Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XI

“Oscuridad”

Al colocar mi mano en la manilla de la puerta de la habitación sentí como los sentimientos se me exaltaban – ¡malditas hormonas!– dije para mi mismo al no poder contener mas las lagrimas, cerré la puerta con llave y sin dar un paso más me deslice hacia el suelo con la espalda apoyada en la puerta cerrada a mis espaldas –tranquila– le dije a la bebé al sentir como se movía, pero en esta ocasión si me generaba molestia, estaba activa, sus pataditas me desgarraban el vientre, cuando ya se hacía insoportable en dolor intenté levantarme pero me percate de que no sería posible, las piernas me fallaban y me costaba mantener la cabeza erguida – ¡magnifico!– me queje al pensar que mi suerte me volvía a jugar una de las suyas, me resigne a quedarme recostada mientras pasaba un poco la sensación de debilidad pues la bebé tenía hambre y se estaba alimentando, tal vez si esperaba un poco ella pararía de alimentarse y podría arrastrarme hasta mis pastillas, ya mi mente me jugaba una mala pasada, quería quedarse dormida, mi experiencia como psicóloga me decía que comenzaría a alucinar, estaba a un paso de quedar inconsciente, mi oído percibía gritos desde el primer piso de la casa y aunque debería darme placer saber que Nick estaba enfrentando a su madre ya no me importaba, era muy tarde, los gritos pararon unos minutos después junto con un azote de puerta, mi mente volvía a insistir en desmayarme y yo estaba a punto de rendirme pero un golpeteo me saco del transe de rabia, dolor y cansancio en el que estaba sumergida, afine el oído para saber de dónde venía, pero segundos después un segundo intento se sentía con más fuerza en mi espalda, Nick estaba tocando la puerta, intenté mandarlo al demonio pero no pude procesar las palabras, solo murmullos incoherentes salían de mi garganta, lo que me molesto aun mas –tn____...¿estás ahí?– preguntó en un susurro sumiso que daba más lástima que otra sentimiento, pero eso claramente una manipulación pues él sabía que había cometido un grave error “no estoy aquí, soy un fantasma idiota” le respondí en mi mente al no poder procesar las palabras –necesitamos hablar– continuó con el mismo tono de voz que me sacaba de quicio, como si no supieras lo que había hecho, como si tuviera alguna explicación más allá de que era un cobarde –por favor…ábreme– dijo aun mas suplicante, Nick guardo silencio durante varios minutos, antes de sentir como su cuerpo se deslizaba de la misma forma que el mío desde el otro lado de la puerta, el silencio reinaba permitiéndome escuchar el sonido de su respiración entre los jadeos de dolor provocados por la bebé los cuales ahogaba en mi garganta para evitar que Nick los escuchara –tn_____ no podemos estar así toda la noche, puedo ver tu sombra desde la ranura de la puerta, sé que me estás oyendo….tu más que nadie sabes que no podemos estar peleados, nuestros cuerpos no nos lo permiten– dijo mientras podía sentir como su mano acariciaba la puerta, deseaba poder hablar para decirle lo imbécil que había sido, era muy frustrante tener que ahogar mi molestia, no estaba acostumbrada a eso y me enfurecía aun mas sentir como su voz tranquilizaba mi histeria, no quería que se me pasara la molestia, quería seguir enojada pero su voz seguía teniendo ese efecto sobre mí –tn_____...¿te sientes bien?– preguntó escéptico mientras su voz se tornaba angustiosa –contéstame si te sientes bien, si quieres no me abras…pero por favor dime si te sientes bien, si no respondes derrumbare la puerta– su tono de voz se iba incrementando poco a poco hasta convertirse en gritos amenazantes llenos de preocupación, suspiré resignado después de comprobar que mis piernas no funcionaban y que la mayoría de mis músculos incluyendo mi lengua no recibían ordenes de mi cerebro, estaba completamente débil, todas las vitaminas y nutrientes se los había consumido la bebé, comencé a sentir un sabor extraño en mi boca lo que me provocó nauseas, ese sabor que no reconocía era de sangre, como pude dejé caer a un lado mi cuerpo para evitar que Nick me lastimara al abrir la puerta – ¡Ok!...!voy a tumbar a puerta!...!hazte a un lado!