Segunda parte.
Mis bragas estaban empapadas, aun no ocurría nada, ni mucho menos estaba con él. Faltaba poco más de una hora para que me encontrara con él, pero estaba tan ansiosa, quería verlo ya, tenerlo ya, que me poseyera, que nos tuviéramos de una vez por todas, pero todavía faltaba un poco.
Elegí mi ropa interior a juego, quería que él se diera cuenta de lo lindo que me quedaba ese conjunto, pero no creo que le haga caso. Sé que estará ocupado en otras cosas menos en mi ropa interior, por que yo tampoco estaré atenta a lo que lleva puesto. En ese momento nos preocuparemos solamente en ver nuestra anatomía, solamente nuestros cuerpos.
Los minutos parecieron irse tan rápido, tan rápido que solo faltaba media hora, eso indicaba que yo tenía que estar allí.
Agarro las llaves del auto de mi madre, subo a su auto gris. Los minutos en la carretera se fueron volando, no sé cuanto me demore realmente en ella, por que había mucho transito.
Llego hasta el estacionamiento del colegio, mi corazón se oprime contra las paredes de piel en mi interior, mi estomago me da punzadas y mis bragas siguen empapadas.
Habíamos acordado hacerlo en su casa, ya que en la mía no podría ser posible por que siempre hay gente ahí. Y lo mismo le ocurrió a él, su hermana había acordado una fiesta con sus amigas, y aunque, podríamos estar haciendo lo nuestro en su habitación, no podíamos correr el riesgo de que alguna de ellas nos pillara en medio del acto. La mejor opción en ese momento era estar ahí, en el colegio.
Se suponía que nadie estaba allí por que era un fin de semana largo, y bueno, aprovecharíamos de hacer de lo nuestro ahí, ninguno de los dos podía esperar más.
Veo su motocicleta estacionada a las afueras del colegio, él ya estaba ahí.
Mi corazón se acelero una vez más. Camine hasta una puerta que decía “Escape” y entre.
Unas manos agarran mi cintura con rapidez, mi corazón de volvió una maquina insaciable, mis emociones se volvieron cada vez mas fuertes y confusas, me giro con rapidez y antes de decir alguna frase, palabra o vocal, él me besa.
Mis labios se acomodan con los suyos, sus manos recorren mi espalda, aunque yo aun sigo quieta. En ese momento solo mis labios se mueven, ningún nervio, hueso, parte de mi piel se mueve, solo mis labios y mi corazón, el cual martillea con rapidez. Siento como me embriago en un exquisito beso, un beso que cada vez se hace más apasionado. Esto es tan genial.
Lentamente Joseph comienza a retroceder un par de pasos y entramos a la oficina del director.
—Joe—digo aterrada. — aquí no.
—No hay nadie, querida —confiesa con seguridad, aunque aun sigo preocupada de que nadie nos observara, aun tenia esa sensación extraña.
— ¿Estas seguro Joseph?
—Por que te estaría mintiendo cariño.
En eso tenía razón, no tenía por que estar mintiendo, entonces me vuelve a besar en los labios, siento como su erección presiona mi estomago y como sus manos recorren mi espalda hasta encontrarse con mi trasero. Yo solo sonrío e involuntariamente y gimo ante su tacto tan provocativo y extravagante.
—Me encanta que hagas ese ruidito.
Yo le sonrío y capturo sus labios con los míos, nuestro beso cada vez toma más y más ritmo y pasión, puedo sentir como mi clítoris se contrae una y otra vez. Quiero que él me tenga de una vez por todas, pero primero quiero tocarlo.
Lentamente saca mi playera con facilidad, sus manos estaban tan firmes, que siento curiosidad, por que mientras él esta tan quieto, yo, yo estoy tiritando y tremendamente nerviosa y excitada, no es nada de lo que me podría arrepentir, por que yo estaba aquí dispuesta, pero aun sigo un tanto extraña.
Rápidamente nos sacamos la ropa, estábamos solamente en ropa interior, su miembro esta totalmente erecto y puedo notar que siente dolor.
Me arrodillo hasta quedar a la altura de sus caderas, agarro mi pelo rizado y castaño dejando que caiga por un costado de mi cuello. Todo de el es tan tosco y viril que me dan ganas de tocarlo por todas partes, sus amplios músculos del pecho, los de su brazo, sus oblicuos. Su piel es bronceada y ¡Dios! Es tan guapo.
Bajo sus bóxer y agarro su miembro con el dorso de mi mano. Sé como hacerlo, lo e hecho otras veces, él me enseño como. Lo acaricio un poco, su respiración es cada vez más fuerte y puedo notar como su pecho se infla cada vez que respira. Muevo mi mano de un lado a otro, procurando darle todo el placer necesario. Lamo glande, él jadea, rápidamente lo capturo con mi boca y comienzo a succionar, una y otra vez. Acaricio sus testículos, el gime cada vez mas ronco, esto lo esta volviendo loco y losé. Con rapidez succiono su miembro y con mi lengua lo acaricio rápidamente hago todo eso, mientras le acaricio sus testículos. Siento el sabor de su pre-semen en mi boca, aunque al comienzo me dieron unas ganas de vomitar, luego de unos segundos se me han quitado. Succiono una y otra vez, mientras mi mano lo acaricia de arriba hacia abajo con el movimiento de mi cabeza, un chorro dispara en mi boca, miro lentamente la expresión de su rostro y veo como esta satisfecho.
