El otro. Nos vemos <3
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El simple hecho de imaginarte algo que pueda pasar, hace que el corazon se ponga pequeño"-Narradora
Capitulo XL Parte 2
I don't want to miss a thing
Habías despertado mucho antes que Joe, lo suficiente para llamar a Karen ingeniártelas para tener tu propia ropa y agradecías el hecho de que Noel se hubiera ofrecido a buscarlas contigo, fue algo rápido y llegaste mucho antes de que Joe se despertara. Ahora estabas en la oficina de Joe, completamente vestida esperando que terminara de arreglarse, se podía escuchar claramente sus gritos de quejas –los cuales te causaban risa- en cuanto a Kevin y su regla de que no saliera esta noche, estabas totalmente de acuerdo con su hermano, sabias que curaban muy rápido, él te había dicho que ya habían sanado prácticamente pero nadie sabía que podía suceder. ¿y despertar con él? Te estabas acostumbrando, a sentirlo ahí a tu lado.
Estabas curiosamente ansiosa esta noche, y despertar en los brazos de Joe, con completa tranquilidad era algo que añadía otra sonrisa a tu repertorio, pero no podías quitar lo ansiosa.
-Estaba pensando [grito Joe] que mañana podríamos ir a lo de la fundación para que des acto de presencia, ¿te parece?
-¿Seguro de eso? [Le respondiste en otro grito] Mañana también se va Kate del país…
-Bueno también podríamos ir al aeropuerto [otro grito fuerte] agradece el anillo de familia y a que el jefe que tengo me puso bajo restricción
-Me parece perfecto [le dijiste con una sonrisa] como toda una pareja normal
-Solo nos falta el perro y una casa rosada
Escuchaste su risotada y te uniste a la de él, te alegraba saber que sus planes incluyeran algo donde no tuviera que ver la vida de guerrero de Joe, aunque si planeabas tener un futuro con él, eso sería el día a día, no una típica pareja de trabajadores empresarios, o una docena de hijos, nada de eso, sino una pareja poco común, con una familia poco común, eso te hacia sonreír.
Alzaste la vista cuando escuchaste el toque de la puerta, para nada del mundo podía ser Noel y Chace, primero tumbarían la puerta antes de tocarla, frunciendo el ceño te acomodaste en la silla.
-Adelante [dijiste]
Apenas la puerta se abrió, una brisilla lleno la oficina, no sabías como pero la presencia de quien quiera que sea que había entrado era tranquilizadora, tenía que ser una mujer, y no era Rosie ya que ella desprendía ese olor a vainilla tan esquicito.
-¿Y Joe, querida?
Esta voz era tranquila y elegante, como hecha a la medida de la voz que todos quieren escuchar pero aquí la cosa era, ¿Quién era y que buscaba de Joe?. Volteaste hasta el pasillo que daba a la habitación cuando el aroma de la crema de afeitar de Joe te llego.
-¿Madre?
Intentaste no abrir la boca de sorpresa y apenada, tenías a lo que denominaban “suegra” en tu mundo y en el de Joe, no sabias, en frente de ti y seguro que era como suponías que eran las elegidas, claro ejemplo de una mujer hermosa.
Joe desconocía el porqué de la presencia de su madre en el mundo humano, pero igual lo llenaba de alegría verla, se acercó a pasos rápidos hacia ella para agarrar sus manos entre las suyas y besar sus nudillos, esos ojos marrones se clavaron en el, mostrando todo el aprecio y ese amor maternal, Joe miro hacia ti, estabas sonrojada.
-Hijo [hablo su madre] ¿Cómo te encuentras?
-En perfectas condiciones, me alegra verte por aquí.
No espero la respuesta de su madre, fue hacia ti para agarrar tu mano con suavidad y sacarte de la silla llevándote hacia su madre, esos ojos marrones se fijaron en ti y un brillo apareció en la mirada de su madre, un gesto de preocupación
-Ella es [te miro] la mujer con que me he vinculado, la mujer que quiero.
-Me alegra verte feliz [respondió ella] y me entristece saber que el motivo de mi visita interrumpa tu felicidad.
-¿Por qué dices eso, madre?
-No son buenas noticias las que traigo.
¿Por qué le resultaba extraño?, malas noticias habían a cada rato, no tenia que sorprenderle, seguro era otro malhumor de la virgen de la raza u otro problemas con las elegidas y necesitaban ayuda, no aparto la sonrisa de su mente. Los pensamientos de su madre estaban bloqueados para él, para todos. Noto como apretabas su mano
-¿Cuáles son esas noticias?
Denise dio un paso hacia adelante, Joe no se tenso ni nada cuando coloco una mano sobre tu cabello, agarrando un suave mechón entre sus manos, alzo los ojos hacia él y vio esa mirada entristecida, no le gustaba para nada eso, su madre se alejo colocando espacio antes de que Joe pudiera tocarla.
