Andy_buenfil Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 313 Fecha de inscripción : 26/06/2010
| Tema: VENGANZA FINAL ADAPTADA!!! (NICK Y TU) DE TODO UN POCO Mayo 21st 2011, 08:47 | |
| Ya me leido todo el libro y es geniaL!!! es de una gran escritora Miranda Lee espero les guste!!
Alérgico al matrimonio". ____ consideraba que esa advertencia debería estar tatuada en la frente de Nick Jonas . En la vida del cirujano parecía no haber sitio para las mujeres, salvo como objetos a los que utilizar. Por eso no debería haberse sorprendido cuando Nick le ofreció pagarle para que lo acompañara a una conferencia... y fingiera ser su amante. Pero hubo muchas más sorpresas en aquel fin de semana; pronto descubrió que Nick tenía una cita con una antigua amante, y que ella un mero instrumento en aquel juego que se traía entre manos..
que dicen?? la sigo??? | |
|
Andy_buenfil Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 313 Fecha de inscripción : 26/06/2010
| Tema: Re: VENGANZA FINAL ADAPTADA!!! (NICK Y TU) DE TODO UN POCO Mayo 21st 2011, 09:17 | |
| Capitulo 1
-¿Qué quieres decir con que no vas? ¡Oh, Nick, lo prometiste! Has estado trabajando dos años sin tomarte vacaciones. ¡Si no te tomas un descanso, vas a sufrir un colapso!
-¿Tú llamas «descanso» a ir a un simposium sobre medicina? -fue la respuesta rápida-. Tienes que asistir toda la mañana a conferencias aburridas, y por la tarde esperan que te quites el aburrimiento siendo sociable con las demás personas que están como tú.
-Éso es exactamente lo que tú necesitas.
-¿El qué? ¿Morirme de aburrimiento? -En cierto modo sí, pero me refería a lo de tener que estar con más gente. ¿Y qué demonios va a decir Evelyn cuando se lo digas?
-Evelyn es la razón por la que no voy a ir.
_____ hizo una mueca desde la recepción, intentó seguir con su trabajo y no escuchar la conversación que se desarrollaba en la consulta del doctor Jonas. «Si Mandy hubiera cerrado la puerta bien yo no me encontraría ahora en esta embarazosa situación», pensó _____ con disgusto.
-Explícate, Jonas -ordenó la voz de Mandy.
-¿Qué tengo que explicar? Es sencillamente que he decidido no llevar a Evelyn, y como este tipo de conferencias se hace pensando en parejas, no quiero sentirme diferente a los demás. La decisión está tomada y no voy a ir . -¿Pero por qué has decidido no llevar a Evelyn, por el amor de Dios?
-Por razones que tuve que haber anticipado antes de ofrecérselo en primer lugar a ella. Evelyn no es diferente de las otras mujeres con las que he salido en los últimos años, y después de dos meses empieza a querer que nuestra relación, o lo que sea, se convierta en algo más profundo. -¡Vaya sorpresa!
_____ se sintió molesta por el tono cortante de Mandy, aunque no estaba de parte del doctor Jonas, ya que normalmente era bastante desagradable... y eso era algo que su hermana mayor, evidentemente, sabía muy bien.
-Ahórrate el sarcasmo, Sis -protestó él-. Nunca he prometido a Evelyn nada que no fuera pasarlo bien alguna noche que otra, y ella también ha dicho siempre que eso era lo que buscaba después haberse divorciado hace un año, pero estaba mintiendo. Debería haber sabido que pedirle que pasara conmigo tres días con sus tres noches sería inmediatamente traducidas en que me he enamorado de ella perdidamente y le pediré su mano en un futuro próximo.
-Chica estúpida -declaró Mandy en tono de burla-. Pero creo que seria más justo sí llevaras un tatuaje en la frente que dijera ¡Alérgico al amor y al matrimonio! -Alérgico no, Mandy , escéptico respecto a todas las mujeres que son guapas como Evelyn. La mayoría de ellas no es amor lo que tienen en la mente, sino dinero y posición.
-¿No la has olvidado? ¿Verdad? -la voz de Mandy hizo eco en el silencio de la habitación. -¿A quién?
-Sabes perfectamente de quién hablo: Miley Nosequé.
