|
| Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA | |
|
+7Other.Jonas.Lover Andrea-JB-Nick Jonas FerJonas12 jonasirina IrennIsDreaMy # LoveJonas } PidgeJonas 11 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
jonasirina Nuev@
Cantidad de envíos : 35 Edad : 30 Fecha de inscripción : 12/06/2012
| | | | FerJonas12 Novia De..
Cantidad de envíos : 645 Localización : Ave. Fastlife LA. California Fecha de inscripción : 03/02/2012
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Junio 27th 2012, 22:45 | |
| No te preocupes linda! Sube. Habido puedas! Nosotras estaremos esperando! Por cierto me encanta la nove! La amo! Y te deseo mucha suerte en tus exámenes teñirá muy Bien! | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Junio 28th 2012, 09:31 | |
| | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Junio 28th 2012, 13:25 | |
| CAPITULO 18
—Sí, estamos casados. Y hablando de chismorreos, he invitado a Nicholas a venir unos días de visita. Lo han vuelto a suspender. Creo que necesita un descanso. Si alguien siente curiosidad por nuestro invitado, diremos que es simplemente un amigo de Virginia. No menciones el hecho de que trabajaba en la Agencia. Ya me hacen demasiadas malditas preguntas de cómo es ser un agente ahora. No puedo creer de verdad que mi padre le haya contado a todo el mundo a qué mierda me dedicaba.
Lo último que necesitaba era que las sospechas de los pueblerinos pronto convirtiesen una simple visita en una clase de investigación sobre encubrimiento que no era real. Le había llevado casi un año convencer al maldito sheriff que de hecho había renunciado a la Agencia y que no estaba trabajando en ninguna investigación secreta. Levantó la taza y bebió un sorbo de café mientras la observaba con detenimiento ahora. Ella conocía a Nick, no muy bien, quizás. Había sido el padrino de bodas de Joe. Había sido también parte de los chismorreos acerca del club que ella había escuchado antes de partir de Virginia. Él la vio tensa cuando hizo la conexión.
—¿Dónde va a hospedarse?
—Le he ofrecido la habitación de huéspedes. —Joe cogió el tenedor y lo enterró en los huevos revueltos—. Estará aquí una semana, más o menos. ¿Te parece bien? Observó la pregunta formándose en los labios de su esposa antes de morderla para reprimirla, y supo lo que ella tenía en mente. ¿Nick los visitaba con intenciones sexuales o solo por amistad? Le dio crédito por no formular la pregunta finalmente. No había esperado que tuviese el autocontrol suficiente. _____ era una pequeña gatita curiosa en ocasiones, por lo que su contención lo sorprendió. Hurgaba en la comida mientras él comía la suya, levantando la mirada a menudo mientras Joe podía sentirla pensar. Maldición, era muy desconcertante saber cuan cercanos estaban a veces. Tan cercanos que él podía sentir esa cabecita pensando.
—Aún no me has dicho por qué no tuvimos sexo ayer por la noche —replicó cuando terminaron de comer—. Te diste la vuelta como si lo único que hubieras querido era dormir, luego te deslizaste fuera de la cama horas después. Vas a lograr que me acompleje.
—El sexo en la cama me tienta en demasía —le contestó con calma, mirándole la expresión con detenimiento—. Uno rapidito contra el tractor es más fácil de controlar.
—¿Perdón? Joe se puso de pie.
—Lo que has escuchado, ____. Si no tengo sexo contigo en la cama, entonces casi no me tiento de ponerte de espaldas y darte una zurra en ese apretado culito tuyo hasta dejarlo colorado y hasta que grites de excitación. Y estoy más seguro que mil demonios de no tentarme y atarte a los postes de la cama y hacerte rogar por actos que nunca has mostrado ningún interés. Hasta que no pueda controlar eso, te sugiero que dejes de desafiarme a hacerlo. Porque, como he dicho, vas a conseguir mucho más de lo que esperas, maldición. Ahora, tengo trabajo que hacer. —Se inclinó hacia adelante sobre la mesa y la besó en los labios entreabiertos—. Te amo, pequeña. Pero si no me largo de aquí, quizás acabe follándote por detrás, literalmente, sobre la mesa del desayuno y ¡a la mierda con asustar tu inocencia! Te veré para el almuerzo. Lo único que_____ pudo hacer fue mirar hacia el otro lado de la mesa, donde Joe había estado, totalmente perturbada. Había hecho tales declaraciones en un tono calmo. Como si no hubieran estado discutiendo más que sobre el clima. Como si esos actos fueran un lugar común en su matrimonio. No lo eran.
Joe nunca se había atrevido a darle palmadas en el trasero. Y nunca jamás había siquiera mencionado intentar amarrarla a la cama. ¿Y sexo anal? ¿Sexo anal? Agitó una mano frente a su arrebatado rostro mientras observaba el desayuno a medio comer con los ojos abiertos de par en par. Definitivamente, Joe estaba mostrando un lado de él que ella no había anticipado. Un lado que la excitaba. La ponía nerviosa, pero la excitaba.
La información que Nicholas Miller estaba en camino para alojarse allí una semana había hecho algo más que sorprenderla. La había dejado muda. Nick era el compañero y mejor amigo de Joe en la Agencia; también era el tercero de Joe en los juegos sexuales de los que había sido parte antes de contraer matrimonio con ella.
Joe y Nick eran el «dúo troyano» que elegían las mujeres que conocían a los hombres y sus preferencias sexuales por hacer tríos. Nick tenía el cabello oscuro como Joe, con una sonrisa de niño malo y un destello malicioso en los ojos. La había provocado continuamente durante la boda. En un momento, le había comentado a Joe que si ella se aburría durante la luna de miel, él estaría más que contento de volar hacia allá y ayudar a Joe a hacerle compañía.
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Junio 28th 2012, 13:27 | |
| Chicas perdon por no subirles anoche, es que se me paso la hora. pero ahi les deje la continuacion del capitulo. Gracias por la buena onda. Ahora si, hasta el sabado. Las quiero | |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Junio 29th 2012, 06:32 | |
| Hola!!!!!!! Nueva Lectora!!!!!! Esta super super genial la nove, esta buenisima... Me encanta, es tan intrigante!!!!! Ya no aguanto hasta leer el proximo capi, espero hasta el sabado que la sigas!!!
Un besote, Cuidate.... | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Junio 29th 2012, 09:18 | |
| me encantooo siguelaa pleasee | |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Junio 29th 2012, 15:15 | |
| SIGUELA | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Junio 30th 2012, 17:54 | |
| Hola chicas, gracias por esperarme, me fue muy bien en el parcial y en la exposicion, ahora me tengo que preparar para los 2 ultimos examenes de esta materia. y voy a editar todo los capitulos que pueda, asi me paso un rato para poder subirles. Ya les subo enseguida. Gracias por leerla y comentar. Kisses | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Junio 30th 2012, 18:02 | |
| CAPITULO 19
______se había dado cuenta de a qué se refería en ese momento y miró a su alrededor con prisa para asegurarse de que nadie más lo hubiera oído. Sin embargo, no había tenido las agallas de preguntarle efectivamente a Joe acerca de los rumores de sus juegos sexuales hasta seis meses después de la boda.
Una parte de ella, lo admitía, en verdad no había querido saber la verdad. Sin embargo, un diablillo en su interior la había presionado y presionado hasta que acabó preguntándole acerca del tema.
