Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXVI

“Noticias”

Eran las dos de la madrugada con algunos minutos cuando me desperté envuelta por los brazos de mi amado, Nick dormía profundamente lanzando pequeños ronquidos casi imperceptibles, intenté soltarme de su agarre pero al sentir que me movía Nick giró su cuerpo para acomodarlo simultáneamente con el mío, en otro momento no me hubiera molestado incluso ahora tampoco me molestaba, pero si me desesperaba, necesitaba saber de Alicia, ella estaría remplazándome en la fiesta, debía saber si Elena hizo lo que le pedí, tal vez las cosas se habían salido de control y yo debía poner orden, no dudaba de mi amiga pero si dudaba de las que la rodeaban, ya desesperada le susurré a Nick –necesito ir al baño– Nick murmuro algo inentendible, parecía más una queja que un permiso pero igual se lanzo hacia el otro lado de la cama permitiéndome salir, en el mismo instante que mi sabana humana desapareció sentí como todos mis bellos de erizaban por el contacto con el aire acondicionado de la habitación, entonces entendí que Nick tenia frio, antes de abrigarme busque rápido las sabanas para poder abrigarlo, Nick se envolvió en la sabana inmediatamente, luego tomé del suelo la camisa de Nick y me la coloqué, el problema ahora era evitar que me oyera hablar por el celular, me encerré en el baño, luego tomé las toallas y las coloque en las ranuras libres de la puerta para evitar que el sonido de mi voz llegara hasta la habitación, cuando ya estaba segura de que Nick se había vuelto a dormir le marque al celular de Alicia:
–Amiga dame todas las novedades– dije en un susurro
–Amiga, tengo noticias malas y buenas– sentí como comenzaba a hervirme la sangre pero recordé que no era culpa de Alicia –dime las buenas–
–Elena vino con el hermano de Eric, también hable con Eric y pude sacarle cierta información, Elena trajo dos discípulas y termino con Frankie–
– ¿Qué salió mal?–
–Recomiendo que te sientes amiga–
– ¡Dime, déjate de rodeos!– le dije alzando la voz, lo cual me molesto aun más porque debía cuidarme de no despertar a Nick –Ok, Frankie no vino a la fiesta y Eric y Jennifer no son los únicos que han venido a la ciudad…– Alicia guardo silencio lo que no me agradaba, la conocía lo suficiente para saber que eso significaba que aun habían más cosas malas y tal vez peores que las anteriores
–Ubica a Federico y dile que vas de mi parte, que necesitamos que tome fotos de Elena con el hermano de Eric y las publique en todas las revista que pueda, habla con Elena y dile que no puede atender las llamadas de Frankie, ya sabía que Eric y Jennifer no eran los únicos, ninguno de ellos se atreve a hablarme de la manera que lo han hecho, así que ya me imagino quien está detrás de todo esto, ahora dime ¿Por qué Frankie no fue?–
–No invitaron a ninguno de los Jonas– tarde un poco en responder, eso no me lo esperaba, no había razón aparente para que no los invitaran – ¿Por qué no los invitaron?–
–Ese era el otro detalle, Joe esta que bota fuego por las orejas de lo molesto que está, tu abuela pidió que los Jonas fueran borrados de todas las listas sociales–
–Bueno ¿Joe sabe que fue ella?–
–No lo sabe, por eso es que está molesto, no lo entiende, casi no lo dejan entrar, logró entrar porque venía conmigo–
–Eso me preocupa, calma a Joe, yo lo voy a solucionar lo antes posible–
–Tranquila, ya está tranquilo, ahora está hablando con sus amigos, por cierto debo dejarte me está haciendo señas, quiere presentarme a alguien que ya conozco– solté una carcajada al escucharla porque no había persona de la elite que no nos conociera, nuestras madres se habían encargado de que eso fuera así, me despedí de Alicia y luego me senté en el mueble del amplio baño a pensar, mi abuela estaba jugando por lo alto y con inteligencia, no podía esperar menos de ella, atacaba a la familia de Nick por la tanto atacaba a la persona que más amo, quiere hacerme ver que quien sufrirá con todo esto será Nick y si es de esa forma tendría que considerar nuevamente mis decisiones, no podía obligar a Nick a pagarlas consecuencias –¡Preciosa ¿estás bien?!– gritó Nick desde la cama, me apure en quitar las toallas de la ranuras de la puerta y luego abrí la puerta –lo siento es que, intentaba acomodar el nudo que me hiciste en el cabello– le dije demostrando mi corta imaginación –igual te ves hermosa, siempre te veras hermosa–
–Eres un mentiroso, ni quiera puedes verme, la luz está apagada y tiene los ojos cerrados–
–Ven y dame un beso mi amor– dijo para desviar el tema y logró hacerlo, dejé caer mi cuerpo frio sobre el tibio pecho de Nick –creo que algo sobra– dijo mientras que sus manos me quitaban la camisa que me había colocado, mis pechos desnudos rozaron su piel y no pude evitar gemir ante el placer que eso me producía, Nick envolvió mi cuerpo con sus brazos mientras lanzaba la sabana sobre mi espalda, pegué mis labios de su cuello mientras el pegaba los suyos de mi frente, definitivamente debía tomar una decisión, no podía permitir que mi abuela lo dañara por culpa mía y menos a Joe que era una persona tan especial para mí, le debía más que mi propia vida, el había estado a mi lado cuando más lo necesité, sin darme cuenta ya estaba adormecida por la respiración de Nick.
El estomago me crujía lo que me molestaba porque mis ojos aun querían seguir cerrados, estire mis brazos para buscar el cuerpo de Nick pero no lo conseguí lo que me obligó a abrir los ojos, noté que no estaba en la habitación ya que la puerta del tocador estaba abierta, estire mi cuerpo y luego me coloqué de pie, tomé la misma camisa que me había colocado anoche y salí de la habitación hacia la cocina, Nick se encontraba de espaldas a mi sin camisa y pantalón, solo un bóxer tenia puesto mientras estaba agachado recogiendo los trozos de mi torpeza, su espalda desnuda era tan provocativa que no pude evitarlo y me acerque para tocarla, me agache y coloqué mis manos en su parte trasera mientras besaba su espalda –buenos días– dijo sin detenerse –buen día amor– rodeé mi cuerpo a un lado para ayudarlo a recoger –te puedes cortar preciosa, deja que yo te lo haga, no quiero verte herida– su palabras fueron directamente a mi corazón, él siempre se preocupaba por protegerme y yo estaba planeando la destrucción de su hermano y para completar mi abuela los quería destruir a todos por mi culpa –Nick debemos hablar– le dije, Nick inmediatamente subió la mirada hacia mí de manera entrecerrada –no me gusta el tono de voz que estas aplicando ¿Qué sucede?– me preguntó, solo esperaba no estar equivocada con respecto a la decisión que estaba por tomar.