-La verdad es que no quiero hablar del pasado. Mandy ; tampoco quiero discutir sobre mí decisión de no ir a la conferencia. Y ahora, si no te importa, tengo que dictar algunas cartas a la señorita Richmond para que las pase a máquina antes de irse.
Las cejas de ____ se arquearon expresando perplejídad. Llevaba seis meses trabajando para Nick Jonas y todavía la llamaba «señorita Richmond». Aunque no le importaba mucho, eso mantendría a distancia al distinguido cirujano ortopédico. El romance no estaba en su agenda aquel año. «Ni ningún otro año», pensó con amargura. ¡Ya había tenido suficiente romance para toda su vida! Aun así, a veces, le molestaba su fría indiferencia. En esos seis meses no le había preguntado nunca nada personal, absolutamente nada. ____ sonrió sin ganas al recordar su primer encuentro. Él estaba sentado en su despacho mirando hacia abajo y Mandy la había llevado para que se conocieran. Al parecer Nick había dejado libre a su hermana los viernes y necesitaba una sustituta. Mandy lo había decidido después de haber trabajado como una esclava, tanto en su casa como ama de llaves, como en el centro, de recepcionista. Lo único que su hermano había dicho era que enseñara bien a la sustituta para que no hubiera problemas cuando ella estuviera ausente. ____ no estaba segura de lo que había esperado después de su encuentro con Mandy . Alguien mayor, había imaginado, y menos... impresionante. Mandy rondaba los cincuenta, era un poco gordita, pálida y muy sencilla. Así que, cuando Nick Jonas había levantado su cabeza oscura y sus preciosos ojos marrones , se quedó unos segundos sin reaccionar. La sorpresa, debido a su aspecto y edad, como mucho treinta y cinco años, no había pasado inadvertida a juzgar por la expresión arrogante y fría de su rostro.
-¿Cómo está usted, señorita Richmond? -le había preguntado, con una formalidad que nunca desapareció en aquellos seis meses. A ____ a veces le parecía divertida esa frialdad. ¿Qué habla pensado él en ese primer encuentro? ¿Qué ella había sido irremediablemente seducida por su atractivo sexual? Desde luego hacia falta algo más que altura, tez bronceada y una cara atractiva para hechizarla. Su experiencia con Dillon le había enseñado muchas cosas. Si, claro que el doctor había hecho que su corazón vibrara una décima de segundo, pero sólo fue eso. Había aprendido a controlar cualquier deseo sexual en su presencia, igual que había aprendido rápidamente qué tipo de hombre se escondía bajo sus miradas provocativas. Era una máquina, no un hombre. Un robot frío que trabajaba dieciocho horas al día, que operaba en tres hospitales. Incluso llegaba a operar algún que otro sábado si no podía hacerlo en su horario normal de lunes, miércoles y viernes. ____ se preguntaba a veces por qué sus pacientes lo estimaban tanto, tenia que ser por su profesionalidad, no por el trato que les diera. Tenía consultas todos los viernes por la tarde, mientras ella estaba allí, y había tenido oportunidad de conocerlo en profundidad. Nunca lo había visto sonreír a un paciente. Para él todos eran casos clínicos, no pacientes, aceptó finalmente ____. Apostaría cualquier cosa a que nunca se había implicado emocionalmente con ninguna de las personas a las que había operado. Evidentemente, y por lo que había escuchado, tampoco se había ligado emocionalmente a nadie
. -No vas a conseguir nada presionándome, Mandy -afirmó en tono de aburrimiento-, no voy a ir y es mi última palabra.
-¡Eres un estúpido! Cualquier otra persona hubiera buscado a alguien con quien ir.
-¿Por ejemplo?
-No sé -la voz de Mandy reflejaba impaciencia-, podrías pagar a una de esas señoritas de compañía.
-No seas ridícula. Uno de mis colegas más cercanos irá con su mujer, ¿y crees que yo voy a ir con cualquier jovencita de alterne colgada del brazo?
-¿Y cómo va a adivinarlo?
-Yo lo adivinaría -exclamó.
-¿Me estás diciendo que tienes escrúpulos de llevar a alguien así? Yo creo que para ti sería lo apropiado, es lo único que quieres de una mujer -exclamó Mandy enfadada-. Así no tendrás que preocuparte de que ella haga planes después. ¡Sabrías desde el principio que sólo está contigo por dinero!
