Mi amigo sexual (nick y tu) (solo para mayores) very hot CAPI FINAL

–bueno creo que debemos quitar la denuncia, luego Eduardo convocara una rueda de prensa en la que dirá que todo se trato de un mal entendido, Eduardo seguirá a la cabeza pero sin poder de firma en nada– dijiste
-si ceo que es la mejor manera, de aquí en adelante cada documento deberá tener por lo menos tres de nuestras firmas y a cada director se le colocara una sombra, o sea, una especie de director paralelo que deberá aprobar cada una de sus decisiones– agrego el hermano de Eduardo quien era accionista también, todos estuvieron de acuerdo con las decisiones tomadas, al terminar la reunión de exploto un dolor de cabeza inmenso, ya se había convertido en jaqueca –Eduardo te agradecerá todo lo que acabas de hacer para ayudarlo– te dijo su hermano cuando están solos
– el hubiese hecho lo mismo por mi–
–Sin duda alguna– te despediste cómo pudiste, al abordar el coche le pediste que te llevara a ver a Eduardo, al llegar casi ni te podías levantar del asiento del coche la jaqueca era demasiado fuerte sin embargo lograste llegar hasta Eduardo quien estaba ya sentado en el despacho a punto de ser liberado con aproximadamente diez abogados rodeándolo, al verte se levanto de golpe –gracias– te dijo mientras te abrazaba –tranquilo, aunque me debes muchas explicaciones y no tengo mucho tiempo ¿Qué fue lo que sucedió? –
-todo es una trampa, te lo juro–
-me lo imagine, ahora tienes que explicar todo y aclararlo y destruye a quien te la monto, te voy adelantando que tomamos algunas decisiones a las que te vas a tener que acoplar por lo menos hasta que se solucione todo–
-si ya me entere–
-bueno eso era todo, me voy cualquier inconveniente no dudes en llamarme tengo un almuerzo, cuídate–
-tú también cuídate– le dedicaste una pequeña sonrisa y saliste, Laura se separo de ti ella debía resolver otras cosas, entre la inmensa jaqueca y el trafico le pediste al chofer que te llevara al restaurante donde habías quedado en encontrarte con tu hermano para platicar aunque querías irte a dormir la curiosidad podía más que el cansancio y el dolor de cabeza, gracias al pesado trafico lograste dormir un poco en el coche, al llegar tu hermano estaba sentado solo en una mesa ya esperando te pareció un poco extraño que no viniera con Alice pero no tenias cabeza para sacar conclusiones, luego le preguntarías, lo saludaste antes de sentarte él como todo un caballero te ayudo a sentarte –bueno entonces cuéntamelo todo ¿a qué se debe tu visita?–
-ya no le voy a dar más largas al asunto (tu nombre) no vine con buenas noticias–
-bueno dímelas sin ningún tipo de anestesia, hoy ha sido un día maravilloso así que continúa–
- ¿sucedió algo?–
-luego te cuento, continúa tú, sabes yo sabía que no habías venido solo a presentarme a tu novia– Cristo torció un poco el gesto al oírte –bueno todo comenzó también cuando cumplía servicio en Venecia, resulta que en el mismo buque que yo venía un (tu apellido) yo lo ignore, aunque nuestro apellido es muy poco común en algún lugar debe existir alguien que lo tenga sin ser nuestro familiar necesariamente– se detuvo a tomar un poco de agua, sabias que su visita no era normal algo debía haberle sucedido –continua–
-bueno resulta que este chico me estuvo persiguiendo en varias ocasiones lo descubrí husmeando en mis cosas, por un momento creí que se había enamorado de mi, esos casos son muy normales en la marina–
-no quiero saber de eso, cuéntame lo que me importa– el dolor de cabeza había desaparecido solo querías saber que hizo que tu hermano regresara –bueno cuando ya me había sacado de mis casillas y estaba a punto de denunciarlo me mostro su registro de nacimiento y para mi sorpresa nuestro padre aparecía en él, las dos semanas que estuve en el bar no estaba por Alice sino lo tomaba para meditar, claro después me fije en ella, pero ese no es el caso, el chico se llama Jacob (tu apellido) tiene diecinueve años y se inscribió en el ejército para encontrarme– ahora si estas en shock, te tomo unos minutos digerir el asunto tenias un hermano bastardo y menor que ustedes así que le había sido infiel a tu madre con todas las de la ley, hasta le había dado el apellido – ¿Por qué te busco a ti? O sea pudo haber venido conmigo a ir a buscar a mi padre, creo que hubiese sido más fácil que registrarse en la marina–
