Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

:O

LISCSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ERES MALAAAAAAAA
COMO LA DEJASTE ALLI SE PASOOOO
JAJAJ EN SERIO LICSA SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAA
OMG DEJASTE CON LA INSERTIDUMBREEEEEEEEEEE
EN SERIO AHORA SIIII UFHSEFGSHDFRDS
SIGUELA
OK NO ME DESMAYO
SIGELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA OPD
O_o

ahh me re gusta!! sigueña porfa!!!

[[size=18][licsaaa x favor debes seguirla pronto hay lectoras como yo, que sufrimos del corazon xfa es en serio ese capitulo
fue tan como QUE????!!! jajajaj en serio licsaaaa siento que muero si no la siguessss prontoo mejor dicho RAPIDOOOO
quieres una muerta aqui ya veo, ya veo e.e Lloron

/size]]

siguela!!

si si note que ahora biene lo bueno-.-
OMG!!!! NO ME JODA*.* ES EL*.* ES ELLL!!!!!!!!
AHHHHHHHHHH!!!! y rayita fue como una mendiga! -.- debio ponese un vetidito negro apretao por dio-.-
AIIIIIIII!!!! cuando vas a poner mas capss?*.* por favor que sea antes de que me de un INFARTO*.*
Smile

omg! omg!
es Joe?!
omg!
siguuela pleasee ♥

Am, chicas, lamento decir esto, pero no podre subir hoy : (
Mi madre llego muy tarde del trabajo y no pude escribir porque luego salimos.
Enserio, enserio, lo siento. Yo quería escribir. Yo quería subirles... pero este destino incierto no quiso que yo les subiera capitulo.
Desgraciado. xD
Bueno, veré si mañana puedo subir, si?
Las quiero. Se cuidan. ♥

licsaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa MORIRE LLORANDOOOOOOOOOOOO
NI SIQUIERA FELIZ!!!??!?!?!
ERES MALA JUM e.e
JAJAJAJA okokonooo!!
pero en serio licsaa estoy de infarto lento !!!!!!11 e.e
oye creo q es la primera novela con joe? creo q todas las que eh leido siempre son con nick sino me equivoco ....
bueno como sea, SIGUELAA LICSAAAAAAAAAA
bueno no, xq cambiaste a nick?? Suspect

jajajaaj estoy loca pero me dio curiosidad bueno, si soy curiosa Rolling Eyes

bueno joe es tan bello Enamorada

joe es TANNN joe Enamorada

joe es tan sexy baba

AYYY LO SIENTOOO me desvíe del tema X.X
pero que torpe soy , eso es culp de joe u.u
el punto es QUE MORIREEEE
que SUBASS CAPSSSSSSSSS
xq sino morire
ese destino cruel no dejo que subieras hoy e.e efgewuddhsfhdjeu
jajaj :$ pero q cosas ! esta en conttra mi!
efdaedhgsdgaks ok bueno no digo mas bobadas Guiño

solo siguelaaaaaa Baila

siip siguela!!!

siip siguela!!!

siguuuellaa pleease!
Estaa geeniaaalisimaa <3

Hey, Girls.
Soooooorry por no subir antes, por no pasarme... pero hoy subiré : )
Graaaaaaaaaaaaaacias por comentar, y pasarse siempre. Las quiero un mundo.
...Me fui, voy a terminar el capitulo, eh.
Se cuidan

Capitulo 3:
Alice se emociono al oírlo hablar. Al parecer, no recordaba quien era el vocalista. La envidie por un segundo. Yo quería seguir en la ignorancia como ella. La mire mientras ella agitaba su vaso, y las gotas de licor caían de este. Ella abrió la boca como si estuviera gritando algo, pero no la escuche. Yo no estaba allí. Estaba en otro lugar. En mis memorias. Escuche una y mil veces cuando Joe cantaba para mí y susurraba sus letras en mi oído. Lo escuche muchas veces ¿Cómo no había notado antes que él estaba allí? ¿Justo a unos pasos de mí?

Cerré los ojos. No podía ser.

-Vamos a tocar una versión de Here Without You de 3 Doors Down. Espero que les guste –dijo él vocalista –Joe. La música empezó. Él comenzó a cantar.

Me gire hacia el escenario para verlo. Dios, estaba aun más hermoso que antes. Él siempre fue guapo con su actitud de chico malo y su mirada cautivadora. Pero ahora, estaba candente. Aun más que antes. Se había cortado el cabello y traía un peinado con un cruce entre desarreglado y sexy. La última vez que lo había visto tenía el cabello largo hasta la mandíbula. Se había dejado crecer un poco la barba, pero eso no le quitaba lo guapo. Lo hacía ver peligroso de una manera sexy. Todo en él era maravilloso, antes y siempre.

