El motivo de este One Shot es que noto que esta sección casi ni tiene visitas... y ps que mejor ponerle sazón con
un poco de nuestra perversidad...
Aclaro que lo saque de otro foro, no se si lo escribieron o es adaptado. Solo sé que la chava a quien se lo agarre
dice que no es de ella.
Juego Perverso (Joe & Tu)
La banda hizo un chasquido audible cuando _____ esposó la muñeca de Joseph al pilar de cama. Él se sorprendió, pero sólo momentáneamente. Una sonrisa descarada quedó plasmada en su cara cuando él entendió su intención.
“No sabía que te iban los juegos retorcidos, _____”
Ella respondió mirándolo. “Hay mucho de mí que aun no has descubierto, nene”
Joe movió su muñeca esposada. Él no iba a ir a ninguna parte. “Bueno, tengo que admitir, me gusta hasta ahora”
“Cállate. Deberías recordar, que esta noche eres mi ramera”
Joe silbó. “Sí, señora”
_____ hizo una mueca, poniendo cara de desprecio; no le había hecho gracia su broma. Se inclinó y esposó la otra muñeca de Joe. Él emitió un sonido urgiéndola, pareciendo excitado. Ella rodó sus ojos. Hombres. Parecía que siempre se encendían con la perversión “Fuera de la caja”
Después de comprobar ambas restricciones, asegurándose de que Joe estaba completamente bajo su merced, _____ desabotonó sus pantalones y lo desnudó hasta sus calcetines. Su dura-como-el-granito- erección se erguía orgullosamente entre su vello oscuro.
Ella no podía menos que decir que Joe tenía la polla más asombrosa que hubiese visto alguna vez. Agradable, gruesa, con la longitud perfecta también. No demasiado grande para montar, perfecta para ser jodida. Y también parecía saber usarla. Incluso se podría decir que tenía talento con su polla. Tal vez eso era lo que le otorgaba ese ego tan inflado. Pero eso no importaba ahora, porque ella iba a enseñarle una lección. Ningún hombre se distanciaba de _____ Black y se salía con la suya.
Ella no comenzó este juego pero, pequeño, era el momento.
Sólo habían salido durante dos meses. Él le había dicho que la amaba y todo iba genial. Joe parecía un gran tipo y era todo lo que _____ había querido alguna vez en un hombre. Incluso llegó a sospechar que Joseph era el único.
Entonces, de repente, Joe se volvió evasivo. Parecía que tener segundos pensamientos sobre su relación. No devolvía sus llamadas, dando excusas para anular sus citas. Ella no sabía por qué había cambiado. ¿Había hecho algo mal? A _____ le gustaría preguntárselo, pero el bastardo no daría una respuesta directa. Si había hecho algo incorrecto, _____ hubiese preferido que se lo hubiese dicho a la cara. Patán. Él no sabía que ella, también, podía jugar al mismo juego.
Él la observó sacar una lata de nata montada del mini bar. “Oh, mie&$a”
“Regla número uno, cariño” le reprendió bruscamente, “Ninguna palabra a menos que te lo indique. Voy a tener que castigarte si te atreves a romper mis normas”
La boca de Joe se abrió y se cerró, no atreviéndose a decir otra palabra. Pero no pudo dejar de gemir cuando _____ espesó su dura polla con la nata montada. Ella le dio a la punta un lametón, comiendo así la dulce crema. "Oh", gimió en voz alta.
Su mirada dura lo hizo callar. Se quedó en silencio cuando _____ lamió desde la base hasta la punta de su polla. Agradable. Lento. Dándole completa atención. Su respiración se volvió dificultosa mientras ella con su lengua bailaba sobre su duro eje, haciendo piruetas sobre su punta hinchada. Su polla se estremeció. Su propietario jadeó. Quizás el tratamiento era más de lo que él podía tomar.
_____ se disimuló su diversión en silencio. Ella apretó su eje y le dio agradables, y perezosos golpes como si sus pelotas fuesen un helado con mucha nata montada. Bajó su cabeza y le lamió allí. Joe gimió como un animal. Se burló de él con su lengua, comiendo y limpiándolo. Joe tembló. Su tratamiento lo conducía más cerca del borde de su climax. Su piel estaba tan caliente, que ella se sintió febril. El sabor a dulce y a océano salado inundó su boca cuando ella lo llevó al fondo de su garganta, saboreó una mezcla entre su pre-eyaculatorio y el resto de la nata montada.
Los murmullos inarticulados escaparon de su garganta cuando ella lo tomó más profundo, tragándole hasta la base. Chupó, despacio al principio, y luego con fuerza como si su vida dependiera de ello.
Joe aulló, olvidando que se suponía debía estar en silencio. _____ no se molestó en reprenderle, sobre todo porque quería oírle gritar, completamente fuera de control.
