Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXIII

“Descubrimiento”

Luego de que Nick salió de la oficina me tomo varios minutos recobrar el aliento, tenerlo así de cerca me hacía perder el juicio, me introduje el resto de la tarde en las cosas que tenía pendiente, más que todo se trataba de entender y tomar el control de las cosas por las que me correspondía responderle a Kevin como mi jefe, al hacerse las cuatro de la tarde entro un mensaje a mi celular “Falta una hora para que el resto de los empleados se vaya, recuerda nuestro trato, ve a casa” decía mi padre, me alegró un poco sentir como se preocupaba y por ser el primer día no tenía mucho trabajo así que no lo haría enfadar, tomé mi abrigo, mi bolso y salí de la oficina –puedes irte a tu casa, no te necesito mas por hoy, mañana llega puntual y cinco minutos antes de que yo llegue pídeme un smoothie por favor, que sea de frutas cítricas y que no combinen más de tres frutas– le dije a mi asistente –y otra cosa, organiza la reunión con el Joseph, que sea antes del almuerzo–
–Ok, señorita– le devolví la sonrisa y atravesé el pasillo que correspondía a los directores y vicepresidentes de la compañía en donde se ubicaba mi oficina por ser una de las vicepresidentas, a medida de que pasaba deseaba no toparme con Nick o Kevin, intenté llamar en varias ocasiones a Carlos pero no me atendía uno de los escoltas me esperaba en la recepción del edificio así que tomaría un taxi hasta la casa de mi padre, a medida de que los estatus iban bajando los espacios de trabajo también, las oficinas desaparecían y se convertían en cubículos o escritorios muy bien diseñados y de un gusto exquisitamente tecnológico, los colores blancos, negros y plateados predominaban, pero algo llamo mi atención, algo desencajaba con el estilo sofisticado de la oficina – ¿Qué tipo de zapatos son esos?– le pregunté a la chica que se ubicaba en uno de los escritorios, la chica abrió los ojos mientras me observaba, automáticamente giré el rostro hacia todos los zapatos de los que me rodeaban y ninguno parecía tener los mismos, todos estaban acorde, algunos de diseñador otros no pero sin duda todos zapatos de oficina, negros, azules, marrones, de cualquier color pero todos sin duda de oficina –son los más cómodos que tengo señora, los compre hace un par d meses– dijo la chica que no debía ser mayor que yo y a esta edad no se necesitaban zapatos cómodos – es mejor que guardes silencio ¿Quién es tu jefe directo?– pregunté mientras dejaba caer el peso de mi cartera sobre mi antebrazo y sostenía mis lentes de sol con las puntas de mis dedos –reestructuro mi pregunta ¿a qué departamento perteneces?– le dije sin disimular mi falta de paciencia –al departamento de mercadeo– respondió con inhibición –ya veo…te hare una observación, no traigas esos zapatos mas nunca, quémalos si es posible, no logro entender como traes unos zapatos deportivos a la oficina un día lunes–
–Es que… – intentó decir –no digas nada, no te estoy pidiendo explicación–
– ¿Qué sucede?– preguntó sorprendido mientras salía de su pequeña oficina el supervisor del área –ya veo porque los empleados de este departamento no cumplen con un margen de vestimenta aceptable, pídele al gerente que se comunique conmigo mañana a primera hora, o mejor pídele que vaya a mi oficina y con respecto a la vestimenta de ustedes tu no vuelvas a traer zapatos deportivos y menos ropa deportiva y tú deberías aprender que no se combina una camisa a rayas con una corbata a cuadros y menos en ese tono de verde…ahora vuelvan todos a sus deberes– dije luego en dirección a todos los demás empleados que se habían acercado –señorita ya tiene la llamada del gerente del departamento de mercadeo– me dijo la recepcionista mientras esperaba el ascensor –yo no le pedí que me llamara hoy, dile que se acate a la hora y fecha que le dije, yo no estoy disponible cuando él quiere– en ese momento me introduje en el ascensor, acaricie mi cabello mientras se cerraban la puertas me sentía aliviada de no haberme encontrado con Nick, ya había pasado la primera prueba –¡espera!– gritó alguien desde el otro lado colocando su mano en el momento preciso entre las dos puertas –espere el siguiente ascensor– dije sin ver de quien se trataba –quiero compartir este contigo preciosa, si sigues tratando así a los empleadas te odiaran– dijo Nick mientras entraba en el elevador – ¿bueno pero tú no tienes otro horario u otras cosas que hacer aparte de perseguirme?– le dije con obstinación inmediatamente soltó una carcajada estruendosa –te encanta que te persiga– dijo aun con resto de la carcajada en su garganta, en ese momento otra persona detuvo las puertas del elevador –espera otro– le dijo Nick con una tono de voz que hasta a mi me hizo estremecer, el hombre lleno de pánico se retiro y permitió que continuáramos solos –¿en qué estábamos?– me preguntó mientras pegaba su brazo del mío –no estábamos en nada, yo voy a mi casa–
–yo puedo llevarte si lo deseas–
–No hace falta– respondí cortante –creo que es bueno tener una mujer en el equipo, yo nunca habría notado que esa chica no estaba vestida apropiadamente–
