Recuerdos de una mente sexual (Nick y Tu) (súper hot)

Tu jadeastes, tratando de calmar tu corazón, pero la voz de nick no dejaba de excitarte, su
matiz bajo e íntimo a oscuras, junto con su enorme erección, causaban que
tu vientre y tus muslos temblaran de excitación.
ya va dijistes cuando sentistes su mano sobre tu vientre.
esperame un momento. dijistes
que paso dijo con una voz ronca y con asombro.

tienes miedo ? dijo nick
Miedo, diria que terror pensastes.
tu piel se ruborizo al notar su enorme p*ne
intentastes calmarte y le dijistes que si queria seguir.
estas segura dijo
si muy segura.
— Súbete encima mío, ______. —Dijo Nick.
Sus manos en tu cintura
ayudaron a que torpemente cumplieses con sus peticiones
.— Date la vuelta, amor. Sostente en mí. Ahora, dóblate.
Vulnerable y expuesta, tu vagina goteó.
El calor que maduraba en tu vientre creció convirtiéndose en una llama rugiente cuando sus manos
acariciaron tus nalgas.
— Separa las piernas, amor. dijo
tu ensanchastes tu postura.
Sus manos apartaron el interior de tus muslos.
sentistes que los labios de tu vagina se abrían de
par en par.
El aire fresco lamió su suave carne interna.
¡Agradecía a Dios que estuviera oscuro! O nunca tendría el valor de
entregarte a el.
Apoyándote en sus temblorosos brazos, te quedastes sin aliento cuando
se deslizó bajo tu vientre por tu espalda, su pelo suave
acariciaba tu vientre

sentístes que él se
deslizaba dentro de ti al mismo tiempo que soplaba aire a su
expuesta clítoris. tus muslos se estremecieron.
Nick se deslizó hacia fuera, luego hacia adentro, lentamente,
retorciendo tus caderas en círculos.
Nick dio un golpecito con su pulgar sobre tu
pezón gemistes al instante
Nick le dio otro
empuje poco profundo a su p*ne, y esperó ansiosamente que se desatara
una tormenta.
— Por favor, Nick —Implorastes, tus paredes ya convulsionadas alrededor
de su p*ne.
Él se abalanzó, enterrándose por completo dentro de tu vagina.

Tu respiración salía en gritos de asombros desiguales, su voz gruñía al
mismo tiempo que las estocadas rápidas de las caderas de Nick, explotaba,
remontándose encima.
— de todo esto me habia perdido. —te quejastes alegremente.
Nick gruñó, demasiado desesperado para hablar, aún llena con la
erección rugiente .
le distes un beso rápido en su hombro.

los labios calientes de nick se deslizaron a lo largo de tu cuello.
— No he acabado contigo.
tu gemistes.
— Difiero que Me has acabado. dijistes
Él se rió, un retumbar que sacudió con fuerza su p*ne dentro de ti.




Él retiró su erección de una forma bastante lenta.
tu murmurastes una protesta ininteligible por la pérdida de su calor y la
conexión.
Él luego bajó hasta que te cubrió totalmente con
su cuerpo. Deslizando una pierna entre la tuya, te abrazó, colocándose
adentro, su p*ne descansado, mojado y pesado en tu vientre.
Sus manos alisaron suavemente el pelo de tu cara.
— ¿sabes que estás hecha para mi?
con tu silencio le concedistes que debía ser verdad.
Mordiéndore los labios, te alegrastes de estar a oscuras cuando una
lágrima cayó hacia abajo por el lado de su cara.
no podía negar el creciente anhelo dentro de ti de entregarte a aquel hombre,
en cuerpo y alma.
En lugar de hablar, fijó la vista en tus labios, encontrando los de tuyos
infaliblemente, besándoselos con todo el deseo de su corazón.
Nick tiernamente te volvio a penetrar, meciéndose en un ritmo parejo,
confortándote, pero encendiendo el fuego depositado de su pasión.
tu levantastes las piernas para rodear su cintura, sujetándole
apretadamente contra tí, y juntos encontraron la dulce liberación.