Capítulo XXVII

“Confusión”

Nick tenía sus ojos clavados sobre mí mientras esperaba a que le hablara con respecto al tema – ¡me tienes los nervios de punta mujer, dime qué sucede!– gritó un tanto desesperado luego de esperar unos segundos –lo primero que debo decirte es que voy a entender cualquier decisión que debas tomar, siempre entenderé lo importante que es tu familia para ti, pues lo viví con Kevin directamente, he experimentado el amor que se tienen ¿sabías que Kevin te quiere mucho?– Nick se acerco a mí y enredó mi mano con una de las suyas como si sospechara que mi conversación nos introduciría en algo oscuro –no digas nada– me dijo mientras pegaba su frente de la mía –no arruinemos esta hermosa mañana– su voz se dilató, como si se estuviese preparando para sufrir con alguna mala noticia –Nick, esto tiene que hablarse y este es el mejor momento para hacerlo, no podría perdonarme si tardo más en comunicártelo, las cosas con mi familia se están saliendo de control– Nick se separó ligeramente de mi mientras volvía a entrecerrar los ojos –No entiendo ¿Qué te hizo Ángel?– preguntó con aplomo –él es el menor de mis problemas, en realidad el no ha hecho nada y lo peor es que a mí no es a quien le están haciendo daño ¿recuerdas el día después de que me llevaste a conocer tu casa de la infancia?– Nick asentó con la cabeza mientras me escuchaba con detenimiento –fui a ver a mi abuela esa mañana, debía enfrentarla, no le podía perdonar el hecho de que ella mi madre te obligaran a dejarme, cuando hablé con ella nos retamos mutuamente, al salir de ahí fui con mi madre y tampoco llegue tan lejos con ella, el caso es que mi abuela amenazo con obligarme a dejarte y ya comenzó su estrategia para separarnos, está atacando a tu familia, llama a Joe y pregúntale que sucedió anoche en la fiesta– los labios de Nick formaron una línea recta y sus gestos se solidificaron como una roca mientras su mirada se oscurecía –no entiendo a donde quieres llegar–
–Nick, nada de esto va a parar mientras estemos juntos y ya no se trata de mi sufrimiento sino el de tu familia, ayer fue solo una fiesta, luego serán negocios, humillaciones, no puedo hacerte esto, no puedo hacerle eso a Joe– para este momento mis brazos envolvían el cuello de Nick sin recibir ninguna repuesta de su parte, sus manos aun estaban apoyadas como puños en el estante marmoleado de la cocina –no le temo a tu abuela– solté un respiro al escucharlo –yo tampoco le temo y por ti sería capaz de enfrentar el mundo entero, pero no podemos hacerle eso a tu familia, no lo merecen–
–No quiero seguir hablando contigo– me dijo mientras tomaba mis muñecas con sus manos y las separaba de su cuello – ¿Qué sucede?– le pregunté sorprendida mientras me empujaba a un lado –no puedo creer lo que dices– me dijo mientras salía de la cocina y tomaba dirección a la recamara principal, tarde un par de minutos en asimilar lo que estaba sucediendo, nunca me había hablado de esa manera, al entrar en razón me dirigí a la habitación, Nick se estaba colocando un pantalón –no entiendo que está pasando, tal vez sea mejor que no te comunique nada–
– ¡Maldición!– gritó mientras le pegaba un golpe a la pared del armario, no podía cerrar mi boca de lo impresionada que estaba, Nick ignoró mi presencia y siguió vistiéndose –¡si no quieres estar conmigo te dije que lo entendía, lo que no comprendo es que me trates así, creo que tal vez no debí decirte nada!