Me quede viéndolo mientras cantaba la canción. Era una bonita canción, una linda letra… una dolorosa letra. Mientras cantaba se escuchaba la emoción que le ponía. Me estremecí con cada nota, abrazándome a mí misma, luche por no llorar. Era demasiado doloroso verlo ahí, frente a mí, y cantando una canción tan emotiva. No soportaría mucho más ese martirio sin llorar.

Joe movió sus ojos por el público sin mirar a nadie en particular. Pero buscaba a alguien. Lo sabía. Lo sentía. Alice, a mi lado, movía sus brazos de un lado hacia otro con emoción. Estaba borracha. Desvié la vista de ella con una pequeña sonrisa en los labios. Siempre se volvía un poco más especial cuando estaba borracha. Por eso, era mejor que lo evitara. Y hacia su esfuerzo, pero era imposible alejarla de él.

Levante la mirada hacia Joe otra vez y sentí la conexión con sus ojos. Sentí un escalofrió recorrer mi espalda al sentir su mirada conectada a la mía. Ahora, él cantaba solo mirándome a mí. No desvió la mirada. No fingió no verme. Solo se quedo viéndome. Él sabía que yo estaba allí tanto como yo sabía que él estaba allí. El tiempo se detuvo. Solo estábamos nosotros dos mirándonos fijamente mientras él cantaba.

Luche contra las lágrimas cuando la canción se estaba acabando. Desvié la mirada de él secando una lágrima que se había escapado de mis ojos. Mire a Alice que seguía con su movimiento de brazos hasta que la canción acabo. Varias otras lágrimas se escaparon otra vez.

-Gracias –concluyo Joe. Eso era todo. El mini concierto había acabado mientras la herida en mi corazón, que pensaba estaba cerrada, volvía abrirse lenta y dolorosamente. Lleve una mano hacia mi pecho y respire hondo. Esto no podía volver a pasar. Era demasiado para mí.

-¿Qué paso, cariño? –escuche a Alice hablarme. Su voz era preocupada con el tono borracho incluido.

Abrí los ojos. Sacudí la cabeza mientras secaba las lágrimas que se habían escapado de mis ojos. Sonreí sin sentir alegría.

-Solo fue la canción. No importa.

-¿Segura? –ella se tambaleo un poco acercándose a mí.

-Si –asentí-. ¿Podemos irnos? Estoy exhausta –en realidad tengo miedo de enfrentarme a Joe. Pero no lo dije.

-Si, claro que si, cariño –dijo, dejando el vaso que tenía en su mano sobre una mesa. Paso su brazo alrededor de mi cintura mientras caminábamos hacia la salida. En realidad, tenía que ser al revés, pero no lo dije.

Cuando llegamos al auto, le quite las llaves a Alice. Ella rodeo el auto tambaleándose mientras yo lo abría. Apreté el botón del mando automático y este hizo un ruido antes de abrirse. Alice busco a tientas la manija de la puerta mientras ya yo me había subido al auto. Frunció el ceno al intentarlo por quinta vez. Yo me incline hacia el asiento del copiloto y le abrí la puerta desde dentro. Ella sonrió y entro en el auto.

-Gracias –dijo. El olor de su boca era 100% licor.

-Ponte el cinturón –le dije.

La vi ponérselo antes de poner la reversa. Mire hacia el frente. En la entrada del local se acumulaba la gente que salía del bar. Entre ellos estaba la banda que acababa de tocar. Mi corazón se encogió al conectar la mirada con la de Joe otra vez. El tenía un pedazo de papel en una mano y un bolígrafo en otro, pero él no estaba concentrado en el autógrafo. Me sonrió desde su posición. Me estremecí completamente antes de concentrarme en conducir. Salí del estacionamiento en un parpadear.

Conduje en piloto automático. Mi cerebro no se estaba concentrando en el camino como yo quería. Realmente está viviendo el momento en el bar, cuando Joe me miro mientras cantaba su balada. Cada nota de la canción me llego al alma, y más producidas por la maravillosa voz de Joe. También, recordé los momentos en los que todo era color de rosa. El amor estaba impreso en cada caricia, cada beso y cada mirada. No importaba que pasara, siempre lo solucionábamos juntos. Éramos todo el uno para el otro. ¿Qué paso? Eso me gustaría saber.

-¿Te quedas en mi casa o te llevo a la tuya? –le pregunte a Alice, dejando de lado mis pensamientos.

-Como quieras –respondió ella-. Pero si me llevas a casa, tendrás que llevarte mi auto. Lo necesito para ir al trabajo mañana.

-¿Te quedas conmigo?

-No lo sé –se rió histéricamente-. ¿Viste al sexy vocalista? ¿Cómo jamás había sabido de ellos? Si el hombre esta candente, candente –volvió a reírse.

Decidí llevarla conmigo a casa. No dejaría que se quedara en su casa sola. Mucho menos que manejara. Estaba hablando puras incoherencias. No que Joe fuera menos que sexy, y mucho más caliente que el infierno, pero… ella divagaba.