Quedó en el pasado, _____. Esa había sido toda su respuesta, pero el destello de arrepentimiento en los ojos de su marido la había aterrorizado en aquel momento. Había dejado el tema de lado tan deprisa como él, y varias semanas después, cuando le anunció su intención de renunciar y regresar a su pueblo natal y a su granja, ella había sentido una sensación de alivio que casi la había hecho desfallecer.
Había habido cuantiosos chismorreos sobre ellos en ese momento. Daba la impresión de que aquellos que parecían saber acerca del Club de Sinclair estaban seguros de que Joe volvería a ser miembro. Para algo que se suponía debería permanecer en silencio y en privado, había cotilleo suficiente como para escribir un libro acerca del club de caballeros.
Una esposa descontenta había comenzado con las historias varios años antes de que ______ conociese a Joe, y con el tiempo, los nombres asociados con la membrecía comenzaron a filtrarse por Washington y Alejandría, Virginia. Nadie tenía evidencia certera, pero había habido tantas habladurías en aquel entonces que _____ se preguntó si las evidencias le importaban a alguno de ellos. Y eso era lo que la aterraba: el hecho de que las evidencias no fuesen necesarias, solo suposiciones; el hecho de que Joe hubiera conservado su pertenencia al club durante varios meses después de la boda solo había avivado las habladurías.
En ocasiones, se reunía allí por negocios o por tragos con sus amigos. Cada vez que regresaba, estaba silencioso, pensativo. En aquel entonces, se rumoreaba que existían apuestas sobre a quién elegiría Joe para llevar a su cama como tercero en el primer trío sexual de ella. El chismorreo era la peor parte. Los susurros por detrás de la espalda. Comentarios encubiertos que ella nunca podía confrontar por completo. Las sonrisas petulantes de los hombres y los destellos de celos irritados de las mujeres. Cosas que ella podría haber ignorado si no hubiese sospechado que había algo de verdad en ellos . _____ se puso de pie, recogió la mesa del desayuno, llenó el lava vajillas, y quedó de pie en medio de la cocina mientras intentaba dilucidar cómo manejar la situación.
La mejor apuesta era enfrentar a Joe. Simplemente preguntarle acerca del asunto. No le mentiría si ella le preguntaba, sin rodeos, si tenía intenciones de invitar a Nick a su lecho matrimonial. Otra parte de ella le advertía que debía mantenerse callada. Si no ejercía presión sobre el asunto, tampoco lo haría él. Si existía la mínima posibilidad de que Nick los visitara para ser el tercero en la cama, entonces Joe se contendría de hacerlo si ella simulaba ignorancia. Si podía simular ignorancia.
Agitó la mano frente al rostro otra vez, al darse cuenta de que le estaba subiendo la temperatura; se estaba sonrojando por los pensamientos e imágenes que de repente le destellaban en la mente.
Joe abrazándola, besándola, pero otras caricias también. Caricias de manos extrañas. Besos de labios extraños. Una sensación de mortificación le quemó el cuerpo al tiempo que dio una pequeña sacudida con la cabeza y salió rápidamente de la cocina para preparar la habitación para Nick.
No iba a pensar en eso ahora. No podía pensar en eso ahora. Ya estaba excitada, ya estaba alterada por el hecho de que Joe no la hubiera tocado desde aquella tarde, dos días atrás. Y estaba demasiado excitada por las declaraciones de él antes de marcharse de la casa. No necesitaba agregar lo prohibido a la mezcla.
«Además, quizás estoy equivocada», se dijo a sí misma mientras subía las escaleras. Le constaba que su esposo se ponía increíblemente celoso si otros hombres se le acercaban, por lo que todo eso podría ser simple paranoia. La visita de Nicholas Miller podía ser puramente inocente. Un amigo de vacaciones que pasaba por allí para estrechar los lazos de amistad o lo que sea que hicieran los hombres. Así de simple. Sí, claro. El costado desconfiado de su mente se reía por lo bajo con suficiencia. Porque lo sabía.
______conocía a su esposo, y sabía que algo había estado creciendo en su interior desde hacía meses. Un pozo de ansias oscuras que una maratón de sexo ininterrumpido no había saciado se había convertido en un interés depredador y rumiante cada vez que él la observaba, y que la ponía muy nerviosa. Entusiasmada, sí. Interesada en esa oscuridad, definitivamente. Pero también cautelosa en extremo. Excitada. Después de terminar de preparar la habitación de huéspedes y colocar toallas limpias, paños de mano y otras cosas necesarias, ______ regresó a la planta baja hacia la parte de atrás de la casa, hacia su oficina. Sin embargo, no se sentó al escritorio; en cambio, caminó hacia las puertas del patio y miró hacia afuera, hacia el granero donde Joe la había follado tan salvajemente no hacía ni dos días atrás.
Ese día, los peones que él había contratado estaban trabajando con los caballos en el corral adjunto. Los animales pura sangre que Joe había criado eran maravillosos, briosos, y extremadamente inteligentes. El capataz, Teddy Raymond, fue contratado en Virginia dos años antes, y parecía amar a los caballos tanto como Joe. Era un extraño hombrecillo que no era muy sociable cuando trabajaba, pero Joe parecía creer que desempeñaba sus tareas lo suficientemente bien.
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Junio 30th 2012, 18:11 | |
| CAPITULO 20
El entrenador, Wes Bridges, estaba trabajando con los potros de un año de edad fuera de los establos; y más lejos, las reses estaban desperdigadas en los campos de hierba verde y más allá. La granja estaba ubicada en un amplio y frondoso valle espolvoreado con arroyos y lagunas naturales, y gruesa y nutritiva hierba. El ganado de Joe se vendía bien, y los caballos comenzaban a ser una actividad suplementaria muy lucrativa por la estirpe de equinos que Joe había elegido.
La granja era idílica, serena; sin embargo, repentinamente, la vida de _____ no era nada de eso. Se sentía como cuando vio a Joe la primera vez. Nerviosa por dentro, agitada, aprensiva, y tan excitada que apenas podía estarse quieta en la silla. «Esta misma noche, tendría que encargarse del asunto», pensó ella, porque no iba a pasarse la noche dando vueltas otra vez, deseando las caricias de su marido, maldición.
Hizo un mohín con la boca al pensar en aquello. A las mujeres casadas no se las debería privar de una cuota diaria de sexo, sin importar la meditabunda determinación de sus esposos por volverlas locas por ello. Él podía estar meditabundo durante la noche. Cuando se deslizara en la cama junto a ella, debería estar listo para ejecutar las obligaciones de esposo a las que ella se había acostumbrado tanto. Una sonrisa le revoloteó en los labios. Quizás solo necesitaba un empujoncito. Ella podría darle el empujón. Él podría darle un orgasmo. Con ese pensamiento,______ regresó al escritorio, se sentó, y encendió el ordenador para comenzar a trabajar. Tenía clientes esperando, y la paga dependía de mantenerlos contentos. Se encargaría de eso; luego, se encargaría del esposo.
************
Nick tomó la salida hacia Scotland Neck, observando con curiosidad a su alrededor mientras cruzaba el pueblo bastante extenso. Con el techo de su Mustang replegado, el aire fresco le soplaba su cabello y obtuvo más de la cuota razonable de miradas femeninas mientras atravesaba la calle y seguía las instrucciones de Joe para salir del pueblo y llegar a la granja.
