mariewjb_jjajkj Forista!
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| Tema: Amor no idóneo (Nick y tú) Febrero 8th 2011, 17:43 | |
| Sipnosis:
(T.n), eres una chica de 17 años. Mientras te graduabas de la secundaria, y tu madre había vuelto a encontrar el verdadero amor, después de su divorcio con tu padre; la vida te pone a Nicholas, uno de los hijos de Paul (prometido de tu madre), quién es realmente encantador, pero su amor no es idóneo, ya que hay un secreto, que los hará resistirse a su amor.
Cap 1: Nada mal para empezar
Narras tú:
Bien, no hay mucho que decir, no me gusta dar detalles sobre mi vida personal, pero últimamente he necesitado pensar que voy a hacer con mi vida. Terminé la secundaria y es hora de la universidad. Mi mamá cree que debería estudiar en Los Ángeles, ya que pasaríamos tiempo juntas, en familia; o lo que se puede decir, considerando que mi papá y ella se divorciaron, y él vive feliz con su nueva esposa. Había perdido toda posible esperanza de que mi mamá volviera a encontrar al amor de su vida, tras tantos años de salir con tipos, tanto agradable y desagradables, finalmente lo encontró; Paul Jonas. No lo conozco aún, pero mi mamá insiste en que lo haga. Además de estar viajando a Los Ángeles, tan sólo para conocerlo, ella quiere que considere la oferta de vivir con ellos y claro, estudiar la universidad allí. No lo sé, simplemente. Vivir con Elizabeth; esposa de mi papá, y él, había sido un hogar normal, ya saben, peleas, reconciliación, divertido, amoroso, etc. Ella era muy amable, jamás trató de obligarme a quererla, pero la quiero. No tanto como mi madre, pero siempre me apoyó. Mi padre me ama y siempre me ha amado, a pesar de tener otros dos hijos con Elizabeth; Marcus y Dayanne, él siempre me brindo todo lo que necesitaba. La convivencia con ellos no era extremadamente monótona. Todos éramos una familia y por lo tanto, nos queríamos, respetábamos y dábamos nuestro propio espacio personal. En fin, mi mamá me invitó a pasar un mes con ellos, quiere que decida si quiero quedarme con ella o con mi padre. Mi vida entera ha sido de aquí para allá, y todos los lugares en los que he vivido han sido armoniosos. En el jardín, mis padres todavía estaban casados, pero se divorciaron cuando ya tenía cinco, por motivos naturales; ya no se amaban, cada uno siguió su rumbo. Mi mamá compró una casa solariega, que era como un rancho, con caballos y animales; lo típico, cerditos, patos, gallinas. Me crió ahí hasta que terminé la primaria. Luego viajé hasta España con mi padre, y viví con él y Elizabeth, eventualmente llegaron meses después mis hermanos. Hasta que crecí más y llegué a graduarme de la secundaria, y ahora vuelo de nuevo a mi viejo-nuevo hogar. Mi madre ya me había contado sobre los hijos de Paul, Joshep, Paul o Kevin, como le decían y Nicholas. Pero ella y Paul tuvieron un niño, llamado Frankie. Mi mamá jamás mandó fotos de ellos, porque quería esperar a que los conociera en persona. Pronto ya me encontraba abordando un taxi en dirección a mi nuevo-viejo hogar. Mi cuerpo se estremeció y sobrecogió al ver la casa solariega. Aquellos columpios, en los que solía pasear; un poco distanciada, la caballeriza amarilla; buenos recuerdos. Pagué el taxi y dejé que se guardara el cambio. Tal vez no entendió, ya que por mi estupor al volver a revivir aquella imagen de mi niñez se lo dije en español. Corrí hasta la puerta y toqué. Espere a que mi madre abriera la puerta, pero claro está, que olvidé el detalle de que mi llegada era un misterio para ella, así que la ama de llaves me abrió. –Buenas tardes, señorita. ¿Busca a alguien?