Los ojos de ____ se abrieron sorprendidos.
-¿No me vas a decir nada, Nick? -preguntó Mandy después de unos segundos de silencio-. Quiero que me contestes, no quiero que me ignores. ¿Me oyes?
-Y yo no quiero que tú me digas lo que tengo que hacer con mi vida privada -manifestó su hermano duramente-. Ahora déjame solo, tengo cosas que hacer
_____ conocía perfectamente aquel tono de voz, y, evidentemente, también lo conocía Mandy , que salió con aspecto derrotado. Cerró la puerta distraídamente y se alejó despacio con expresión preocupada, sin darse cuenta siquiera de la presencia de ____ en recepción.
_____ tosió para aclararse la garganta y eso hizo que levantara la vista.
-¡Dios mío, _____, me había olvidado por completo de que estabas aquí!
-¿Quieres una taza de té, Mandy? -ofreció amablemente ____-, pareces un poco enfadada.
-No, pero te lo agradezco, eres muy amable. Será mejor que me vaya a casa y cene, tú también tienes que irte ya, ¿no es así? Son más de las cinco.
-El doctor Jonas tiene que dictarme algunas cartas, tendré que quedarme hasta que las pase a máquina. Ya sabes lo especial que es a veces.
-¡Cómo le gusta hacer trabajar a la gente! Asegúrate de que te pague las horas extras.
-No te preocupes, así lo haré.
-¿Tienes problemas de dinero, _____? -preguntó Mandy, mirándola fijamente a los ojos.
-Tengo problemas de dinero continuamente -el dinero que ganaba por su único día allí, y los fines de semana como camarera le llegaba justo para terminar el mes sin nada para emergencias o lujos.
-¿No has tenido suerte de conseguir un trabajo estable?
-Por desgracia todavía no -a pesar de haber invertido tiempo y el último centavo en fotocopiar y enviar su currículum vitae a todos los anuncios que veía. En la oficina de empleo estaban cansados de verla. -No puedo entenderlo. Habría jurado que cualquier empresa necesitaría una chica con buena presencia para estar de cara al público.
____ se encogió de hombros. No quería decirle a Mandy que la razón más probable era que ni siquiera mirarían su currículum. Seguramente al ver dónde había hecho el curso de secretariado lo rechazaban inmediatamente. Mandy nunca había pedido referencias ni que rellenara ningún formulario, simplemente la había contratado a partir de una llamada telefónica y una entrevista breve. La había creído ciegamente cuando le había contado que había estado viajando varios años y no había estado empleada últimamente en Australia. A _____ no le había gustado mentir, pero la pobreza puede llevar a las personas al límite de la desesperación. Lo único que la hacía sentirse menos culpable era que la referencia que había dado no había sido una falsificación. Gracias a la querida señorita Blanchford... _____ se sentía en deuda con ella.
-Tuve una entrevista a principios de semana -admitió, encogiéndose al recordar las miradas del hombre que la había entrevistado. Nunca aceptaría aquél trabajo aunque la llamaran.
-¿Dónde?
-En una pequeña compañía de reparación de coches, en Alexandria.
-Seguro que tú puedes conseguir algo mejor que eso -aconsejó Sylvia arrugando la nariz.
-Eso esperaba, pero los tiempos son difíciles.
-Preguntaré a Nick si alguno de sus colegas médicos necesitan una recepcionista a tiempo completo - dijo Mandy amablemente- . No es que quiera que te vayas, te echaré de menos y Nick también. Por tu esfuerzo y tu juventud.
- Gracias, pero no soy tan joven,Mandy.
-Ésa es otra cosa que no entiendo: ¿cómo has llegado a los veinticinco sin novio?
-Me imagino que soy el tipo de chica que no atrae a los hombres -dijo, mirando a Nick con una sonrisa extraña. La sonrisa se desvaneció cuando se dio cuenta de que Nick había salido y estaba de pie mirándola con una expresión mitad cínica y mitad divertida.
