Aquí les dejo el primer capitulo comenten si les gusta
Capítulo 1
Me encontraba en la estación de trenes. Era un día frío y estaba agradecida que hubiese traído mi abrigo caliente y acolchonada bufanda para cubrirme. Me dirigía a la fiesta de mi amiga Maru. Cumplía ya sus 21 años y estaba ansiosa por salir a los ‘night-clubs,’ a tomar y divertirse. Traía su regalo en mis manos. Sabía que le iba a gustar, era una copa con piedras brillantes, elegante pero divertida, justa como la nueva vida que vivirá ahora que ya es mayor de edad. Escuché un zumbido y supuse que era el tren subterráneo que estaba por llegar. Me levanté de la banca y me sacudí el polvo que traía causado por el levantamiento de este, debido al aire. Era Noviembre y la Navidad estaba a la vuelta de la esquina. Miré hacia alrededor y me percaté de todos los adornos y decoraciones que me rodeaban. No se veía así la última vez que vine, seguro las personas encargadas del mantenimiento quisieron dar un toque navideño al lugar. Sonreí al ver millones de pequeñas luces parpadear rápidamente. Había un árbol alto y frondoso justo en el centro de la estación, no era muy bonito pero me hacía sentir ansiosa por festejar la Nochebuena con mis amigos, ya que mis papás y hermanos no podrían viajar debido a sus trabajos y ocupaciones. Esta sería mi primera Navidad sin mi familia pero supongo que es parte del crecimiento, ya no soy una niña y debo enfrentar el mundo sola. Estaba a la mitad de mi segundo año en la universidad, quería ser una psicóloga, en realidad no sabía porque me había interesado estudiar psicología pero supongo que el hecho de ayudar a otros me interesó.
El tren se paró justo enfrente de mí y las puertas se abrieron. Me subí despacio ya que traía unos tacones medio altos, por poco y me desplomo con todo y el regalo dentro de un pequeño pero asqueroso charco lleno de agua sucia. Escuché a alguien preguntar si estaba bien, solo le sonreí dulcemente y me dirigí al asiento más cercano. Ya que el viaje hasta la casa de Maru era largo, me dispuse a leer un libro: “El Diario de Noah” (The notebook) uno de mis favoritos. Me encantaba imaginarme una relación como la que tenían los personajes de la historia. El romanticismo era mi debilidad, podía leer novelas románticas por horas.
La radio se escuchaba suavemente por las bocinas del tren pero yo me decidía a concentrarme en ese hermoso libro. Repentinamente escuché un sonido, no dejaba de sonar y realmente era molesto. Estaba por gritarle al chico de alado que apagara su ruidoso aparato cuando me percaté que el sonido venía de mi bolso. Me sonrojé y abrí el zipper, mi celular no dejaba de parpadear.
--¿Hola?
— ¡(Tn)! ¿Hace cuánto saliste de tu casa? ¡Llevamos esperándote ya hace más de media hora!
—Lo sé, lo siento pero el tren llego tarde. No te preocupes ya estoy por llegar.
—Está bien te espero. Por cierto, hay muchos chicos lindos acá, ya les hablé de tí y parecen interesados.
—Maru, ¿me arreglaste una cita otra vez?
-Ay ¿yo? ¡Claro que no!—Reí, no era buena mintiendo.—Lo tomas todo mal amiga, lo que quiero decir es que hay muchos chicos guapos y solteros acá que tal vez podrías conocer.
—Está bien, estoy a unos cuantos minutos de llegar a tu casa y tal vez conozca a los tantos chicos de los que me hablas, ¿hecho?
Escuché una risita por el otro lado de la línea.
—Ok, nos vemos en un par de minutos—Colgué.
Las puertas del tren se abrieron y sentí una ligera brisa subir por mi vestido. Llevaba un hermoso vestido rojo, era algo corto y aunque el saco que traía me cubría todo el atuendo, el viento era congelante y tenía una forma de llegar hasta adentro de mi vestido. Mi piel se erizó al sentir aquella brisa. Comencé a caminar por las calles, la casa de Maru estaba a solo unas cuadras así que decidí caminar. La calle donde vivía era algo elegante, mucho más de donde yo vivía. No que mi departamento sea un asco pero ciertamente no podría pagar por vivir en tal elegancia.