-no sabes lo que dices, con todos los guardaespaldas que te puso Nick no es nada sencillo acercarse a ti–
-ok ese es mi caso y ¿Por qué no busco a papá?–
-si lo hizo pero lo rechazo, resulta que su madre murió cuando él tenía cinco años, mi padre se encargo de mantenerlo pero hasta ahí, nunca más lo vio ni lo llamo–
-es que no sé, no logro entender a que vino, ¿quiere dinero? –
-esa es la parte que yo no entiendo, él jura que no quiere dinero que simplemente quiere conocernos, ser parte de la familia–
-esto es la gota que derramo el vaso de que familia habla, Madelene es una delincuente, mi mare lo va a odiar más que nadie en el mundo y mi papá lo rechaza y yo no pienso llenarme la cabeza con más problemas, no sé que pretende, ofrécele dinero o lo que sea y después dile a mi papá que lo sabemos para que pague–
-(tu nombre) no reacciones así, para mal o para bien tu y yo somos familia–

-no Cristo no lo somos, porque aunque nos apreciamos mucho solo recurrimos el uno al otro cuando hay problemas tal vez porque así nos educaron o porque simplemente somos así, a mi no se me olvida todo lo que sufrió mi madre con todas las infidelidades de nuestro padre, si tu lo deseas puedes hacer lo que te dé la gana con él, yo en lo personal no quiero saber nada– estabas segura que estabas reaccionando de mala manera pero todas las preocupaciones te afloraron en ese momento, tenias demasiados problemas como para asumir uno más –cállate que si somos familia, lo que pasa es que estas molesta, por lo menos tu y yo lo somos y precisamente no había venido porque no quería agregarte un problema más, pero él insiste en conocerte y creo que lo merece, además ya es tarde porque está sentado aquí en otra mesa– volteaste a buscarlo con la mirada y lo reconociste al momento el había sido el único en heredar los ojos olivas de tu padre, la jaqueca te exploto más intensa que nunca, Cristo le hizo una seña al muchacho para que se acercara –no lo puedo creer– le susurraste a Cristo antes de que se acercara –te presento a Jacob, ella es (tu nombre) nuestra hermana– le estrechaste la mano y aunque intentaste sonreír el dolor de cabeza no te lo permitía, alzaste la mano para llamar a unos de tus guardias –discúlpenme pero tomaron desprevenida, o sea… no puedo, lo siento…!guao! eres idéntico a mi papá– dijiste sorprendida, no sabías que mas decir –dígame señora– dijo el guardia al acercarse a ti –manda a buscar el coche y paga la cuenta, rápido–
-deme dos minutos señora–
-ok, bueno lo siento de verdad, no puedo quedarme, fue un placer Jacob– dijiste mientras te levantabas de la mesa – (tu nombre) no exageres puedes quedarte un poco mas– te suplicó Cristo –no puedo lo siento, espero podamos conocernos mejor luego Jacob, me gustaría que lo llevaras a los Hampton Cristo, hasta luego– estabas aturdida, tenias un hermano y te lo habían presentado en una emboscada la cara del muchacho era indescriptible no sabias si era de asombro o decepción por no haberte quedado te daba un poco de lastima pero tu cuerpo no te permitía quedarte –llévame a casa, por favor– le pediste al chofer, al llegar a la casa te tomaste un par de aspirinas y te fuiste a dar una ducha, mientras lo hacías reflexionabas, definitivamente habías reaccionado de una manera equivocada, ahora que lo analizabas el único con el que debías estar molesta era con tu padre, ese muchacho no tenía la culpa de que su madre se revolcara con un hombre casado, tampoco tenía la culpa de que tu padre se la pasara decepcionándote a ti y a tus hermanos, al salir de la duche llamarías a Cristo para que lo mandara a mediados de semana para tu casa en los Hampton, saliste de la ducha y aun no se te quitaba el dolor de cabeza por lo que decidiste recostarte un rato pero quien sería capaz de conciliar el sueño después de lo que habías vivido esa tarde, escuchaste como llegaban Denisse y Paul junto a Frankie y Sofía, así que decidiste bajar a saludarlos y buscar a Sofía, habían acordado encontrase todos para irse juntos al aeropuerto, al pisar el ultimo escalón de la escalera la puerta principal se estaba abriendo, era Nick quien se había podido escabullir de la oficina un par de horas antes –hola amor ¿como estas?– le preguntaste mientras te dejabas envolver en sus brazos –bien princesa ¿Qué tal tu día?–