Arqueó la comisura de los labios cuando la luz roja lo obligó a detenerse en un desvío. Las jóvenes mujeres en el coche contiguo lo saludaron, coquetas, y luego rieron como tontas adolescentes cuando les guiñó un ojo. Maldición, amaba a las mujeres. Rubias, castañas, pelirrojas, o morenas como la medianoche. Las mujeres eran su materia, pasatiempo y deporte favoritos.
Cuando la luz se puso verde, alzó la mano en el aire en saludo de despedida y, pisando fuerte el acelerador, salió del pueblo con velocidad y echó una mirada al reloj del tablero. Estaba llegando un poco tarde. Ya era más el anochecer que la tarde, pero la marcha calma que le había impreso al viaje lo había ayudado a aclarar las ideas en la mente. Y, ¡claro que necesitaba aclarar las ideas! Janet no se había puesto contenta cuando se despertó y lo encontró haciendo las maletas para hacer un viaje fuera de la ciudad. De hecho, se había enojado completamente.
¿Cómo demonios iba a saber que ella había planeado quedarse en su piso mientras durara la suspensión? El solo pensarlo le provocó un temblor que le recorrió la columna vertebral. No era un temblor de los buenos, tampoco. Misteriosa y contradictoria, amaba la mente femenina, pero ¡cómo le asombraba a veces, maldición! Janet, al parecer, estaba soñando con un anillo de compromiso y lazos matrimoniales, campanas de boda, y el largo vestido blanco. Y Nick no tenía ni idea de dónde había sacado esa idea. No era del tipo de hombre que contrae matrimonio. La amargura presente en su alma aún tenía el poder de hacerlo correr rápido y sin detenerse cada vez que atisbaba un destello de «para siempre» en los ojos de una mujer. Janet mostró ese brillo cuando se despertó y lo pilló haciendo el equipaje. Había intentado taparlo. Ocultarlo. Sin embargo, en el preciso instante en que vio ese destello, supo que la relación intermitente que habían compartido se había vuelto ahora de hielo. De ninguna manera. De ningún modo. Se reclinó en el asiento del coche y giró hacia la carretera rural que llevaba a la granja de Joe y permitió que una sonrisa le cruzase el rostro.
Maldición, sí que necesitaba esas vacaciones. Es más, necesitaba compartir su tiempo con Joe y su esposa. La oportunidad de formar parte de la relación de su amigo con ______era un aliciente irresistible. Era el amor, Nick lo sabía. ______ amaba a su esposo, y si aceptaba a un tercero en la cama, entonces la pasión y emoción que compartía con Joe se extendería a esa persona adicional.
Era el obsequio que las mujeres de Joe siempre le habían dado. Ellas lo amaban, algunas más que otras, pero las que estaban dispuestas a dar un paso en el trío sexual, habían extendido esos sentimientos más delicados hasta Nick. ¿Cuánto mejor sería estar en las periferias de un amor verdadero? ¿Aplacaría la inquietud que se gestaba en él, o solo la empeoraría? Exhaló el pensamiento y tomó el teléfono móvil del asiento del acompañante, lo abrió y marcó el número de Joe.
| |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 1st 2012, 08:24 | |
| | |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 1st 2012, 20:29 | |
| Ayyyyyy esta super genial debes Seguirla!!!!!!!!! Ke emocion ya esta x llegar Nick!!!!!!
SIGUELA | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 2nd 2012, 11:53 | |
| CAPITULO 21
—Llegas tarde —contestó Joe después del tercer timbrazo.
—Estaba holgazán hoy —dijo Nick arrastrando las palabras—. Estoy a diez minutos de la granja. ¿Estarás allí para recibirme? Joe se irguió del tractor que estaba intentando reparar. Sujetando el teléfono móvil entre el hombro y la mejilla, se limpió las manos con el trapo desechado y echó una mirada a la carretera.
—La holgazanería no te favorece, Nick —declaró—. Voy camino a la casa ahora para asearme. Te veo allí. —Parece ser un bonito pueblo en el que acabo de ingresar. Veo por qué te agrada. Es más grande de lo que me describiste. —Sí, crece rápido —asintió Joe al dar un paso por encima de la valla de estacas que _____ tenía alrededor del patio de la casa—. Sin embargo, es buena gente. _____ tiene el cuarto listo y está preparando la cena. Le avisaré que estás llegando y me meteré en la ducha ella te hará pasar.
Quizás estaba cometiendo un error, lo sabía, al traer a Nick a su hogar, pero _____ estaba al fin comenzando a sentir curiosidad por su pasado sexual. —Llegaré allí pronto, entonces —aseguró Nick—. Te veo en un rato.
Joe cortó la comunicación al ingresar a la casa, inhalando el aroma del jamón horneado, panecillos, y un gran número de otras delicias que su esposa había estado preparando. Probablemente fuese una jriki de la informática, pero cuando se lo proponía, podía lograr que a un hombre se le hiciera la boca agua por su comida.
—Eh, pequeña. —La interceptó cuando salía del cuarto de la lavadora, sonriendo con maldad ya que se las ingenió para atraparla contra el muro, con cuidado de no tocarla a ella ni los inmaculados muros con las manos grasientas. —Estás sucio, Joe. —Pero aun así levantó la vista para recibir el beso y se relajó contra el cuerpo de su marido.
Él no pudo contenerse de profundizar el beso. Le separó los labios y permitió que su lengua degustara el sabor erótico de ella. La acalorada calidez femenina le colmó los sentidos cuando sintió los brazos de su mujer entrelazarse alrededor de su cuello, los dedos enterrarse en los mechones de cabello de la nuca.
—Sabes a luz de sol —susurró ______ cuando él se echó para atrás, con la mirada adormilada de pasión cuando dobló las rodillas y presionó la hinchada extensión de su pene contra la abertura en «V» de los muslos de ella. —Sabes a sexo. —Rió ampliamente y le dio un fugaz beso antes de alejarse un poco hacia atrás—. Nick acaba de llamar. Estará aquí en unos minutos. Iré al piso superior de una carrera y me daré una ducha rápida. —Al menos tiene sentido del tiempo. —Alejándose de él, se encaminó a la cocina para controlar las varias ollas y sartenes que allí tenía—. Apresúrate y dúchate.
El la siguió, y le besó la nuca al tiempo que ella se inclinó para sonreír y lo espantó fuera de la cocina. Pero Joe ya había conseguido lo que pretendía. Ella tendría que recibir a su amigo, relacionarse con él, lo que le daba tiempo para que se acostumbrase a Nick antes de que él regresase. ______ necesitaría ese tiempo. La reacción de su mujer ante Nick decidiría los pasos a seguir el camino hacia lo que él le pediría. Podría ser un error. Podría ser el peor error de su vida. Pero, en cambio, esperaba que fuese en última instancia, el mayor placer. Guiñó un ojo en el preciso instante en que ella abrió la puerta.
—______, eres demasiado bonita para Joe anda, huye conmigo ahora y te rescataré de él.
—Y tú tan empeñado como siempre —le informó, dando un paso hacia atrás alejándose de la puerta cuando él ingresó en el vestíbulo de la gran estancia—.Joe aún está en la ducha. acabará en un minuto.
—Le telefoneé y le advertí que estaba en camino aquí para secuestrarte. ¿Ves lo desconsiderado que es? Ni siquiera está aquí abajo para protegerte.