– lanzó un bufido al escucharme lo que me indignó, caminé hacia el mueble donde había colocado mi ropa y comencé a vestirme –el vestido tiene una grieta, el armario tienes más ropa– dijo sin verme, ahora era yo quien lo ignoraba –no hace falta que te vayas– dijo al verme entrar al baño, le respondí aventándole la puerta en el rostro, esperaba una respuesta negativa pero no está, no tenia porque actuar de esa forma, bastaba con cualquier comentario, era más que evidente que yo no quería que esto sucediera, no yo no planeé que mi abuela los lastimara, le marqué a Carlos quien me avisó que llegaría en diez minutos –ya dije que no tienes que irte– me dijo mientras se colocaba el reloj y tomaba las llaves de su coche –esta no es mi casa, así que soy yo la que debe irse, con solo pedírmelo hubiese sido suficiente, no era necesario que hicieras esta escena y fueras tan grosero– Nick abrió la boca pero luego la cerró, mientras sus puños se apretaban con fuerza y su mandíbula parecía querer explotar –si quieres vete– dijo, tomé mi bolso y salí de la habitación ahogando mis lagrimas, mientras esperaba el ascensor pensaba en lo que acaba de suceder, no tenía idea de lo que significaba todo esto, tal vez Nick me estaba dejando, inmediatamente al pensar en esa opción el vacio de mi pecho se abrió rápidamente “debes entenderlo, es su familia, debes entenderlo” pensé para mis adentros intentado calmar el repentino vacio y dolor que sentía, esto era lo mejor para todos, la única que saldría lastimada seria yo y era un sacrificio que estaba dispuesta a tomar, este análisis me ayudo a mantenerme en pie, las puertas del ascensor se abrieron y con ellas se cerraban mis esperanzas de que todo esto fuera una pesadilla y de que Nick apareciera para detenerme, me coloqué el abrigo para ocultar el estado en que la noche anterior su manos habían dejado mi vestido, amarré mi cabello para disimular el desastre que sus dedos habían dejado en él y me coloqué los lentes de sol para ocultar las lagrimas que una vez más provocaba en mi, ante los ojos de los demás estaba en perfectas condiciones, en varias ocasiones se me escaparon un par de lagrimas pero no era algo con lo que no pudiera lidiar, el ascensor se abrió en la recepción –buenos días– dije mientras caminaba por el largo pasillo –¿quiere mandar a buscar un coche señora Jonas?– no pude evitar salir una media sonrisa al escuchar cómo me llamaba el encargado de la recepción –tranquilo mi chofer viene a buscarme– respondí con una sonrisa al servicial joven que no hacia más que verme las piernas, Carlos no había llegado por lo que tuve que esperarlo –tn____ ¿Cómo estás?– escuche a mis espaldas, al girar mi rostro me encontré con una sorpresa o en mejores calificativos doble sorpresa –hola ¿Cómo están?– les pregunté a Kevin y a Miley quienes venían llegando –ya es la segunda vez que te veo por aquí– me dijo Kevin –si…y tu Miley ¿Qué haces por aquí?–
–Vine a sorprender a mi osito– en ese momento las puertas del edificio se abrieron y apareció Nick acelerado parecía a ver estado corriendo –acaba de llegar tu osito– le dije cuando Nick estaba lo suficientemente cerca para oírme –Bro mira a quien me encontré, tenia tanto tiempo sin verla– dijo Kevin lleno de emoción –si teníamos mucho tiempo sin vernos– dije –Deberíamos ir a almorzar todos juntos– sugirió Kevin –la verdad no tengo hambre ni tiempo para comer– la mirada de Nick estaba clavada sobre mi mientras me oía pronunciar las palabras –¿te sientes bien? te noto extraña– giré mi rostro hacia Nick y tuve que luchar para no desplomarme, su mirada estaba clavada sobre mi mientras Miley enredaba su cintura con sus brazos –hoy me rompieron el corazón por segunda vez– dije, todos se quedaron callados viéndome, entonces Miley soltó a Nick y se dirigió a mi –no me abraces– le dije mientras colocaba mis manos entre nosotras –fue un placer verlos, Kevin nuestro almuerzo queda pendiente, escríbeme, me gustaría que fuera mañana–
–Me alegraría verte– le dedique una sonrisa, cuando gire mi cuerpo sentí como una mano me halaba por el brazo –no estás lo suficientemente bien como para estar sola– dijo Nick mientras me detenía –gracias por preocuparte pero no es necesario que lo hagas, salúdenme a Joe– logré soltarme del agarre de Nick y me introduje en el coche.