– gritó, para ese mi momento mis ojos estaban cubiertos por un manto oscuro, ya mi vista se había unido al paro de los órganos, un fuerte golpe se escuchó retumbar por toda la habitación seguido de otro y luego otro, hasta que en el quinto intento escuché como la puerta crujía, tal vez no la había derrumbado pero si la había quebrado, pude ver borrosamente la mano de Nick atravesando un hoyo en la puerta intentando alcanzar la manilla interna, esa fue la última imagen de la situación que mis ojos me permitieron ver, escuchaba los forcejeos y quejidos de Nick, hasta que poco a poco también se hicieron imperceptibles, sentí como un saber metalizado inundaba mi boca, reconocía el sabor de las pastillas, no sabía que me provocaba mas nauseas el sabor a sangre o el sabor de las píldoras, lentamente fui recobrando el conocimiento, la espalda me palpitaba de dolor a medida de que mis músculos reaccionaban, ahogue los quejidos mientras mis piernas acalambradas volvían a la vida, al abrir los ojos, noté que todo estaba oscuro, sin embargo los ventanales de la terraza estaban abiertos dejando caer sobre la habitación un manto plateado provocado por la luz tenue de la luna llena que dominaba la noche, gire mi cuerpo sobre la cama para estirarlo, las sabanas estaban tibias lo que me decía que alguien había estado acostado a mi lado y quién mas podría ser que Nick, doble mi cuerpo para sentarme aun arropada con las exquisitas sabanas, la suave brisa me hacia titiritar, al subir mi mirada encontré a Nick sentado en la butaca a un lado del ventanal, su piel blanca brillaba como la porcelana por el golpe de la luz de la luna, nuestras miradas se encontraron pero luego la de él se desvió hacia la profundidad de los campos de golf, gire mi rostro para ver la puerta destruida, el silencio era tal que se podían escuchar el canto de los insectos del jardín, un suspiro salió del pecho de Nick llamando mi atención completamente, sus manos descansaban sobre la parte trasera de su cuello tensando los músculos de sus brazos, su cabello estaba desordenado, intenté estudiar su ojos pero la oscuridad no me lo permitía, lo que me desarmaba completamente ante él, luego alzó ligeramente su rostro permitiéndome observarlos, brillaban como el cristal, “¿estaría llorando?” me pregunté pero preferí guardar silencio, aun estaba muy oscuro como para descifrarlos –cuando era pequeño, no tenía más que a mi familia, no tenia bienes materiales, no tenía amigos por falta del dinero, no podía actuar normalmente por mi enfermedad ya que mis padres no tenían el dinero para tratarla, en todo ese mundo de privaciones mi familia siempre estuvo ahí, apoyándome, haciéndome feliz, mis padres trabajaban mucho a cambio de muy poco, muchos de esos aspectos marcaron mi vida y me hicieron el hombre que amas, mi naturaleza y conciencia no me permite atentar contra ninguno de mis padres…– Nick guardó silencio por un memento mientras colocaba las manos sobre su pecho –cuando te vi allá abajo enfrentando a mi madre mi corazón se dividió, no sabía cómo reaccionar, mi cerebro entro en conflicto, atacar a mi madre va contra todos mis principios y atacarte a ti es algo imposible, algo que no me puede pasar por la cabeza, sería como atacarme a mí mismo, lo que es ilógico, la manera en que te dirigiste a mi me lastimo mucho…tampoco me pareció la manera correcta de tratar a mi madre– al escuchar su última frase mi cuerpo frio se calentó al instante, dolor de espalda desapareció y mis músculos relampaguearon de vida, ágilmente me coloqué de pie y caminé hacia el baño – ¿te encuentras bien?– me preguntó, pero no le respondí solo me encerré en el tocador, enjuague mi rostro para calmarme, pero no podía ahogar lo que sentía, nuevamente las hormonas estaban al ataque, sin ninguna delicadeza abrí la puerta y caminé hacia Nick hasta estar frente a él, sus ojos estaban entrecerrados mientras su cuerpo permanecía inmóvil en la butaca –dime algo…¿Cómo querías que le respondiera a tu madre?–
– ¡ha!... ¡Lo sabia! Aun esta molesta, así no te voy a responder–
–Ok, ya me calmé…respóndeme–
–No te has calmado– dijo mientras se colocaba de pie para dirigirse hacia el tocador, aceleré mi paso y con todas mis fuerzas sostuve su brazo, Nick giró su cuerpo y me halo contra el haciendo chocar nuestros pechos –yo voy a hacer que te calmes– me dijo mientras su respiración acariciaba lentamente mis labios y mi mirada no se separaba de los suyos, sus brazos me apretaron mas contra su cuerpo y sus manos se colocaron mi parte trasera, ya mis pies solo rozaban el suelo, nuevamente caía en sus redes.