—¿Quién necesita protección? —_______ enarcó una ceja en actitud de burla—. Soy cinturón negro de taekwondo, Nick, casi puedo moler a mi marido a palos.
—Ah, un niño de cinco años puede molerlo a palos. —Colocó la bolsa de marinero en la entrada y recorrió el vestíbulo con la vista, curioso—. Aún no puedo creer que Joe sea un granjero, _____. Dime que no recoge heno todo el día.
—No recoge heno todo el día. De hecho, durante unas horas, se dedica a limpiar las casillas de los establos. Nick hizo una mueca.
—¿Está recogiendo otra cosa en lugar de heno, entonces? _______ soltó una risita ahogada al cerrar la puerta.
—Coge tu bolsa. Te mostraré la habitación y podrás refrescarte antes de la cena. Sin duda, Joe no tardará mucho. Tenía la esperanza que no se demorase mucho. Después de las imágenes que habían danzado en su mente todo el día gracias a la sospecha de que Joe había llevado a su amigo allí por otras razones que no eran una visita amistosa, se sentía extrañamente vulnerable ante la presencia de Nick.
Cuando él tomó la gran bolsa de marine, _______ se encaminó hacia las escaleras, hacia la planta alta, hacia la habitación de huéspedes que había elegido para él. La alcoba más alejada de la de ella y Joe. Su marido la ponía muy ruidosa cuando tenían sexo. Demasiado ruidosa. Iba a necesitar una mordaza; de esa manera, quizás tendría alguna posibilidad de que Nick no los oyese en el otro extremo de la casa.
—Caramba, el lugar es bonito —dijo Nick mientras la seguía escaleras arriba. ¿Por qué sentía los ojos de él clavados en el trasero?
—Hemos hecho muchas modificaciones en la casa desde que nos mudamos aquí. —_______se aclaró la garganta, incómoda, de pronto muy pendiente del hecho que los vaqueros le moldeaban las nalgas—. Joe es muy habilidoso con el martillo.
—Eso y un arma es todo lo que un hombre necesita —bromeó él.
Ella se detuvo un momento en el descanso de la escalera para mirarlo con los ojos entrecerrados. —Joe ya no lleva un arma, Nick. Los labios del hombre se arquearon. —¿ Un destornillador, tal vez ? Ella inclinó la cabeza demostrando aprobación y comenzó a caminar por el pasillo.
—Aquí está tu alcoba. —______ abrió la puerta que daba a una espaciosa habitación de huéspedes—. Tiene baño privado. —Abrió una puerta cercana antes de cruzar la habitación—. Y este es el armario. La línea telefónica tiene número propio, y hay acceso inalámbrico a Internet y con cable desde el puerto sobre el escritorio. — Caminó hasta el amplio mobiliario de madera de cerezo.
—La anfitriona perfecta —le murmuró al dejar la bolsa de marinero sobre la cama de un metro y medio por dos, y observarla cuidadosamente—. Todas las comodidades del hogar. El tono de voz era ahora más calmo, más profundo, sus ojos la observaban cuidadosamente, los colores cambiaban y mutaban, del mismo modo en que se comportaban los ojos de Joe cuando estaban colmados de emociones o pasión. ________se aclaró la garganta.
—La cena estará lista en una media hora; por si te quieres dar una ducha o algo. Solo baja las escaleras y toma la entrada de la derecha. Él introdujo las manos en los bolsillos posteriores de los vaqueros, provocando que la camisa azul oscuro se ciñese sobre los amplios hombros. Se veía peligroso, demasiado parecido a Joe el primer día en que lo conoció. Durante los pasados tres años, la sospecha en los ojos de Joe había comenzado a menguar, la paranoia que ella asociaba con el hecho de ser un agente ya no estaba tan presente como antes de que se marchasen de Virginia. Joe estaba más relajado ahora, más propenso a sonreír, mientras que Nick aún llevaba ese aspecto de un hombre que estaba listo para matar, si era necesario.
—Estaré listo con tiempo de sobra para la cena —le aseguró—. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuve una comida decente. _______ inspiró profundamente, la mirada parpadeaba de aquí para allá en la habitación.
—Pues bien, te veo luego...
—Ahí está. —La voz de Joe lo sorprendió. No se había dado cuenta de que había entrado en la habitación y no tenía ni idea de que estaba de pie tras ella hasta que la rodeó con los brazos, atrayéndola contra su pecho—. ¿ Se ha comportado bien, _______? ________se puso rígida. No era normal escuchar un tono jovial y alegre en la voz de Joe. Escuchó el oscuro trasfondo de deseo y sintió la prueba de ello presionando imperativamente contra la parte baja de la espalda. Sin embargo, esa voz le dio a entender mucho más que excitación. Era diferente, distinto a cualquier tono que ella hubiera escuchado antes en su voz. Ella lo sabía.
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 2nd 2012, 11:55 | |
| Perdon por no subirles ayer, pero es que no estuve en todo el dia, ahi les dejo un capitulo y mas tarde subo otro. Gracias por leerla y comentar FOLLOW ME ON TWITTER https://twitter.com/#!/PaolaGomezJB | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 2nd 2012, 13:58 | |
| CAPITULO 22
Nick no estaba allí solo de visita. Miró fijamente al otro hombre, observando cómo los ojos de él se posaron fugaces sobre los de Joe antes de regresar a ella, la mirada oscureciéndose, una sutil sombra de sensualidad que definía sus rasgos nítidamente. Se le afinaron los labios, y antes de que siquiera pudiese considerar sus acciones o incluso pensar, enterró el codo en el indefenso abdomen de su esposo, provocándole un gruñido de sorpresa al soltarlo rápidamente.
—¿Por qué demonios has hecho eso? —Estaba frotándose el estómago con la mano cuando ella giró y le clavó la mirada, un ceño arrugado que se iba gestando en el rostro.
—Por ser tan gallina. —Sonrió, tensa—. La cena estará lista en treinta minutos. Eso es, si son lo suficientemente valientes como para bajar y comerla. Lo empujó y pasó junto a él. La sangre le retumbaba en las venas, las emociones estaban descontroladas, y que Dios la ayudase, pero también estaba excitada. Odiaba eso. Odiaba que la manipulasen, odiaba que le mintiesen, y nunca había creído que Joe recurriese a esos juegos con ella. Lo había hecho. Había traído a Nick allí con la única intención de invitarlo a la cama de ellos y ella lo sabía. Lo sabía, y odiaba las emociones contradictorias que ese conocimiento le alimentaba el cuerpo.
Tenía la piel sensible, los pechos hinchados, y podía sentir el calor gestársele entre las piernas. De repente, sus creencias sobre ella misma, sobre su relación con Joe y lo que sentía que compartían juntos comenzaba a flaquear. Una fantasía era solo eso. Se daba cuenta de que él tenía fantasías, y durante los últimos meses había adivinado de dónde provenían. Pero se suponía que las fantasías debían quedarse en la mente. No estaban hechas para volverse realidad. Ella misma había fantaseado durante años. Desde incluso el primer rumor que escuchó de Joe y Nick compartiendo sus mujeres.
Ambos hombres eran oscuramente atractivos, ambos eran peligrosos y meditabundos. Pero era una fantasía. Al correr hacia la cocina, podía sentir que le temblaban las manos, que el estómago se le descontrolaba con algo que se negaba a aceptar como excitación. «Es repulsión», se aseguró a sí misma. Tenía que serlo. De ninguna manera, de ningún modo, iba ella a permitir que eso sucediese. No lo haría.
