Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXVIII

“Molestia”

Mi cerebro no coordinaba aun inundado por la molestia que había tenido, las manos me temblaban mientras me colocaba los pantalones al cuerpo que había elegido color negro, no podía creer lo que había sucedido, Ángel había resultado todo un patán después de todo, acompañe el pantalón con una camisa de hilo egipcio blanco y unos Armani del mismo color para el calzado con un bolso mono gramado en blanco, negro y azul de Louis Vuitton, la mano me dolía increíblemente, baje las escaleras rápidamente en dirección al ascensor, ahora si me vería hermosa una pierna enyesada y posiblemente la mano también “esto es magnífico” pensé sarcásticamente –puedo llevarte a la clínica tu mano no luce bien– me dijo Ángel sin ningún daño en el rostro y con una sonrisa de triunfo –no lo necesito, si quieres ayudarme deberías mudarte–
–Ni lo sueñes, esto se está volviendo divertido, además ahora estas molesta, después te arrepentirás–
–No creo que eso suceda– le dije mientras se cerraba la puerta, uno de los choferes de mi padre se había quedado a mi servicio debido a que no podía conducir, no tenía permiso para hacerlo –llévame a una clínica por favor y rápido– le dije impaciente al conductor mientras me abría la puerta del coche, rápidamente lo bordeo y lo puso en marcha – ¿se siente mal señorita?–me preguntó preocupado, seguro mi padre le había encargado cuidarme –no, solo me caí y lastime mi mano–
–En cinco minutos llegamos, aguante un poco– me dijo luego, la mano ya no me dolía solo pensaba en la situación lo que me hacía sentir muy molesta, al llegar tuve que esperar a que atendieran a un par de personas cosa que no ayudaba en nada a tranquilizarme –debiste llevarme a una mas exclusiva que esta–
–Señorita esta es la mejor–
–Pero existe gente que puede pagarla y por eso debo esperar– el hombre no mayor que yo se quedo callado al darse cuenta de mi estado de ánimo, no me gustaba descargarme con él pero era el único a quien tenía cerca, veinte minutos insoportables después me atendió el doctor –no es nada grave solo tiene se lastimo un poco, en un par de días con analgésicos y muñequera estará lista señorita–
–Gracias– le dije antes de salir, aun seguía molesta, tanto que no me soportaba a mi misma –Llévame a al centro comercial que me gusta por favor– le dije al chofer mientras se me ocurría algo para ayudarme a librar mi cabeza de una apoplejía, iría de compras navideñas yo sola, debía comprar todos los regalos no tenía nada y estábamos solo a una semana de la noche buena –dime tu nombre–le pregunte a conductor mientras me ayudaba a bajar del coche–Me llamo Carlo señorita–
–Bueno Carlos hoy serás mi compañero de compras, no puedo cargar las bolsas yo sola–
–Ok señora, será un placer– por cada regalo que compraba añadía dos prendas a mi armario, luego de cuatro horas en los que recorría una y otra vez el mismo centro no podía conseguir el regalo para Nick, no sabía que regalarle, mientras mi dilema se convertía en frustración sonó mi celular –Preciosa se debe estar acabando el mundo–
– ¿Por qué dices eso?–
–Me atendiste el teléfono al primer intento– no pude evitar sonreír al escucharlo –bueno preciosa voy de salida vamos a encontrarnos con Joe y Alicia en el Daniel, entre la 60 y la 65 ¿te parece?–
–Está prefecto voy saliendo para allá–
– ¿Quieres que te recoja? ¿Dónde estás?–
–Estoy en un centro comercial pero tranquilo estoy con Carlos el chofer de mi padre, llegare en cinco minutos–
–Bueno Joe va a buscar a Alicia y yo estoy girando en la esquina, o sea ya estoy aquí, pediré la mesa–
–Ok, intenta que sea en uno de los niveles de arriba, donde no haya mucha gente–
–Ok preciosa, nos vemos, te amo–
–Yo también te amo– le indique la dirección a Carlos y en menos de diez minutos estábamos ahí –lleva las bolsas a mi casa y luego tomate el día–
–Ok señora– me dijo, le chico se lo merecía había soportado toda la tarde mi mal humor, eso era lo menos que podía hacer por él, le pediría a Alicia que me acompañara luego a comprar el regalo de Nick, sabia por su propia boca que también tenía problemas con el de Joe, un mesonero me ayudo a llegar al tercer piso del fino restaurante donde se encontraba Nick con un conjunto nuevo azul marino, me dedico una hermosa sonrisa a la que correspondí de la misma forma, pero luego sus ojos se entrecerraron al ver mi mano, se levanto para ser él personalmente quien me ayudaría con la silla, beso suavemente mis labios y luego se sentó a mi lado –¿Qué te sucedió en la mano?– me pregunto un tanto indiferente, pero ya conocía esa táctica, estaba muerto por la curiosidad –le di un golpe a Ángel– abrió los ojos como platos al escucharme, se dibujo una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro –no debiste hacerlo tú, si querías golpearlo me hubieses avisado, te puedo asegurar que mi mano no hubiera quedado tan maltratada como la tuya–
–No es gracioso Nick, me duele mucho– la mirada se le oscureció al escucharme – ¿Quién te puso la muñequera?–
–Tuve que ir a una clínica–
–Has debido avisarme, te hubiera acompañado ¿Qué te dijo el doctor?–
–Que en tres días estaré lista–
–Bue…. – una hermosa voz lo interrumpió – ¡Hey princesa estas hecha una piñata ¿Qué te sucedió en la mano ahora?– Alicia venia sostenida de su brazo con una sonrisa –de verdad que eres increíble– me dijo en tono de burla mientras me levantaba para saludarlos –le di un golpe a Ángel por abusador– los dos pusieron la misma cara de Nick, abrieron los ojos como si fueran a salirse de su órbita –ya quiten esa cara que se lo merecía y si no me hubiese dolido tanto le hubiera dado otro sin dudarlo– todos se rieron en especial Nick y Joe, que soltaron sus risotas haciendo retumbar en salón –espero nunca hacerte enfadar preciosa– dijo Nick aun burlándose –ya dejemos el tema que me molesta– todos rieron y comenzaron a hablar de otras cosas, el tema principal fue la temporada del beisbol, Nick y Joe paleaban como comprar las entradas para que todos fuéramos, por supuesto ignoraron las suplicas de Alicia y mías por sacarnos de sus planes –debemos volver a la oficina preciosa– dijo Nick mientras me ayudaba a levantar de la silla –estamos repletos de trabajo, Kevin llega mañana y nos ordeno terminar todo– dijo Joe con un tono de fastidio, escuchar su nombre me hacia recordarlo con cierta nostalgia, hacía mucho tiempo que no lo veía y de cierta forma lo extrañaba –Alicia y yo iremos a la quinta avenida a comprar sus regalos–
–No sabía que iríamos, pero está bien siempre es un buen momento para ir de compras–
–Yo las llevo– dijo Joe mientras envolvía con su brazo derecho a mi amiga –si quieren puedo prestarles mi coche y Joe y yo nos vamos juntos a la oficina–
–Eso es perfecto porque no creo que vayamos a entrar a una sola tienda– todos rieron, el día había mejorado notablemente aunque aun sentía ganas de querer abofetear nuevamente a mi primo, ahora debía concentrarme en comprar el regalo perfecto para Nick, algo que necesite y disfrute, el problema era que el ya tenía todo lo que quería incluyéndome a mí en el paquete.