-perfecto, pero luego te cuento– Nick se separo un poco de ti, lo suficiente como para poder examinar tu rostro pero Denisse te salvo justo a tiempo llegando con Sofía en brazos, lo que menos querías era arruinarle el viaje a Nick con tus preocupaciones no planeabas ocultárselo pero si retrasar un poco el momento de contárselo, Nick te permitió tomar en brazos a tu hija solo unos segundos ya que de manera inmediata te la pidió, sin duda alguna adoraba a su hija aunque a veces te irritaba lo entendías.
Dos horas más tarde estaban ya camino al aeropuerto, Nick había intentado conversar contigo a solas pero entre una y otra situación algo se lo impedía, estabas casi segura de que sabia o sospechaba algo aunque era posible de que tu cara expresara todo, de igual manera ya te habían dicho antes que parecías un libro abierto cuando algo te preocupaba o molestaba lo cual te irritaba y mas Nick que te conocía tan perfectamente, lo peor del caso era que irían en un jet privado así que no podrías escaparte de él, el vuelo tenía un aproximado de ocho horas, abordaron el avión diez minutos luego de llegar al aeropuerto, eran las ocho de la noche cuando ya se elevaba por los cielos luego de hablar un rato entre todos te levantaste para ir al baño aun tenias jaqueca y como no podías sacarte la situación de Jacob de la cabeza se te acentuaba mas el dolor, luego de lavarte la cara e intentar despejarte un poco abriste la puerta del tocador –¿Qué sucede?– te preguntó Nick quien te estaba esperando afuera –no sucede nada–
-dime algo, ¿qué te puedo dar para que me cuentes?– te pregunto sensualmente, de nuevo aplicaba esa técnica a la cual no podías resistirte –nada, simplemente no tengo nada que contarte– se acerco a ti acorralando contra la pared del tocador cerro a su espalda la puerta –entonces si te hago esto no me vas a decir nada– comenzó a besarte el cuello mientras te pegaba a su cuerpo –Nick…tu familia…está afuera–
-tranquila no va a pasar nada–
-me da vergüenza–

-tranquila– te dijo antes de acabar con la conversación, te beso profundamente y obviamente ni planeabas ni podías resistirte así que le seguiste el beso, las manos de Nick ya estaban paseando por tus piernas, en un movimiento imponente Nick te levanto colocándote sobre el mueble del lavado – ¿quieres que pare?– te susurro entre los besos –no, sigue por favor– Nick sonrió ante tu petición –me encanta cuando te colocas falda– en un solo movimiento llevó tu falda hasta tu cintura a lo que como respuesta le quitaste el broche a sus pantalones, Nick te besaba los senos que había logrado destapar de una manera tan desesperada como si se tratara de un extraviado pidiendo agua en el desierto, no cabía en tu cuerpo tanto éxtasis, la penetrante mirada de Nick se clavaba firmemente en la tuya, ya no podían contener los gemidos que salían de tu garganta a pesar del inmenso esfuerzo que hacia Nick por ahogarlos con sus besos, la presión de su cuerpo con el tuyo provocaban sonidos constantes que traspasaban las puertas del baño, sin duda alguna todos estaban enterados de lo que hacían pero no podías pensar en eso ahora, solo pensabas y disfrutabas el inmenso placer que te daba Nick con sus increíbles dotes, sin poderlo evitar ya Nick estaba bañado en sudor claro en esta ocasión el solo era quien hacia el esfuerzo así que decidiste compensarlo cambiando de roles, de un golpe lo abalanzaste hacia el inodoro colocando tus caderas sobre sus piernas tomando ahora tu las riendas del momento las manos de Nick te apretaban contar su cuerpo lo suficientemente cerca para poder saborear todo tu cuerpo y tu poder hacer lo mismo con el suyo, tardaron más de lo planeado sin duda alguna pero lograron satisfacerse el uno al otro.
