Love [Nick&____]♥

El mundo de los vampiros era una lucha constante, un mundo en donde los cuentos de hadas carecen
de valor, un lugar en el que el honor de un vampiro es lo único que cuenta, en el que cosas como los
sentimientos, esperanzas y sobre todo el amor, no tenía lugar. La forma de vida de un vampiro, en
especial un guerrero como Nick, no dejaba espacio para sentimentalismos, ternura, o alguna mierda
relacionada con ser un macho blandito.
Los vampiros fueron creados hace muchos años para ser seres sin alma, poderosos, ágiles e
inteligentes. Fueron el fruto de un experimento fallido para alargar la vida de un humano, la leyenda
decía que aparecieron hace más de mil años, cuando un anciano chiflado empezó a temerle a la
muerte, no quería morir así que empezó a buscar una solución que lo ayudara a escaparse de ese
trágico final, como resultado acabó muerto y fue a parar a las puertas del inframundo donde, según
la leyenda, hizo un pacto con el diablo; este le devolvía la vida, no tendría que alimentarse nunca
más, nunca estaría cansado y sería extremadamente poderoso, a cambio debía dedicar su vida entera
a crear otros como el, seres inmortales que no haría ningún bien extraordinario en la tierra, pero
serían una raza poderosa que se alimentaria únicamente de la sangre de sus inferiores, nada los satis
facería más que la sangre, vivirían de la sangre, se harían fuertes con ella. Pero si se dejaban llevar
por la sed, acabarían siendo seres sin conciencia, bebedores sin cansancio, criaturas sin nada más en
mente que satisfacer la sed que crecían en su interior y que los controlaba. Por esa razón los
vampiros controlados se unían a las sociedades protectoras de humanos, para protegerlos de los
vampiros sedientos. Esas criaturas no hacían otra cosa que atacar a cada ser viviente que se cruzaba
en su camino, Nick los despreciaba igual que sus compañeros guerreros, ellos salían cada noche y se
mantenía ocultos en las sombras, se encargaban de eliminar a esa otra raza, aguardando el momento
ideal para eliminar a esos bastardos, por eso se llamaban guerreros, por ser fuertes, indomables y por
carecer de corazón. Por esa razón, se sintió cabreado cuando su compañera de raza le preguntó si
creía en el amor.
Las compañeras de raza eran las hembras de los vampiros, dotadas con una increíble belleza, de
apariencia angelical pero fuerza diabólica, solo ellas eran capaces de saciar el enorme e increíble
apetito de los machos, tanto de sangre como de sexo. Nick se sentía orgulloso por la relación que
mantenía con su compañera, _________, una hermosa vampira de ojos claros, una sonrisa
deslumbrante y una fortaleza escondida bajo la capa de una muñeca.
En su mundo ella era un hembra hermosa y de gran valía, codiciada por sus otros compañeros y
envidiada por las otras vampiras. Cuando Nick tuvo edad suficiente para elegir a su compañera lo
hizo sin pensarlo dos veces, hubo luchas y grandes riñas por ella, los otros machos igual de jóvenes e
inexpertos que él también la querían, pero al final Nick había ganado y nadie se había interpuesto en
su camino.
Su relación con __________ no era la relación tradicional que se esperaba en el mundo vampírico,
cuando un vampiro escogía a su compañera le prometía lealtad, admiración, compresión, devoción y
protección, con su propia vida si era necesario, a cambio ella sería sumisa, obediente, leal y
complacería a su compañero en cada uno de sus caprichos. Pero ________ era todo, por desgracia,
menos sumisa y obediente. Ella era dulce y era realmente entretenido pasar tiempo con ella, nunca
lo aburría, lo atendía con cariño cuando llegaba herido después de alguna batalla, y era apasionada
en la cama, nunca se mostraba indispuesta, al contrario, era ardiente, apasionada y le encantaba
torturarlo hasta casi hacerlo perder el control, ¿Pero escuchaba lo que él decía? No, nunca lo hacía.
_________ hacía su santa voluntad, nunca tomaba precauciones, si salía nunca le avisaba, ella era
siempre la primera en comenzar las discusiones, lo irritaba, su temperamento dulce se convertía en
una tormenta cuando explotaba y desafortunadamente Nick siempre esta cerca cuando eso sucedía.
Pero esas discusiones, roces y batallas, hacían que el deseo que sentía por ella creciera en el interior
de Nick, arreglando cualquier malentendido con un increíble arrebato de pasión. Todo era perfecto.
Hasta que su compañera empezó a relacionarse con humanos creyentes en el amor. Los vampiros no
sentían amor, cariño... tal vez, pero solo en algunos casos, como el cariño que sentía hacia ella,
pero...¿Amor? No, definitivamente no. Un guerrero orgulloso y poderoso como él, no sería el primero
en creer en esa estupidez y su compañera tampoco. El amor no existía, para los humanos el amor era
aquella sensación que les llenaba el alma y dado que el no tenía alma, no sentía amor y no lo
sentiría. Jamás.
Esa noche esta sufriendo la peor tortura de todas...
-Uno más y podrás beber...-Le susurró _________ de manera sensual en el oído.
Era casi el amanecer y seguía sumergido en la calidez de su interior, no había salido con los otros
guerreros esa noche. Esa noche iba a dedicarse única y exclusivamente a alimentarse. Y a darle a su
cuerpo tanto placer que quedaría saciado para toda una eternidad. Cuando __________ recorrió de
manera sensual y exquisita la línea de su columna con el dedo hacía abajo, su cuerpo recibió una
descarga de puro, crudo y salvaje deseo. La habitación se llenó de estática, y su piel se calentó.