Al llegar a casa, estacione el auto junto a mi Audi. Alice bajo del auto después de mí y me siguió tambaleándose hacia la entrada. Se rió mientras caminaba y decía muchas más cosas sobre lo que había pasado en el bar. La ignore por el simple hecho de que la mayoría de las cosas que decía tenían que ver con Joe.

Deje las llaves del auto sobre la mesa del comedor cuando pase por su lado. Me gire hacia Alice mientras ella parloteaba y se tambaleaba. Su risa ya me estaba molestando. La agarre por la cintura y puse su otro brazo por encima de mis hombros, y camine con ella hacia la otra habitación de la casa. La recosté en la cama y le quite las botas de cuero mientras ella seguía parloteando sobre Joe. Suspire varias veces, esperando que se callara pronto. No la soportaría un segundo más. No, cuando mi memoria ya tenía bastante material sobre él.

Deje las botas de cuero aun lado de la cama y me incorpore para ayudarla a acomodarse en la cama bajo las sabanas. Ella tumbo la cabeza sobre la almohada y se quedo dormida al fin. Suspire de alivio al no oír más su incesable parloteo y su risa estúpida.
Salí de la habitación para dirigirme a la mía mientras quitaba mis tacones con dificultad. Entre en mi habitación descalza. Deje los tacones en el suelo del armario junto al vestido de esa noche. Suspire poniéndome un camisón para dormir. Fui al baño, hice mis necesidades y lave mi cara quitando todo el maquillaje. Cuando me mire en el espejo, sonreí para mí misma. Era hermosa –en mi opinión-, los hombres babeaban detrás de mí. ¿Por qué entonces no podía olvidarme de Joe con otro hombre? Solo una respuesta: mi corazón no quería otro hombre. El quería a Joe específicamente. Mi sonrisa se borro. Todo era culpa de mi caprichoso corazón. Había salido herida por su culpa, y no podía seguir con mi vida porque él no quería hacerlo sin Joe. Era increíble.

Cuando recosté mi cabeza en la almohada, caí dormida tan rápido como Alice había caído. Fue sencillo. Nada de sueños, pesadillas… nada. Simplemente negrura. Agradecí el estar tan cansada.

La mañana siguiente, encontré un Post-It al lado de una taza de café sobre el mostrador de la cocina.

Gracias por dejarme quedarme, ____. Me lleve tu frasco de Panadol conmigo. Tengo una jaqueca horrible. Nos vemos en la escuela. Disfruta tu café.

Bien.

Tome mi café sin desayunar y salí de la casa. Ya estaba preparada para el primer día de clases oficial. Comenzaría mi clase de Español sin ninguna queja. Y no aceptaría ninguna por parte de los estudiantes. Estaba allí para enseñarles y ellos iban a aprender. Así de sencillo.

El ruido de mis tacones se mezclo con el ruido que hacían los estudiantes a mí alrededor. Solo había varones, ni una chica. Fruncí levemente el ceño preguntándome donde estarían. Les sonreí a varios chicos mientras pasaba hacia mi salón de clases. Escuche el chillido de las zapatillas deportivas mientras corrían hacia mí. Un segundo después, la puerta de madera mi salón estaba abierta. Le sonreí a Adam.

-Buenos días, Miss Hill –el sonrió también-. ¿Qué tal la mañana? El sol esta sonriendo al ver su cabellera tan divina y sus hermosos rasgos salir a su luz.

Me reí al escucharlo. Él era el único estudiante que entro conmigo al salón. Deje mi portafolio sobre el escritorio y me gire hacia él. Puse mis manos sobre mi cadera y lo mire sonriente cuando él puso su mochila en el pupitre frente a mí.

-Estoy muy bien, Adam, gracias por preguntar –le dije-. ¿Y tus compañeros?

El se encogió de hombros aun sonriendo.

-Están viendo la bola de babosos allá afuera. Las chicas están locas porque hay chicos mayores aquí –rodo los ojos-. Todos quieren verlos.

-¿A quiénes? –pregunte curiosa. Esto no era normal en CHS.

-No lo sé. Solo sé que es una banda de chicos –dijo.

Ohhhh siguela lo mas soon q puedas... Soy nueva lectora y me encantaris que la sigueras muy pronto ya q me encanto la nove

Oh Dios Mio.
Casi muero, ¡WAAAAAAAAAAAA!
Chicos Grandes, eh. Eso me gusta.
Demasiado diria yo.
Ya quiero leer más sobre esos chicos nuevos en la escuela.
¡Ya me emocionéeeeeeeeeee!
¡SIGUE1
Bye.

siguuela pleease!!! <3

Siguelaaaaaaaaa
Btw: me llamo natalya Smile

) mucho gusto!!!

LICSA ERES MALA!!!
LA DEJASTE ALLI?????!! EN SERIO? R U KIDDING ME???
LICSA Que capitulo!!!!!!
O_O tu siempre sorprendiéndonos cheers

siguelaa anda!

aww siguuela! ♥

Bueno, aquí el capitulo de la noche. Disfrútenlo.
Mañana subo otro.
Se cuidan. Las quiero ♥

Capitulo 4:
Mi corazón llego al suelo de nuevo.

