Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXVII
“Consuelo”
Mi madre se noto más tranquila cuando colgué, tuve que alejarme de los chicos para evitar que los gritos de mi hermana se oyeran, razón tenía al decirme que debía estar loca y lo peor es que no sabía la historia completa, no sabía que mi cuerpo y alma le pertenecían a Nick, que en ese viaje había vivido la experiencia más maravillosa de mi vida, me obligue a volver a la realidad de la situación en que me encontraba, la cara de los cuatro Jonas eran desbastadoras, me veía en la necesidad de consolarlos, a todos por igual, no me imaginaba perdiendo a uno de mis padres, el simple pensamiento me hacía estremecer, rodee con mi brazo la cintura del menor de los hermanos, aunque solo lo había conocido hace unos pocos minutos me pareció que él era quien necesitaba más apoyo en este momento, inclino su cabeza hacia la mía demostrando la recepción de mi gesto, a Nick le brillaron los ojos de una manera diferente, pero algo rompió el terrible silencio, los gritos de una mujer nos sacaron a todos de nuestros pensamientos
– ¡Nick! ¡Nick!– gritaba Miley desde el principio del pasillo, una furia incontrolable me inundo cuando se guindo de su cuello, apreté los dientes tan fuerte que creí que sería capaz de agrietarlos, nos saludo a todos con un entusiasmo muy fuera de lugar, no pude evitar mostrar mi hostilidad –iré a llevar a comer algo a Frankie, creo que lo necesita– dije mientras le sonreía al chico –creo que es lo mejor– dijo Joe –tu deberías acompañarnos– le dije al escucharlo, tenía una cara el pobre que me veía en la obligación de consolarlo también –no es necesario cuñada–
–Ok, ahora no te lo pido, te lo suplico, acompáñanos– le dije con tono de suplica, su personalidad era tan animada siempre que verlo de esta forma me causaba una inmensa tristeza, acepto no muy convencido, lo tome del brazo con mi mano libre y me dirigí con ellos hacia la cafetería, no voltee a ver a Nick quien tenía Miley enganchada de su cuello como una garrapata, me despedí de Kevin con un pequeño beso y continúe mi camino –se que suena repetido pero todo estará bien, deben ser fuerte chicos– le dije, Joe me dedico una sonrisa estrangulada y Frankie ni me dedico una mirada solo nos dedicamos a caminar agarrados uno de los otros –sabes, no tengo hambre– dijo Joe
–Yo tampoco– agrego Frankie luego
–Solo quería dejarme contagiar por esa alegría que irradias tn______ haz logrado ser una persona muy especial para mi cuñadita– continuo Joe con la misma sonrisa desganada –pero yo si tengo hambre, así que deberán acompañarme y comerán porque no me gusta hacerlo sola–
–Pobre de mi hermano eres muy mandona– dijo Joe por lo que todos soltamos una carcajada, aunque tampoco tenía hambre debía hacer lo imposible porque comieran algo así tuviera que comerme un elefante, una vez sentado en el cafetín pedí suficiente comida como para un batallón de personas, todo estaba saliendo como quería, Joe sin darse cuenta se encontraba comiendo y Frankie le hacía compañía sin ningún problema, pero ahora algo rondaba por mi cabeza, Nick, ¿Cómo estaría Nick? ¿Me necesitaría? No podía estar mucho tiempo separada de su lado, la ansiedad me comía los nervios, luego vi como Joe me miraba fijamente con cara seria –caímos en tu trampa– dijo aun con la boca llena, me causo gracia verlo de esa forma –pues sí, cayeron en mi trampa– los dos se rieron y siguieron comiendo, otro nombre rondo en mi cabeza, Kevin, él también me necesita, lo conozco lo suficiente para saber que no resistirá mucho antes de quebrarse y era mi deber estar a su lado en ese momento, nunca había sido yo la que debía ayudarlo, siempre él era quien me consolaba ahora ese era mi trabajo y debía cumplirlo de una manera muy eficaz, pedí dos platos más de comida y nos dirigimos de nuevo a la sala de espera donde se encontraban los demás, Kevin estaba sentado con las manos en la nuca y Nick hablaba un par de metros más allá con un doctor, Joe acelero el paso para atajarlo pero luego note que esa no era su intención, quería entrar a ver al señor Paul, se adentro inmediatamente en la habitación junto a Frankie y Kevin dedicándome una sonrisa los siguió, aproveche el momento para acercarme a Nick y tomar su mano, Miley no