El horizonte de nuestro amor. Joseph y tn____

The skyline

Como odiaba las estúpidas conferencias de trabajo, ver al señor Thomas explicar cómo decaía la empresa no me subía el ánimo de ninguna manera, mordí mi labio inferior cuando su silueta traspaso la puerta principal, desvíe mi mirada hacia el señor Thomas cuando me di cuenta que él posaba su vista sobre mí, respiré profundamente y tomé algunos apuntes en la libreta que tenía frente a mí. Volteé hacía su lugar y lo primero que me conseguí fue dos grandes ojos avellana mirándome fijamente, mis mejillas ardieron y entonces volteé inmediatamente mi vista hacía la mesa.

-Pueden marcharse, la reunión ah concluido- esas palabras me sonaron a gloría, me levante inmediatamente y tome la libreta de apuntes, debía salir antes que Joseph de allí, no quería verme involucrada nuevamente en sus preguntas estúpidas.
Sentí un dulce sabor a victoria en la garganta cuando me di cuenta que había logrado salir primero que él, atravesé la puerta velozmente y sonreí para mí misma, pero odiosamente sonó la voz del señor Thomas, recalcando mi nombre, ¡RAYOS! Pensé para mí misma y camine nuevamente hacía la sala de conferencia, justo allí él señor Thomas, Joseph y yo no había nada más genial que eso, nótese mi gran sarcasmo.

-¿Si? – cuestione firme, con la mirada sobre el señor Thomas, quién hacía una mueca graciosa y miraba a Joseph de manera divertida

-Nada – sonrío- debo ir a atender al presidente de la empresa vecina – camino hacia la puerta y yo lo mire atónita – Joseph te dirá lo que iba a decirte – cerró la puerta de un portazo y yo maldije para mis adentros
Me volteé y clave mi mirada en él, así que quería jugar sucio, pues primero iba a ser yo, fruncí los labios y alcé una ceja esperando su explicación a la “Supuesta cosa que debía decirme”, no hizo movimiento alguno, solo se sentó en una de las sillas del salón y palmoteo una a su lado indicándome que me sentara, hice caso y me senté, nuevamente lo mire de la misma manera, este abrió la boca para decir algo pero luego se arrepintió y la volvió a cerrar, estaba matándome.

-Habla ahora o calla para siempre- anuncie levantándome y tomando la perilla de la puerta principal, me miro de manera divertida y sonrío abiertamente, nuevamente me invito a sentarme a su lado, hice una mueca de dolor y fatiga, me senté y le mire aborreciblemente

-Habla ya- le impuse con un tono muy serio, mire a mi alrededor y luego nuevamente hacía él que no hacia ningún movimiento más que el de sus ojos mirándome a mí, decidí seguir su juego, reposé la vista en lo bloc y tomé la pluma para hacer algunos garabatos, luego de transcurrir aproximadamente tres o cuatro minutos le observé el rostro, su gran sonrisa adornaba las comisuras de sus labios y sus ojos estaban posados en mi igualmente, viré la vista e hice una mueca de odio, pero su expresión no cambio

-¿Te comieron la lengua los ratones? – Cuestione con cierta ira en la voz

-No – negó y me sentí feliz de que por fin hablaba- simplemente no se me apetece hablar- su voz era electrizante por lo menos para mí y las demás empleadas, recuerdo la primera vez que llegó, a todas se les caía la baba, parloteaban acerca de sus músculos y su porte de adonis, una sonrisa de formó en las comisura de mis labios al recordar todo aquello, el me miro de una forma muy divertida, su expresión contenía confusión y un toqué de seriedad

-¿Y tú de qué te ríes? – pregunto levantándose del asiento y dejándome a la vista todo su cuerpo, sonreí divertida para luego responde a su pregunta

-¿Qué acaso no me puedo reír? – Cuestione a la defensiva- tú te ríes solo, ¿Yo no puedo? – reí a carcajadas, irónicamente

-Yo no me río solo – negó mientras se sentaba nuevamente y estiraba su brazo derecho para tomar una botella de agua de la mesa

