Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XII

“Comprensión”

Sus labios se desviaron hacia mi mejilla para acariciarlas, sus manos se paseaban suavemente por los bolsillos traseros de mi pantalón –puedo sentir en mi pecho los golpeteos de tu corazón– me susurró mientras sus labios rozaban el lóbulo de mi oreja, entonces decidí ser parte del juego, pegué mis labios de su cuellos tibio provocando un escalofrió en su cuerpo, pues mis labios estaban tan fríos como un cubo de hielo –lo siento– le dije desilusionada y avergonzada al notar que no había tenido el efecto que esperaba, el afecto que antes tenía –no tienes porque disculparte…yo te los calentaré– dijo pícaramente pero su rostro decía otra cosa, parecía receptivo y tierno, una sonrisa cálida acaparo su rostro antes de pegar sus labios a los míos, un apasionado beso se adueño de nosotros, pero en esta ocasión no buscábamos mas allá, Nick mantuvo sus instintos controlados lo que calmó los míos y poco a poco nos separamos, nuestras miradas se entrelazaron por unos segundos que parecían eternos, Nick me permitió tocar el suelo nuevamente para luego ponernos en marcha hasta el borde de la cama que daba hacia el ventanal, en donde nos sentamos uno al lado del otro, la luz de la luna alumbraba directamente nuestros cuerpos mientras miraba el hermoso cielo estrellado, su pierna rozaba la mía, su brazo rozaba el mío y sus manos jugaban con mis dedos –había olvidado lo relajante que es esto para mí– dijo tenuemente mientras continuaba acariciando mi mano –Nick, lamento haberte hablado así…en realidad lamento haber dicho lo que dije en lo que a tu persona me refería, pero no podía tratar a tu madre de una manera diferente…no te pido que la insultes o que la ataques, solo pido que coloques ciertos límites, el hecho de que sea tu madre no implica que puede venir a ofenderme y no debemos decirle nada o reaccionar, no tiene derecho de hacerlo–
–Lo sé…mientras la oía quería hacerla guardar silencio pero no podía…–
–Quiero que entiendas una cosa…no se trata de silenciarla, se trata de que sepa lo que significamos el uno para el otro, ella debe saber la historia completa…estando allá abajo me demostraste que no puedo contar contigo en ese aspecto, me sentí sola, era como si me estuvieses abandonando– le dije evitando que continuara hablando –eso nunca pasaría, no podría abandonarte…me estaría suicidando–
–Es lo que sentí Nick…tu madre me dijo cosas muy feas que no son del todo ciertas, tu sabes que no lo son, yo no soy una santa y tengo tanta culpa como todos los involucrados en este asunto pero no puedo cargar con toda la responsabilidad…no creo merecerlo, lo que me dolió es que tú sabiendo que tu madre estaba actuando injustamente no dijiste nada, fue todo lo contrario permitiste que continuara, entonces ¿a que estamos jugando?–
–No quiero que pienses que en algún momento podría abandonarte, lo único que provocaría semejante tragedia seria mi muerte…creo que estoy entendiendo tu punto de vista pero ahora necesito que entiendas el mío– dijo aun distrayéndose con mis dedos, su pierna se entrecruzo con la mía dejándome sentir sus bellos acariciar mi piel –entiendo lo que has vivido al igual que entiendo que la manera en que te educaron fue diferente a la mía, tal vez por eso es que nos compenetramos tanto, pero deseo que comprendas que mi madre significa tanto para mí como para ti significa la tuya y sin embargo no permití que ni siquiera te nombrara, no quiero que te enemistes con tu familia, pero si me gustaría que por lo menos hicieras respetar nuestra casa, hay ciertos límites que se deben imponer para cualquier visitante–