Ella quería demostrarle cuan gran amante podría haber sido, si él no hubiera dejado a medias sus citas. Había sido reservada durante sus dos meses juntos, refrenando sus deseos retorcidos y experiencia en la cama, simplemente porque él le gustaba demasiado. Pero ahora Joe la vería tal cual realmente era, una amante deseosa, que lo borraría de su cabeza en cuanto terminase con él.
“Nena, ah, nena” masculló Joe, sonando torturado y complacido, borracho de lujuria, “Me estás matando. Oh Dios, me estás matando”
_____ chupó más duramente, y su mano frotó sus pelotas. Él se retorció. Jadeando, se retorcía como un gusano bajo el sol abrasador. No, no le mostraría piedad. No después de lo que él le había hecho. Sin detenerse en su mamada, _____ dio a sus pelotas un último apretón, a continuación, se aventuró más abajo, deslizando un dedo entre las mejillas del culo, encontrando su ano.
Sin una pizca de modestia, _____ empujó su dedo en él. Joe saltó, con su espalda arqueada, tal vez sintiéndose violado. A _____ no le importaba.
"¡Joder!” Joe se sorprendió. "¿Nena, qué estás haciendo?”
Ella no le contestó, pero siguió follándole con un dedo. Maldijo, pero no se opuso, y si lo hubiera hecho, ella lo habría ignorado de todos modos. Movió su dedo, frotando las paredes virginales, tratando de encontrar su próstata.
_____ encontró su secreto un minuto más tarde, después de una breve exploración. Si Joe no hubiera estado gritado tan fuerte, lo habría encontrado antes. La hinchazón, no más grande que una almendra, estaba a la profundidad junto a su dedo. Ella lo rozó más fuerte, haciéndole cosquillas, aplicando la suficiente presión, cual sabía demasiado bien por sus amantes pasados, que haría llorar a un hombre adulto.
Joe se desgarró, resistió, gritó con una serie de sollozos que se atoraban en su garganta. Temblaba de cabeza a los dedos de los pies, con la piel ardiendo. _____ controló su respiración con cuidado y cogió su polla en ángulo, jodiéndole con su boca al mismo ritmo que le jodía el culo con su dedo.
Ella empujó una vez, dos veces, golpeándolo en la marca de su punto dulce. Joe se tensó, y con fuerza repentina, se corrió con un grito. Los chorros de su interminable corrida llenaron su boca y garganta. _____ le chupó, hasta la última gota. Cuando lo liberó, su polla fláccida era testimonio de lo alucinante que había sido. Joe la miró aturdido, incapaz de hablar.
_____ sonrió. Se arrastró lentamente por la cama hasta que su cara se niveló con la de él. “Así que, cariño, ¿eso es lo que te gusta?”
Él necesitó un minuto para elaborar una respuesta. “Eso fue increíble” Admitió.
“Apuesto a que lo fue” _____ asintió con la cabeza en tono burlón. “Y esto es sólo uno de los pequeños trucos que conozco y que aún no te he mostrado”
Sus ojos volaron amplios. “No, mie&$a”
“Sí, mie&$a” _____ le dio una mirada superficial a su entrepierna. “Pero creo que has tenido bastante entusiasmo para un día”
“No” jadeó, retorciendo sus muñecas esposadas. “Podría correrme otra vez”
_____ se echó a reír. Estuvo sorprendida al encontrar que su voz salía sedosa, tan disolutamente malvada. “No sé, cariño. Tengo dolor de cabeza”
La cara de Joe enrojeció. Él había dicho lo mismo cuando anuló su última cita. “Nena, esto porque...”
“Tengo que irme a casa” _____ se deslizó de la cama para vestirse.
“Nena...”
“Aquí está la llave a las esposas” _____ situó la llave sobre su estómago. Joe la miró como si fuera un material ofensivo que se carbonizaría si, sus ojos la miraban demasiado tiempo. No había ninguna forma que pudiese alcanzarla y liberarse a sí mismo de las esposas. “Si no puedes conseguirlo, ya le he pedido a alguien que te eche un vistazo en una hora. Y mientras tanto, cariño, quiero que pienses en lo tonto que has sido, por haberme pisoteado en los dos últimos días. Podría haber sacudido tu mundo. Y más”
Joe tartamudeó. “_____, lo siento”
“Hablar es gratis, nene” _____ se marchó.
Joe dejó mensajes en su contestador automático más tarde esa noche, pidiendo perdón y preguntándole cuando podría verla, pero ella no tenía intención de verlo pronto.
Quería que él fuera tan miserable como ella lo había sido.
Probablemente más.
_____ amaba demasiado este juego perverso.
FIN
Tema: Juego Perverso (Joe&Tú) /Hot/ 
Enero 13th 2012, 12:14