-No he debido borrar esos recuerdos de tu mente [hablo con esa voz tan fina y elegante] pero espero entiendas que fue por tu propio bien, no quise que tuvieras eso cada día en tu mente, hasta yo misma los había expulsado pero aquella noche que me hablaste de tu marcaje…
No esto no tenía que ver nada con otra cosa que no fuera el, sostuvo sus manos entrelazadas, pero estabas rígida a su lado como si estuvieras esperando que algo aplastara esa corto momento de felicidad que los había rodeado, no dijo nada, espero que su madre siguiera
-Una noche justo después de tu transición, el guerrero Lestier, tuvo una visión de ti [hablo lentamente como si le pesaran las palabras] sus visiones no han fallado, en ella tu morías.
Eso tampoco lo sorprendía mucho, en un momento iba a llegar ese momento, pero entendía el porqué de la preocupación de su madre, pero ¿para qué borrarles de los recuerdos eso?., Lestier no solo era conocido por el gran defensor y ser el segundo al mano en la raza que estaba gobernando su padre sino también por lo real en que se convirtió sus visiones, lo que no sabía es que el mismo iba a morir por salvar a los nuevos guerreros: Joe y Kevin
-¿Qué?
Al parecer no lo tomabas tan relajada, porque fue lo único que escapo de tus labios y fue con palabras obligadas, se habían quedado trancadas en tu garganta.
-No deben de preocuparse por ello [empezó a decir Joe]
-Morías hijo pero por una mujer [Ahora hablaba en un susurro] por una mujer con la cual que te vincularías y seria tu
shellan [una pausa] Dicha fémina, te acurrucaba en sus brazos.
Tu no eras sorda, no lo eras, y esas palabras las habías escuchado tan bien que no necesitabas decir que lo repitieran, Morir, Vincularías y Shellan eran tres palabras que no iban perfectamente de la mano por lo que sabias, dejaste de apretar la mano de Joe para soltarla con el horror mostrado en tu rostro, que tu supieras Joe se había vinculado contigo, quería que tu fueras su Shellan pero el término “morir” no se tenía que involucrar aquí. Te tapaste la boca con una mano porque no podías creer que eso lo hubieras escuchado.
-Son visiones ¿verdad? ¿No tienen porque hacerse realidad, cierto? [hablaste tan rápido y estrangulado que ni tú te entendías] ¿Eso fue hace años ciertos? No va a pasar nada, porque no ha pasado, ¿verdad?
Silencio, un tormentoso silencio que no querías ni siquiera que sucediera en este momento, necesitabas respuestas porque el silencio no era más que una tortura.
-Lestier siempre acertaba en sus visiones [Murmuro Joe] nunca se sabe en que tiempo se cumplirán. ¿Por qué me habías borrado los recuerdos? [Hablo pausadamente]
-Hijo, eso iba a rondar en tus pensamientos cada día, cada noche, no queríamos que te cohibieras por eso.
-Era mi decisión [dijo pero no alzo la voz] ¿Cuál fue mi reacción esa noche?
-Lo tomaste como un chiste, sin darle mucha importancia porque nunca creías que te vincularías.
-Entiendo.
¡HOLAAA!, ¡ESTABAS ALLI Y MUY DESCONCERTADA!, quisiste gritar, sacudirlo pero te sentías como cuando te enteraste que hirieron a Joe pero mucho peor, porque esto no se comparaba con nada, tenias el pecho subiendo y bajando tan rápidamente que temías reventar la camisa, ahora tus manos estabas sobre tu cabeza y no asimilabas lo que escuchabas.
-Es decir, ¿Joe puede o mejor dicho, va a morir por mí? [Era tan fuerte decirlo]
-Amor, eso puede pasar en mil años.
-¡O puede pasar en un abrir y cerrar de ojos! [Dijiste fuerte] y como lo dijiste tu NUNCA se equivoca.
-No te preocupes por eso, sería una buena razón para dejar este mundo, un problema fuera que te ocurriera algo así
¿Eso podía ser posible? ¿Sera que a estos hombres todo le resultaba tan normal?, porque a ti te dolía extremadamente saber que algo así podría suceder, Por. Ti, y lo peor es no saber cuándo ni porque, ni como, ¡¿Ni porque demonios tenía que suceder así?!.