Escuchaba a niños reírse jugando con una pelota de fútbol a unas cuantas casas, no sabía qué hacían afuera yo me moría por llegar al departamento de Maru. Toqué la puerta dócilmente y una figura masculina apareció ante mis ojos. Pude notar cómo me miraba de pies a cabeza, sus ojos recorrían mi atuendo y noté que se mordió el labio inferior suavemente. Su mirada no me hacía sentir incomoda sino al contrario, estaba alagada que me hubiese mirado así. Sentí mis mejillas cambiar de color. Era un chico de cabello obscuro, traía puesto pantalones verdes con una camiseta en forma de una ‘v’ y una chaqueta de piel negra. Sus labios instantáneamente formaron una sonrisa.
— ¡Hola! Bienvenida. —Su sonrisa se mantenía firme y provocó que le sonriese inmediatamente también.
—Hola. —respondí un poco tímida. Tenía unos ojos con un color café perfectamente alineados a su rostro. Era hermoso. Se acercó para darme la mano en forma de un saludo y un poco de su colonia me llegó al rostro. No pude evitar sonreír un poco al oler esa linda pero masculina fragancia. Su rostro llevaba un poco de pelo facial que construía una barba y bigote muy bien rasurada, haciéndole ver aún más atractivo. Lo miré confundida, aunque era atractivo no recordaba haberlo conocido antes. Notó mi desconcierto.
—Oh disculpa, seguro no me conoces. Mi nombre es Joe, soy amigo de Maru. —Extendió su mano otra vez amablemente junto a esa hermosa sonrisa que tenía. Accedí su saludo.
—Gusto en conocerte Joe, yo soy (tn), la mejor amiga de Maru. —le sonreí.
—Oh (tn), ¡Me han hablado mucho de ti! Eres justo la persona que todos estamos esperando. —Me sonrojé un poco. Entre finalmente al departamento e inmediatamente escuché a todos gritar mi nombre. Mientras él cerraba la puerta, se acercó a mi oído.
—Te lo dije, todos estaban esperándote. —le sonreí de nuevo y me apresuré a saludar a todos. Aquel chico con el que hablaba se fue y no pude ver a donde se dirigía; no le tomé importancia y seguí caminando.
--¡Maru! ¡Feliz Cumpleaños mujer!—Le di un cálido abrazo.
—Aww gracias (tn), ¿qué es eso?- Señaló a la bolsa de regalo que traía en las manos.
—Oh no sé… ¿quién cumple años hoy?—Reímos.
—Muchas gracias amiga, lo pondré en la mesita con los otros regalos. —Me abrazó nuevamente y caminó hacia la mesa que se encontraba justo en el centro de la sala. Fui por un refresco pero justo cuando me disponía a servirme un poco de este, Maru regresó con un acompañante. No podía ver el rostro de aquel chico ya que estaba de espaldas hablando con otra persona. Pude notar esos mismos pantalones verdes de hace unos minutos.
— (Tn), quiero que conozcas a alguien…—Trató de tomar la atención del chico que al parecer solo le importaba mantener aquella conversación con esa persona.
— ¡Joe! ¡Te estoy hablando!—le gritó Maru. En ese momento el chico se dio media vuelta y pude notar quien era. El emitió una sonrisa y al parecer se acordó al mismo tiempo que yo de aquel percance que habíamos tenido hace unos minutos. Nuestros ojos se encontraron y todo lo que pude hacer fue sonreírle también.
—Quiero que conozcas a mi mejor amiga, ella es…
— (Tn). —él terminó la oración.—Ya nos conocimos hace un par de minutos, ¿verdad?—Se dirigió hacia mí.
-¡Te acordaste! Y tú eres Joe, ¿cierto?- esbocé una sonrisa, el hizo lo mismo pero de una forma diferente a la mía, más coqueta.
— ¡Claro que sí! Como olvidar el nombre de la chica más linda de esta fiesta. —Levanté una ceja y lo miré fijamente a los ojos, dejando que estos dijeran lo que yo no podía en ese momento.