Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXIII

“Descubrimientos”

Al terminar de pensar en Miley clavé mi mirada entrecerrada sobre Alicia, al notar lo que hacía cayó en cuenta del porque la veía –No hace falta que estructure la pregunta– le dije mientras caminaba hacia ella, inmediatamente Alicia giró su cuerpo intentando distraerme –no sé de qué hablas– dijo mientras abría la puerta del estudio para salir hacia el pasillo que conectaba las habitaciones del primer piso – ¿Qué hacia esa persona visitándote?–
– ¿Qué persona?– preguntó un tanto sorprendida –espera un momento ¿Qué crees que te estaba preguntando?– le pregunte al percibir que me había equivocado –creí que hablabas de mi reconciliación con Joe, pensé que era eso porque no habíamos hablado al respecto–
–No me refería a eso, aunque también deseo saberlo, cuando llegue a tu casa había alguien saliendo de la reja externa de la propiedad, alguien que ni siquiera puedo nombrar– la mirada de Alicia se entrecerró mientras intentaba pensar y así poder coordinar en su cabeza las ideas que le mandaba –te refieres a uno de …. –
–A esos mismos, creí que había hablado contigo pero ya veo que no se atrevió a tocar tu puerta, lo extraño es que hoy en la mañana me encontré a Eric–
–Me estas confundiendo, eso quiere decir que ya hay dos en la misma ciudad, eso nunca lo habíamos visto, solo nosotras nos llevamos bien, los demás todos se odian–
–Algo está provocando que todos aparezcan en la misma ciudad y nosotras necesitamos saber que es–
–Tienes razón, nada bueno sale de una reunión como esa–
–Encárgate de Eric yo me encargare del que aprecio hoy– le dije antes de despedirme, nos deseamos suerte y luego tomé mi camino, Carlos me esperaba fiel en el coche, al verme abrió la puerta –señorita el coche que recogió a la persona antes de que usted llegara a pasado por el frente de la casa en varias ocasiones– justo al terminar de comentarme lo que había sucedido el coche del mismo nivel económico que el mío apareció pero en esta ocasión el chofer aceleró más de lo debido –persíguelo– le dije antes de abordar el coche, Carlos rodeó corriendo el automóvil y sin dejarme percibirlo aceleró colocando nuestro coche detrás del objetivo, eran tan obvio que estuviera huyendo de mi, aunque tal vez yo debía ser la que estuviera huyendo, Carlos frenó lentamente el coche mientras se orillaba a un lado de la avenida –el coche que perseguimos está estacionado atrás de nosotros señorita– suspire al escucharlo, había llegado la ocasión –¿quiere que le abra la puerta?– me preguntó mientras me dedicaba una mirada desde el retrovisor –necesito que se la abras a esa persona, yo nunca bajo de mi coche– le dije intentando ocultar todos los nervios que me inundaban, la puerta del coche se abrió dejando entrar a tan peculiar personaje –veo que sigues con las ínfulas de reina– me dijo al sentarse a mi lado –no estoy para juegos ¿Qué haces aquí?– le pregunté sin ver directamente su rostro –vengo a recordar viejos tiempos–
–No te conviene recordarlos–
–Eso no lo decides tú, o tal vez es a ti a la que no le conviene recordar–
–a ninguno nos conviene, quiero que salgas de la ciudad– le dije sin demostrar una sola señal de duda –no me iré querida, ya no somos los mismos niños, ya no puedes intimidarnos tan fácilmente–
