Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XLVI

“Descubrimiento”

Pero algo no andaba bien, algo no encajaba, Jennifer no tenia anda que hacer acá, yo no la consideraba mi amiga y no permitiría que si lo hiciera, observe con detenimiento sus movimientos mientras me acercaba a ella con la elegancia y educación que me habían inculcado –solo vine de visita– dijo mientras Nick le servía un café –tranquila– respondí mientras alejaba lo más posible el olor de mi al sentir las nauseas que me provocaba, si antes no me gustaba el café ahora lo odiaba, luego entendí que no era a ella a quien tenía que observar su mirada no me diría más allá de que es una mujer curiosa, desvié mi mirada hacia Nick lo que me provoco una incertidumbre gigante y ahora entendía la mirada de Jennifer, ya sabía a qué se debía su curiosidad, con suavidad soporte el olor tan desagradable para acercarme a Nick, coloqué mi mano sobre la suya lo que hizo que girara su rostro hacía mi, le dediqué una sonrisa ampliamente correspondida mientras su mano se enredo con la mía y su cuerpo se colocaba frente a mí, me coloqué en cuclillas para llegar hasta su quijada y así lograr rozarla con mis labios –te amo– le dije en un susurro Nick movió ligeramente su rostro para encontrar nuestros labios en un corto beso –no tanto como yo a ti mi amor– volví a colocar mis pies en su posición normal y me senté a su lado en el lado contrario de la barra de la cocina –entonces, cuéntame algo ¿Qué ha sido de tu vida?– le dije mientras fijaba mi mirada sobre ella, necesitaba que reafirmara mis sospechas –todo bien, mis niñas estas estupendas, grandísimas y mis padres ya han vuelto a hablarme– dijo sin subir la mirada, sus manos jugaban con la taza –me alegra que todo saliera bien, te dije que no habría nada que perder– le dijo Nick mientras acercaba su mano a una de las de ella, la quijada me llegaría al suelo cuando vi como las mejillas de Jennifer se tornaban color rojizo y sus dedos se movían con más velocidad –cuéntame de tu esposo– esa frase provocó que su mirada se dirigiera directamente hacia mi rostro, incluso su ceño se frunció lo que me decía que me estaba retando o que le había disgustado el comentario –es la única que se ha casado del grupo– agregué mientras desviaba la mirada hacia el rostro de Nick con una sonrisa –tú serás la próxima– me respondió con la misma sonrisa –tal vez Alicia nos gane, Joe se ve que está muy entusiasmado, extraño mucho a Joe, deberíamos invitarlos a cenar–
–Nadie esta mas entusiasmado que yo mi vida, cuando quieras iremos a comer a algún sitio–
–Pues me auto invito, tengo mucho tiempo que no veo a Joe y a Alicia– dijo al instante, ahora si estaba sorprendida, también conocía a Joe “a mí Joe” la quería ahorcar, me llenaba de placer saber que Alicia la odiaba –en cuanto hagamos una cena con los amigos te avisaremos– le respondí –eso también deberíamos hacerlo, tengo un par de amigos de mi época universitaria en Londres que vienen esta semana– las manos de Nick acariciaban mis dedos con detención y sumisión –me gustaría mucho, recordaría aquella noche en que fuimos al parque en las montañas Nick– dijo con prepotencia provocando que Nick escupiera el trozo de ponqué que masticaba –toma agua– le ordene mientras la furia y los celos me inundaban, Nick la había llevado al mismo sitio que a mí y lo peor es que no entendía que fueron a hacer para allá y por qué ella me lo había dicho, o en mejores términos si entendía pero me quería hacer la estúpida –si, ya recuerdo, cuando fuimos con Joe, Alicia y varios amigos de Joe, estábamos celebrando un cumpleaños– corrigió Nick al darse cuenta de lo que había hecho –no hice más que hablar de la ocasión en que te lleve para allá, incluso me mandaron a callar, no hablaba más que de eso mi amor– agregó con nervios evidentes en su voz –me imagino, es una lástima que no estuviese ¿llevaste a tu esposo?– le pregunté, ahora recordaba que Nick me había dicho que no se habían visto mucho –no, el trabaja mucho– nuevamente clavo su mirada sobre mi y luego la bajo hacia el mesón, ese era su talón de Aquiles – ¿sigue trabajando en lo mismo que hace años?– su mirada se congelo al escucharme y su cuerpo se petrificó –ahora que lo mencionas, nunca me has hablado mucho de él– dijo Nick –lo dejamos para el día de la cena, ya las niñas deben estar saliendo le clases, debo ir a buscarlas–
–Fue un placer que vinieras– dije con sinceridad ya que ahora sabía lo que quería con mi pareja, mí Nicholas, la acompañe hasta la puerta –cuéntame desde cuando y como es esa relación tan intima con Jennifer– le dije al estar solos planteándole mi duda –bueno, no somos muy amigos solo salimos un par de veces y más que todo porque me interesaba que me contara mas sobre ti–
–Nick, Jennifer te tiene ganas– una carcajada salió desde su pecho con tal entusiasmo que me aturdió –lo sé, pero solo tengo ojos para ti mi vida– respondió con naturaleza mientras recogía la mesa –pero la carne es débil y ella es muy linda, de hecho es hermosa–
