopelada y hermosa voz me hacia salir de este mundo –pero Nick… – Nick no me dejo terminar de hablar, me calló con un beso exquisito, nuestros cuerpos estaban intensamente pegados y fue ahí con el deseo nublo completamente mi consciencia, respondí a su beso, enrede mis dedos es su cabello y logre sentir como se formaba un sonrisa de victoria en sus labios mientras me besaba, bajo rápidamente a mis pies y se adentro en el vestido, sus labios rosaban por mis piernas y sus manos apretaban con fuerza mis caderas, suavemente bajo mis pantis y sentí como jugaba con su lengua en mi interior, luchaba fuertemente por ahogar los gemidos que intentaban salir de mi, Nick tomo con sus manos el inicio de mi vestido y los acomodo entre sus dedos para sostenerlos junto a mi cintura, no sé en qué momento desnudo sus piernas, lo único que sentí fue como las pego de las mías ya desnudas y fue en ese momento cuando comenzó todo, alce mis caderas enredando las suyas, con cada movimientos sentía como los estantes que estaban a mis espaldas temblaban, temblores que se hacían cada vez más frecuentes y estruendosos, los gemidos eran ahogados entre los besos que nos dábamos, no me arrepentía de haber provocado esto hasta que escuche:
– ¡Tn_____ ¿Dónde estás?!– mi madre se dirigía en la dirección en que nos encontrábamos, me inundo un miedo increíble e intente separarme de Nick –tranquila, falta poco– me susurro con ese mismo tono de voz que me hacia olvidar todo, Nick aumento la velocidad de los movimientos y en menos de cinco minutos sentí que todo el fuego explotaba en mi cuerpo, me vi en la necesidad de morderle el cuello para no gritar, esta vez fue Nick quien no pudo controlarse y soltó unos cuantos gemidos que a los oídos de cualquiera que pasara cerca de la habitación serian perceptibles, deje caer mi cuerpo agotado sobre él, nuestras respiración estaban agitadas –esto estuvo mejor de lo que creí– dijo después mientras me ayudaba a arreglarme, no tena suficiente aire en los pulmones como para decir algo, estaba empapada en sudor y mi piel blanca tenía las manos de Nick marcadas en un tono rojizo, pero eso fue nada comparado al pánico que sentí al ver lo que le había hecho a su cuello – ¡Oh! ¡Oh! Mi amor lo siento ¿te duele mucho?– le pregunte angustiada al ver la marca de mi mordida en su cuello blanco en un tono purpura –no te entiendo– me dijo mientras se acomodaba la ropa, lo saque del depósito y lo metí en el baño a una puerta de distancia -¡Oh! Tienes unos dientes fuertes preciosa– dijo entre risas al verse en el espejo – ¡Nick, dime si te duele por favor!– me frustraba sentir que podía haberle hecho daño
–tranquila, no me dolió, me sorprende un poco que no lo haya sentido, pero tranquila no me duele– rodee su cintura desde su espalda –lo siento– le dije mientras escondía mi rostro en sus músculos, volteo su cuerpo y quedamos al frente uno del otro, me dedico una sonrisa cálida –No tienes porque disculparte, ahora debemos volver– beso mi frente y aun con nuestras manos entrelazadas abrió la puerta, nos quedamos en shock cuando vimos a mi madre esperándonos al otro lado de la puerta, inmediatamente nuestras manos se soltaron y nuestros cuerpos se tensaron, sentí como un nudo se formaba en mi garganta, un nudo de miedo y vergüenza ¿Qué tanto había escuchado? –Está servido el postre– dijo muy elegantemente mientras nos dejaba atrás, Nick y yo cruzamos una mirada de pánico y luego la seguimos, no pronunciamos palabra alguna durante el postre hasta que mi madre se irguió ante nosotros –creo que es el momento de que me quede a solas con mi hija– Nick intercepto mi mirada, estaba igual de asustado que yo, mi madre se despidió de su novio y luego nos vio a nosotros –Señora me gustaría hablar con usted–
–No creo que sea necesario Nicholas, tú no eres mi familia por lo tanto tus acciones no son de mi incumbencia, por eso debo pedirte que te marches de mi casa, necesito hablar con tn______, tu deberás luego lidiar con tu consciencia– Nick me dedico una mirada de duda –tranquilo, luego te hablo– mi madre soltó un bufido al escucharme pero la ignoramos, Nick me dedico una desganada sonrisa y salió de la casa, el silencio reino por un par de minutos – ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Crees que es lo correcto?– me pregunto mi madre sin siquiera sentarse, me tomo un minuto pensar lo que respondería, ya no sería adecuado negarlo y tampoco sería adecuado ignorarla así que debía enfrentar esto con la verdad por lo menos a ella se lo debía –tengo una relación con Nick Jonas– sentí como respiraba lentamente para controlarse – ¿Sabes lo que pasara cuando todos se enteren? ¿Cómo crees que lo tomara Kevin? No sabes lo que estás haciendo tn_____ –
–Estoy enamorada mamá–
– ¿Kevin lo sabe?–
–Claro que no– le dije con un hilo de voz –pues debes dejar a Nick y si lo deseas retomar la relación con Kevin, si no lo quieres déjalo pero debes alejarte de Nick, cuando todo esto se sepa tú serás la única perjudicada–
– ¿Cómo quieres que reaccione mamá? Lo amo con todas mis fuerzas–