— sonrió la dulce viejecita. —Hola, creo que no me reconoce. Soy la hija de la Señora Angelina. Soy (T.n), mucho gusto— le extendí la mano. –El placer es mío, señorita, pero su madre no dijo que usted vendría. —Sí, lo sé. No le avisé, porque quería sorprenderla. Lo siento— me encogí de hombros. —No se preocupes, señorita. Su mamá está en una cita con el señor Jonas. Pase, por favor— me invitó a entrar con un ademán. —Gracias… ¿Cuál es su nombre?— entré a la casa. —Soy Rose Wright. —Es un bonito nombre. Rose— pronuncié, y ella agradeció— como la rosa— dije en español. —¿Disculpe? –Como la flor— traducí. —¿Habla español? —Sí. Lo más importante es que también sé el inglés, perfectamente. Lo cual es bueno para poder hablarle. — mis comisuras se alzaron en una sonrisa. —Vaya. Hermosa y habla dos idiomas— ¿Hermosa? Y ¿a quién le importaba? No, realmente, qué interesa la belleza, era algo superficial, y me mantenía limpia y presentable, pero sobre belleza, apenas si me delineaba, echaba un ligero rubor, me peinaba mi enmarañada cabellera por la mañana y mis labios resecos, con un brillo que no parecía brillo. Me declaro una fanática de la ropa con estilo, de moda, de marca, pero la belleza, para mí era más espiritual. –Gracias— murmuré avergonzada. —De todas maneras, ya le tenía preparada su habitación. Por aquí— señaló con su dedo arrugado. Rose me dejó en la habitación para descansar un rato, pero las ganas de ir a la caballerizas recorrían mis cuerpo entero. Después de acomodar mi cuarto a i gusto, me puse algo más ligero. En esta época hacía calor en Los Ángeles. Me quedé con mis vaqueros, pero cambié mis tacones, por unas converse, y la blusa, por una camiseta negra. Bajé las escaleras, y le avisé a Rose que iba a ir a la caballeriza. Salí afuera y escuché el susurro de la voz de Rose, pero no alcancé a oír lo que dijo. Me adentré a la puerta y la abrí, tan grande como recordaba y yo sólo era un ser tan pequeño e indefenso. Lo busqué por todos lados. Hasta que vi su piel marrón. —Oh, mi pequeño Parhadoxe— acaricié a mi caballo— o mejor dicho, grande. Había corrido con desesperación, que no había escuchado el melodioso sonido de una voz entremezclada con una guitarra. Me acerqué, el sonido provenía del segundo piso de la caballeriza. Subí con un poco de miedo las escaleras. Traté de acompasar mis pasos y los latidos de mi corazón, pero mi corazón estaba acelerado, y mis pasos demasiados cortos y lentos. Un chico con un sombrero vaquero, cantaba con su guitarra en la mano. Sus vaqueros, estaban ceñidos, igual que su camisa beige, y un par de botas vaqueras. Estaba húmedo, como si hubiera decidido bañarse con ropa. Él estaba tan concentrado en su canto, que no se percató de mi presencia. Su cara estaba cubierta por el sombrero, pero pude notar unos cabellos ondulándose debajo de éste. Aposté a que tal vez era quién cuida a los caballos. Él me miró, pero no se inmutó mucho. Dejó de cantar y posó su guitarra diagonalmente sobre sus piernas. Levantó su rostro. —Disculpa la interrupción, ¿Eres quién cuida a los caballos? —No, no— se paró, y bajó su sombrero, desperdigando algunas gotas sobre mí.— Soy Nicholas Jonas, pero me dicen Nick— estrechó mi mano sin mucha presión y me miró con ímpetu mal intencionado, y extendió sus labios en una perturbadora sonrisa. —Soy (T.n), la hija de Angelina, supongo que por tu apellido, ¿eres u d los hijos de Paul? ¿Verdad? —Así es. —Así que cantas. Muy bien, tengo que admitirlo— me senté sobre la paja mojada a causa de Nick. —Gracias— se sentó a mi lado. —Tengo una duda, ¿Por qué tienes ese aspecto?