se veía por ningún lado así que me acerque lo suficiente para apoyar mi quijada de su espalda, mi pecho estaba perfectamente presionado contra la parte trasera de su cuerpo y mi mano libre rodeo su cintura, el doctor se alejo de nosotros y Nick soltó un suspiro, se mantuvo inmóvil por un momento y luego apretó mi mano con fuerza, la subió hasta sus labios y la beso suavemente –mi querida tn______, mi adorada tn_______, eres lo único que me mantiene en pie, no me dejes caer por favor– me dijo con un hilo de voz –jamás lo hare Nick, siempre estaré aquí para sostenerte o en dado caso caer junto a ti, nunca afrontaremos nada solos, somos un todo–
–Me alegra que pienses de la misma manera que yo– se giro lentamente y me abrazo, fue un abrazo de añoranza, de amor, no fue una de pasión, esto decía más que eso era lago divino algo que nunca antes había sentido, un escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir sus labios en mi garganta y luego sentirlos subiendo hacia mi mejilla para luego posarse suavemente en mis labios de manera tan exquisita y grácil que sería muy difícil de describir, era un beso de amor sin duda alguna, esta era mi manera de consolarlo, estando a su lado y no me era nada difícil, me separe lentamente se él pero su mano aun sostenía la mía –te traje algo de comer–
–No tengo hambre preciosa–
–Pues no te estoy preguntando, solo digo que debes comer, así que aquí esta– puso los ojos en blanco y mientras dejaba caer su imponente cuerpo sobre la pequeña silla abrió el paquete para comerse lo que contenía –voy a entrar a ver a mi padre– dijo al terminar
–Te espero aquí–
–Quiero que vengas conmigo sin ti no podría resistirlo– me dijo mientras se ponía de pie y colocaba su mano en la parte más delgada de mi espalda, sentí un poco de presión que me guiaba hacia la entrada de la habitación, Nick tomo una bocanada de aire y abrió la puerta, al entrar me costó mucho disimular la sorpresa, muchos cables y tubos se conectaban al señor Paul quien parecía no poder respirar sin la ayuda de estos, escuche un lamento ahogado en la garganta de Nick, no pude evitarlo y de la manera más imprudente imposible tome su mano y la apreté con fuerza, el reacciono de la misma forma pero se cuidaba de aplicar tanta como para lastimarme, aun sin soltarme y con los ojos cargados de lagrimas a punto de salir se dirigió en dirección a la cama de hospital donde se encontraba su padre y con la mano que mantenía libre toco suavemente su rostro, soltó otro lamento ahogado y se alejo, me soltó la mano y salió disparado de la habitación, Kevin intento seguirlo pero yo lo detuve –yo iré cielo, para esto estudie– Kevin asintió con la cabeza y me dejo salir, pude ver a Nick con las manos en el rostro pegado de la pared, se veía tan frágil que me dio miedo acercarme, alzo su mirada que parecía ser incapaz de derramar una lagrima, sufrimiento, eso era lo que veía en sus ojos, luego entro a la habitación que tenia al lado, yo simplemente lo seguí, le di gracias al cielo por estar vacía, las luces estaban apagadas, entre con cautela ya que no podía ver nada y lo menos que quería era que me internaran a mi por un nuevo accidente de torpeza, sentí como unas manos me alaban y luego como su fuerte pecho pegaba del mío, no pude evitar soltar el aire de mis pulmones por el impacto –lo siento– me dijo en un susurro –no te preocupes– envolví su cuerpo con mis brazos fuertemente aunque para él fuera mínima la fuerza para mí era mucha, pego sus labios de mi frente y pude sentir como su pecho comenzaba a ronronear, Nick estaba llorando y ese hecho me hacia romper en llanto, no podía imaginármelo sufriendo de tal manera, nuca me imagine a un hombre tan imponente como Nick mostrándome tal debilidad, simplemente me dedique a abrazarlo esa era mi función en este momento, el consuelo era lo único que podía brindarle, justo a mi amor y estaba segura que para él igual que para mí era suficiente –te amo– le dije –No sé como describirte esto que siento, pero si el amor es no poder separarte de esa persona, es no poder hacerle daño, es querer protegerla siempre, es ser capaz de dar tu vida por esa persona, pues entonces si estoy enamorado, me atrevo a decirte que te amo– fue lo que me dijo antes que el silencio reinara.