Abrió una puerta del armario de un tirón y sacó tres platos antes de cerrarla con un golpe tan fuerte que el panel se rajó en el marco con tanta fuerza que sonó como un disparo de arma. Las lágrimas le inundaron los ojos, pero se negó a dejarlas brotar. No eran lágrimas de dolor, sino lágrimas de confusión, de ira. Ira no solo contra Joe, contra ella misma también. Había traído a otro hombre a la casa para que la tocase. Arrojó los platos sobre la mesa. Tenía intenciones de permitirle a otro hombre que se metiera en la cama. Se apoyó con las palmas extendidas sobre la mesa mientras miraba con odio hacia la puerta. Tenía intenciones de seducirla para que lo hiciera. Lo sabía. Lo había visto en los ojos de Nick, lo había sentido en el cuerpo excitado de Joe. No pretendía confrontarla a ella con eso. Maldito fuera. Maldita fuera ella.
Porque en lugar de vomitar del disgusto, estaba casi jadeando de excitación. Y eso era aún más tenebroso que saber lo que Joe y Nick pretendían hacer. Para cuando los dos hombres entraron en la cocina campestre de ventanas anchas y altas con vista a los pastizales, _______ había logrado controlarse y tenía la mesa lista.
La cena transcurrió con más facilidad de lo que ella había anticipado, considerando sus propias emociones rotas. Nick y Joe juntos eran una combinación potente. Joe por sí solo podía chamuscarle los sentidos sin importar la situación, pero cuando esos dos hombres se disponían a conquistar, incluso ella, sabiendo exactamente qué era lo que pretendían, no era inmune. Con la presencia de Nick, una parte de Joe que ella rara vez atisbaba, se dejaba ver. Podía notar la dominancia destellando con fuerza en la mirada tormentosa ahora. La observaba como un gato miraba un tazón de leche. Y Nick... Nick la miraba como un hombre que contempla su manjar favorito.
Parecía captar el interior de ella y el de Joe de algún modo. Parecía absorber las emociones que había entre ellos, volverla más consciente de ellas de lo normal. Cuando la cena concluyó y ______ y Joe apilaron los platos, no se sorprendió al notar que la intensidad de la atmósfera había realzado su consciencia del cuerpo de Joe, y de sus ansias. La hervían en la mirada. Como nubarrones de tormenta, se armaban y echaban a andar, brillaban con volubles rayos de malvada lujuria cada vez que posaban la vista en ella.
—Chicos, los dejo para que se pongan al día —anunció ella mientras cargaba el último plato y giró para enfrentarlos—. Tengo que encargarme de un poco de ropa para lavar y algunas cosas que terminar en el ordenador antes de retirarme. Joe podría esperar sentado antes de ver en ella un cambio. Tenía suerte de que no se hubiera ido de la casa. Giró sobre los talones y se encaminó por el pasillo trasero hacia el cuarto de la lavadora donde la ropa sucia de una semana la esperaba. Tenía una reunión al día siguiente con el comité de caridad que dirigía el festival anual de verano y la muda que había decidido llevar necesitaba un lavado primero.
El vestido de algodón egipcio era uno de sus favoritos, pero lo había llevado a la reunión mensual de la oficina en Washington la semana anterior. Tenía suerte de que la compañía de programación para la cual trabajaba y su especialización le permitieran trabajar prácticamente de manera independiente, con solo algunos viajes ocasionales a la oficina.
—¿No crees que es un poco descortés dejarnos tan pronto ? —le preguntó Joe cuando ella se dirigió al perchero angosto donde había colgado el vestido después de quitárselo. No estaba allí. Buscó rápidamente entre las perchas, luego miró en el suelo debajo del perchero.
—¿Me has oído?
_______ giró hacia él, lentamente. No era tanto por lo que había dicho sino cómo lo había dicho. Era la manera en que entrecerró los ojos con un fugaz dejo de determinación sensual, la manera en que los hombros se le veían más anchos, el pecho más amplio. La manera en que el bulto en los vaqueros parecía más intimidante que nunca ______ podía sentir la velocidad del latido del corazón acelerarse más y más al tiempo que avanzaba hacia ella con lentitud.
| |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 2nd 2012, 19:18 | |
| Aaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy XD XQ LA DEJAS AHI????????? Nooooooooo morire, quiero capitulos ya!! Amo tu nove, es genial, me encanta, no aguanto hasta el proximo cap!! Sube pronto y podrias subir un Maraton alguna vez.... Siguelaaaaaaaaaa | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 2nd 2012, 19:43 | |
| CAPITULO 23
—No puedo encontrar mi vestido —dijo con voz débil, sin aliento, cuando se alejó de él rápidamente—. Lo colgué aquí la semana pasada para limpiarlo. Lo has quitado.
—A la mierda con el vestido, _____. La tomó de los hombros con las manos. La giró hacia él, implacable, sosteniéndola allí cuando intentó alejarse. ______ tragó con dificultad. Intentó recobrar el aliento ante la fuerza del deseo que vio en su rostro.
—Me estás asustando —susurró. El ceño descendió aún más. —¿Crees que te haría daño? Podía ver el conflicto en la expresión de su marido. El deseo luchando contra el amor que sentía por ella. Si había algo que sabía de Joe era que la amaba.
—¿Dónde nos deja esto, Joe? —______ intentó aquietar el temblor de los labios, el miedo sensual entretejiéndose en la mente. Se sentía más confundida ahora que la primera vez que Joe la había besado. La primera vez que la había acariciado. Un quejido sibilante se le escapó de los labios cuando le tomó el rostro con la mano.
—¿Crees que te forzaría? —Se inclinó hacia adelante, la rozó con un beso, electrificándola con la aspereza aterciopelada de sus labios sobre los propios.
—Tenemos que hablar de esto.
—¿Qué hay que hablar? —Le rodeó la cintura con el brazo, atrayéndola hacia él, alzándola hasta acunarla en los muslos, mientras le mordisqueaba los labios—. Sabías que estaba allí, justo debajo de la superficie. De otro modo, no me hubieras interrogado, ________.
—No. —Negó con un movimiento de cabeza; se estremeció al sentir la erección hincársele entre los muslos, con un calor que apenas podían contener los vaqueros entre ellos.
—Lo has visto, ¿no es verdad? —le preguntó entonces, con una mano entrelazada en la cabellera al costado de la sien mientras los labios vagaron hacia la mandíbula de ella—. Has visto la inquietud, y tenías que empezar a presionar. ¡Una gatita muy curiosa! —Le arañó el costado del cuello con los dientes.
_______ se aferró a los hombros con más fuerza al tiempo que echó la cabeza hacia atrás y la debilidad familiar que Joe le causaba en el interior del cuerpo comenzaba a gestarse. Podría dejarse llevar, a la deriva, en ese placer. Podría permitirle tomar el control. Permitirle...
—Basta. —Se separó de los brazos de su marido antes de que no pudiese detenerlo. _______ se peinó la cabellera con las manos y lo observó conmocionada, al ver el brillante propósito en sus ojos, la divertida e indulgente certeza en la expresión.
—No has sido honesto conmigo, Joe. —La sorpresa destelló en la mirada de él ante la acusación.
—¿Tenía que ponerlo en palabras, ______? —Se inclinó contra la pared, cruzó los brazos sobre el pecho y la observó con la media sonrisa en los labios que siempre la volvía loca de lujuria.