-Una buena razón para ti pero a mí me duele saber eso [no podías ni gritar] ¿No hay una manera de evitarlo? Tiene que haberla, Joe. [así o mas susuro]
-Querida, solo hay que esperar el destino, cada día tengo eso en mi mente deseando que se evite, que no ocurra. [Esa era la voz de la madre de Joe]
Estas eran noticias que tenias que tomar sentada porque lo que ni siquiera viste venir fue el montón de lágrimas que se acumulaban en tus ojos y se deslizaban sin ninguna pena por tus mejillas, no querías ser la razón de una tragedia para Joe, no querías que un hombre que te quisiera por quien eras y tu quisieras de esta manera, tan intensa, se fuera de tu lado, no un hombre de valía como Joe. ¿Cómo detener en ese momento esa punzada de dolor que estaba martillando tu corazón? ¡Porque necesitas que alguien te dijera como, porque dolía!, y eso dolor se transformaba en un quemar ardiente.
-Tú no puedes morir Joe [susurraste] No me importa quien haya visto eso, tenemos que evitar eso.
Unos brazos te envolvieron rápidamente, los de Joe, te aferraron a su cuerpo y prolongaba aun mas ese sentir en tu pecho… ¿iba a llegar un día donde esos abrazos no iban a estar? ¿Eternamente?, algun día iba a llevar pero no querías enterarte ni te habías puesto a maquinar en eso.
-No llores [susurro Joe] por favor no llores.
Eso era como pedir que no tuvieras sentimientos y eras una Magdalena cuando te lo proponías, no emitías ningún sonido, ningún sollozo, las lágrimas salían por si solas, nublando tu vista y ese martilleo seguía aumentando en tu pecho, recordaste el sueño que habías tenido, ¿esas eran señales, no?, ya empezabas a imaginar cosas que ni eran reales, lo tuyo fue un simple sueño, lo de aquel guerrero fue una visión de un mismísimo vampiro, ahh y agrégale que nunca fallaba.
Te apartaste de Joe, dándote espacio, dándole camino a esas emociones que brotaban en tu pecho y pedían a gritar salir. Justo en medio de tu pecho sentiste esa retorcida extendiéndose hasta tu garganta.
-Necesito estar sola [le dijiste a los dos]
-Amor no vas a estar s….
-Por favor [tu voz tembló] Necesito estar sola.
-No [hablo firme Joe] ¡Quisiera que vieras para que veas como estoy y no solo lo sentias!
-Déjame. Sola [le dijiste claramente]
No dijiste mas nada, no querías escuchar otra palabra, y si Joe te perseguía ibas a explotar, con tus manos al frente guiándote por tus instintos haciendo las pases con la negrura de tu vista, llegaste hasta la puerta, un sonido suave al abrirlo y ya estabas saliendo.
Seguiste adelante, Joe había explotado por fin, comprendías su frustración al saber su opinión en cuanto a tu problemita, y tenias que admitir que eso añadió una gótica más de dolor al pozo que estabas sintiendo porque tu no podías, simplemente no podías hacerte la idea de que habías escuchado eso y tampoco podías ni siquiera imaginarte que esa visión pasaría pasara, no podías mezclar a Joe en un morirás y menos por ti, no deseabas eso pero vamos, ¿lo que deseas es lo que siempre está presente? A veces la misma felicidad viene con altibajos, pero ¿Cómo te ibas a hacer la idea?, no podías ni controlar las lagrimas que se deslizaban por tus ojos, no tomabas el control de lo que sentías justo ahora, podías ser muy fuerte en ocasiones pero a veces el muro se destruye así de fácil, con una sola palabra… en este caso con palabras y una visión de hace muchos años que esperaba ser cumplida. Esta vez el sollozo aguantado abandono tus labios, el simple hecho de imaginarlo y saber que podia hacerse real, era doloroso y quemaba tu interior.
Joe sabía que había reaccionado mal, tenía que ponerse en tu lugar pero que lloraras por él le escocia mucho más que esa visión, tu expresión había cambiado por completo al enterarte, tu sonrojado había pasado a una cara pálida por la sorpresa, el no sabría como reaccionaria si se enterara de algo así pero teniéndote a ti como la que iba a morir por el otro, pero sabía que no iba a ser nada bueno. Se llevo las manos a la cara pasándola por toda ella hasta llegar a su cabello, ¿No podía simplemente esperar la noticia? ¿unos días más? O mejor que no llegara nunca, dejo que su puño cayera con fuerza sobre el escritorio y vio como su madre se sobresalto.
-Dale tiempo de pensar [dijo su madre, su mirada también era entristecida]
-Leister ¿no pudo tener mejor una visión donde estuviéramos en una casa color rosa, como gente normales? [Miro hacia su madre] ¡No debiste ocultarme eso! [la reprendió]
-De eso viene el destino, no sabe qué pasaría pero odio el destino y lo sabes [dijo su madre] me ha quitado muchas cosas valiosa, no quiero perder otro.
-¡El destino se puede ir a joder a otro lado! [Dijo molesto]
-¡Joseph! [Lo reprendió]
-Nada madre, es así de sencillo y no perderás a otro, no lo harás.