-¿Una banda de chicos? ¿Hablas en serio? –pregunte. Tenía que saber que estaba hablando en serio. Y que no era una alucinación.

-Si –respondió el. Su sonrisa vacilo un poco-. ¿Por qué?

-No, nada –sacudí la cabeza y respire profundo-. ¿Dónde están?

-Cerca de la puerta de la oficina del director. Se va a notar por el grupo de chicas que ahí allí.

Salí del salón directa hacia la oficina del director. ¿Cómo podía ser esto posible? ¿Joe también me seguiría a mi trabajo? ¿Qué hacia su banda en una preparatoria? No iban a tocar aquí, era seguro. Pero, entonces, ¿Qué harían?

El ruido de mis tacones retumbo por el pasillo mientras me acercaba al lugar. Mi corazón también se escuchaba latir descontroladamente mientras más me acercaba. Creía que pronto se saldría de mi pecho. No podía sacar una buena conclusión acerca del porque estaría una banda en la escuela. Una bola de rebeldes junto a unos chicos bastante rebeldes para necesitar más ayuda y consejo de ellos.

Suspire cuando vi el grupo de personas reunidas alrededor de los chicos. Alice estaba entre ellos, sonriendo como si no tuviera jaqueca. Por un momento de verdad pensaba que no tenía ya que su sonrisa era demasiado grande como para soportarla.

-Alice –dije cuando me pare a su lado-. ¿Qué pasa?

Ella me miro un segundo. Se escucho un grito de una chica de fondo y tuvimos que alejarnos del grupo de personas para poder hablar tranquilamente. Ella agarro mi brazo y sonrió mostrándose igual de entusiasmada que las chicas alrededor de la banda.

-¿A que no adivinas que pasa?

-Dime qué pasa. No estoy de humor para adivinanzas –la mire seriamente, esperando una respuesta coherente.

-La banda que estaba tocando anoche en John’s Bar, ¡esta aquí! –chillo. Yo apreté los dientes. Ya era una afirmación.

-Si, pero ¿qué hacen aquí? No se ven como si vinieran a estudiar o dar una clase –mire por encima de ella, hacia el grupo. Vi a Joe mirando hacia nosotras. Aparte la mirada rápidamente con el corazón martilleando mi pecho.

-No, vienen a pasar entre salones para dar una charla a los estudiantes –explico ella, aun sonriente. No noto el cambio en mí, gracias a Dios-. ¿No es maravilloso? Tomaran unos minutos de nuestra hora con los estudiantes. Y yo no hare nada además de admirar el trasero del vocalista desde mi escritorio. Sería fantástico si se situara exactamente frente a mí mientras dan la charla.

Si ella pretendía hacer una broma, no me reí. No podía hacerlo. ¿Unos minutos de mi clase? ¿Unos minutos muy cerca de Joe? No, no me parecía gracioso. Y el comentario de Alice tampoco me gusto. No me gustaba la mirada con la que ella admiraba a Joe. Ese trasero era enteramente mío, pensé. Pero pronto me retracte. Joe ya no era mío.

-¿Qué? ¿No te gusta la idea? –pregunto ella, mirándome más seria.

Relaje mi rostro sin notar que había estado frunciendo el ceño anteriormente.

-No, no me gusta en nada –dije. Mi voz sonó demasiado dura y fría.

-Oh, vamos –se quejo Alice-. ¿En serio te molesta que una banda de chicos calientes venga a la escuela y robe tu tiempo con los estudiantes? Vamos, es solo el segundo día de clases. No perderán nada.

Respire hondo mirándola fijamente. No quería levantar la mirada y encontrarme con que Joe me estaba mirando. Me daba miedo tan solo pensarlo.

-Olvídalo –sacudí la cabeza y levante mis manos diciendo “para”-. Voy a mi salón. Nos vemos en el almuerzo.

Me di la vuelta caminando hacia el salón.

Saque a Joe de mis pensamientos antes de que pudiera meterse en ellos otra vez. Pensé en… nada realmente. Tenía miedo de que si pensaba en algo, Joe saldría en mis pensamientos sin ser invitado.

Suspire varias veces mientras avanzaba a paso lento hacia el salón. Adam seguía dentro de él, esperando por sus compañeros y por mí. El estaba reclinado completamente sobre el asiento del pupitre. Su espalda prácticamente tocaba el lugar donde su trasero debía estar. Sobre la base del pupitre, tenía una libreta y estaba garabateando algo en ella. Era un buen chico a pesar de verse como un chico malo. Le sonreí entrando en el salón. El me sonrió de vuelta, acomodándose en el pupitre y cerrando la libreta. Golpeo el pupitre con la punta del bolígrafo.

-¿Y bien, Miss Hill? ¿Qué hace esa bola de babosos aquí?