Unos minutos mas tarde Joe me tiene tomada de la cintura, mientras yo enrollo mis piernas alrededor de sus grandes caderas, siento como su erección se frota en mi culo, cada paso que da hasta llegar al lujoso sillón de cuero negro. Es tan rígido y suave que me da ganas de que me coja ahí mismo, en el sillón, y luego que me folle contra la pared, en el suelo, en la cama, en la ducha, ¡Donde sea!
El sillón parece ser un buen lugar para tener sexo, pues para mi es muy cómodo, lo beso sin control, besa tan rico, ahora tengo el torso de Joe tan cerca para mí, comienzo a besarle el cuello y luego los hombros, y prieto uno de sus pezones entre mi dedo índice y pulgar, lo he leído en libros y aseguran que es muy placentero, y que excita aun mas. Un gemido ronco sale de sus labios, parece que le gusta, y eso me hace sonreír, pero me pone cada vez mas cachonda, sus besos ahora están en mi cuello, lo succiona de manera que me hace gemir, sus manos están en mi trasero, sus besos bajan aun mas, llegando a mis senos, donde estaba aun mi corpiño, siete como sus manos avanzan por mi espalda hasta encontrar el boche de el, con facilidad lo saca y lo deja caer, por que no es los que tienen tirantes, sus besos bajan desde el comienzo de mis senos hasta encontrarse con mis pezones, los lame haciendo círculos en el, están rico.
— ¡Oh!-Suelto un gemido, haciendo que el sonría, hace lo mismo con mi pezón izquierdo, y me arqueo para que el me succión aun mucho mejor, me encanta que el sea a si de caliente, tanto como yo lo soy. Captura uno de mis pezones con su traviesa boca y los muerde, es tan rico cuando lo hace, y chillo.
Baja chupando mis costillas, luego por mi plano estomago, hasta llegar a mi feminidad, la cual estaba depilada de una manera muy peculiar, solamente estaban el vello publico en la parte delantera, no intermedia, me lo había depilado Emma antes de que comenzara el verano y fuéramos a nuestro paseo de curso, para lucir un bikini diminuto, que no dejaba a nadie indiferente de mi curvilíneo cuerpo, hasta mi profesor de me había observado, que igual es muy guapo a decir verdad, pero yo solo amo a un solo hombre y ese es Joe.
El me sonríe, ¡Dios, somos unos pervertidos! Aunque me excita aun mas que lo sea él.
Lame mi clítoris, es tan rico que lo haga, luego sube y baja su lengua, haciendo que e estremezca y que mi cuerpo entero tiemble, introduce su lengua dentro de mi, aprieto las manos en las sabanas, el hormigueo en mi clítoris vuelve aparecer y cada vez es mas intenso. Chupa mi clítoris y se detiene, me deja con ganas de más y yo gruño en forma de protestas, necesito un orgasmo.
—Joe…—gimo, y el se acerca a mi.
—Amo cuando gimes—su mano bajo nuevamente hasta mi muslo y sus grandes y largos dedos suben hasta mi coño nuevamente.
Esto es tan caliente.
— ¡Oh! —Gimo nuevamente y él parece encantado. La mano derecha de mi novio se posa en mis pechos una vez más.
— ¿Estas lista cariño? —me lo dice tan sutilmente que le sonrió y asiento.
¡Tanto tiempo había esperado a que esto sucediera y por fin esto estaba pasando en realidad!
Me acomoda aun más en el sillón y agarra un preservativo, lentamente desliza por el contorno de su miembro. Me acomoda entre sus piernas y lo hace. Al comienzo es un poco incomodo, o mas bien extraño, por que es raro sentirme completa en esa parte. Pero también es placentero, muy placentero. Mis manos rápidamente se acomodan en su cadera.
—Tú sólo dime si quieres parar ¿Vale? —Yo sólo asiento en silencio, es como si fuera incapaz de hablar en ese momento.
Comienza a mover su miembro, entra y sale, pero no por completo. Tengo que contener un gemido de mis labios, mi cuerpo entero esta sudando y siento como mis mejillas están sonrosadas.
Me penetra, siento como su miembro se hincha cada vez más en mi interior. Siento como un cosquilleo eléctrico golpea mi cuerpo entero y me sacude rápidamente, un orgasmo me atraviesa por completo, dejándome sin habla, ha sido tan repentino, no veía venir.
Un sinfín oleadas de placer golpean mi cuerpo, una y otra vez me golpean y un par de espasmos hacen que me sacuda, miro a Joe, quien mantiene los ojos cerrados y sigue penetrándome, siento como el explota y cae rendido hacia mi, recarga su cabeza sobre mis pechos y yo no soy capaz de decir ninguna palabra, solo le acaricio el cabello y cuando lo veo por primera vez a los ojos, noto como si fuera un niño pequeño.
Le beso la frente y luego se la acaricio, sabe salado, ambos estamos traspirados.
Nunca pensé que esto seria tan rápido.