—Habría sido un buen gesto —indicó ella con un dejo de sarcasmo—Perdóname, Joe, pero no creo que sea una práctica habitual de la mayoría de los amigos el presentarse en la puerta de la casa con la esperanza de compartir la cama de la pareja creo que esto es altamente inusual. Y mucho menos una obligación marital común.
Los ojos de Joe brillaron de risa, y a ella no le agradó en absoluto. Pero también estaban llenos de ira acumulada. Se movían sobre el rostro, los senos, los muslos, con propósitos carnales.
—Ve a entretener a tu invitado —le espetó ella—. Tengo trabajo que hacer. Giró para buscar el vestido, solo para chillar de sorpresa cuando se encontró, en cambio, sentada sobre la lavadora y con su marido firmemente encajado entre sus muslos.
No le dio oportunidad de protestar. Tenía los labios sobre los de ella, las manos debajo de la camisa, las palmas aferradas a los senos, los dedos raspando los pezones al tiempo que ella gritaba de placer. Era depravado. Lo más probable era que Nick aún estuviese en la cocina. un gemido fuerte y él sabría exactamente qué demonios estaba sucediendo, y no era lo que se llamaba una amante silenciosa. Nunca lo había sido. Quedarse callada mientras estaba en los brazos de Joe le resultaba imposible.
—Sabías lo que se avecinaba —le gruñó al tiempo que los labios se separaron de ella para dibujar un camino intermitente hacia abajo por el cuello—. Lo has percibido desde el principio, _____ admítelo. Negó con un movimiento de cabeza, precipitadamente.
—No...
—Me mientes. —Entonces, hizo algo que ella no podría haber anticipado que disfrutaría. Algo que nunca antes había hecho. Los dientes le tomaron el pezón, mordisquearon la tierna punta, enviándole un placer que le explotó en el vientre con la fuerza suficiente para quitarle el aliento. Era un brusco mordisquito, rayando con el dolor, un placer agonizante que la dejó aullando de sorpresa.
—He intentado contenerme. —Le lamió la tierna punta—. He intentado ser el esposo que creí que deseabas. —Levantó la cabeza, los ojos casi negros por las ansias que sentía—Lo he intentado, _______ y no ha funcionado, ahora tienes al hombre que soy, corre por cuenta tuya decidir si puedes vivir con él.
—¿Crees que puedes asustarme para que te entregue lo que quieres de mí? —
Lo alejó empujándolo de los hombros. Él no se movió ni un milímetro, pero entrecerró los ojos y la mirada se le volvió más aguda—. Nada probable, Joe, no intentes amenazarme...
—¿Crees que eso es lo que estoy haciendo? —gruñó como respuesta—. No tengo por qué amenazarte, ______. Te estoy dando una advertencia justa. Porque te conozco, te conozco, y por Dios, sé que las necesidades que siento no están tan alejadas de las tuyas, maldición, niégalo. niega el hecho de que si Nick estuviese aquí observándonos ahora mismo no estarías más caliente que el infierno. Vamos. Miénteme. Mentirle. Nunca antes le había mentido.
—Algunas cosas deberían permanecer siendo fantasías --le suspiró con desesperación—. No quiero perderte, Joe, no quiero perder lo que tenemos. Él le quitó la camisa lentamente. —Nunca me perderás. Pero piensa en esto,______ nunca me has tenido completo, tampoco.
—¿Porque no he permitido que otro hombre me folie? —exclamó ella. La confusión y la cautela florecían en miedo—. Déjame salir de aquí y encargarme de ello ¿Por qué debería esperar a que elijas a alguien para mí? Soy completamente capaz de hacerlo por mí misma. Confianza. Dominancia. Conciencia de sí mismo. Todo eso le brillaba en la mirada y le endurecía la expresión.
—Esto no tiene nada que ver con acostarse con otro hombre. Tiene que ver con aceptar el placer que tengo para darte. Ya no lo escondo más. Acéptalo o recházalo, lo que desees hacer. Pero no empieces a mentirte a ti misma porque tienes miedo. No lo aceptaré. Y no creo que vayas a pasar la noche en ese maldito ordenador trabajando. Querías ser follada en la cama. Esta noche, esa cama tendrá algo de acción, amorcito.
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 2nd 2012, 19:46 | |
| Ahi les subi el ultimo capitulo de hoy, mañana les subo una maraton, les parece? Gracias por leerla y comentar, las quiero. FOLLOW ME ON TWITTER https://twitter.com/#!/PaolaGomezJB | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 3rd 2012, 07:08 | |
| | |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 3rd 2012, 13:39 | |
| Ayyyyyy XD esta Genial, Increible!! Joe Xd!!! Si gracias xq subiras maraton mañana, ya no aguanto quiero leerla ya!!!
Besitos, cuidate!!
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 3rd 2012, 13:55 | |
| MARATON !!!! CAPITULO 24 Parte 1 Abrió los ojos de par en par. —¿ Perdón ? ¿ Crees que voy a permitir que él... ? —Yo — espetó él—. Yo. Tú. Toda la noche, ______ Todas las noches, sabes la verdad ahora; ya no hay nada más que ocultar, ahora puedes ver al hombre con quien has contraído matrimonio, no el hombre que te he estado mostrando. Y de seguro, maldita sea, no necesito ayuda con eso, y no necesitó ninguna ayuda para silenciar la protesta que se estaba formando en los labios de su mujer. Antes de que pudiera detenerla, le cubrió los labios con los propios, sin ser brusco, pero sí firme. Los separó con la lengua, lamió, acarició, avanzó dentro de la boca y ella le presentó batalla con la propia al sentir las ansias surgirle en la mente. Ese beso. Era una orden. No era una petición. Ella lo igualó, con la lengua presionó contra la de él, le lamió los labios cuando se echó hacia atrás; le mordisqueó con los dientes y un grito de puro placer se le escapó de la garganta cuando él tomó el control una vez más. Le devoró los labios, ese no era un beso común, se estaba alimentando de las ansias de su esposa, con las propias creciendo, dándole latigazos alrededor de ella, quemándole en todo cuerpo, hasta que él las reclamó de los labios, de su lengua, y las dejó arder en el interior de su esposa una vez más. Ella estaba en llamas. No se cansaba de tocarla, tenía que acercarse más, el sonido de la tela rasgándose apenas si penetró el halo de lujuria que parecía envolver a ______. El gemido ahogado de Joe solo incrementó su necesidad. Pero ahora podía tocarle el pecho. Las uñas arañaron los contornos musculares, escudriñando los vellos desperdigados antes de encontrarse con el borde de los vaqueros y el ancho cinturón de cuero que llevaba puesto. —Vas bien, amorcito —murmuró, arrancando los labios del beso mientras ella tiraba con desesperación del cinturón—. Toma lo que desees. Lo que necesitaba, como si las oscuras ansias que eran parte de Joe de repente estuvieran filtrándosele en la mente a ella. No se cansaba de tocarlo, le rasgó el cinturón, liberándolo, solo para abrir los botones de presión de los vaqueros para meter la mano dentro y jalar de la ancha y dura extensión del pene desde debajo de los ceñidos calzones que llevaba. —Maldición. —El quebrado gemido no fue más que un estimulante para ella. Él le llenaba las manos. La dura extensión, con las gruesas venas y la piel sedosa sobre una