Me reí con su comentario.

-Adam, por Dios, mas respeto –me senté en la silla rotatoria del escritorio y lo mire-. Vienen a darles una charla.

-¿A nosotros? –Pregunto incrédulo, apretando su dedo índice sobre su pecho-. No voy a escuchar a unos chicos como esos. Parecen pandilleros.

Volví a reírme a pesar de no quererlo.

-No lo son, Adam, te lo aseguro. Además, si tendrás que escucharlos.

-Son una bola de babosos –repitió-. No necesito consejos de fracasados.

-Ellos no son fracasados, son bastante famosos fuera de Coldwater. Además, son talentosos –Joe cantaba maravilloso.

-¿Cómo es que nunca escuchamos sobre ellos? Si son famosos, en algún lugar hubieran dicho que ellos eran de aquí, ¿no?

-Lo sé –me encogí de hombros.

-¿Cómo se llaman?

-Ellos… -me quede a mitad de respuesta. Yo no sabía cómo se llamaba la banda de Joe. Ni siquiera sabía que existía hasta la noche anterior. Yo siempre pensé que él se había ido con otra. Aun lo pensaba.

-No sé cómo se llama la banda –dije- Solo sé que son buenos, y talentosos. Deja de usar palabras que no tienen nada que ver con ellos.

-Sí, Miss Hill –sonrió. Se acomodo en el pupitre en una pose de chico inocente. Sonreí.

El timbre sonó poco después. Los chicos comenzaron a llegar al salón de clases. Se acomodaron en sus respectivos asientos y se prepararon para la clase. Suspire. Al parecer, si tenía que empezar con mi clase. La banda no se aparecería a esa hora. Tal vez más tarde.

Pero era demasiado bueno para ser verdad.

El director, Víctor Richmond, un hombre joven, guapo y muy amable con todo el mundo, se apareció frente a los chicos de la banda. Principalmente, frente a Joe. Mi corazón se encogió al verlo con su sonrisa provocadora, mirándome. Me obligue a no verlo como a mi antiguo novio, si no como un hombre que venía a darle una charla a los chicos. O por lo menos a hablar de alguna cosa irrelevante con ellos, haciéndome perder tiempo de mi clase.

-Disculpen –dijo Víctor-. Aquí traigo a los chicos de la banda, Jonas Brothers. Vienen a hablar con ustedes. Si no le molesta Miss Hill -me miro, haciendo que todos a nuestro alrededor también lo hicieran.

Sacudí la cabeza como diciendo “no importa”. El asintió con la cabeza hacia mí y hacia los chicos. Se disculpo y salió del salón unos momentos después. Yo me acomode en el asiento para mirar hacia los chicos de la banda sin derrumbarme ante la visión de Joe frente a mí. El se dirigió hacia los estudiantes con unas palabras fuertes y claras.

-Hola chicos. Yo soy Joe –se presento-. Ellos son mis hermanos, Nick y Kevin –señalo detrás de sí. Los dos hombres saludaron con sus manos y una queda sonrisa-. También nuestros compañeros, Daniel y Scott –señalo a los otros dos hombres más allá de sus hermanos-. Nosotros componemos a los Jonas Brothers –una risa se acumulo en su garganta. Yo la escuche a la perfección. Esa risa era una de mis favoritas-. Bueno, Daniel y Scott no son mis hermanos, pero nos queremos como tales.

-¡Gay! –grito un chico del fondo.

Golpee el escritorio con un objeto sobre ella y mire hacia la dirección de chico. Todas las miradas se posaron en mí.

-Silencio –demande. Me gire hacia Joe, quien me miraba divertido-. Prosigue.

-Gracias –dijo, asintiendo con su cabeza. Se giro hacia los estudiantes de nuevo.

Mientras él hablaba, sentí la mirada de Nick sobre mí. El y yo éramos buenos amigos antes de todo el rollo con Joe. Me sonrió con simpatía y yo le devolví la sonrisa. Era un buen chico. También era guapo igual a su hermano. Aunque, el era lo contrario de Joe. Nick era más tímido y reservado que su hermano extrovertido y rebelde. Además, en lo físico también eran diferentes. Nick tenía el cabello más largo que Joe, pero el de él, se rizaba sobre su cabeza. Sus rizos eran más perfectos que los míos después de la ducha. Siempre envidie su cabello. Tenía la mis contextura en lo que se trataba de cuerpo. Ambos eran duros de músculos.

Kevin se parecía un poco más a Nick. El era como una mezcla entre Joe y Nick, a pesar de ser el mayor de los tres. El también se había llevado muy bien conmigo. Pero él se veía más distante que Nick. No pensé mucho en ello. Ya tenía bastante con Joe.

-¿Saben? –Devolvi la atención a Joe-. El amor puede hacer maravillas. Puede llevarlos a lugar inimaginables con la persona amada. Tiene subidas y bajadas, no es perfecto. Pero si es hermoso. Si saben cuidar de él… y de la persona que amas.