Chicas por ahora el capi de hoy!!!
ya intentare armar un maraton!! pero no les prometo nada!!!
bye!!! gracias por sus comentarios!!!!


Capítulo XXXVIII

“Crepúsculo”

Su cuerpo envolvía el mío fuertemente en la enorme cama, aunque tuviera un buen tamaño parecía pequeña para nosotros, nuestros cuerpos luchaban para mantenerse cerca uno del otro y sin mucha dificultad lo lograban, aunque ninguno podía dormir no pronunciábamos palabra alguna solo nos dedicábamos a brindarnos compañía, a sentirnos parte del otro más de lo que ya éramos, horas atrás Denisse nos había suplicado a todos que fuéramos a descansar y aunque ninguno estaba de acuerdo accedimos con la condición de que ella descansaría la siguiente noche, Joe había llevado a Frankie al hotel y Kevin se quedaría acompañando a su madre así que en contra de la voluntad de Nick decidí acompañarlo hasta su casa, lo menos que podía hacer era abandonarlo, aun el crepúsculo no llegaba a la ciudad y un tono de luz ahogada por las densas nubes de tormenta se abría paso entre los imponentes rascacielos, al entrar al edificio Nick me tomo de la mano y me dirigió a la ventana más grande del amplio living –te regalo este crepúsculo, antes temía enfrentarlo solo pero ahora me siento mucho mejor y confiado al saber que tu estarás ahí para iluminar mi camino en plena oscuridad, mi vida está siendo inundada por este anochecer pero sé que cuando te vea a los ojos el amanecer llegara sin que nada pueda impedirlo– me guinde en su cuello ante semejante declaración, las lagrimas brotaban de mi interior –siempre seré tu amanecer aunque tú en algún momento no seas el mío, o qué clase de vida tendría en un mundo en el que no puedo tener tu rostro para iluminármelo, eres mi vida y debes saber que la pongo sin ningún prejuicio en tus manos sin pedirte nada a cambio– nos unimos en un beso apasionado al terminar de pronunciar mis palabras, aunque nos faltaba el aire no nos detuvimos, no deseábamos hacerlo, luego cuando las necesidades humanas afloraron volvimos a respirar, sentí de nuevo ese ardor inundar mi cuerpo, ese ardor que solo inspiraba el deseo, pude notar contra mi vientre que Nick sentía lo mismo por lo que ya no podríamos detenernos, Nick como pudo me guio hacia el sofá de cuero negro que se encontraba a nuestras espaldas, nuestros cuerpos cayeron de golpe, el cuerpo de Nick se encontraba bajo el mío en su intento de protegerme de un posible daño por el impacto, sus manos desesperadas luchaban contra mi vestido y mis dientes se encargaban de mantener sus labios junto a los míos, como pudimos nos libramos de la ropa que se iba desgarrando a medida de que nos veíamos más desesperados, pude sentir como mi delicado y refinado vestido quedaba inutilizable a un lado y pude notar como los botones de su camisa volaban por el suelo, nuestros cuerpos cayeron sobre la fría superficie, Nick dio un respingo al sentir el frio mármol tocar su cuerpo desnudo pero lo ignoro, nuestros cuerpos volvían a complementarse simétricamente –somos uno– le susurre, mientras el enredaba sus dedos en mi cabellera –somos uno–afirmo jadeante luego, sentí como su cuerpo instintivamente se acomodaba con respecto al mío y luego note como una descarga me inundaba al sentir como Nick entraba por primera vez en mi, los movimientos eran controlados por mi ya que yo estaba arriba así que