¡Demonios! __________ era como una adicción para él, podía sentir sus pequeñas y suaves manos
recorrer su espalda, delineando la línea de sus músculos y sus largas y espléndidas piernas enrolladas
con las de él, su suave, cálido y exquisito cuerpo ondulándose bajo el suyo, y su cálido aliento en la
oreja, mientras el sumergía la cabeza en la cuerva de su cuello, lamiendo, chupando y recorriendo la
suave y cremosa piel del lugar en donde siempre enterraba sus colmillos. Ya podía sentir el sabor de
su sangre, una mezcla de algún sabor exótico bajando por su garganta, dulce, adictiva. Con un
poderoso gruñido que realmente no era humano, se elevó sobre sus brazos y movió sus caderas en un
ritmo, erótico, lento... _________ gimió y se abrazó a su cuerpo, adhiriéndose completamente a él.
-uhmmm...más, Nick- murmuró ella en su oído.- Más.- Nick sonrió con los ojos cerrados mientras
sumergía su cara en su cuello otra vez, era realmente descarada, pero eso le encantaba. Gimiendo
de pura dicha, Nick cambió el ritmo a uno más constante, más rápido y aún más placentero que el
anterior. _________ se aferró fuerte a él y enterrando las uñas en su espalda llegó al orgasmo, fue
entonces cuando Nick enterró sus colmillos en su piel cremosa, siguió con el ritmo para prolongar su
placer, y sintió la tibia, pura y exquisita sangre recorriendo su garganta. Sin poder evitarlo, gimió,
alcanzando su propio placer. Cuando alzó la vista hacia ella, ________ le sonreía. Sus mejillas
estaban sonrojadas y su cabello, oscuro como la noche, estaba húmedo con su delicado sudor. La
besó. No pudo evitarlo, se veía tan hermosa y Nick estaba enormemente agradecido por haberla
escogido, que lo único que pudo hacer fue besarla. La noche estaba yendo de maravilla, hasta que
ella pronunció esas horribles y monstruosas palabras...
-Te amo, Nick.- La miró al instante, perplejo. -Te amo, se que tu nunca has creído en el amor y que
dices que nuestra raza no sabe lo que es eso, pero yo se que lo que siento por tí es amor... Puro y
verdadero amor, es una cosa maravillosa, ¿Sabes? Es como si te llenara el pecho y te da un cosquilleó
en el estómago...- Su sonrisa, sus ojos... todo en ella brillaba, resplandecía de alegría. Se abalanzó
sobre él, un instante el dominaba la situación y al otro... ella esta sobre él, sentaba en su cintura
con una pierna a cada lado de su cuerpo.
-¡Es maravilloso! Lo comprendí ayer, cuando Demetria, la humana de la librería me dio una novela.
No entendía que era esa sensación homigueante que sentía en el estómago cada vez que te veía, o
que me mirabas.... pero ya se lo que es.- Nick no quería saberlo, pero preguntó. -¿Y, que es?
-¡Amor!- Dijo ella entre risitas. -¡Te amo!- Nick se levantó de un salto, alejándose de ella.
-¡Basta!-¿¡Que mierda le había hecho esa humana creyente del amor a su hermosa compañera!?
________ nunca había dicho cosas tan irracionales como esa, ¡Amor! por primera vez en su vida como
guerrero, Nick estaba aterrado. El amor era una cosa de la que era completamente ignorante. Nunca
lo había sentido ¿Sería una enfermedad? Esa humana debía estar enferma, un virus raro,
extraño...Contagioso. Si, el amor era una enfermedad horrible. Miró a ________. ¡Demonios, su
hermosa ________! Ella deba vueltas alrededor de él, riendo y tratando de alcanzarlo pero el se
hacía a un lado, la quería y la protegería con su vida si era necesario pero si estaba contagiada por el
virus del amor, no quería ser contagiado.
-Estas enferma... .- Logró decir. Al instante _________ cambió por completo, se quedó congelada,
observándolo con una expresión que Nick desconocía. -¿Que?
- _________, infiernos...¿Que te ha hecho esa humana?- La tomó en sus brazos, ella estaba rígida.
-¡Suéltame, Nick! No estoy enferma.- protestó mientras se alejaba de él.
-Si, lo estas. Nuestra raza no puede sentir amor. ¡Esa mierda es ficticia!- Dijo encolerizado.
-¡No lo es! Nick... ¿No puedes verlo brillar en mis ojos cuando me haces el amor?- Nick se puso rígido.
¿Cuando le había el amor? Nunca había hecho el amor con ella, era su compañera de raza, mantenían
una relación basada en la supervivencia, se alimentaban uno del otro y compartían relaciones
sexuales como un gran estímulo. Pero nada más.
-Nunca he hecho el amor contigo, _________. ¡Ni siquiera siento amor por ti! - De pronto ocurrió algo
que nunca espero que sucediera. Los ojos de __________ se cristalizaron y cuando levantó su vista
para mirarlo a la cara. Sus ojos habían perdido su brillo, su color se había vuelto más profundo y frío.
Muy frío.
- Algún día vas a arrepentirte de lo que has dicho.- Logró decir ella mientras una lágrima se
derramaba de sus ojos. Y una ropa deportiva apareció para cubrir su hermosa piel desnuda.
-Y cuando te des cuenta, espero que no sea muy tarde.-
Y sin más, desapareció, al igual que todas sus cosas.