-¡Se los dice la voz de la experiencia! –grito el chico del fondo, en tono burlón.

Joe sonrió.

-Si, en realidad si –dijo-. Pero yo no supe cuidar de ella. La abandone en la primera oportunidad de lograr mi sueño –abrió los brazos abarcando a Nick y Kevin-; la música. No pensé en el daño que le daría solo por dejarla sin saber a donde iría ni con quien o que haría. Era un adolescente apenas. No pensaba. Y fue un error –suspiro, mirando un segundo al suelo.

Yo mire directamente su espalda. El estaba hablando de nosotros. Estaba hablando de lo que me había hecho hacia tantos años atrás. Por su tono, pude deducir que estaba arrepentido. El realmente se arrepentía de haberme abandonado sin decirme nada de lo que haría o porque.

Y mi corazón le creyó.

Pero la lógica lo contradijo. El no decía la verdad, insistió mi cerebro. No hagas caso a sus palabras.

-No quiero que comentan un error similar. No, a su edad. Tienen mucho por vivir aun. Y madurar. No se dejen sus sentimientos de lado, pero tampoco abandonen sus sueños –se giro para verme-. ¿O no, Miss Hill?

Lo mire fijamente durante unos instantes. Su mirada volvió a conectar con la mía mientras buscaba que decirle a la clase.

Oh Oh.
Vaya. ¿Que responderá?
¡Estoy tan nerviosaaaaaaaaaa!
Ya quiero leer el siguiente capitulo. Es que... Dios, ¿Que va a decir ______?
¡YA QUIERO VER!
Sigue, sigue, sigue.
Sube, sube, sube!
¡VAMOS!
Cuidate, Bye-

que no! omg!
no se que decir de tu cap!
lo ame! lo ame!
le ccreera la rayis a joe?!
omfg! please siguela! ♥
no puedo esperar por seguir leyendo

Capitulo 5:
Lo mire fijamente durante unos instantes. Su mirada volvió a conectar con la mía mientras buscaba que decirle a la clase.

-El tiene razón –dije, vacilante-. Principalmente, si dejan a una chica atrás -o a un chico- mientras siguen sus sueños. Se ve mal, que tampoco le digan que harán si lo abandonas.

Mire a Joe fijamente. El no aparto la mirada mientras estaba serio escuchándome hablar. Los estudiantes, seguramente, no se darían cuenta de lo que pasaba entre nosotros, pero era obvio que los adultos detrás de nosotros si lo harían. Sobre todo porque sabían lo que había pasado.

-¡Otra voz de la experiencia! –grito el mismo chico. Él era el único que hablaba de la clase. Todos los demás estaban atentos a lo que decíamos Joe y yo.

-¡Los hombres no sirven! –se quejo Adam. Casi me reí. Se estaba criticando a sí mismo. Pero miraba a Joe-. ¿Cómo dejar a la chica que amas por un sueño? Jamás pensaría una cosa así. Perdón, pero fuiste un imbécil.

Estuve de acuerdo con él. Sus palabras eran lo único que necesitaba para enfocar mi punto. Gracias Adam, le agradecí internamente.

-Si, yo también lo pienso así –dijo Joe, mirando a Adam-. Pero igual gracias por recordármelo –le sonrió al chico.

Camino unos varios pasos hacia él, coloco sus manos sobre el pupitre de él y se reclino en el. Miro a Adam fijamente. El no desvió la mirada ni le tembló la mandíbula. A ninguno de los dos.

-Dime que harías si estabas en mi lugar –pidió Joe-. Se sincero, niño.

-Yo jamás la abandonaría –dijo Adam-. Si quisiera recorrer el mundo, lo haría con ella. Sin ella, nada.

Esa valentía y la confianza que mostraba su voz, era increíble. No pestañeo mientras le sostenía la mirada a Joe. No se les movió ni un musculo. Joe se incorporo sonriendo. Golpeo levemente la cabeza de chico y asintió.

-Bien, tienes una fuerte convicción –dijo-. Me gusta tu actitud.

Adam se encogió de hombros, despreocupado. A decir verdad, no le importo la opinión de Joe ni un poco. Ni disimulo hacerlo. Era un chico demasiado rebelde. El y Joe, eran dos hombres igualitos. Por lo tanto, ninguno salía ganando en una discusión.

-¿Quién era esa chica? –Pregunto Ángela-. ¿Aun la recuerdas?

-Todo el tiempo –me miro un instante-. Era la mujer más bella de toda la preparatoria –sonrió con el recuerdo. Reprimí las ganas de tirarle con la grapadora que estaba sobre mi escritorio-. Tanto como Miss Hill aquí presente.

Las miradas se posaron en mí, sin excepciones. Me puse nerviosa. No me gustaba que la conversación que tenia Joe con ellos, girara también en torno a mí personalmente. Aunque, estaba girando en torno a nosotros, el no había dicho el nombre de chica. No debería incluirme. No me gustaba la idea.