acelere el paso lo mas que pude pero no era suficiente así que Nick ágilmente estiro su chaqueta sobre el suelo y se lanzo sobre mi delicadamente pero de una manera imponente, ahora los movimientos eran más acelerados y nuestras respiraciones ya casi eran inexistentes por la poca distancia de tiempo que había una de la otra, mis manos se apretaban fuertemente contra su espalda mientras él apoyaba su cuerpo sobre el mío pero sus brazos desviaban el peso al suelo, su cuerpo comenzó a contraerse y mis músculos se engarrotaban, el ardor exploto de una manera impactante haciendo que de mi garganta aflorara un fuerte grito imposible de ahogar, el maravilloso orgasmo había aparecido, Nick se dejo caer relajado a un lado, aun nuestros cuerpos rozaban, su pierna izquierda estaba entrecruzada con mi pierna derecha y su brazo se enredado con el mío, sentía sus bellos rozar mi depilada pierna, sus labios se pegaron de mi hombro y pude sentir como se formaba una sonrisa en su rostro –estuvo maravilloso– dijo alegremente y estaba en lo cierto –definitivamente lo estuvo– le respondí, Nick se levanto de un solo impulso ver su cuerpo desnudo me fascinaba, el se me quedo viendo de la misma forma mientras me tendía la mano, cuando estire la mía para tomar la suya se deslizo y me cargo, colocando una de sus manos en mi espalda y otra en mis piernas –siempre había querido hacer esto– me dijo con una gran sonrisa, mi cuerpo se estremeció al sentir como sus dientes pellizcaban suavemente uno de mis senos –lo siento me provoco– dijo en tono travieso luego me dejo caer sobre la cama, se deslizo a mi lado y me apretó contra su cuerpo, su mano recorría suavemente mi espalda – ¿sabes que estamos cometiendo un pecado?– dijo seriamente, me separe de lo suficiente para verle el rostro y descubrir si hablaba en serio, acaba de darme cuenta de que Nick aprovechaba el post sexo para reprocharse y no se lo permitiría –pues si nuestro amor es un pecado me quemaría contigo en el infierno felizmente– Nick puso la cara aun más seria –no es una broma tn_____ –
–Nick, no voy a dejar que arruines este maravilloso momento, no es ningún pecado amarse–
–Sí lo es cuando te enamoras de la novia de tu hermano–
–Pues ya te dije que sería capaz de enfrentar cualquier castigo siempre y cuando tú estés a mi lado–
–Y lo estaré sin dudar ni un segundo preciosa–
–Pues entonces deja de auto flagelarte y bésame– Nick lanzo su sonrisa torcida que era capaz de hacerme delirar y me apretó contra su cuerpo para darme un intenso beso –no puedo negarte nada– me susurro, entonces fue cuando nuestros cuerpos se apretaron mutuamente y la cama comenzó a sentirse pequeña, no nos importaba nada solo desear que esta noche no acabara jamás, no pudimos dormir debido a todas las preocupaciones que nos invadían, mañana no podría acompañarlo a la clínica, debía visitar a mi madre y a mi padre, Patricia ya había vuelto a la universidad así que ella no estaba en mi lista inmediata, también debía darme una vuelta por la oficina, la mañana se coló por la intensa cortina y fue ahí cuando los rayos del sol alumbraron nuestros marfileños rostros y pude entender lo que me había dicho la noche anterior frente al crepúsculo, Nick era mi amanecer sin duda alguna, y no me daba miedo atravesar ningún periodo de oscuridad sabiendo que era él quien se encargaría de hacerlo brillar.