–pero no tanto como tú– replicó con inteligencia y simplicidad como si la conversación no fuera más que una manera muy simple de pasar el tiempo –pues si vuelve a sonrojarse en tu presencia le saco los ojos– termine diciendo con histeria ante su indiferencia, Nick con calma volteo su cuerpo para comenzar a caminar hacia mí, lentamente me fue presionando hasta que mi cuerpo estaba encarcelado entre su fuerte pecho y el frio mesón, su mirada penetrante se encontró con la mía y con un gesto de dulzura pego su frente de la mía permitiendo que nuestras narices rozaran –si yo matara a cada hombre que te ve estaría en la cárcel cumpliendo cadena perpetua y lo pagaría con gusto pero no pienso dejarte libre para todos ellos, no creo que tú quieras dejarme libre porque aunque te ame con todas mis fuerzas soy hombre– dijo con firmeza y suavidad –si lo pones de esa forma no es conveniente, pero si en dado caso esa debilidad masculina se impone y llega a caer ante los encantos de esa hermosa mujer debo advertirte que los mato a ambos, luego me suicido porque no podre vivir sin ti pero me voy tranquila porque los dos estarán muertos– Nick sonrió al escucharme –lo entiendo, incluso te apoyo porque yo haría lo mismo, solo te pido que utilices un revolver, creo que es menos doloroso–
–Bueno si tú lo prometes yo también lo prometo–
–Entonces es así, queda pactado si yo te engaño me matas y si tú me engañas te mato, eso sí debe utilizarse un revolver y debemos disparar a la cabeza, aunque tratándose de ti seguro terminaras dándome en un hombro– dijo con un media carcajada –entonces deberás enseñarme a disparar– los dos sonreímos antes de darnos un corto beso –te tengo una sorpresa– agregó al terminar de besarnos pero aun sin separarnos –me iré a colocar algo decente, saldremos a comprar unas cosas– me dio un corto beso y corrió hacia las escaleras –quédate así vestida que no iremos a ningún lugar especial, además con este calor es lo mas ideal– gritó, Nick me conocía perfectamente ya pasaba por mi cabeza la idea de cambiarme de ropa pero estaba en lo cierto, estaba bien para cualquier ambiente además el calor era insoportable, un par de minutos más tarde escuche el golpeteo de los pies de Nick en la escalera, parecía un niño –¡ya estoy listo!– gritó estando a un metro de distancia, Nick se había colocado una pantalón beige y una franela sencilla de color blanco, una gorra de los Yankees y unos lentes de sol, estaba tan perfectamente sencillo que no dejaba de ser hermoso –no te bañaste– lo acusé con tono de burla –solo tú lo sabes, además ya me has dicho en varias oportunidades que te encanta mi olor– su sonrisa se llenó de picardía –lo admito– respondí, sus brazos rodearon mi cuerpo y sus labios se pegaron de mi cuello –tu perfume también me vuelve loco– susurró antes de soltarme para continuar hacia el coche –nos iremos en la camioneta porque necesitaremos espacio– comento para sí mismo ya que había obtenido la mañana de hablarse en voz alta – ¿esta camioneta es nueva? Es muy linda– le dije ya que sabía lo mucho que le gustaba presumir sus nuevas adquisiciones automovilísticas –no solo es linda mi vida, es un camioneta de verdad es una Land Rover Discovery edición especial del año, solo hay seis en el país y gracias a mis contactos tenemos una, Joe también se compro una– dijo con orgullo mientras seguía explicándome lo que para era inentendible o simplemente no quería entender, me dedique a observarlo mientras veía como le descordaba la emoción mientras hablaba al respecto –por cierto ya te encargue tu coche, te enamoraras al verlo, ya verás–
–No hacía falta, aunque debo advertirte que no soy fácil de sorprender, mi papá colecciona coches y el antiguo esposo de mi madre tenía una flota– Nick giró el rostro hacia mi sin soltar el volante del coche –te puedo asegurar que como ese coche no has visto– dijo con seguridad y prepotencia –y solo ser apara ti, mi futura esposa no estará en un carro común, además ya lo mande a blindar, no quiero que vayas a estar insegura por el mundo– me causo gracia pero era cierto con mi mala suerte quizás terminaría volcándome o teniendo un accidente –te anotare todas las veces que me has dicho torpe–
–así te amo, tu puedes llamarme mal humorado cuantas veces quieras– dijo mientras se encogía de hombros – ¿Por qué no alcanzo a ver el velocímetro?– le pregunté al notar que estaba oculto –es mejor que no lo veas, no quiero que te pongas nerviosa, lo mande a esconder, solo el conductor puede verlo– puse los ojos es blanco al escucharlo, Nick siempre superaba los límites razonables de velocidad, por eso se había empeñado en comprar tan lejos de la ciudad, el simple hecho de tener que tomar una autopista sin límites para llegar lo llenaba de placer, en cinco minutos nos encontrábamos frente a un centro comercial dedicado solo al hogar y la decoración – ¿Qué hacemos acá?– pregunté mientras nos bajamos del coche–acondicionaremos la recamara de nuestra bebé– respondió justo antes de cerrar la puerta del coche.