dureza de acero, le retorcía el estómago, le provocaba espasmos en el vientre por la necesidad de un alivio. —Ven aquí. —Antes de que ella pudiese protestar, la levantó de la lavadora solo para ponerla de pie y luego empujarla para que se pusiera de rodillas. No era un ruego, siempre era considerado cuando le pedía sexo oral. Pero, esta vez, la consideración se había ido a paseo. Una mano estaba enterrada en la cabellera de _______; la otra, aferrada al pene, y en cuestión de segundos, ella se encontró con la boca llena con la amplia y húmeda cabeza de la erección. Sabía a tierra, como una tormenta que se aproximaba de las montañas. Salvaje e irresistible, fuerte y resuelto. —Chúpala, ______ —le ordenó con voz gutural—. Déjame observar cómo me follas, cielo. Ella abrió los ojos, y luego un poco más ante la expresión dura y salvaje de su esposo. En el fondo, sabía que Nick podía escuchar todo. No provenía ni un sonido desde la cocina. Lo único que se oía en la casa eran los gritos de ella, apagados solamente por las lentas y pesadas penetraciones del miembro en la boca. Y no le importaba, sabía que podía oírlos, sabía que estaba escuchando. Deseando. Ella estaba impulsada por la complicidad que brillaba en los ojos de Joe y las ansias que le quemaban el cuerpo. La mano detrás de la cabeza se tensó, provocándole un leve ardor quemándole el cuero cabelludo. Ella lo amaba. La erecta carne le estiraba los labios, la llenaba con un poder y unas ansias que no podía controlar. La alborozaba. —Tienes la boca muy caliente, maldición. Muy dulce y ceñida —gruñó él, mirándola fijo mientras los tonos grises de los ojos cambiaban y colisionaban. La lengua revoloteó sobre la latente cresta al tiempo que él se echaba hacia atrás, haciendo una mueca cuando ella ciñó la boca a su alrededor. Las manos de ________ se deslizaron sobre el tenso abdomen al tiempo que comenzó a mamar de la amplia cabeza, gimiendo, luchando con la lujuria embriagadora que se gestaba en su interior mientras saboreaba el líquido preseminal que recibía sus esfuerzos. —Así es, pequeña. Chúpame la polla. Muéstrame cuánto me necesitas, _______. ¿Necesitarlo? Se moría por él. Con dolor. Podía sentir el hinchado clítoris latiendo para captar su atención, los fluidos saliendo a borbotones de la vagina con una necesidad tan exquisita que era una agonía. Necesitaba ser tocada. Solo una vez. —¿No puedo tocarte así, no es verdad, amor? —La miró fijo con salvaje frustración—. Qué agradable sería acariciar esos bonitos pezones. Los labios en el cuello, la espalda. Las manos entre esos bonitos muslos. La mano se aferró al cabello de _______ con más fuerza para sostenerla en el lugar cuando ella se intentó echar hacia atrás, con el afán de escaparse de la promesa de la voz de Joe. Pero no pudo evitar que un gemido se le escape de los labios. Casi pudo sentirlo. Una caricia fantasma sobre los senos, entre los muslos, la aguda y dolorosa necesidad de que esos dedos estuvieran entre las piernas. | |
| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA Julio 3rd 2012, 14:01 | |
| Gracias millones de gracias, subiste Maraton ya!!! Enserio eres Genial, Te kieroooooo!!!!!! Ke emocionnnnnnnn | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 3rd 2012, 14:03 | |
| CAPITULO 24 Parte 2
—Podría darte eso. —La mirada se le oscureció aún más. Los dedos se cerraron más fuerte entre los cabellos, tirando de ella con más energía. Y no debería haberlo sentido agradable. No debería haber enviado llamas a quemarla desde el cuero cabelludo hasta el clítoris con resultados devastadores.—Te daré eso,______. —La voz se endureció, con resolución, con el orgasmo que se aproximaba --Todo... Todo.
Él se zambullía más allá de los labios de ______, cortos y feroces empujones que le acariciaban el pene con los labios mientras la lengua lamía, rozaba, lo estimulaba hasta que con un gemido destrozado explotó. Las manos de _______ se aferraron a la tela de los vaqueros mientras el semen le entraba a borbotones en la boca. Feroces chorros de encendida calidez masculina que solo lograban incrementar las ansias propias, solo lo hacían necesitar más, hasta que se quedó quieto, sosteniéndole en su lugar mientras se retiraba de la boca y le clavaba la mirada con evidente satisfacción. Ella apenas si podía respirar; tenía ahora los ojos nublados por su propia excitación ya que una sensualidad debilitante le quemaba por las venas.
—No hemos terminado —le informó de manera brusca, tirando de ella para ponerla de pie antes de acomodarse los vaqueros—. Creo que es hora de que ambos vayamos a la cama. Ahora.
_________se decía a sí misma una y otra vez que no podía hacer eso. Pero no podía lograr que las palabras saliesen de su boca. Cada vez que lo intentaba, se le cerraba la garganta y la encendida humedad entre los muslos le recordaba que deseaba eso más que nada en el mundo. Fue cuando Joe la arrastró por la cocina, bajo la mirada atenta de Nicholas Miller, cuando ella comenzó a temblar. Los ojos del hombre brillaban con lujuria mientras se relajaba en la silla en la cocina. El evidente excitado cuerpo se tensó, con la expresión tan llena de salvajes ansias como la de . Entonces su marido se detuvo en el umbral de la puerta, aseguró a ______ entre sus brazos, y giró hacia su amigo.
—¿Tienes planes para mañana? —le preguntó Joe al otro hombre mientras deslizaba la mano debajo de la camisa de ella, con los callosos dedos acariciándole el vientre. La caricia era devastadora, especialmente bajo la mirada de Nick al levantarse lentamente de la mesa.
—Ningún plan. —La voz de Nick se oía tensa. —Tenemos el bote en el lago —le informó Joe—. Me tomaré el día libre mañana y saldremos un rato. Nick dio un paso más hacia ellos al tiempo que los dedos de Joe se inmovilizaron, y ella sintió la tensión espesarse en la habitación.
—Joe —susurró ______, sintiendo el calor del cuerpo de Nick desde la distancia que los separaba. Ella no podía hacer eso. Ay, Dios, necesitaba decirles que no podía hacerlo. Sin embargo, lo único que pudo hacer fue observar a Nick acercarse a ellos, con los ojos repentinamente sobre ella, el brillo del color azul hundiéndose en ella.
—Tiene miedo, Joe —dijo él suavemente al dar un paso hacia ella, con la mano extendida, rozándole la mejilla con los dedos en una breve caricia. Se sintió como llamas hundiéndosele en la piel, quemándola viva.
—No puedo... —Ella dio una sacudida cuando la mano de Joe se movió, los dedos rozándole apenas sobre la piel, levantándole la camisa por el vientre mientras Nick no le quitaba los ojos de encima.
—Di no —Nick susurró entonces—. Simplemente di que no, y todo desaparecerá,_______.
Ella negó con un movimiento de cabeza brusco, sintiendo que la mano libre de Joe le acariciaba el brazo, el hombro, hasta que le rodeó la clavícula y la palma de la mano se posó sobre la mejilla.
—¿Quieres que desaparezca, ______? —Le mordisqueó el lóbulo de la oreja al tiempo que ella se estremecía en sus brazos. —Puede desaparecer muy fácilmente, amorcito.