-No – negué sarcásticamente- hace rato me mirabas y reías solo – le acusé- no reías solo – vaya que sarcasmo tenía mi voz, sonaba enojada. ¿Estaba enojada?, obvio que lo estaba llevo quince minutos aquí encerrada con él y no me habla de lo que debía decirme el señor Tomas…

-Es solo que me hace feliz verte - ¡BOM! Mi corazón estallo al oír aquellas palabras salir de sus perfectos labios rosados, ¿Había escuchado bien o estaba loca?, lo miré con desprecio a lo que él respondió con otra de sus resplandecientes sonrisas

-Pues mi casa no es una fuente de felicidad que yo sepa- no iba a rendirme a sus encantos de Casanova, si lo que quería era seducirme tendría que luchar mucho, no iba a ser su juego de dos días, tras pronunciar aquellas palabras, abrió los ojos como platos y me miro a regañadientes

-Mejor olvídalo – sonrío de forma maliciosa- ¿Te gustaría ir a cenar está noche? – cuestiono de forma encantadora y saco a relucir su esplendida dentadura

-¿Salir?, ¿Cenar?, ¿Tú y yo? – cuestioné dudosamente, todo esto pintaba de formaba muy extraña, ¿Por qué ahora quería ser amable conmigo?

-Si salir a cenar – afirmo – tú y yo, esta noche – sonrío al ver la expresión de mi cara

-No lo sé – dudé- ¿De cuándo a acá te dio por ser amable conmigo? – sonreí de forma maliciosa, estaba ganando la batalla, Joseph no paraba de insistir pero yo no paraba de darle pretextos

-Desde hoy- río- siempre me caíste bien – tocio- pero jamás hablamos, creo que tienes una mala impresión de mi – frunció los labios y me miro nuevamente a los ojos

-¿Mala impresión de ti? – Sarcasmo vuelve a mi – no puedo tener una mala impresión de alguien a quién no conozco pero por otro lado – dudé varios segundos- ¿Cómo debo creer en ti cuando has salido con la mitad de la empresa? – reí y crucé las piernas

-Vaya – río de forma irónica – ya veo que si tienes una mala impresión de mi – frunció el ceño para hablar nuevamente- pienso de que deberíamos ir a cenar, así me conoces bien y cambias esa mala idea de mí – me miro con mirada suplicante, ¿Debía ir?, quizás no sea tan malo como lo pintan, dudé durante varios segundos y luego recordé la razón por la que estábamos aquí los dos

-¿Qué debías decirme del señor Tomas? – cuestione con el ceño fruncido, el río a carcajadas

-¿Qué no te das cuenta, acaso? – sarcasmo, no te alejes

-No – negué de manera inocente

-No tenía nada que decirte, yo le pedí que te hiciera venir por qué tenía una invitación que hacerte- río nuevamente, yo fruncí los labios y me uní a sus risas, me levanté del asiento y me dirigí hacía la puerta principal, volteé hacía el y su cara era de completa confusión, tomé el bloc que tenía y anote mi dirección, arranqué el papel y se lo di, su rostro se ilumino rápidamente y me regalo una sonrisa

-¿A las 8:00 pm, está bien? – cuestiono echándole una ojeada al papel nuevamente

-Sí, está bien – afirmé y abrí la puerta para dirigirme a mi oficina, sonreí victoriosa al recordar toda aquella conversación, no deje que me enredara en su trampa, ni tampoco me negué a su invitación entré a la oficina y estaba vacía, miré el reloj que daba las 6:00 pm, genial hora de salir, Joseph me agradaba de alguna manera me había retenido lo suficiente para no terminar mi trabajo, mañana sería otro día, tomé mi bolso y cerré la oficina para dirigirme al estacionamiento, entré al elevador y pulse la tecla de planta baja… ¿Qué sería de mi cena con aquél adonis?

SIGUELA
*-*
ommggg!
ES MUUYYY! BUENA-*-*
PRIMERA Y FIEEEL LECTORA♥
pasaate por la mia:B
esta en mi frimaa<3
peroo siguela que es muuyy buena*-*

hermosa ! siguela!

Me encantó!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Nuev@ Cantidad de envíos : 21 Fecha de inscripción : 28/07/2010

Siguela por favor!! Siguela Siguela Siguela Siguela Siguela Siguela

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