–Puedo hacerlo peor ahora que se lo que si puede hacer daño– al oírme su mirada brilló de temor y coraje –ya veremos que sucede cuando Eric hable con Nicholas Jonas– sin saber en qué momento mi mano comenzó a moverse le di una bofetada con tanta fuerza que la mano inmediatamente comenzó a palpitarme –escúchame claramente, si vuelves a colocar su nombre en tu asquerosa boca te sacare cada uno de los dientes sin ningún tipo de anestesia– ahora su mirada estaba llena de desconcierto y miedo, no se esperaba una reacción así de mi parte debido a que nunca había sido yo la que hiciera el trabajo sucio, siempre alguien daba los golpes e insultos por mí, pero esto era diferente debía detener la situación yo misma, no podía perder el control de nada, cada minuto de descuido debería pagarlo más adelante –bájate de mi coche que apestas a basura– le dije intentando contenerme –ya veremos quien termina lastimado, esta la pagaras–
–Veo que no has aprendido nada, sal de mi vista estúpida, yo soy la que amenaza porque yo cumplo y tu lo sabes– inmediatamente salió del coche, al escuchar como la puerta cerraba tomé mi celular para llamar a Alicia, la llamada fue desviada al buzón por lo que imagine que ella estaría con Eric, mi encuentro había salido mejor de lo creía, había descubierto parte de la situación, nada de esto era casualidad, primero aparecía Eric y ahora aparecía Jennifer Swarovski y me decía directamente que se había puesto en contacto con el anterior, pero ellos no estaban solos en esto, faltaban dos piezas y entre ellas la más importante, ninguno se atrevería sin tener de su parte esa pieza y precisamente esa es la que debía inmovilizar antes de que hiciera su movimiento, aunque conocía perfectamente su inteligencia, no se mostraría frente a mi hasta que estuviera victoriosa pero yo estaría ahí para darle la puñalada –señorita recuerde que la señorita Elena debe estar por llegar a su casa–
–Se me había olvidado– le dije con frustración antes de tomar el teléfono y ubicar a Elena –ve a la cuarta avenida, espérame en el salón al que voy– le dije a Elena, al llegar la chica me esperaba en la puerta – ¿Por qué no entraste?– le pregunte al verla –es que no sabía si querías que entrara– puse los ojos en blanco al escucharla, no podía soportar tanta inutilidad –encárgate de ella, hazle de todo, hasta el vestido consígueselo, yo te pago luego, no tengo tiempo para ocuparme de ella– le dije a mi estilista quien se rió con todas sus fuerzas –te lo regalare, porque eres mi clienta fiel, además si logro que sea vea radiante deberé ganarme un óscar– le devolví la sonrisa y salí del salón de belleza, entonces fue cuando vi algo que me hizo caer en cuenta de algo descubierto hoy, una joven pasaba abrazada de su novio mientras este sobre sus hombros veía a la chica del reverso, comencé a sacar cuentas en mi mente, si Nick tenía solo tres meses sin tocar a Miley y tenía seis conmigo quería decir que mientras yo estaba sola hundida en mi depresión él se encontraba besándola y acariciándola y no obstante antes también lo había hecho aun estando conmigo, si de algo estaba segura era de que los bebés no se hacían solos, de repente a mi celular llego un mensaje más que oportuno “te veo en cinco minutos en mi casa preciosa, te amo” Carlos en menos de quince minutos había llegado al edificio, atravesé la recepción ignorando las miradas imprudentes de los guardias fijadas en mis piernas, tomé el elevador pensando todo lo que le diría a Nick pero al abrirse el ascensor en el apartamento me encontré con algo inesperado además de la mirada llena de sorpresa de Nick clavada sobre mí.

