oᴎᴇ ѕнσστ; Sᴇx σn firᴇ [Jσᴇ Jσnas& Tú] нστ

                                                                                  Primera parte:

—Espero verte—la vos cautivadora de ella, hizo que todo mi cuerpo temblara, siempre me pasaba ¡Mierd*! no sabia que hacer, o que pensar. Pero tenia que verla una vez más, mis ganas de volverla a ver tenia que hacerse realidad, pensar en ella me estaba haciendo mal, muy, muy mal.

—Espérame…—puedo escuchar una risita al otro lado de la línea telefónica, como adoraba aquella risita traviesa.

—Esta bien Joe.

Me tenía comiendo de su mano, sabía que tenia que terminar con aquella absurda idea, no podía seguir engañando a mi esposa con _______, amaba a Fernanda, la amaba mas que a nadie, pero por otro lado se encontraba mi amante, la cual me hacia llegar hasta el cielo, con rocé, con una caricia, con un beso. No tenía idea que hacer, pero creo que hoy seria el día en que acabara con el maldito jueguito que tenía con ella hace más de cuatro meses, la decisión estaba tomada y no podía echarme hacia atrás.

(...) 

Estoy a la entrada de su casa, su esposo ha salido por una semana-es jueves-, sus hijos están en casa de su madre y tenemos la noche entera para nosotros, para despedirnos, para acariciarnos, decirnos cosas incoherentes que solemos decir a la hora del sexo, estaremos solos y nos quedaremos toda la noche juntos, por si no surge algún improviso.

Esto iba mas allá de mis cabales como hombre de hogar, se suponía que esta misma hora, tendría que estar con mi familia, con mis hijos, con mi esposa, mirando alguna película, cenando. Pero no, estaba en la casa de _______, a minutos de acostarme con ella una vez mas y hacerle infiel a mi esposa ¿Podía arrepentirme? La respuesta era si, pero era yo el que me negaba hacerlo.

Ella abre la puerta, antes de decirme algo o que yo le digiera palabra alguna ella me besa con pasión, rápidamente entro a la casa, para que ninguno de sus vecinos me vea entrar-y le ruego a Dios que nadie me allá visto- es un peligro que tenemos que correr, un riesgo que luego se recompensa con nuestra compañía.

—Joseph…—susurra ella en mis labios, la agarro de la cintura, la apego a mi cuerpo, se siente tan bien tenerla de una vez por todas en mis brazos.

—Shh… no es necesario que hables—Sonreímos entre nuestros labios, su aliento choca contra mi boca y mi cara. Me encanta sentirlo.

Mis manos suben, llegan hasta su espalda, ella hace lo mismo, nuestros besos se hacen mas desesperados, cada beso, cada roce, hace que nos encendamos rápidamente, como gasolina y fuego, imaginar en que falta tan poco para que le diga que me iré y que nunca mas nos volveremos a ver, esto va mas allá de lo que puedo pensar, de lo que puedo hacer. Me reúso a dejarla, pero tengo que hacerlo, por que si seguimos a si, ambos nos hacemos daño, o mas bien yo, por que estoy sintiendo cosas que no debería, cosas que desde un principio tenía que tener fuera de mi cabeza, ahora esos “sentimientos” lo habían jodido todo, absolutamente todo, esos sentimientos tenia que hacerlos desaparecer de una vez por todas, tenia que cortarlo desde la raíz y estaba seguro que lo podía superar sin problema o eso pretendía.

Lentamente comenzamos nuestro tironeo de ropa, yo contra la suya y ella contra la mía, nos despojamos de nuestras prendas una por una, sudamos un poco, pues lo hacemos con mucha rapidez, luego nosotros avanzábamos hacia atrás, caminando hasta su dormitorio. Nuestras lenguas devorándose-al igual que nuestros labios- nuestros cuerpos rozándose. ¡Dios estaba volviéndome loco una vez más! No, no podía volverme loco, estoy perdiendo la cordura una vez más.

Llegamos a la primera puerta que encontrábamos, sin dejar de besarnos. Yo la tiro a la cama, haciendo que de un pequeño bote en este, me quito los calcetines y los bóxer, ahora si que me tiro encima de ella.

—    ¡Oh! ¡Joe!—gime ella—

Su mano agarra mi miembro-yo gimo- luego lentamente lo acaricia, de arriba hacia abajo, con un par de caricias mas me fundo, aunque me da igual, por que nuevamente vuelvo a recuperarme.

Creo que me estoy arrepintiendo, no estoy seguro de dejar de verla  y no verla nunca mas, además no podría, no puedo imaginarme el sexo de con otra persona que no sea ella.

¡MIERD* ESTOY CONFUNDIDO!