«Tienes razón», cariño, parecía decir. «Eres el tipo de mujer que los hombres llevan a la cama, no al altar». ____ sintió resentimiento hacia él. ¿Quién era él para juzgarla sin conocerla apenas? ____ sabía perfectamente que no era fea, pero nunca había hecho ostentación de sus atributos femeninos ni de sus pretendientes, ¡Sólo había tenido un novio en su vida! Tenía que admitir que mientras había salido con Dillon, se había estado vistiendo y comportando de manera provocativa. A él le gustaba que fuera con camisetas ceñidas, minifaldas y bikinis minúsculos, y ella había estado demasiado enamorada como para negarle nada. Nunca había parecido importarle que otros hombres la miraran, al contrario, parecía que era lo que buscaba.Pero en esos momentos había dejado de preocuparse por su aspecto. No se maquillaba y se peinaba casi siempre la melena larga de color castaño en una sencilla trenza. Tampoco realzaba su boca sensual con barra de labios e intentaba sonreír lo menos posible después de que su casero le hubiera dicho que sus ojos grises adquirían un brillo especial cuando sonreía. -¿Hay algo que pueda hacer, doctor? -preguntó, alegrándose de la frialdad con la que se había expresado.
-Tiene que pasarme a máquina tres cartas, señorita Richmond, después puede marcharse a casa.
-¡Dios mío! -manifestó Mandy con un suspiro-.¿Cuándo van a empezar a llamarse por sus nombres?
«Nunca», pensó ___ enojada.
-La señorita Richmond no querría que yo la tratara con familiaridad, ¿no es así, señorita Richmond?
____ notó la burla en sus ojos y decidió que iban a divertirse los dos.
-Creo que es necesario un respeto durante las horas de consulta. Desde luego, si el doctor Jonas quiere que le llame Nick a otras horas, sólo tiene que decírmelo -la dureza de sus ojos fueron un desafío, pero el robot no se inmutó.
-Creo que mantendremos las formalidades por ahora. ¿No te marchabas,Mandy? Se está haciendo tarde.
-El día menos pensado, Nick... -dijo Mandy desesperada, mientras salía a grandes pasos y daba un portazo.
La acusación de Mandy de que todavía recordaba a una mujer llamada Miley se había quedado grabado en la mente de _____. Miró un momento al doctor, preguntándose si eso podría explicar la actitud hacia ella. ¿Habría sido rechazado alguna vez por una mujer bonita? ¿Seguiría resentido años después? ____ entendía bien lo que significaba. Ella misma sabía que tenían que pasar varios años antes de que pudiera olvidar lo que Dillon le había hecho.
-¿Tengo un grano en la nariz, señorita Richmond? -preguntó Nick provocativamente-. Se ha quedado mirándome fijamente.
-Lo siento, doctor. En realidad no lo estaba mirando a usted, estaba muy lejos de aquí
-En algún sitio no muy agradable, a juzgar por su cara.
-No -admitió secamente.
-No eres una mujer muy comunicativa, ¿verdad? -añadió enojado, cosa que no era muy normal en él. Aquí tiene, cuando se vaya a casa échelas al correo -dijo, dándose la vuelta y metiéndose de nuevo en su despacho.
____ lo miró con ojos sorprendidos: había visto a Nick enfadado y no con su habitual frialdad. ¿Qué había alterado su equilibrio?, se preguntó. ¿Su anterior discusión con Mandy ? No, había sido algo que tenía que ver con ella. Probablemente por haberse quedado mirándolo, no le había gustado nada. Tampoco le había gustado que no le revelara sus preocupaciones. «Bueno, tampoco es tan terrible», pensó _____ estoicamente. Mientras se sentaba frente al ordenador para empezar a escribir las cartas. No había escrito más que el encabezamiento cuando una sonrisa amarga apareció en su boca. Dios, no podía imaginar cuál hubiera sido la reacción de Nick si le hubiera contado que estaba pensando en el canalla de su ex-novio, y cómo su traición la había obligado a estar en prisión cuatro años, cuatro largos, duros, y solitarios años. _____ no pensaba que lo que le hubiera ocurrido al querido doctor por la tal Miley se pareciera lo más mínimo a lo que ella le había ocurrido por Dillon. Si alguien tenía derecho a estar enojado y frustrado ante el sexo opuesto, ¡ese alguien era ________ Rose Richmond!
ke diceen chiccas La siggo??? | |
|