–No creo que nos estemos entendiendo– continuó con un gesto poco receptivo mientras fruncía sus labios, aun su mirada estaba clavada sobre mis manos mientras yo veía el brillo de sus pecas bajo la luz de la noche –creo que estamos viviendo una de esas discusiones de pareja que aun no habíamos experimentado, el tema familiar– dije en medio de un suspiro resignado, alcé mi rostro hacia la verde vista que nos ofrecía la terraza, me perdí por varios minutos en el paisaje intentando buscar en mis pensamientos una posible solución, Nick aun se entretenía con mi mano dándole pequeños caricias que en ocasiones se alargaban por mi brazo hasta llegar a mi hombro y rozar por muy corto tiempo mi mejilla –luces hermosa– me dijo provocando que mi rostro girara para encontrase con su mirada perdida sobre él, su mano subió lentamente y de manera suave acaricio desde el inicio de mi cabello hasta el final, alargándose hasta mi espalda –Nick necesito que me prometas algo– su mirada se entrecerró ligeramente al escucharme sin pronunciar palabra –necesito que me prometas que si algo llegará a pasarme cuidaras de nuestra hija, no puedes permitir que nadie la maltrate, necesito que me lo prometas– la agonía se adueño nuevamente de su mirada centellante mientras que su rostro de desfiguraba ligeramente de dolor –no puedo prometerte nada pues no imagino un mundo sin ti– respondió con un tono sórdido, decidí abandonar el tema pues entendía su posición y no quería presionarlo demasiado, sabia lo mucho que sufría con la situación, Nick giró su rostro hacia el ventanal y yo ladeé el mío para apoyarlo sobre su fuerte hombro, su brazo envolvió mi cuerpo mientras sus labios se posaban sobre la coronilla de mi cabeza –estoy seguro de que podremos superar todo esto, tengo fe en que así será–
–Yo también la tengo– lentamente me fui quedando dormida en su regazo tranquilizada por la dulce fragancia de su cuerpo…el sol se dejo colar por la ventanas abiertas tostando suavemente mi piel, ladeé mi cuerpo para encontrarme con el de Nick semidesnudo, sus ojos estaban cerrados inspirando una tranquilidad contagiosa mientras su pecho se dilataba y contraía al ritmo de su respiración, admiré su cuerpo reflejado por una luz diferente, una luz antagónica, el sol había salido mostrando con sus rayos dorados el verdadero color de su piel, pero no se trataba solo de eso, es ese preciso momento había entendido todo, había logrado comprenderlo, la naturaleza de Nick no le permitía atacar o detener a su madre pues ella siempre lo había defendido y protegido de una manera incondicional, mi madre también lo había hecho conmigo pero de una manera diferente, mientras el recibía amor yo recibía un viaje o una tarjeta de crédito, por lo que nuestros significados eran diferentes, deslicé mi mano por su pecho hasta colocarme sobre su abdomen definido atravesado por un camino bellos que guiaban hacia su pantalón, pero mi vientre no ardió de lujuria, simplemente estaba admirando su hermoso cuerpo, el cuerpo de Nick se estiró para luego abrir sus ojos, su sonrisa me daba los buenos días mientras una de sus manos acariciaba mi cabello –te amo– le dije mientras pegaba suavemente mis labios de los suyos, su sonrisa no se borró –¿Qué quieres hacer hoy?– me preguntó –nada– le dije mientras dejaba caer mi cuerpo sobre el suyo, sus brazos correspondieron mi abrazo –algo tenemos que hacer– dijo luego –creo que debemos arreglar las cosas que compramos ayer–
–Es una buena idea– afirmó después de oírme –pero antes debo decirte algo– le dije, al instante sentí como su cuerpo se tensaba entre mis brazos, acomodé mi cabeza en su pecho –tranquilo, no te voy a decir nada malo…solo quiero que sepas que entiendo tu posición, imagino lo que debiste sentir y lo entiendo, lamento haberte puesto todo mas difícil–
–Me alegra que lograras entenderme–
–Pero eso no quiere decir que todo estuvo bien, tu madre actuó muy mal y si quieres que le vuelva a dirigir la palabra o vuelva a pisar esta casa debes hacer que se disculpe–
– ¿Hablas en serio?– preguntó con desconfianza –completamente, mientras más tiempo pase, más tardare en perdonarla–
–Sera difícil que mi madre se disculpe– alcé mi rostro con sorpresa al escuchar que ponía trabas –tranquila, lo voy a lograr, ella fue la que actuó mal y tú te mereces una disculpa– dijo mientras colocaba las manos entre nosotros como si tuviera la fuerza suficiente para hacerle daño – ¿Por qué pones las manos así?–
–Tienes cara de ser peligrosa– dijo entre risas lo que provocó que una carcajada saliera de mi garganta –como si fuera posible…voy a tomar mis pastillas– le dije mientras intentaba colocarme de pie, su mano sujeto mi brazo para halarme hacia él –te falto esto– dijo antes de darme un dulce beso.