Capítulo XXIV

“Sorpresa”

Nick se encontraba detrás del mesón de la cocina con un delantal agarrado de su cuello, había estado preparando algo para comer y eso no me lo esperaba –estas hermosa, nunca te había visto tan…– sin darme cuenta me encontraba hundida en el transe que Nick provocaba en mi cuerpo, su voz era música para mis oídos, mis pies me guiaron hasta su posición como si una fuerza de gravitacional fuera expulsada de su cuerpo con la finalidad de capturarme y así poder adéntrame en su poder –te tengo buenas noticias preciosa– me dijo mientras rodeaba mi cuello con su brazo y sus labios con sabor a gaseosa se pegaban con los míos cortamente con la finalidad de saludarme dejándome nuevamente aturdida con su belleza, me sentía un estúpida en sus brazos, guie mi mano hasta su mejilla para limpiar una mancha de salsa –no sé cómo llego eso a ahí– dijo con una sonrisa tan ensordecedoramente hermosa que nuevamente olvide respirar –logre conseguir todas las fotos– al escucharlo recordé porque había estado molesta y el sentimiento volvió a aparecer –¡Ahhh!– dijo al sentir como mis dedos pellizcaban su abdomen –¡Esperaba un beso de recompensa por lo menos!– dijo con el seño fruncido –hoy hable con Miley, resulta que fue a la casa de Alicia para pedirnos ayuda pues su novio no le hacía el amor hace tres meses– Nick tardo un poco en responder –primero debes soltar esa jarra– dijo mientras señalaba con sus labios la jarra de jugo que había tomado con mi mano derecha, Nick ambas manos colocadas al acecho como si yo fuera capaz de lastimarlo o como si cualquiera de mis actos fueran suficientes para herirlo –segundo eso te dice que no he estado con mas nadie además de ti preciosa, no entiendo porque te molestas– continuó al ver que soltaba la jarra –porque las cuentas me dicen que mientras yo estaba deprimida en mi habitación esperándote tú estabas revolcándote felizmente con Miley–
–Eso no es así, yo no me revolcaba felizmente y segundo eso no fue hace tanto, además me parece de mal gusto que recuerdes esos días cuando sabes que me duele demasiado pensar que te hice sufrir tanto– su mirada cambio drásticamente de la diversión a el dolor –ok, no tocaremos el tema– le dije al sentir como la cicatriz de mi pecho comenzaba a arderme recordándome que aun estaba a merced de ese dolor tan devastador y desolador que no me creía capaz de soportar por segunda vez, sentí como las manos de Nick se fajaban suavemente en mis brazos deshaciendo el gancho que habían formado alrededor de mi pecho, esa era mi reacción principal cuando pensaba en esos días, trataba de evitar sentir como el pecho se me rompía –tranquila, estoy aquí, ya no hablaremos del tema, tranquila– me dijo mientras estiraba mis brazos para guiarlos hasta su cintura –lo sé, es que solo pensar que… –
–Tranquila, no hablemos del tema, déjalo ir… ¿notaste que estaba preparando la cena?– dijo ahora con una sonrisa más que forzada en su rostro haciéndome sentir culpable por dañar su linda sorpresa –si lo noté, veo salsa hasta en el techo– Nick subió la vista buscando la mancha y yo aproveché el momento, me coloque de puntillas y pegué mis labios de su hermoso cuello, sentí como paseaba por su garganta un gemido, Nick bajo su rostro para encontrar sus labios con los míos –eso es trampa– me dijo mientras sus labios rozaban los míos constantemente, subí mis manos pudiendo sentir así los músculos de su espalda cubierta por una delicada camisa de algodón blanco –creo que deseo probar lo que cocinaste– le susurre al oído –te va a encantar–
–Solo espero que no me intoxiques– le dije con una risa ahogada, Nick mordió ligeramente mi cuello –yo espero no hacerlo, eres muy delicada, a veces me da miedo romperte cuando te abrazo–
–No me molestaría romperme en tus brazos, aunque si me intoxicas no podre hacerte lo que tengo planeado esta noche– Nick alejo su rostro lo suficiente para verme la expresión mientras entrecerraba los ojos –vas a hacer que olvide la cena, me estas provocando demasiado, primero esas piernas y ahora me dices eso– sonreí al escuchar el tono con que lo decía, de verdad parecía desesperado –entonces estoy segura de que podrás esperar a que pruebe lo que preparaste– mientras me separaba de su agarre sentía como su mano paseaba por mi espalda hasta llegar a mis caderas, Nick sonrió mientras asentaba con la cabeza –esta noche me vengare preciosa– dijo, Nick tenia colocada una franela de algodón blanco acompañada de un pantalón deportivo que cubría sus piernas solo hasta las rodillas, no tenia calzado lo que me decía que tenía tiempo en la casa, el delantal color gris plomo lo embellecía –Nick estas lleno de comida, tienes por todos lados–
–Espero me quites bien todas las manchas esta noche– sonreí al percibir el doble sentido con qué había pronunciado esa frase, diez minutos después en los que no había parado de observar con detalle todos sus gestos y movimientos en la cocina, ya estaba lista la cena –es la receta del asado familiar, mi mamá me estuvo explicando el procedimiento durante dos horas–
–Eres increíble…– le dije mientras negaba con la cabeza –no entiendo–
–O sea, eres el único hombre que prepara asado en una noche en la que planeas seducirme– Nick soltó una carcajada –no me hace falta la comida para seducirte, de hecho eres tu quien siempre termina envolviéndome en tus redes preciosa, además es mi comida casera preferida y quería que la probarás– Nick se estiro sobre la mesa y beso suavemente mis labios –espero te guste– me dijo antes de darme un segundo beso y volver a su asiento, me llevé a la boca la primera porción de comida, los ojos de Nick brillaban esperando mi reacción y la verdad no era desagradable, me atrevía a decir que estaba delicioso –esta divino, te luciste amor– las mejillas de Nick se llenaron de color inmediatamente lo que me causo gracia –¿lo dices en serio?– pregunto con escepticismo –totalmente, me encanta el sabor, debo confesarte que no estaba my convencida porque no es el estilo de comida que me gusta y tú lo sabes, pero esta exquisito–
–Entonces cumplí mi cometido, ahora solo queda que aprendas a prepararlo para que se lo hagas a nuestros hijos– me dijo con una sonrisa dibujada en su rostro, inmediatamente comenzó a comer, incluso repitió –no sé porque me sorprendo cada vez que te veo comer si siempre lo haces de esas forma– le dije al verlo –no planeo comer en mucho tiempo, debo tener mucha energía para esta noche– me dijo Nick haciéndome sonrojar, me llenaba de deseo cada vez que me insinuaba cualquiera de esas cosas, aunque ahora estaba esperando con ansias esta noche.