—pregunté curiosa e inocente. —Sí— admitió— no tengo la belleza de mis hermanos, pero tampoco, creo, ser tan feo, ¿Verdad?— yo solté una carcajada. —Jamás se habían burlado en mi cara— sonó irritado y decepcionado. —No, yo no me refería a tu aspecto físico. Me refería a ¿Por qué estás mojado? —Ah, eso—meditó— parece que Parhadoxe es un caballo difícil de montar, es lo que me dijeron. Digamos, que soy un experto en dominar a los caballos indomables, pero no pude con él. Así que me lanzó al bebedero— volví a reír. Un sonido gracioso profirió mi garganta y Nick rio también. —Vaya, que adorable risa. Jamás había hecho reír tanto a una chica, excepto a mi madre, que se reía cuando correteaba desnudo por la casa, con mi pañal usado en la cabeza—soltó una risotada, y reavivó mi animosidad. –Eres muy divertido, Nick. —Y así dicen que soy el más serio— habló para sí. —oye, ¿Podrías tocar una canción? —Está bien. Una mía— comenzó a tocar y cantar. Me uní a la canción que era muy conocida, al percatarme que no era suya, sino, más bien una de Michael Jackson, llamada The way you make me feel. The way you make me feel… you really turn me on… you knocked me off my feet… my lonely days are gone… disfrutamos de la canción, fingiendo que él era el autor. —Eres un mentiroso, Nicholas— lo señalé con un dedo— pero debo admitir que fue un buen cover. —Nadie mejor que el rey del pop, y la genialidad del rock. —Exacto, pero ¿Tú compones? —Bueno, sí. —Vamos, dedícame una canción— le di una palmadita. —Está bien. Se llama “Please be mine”. (Pongan de fondo: https://www.youtube.com/watch?v=5nUuB2Wi27s ) They come and go but they don't know That you are my beautiful
I try to come closer with you But they all say we won't make it through
But I'll be there forever You will see that it's better Our hopes and our dreams will come true I will not disappoint you I'll be right there for you 'til the end The end of time Please be mine
I'm in and out of love with you Trying to find if it's really true oh no no no no How can I prove my love If they all think I'm not good enough
But I'll be there forever You will see that it's better Our hopes and our dreams will come true I will not disappoint you I will be right there for you 'til the end The end of time Please be mine
Can't stop the rain from falling Can't stop my heart from calling you It's calling you Can't stop the rain from falling Can't stop my heart from calling you It's calling you Can't stop the rain from falling Can't stop my heart from calling you It's calling you
But I'll be there forever You will see that it's better Our hopes and our dreams will come true I will not disappoint you I will be right there for you 'til the end The end of time Please be mine —Fantástico, Nick— le aplaudí y luego lo abracé, sin darme cuenta de un pequeño detalle. —Lo siento— se disculpó. —No, no, no me di cuenta— me sacudí la humedad de mi cuerpo. Dentro de unos minutos me lanzó al bebedero y me mojó toda. Rose se molestó un poco cuando entramos al rato, pero la calmé, y los tres terminamos riendo. Subí a mi cuarto, me puse mi pijama, y bajé. Nick es había quedado dormido en el sillón. Rose le trajo una colcha y lo abrigó como a un pequeño. Lo miré por última vez; su rostro con barro y agua, tan imperfecto… justo lo que le hacía más perfecto para mí. Esa noche dormí con una enorme sonrisa. Mi mamá no me despertó, pero sí sentí sus labios en un beso de buenas noches.
Última edición por mariewjb_jjajkj el Febrero 12th 2011, 00:16, editado 2 veces | |
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