Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXIII

“Preocupación”

Cada encuentro de sus dedos con mi piel se sentía como si trozos de hierro hirviente quemando y penetrando mi carne –no siento las piernas– dije entre jadeos mientras subían mi cuerpo a la ambulancia –no te preocupes ya lo resolveremos– dijo Raúl con la paciencia que lo caracterizaba, deseaba gritar con todas mis fuerzas para comprobar si me ayudarían a desahogar el dolor, al llegar a la clínica ya volvía a sentir mis piernas –dime si el diurético cumplió su efecto– dijo Raúl mientras apretaba uno de mis tobillos –si cumplió su efecto– dije nuevamente ahogando los gritos de dolor que me provocaba el contacto de su mano con mi piel que parecía estar en carne viva, el tranquilizante comenzó a tener efecto cuando me encontraba atravesando el pasillo de la clínica, escuchaba susurros a mi lado pero no distinguía los rostros y las voces “todo estará bien” “estamos aquí” eran las frases que quedaban grabadas en mi cabeza, lentamente todo se fue tornando oscuro hasta que perdí conciencia para sumergirme en mis sueños, me encontraba viendo panorámicamente una habitación, pero era un sueño conocido, de hecho lo recordaba perfectamente, estábamos seis personas, Denisse, sus cuatro hijos y yo, todos vestidos de negro, por un momento pensé que se trataba de mi hija pero la silueta de mi vientre estaba bastante pronunciada, podía sentir como los rayos solares que se colaban por la ventana tostaban mi piel ¿de qué se trataba esto? ¿Qué significado tenia este sueño? Siempre tenían significados pero no lograba descubrir cuál era el de este, había tratado personas con problemas similares y se me hacía muy fácil pero en mi caso no podía resolverlo, “¿de qué me servía ser psicóloga si no podía resolver mis propios problemas?” Pensé con frustración mientras seguía observando con detenimiento, todos movían los labios lo que me decía que estaban hablando, la hermosura en la habitación era despampanante, todos se veían preciosos con sus trajes negros y perfectos cortes de cabello, pero eso no es lo que quería determinar –no puedo… – cuando empezaba a escuchar parte de la conversación una luz me encandilo, las voces se alejaban mientras daban paso a otras desesperadas – ¡ya reaccionó!– gritaron varias personas mientras el dolor reaparecía, cuando la primera bocanada de aire amenazo con perforar mis pulmones desee no haber salido nunca de mi sueño –sus signos vitales se están estabilizando– dijo otra voz femenina mientras me tocaban el cuello y las muñecas, las luces me encandilaban aun –tranquila, ya estás bien– dijo Raúl a quien reconocía por la forma en que gesticulaba las palabras –¿Qué sucedió?– pregunté al estar más calmada ya mi vista estaba entrando en estado de reconocimiento –nos asustaste por un momento– varias carcajadas tensas acompañaron la frase que no tenía ni una milésima de gracia –te dejaremos en observación, las dosis de alimentación para la bebé han sido muy pocas y se vio obligada a alimentarse de otras zonas y nutrientes de tu cuerpo, descansa un poco y luego hablaremos seriamente al respecto– mientras hablaba el pánico inundo mi cuerpo y todas mis preocupaciones y dolores pasaron a segundo plano, incluso Nick dejo mi mente por un segundo –dígame que la bebé está bien– le dije con determinación a Raúl mientras abría bien los ojos para poder estudiarlo, no le permitiría mentirme – ¡Respóndeme!– continúe alterada y asustada –por ahora está bien–
–Por ahora y por siempre– dije para culminar la frase –descansa y luego hablaremos, te colocamos un calmante– lentamente mi cuerpo se fue debilitando hasta que quede inconsciente deseosa de volver a ese sueño pero no podía; al abrir los ojos me sentí descansada y relajada, deslicé mis manos hacia mi vientre, sentir el bulto que creaba su cuerpo en mi vientre me llenaba de esperanza, me recordaba que mi vida tenía sentido, debía ser la que trajera al mundo la primera hija de Nicholas Jonas, en ese momento volvió a aparecer en mi mente la posibilidad de que me dejara, el agujero en mi pecho se abrió nuevamente pero no tenia lagrimas para expresarlo, estaba completamente seca, ya mi cuerpo no podía producir una lagrima mas, sentí unas manos acariciar mi rostro al instante abrí los ojos llena de esperanza la cual se desapareció al ver a mi madre, me alegraba mucho su presencia pero no era a quien esperaba –¿Cómo te sientes?– preguntó con los ojos cristalizados –he estado mejor, pero podría decirse que bien– respondí con una media sonrisa –nos asustaste mucho amiga– dijo Alicia quien estaba sentada junto a mis pies en una de las esquinas de la cama –imagínense como sentía en el helicóptero, apenas me entere le ordene al piloto devolverse– continuó una voz masculina perteneciente a mi padre –nuevamente tn_____ nos hace correr, nuestras vidas serian muy aburridas sin ti– agregó Joe con la diversión que lo caracterizaba mientras besaba con sus suaves labios mi frente –estoy aquí para hacerles la vida emocionante– dije luego, todos sonrieron con desgana a excepción de Joe quien con su amplia carcajada llenaba de alegría toda la habitación –iré a llamar al doctor, nos pidió que le avisáramos cuando despertaras– dijo mi padre mientras salía, doble mi cuerpo para sentarme en la cama y así poder observar la habitación, Nick no estaba en ella –¿Dónde está Nicholas?– pregunté con tono pausado ocultando mi decepción y molestia –está hablando con el doctor, hasta hace un minuto estaba acá– dijo mi madre con incomodidad evidente –¿desde qué hora esta aquí?– pregunté luego ignorando el tono que había empleado mi madre –treinta minutos después que llegaste– respondió Alicia – ¿Qué hora es?–
–Las tres de la tarde, has dormido toda la noche y la mañana, incluso parte de la tarde– respondió Joe en esta oportunidad – ¿Por qué pelearon?– preguntó Alicia demostrando lo bien que ejercía su carrera –discutimos porque conoció a mis viejos amigos–
–Mi hermano está loco, no entiendo cual es el problema– dijo Joe con confusión, pero Alicia procesó de manera correcta mis palabras y en un gesto muy disimulado dejo descubrir su preocupación y sorpresa –creo que eso podría solucionarse– agregó luego de pensar –eso espero, pero lo hablaremos luego– en ese instante Raúl abrió la puerta de la habitación acompañado de mi padre y Nick el cual se quedo en la esquina más lejana de la habitación, su mirada estaba fija y su ceño estaba tan fruncido que formaba una sola ceja, sus labios formaban una línea recta e inexpresiva y sus ojos castaños estaban oscuros como la noche contrastando con su blanca piel, sus brazos rodeaban su pecho –es el momento de que tomes ciertas decisiones tn____ – dijo Raúl mientras me examinaba –¿Qué tipo de decisiones?– aunque fuera evidente la respuesta igual debía preguntar –es sobre el futuro de tu cuerpo y el de la niña–
–Quiero que nos dejen solos a Raúl a Nick y a mí por favor–
–No me parece justo– dijeron al unisonó mis padres –es una decisión que tomare sin ningún tipo de presión, Nick se queda por ser el padre de la bebé, yo les comunicare lo que se decida, luego Raúl está en la libertad de contarles todo si así lo desea– ninguno estaba de acuerdo pero no tenían otra opción que aceptar lo que les pedía, al estar solos Raúl comenzó a dar vueltas por la habitación hasta que se colocó entre los dos –la situación es más complicada de lo que parece– comenzó con tono fúnebre.