—Puede desaparecer o puede volverse en esto. —susurró Nick entonces Ella gimoteó cuando él inclinó la cabeza. Iba a besarla. Dios santo, ella estaba de pie sujeta por su marido. El estaba observando. Observando cómo otro hombre se inclinaba con la boca entreabierta, los párpados cerrándose sensualmente.
La mano de Joe se movió hacia abajo, hasta el botón de los vaqueros de su esposa, abriéndolo al tiempo que los labios de Nick le tocaron la boca, ______ se quedó quieta, jadeando, mirándolo a los ojos mientras el beso le enviaba temblorosas sacudidas acelerándose por todo el cuerpo. Nick no estaba dándole un beso. Los labios se lo pedían, pero la mirada se lo exigía. La cintura de los vaqueros se aflojó.
—¿Qué te he dicho acerca de tocar? —susurró Joe al oído de su esposa, entonces—. ¿Cada parte de tu cuerpo siendo acariciada al mismo tiempo?
Las manos se deslizaron desde la floja cintura hacia arriba por debajo de la camisa hacia los hinchados pechos sensibles. Pero las manos de Nick estaban en las caderas, los dedos le bajaban la cremallera de los vaqueros de tiro corto. «La cintura está muy baja ahora», pensó ella, vanamente. Una vez que la cremallera estuviese completamente abajo... ______ gimoteó cuando la lengua de Nick le lamió los labios y las manos le bajaron los extremos de los vaqueros.
—¡No! De dónde sacó las fuerzas para alejarse, no lo sabía con seguridad. El impulso le golpeó en el interior al tiempo que una oleada de placer casi la hace caer de rodillas y un mini segundo después, se encontró alejándose de ellos, negando con movimientos de cabeza, luchando por respirar.
—No —volvió a espetar, mirando fijamente a Joe y viendo a un extraño. Un extraño que le devolvía la mirada con los ojos de su marido. Ojos pesados de excitación, amor y arrepentimiento.
| |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y Tu) HOT Adaptada Julio 3rd 2012, 14:10 | |
| CAPITULO 24 Parte 3
—Buenas noches, Nick —dijo Joe al tiempo que comenzó a caminar hacia ella—. Te veremos por la mañana. El propósito estaba allí en el rostro de él. Era un conquistador. Era el seductor. La expresión en el rostro le aseguraba que no importaba si Nick se les uniera o no; esa noche, él tomaría a su esposa.
—¿Crees que simplemente le puedes dar a otro hombre el permiso para tocarme y luego arrastrarme hasta la cama? —_____ lo miró con indignación—. ¿Te has vuelto loco, Joe? ¿Se había vuelto loca ella ? Porque ese nuevo lado de su marido la ponía más caliente que el infierno mismo.
—Bastante —le anunció un segundo antes de dar un paso hacia ella, alzarla y echársela al hombro para luego abandonar la habitación. La última imagen que tuvo de Nick fue la maliciosa diversión bailándole en los ojos un segundo antes de que Joe se encaminara escaleras arriba.
—¡Te voy a dar de patadas en el culo! —gruñó ella mientras colgaba sobre el hombro de él.
—Probablemente.
—Hablo en serio, Joe no va a suceder.
—Por supuesto que sí —gruñó él—. Deja ya de engañarte a ti misma. Y deja de pretender que no estás más caliente que el infierno mismo. Me sorprende que tus vaqueros no estén húmedos por los fluidos que derrama tu coño.
—Cabrón —gruñó ella.
Por desgracia, tenía razón respecto a una cosa. Estaba más caliente que el infierno. Pero se equivocaba en otra. Creía que en efecto tendría los vaqueros húmedos después de todo. Una vez que hubo ingresado en la habitación, no se molestó en dejarla en el suelo. Antes de que ella se diera cuenta de nada, estaba de espaldas y Joe le estaba quitando las sandalias de un tirón antes de bajarle los vaqueros por las piernas y hacerlos a un lado. Así de rápido. Así de raudo. Los vaqueros y las bragas estaban en el suelo y su esposo estaba de rodillas al costado de la cama, con la lengua lamiéndole los saturados dobleces de la entrepierna.
—¡Ay, Dios! ¡Joe! —gritó el nombre del marido cuando él zambulló la lengua en ella, lamiendo sobre la piel tan sensible que le causaba una avalancha de sensaciones que se apilaban en ella. Calor atrevido. Placer eléctrico. Deseo feroz, intenso, brutal.
________elevó las caderas con un movimiento brusco, machacando el clítoris contra los labios mientras daba bocanadas para respirar. Se aferró del cabello de él con las manos, sosteniéndole junto a ella al tiempo que enroscaba las piernas sobre los hombros. Era tan bueno, maldición, mejor que nunca, era como la primera vez, la última vez y todas las veces anteriores combinadas en una sola caricia. Todo el placer que había sentido en la vida y más estaba acercándose. Porque le tomó el trasero con los dedos mientras que un pulgar travieso comenzó a presionar y masajear la entrada prohibida más abajo. Era travieso y salvaje, y cuando ella sintió que le untaba los jugos sobre la zona, el pulgar presionando cada vez para lubricar el lugar, perdió la cabeza. Era la única excusa para permitir tal cosa. Era prohibido, una caricia que no había conocido antes, y no estaba protestando. Había perdido la cabeza, esa era la única excusa. Un segundo después, la lubricación se volvió más fresca, más espesa. ¿Cómo había hecho eso? ¿Se las había ingeniado para conseguir el gel lubricante que tenía en la gaveta de la mesita de noche sin que se diera cuenta? Y a quién le importaba, pero de repente, el pulgar estaba estirándole la entrada del ano, quemándola, llenándola donde nunca nadie antes le había tocado y provocándole una explosión de los sentidos en un orgasmo que le arrancó la cabeza y aun así la dejó rogando por más.
—¿Tienes miedo ahora, ______? —gruñó él contra el clítoris, lamiendo a su alrededor con la lengua, gestando una vez más la presión mientras dos dedos bregaban en la vagina. Ella no podía soportarlo. No podía sobrevivir.
—¿Sabes lo que voy a hacer? —La voz era un terciopelo negro, áspera, traviesa, carnal—. Voy a estirarte aquí. —El pulgar se movió dentro del ano—. Luego, lo voy a llenar con un pequeño juguete que compré solo para esto. Quemará y dolerá antes de que yo te llene el coño.
—Ah, Dios Joe. —Desplomó la cabeza sobre la cama.
—Vas a estar muy ceñida, ______, la vagina te va a arder en llamas cuando te folle, la presión te volverá loca y querrás más.
—Estoy loca ahora —jadeó ella—. No me provoques.
—Sin provocar, pequeña. —Deslizó el pulgar fuera del ano.
—No. No. No te detengas.
—Nunca.
—Vuelve a ponerlo allí. La lengua lamió la húmeda grieta del sexo, lamió y acarició al tiempo que cambió de posición sobre los muslos de ella, los hombros ensanchándose antes de que ______ sintiera la aplicación fría del lubricante en su parte de atrás.
—Joe, ¿qué estás haciéndome? —gritó ella, sintiendo cómo se abría la entrada cuando un dedo se deslizó en ella—. Me estás matando. —Se retiró, volvió a bregar en ella, luego otro dedo se unió al primero—. Por favor, Joe.
| |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA | |
| |
| | | | Placeres Prohibidos (Joe, Nick y tu) HOT Adaptada TERMINADA | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |