Hola! Hello! Ciao! Tungjatjeta! Hallo! Marhaba! Merhaba! Nín hao! Ahoj! Hej! Terve! Bonjour! Ya su! Salve! Hoi! Oi! Halla! (y otros idiomas que aun no se)
¿Como han estado? Que bueno que les haya gustado mi idea, despues de todo no soy tan mala jaja. Bueno, no había visto los comentarios de no ser por eso OBVIO que hubiese subido desde hace bastante #Exagerada okay entonces me encantaría dejarles el primer capítulo, espero que les guste igual que el Prólogo y el Argumento.
Stephh! Aww mividiish no me inmagine que te encontraría por aquí, debemos hablar, has estado perdida y no me vengas con esa historia de que soy yo, porque yo siempre de alguna u otra manera siempre paro conectada asi sea desde la laptop, el telefono o alguna conexion robada wi-fi de los vecinos. Te adoro Steph!
Lady! Oh my god jajaja soy lectora desde hace tiempo de tu novela! De verdad me encanta, la seguía con mi antigua cuenta aquí a ver si ves algun comentario mio por allí ''BeckieSummer'' es que tuve algunas complicaciones con esa cuenta y pues nada, me cree esta pero ya he dejado mi comentario por allá.
Ange, gracias por tu lindo comentario, de verdad. Que bueno que te haya gustado todo ese poquito que subí, ahora subiré el primer capítulo que espero te guste tanto como lo anterior.
Bienvenidas a todas, y espero ver sus comentarios más seguido por aquí, asi que, subiré capítulo y dejare de hablar tanto...
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Just Memories.
Capítulo Uno.
Sufría en silencio las burlas ''inofensivas'' de sus compañeras y las duras críticas constructivas de sus amigas cuando la sermoneaban con la típica charla sobre campiar su aspecto físico. Ahora reconocía que era cierto, y se había dado cuenta cuando habia cumplido los diecinueve años las burlas seguían, y su madre aún le trataba como una pequeña de siete o quizas ocho años. Recordaba cada salida en las que iban con sus amigos y su amiga Torie la hacia sentirme mal, pero sabia que ella no lo hacia intencional, porque luego cuando ella le hablaba sobre que no le habia gustado su comportramiento, ella se disculpaba, y le explicaba que no media sus conversaciones y pocas veces sus acciones. Eran un grupo de cuatro, mientras que tenía un par de años mas conociedo a Adrianne quien se parecía mucho a Torie, no físicamente pero sus personalidades eran muy similares, Adrianne era un poco rellenita, pero con buenos atributos que le hacian marcar unas extrovertidas curvas y siendo bajita se le notaba un poco mas y Torie era mucho mas delgada, con una cara llena de perfectas facciones, su cuerpo no podría pasar desapercibido, y mucho menos sus curvas. Y finalmente Dari, ella era la mas escandalosa, pero increiblemente carecía de cierta sobriedad y caracter que relucía muy pocas veces, mas alta que Adrianne, pero un par de centimetros mas baja que Torie, era delgada, y morena tanto como Adrianne. En fin, todas ellas marcaban la tendencia en sus personalidad y su fisico las complementaban en mucho.
Ella podrían tener a cualquier chico menos ella.
Entonces, ella era baja, camianaba como un pobre pato, su piel era tan blanca como una hoja de libreta, sus anteojos rosa pálido que cubría el hermoso color de sus ojos y sus largas pestañas; su cabello siempre amarrado en una coleta sosteniendo los rulos indomables, era el crudo ejemplo de una aparente
nerd a la que todos criticaban y era inevitable no sentir lastima. Su madre habia quedado abandonada y embarazada, mientras que la creatura que yacía en su vientre crecía cada segundo, y la madre solo pensaba en el aborto, que nunca sucedió. Su tio, un hombre criado a la antigua, ''el macho manda y la hembra hace'' le gritaba a su hermana que abortar era una abominación, que ese bebé nacería; todo eso mientras levantaba su mano con intención de golpearle. Su abuela, criada como se crian a las mujeres a la antigua ''obedecer al hombre de la casa'' y reprender a los niños. Su hermano, muy parecido a su tio tenía que tener la razón, porque esa era su casa, y de resto se hacia lo que el o su tio mandaban. Ella estaba siendo criada en un lugar donde su conciencia muda gritaba «¡Sufro de claustrofóbia. Auxilio!»
Su madre le había dicho a sus quince que no dejaría la casa al menos que tuviese veintidos años, y no tendría pareja hasta entonces, había aceptado pero al correr de los años todo ese aspecto manzo iria explotando, y no sería de la mejor manera. Era un año mayor a la edad correspondida en el año de preparatoria, pero no le hacia mal, puesto que mucho padres no querían abandonar a sus niños en el preescolar tan rapido y esperaban un año mas y eso habia sucedido. Cuando cumplió diecinueve, decidió que no podía seguir, su familia era tan sobreprotectora que no le dejarian ver la realidad de la vida hasta los treinta quizás y ella no esperaria tanto, su madre trabajaba en una perfumería en un supermercado a la cual nadie frecuentaba,y su tio era un tipo que habia ido a la universidad pero muy pocas veces ejercia su profesion, y su abuela tenia un pequeño abasto donde los niños iban a comprar dulces y golosinas. Pensaba que ningun trabajo era denigrante, pero queria ser alguien para darle a su familia lo que no pudieron tener, ella se encargaria de mantener a su familia.
Siguió sus hermosas raíces del Portugal, había aprendido a hablar el idioma hace bastante y quería ampliar sus horizontes, y sin permiso de nadie y con su mayoría de edad, le había dejado en claro a su familia, que estudiaria y se haría una mujer de provecho y no le importaba si le molestaba a alguien. Era su vida.
Desde los seis años pasados, había salido de su caparazón y es que debía en un país nuevo donde comenzaría una nueva vida. Sus ojos castaños se veían hermosos y su pupila brillaba, sus gigantes y largas pestañas chocaban al parpadear atrayendo la mirada de muchos hombres, y es que cuando había optado a una cirugía laser para la vista habia quedado impresioanda con los resultados. Sus piel igual de blanca que siempre se veía hermosa y se mantenía así llendo una vez al mes para un tratamientos facial. Sus dientes que siempre habían estado separados, amarillos, y algunos llenos de caries en el pasado, ahora estaban blancos, pegados, y muy bien alineados.
Trabajaba como redactora para la revista de su propia empresa de diseños de modas y sus ingresos economicos no eran los que esperaba, eran mejores, y enviaba cada mes una importante suma de dinero a su familia en Oregon, y aún le quedaba de sobre a ella. Su familia se había dado inmensos lujos, y todos eran felices, desde que había salido de la preparatoria hacía seis años, no sabía mucho de sus amistades y no esperaba reecontralas tan repentinamente.
-Senhorita Marie, sua família na linha de trés. [Señorita Marie, su familia en la línea tres]-
Le comunicó su eficaz asistente por el pequeño intercomunicador con la voz neutra, como siempre lo hacía. Aunque le había dicho a su familia que en horas de trabajo prefería evitar sus llamadas a su familia no le quedaba muy en claro la parte donde subliminalmente les decía ''No molesten, necesito trabajar para que tengan dinero'' pero ya que. Suspiró y contestó la llamada con un audible bufido.
-Hija.
-Mamá sabes que trabajo, por favor...
Dijo con rapidez pero un notorio fastidio en su voz sin esperarse la ingrata sorpresa.
-Tu abuela ha muerto. El entierro no se hará en California, te necesitamos mañana a primera hora en Oregon.
-¡
Avó! [abuela]- Excalmó.
-Te quiero aquí pronto, y vente bien, probablemente venga Louis con su familia.
El teléfono cayó, y la bocina golpeó el suelo sin lastima, un sollozó resonó en la enorme oficina, era un conjunto de emociones, su
Avó [abuela] había muerto, su madre le había hablado con aquel toque de hostilidad con el que vivia, había sido la gota que derramo el vaso, y sus lagrimas descendieron. Cerró los ojos, y suspiró fuerte.
Su Avó había muerto y a su madre lo unico que le interesaba era aquella familia que le venía metiendo por los ojos desde mucho antes de que fuese a vivir al extranjero.
Su madre no se alegraba de que ella se fuese al extranjero pero cuando empezó a enviarles grandes cantidades de dinero le había dicho que siguiera enviandolas que había sido una egoista, por no enviarle dinero antes. Cuando había cumplido los diecisiete la presionaba y su autoestima bajaba, recordaba a su madre gritandole que su apariencia debia cambiar y vivir con Louis para que la mantuviese, pero sus apiraciones iban mucho mas allá de ser una ''mantenida'' ella quería mantenerse a si misma.
-Lilian, cancelou todas as reunioes agendadas para esta semana. Eu tenho que assistir a uma reuniao familiar e clara. [Lilian, cancela todas las reuniones pautadas para esta semana. Deberé asistir a una reunión familiar y despejarme]
Le comunicó a sus asistente con voz firme luego de haber llorado en silencio por media hora. Diciendose que debía afrontarlo, que en cualquier momento pasaría, pero le dolía el hecho de saber que no había compartido sus cumpleaños con ella que tanto le gustaba celebrarselo, que ella había sido mas cariñosa que su madre y habia pasado hasta mas tiempo con ella.
-Minhas sinceras condoléncias. [Mis mas sinceras condolencias]
Escucho decir a su secretaria. Cerró los ojos recogió su cartera sacando se de ella un poco de maquillaje, ocultando su cara roja y difuminando sus ojos rojos. Salió de la enorme oficinia pasando por la de su asistente.
-Obrigado [Gracias]
Muchos podrían caracterizarle como una mujer mandona y arrogante, pero eso lo había necesitado para llegar a donde estaba, pero ella no era así, había vivido mucho tiempo bajo las inseguridades causadas por su madre, y su medio hermano mayor. Una historia que muchos la habian visto vivir, pero quien no la habia visto vivirla era quien mejor la entendía, su mejor amigo Tomy.
Eran las seis p.m en punto cuando apagaba el monitor de su portatil para guardala en su coqueta funda, tomó su bolso de colección junto a la funda y salió disparada a su auto, hacía solo un par de horas que su asistente Lilian había culminado su horario de trabajo, y aunque era su asistente y debía estar veinticuatro/siete para ella, tenía sentido común por mas que fuese su trabajo, su sustento, no estaba loca para llamarle a las tres de la mañana para pedirle un latte expresso, no estaba loca. El Vallet Parking ya la conocía desde hacía unos tres años, era muy simpatico y a algunas veces ella le llevaba algun comestible para pasar la tarde con el estomago lleno. Saludó amablemente y ella le de volvió el saludo vacío. Aún iba con su ropa de trabajo, un bluejeans muy femenina delineando el contorno de sus delgadas y altas piernas y el contorno de sus curvas bajas, una camiseta de botones blanca y un sobretodo de color gris, con unos gigantescos tacones. La atención que recibia era la misma que cuando iba de ropa deportiva.
Entró al gimnasio y como nunca, algo desorientada, a penas lo vió, camino con paso firme hacia el, pasó frente a las maquinas de cardio y luego fue al area de maquinas pesadas, dando con el, esperando que entendiera su cara, no tenia ni el mas minimo animo de hablar, a menos que quisiera que todos los presentes vieran su cara empapada de gotas saladas resbalandose por sus mejillas como si no tuviesen fin alguno.
Aunque muchos de los usuarios del gimnasio pensaban que ellos tenían algun tipo de relación, ellos solo eran los mejores amigos, casi hermanos, se había conocido hace cinco años, en un accidente de equipajes en el aeropuerto, cuestion de equipajes equivocados. El la tomó de la mano y la guió por el camino contrario hasta llegar a su oficina, pasando la puerta blanca que se encontraba allí para dar con una habitación lo suficientemente grande como para pensar que era un cuarto de hotel de cinco estrellas, el mas caro. Ella era la unica que sabía que dormia alli, en el gimnasio, a pesar de que el apuesto hombre de ojos verdes con un cuerpo musculoso tenía dinero para regalar, preferia dormir allí que en cualquier otro lado, pero tambien existia la posibilidad de dormir en un cuarto de hotel con alguna de sus conquistas, el muy casanova.
-¿Que ha pasado?-
-Mi
avó [abuela] murió, debo estar en Oregon mañana a primera hora.
Reconocía que debía estar con su abuela, verla por última vez, pero no estaba segura de poder afrontar sus miedos, aun era debil en presencia de quienes habían sido causantes de sus inseguridades. Quería que Tommy viniese con ella, pero era tan dificil pedirselo, el la entendía pero de seguro le daría su típica charla sobre su nueva personalidad y sus antiguas inseguridades.
Ella le había contado a el entonces todo lo sucedido, la llamada de su madre pidiendole que fuese, y que seguro sus antiguos demonios volverian a ella, y no estaba lista, sabia que menospreciarse a si misma de aquella manera era bajar su autoestima que era tan factible como si llovieran caramelos de las nubes, y a el le molestaba tanto aquello que se sentia incomoda hablandolo con el, pero era el unico quien la entendia.
«Te pasaré buscando en una hora y media, iremos a Oregon. Espero estes lista cuando pase por tí, y lista para afrontar todo lo demas» Le había dicho Tómas con su tono mas serio. En treinta minutos el gimnasio cerraría, tendría una hora para alistarse el y sus maletas, mientras que ella tenia mas tiempo de sobra para arreglar sus malestas, refrescarse, y adaptarse a la idea de que tendría que lidiar con hostilidad e hipocresia que emanaba su familia, amigos de ellos y el muy repulsivo novio que su madre tenia preparado para ella, Louis.
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Pregunto de nuevo...
La sigo?? 
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Noviembre 13th 2011, 19:23