-Entonces si era hermosa –dijo Adam-. ¿Cómo fuiste tan valiente para dejarla?

-Saben… -interrumpí levantándome de mi asiento-. Esta conversación ya está tomando una dirección demasiado personal. Se supone que le diera consejo, no que hablara de su pasado, señor… -se me desvaneció la voz cuando tenía su apellido en la punta de la lengua. Pero me lo trague. Se suponía que yo no lo conocía. Y así seguiría. Yo no lo conocía.

-Jonas –concluyo él, esbozando una sonrisa.

-Si, eso. ¿Termino la charla o continuara con algún otro tema relevante?

El me miro fijamente durante unos segundos aun sonriendo.

-No, creo que no –dijo. Se giro hacia los estudiantes-. Bueno, chicos, ya escucharon a… -señalo hacia la parte trasera del salón.

-¡La voz de la experiencia! –dijo el chico, siguiéndole la corriente.

Varios en el salón rieron.

-Nos vemos, por ahí –dijo-. Se cuidan mucho. Y apliquen mis consejos, ¿de acuerdo?

Se escucho un coro de si alrededor de nosotros. Joe volvió a sonreír. Asintió con la cabeza hacia ellos y hacia mí. Poco después, ellos estaban saliendo del salón. Joe fue el último en salir.

Suspire y mire el reloj en mi muñeca. Ya iba a ser hora de rotación. Cuando levante la mirada hacia los chicos, ellos estaban mirándome fijamente. Esperando alguna palabra de mí parte.

-El chico de “la voz de la experiencia” venga acá –dije. Estaba seria.

El chico se levanto de su asiento y camino hacia mí. Se posiciono frente a mi escritorio con una sonrisa arrogante adornándole el rostro. El era lindo con su cabello rubio y sus pequeñas pecas salpicándole la piel de las mejillas. Y tenía el ego bastante elevado.

-Nombre –exigí.

-Alexis.

-Okey, Alexis, tienes tu primera asignatura –sonreí abiertamente. Me gire para abrir una de las gavetas del escritorio. De ella saque un libro, uno bastante gordo como para mantenerlo pegado a él durante todo un mes-. Son tus primeros cincuenta puntos de la clase –le dije.

El me dedico una mirada de ¿hablas-en-serio? Yo asentí con la cabeza.

-Disfrútalo, es muy bueno –le sonreí y le entregue el libro.

Él lo agarro y se dio la vuelta. Algo en el rostro de sus compañeros me dijo que estaba haciendo muecas y que comenzaría hablar mal sobre mi tan pronto como saliera del salón. No me importo. Cada quien cosecha lo que siembra y el estaba sembrando una mala relación maestra-estudiante conmigo. Normalmente, eso tenía consecuencias. Como la tarea.

El timbre sonó unos segundos después. Todo el mundo salió precipitadamente del salón. Adam y Ángela, se quedaron para lo último. Se despidieron de mí y salieron del salón con sus compañeros. Les sonreí a ambos. Ellos eran los únicos que realmente apreciaban la clase –o al menos a mi-, y yo los apreciaba a ellos.

Toda la mañana se me fue en explicación tras explicación del primer tema de clases: los verbos. Y no era la primera vez que ellos veían ese material, era claro que llevaban años escuchando lo mismo. Pero algunos no se interesaban en la clase. Atrape a algunos mirándome descaradamente mientras estaba parada dando la clase. En ese momento, me di cuenta de que el año escolar seria aun más difícil de lo que había pensado.

_*_

Al salir de clases, me dirigí directamente hacia el estacionamiento. Aparte de que quería llegar a casa temprano, también tenía miedo de encontrarme a Joe por algún pasillo solitario. O enfrentarme a él frente alguna muchedumbre. No sabría cómo manejarlo bien si nos veía un grupo de personas mientras él estaba cerca de mí... No, no quería ni pensar en ello.

Subí a mi auto sin esperar demasiado. Joe no se me apareció por ningún lugar. Agradecí a Dios por eso. Pero tampoco vi a Alice. La llamaría cuando llegara a casa, decidí. No me iba a detener a buscarla por temor a encontrarme con Joe.

Puse mi auto en marcha y salí de la escuela tan pronto como pude. Los estudiantes se acumulaban en las entradas buscando salir lo más rápido posible del plantel, y los autos de los otros profesores y padres buscando a sus hijos también impedían la salida rápida.

Al llegar a casa, estacione el auto en el pequeño garaje y salí de allí. Camine con mi bolso en mano buscando a tientas las llaves de la casa. Los tacones me estaban matando. Había sido un día largo. Demasiado diría yo. Primero, la conversación de Joe con los estudiantes, y después el trabajo que me dio el poder darle una buena clase a los demás grupos. Tenía demasiado estrés encima, y apenas empezaba el año escolar.