Si claro, como si él fuera un Dios, pensó para el mismo.
Algo iba mal y no era
esto Estaba batallándose entre salir e ir por ti, te entendía, por supuesto que lo hacía pero no quería que te atormentaras por eso, eso le lastimaba mas, prefería imaginarte con un leve sonrojado que con lagrimas en tu cara.
Camina. Tantea. Sigue caminando, esa era tu rutina por la casa, seguías en el piso de abajo, tal vez por la parte de atrás, no sabías, habías estado muy ocupada martillando tu cerebro. Tus pies se cansaron y te permitiste recostarte de una pared para dejarte caer en el piso, rodeando tus rodillas por tus brazos colocando la cabeza entre ellas. La casa estaba silenciosa y eso era más atormentante, no sabías en que parte tu manos habían empezado a temblar pero así estaban, ya no habían mas lagrimas para derramar solo necesitabas estar sola por un momento, dejando que todo lo abrumador se extendiera hasta quedar libre.
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¿Era Noel? ¿Chace?, no le prestaste atención a la voz, seguiste con la cabeza entre tus piernas.
-¿Ocurre algo?
Ocurre de todo, te paraste de golpe mareándote por un momento, solo te limitaste a negar con la cabeza.
-¿Necesitas salir o algo? ¿A tomar aire?, ire por algo de tomar, esta nevera esta vacía. ¿Vienes?
Eso si llamo tu atención, querías salir un momento de la casa, así sea para tomar aire fresco y estos hombres daban la impresión de ser guardaespaldas así que estabas segura con uno de ellos, asentiste rápidamente, solo sentiste como te agarraba por la muñeca y te llevaba con calma hacia la puerta
El aire pego en tu cara, esta noche estaba haciendo un frio que se unía con las retorcijones de tu estomago, nada agradable. Algo hizo que tu corazón latiera aun mas, con fuerza, y lo ignoraste ya te estabas acostumbrando a ese sentimiento. Escuchaste el sonido del carro y te dejaste guiar hacia el asiento.
Oh, si, eso se sentía bien porque apenas el carro se puso en marcha tu cara estaba siendo azotada por el viento y esto era relajante, aclaraba tu mente y te diste un momento de tranquilidad cerrando los ojos… para que Joe apareciera en tus recuerdos, otra vez se te llenaron los ojos de lagrimas, con esto se referían a que todo lo malo venia de golpes, preferirías haber conocido a la mama de Joe en otra circunstancia, tal vez un té para pasar el rato, una cena familiar, no una bomba explosiva que juraba arrasar con todo.
No querías extrañar a Joe, nuncaTe relajaste en el asiento, mientras un rock pesado sonaba en el interior del carro… Este definitivamente no era Chace, el solía ser más curioso, hablar más.
¿Entonces era Noel?, si, él era menos indagador en cuanto a vidas de otros y tenía el aspecto de escuchar música pesada.
-¿Te despediste de Joe?
¿Ah?, eso te hizo fruncir el ceño y alzar la cabeza del sofá, ¿para qué despedirte? Seguramente hablarían al volver, negaste con la cabeza sin dejar de fruncir el ceño. Pasando el dorso de la mano por las lagrimas que amenazaban con salir.
-Deberías haberlo hecho [esa voz cambio por completo] Porque no volverás a casa, no por un largo tiempo.
Eso te hizo saltar en el asiento asustada, ¿te estaban jugando una broma? Pero solo jadeaste cuando sentiste algo clavarse entre el hombro y tu cuello, algo que te noqueo por completo.
Así era como se hacían las cosas, nada de alterarse, nada de dársela de superior y atacar a la deriva, solo parecer uno más del montón y pasar sigilosamente, como odiaba traicionar a sus compañeros, pero definitivamente esta mujer estaba en su mente cada noche, desde aquella vez que la vio en el callejón, donde no tuvo tiempo de morderla, sabía que habría un “nos vemos” y aquí estaba, jugaba con fuego, lo sabia pero un momento de dicha era lo que quería. Era fuerte y poderosa,
la quería para el. Aunque sea arriesgando todo. Sael miro hacia ti, viendo como estabas desmayada luego de haberte sedado en el asiento, emanabas el marcaje de Joe por todo tu cuerpo pero el se encargaría de quitar eso porque lo odiaba, tal vez también podría manipular tu mente y
no habría mas recuerdos de Joe. Solo el.
Ya había pasado mucho tiempo desde que habías abandonado la oficina y el mucho rato pensando, sentado en soledad luego de que su madre se haya ido, tenía que buscarte, sentía tu fragancia en la casa.
Algo iba mal, lo sentíaPero después de todo, por supuesto que algo iba mal y se relacionaba con una visión y un mal comentario de su parte.
Final de la primera parte
Continuara