–Entonces no podrás seguir viviendo en esta casa– quede sorprendida al escuchar lo que me decía –me imagino que no hablas en serio, o sea, lo imagine de todos menos de ti, quien te crees para hablarme de moralidad– estaba comenzando a sentirme molesta y un tanto ofuscada, tal vez indignada –No quiero llegar a esto hija, pero no voy a permitir que manches el nombre de nuestra familia, esto no fue lo que yo te enseñe, esto es atroz– dijo mientras negaba con la cabeza y manos – ¡Claro! Me lo dice una mujer que se ha casado un millón de veces, eres más descarada de lo que creí– inmediatamente sentí como la mano de mi madre que clavaba en mis rostro, era la primera vez que me golpeaba y tal vez lo merecía, nunca le había hablado de esa forma, ni en mis años de rebeldía estudiantil, pero esto era diferente me estaba pidiendo que dejara a Nick, eso excedía los limites –lo siento, hija, no quise…– me dijo entre lagrimas pero no deje que terminara cuando le hice una seña con la mano para que se detuviera –si es lo que quieres no dormiré mas en tu casa, lo único que quiero que sepas es que nunca dejare a Nick, aunque eso signifique tener que olvidarme de ti– cuando termine de hablar supe que mis palabras debieron dolerle más a ella que a mí, pero no iba a permitirle ningún acto en contra de Nick, subí corriendo las escaleras, los jadeos afloraban desde mi garganta pero ya no había vuelta atrás, tome una maleta y metí lo más necesario –mañana mandare a buscar lo restante– le dije al encéntramela en la puerta –yo te las enviare, no quiero que uses mis tarjetas, en este preciso momento las cancelare, si te vas pierdes todo tn_____ –
–Que poco me conoces mamá, espero que en algún momento podamos arreglar esto– abrí la puerta y salí de la imponente mansión, le di gracias al cielo por recibir el sueldo que percibía por ser directora de una de las empresas más solidas del continente, no podría llevar la vida a la que estaba acostumbrada pero no pasaría ningún tipo de necesidad, además podría hablar con mi padre luego, ahora debía pensar en algo más reciente, estaba en medio de la noche con una maleta caminando por las calles de Nueva York, con unos zapatos y un bolso que sumaban unos 4000 $ en su valor, sin contar lo que llevaba en el maletín, decidí ir al Palace a dormir, tarde un poco en registrarme y luego recordé que todas las tarjetas serian canceladas, recordé que aun tenía un par de tarjetas que me había dado mi padre por lo que me registre con ellas, lo primero que haría mañana seria solicitar tarjetas propias, la mañana llego rápidamente y con el primer rayo de sol apareció la primera llamada de Nick –hola amor–
– ¿Cómo estas preciosa?–
–Bien, estoy durmiendo en un hotel, mi madre me boto de la casa– se hizo un largo silencio – ¿Por qué no me llamaste?– su tono de voz se había vuelto sombrío –no quise molestarte, además estoy en el Palace a dos cuadras de la casa de mi madre– tardo de nuevo en responder – ¿estás sola?–
–Si estoy sola, tu hermano no sabe que estoy aquí–
–Lo siento, es que me lleno de celos de solo imaginarte… – no termino la frase
– ¿Quieres que te busque para desayunar?– continuó luego –tranquilo, ve a visitar a tu papá, yo iré por lo menos medio día a la oficina, ahora más que nunca necesito el empleo–
–Ya estás conmigo por la tanto no necesitas trabajar–
–Hablamos más tarde amor, debo vestirme– le dije para desviar la conversación, Nick estaba loco si pretendía mantenerme, eso definitivamente no era aceptable, lo único que debía hacer era dejar de salir de compras tan a menudo a tiendas tan exclusivas, nos despedimos para luego dedicarme a vestirme, cuando vi la maleta a un lado de la habitación fue que tome consciencia de lo que sucedía, me llenaba de tristeza haber peleado de esa forma con mi madre, me duche y en un tiempo record ya estaba lista para salir a trabajar, me puse un Dolce que me encantaba por lo fresco cómodo que era, el satén negro se deslizaba de una manera fresca por mi piel ( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=199&pos=26 ).
El tiempo en el taxi me ayudo para reflexionar en muchas cosas, la situación se había salido de las manos. Mi madre se había enterado y no tuvo miedo en expresar su evidente descontento, lo que la unía a una lista negra que había comenzado a crear en mi cabeza, esos que serian los jueces de mi relación, claro también existía los que no me juzgarían, esta lista estaba encabezada por mi hermana, la oficina me llevo más de medio día, salí en dirección al hospital pasadas las tres de la tarde, al entrar al pasillo vi la peor escena del mundo, algo que no creí que influyera en mi de esa forma tan perturbadora y devastadora, tal vez porque era egoísta, pero no lo imaginaba de su parte, el estomago se me revolvió, su mirada subió hasta mi quedándose paralizada por la sorpresa de verme observándolo, voltee para salir de ese lugar y me tope con el pecho fuerte de Joe ayudando a desequilíbrame –lo siento– dijo este al verme, lo que me decía que el estaba enterado, lo empuje como pude y salí rápidamente del hospital, escuche como me llamaba en la distancia pero logre montarme en un taxi antes de que me alcanzara, esto me había dejado fuera de sitio, algo que sin duda alguna me tomaba por sorpresa, algo que ni en mis más abstractos sueños me lo hubiese imaginado.
Fin del primer tomo