–Eso lo dices porque estas buscándome conversación, tu eres el primero que no quiere verme trabajando y menos a un mismo nivel–
–La verdad es que me hubiese encantado ser tu jefe, no estarías hablándome de esa forma y podría hacerte lo que quisiera– me dijo en un susurro rozando mi oreja con sus labios –es una lástima por todas tus empleadas, ya veo en que matas el tiempo–
–Ya quisieran ellas que tuviera ojos para otras mujeres además de ti–
–Puedes tenerlos sin ningún problema, tu y yo no somos nada– le dije aunque las palabras me quemaban mientras salían desde mi garganta – ¿eso quieres?– preguntó con escepticismo –si tu lo deseas yo no puedo hacer nada, debes continuar con tu vida, así yo podre continuar con la mía– en ese momento nos encontrábamos a dos pisos de planta baja, ahora odiaba los rascacielos Nick con agilidad detuvo el elevador , sin soltar el botón de parada deslizó su mano libre por mi cintura para halarme hacia su cuerpo –digas lo que digas sé que me amas y sé que todas esas palabras te dolieron, a diferencia de ti yo te digo claramente que si veo a un hombre a menos de cien metros de distancia de ti lo mato– al terminar soltó el botón y continuó en movimiento el elevador –eres un demente y si aun no lo eres estas a un paso–
–Estoy loco, es cierto pero mi locura está llena de amor– en ese momento las puertas se abrieron permitiéndome escapar, caminé con rapidez hacia la entrada en donde me esperaba uno de los guardaespaldas – ¡Tn______ TE AMO!– Gritó desde el otro lado, ni me dedique a voltear aun podía sentir como las mariposas de mi estomago revivían, me coloqué los lentes y salí del edificio el guardaespaldas automáticamente iba a mi lado –Carlos viene en camino con el coche señorita– dijo, justo cuando mi peculiar estado de ánimo se adueñaría del momento para llamarle la atención por hacerme esperar algo me sacó de los pensamientos –no importa, espérame aquí un segundo– le dije mientras con delicadeza atinaba la vista hacia uno de los costados de las enormes escaleras y plazas verdes que rodeaban el rascacielos –¡lo sabia!– dije en voz alta –¿Qué sucede señorita?–
–Nada, espérame aquí– sin dudarlo ni un segundo acelere el paso hacia Nick y su acompañante, sabía que tenía algo que ver en todo esto y nada mejor que enfrentarlos cara a cara así no podrían negarlo en un futuro, Nick al verme bajó la cabeza y su acompañante lo miró con sorpresa lo que me decía que no se lo esperaban –me alegra verlos así de juntos– dije al encontrarme lo suficientemente cerca de ambos –yo fui quien armo esta cita, es primera vez que nos entrevistamos, quería escuchar su versión–
–es que a ti te gusta escuchar la versión de todos menos la mía, además a mi no me engañas tan fácilmente Nicholas, yo los conozco más que tu, todos los demás me tienen el miedo suficiente como para no acercarse a ti–
–Tranquila no hagas un espectáculo–
–Tú sabes que yo no soy una mujer de espectáculos, dime ¿Qué le has dicho? ¿Cuál es la versión que le contaste?–
–Que te lo diga Nicholas– en ese momento la sangre empezó a hervirme al notar cómo se intentaba zafar del momento –si no me dices vas a obligarme a actuar a las malas– le dije mientras tomaba su brazo –tn_____ ¿Qué haces?– preguntó Nick alarmado –tu cállate, porque las tienes bien puestas para recostármelas pero no para afrentarme y decirme de una buena vez lo que sucede– la cara de Nick se volvió fría e inexpresiva, odiaba que se metieran con su hombría y mas odiaba que diera detalles de nuestra intimidad en público –ya basta tn_____, es mejor que te vayas, hablamos mañana en el almuerzo– dijo luego con mucha sobriedad y seriedad –tu y yo hablaremos en el almuerzo, pero yo hablare con este personaje primero–
–No se quedaran a solas–
–Yo me quedo a solas con quien quiera– en ese momento se soltó de mi agarre y empezó a caminar con rapidez hacia el lujoso coche negro que lo esperaba en la avenida –magnifico y con esta barriga no puedo hacer nada más que dejar que se vaya– me quejé –te quedo muy linda la escena–
–Es mejor que te calles, pareces una vieja curiosa, oyendo cuentos de todos sin preguntarle directamente al afectado, yo sé que no es la primera vez que se encuentran Nick– le dije mientras me ponía en marcha hacia mi coche ya que Carlos lo había aparcado a poca distancia –Claro es más fácil para ti irte y ya–
–Lo fue para ti, ¿Por qué no puede serlo para mi Nicholas?...te confirmare mañana si almorzaremos o no porque tengo una cita con tu hermano también y de verdad se ve muy tentadora– justo cuando venia hacia mí nos intercepto el guardaespaldas que superaba en tamaño a Nick por medio metro, maldijo mientras se colocaba sus lentes de sol y se encaminaba nuevamente al edificio, ahora que sabia quien estaba detrás de todo no me iría para mi casa y no me importaba si mi padre se molestaba, para esto había empezado a trabajar, le indique la dirección a Carlos sin permitirle dudar, ahora solo me quedaba descubrir contra que me debía defender.