Al salir no aguantabas la vergüenza tanto Nick como tú estaban rojos producto de la actividad pero tus mejillas estaban acentuándose mas ya que te imaginabas a todos oyéndolos y sacando conclusiones de lo que habían estado haciendo, pero a Nick parecía no importarle ya que como si nada se sentó cruzo sus piernas en la cómoda butaca y cerró los ojos –tranquila amor, somos adultos y esposos así que no pasa nada– te susurro sin abrir los ojos ya que sin duda laguna había sentido tu mirada de asombro calvada sobre él –igual me da vergüenza, no lo pienso repetir…siento que no dejan de mirarnos– Nick abrió los ojos lentamente dando un sondeo a su alrededor para observarlos a todos –no los veo viéndonos– luego encogió los hombros y volvió a cerrar los ojos – ¡eres increíble!–
-duerme mi vida– te respondió de la manera más dulce posible, te lanzo un beso y se acomodó nuevamente, al principio no pudiste pero luego lograste quedarte dormida con Sofía en brazos.
Al llegar todos actuaban normal, sin embargo aun estabas avergonzada tal vez no decían nada pero seguro los habían escuchado, abordaron las dos camionetas que los esperaban, se dirigían a la zona más exclusiva de los Hamptons allí se encontraba tu hermosa casa de verano, al llegar todos los empleados esperaban en la entrada –debo decir que no exageraste en nada, es hermosa mi vida– dijo Nick al traspasar los muros que separaban la avenida del jardín –si Eduardo se esmero al construirla– le respondiste, Nick hizo no pronuncio palabra alguna hasta que se encontró al frente de los empleados, cada uno fue dirigido a su habitación, al llegar a la principal Nick te acorralo contra la pared –tienes algo que contarme– te dijo cerca de tu rostro –no sé de que hablas…déjame acomodar a Sofía– entrecerró los ojos al ver la jugada que acababas de hacer, habías utilizado a Sofía para liberarte de su alcance, Nick te persiguió por toda la habitación a penas la soltaste te tomo por la cintura pegando tu cuerpo al de él que ya estaba medio desnudo ya que había comenzado a desnudarse para tomar una ducha, solo quedaban sus bóxers, con su tomo aterciopelado y su intimidante mirada te dijo firmemente –te conozco y sé que me estas ocultando algo–
-No sucede nada simplemente tengo un inmenso dolor de cabeza, es todo– sin saber el porqué tu cuerpo y mente de manera automática ocultaban lo que había sucedido, tal vez el simple hecho, Nick al ver que no planeabas contarle te soltó y se dirigió a la ducha, mientras se duchaba reflexionabas sobre lo que sucedia no pudiste evitar recordar lo que sucedió la última vez que le ocultaste algo, esos días en los que te viste obligada a sentir odio por la persona que mas amas, definitivamente no querías volver a pasar por eso así que ahora estabas decidida a contarle lo sucedido con Eduardo de igual manera eso no era nada trascendente lo que más te preocupaba era lo de tu nuevo hermano y su repentina aparición no querías llenar de más problemas la cabeza de Nick; un golpe en la puerta interrumpió tus pensamientos