Entre en la casa después de encontrar las llaves en el fondo del bolso. Me deshice de mis tacones tan pronto como pude. Mis pies gritaron de alivio cuando los deje sobre el frio suelo de la casa. Deje el bolso sobre el sofá de la sala de estar, justo como lo había hecho el día anterior y como lo hacía siempre. Me desabotone la camisa de seda y la saque de dentro de la falda estilo lápiz que usaba para ir a trabajar. Deje la camisa abierta, con el sostén visible, y camine hacia la cocina. Saque el envase de leche del refrigerador y me serví un vaso.

Salí de la cocina con el vaso de leche en mano y me dirigí a mi habitación. Deje el vaso sobre la cómoda para poder cambiarme la falda por un short y la camisa por una camisilla negra que encontré entre las gavetas de la cómoda.

Camine descalza por toda la casa dando vueltas por ella. Entre en la habitación que había ocupado Alice la noche anterior y me di cuenta de que ella había arreglado la cama antes de irse. Bien. Un trabajo menos.

Camine hacia la sala de estar después de salir de la habitación, y me senté en el sofá frente al televisor plasma. No lo encendí. No tenía ánimos de ver la televisión. Deje el vaso vacio, que aun mantenía en mi mano, sobre la mesa de centro frente a mí, y saque mi móvil del bolso marcando al móvil de Alice.

Ella contesto al segundo timbrazo.

-Hola perdida –dijo ella-. ¿Dónde estás? Pensé que saldríamos juntas.

-Me adelante.

-Lo note, chica. Pero no me avisaste. No importa. ¿Sabes? El sexy vocalista se llama Joe y tiene dos bombones por hermanos –ahogo una risita-. Además, se cumplió mi sueño. Se detuvo a hablar junto frente a mi escritorio. Estuve toda la hora admirando la obra de arte que tiene por trasero.

Puse los ojos en blanco al escucharla.

-¿Qué tal la charla en tu salón? –pregunto ella-. ¿Interesante?

-Si, lo estuvo –suspire-. Hablo un poco sobre su pasado con alguna chica y les dio varios consejos en el amor a los chicos.

-¿No admiraste su trasero? Niña, no sabes de lo que te perdiste –bufo-. Pero igual, sus palabras fueron hermosas. Motivó a varios chicos de mi grupo.

-Uno de los míos le dijo imbécil –me reí ante el recuerdo de Adam.

-¡Oh, disciplina! Debías castigarlo. Cuando un niño llame a un caliente hombre como ese imbécil, hay que castigarlo. ¿Qué dijo Joe?

-Estuvo de acuerdo con el chico –sonreí-. El se considera un imbécil.

Escuche a Alice reírse al otro lado de la línea.

-Vaya, pero hay que medir su autoestima. No vaya a ser que también tenga pensamientos suicidas –dijo en broma. Yo me reí un poco.

-No lo creo. Ha sobrevivido bastante hasta ahora como para suicidarse.

-Bien, si lo creo –dijo ella-. Igual yo no lo dejare suicidarse. Perderíamos demasiada buena carne para disfrutar. No podemos desperdiciarlo.

Volví a reírme.

El timbre de la puerta sonó sacándome de la conversación. Pensé en quien podría ser. Alice obviamente no, porque estaba hablando con ella. Y nadie más vendría a visitarme en día de semana cuando saben que yo no recibo a nadie hasta el fin de semana si no es emergencia. Fruncí el ceño mientras pensaba. No me venía nadie a la cabeza.

-Alice, te llamo luego. Están tocando a la puerta –le dije.

-Oky-Doky –dijo antes de colgar.

Deje el móvil sobre el sofá antes de levantarme para ir hacia la puerta. Volví a hacer una lista mentalmente de las personas que podrían ser. Pero nadie realmente encajaba. Si hubieran sido mis padres, se escucharía mucho más insistente de lo que se escuchaba. Suspire rindiéndome.

Abrí la puerta y me lleve la mayor sorpresa de la vida. Joe estaba frente a mí, mirándome fijamente y con una media sonrisa sexy en los labios. ¡Demonios! Pensé.

¿¡Como #$%&"# se te ocurre dejarla ahi!?
¿No sabes el infarto que me vas a causar¡
¡DIOOOOOOOOOOS!
¡MUJER SIGUELA YAAAAAAAAA!
Siento qe se viene algo, ¡INCREIBLE!
¡Sigue, sigue, sigue!
Ya, ¡Por favor!
Enserio, necesito que subas capitulo Licsa.
Voy a morir. Y serás la culpable.
¡Bye!

OH MY GOD!! LICSAA!!!!
COMO NO, ESPERA, QUE CAPITULOOOOOOOOOOOOO
ES OBVIO Q ESTA ARREPENTIDO, PERO NADIE MERCE UN PERDON RAPIDO DESPUES DE HACER SUFRIR TANTO U.U
BUENO LICSA WOW SIGUELA PLEASEEEEEEEEE

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